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Tema 21: Evangelio de Marcos

[Capítulo 11-1] El Señor les necesita (Marcos 11, 1-10)

El Señor les necesita(Marcos 11, 1-10)
«Cuando se acercaban a Jerusalén, junto a Betfagé y a Betania, frente al monte de los Olivos, Jesús envió dos de sus discípulos, y les dijo: Id a la aldea que está enfrente de vosotros, y luego que entréis en ella, hallaréis un pollino atado, en el cual ningún hombre ha montado; desatadlo y traedlo. Y si alguien os dijere: ¿Por qué hacéis eso? decid que el Señor lo necesita, y que luego lo devolverá. Fueron, y hallaron el pollino atado afuera a la puerta, en el recodo del camino, y lo desataron. Y unos de los que estaban allí les dijeron: ¿Qué hacéis desatando el pollino? Ellos entonces les dijeron como Jesús había mandado; y los dejaron. Y trajeron el pollino a Jesús, y echaron sobre él sus mantos, y se sentó sobre él. También muchos tendían sus mantos por el camino, y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían por el camino. Y los que iban delante y los que venían detrás daban voces, diciendo: 
¡Hosanna! 
¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!
¡Bendito el reino de nuestro padre David que viene! 
¡Hosanna en las alturas!
Y entró Jesús en Jerusalén, y en el templo; y habiendo mirado alrededor todas las cosas, como ya anochecía, se fue a Betania con los doce». 
 
 

¿A quién dice el Señor que utilizará?

 
¿Han tenido paz, mis queridos hermanos? Antes de empezar el sermón de hoy, me gustaría decirles que nuestras vidas están muy ocupadas. Ayer por la mañana fui al aeropuerto de Kimpo por negocios y por la tarde fui al Centro de Entrenamiento de Discípulos de Injae para ayudar a montar un invernadero de plástico de 300 metros cuadrados. Hoy estoy muy cansado. Y ustedes también están muy ocupados en este mundo, ¿no es así? Estoy muy agradecido al Señor por darnos tiempo para compartir Sus Palabras. 
 
 

Desatad a un pollino atado y traedlo aquí 

 
Hoy hemos leído el pasaje de Marcos 11, 1-10. Nuestro Señor dijo: «Desatad un pollino que está atado allí y traédmelo». Este pollino representa a todo el mundo, es decir a nosotros. El Antiguo Testamento también dice: «Mas todo primogénito de asno redimirás con un cordero; y si no lo redimieres, quebrarás su cerviz. También redimirás al primogénito de tus hijos» (Éxodos 13, 13). Esto significa que si el dueño de un pollino quería salvar al pollino, por compasión por él, debía matar a un cordero para salvar al pollino. Esta es la Palabra de Dios que se le dio al mundo para ilustrar la remisión de los pecados. Creo que saben que en el Antiguo Testamento había un ritual de imposición de manos mediante el que la gente ponía las manos sobre animales antes de matarlos y los ofrecían como propiciación por sus pecados ante Dios. 
Por cierto, la característica principal de un pollino, la descendencia de los burros, es que es muy terco y no escucha las palabras de su dueño. Además siempre lleva algo a sus espaldas hasta que muere. Los seres humanos son así. Los seres humanos no escuchan la Palabra de Dios muy bien, y son muy tercos y llevan la carga de sus pecados toda su vida. Los burros y los seres humanos son muy parecidos en este aspecto. 
Por eso, incluso en el pasaje de las Escrituras de hoy en el Nuevo Testamento, el Señor habla de nosotros utilizando esta referencia a un burro. El Señor dijo: «hallaréis un pollino atado, en el cual ningún hombre ha montado; desatadlo y traedlo. Y si alguien os dijere: ¿Por qué hacéis eso? decid que el Señor lo necesita, y que luego lo devolverá». El Señor nos estaba diciendo aquí a qué tipo de personas Dios llama sus obreros. El Señor quería un pollino en el que nadie se había sentado antes. Esto significa que el Señor quiere utilizar a los que no se han convertido en esclavos del mundo como sus siervos o sus obreros. Sea quien sea, cuando una persona se ha convertido en sierva de otra persona, el Señor no puede utilizarla. Esto se debe a que ya tiene dueño. 
Los santos que el Señor está utilizando ahora y todos los verdaderos obreros del Señor son personas que no se han convertido en siervos de otras personas. Quiero decirles esta Palabra del Señor: «Encontraréis un pollino atado en el que nadie se ha sentado. Desatadlo y traédmelo» especialmente a los hermanos y hermanas jóvenes que no se han convertido todavía en siervos de otras personas en este mundo. Por supuesto es lo mismo para los hermanos y hermanas más mayores. Aunque una persona mayor no tiene mucha fuerza, nuestro Señor puede utilizarla como sierva perfecta si piensa: «No soy sierva de otra persona. No sirvo a otras personas como mis maestros». 
 
 

La persona que no se ha convertido en sierva de otra persona puede ser sierva de Dios

 
El Señor llama a estas personas y quiere utilizarlas como sus colaboradores. Sin embargo, como un pollino que está atado a un poste, los humanos también estamos atados a cosas diferentes. Jesús dijo: «Si está atado, desatadlo y traédmelo». ¿Qué significa esta Palabra? Significa que una persona que quiera ser siervo de Dios debe desatarse de las cosas que le retienen. Aunque los seres humanos tendemos a estar atados a todo tipo de cosas en este mundo porque son débiles, tienen la esperanza de convertirse en siervos de Dios y en sus obreros: en sus corazones. Quiero que lleven al Señor a sus espaldas y que se conviertan en sus obreros aprobados en vez de llevar a otras personas a sus espaldas. Quiero que se desaten de todas las cosas de este mundo y que cuando el Señor les llame a través de los siervos de Dios, corran hacia el Señor y se conviertan en obreros preciados del Señor. 
Desde una perspectiva humanística, la manera en que Jesús obra en ciertos aspectos puede parecer difícil de entender. Jesús les dijo a los discípulos de manera abrupta y unilateral: «Id a la aldea que está enfrente de vosotros, y luego que entréis en ella, hallaréis un pollino atado, en el cual ningún hombre ha montado; desatadlo y traedlo. Y si alguien os dijere: ¿Por qué hacéis eso? decid que el Señor lo necesita, y que luego lo devolverá». Entonces los discípulos hicieron lo que el Señor les había ordenado aunque no lo entendían, y vieron que había un pollino atado delante de una casa cuando fueron a la aldea. Una de las personas que había allí les preguntó: «¿Qué hacéis soltando ese pollino?». Y los discípulos contestaron lo que Jesús les había dicho, por lo que el dueño les dio permiso para llevarse el pollino. 
Queridos hermanos, ¿creen que el Señor necesitaba el pollino? En realidad, incluso un pollino, sólo puede llevar equipaje cuando es grande, pero un pollino joven no puede llevar mucha carga. Cuesta mucho alimentarlo pero no puede hacer mucho trabajo. Entonces, ¿qué quiere decir esta Palabra? Debemos entender bien el significado profundo de esta Palabra. El Señor está hablando sobre la manera de llamar y formar a sus obreros. El Señor dijo que llama a las personas que no se han convertido en siervos de otras personas y los utiliza como sus siervos. El Señor les dijo a sus discípulos: «Soltadlo y traédmelo» y esto significa que aunque hemos nacido de nuevo, no hemos madurado completamente porque nuestra fe es joven, el Señor nos llama a través de sus siervos si el Señor quiere utilizarnos. 
El Señor llama a muchos creyentes como siervos suyos a través de los obreros nacidos de nuevo de la Iglesia. Aunque una persona que ha sido llamada no tenga habilidades ahora, el Señor la convertirá en su obrera preciada más tarde si sigue al Señor obedientemente según el llamado del Señor. Y el Señor personalmente entra en la Ciudad de Jerusalén en este pollino, y el pollino recibe mucha gloria junto con Jesús. Por tanto, aunque su fe sea joven, no tengan dudas pensando: «¿Qué puedo hacer? No creo que Dios me vaya a utilizar como su siervo». Si no están atados a este mundo y quieren seguir solamente al Señor, nuestro Señor dijo aquí que les llamará a través de sus siervos. En ese momento, solo debemos obedecer esta llamada y seguirle por fe. Entonces, como este pollino joven que aparece en el pasaje de las Escrituras de hoy, podemos ser utilizados por Dios. 
Cuando los discípulos desataron al pollino y se lo llevaron a Jesús, uno de ellos se quitó una vestidura y la puso sobre la espalda del pollino como montura. Cuando Jesús montó en el pollino, la gente se quitó las vestiduras y las puso en el camino, y otros cortaron ramas de árbol y las esparcieron por el camino al tiempo en que seguían a Jesús diciendo: «Hosana. Bendito el que viene en nombre del Señor». Nuestro Señor entró en la ciudad de Jerusalén montado en un pollino. Este pollino se hizo famoso en un día. El que un discípulo se quitase una vestidura y la pusiese a las espaldas del pollino significa que Dios nos confiará su obra pronto. Esto significa que Dios nos mandará hacer su obra y nos pondrá su carga en la espalda. 
 
 

No se nieguen cuando el Señor quiera utilizarles

 
Queridos hermanos, no se nieguen a obedecer a Dios cuando les llame, cuando Dios quiera utilizarles y cuando Dios les necesite. No deben negarse a seguirle, pensando: «Todavía soy demasiado joven y no sé nada». Si el Señor quiere utilizarles, les dará todas las habilidades necesarias primero, y luego les utilizará. Por tanto, quiero que obedezcan al Señor totalmente y que le sigan sin dudar. Dios quiere seguir llamando a más obreros para utilizarles en su Iglesia. 
Por supuesto, cuando Dios nos llama la primera vez para hacer su obra, la persona llamada siente una gran carga pensando: «¿Puedo hacer esta obra aunque sea tan joven? No estoy convencido». Sin embargo, lo que debemos recordar es que aunque pasemos por dificultades con el Señor cuando le seguimos, también recibimos gloria con Él. El que el Señor quiera utilizarnos, significa que nos ha escogido. El Señor no llama a cualquier persona. Él escoge a sus siervos entre la gente que ha recibido la remisión de los pecados perfectamente y no ha sido manchada por este mundo aunque parezca inmadura. No llama a personas que sirven a los demás o buscan poder y honor de este mundo porque están completamente atadas a este mundo. 
En realidad, sé que no hay muchos santos que sean suficientemente mayores para disfrutar de sus días vagos. Esto significa que hay muchas personas que Dios llama como obreros suyos. Si Dios les llama, quiero que le sigan por fe. Y quiero que hagan la obra del Señor con gozo. Quiero que hagan su obra con Él. Aunque habrá dificultades, a los siervos de Dios les espera más gloria. Incluso el pollino joven del Señor quería llevar a Jesús a sus espaldas, y no a una persona borracha de este mundo. Queridos hermanos, ¿no quieren llevar a Jesús a sus espaldas y vivir como sus siervos? Deben servir al Señor perfectamente todo lo que puedan porque han recibido la remisión de los pecados después de haber nacido en este mundo. Quiero que todos ustedes sean como este pollino que sirvió al Señor. 
Quiero repetir esta Palabra del Señor; «Hallaréis un pollino atado, en el cual ningún hombre ha montado; desatadlo y traedlo». Esta es la Palabra de Dios que llama a sus obreros en la Iglesia. Quiero que sigan a Dios en obediencia cuando les quiera usar de esta manera. No se podría justificar que utilizase este pollino si tenía dueño; pero el dueño se lo entregó voluntariamente cuando los discípulos le dijeron que el Señor lo necesitaba. Cuando nuestro Señor nos llama así no debemos darle excusas. Si el Señor quiere utilizar a alguien, nos dice simplemente que vayamos. Debemos ir ante el Señor como el Señor dijo: «Encontraréis un pollino atado en el que nadie se ha sentado. Desatadlo y traedlo». Cuando se presentan ante el Señor, se convierten en siervos del Señor naturalmente. 
Estamos atados en este mundo como el pollino. Estamos atados a nuestras familias, trabajos e incluso a algunos negocios. Sin embargo, el Señor dijo que los siervos del Señor desatan las ligaduras que les atan cuando Él les llama. Esto significa que los siervos de Dios les explican lo que es importante y lo que no. Entonces solo deben escucharles y deshacerse de las cosas que no son importantes. Aunque pierdan algunas cosas, solo tienen que aceptar las pérdidas ante el Señor y no preocuparse más. El Señor les utilizará al final si decide utilizarles. Cuando el Señor les llama a ser sus siervos, el Señor no les pide que le entiendan primero. El Señor llama a los que han estado viviendo como siervos del mundo y nos utiliza como siervos de Dios según su voluntad. El Señor monta a nuestras espaldas y nos confía la obra del Señor y quiere utilizarnos como sus siervos para entrar en la Ciudad de Jerusalén. Por tanto, cuando el Señor les llama así, quiero que hablen con los siervos de Dios y que desaten lo que les ata aunque estén atados al mundo de muchas maneras diferentes. Quiero que se conviertan en siervos leales del Señor. 
 
 

El Señor quiere utilizarles para muchas tareas

 
¿Hay alguien entre ustedes que piense que no puede ser siervo de Dios y se niegue a serlo? ¿Cómo van a responder a esta invitación cuando el Señor les llama? ¿Dirán que no pueden seguir su llamado? ¿O dirán que están atados a muchas cosas pero están dispuestos a desatarse si siguen al Señor? Deben presentarse ante el Señor sin resistirse y ser utilizados por Él como el pollino del pasaje de las Escrituras de hoy. Y todos debemos convertirnos en siervos de Dios que le sirven en este mundo y reciben gloria con Dios al tiempo en que pasan por dificultades. ¿Lo entienden?
Hay algunos santos que han sido llamados por Dios, y hay otros que serán llamados por Dios en el futuro. Lo importante es recordar que el Señor no viene a nosotros y nos habla personalmente, sino que nos llama a través de sus obreros como los discípulos de Jesús que fueron a traerle el pollino. Y cuando los siervos de Jesús, sus discípulos, quieren utilizarles, quiero que les obedezcan y sean utilizados como instrumentos preciados por el Señor. Este es el tema principal del sermón de hoy. 
Queridos hermanos, ¿creen que Dios les está llamando? Entonces tendrán una de las siguientes ideas: «Dios no me va a llamar» o «Dios me llamará». Y sé que probablemente haya hermanos y hermanas que se nieguen a seguir al Señor aunque Él les llame. Pero cuando esto ocurre, deben decir sí y seguir al Señor cuando les llame. No se arrepentirán. Dios les llamará un día a través de sus siervos, de la misma manera en que Dios llamó a Samuel el profeta. Quiero que vivan por fe al creer en esta Palabra.