(Juan 4:13-26, 39-42)
“Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.
La mujer le dijo: Señor, dame esa agua, para que no tenga yo sed, ni venga aquí a sacarla.
Jesús le dijo: Ve, llama a tu marido, y ven acá.
Respondió la mujer y dijo: No tengo marido.
Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido; porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con verdad.
Le dijo la mujer: Señor, me parece que tú eres profeta. Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar.
Jesús le dijo: Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos. Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren. Le dijo la mujer:
Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas.
Jesús le dijo: Yo soy, el que habla contigo.
Y muchos de los samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por la palabra de la mujer, que daba testimonio diciendo: Me dijo todo lo que he hecho. Entonces vinieron los samaritanos a él y le rogaron que se quedase con ellos; y se quedó allí dos días. Y creyeron muchos más por la palabra de él, y decían a la mujer: Ya no creemos solamente por tu dicho, porque nosotros mismos hemos oído, y sabemos que verdaderamente éste es el Salvador del mundo, el Cristo.”
La Mujer de Sicar
Una mujer vivía en Sicar, una ciudad de Samaria, y había tenido cinco maridos. Para no ser despreciada por los aldeanos, esta mujer iba alrededor del medio día al pozo de Jacobo para sacar agua con una tinaja sobre su cabeza mientras todos los demás tomaban la siesta. Un día alrededor del medio día, llegó a sacra agua como de costumbre, y ahí estaba Jesús cerca del pozo. Mientras ella llegaba al pozo y extraía agua, Jesús le pidió a ella, “Mujer, dame de beber.” Mientras observaba a este Hombre, ella se dio cuenta que Él parecía Judío. El atavío Judío consistía de una especie de sabana que se enredaba alrededor del cuerpo y luego cruzado sobre el hombro. Jesús traía tal ropa sobre Él. Esta mujer le preguntó a Jesús, “¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer Samaritana?” esta mujer dijo estas palabras ya que Samaritanos y Judíos, aunque ambos pertenecían a la nación de Israel, tenían un muro entre ellos en sus corazones. Esta mujer dijo esas palabras ya que los Judíos consideraban a los Samaritanos, quienes tenían sangre mixta, como muy inferiores, y los trataban con desprecio y los ignoraban.
Entonces, Jesús habló acerca del agua viva: “Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva” (Juan 4:10). Y la mujer le dijo a Jesús, “Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes el agua viva? ¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y sus ganados?” (Juan 4:11-12). Jesús respondió y dijo, “Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna” (Juan 4:13-14). Entonces la mujer dijo, “Señor, dame esa agua, para que no tenga yo sed, ni venga aquí a sacarla” (Juan 4:15).
Aquí, Jesús repentinamente cambio el tema de conversación, diciendo, “Ve, llama a tu marido, y ven acá.” Entonces la mujer dijo, “No tengo marido.” Y Jesús le dijo a la mujer, “Bien has dicho: No tengo marido; porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con verdad.” Esta mujer estaba sorprendida y dijo, “Señor, me parece que tú eres profeta.” Lo que ella quiso decir con estas palabras era, “¿Cómo Tú sabes que he tenido cinco maridos? Usted tiene una sorprendente habilidad para conocer hasta el pasado de toda la gente. Así que, puede que Usted sea un profeta.” Esta mujer dijo, “Tú eres un profeta,” ya que Jesús conocía bien su vida pasada.
Para concluir, esta mujer nació de nuevo al encontrarse con Jesús en el pozo. Esta mujer reconoció que Jesús es el Mesías, y creyendo en Jesús en su corazón, ella llegó a recibir la remisión de los pecados.
¿Cómo Estábamos Tú y Yo?
Al igual que esta mujer, usted y yo habíamos estado viviendo en este mundo con muchos maridos quienes realmente no eran nuestros verdaderos maridos. ¿Por qué las mujeres buscan casarse con sus respectivos maridos? Solamente se debe a que piensan que serán felices si viven con sus respectivos maridos. Entonces, ¿Qué clase de marido es este marido nuestro? Con mayor frecuencia, nuestro marido era el dinero. Pensábamos que si teníamos dinero, todo lo demás se arreglaría. Sin embargo, el dinero no podía darnos la remisión de los pecados y la vida eterna en nuestro corazón. También, pensábamos que el honor secular era nuestro segundo marido. Con el sueño de salir adelante en el mundo y de llegar a ser famoso estudiando arduamente y después obteniendo un doctorado o un puesto en el gobierno y con el pensamiento de llegar a vivir de una vez con verdadero honor, hemos hecho de tal honor nuestro esposo espiritual. Sin embargo, tal honor no llega tan fácil, pero además ese honor ni dura para siempre ni nos da vida eterna.
Pensando que el placer es lo mejor, hubo ocasiones en que nos hemos vendido a los placeres. Y hubo ocasiones que hemos ido tras el poder secular. Sin embargo, comenzando desde el dinero hasta el honor, el placer, el poder, etc, todas estas cosas no podían traer soluciones a los problemas de nuestro corazón. Y así, hemos tratado de abandonar el mundo y hemos abrazado la religión, y también, hemos llegado a tratar de quedar profundamente atrapados en la religión pensando que llenaría el vacío de nuestro corazón. Pero, no pudimos obtenerlo. Habiendo tratado de hacer algo bueno por nosotros mismos al depender en las religiones del mundo por nosotros mismos, hemos sido miembros fanáticos con aquellos que tienen muchos deseos vanos.
Hemos vivido con el primer esposo llamado ‘dinero,’ pero no pudimos recibir limpieza de pecados y tener paz dentro de nosotros con ese dinero. Debido a que el corazón continuó sintiéndose sin alivio, vacío e insatisfecho, tuvimos que partir con el primer marido llamado dinero. Existe el segundo marido, honor. Hemos vivido en matrimonio con un marido llamado ‘honor.’ Sin embargo, este marido, llamado honor, no pudo dar verdadera satisfacción a nuestro corazón. Después de eso, hemos vivido con un marido llamado ‘placer.’ También, hemos vivido con un marido llamado ‘poder,’ ‘religión del mundo, y finalmente con ‘la realización de nuestro propio ego.’ Pero, todos ellos fueron en vano. No pudieron dar verdadera satisfacción.
Sin embargo el Señor dice, “mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna” (Juan 4:14). Somos capaces de encontrar la Verdad espiritual del agua viva y el evangelio del agua y el Espíritu por fe. También, al conocer al Señor, llegamos a recibir el agua viva, la cual que nunca tengamos sed. Nuestro Señor nos a dado satisfacción eterna al hacer que recibiéramos la remisión de los pecados. Nuestro Señor nos ha dado a ti y a mí, quienes creemos en el evangelio del agua y el Espíritu, el agua viva que hace que nunca tengamos sed. El agua viva no puede ser encontrada en ninguna de las doctrinas religiosas de este mundo. Ahora, tu y yo hemos llegado a recibir la remisión de los pecados al encontrarnos con la Verdad que hace nunca más tengamos sed espiritual al encontrarnos con nuestro Señor.
Queridos compañeros creyentes, ¿que es esta agua que salta para vida eternal en nuestros corazones? Nuestro Señor dijo que Él nos daría una fuente de agua que salta para vida eterna, ¿Cuál es esta agua? Debemos saber acerca del agua viva por la cual podemos adquirir vida eterna.
Queridos compañeros creyentes, mientras continuamos viviendo en este mundo después de haber recibido la remisión de los pecados al conocer y creer en el evangelio del agua y el Espíritu, debemos con frecuencia y nuevamente contemplar el hecho de que nuestro Señor ha borrado todos nuestros pecados. Por la fe de creer en el hecho de que nuestro Señor ha borrado nuestro pecados de una vez por todas al venir a este mundo y tomar nuestros pecados de una vez por todas por recibir Su Bautismo de Juan el Bautista, debemos continuar viviendo y siempre rumiar en el hecho de que no tenemos ya más pecados en nuestros corazones. Al creer en el evangelio del agua y el Espíritu, no solamente debemos saber que nosotros mismos no tenemos pecados ante Dios sino además, debemos saber que ciertamente no tenemos pecados en nuestro corazón y ser agradecidos con Dios. Gracias a nuestro Señor podemos saber completamente y creer que “Yo no tengo pecados. Soy una persona justificada. Al recibir la remisión del pecado, yo no tengo pecado en mi corazón.”
Siempre que pensamos ante nuestro Señor acerca del hecho de que Él ha borrado todos los pecados de nuestro corazón por medio de la Palabra del agua y el Espíritu, en realidad estamos bebiendo el agua de vida eterna que el Señor nos ha dado. El hecho de que estamos bebiendo el agua viva que hace que nunca tengamos sed significa precisamente que los pecados en nuestro corazón verdaderamente desaparecen cuando creemos y reconocemos en nuestro corazón la Verdad de que nuestro Señor nos ha salvado al borrar nuestros pecados de una vez por todas por la Palabra del evangelio del agua y el espíritu. Y, debemos saber que precisamente esta es la fe de beber el agua vida eterna.
La gente que no ha recibido la remisión de los pecados por la fe de creer en sus corazones en el evangelio del agua y el Espíritu no puede decir que no hay pecado en su corazón: Y debido a que no han recibido la gracia de estar sin pecados en sus corazones, no saben acerca de la verdadera salvación. También, continúan estando en agonía debido a los pecados de toda su vida, y no llegan a adquirir el sentimiento que completamente han llegado a ser personas que no tienen nada que ver con los pecados habiendo recibido libertad de todos sus pecados. Solo tú y yo quienes verdaderamente creemos en el evangelio del agua y el Espíritu llegamos realmente a experimentar que no existen más pecados en nuestro corazón y disfrutamos paz verdadera.
Cuando deliberamos sobre el evangelio del agua y el Espíritu, llegamos a darnos cuenta cuan grande y profunda gracia de la salvación es el hecho de que no existe ningún pecado en mi corazón ya que todos ellos han sido transferidos sobre Jesucristo. Queridos compañeros creyentes, no es algo que todo el mundo llegue a sentir. Para la gente que aún no ha recibido la limpieza de los pecados de parte de Dios por el evangelio del agua y el Espíritu, solo existen suspiros, lamentos, y dolor. Debido a que ellos ni siquiera han tocado un pedacito del evangelio genuino, ellos no saben el verdadero significado de la bendición de la remisión de los pecados.
Aunque hemos recibido la remisión de los pecados al creer en el evangelio del agua y el Espíritu, nosotros algunas veces nos lamentamos por nuestro hombre exterior, decimos, “¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?” (Romanos 7:24). Existen ocasiones en que nos desanimamos por ciertas circunstancias o por lo que nos rodea y por las dificultades que son inminentes en nosotros. Pero, tenemos verdadera paz en nuestros corazones ya que existe el evangelio del agua y el Espíritu. Aunque hemos recibido la remisión de todos los pecados de una vez y para siempre al creer en el evangelio del agua y el Espíritu, somos capaces de vivir nuestra fe cada día rumiando sobre la remisión de los pecados que sobreabunda como un río en nuestro corazón.
Aún cuando estamos en una situación difícil, podemos tener gozo y paz en nuestro corazón al reflexionar en el hecho de que hemos llegado a ser justificados ante Dios-que estamos libres de pecado debido a que todos nuestros pecados han sido transferidos a nuestro Señor, Jesucristo, por medio del bautismo que Él recibió. No podemos más que dar gracias a Dios cada día debido al gozo abundante dentro de nuestro corazón ya que no hay un solo pecado dentro de nosotros. Ahora, ni siquiera uno de nuestros pecados existe en nuestro corazón debido a que todos nuestros pecados fueron pasados a Jesús sin excepción cuando Él recibió el bautismo. Somos de aquellos que continúan bebiendo el agua de vida eterna mientras continuamos viviendo en este mundo después de haber recibido la remisión de los pecados que nuestro Señor nos ha dado.
Nuestro Señor dijo, “mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna” (Juan 4:14). Al creer en este pasaje, podemos confesar, “Señor, yo se que he llegado a ser una persona sin pecado. He llegado a recibir la salvación y convertirme en una persona libre de pecado al haber recibido la remisión de los pecados al creer en el evangelio del agua y el Espíritu.” El caso es que llegamos a beber del agua de vida eterna cada día creyendo en el evangelio del agua y el Espíritu.
Queridos compañeros creyentes, estoy absolutamente seguro que tú y yo estamos libres del pecado debido a que nuestro Señor Jesucristo nos ha dado la remisión de los pecados y el regalo del Espíritu por medio de nuestra fe en el evangelio del agua y el Espíritu lo cual es una bendición que Dios nos ha dado. Es el regalo especial de Dios para nosotros.
El Tiempo en que Estábamos Muriendo de Sed
La gente que no ha recibido la remisión de los pecados no tiene paz en el corazón, y no tienen la fuente de agua de vida eterna que salta desde lo profundo del alma. Debido a que no tienen el agua que da vida, sus corazones siempre se sienten pesados, buscando un respiro del hambre y la sed, e hirviendo con ira como volcán en erupción. Los corazones de los siervos de Satanás son así, los hijos del infierno. No se debe a que este mundo sea como el infierno, sino más bien, porque el corazón pecaminoso de la persona les hace sentir en el infierno.
Sin embargo, ¿que pasa con la gente que cree en el evangelio del agua y el Espíritu? Siempre que tenemos sed en la vida, nuestro Señor nos da la fuente de agua que salta para vida eterna por la Palabra del evangelio del agua y el Espíritu. “Usted no tiene pecados. Usted es una persona justificada libre de pecado.” Significa que el Señor levanta tal sensación refrescante dentro de nuestro corazón.
Realmente es verdad. Se debe a que hubo el bautismo que Jesucristo recibió de Juan el bautista y a la sangre de la Cruz. Este evangelio refresca nuestro corazón después de habernos hecho libres del pecado en nuestro interior. Nuestro Señor ha borrado todos nuestros pecados por ello, morando en nuestro corazón el espíritu Santo, Él nos dice, “Tú no tienes pecados. Eres una persona sin pecados.” A partir de aquí, tú y yo somos capaces de continuar viviendo con paz en nuestro corazón.
Aunque tenemos esta paz, hay ocasiones en las que obstáculos y tremendas olas tempestuosas se levantan en nuestro corazón debido a muchos eventos críticos. Existen muchas ocasiones en que nuestros corazones caen en turbación. Hay ocasiones en que nuestro corazón se revuelve y se agita al igual que un tsunami en el mar, pero por favor entienda también el hecho que realmente hay corrientes de agua fresca en el fondo del mar. Por ejemplo, algunos Polinesios se lanzan al mar y beben del agua fresca de esta agua. Es un misterio como pueden aventarse al mar y beber agua fresca. Pero sus antecesores encontraron la inmensa agua fresca en el fondo de lo profundo del mar. Y así, los Polinesios continúan viviendo llegando hasta el punto en que se sumergen en lo profundo del mar y salen después de haber bebido esta agua hasta llenarse.
La palabra del evangelio del agua y el Espíritu que está dentro sus corazones, al igual que en el mío, es un evangelio precisamente así. Para aquellos que han recibido la remisión de los pecados por medio del evangelio del agua y el Espíritu, el agua de paz y de vida eterna, el cual nos ha dado nuestros Señor por la palabra de Verdad, refrescó nuestro corazón,, hizo que nuestro corazón se sintiera refrescado, hizo que flores de gozo crecieran en nuestro corazón, a hizo que la palabra de Dios creciera en nuestro corazón constante e incesantemente como olas eternas. Aún cuando encaramos dificultades y confusión, el evangelio del agua y el Espíritu precisamente hace que salgamos adelante en esas tribulaciones que encaramos cada día y hace que nuestra fe crezca. El evangelio del agua y el Espíritu es el regalo de Dios dado a cada pecador. Cualquiera que cree que el Señor ha salvado a todos los seres humanos de los pecados del mundo por Su bautismo y por la sangre de la Cruz puede ser libre del pecado y perfeccionado de una vez y para siempre. En sus corazones, al igual que en el mío, el agua de vida eterna salta constantemente junto con el evangelio del agua y el espíritu. Esa fuente de vida salta en sus corazones, para que nunca tengamos sed nuevamente. “Usted no tiene pecado.” Siempre que observamos dentro de nuestro corazón confirmamos que no tenemos pecados dentro, y también, siempre que el Espíritu Santo dice, “Tú no tienes pecados,” en a Palabra de Dios, realmente estamos bebiendo el agua dad por Dios que hace que nunca tengamos sed.
La gente se siente refrescada solo en el momento en que beben el agua del placer, pero con que pase un poquito de tiempo, piden más de beber debido a la sed. El agua del poder es igual, y también el agua llamada honor es igual, se sienten refrescados durante un tiempo mientras que adquieren poder u honor. Cosas como esas hacen que la gente se sienta bien durante un corto tiempo, y la gente llega a disfrutar un gran poder en sus corazones con ellas durante un corto tiempo. Después de un corto periodo, no hay nada. Y así, intentan ir tras algo mayor para refrescar sus corazones. Y, tratan de tener mucho dinero, honor, placer y poder. Pero, tales cosas no satisfacen, ¿Qué pasa? La gente comienza a beber de un lugar llamado religión.
Cuando alguien entra a cierta religión del mundo, primero hacen que la persona limpie los excusados. Y le dicen, Para limpiar la suciedad de su corazón, ofrezca oraciones de arrepentimiento y realice buenas obras cada día, al igual que alguien limpia esta baño sucio para hacerlo sanitario. Entonces, la sed de tu corazón será satisfecha, y serás sanado de la enfermedad mortal del pecado. Esta es la fe a la que se avocan las religiones. Así, cuando la gente se acerca a la religión, tienden a enfocarse en el arrepentimiento de sus culpas, cultivar las virtudes, y en guardar la Ley misma. Cuando uno hace buenas obras y cosas por el estilo, en una vida religiosa que pertenece a este mundo, la persona llega a sentir un poco refrescada en su corazón. Pero, en el momento en que uno hace a un lado la escoba de la limpieza y se da la vuelta, el corazón se sentirá vacío.
Aún dentro del Cristianismo, esta el caso de la gente que aún no ha nacido de nuevo del pecado sin creer en el evangelio del agua y el Espíritu y simplemente viven una vida religiosa. Van a la iglesia, cantan ante Dios desde lo más profundo de sus gargantas, “♫¡Santo, santo, santo! ♪Señor Dios Todopoderoso! ♫Temprano en la mañana nuestra alabanza se elevará a Tí♫,” hacen ofrendas monetarias, ofrecen oraciones de arrepentimiento, después escuchan el sermón del pastor que dice, “Vivamos en santidad. Ya que creemos en Jesús, vivamos para hacer buenas obras.” Cuando beben el agua de la religión por aproximadamente una hora, ellos hablan, “Realmente es así. ¡Amén! ¡Amén! Continuemos amen,” mientras escuchan, pero tan pronto como termina el servicio de adoración, la realidad es que no queda nada dentro de su corazón.
Aquellos que no han nacido de Nuevo beben agua dentro de la religión, pero después, se sentirán vacíos nuevamente. Continúan protegiéndose a si mismos y se dicen, “Me haré feliz. No hay nada en que creer, Solo existo yo.” Nadie puede proveerse a si mismo una satisfacción verdadera. Algunas veces, uno puede sentir satisfacción durante un tiempo corto. Pero casi siempre, uno no puede atraer la satisfacción, sino más bien, llega a sentirse decepcionado.
Nada en este mundo puede hacer que nuestro corazón se sienta refrescado. Sin embargo, gracias a nuestro Señor Dios, tu y yo que hemos recibido la remisión de los pecados al creer en el evangelio del agua y el Espíritu tenemos una sensación de frescura en nuestro corazón. Existe un sentimiento de frescura ya que hemos recibido por medio del Señor al creer en el evangelio del agua y el Espíritu. Verdaderamente, nuestro Señor siempre levanta la fuente de agua dentro de nuestro corazón como un río que fluye en el Jardín del Edén. El Señor hace que el río de paz y que el río de las bendiciones de Dios fluyan en nuestro corazón. Si no disfrutamos paz y satisfacción de lo alto, se debe a que nuestro corazón ha sido engrosado pr asuntos mundanos y debido a que estamos ocupados con otros asuntos.
Pero, en las horas tranquilas, llegamos a sentir el amor del Señor siempre que rumiamos en lo que Él ha hecho por nosotros. También, aún en mares tempestuosos y en muchas tribulaciones, damos muchas gracias a nuestro Señor quién nos da la fuente de agua de vida que salta dentro de nuestro corazón. Por esto, debemos ser agradecidos ante Dios. Somos agradecidos debido al hecho de que existe paz dentro de nuestro corazón y de que no existe ningún pecado en el. Estamos verdaderamente agradecidos. Se debe precisamente al agua de vida eterna. ¿Entiendes esto? Queridos compañeros creyentes, desde luego, es natural que usted se sienta refrescado y que tenga un sentido de estabilidad, ya que usted ha recibido la remisión de los pecados, pero usted debe saber que es el Señor quién nos ha dado algo tan natural como eso.
Nuestro Señor da el agua de vida eterna a aquellos de nosotros que hemos recibido la remisión de los pecados. Esta agua nos permite rumiar sobre la remisión de pecados al creer en el evangelio del agua y el Espíritu, y siempre que rumiamos acerca de esta agua de vida eterna nos sentimos refrescados en nuestro corazón. Dios hace que Su Palabra sea predicada por medio de los labios de Sus siervos que se paran en los pulpitos de Su Iglesia. Cuando la fe de Dios te alcanza por medio de Su Palabra, nuestro Señor rocía el agua de vida eterna dentro del corazón y así lo refresca.
Por otro lado, si alguien que ha recibido la remisión de los pecados no se une a la Iglesia de Dios para escuchar la Palabra, la fuente espiritual de agua en su corazón será cortada. Debería excavar hondo en el terreno de su corazón, pero dejo de excavar justo cuando el agua brotaba. Así, aunque la fuente de aun brotó, fue cortada debido a que arena y grava lo cubrieron una y otra vez. Así, se sintió hambriento y sediento de nuevo en su corazón debido al hecho de que esta fuente de agua ya no brotaba a pesar de haber recibido la remisión de los pecados. Cuando esto ocurre, la persona morirá espiritualmente.
Aunque hemos recibido la remisión del pecado al creer en el evangelio del agua y el Espíritu, si fuésemos a ofrecer adoración delante de un pastor que no conoce el evangelio del agua y el Espíritu y si fuésemos a escuchar las palabras de tal pastor, en lugar de sentir nuestro corazón refrescado, nuestros corazones solo se sentirían sofocados. Es mejor no escuchar en lo más mínimo el sermón del pastor. Siempre que escuchas a un pastor que no conoce el evangelio del agua y el Espíritu, lo que el Espíritu Santo en tu interior te dice es, “No, no, eso es una mentira. Un fraude. Fraude puro.” El Espíritu Santo en ti dice tales palabras.
Aunque usted ha recibido la remisión de los pecados, hay ocasiones en las que no sientes tu corazón refrescado. Aunque puede que no sean santos jóvenes, es posible que no puedas evitar sentir hambre y sed si no escuchas la la Palabra de Dios frecuentemente. El camino seguro para tener una fe llena del Espíritu es el de escuchar la palabra de Dios aún con mayor frecuencia por medio de Sus siervos. El Espíritu Santo que está dentro de nosotros nos da la fuente de agua que salta para vida eterna mientras que coincidimos en este acuerdo, “Esas palabras son correctas,” habiendo escuchado las palabras de alguien que esta predicando la Palabra de Dios. Y es por ello que debemos escuchar la Palabra hablada de Dios, el Espíritu Santo obra dentro de nosotros para percibir lo que Dios nos está diciendo.
Esta mujer samaritana no había disfrutado una satisfacción dentro de su religión. Ella dijo, “Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar” (Juan 4:20). Como esta mujer, los Cristianos pensaron que la secta a la cual pertenecen es la mejor. Los Samaritanos pensaban que la secta samaritana era la mejor, y los fariseos insistían en que la secta de los fariseos era la mejor. Sin embargo, ¿qué le dice nuestro Señor a esta mujer? Él dijo, “ni en este monte ni en este otro monte, mas la hora viene, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad.”
También Él dijo, “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren” (Juan 4:24). Dios es Espíritu. Él es el Espíritu sagrado. El Espíritu Santo es el Espíritu sagrado. Él ha dicho que aquellos que adoran al Santo Dios deben adorarle en espíritu y verdad. Queridos compañeros creyentes, significa que Dios Padre recibe la adoración y comparte comunión con nosotros solo cuando ofrecemos adoración ante Dios por la fe de los verdaderos adoradores que han recibido la remisión de los pecados y al Espíritu Santo como regalo. Esta es la verdadera adoración ante Dios.
Ofrecemos adoración ante Dios y damos gracias por fe. Confesamos nuestra fe de creer en el agua y el Espíritu, diciendo, “Nuestro Dios nos ha salvado de nuestros pecados por el agua y por la sangre.” Al creer en Dios que dice, “Ciertamente, por ti, Yo he borrado completamente todos tus pecados por el bautismo de Mi Hijo y por Su sangre en la Cruz.” podemos ofrecer verdadera adoración. Porque Él nos ama, Dios ha borrado completamente nuestros pecados por el agua y por la sangre, y nos ha convertido en personas libres de pecado. Debemos recibir completamente la remisión de los pecados ante Dios creyendo en el evangelio del agua y la sangre de Jesucristo, y entonces, debemos alabar, agradecer, y traer gloria a nuestro Dios. La adoración que ofrecemos a Dios después de haber recibido la limpieza de los pecados al conocer y creer en el evangelio del agua y el Espíritu es la mismísima adoración espiritual.
Estamos enormemente agradecidos porque Dios nos ha dado agua que verdaderamente refresca. Queridos compañeros creyentes, espero que ustedes se den cuenta que Dios ha colocado esta agua de vida eterna refrescante dentro de nuestros corazones. Y, espero que usted lo crea. Y, espero que verdaderamente agradezcas al Señor. ¿En dónde esta la prueba de que el Señor ha borrado tus pecados al igual que los mios? Esta precisamente en esta agua.
El hecho de que tú y yo estamos libres de pecado en nuestro corazón es la evidencia final y decisiva para nuestra salvación. Desde luego la Palabra de Dios es la prueba decisiva: Tiene que existir la Palabra de salvación para recibir la remisión de los pecados. No solamente necesitamos saber de la Palabra, sino además, tenemos que tener la convicción de que el Espíritu Santo está dentro de nosotros y que nuestras conciencias están sin pecado. Recibimos la verdadera remisión de los pecados solo cuando creemos firmemente que no hay pecado en nuestro corazón.
Hemos recibido algo muy preciado, y es el evangelio del agua y el Espíritu. Pero hay muchas ocasiones en que no sentimos la hermosura de este evangelio genuino. Existen demasiadas ocasiones en que lo sentimos realmente. Nuestro hombre interior frecuentemente entra en conflicto con nuestro hombre exterior. Existen muchas ocasiones en que algo espiritual lucha con algo físico debido a lo complicado de nuestras obligaciones. Queridos compañeros creyentes, deseo que ustedes compartan la comunión con el Espíritu Santo que habita dentro de usted y en la palabra de Dios que ha entrado en usted. Queridos compañeros creyentes, podemos disfrutar la paz en nuestros corazones gracias al evangelio del agua y el Espíritu que nuestro Señor nos ha dado. Espero que recuerdes con seguridad el evangelio del agua y el Espíritu.
Nuestro Señor es el Maestro del Evangelio del Agua y el Espíritu
Después de haberse encontrado con Jesús, esta mujer Samaritana dejó su jarrón al lado del pozo, fue a la ciudad, y testificó que ella había conocido al Mesías. Como resultado, se vivió un gran avivamiento, como está escrito en el versículo 39, “Y muchos de los samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por la palabra de la mujer, que daba testimonio diciendo: Me dijo todo lo que he hecho.” Ella pudo haber testificado, “Yo he tenido un encuentro con el Salvador quién liberará a la nación de Israel de todos sus pecados, todo conflicto y toda tribulación. Él ha venido y yo lo he conocido. Él me dijo todo lo que he hecho.”
Aquí, debemos poner atención a su testimonio, “Me dijo todo lo que he hecho.” Queridos compañeros creyentes, ¿conoce Jesús todo acerca de usted, o no? Él lo sabe todo. Jesús sabe totalmente la clase de pecados que cometemos y que clase de pecados están en nuestro corazón. Él ha escrito los pecados que hemos cometido en este mundo en nuestros corazones, en las tablas de nuestros corazones (Jeremías 17:1). Por lo tanto, no es posible engañarlo. “Cometiste este pecado y este otro en esta fecha y en este lugar.” Ya que cada pecado esta escrito en las tablas de nuestros corazones, no podemos más que confesar cada uno honestamente.
Éramos gente que se atrevía a decir que no podíamos recordar nuestros pecados pasados, si no fuese porque están grabados en las tablas de nuestro corazón. Es por ello que Él los ha escrito muy dentro de nuestro corazón en todos y en cada uno de nosotros apara que nunca podamos negarlos. Nuestros pecados están escritos con una pluma de diamante. Así, no puede haber excusa, y uno no puede decir que no existe pecado. Si confesamos nuestra pecaminosidad ante Dios, entonces Él se encuentra con nosotros con Su perfecto amor de salvación. Nuestro Señor nos dice, “Sí, existen pecados en tu corazón, entonces tendrás enorme necesidad del Señor, tú Salador. Yo he borrado todos tus pecados por Mi bautismo y por la sangre de la Cruz. Yo he borrado tus pecados de esa manera.” Primero tu llegaste a ser alguien destinado al infierno, y luego el Señor se encuentra contigo por medio del evangelio del agua y el Espíritu. Este es el proceso de cómo recibir la remisión del pecado por fe.
Esta mujer Samaritana fue a la ciudad y dio testimonio de Jesucristo. Y, por medio del testimonio testificado por esta mujer Samaritana, mucha gente pudo recibir salvación. Significa que mucha gente llegó a creer en Jesús.
No existe una mejor estrategia para la predicación del evangelio que el testimonio de salvación de una persona que ha recibido la remisión del pecado. No existe un método mejor para la predicación que un testimonio que dice como nuestro Señor me ha salvado, como era yo antes de conocer al Señor, y como he llegado a ser una persona libre de pecado al recibir la remisión de los pecados. Si usted realmente desea decirle a una persona acerca del evangelio del agua y el Espíritu, entonces, comience una conversación con la persona y dígale como usted llegó a encontrarse con el Señor, en lugar de solo decirle que venga a tu Iglesia: “Y sufría por tal y tal tormentos y pecados, y mi corazón se sentía vacío. Pero, nuestro Señor ha borrado todos mis pecados y me salvó viniendo a esta tierra, recibiendo el bautismo, y derramando Su sangre sobre la Cruz. Al recibir el bautismo, Jesús ha tomado todos los pecados del mundo. Y así, +El me ha salvado de todos mis pecados. Ya que Él me ha dado el agua de la vida eterna, mi corazón ahora se siente refrescado.” Debemos ser capaces de dar testimonio de salvación diciendo esto.
La gente llegaba ante Jesús por haber oído el testimonio de esta mujer Samaritana, pero ahora, habiendo escuchado y verificado directamente la Palabra de Jesús, la situación fue que pudieron recibir la remisión de los pecados al creer en la Palabra hablada personalmente por Jesús. Queridos compañeros creyentes, aquellos que verdaderamente encontraron a Jesús deben esparcir este evangelio del agua y el Espíritu dando sus testimonios de salvación a otros.
Nuestro Señor es quién les ha salvado. Siempre es algo fresco y bueno hablar acerca del hecho de que el Señor te ha salvado por el agua y por la sangre en cualquier tiempo. También, necesitamos dar testimonio de nuestra salvación para salvar un alma al esparcir este evangelio. Dar testimonio de nuestra salvación no es jactarse de nosotros mismos; es gloriarse en el amor sacrificado de Jesucristo. Al hacer eso, usted le dará gloria solamente a Dios. Aquellos que han nacido de nuevo por el agua y el Espíritu deben predicar el evangelio del agua y el Espíritu. Al igual que esta mujer Samaritana dejó su vasija, t y primero fue a predicar el evangelio, y después continuo con su trabajo de rutina, también nosotros debemos predicar el evangelio del agua y el Espíritu con la mayor prioridad. Debemos esparcir el nombre de nuestro Señor quién nos ha dado el agua de vida eterna. Somos capaces de esparcirlo debido a que primeramente lo hemos recibido.
Mientras estábamos viviendo en este mundo, siempre nos habíamos sentido vacíos antes de haber conocido al Señor. Y así, en el pasado, cantábamos frecuentemente una canción llamada, “caza de Ballenas,” la cual comenzaba con la siguiente letra, “♫Yo bebo cerveza, canto y danzo. ♪Pero solo hay tristeza en mi corazón♫” yo he meditado acerca del significado de esta letra. Y también, cantamos una canción tipica que decía, “♫Sentados cara a cara frente a una pequeña fogata♫… La vida solo deja cenizas detrás del humo♪.” He meditado acerca del significado de mi vida de la letra de esta canción. Nos decía que solamente habrá cenizas al final de una vida. Estaba diciendo que no quedaría nada en la vida. Yo pensaba que la vida es algo parecido a esta pequeña fogata que arde durante un momento y no deja más que cenizas, las cuales eventualmente desaparecerán después de ser esparcidas por el viento. Habiendo sentido, por letras de las canciones pop Coreanas, que mi vida era exactamente así, viví doliéndome de mi mismo.
Así, pensé que debería ponerme una meta, tener una visión, e ir tras algo, como dice la letra, “♫Bebo cerveza, canto y danzo. ♪Pero solo hay tristeza en mi corazón. ♫Vayamos al Mar del Este. ♪Vayamos a cazar ballenas.” Pensé que tenía que ir a algún lugar lejano y vasto para atrapar una ballena. Pensé que tenía que hacer algo, nacer como hombre en este mundo. Justo entonces, el Presidente Cheng Hee Park estaba en el poder, y el Movimiento de la Nueva Villa con el logo, ‘Un mejor mañana. Un mejor mañana,’ estaba en su apogeo. En ese tiempo la gente se levantaba temprano por la mañana, y sentía que era un pecado levantarse tarde. En una ocasión me levante tarde ya que la noche anterior me acosté tarde, mientras que todo el vecindario estaba limpiando el camino con sus escobas en la mano cantando ‘Un mejor mañana,’ me sentí muy apenado con mis vecinos. Al mirar a la calle, observé a los adultos y a los niños barriendo los patios y los caminos de mi pueblo, y yo me sentí avergonzado de mi mismo. Me sentí apenado al convertirme en un pecador al comienzo de la mañana.
Tiene que haber un plan en el corazón de la gente para tener algo porque vivir, y la gente puede encontrar una razón para vivir, cualquier cosa que sea, solo si es algo que la gente anhela hacer en este mundo. Si no hubiese nada que hacer, ¿Por qué la gente iría tras un sueño? Solo existiría tristeza en el corazón de la gente aún si bebieran cerveza, cataran y danzaran. Ya que solo hay tristeza en el corazón, ¿qué se puede hacer? ¿Habría satisfacción en nuestro corazón si uno reuniese riqueza?
Querido compañero creyente, aún cuando era joven, tenía una cantidad razonable de dinero. Así, gasté grandes cantidades de dinero. Cuando era joven otros gastaban aproximadamente 5 Won (El equivalente a 5 centavos de dólar Americano a mediados de los 60’s) por día, yo gastaba 50 Won. En esos días, 5 Won era suficiente para que un niño pasara el día: 2 Won permitían entrar al Cine Miyongsung en donde podía ver 2 películas con un boleto. Después de ver las películas, uno podía comer 6 bolas de dulce por 2 Won, y además, había unos bocadillos llamados chrysanthemum bun, una bolsa que podía ser comprada por aproximadamente 1 o 2 Won. Con 5 Won, uno podía pasar todo el día. En ese tiempo, yo gastaba 50 Won por día, así que tenía mucho para gastar.
Sin embargo, a pesar de todo, no había satisfacción. Yo recibía mucho dinero, pero aunque mas de lo necesario y todavía más, no se hallaba satisfacción por ningún lado. No sabiendo donde gastar el dinero, iba de aquí para allá, y hasta iba a clubes de baile en donde uno raspaba los pies y agitaba los cuerpos, usaba zapatos elegantes, pantalones acampanados y permanente en el pelo. Yo crecí en Busan, la ciudad portuaria más grande en Corea. Si Myong-dong era la meca de la moda en Seúl, Nampo-dong lo era en Busan, la segunda ciudad más grande en Corea. Las tabernas de los Campus de Nampo-dong realmente eran famosas. En aquellos días, solo los estudiantes excéntricos se reunían ahí para bailar. Sin embargo, aún con el baile, el canto y el juego, solo había vacío en mi corazón.
Cuando me despertaba en la mañana, solo tristeza presionaba mi corazón. No había nada que se ganara de tal forma de vida. Absolutamente nada. Hubiese sido agradable si el gozo de la bebida y del canto que había realizado la noche anterior hubiese durado hasta la mañana, pero a su fin en un instante, lejos de permanecer. Cuando abría mis ojos por la mañana, se me ocurría algo nuevo que hacer ese día. Algo nuevo. Y así, vagaba por aquí y por allá con mis amigos para encontrar un lugar divertido, y gastaba muchísimo dinero. Pero, no había nada significativo que permaneciese.
Así, al final, hasta pensamientos de suicidio tuve. ¿Me suicidare? Ya no hay significado para que continué viviendo mas en este mundo. No beneficio a los demás, así que creo que es mejor que yo me vaya, en vez de continuar viviendo así.” Justo en ese momento, comencé a pensar seriamente, “¿Debería convertirme en un monje Budista? ¿En un sacerdote Católico?” en una ocasión, reuní a mis amigos y les dije, “Hey, creo todos ustedes y yo no somos necesarios en este mundo, para ninguna cosa. Mejor aún, vayamos a lo más profundo de esa montaña con nuestras cabezas rapadas. Solo cantemos canciones Budistas con sonidos de instrumentos de madera, y pasemos habiendo vivido calladamente.” Sin embargo, al pensar acerca de vivir en una montaña, me di cuenta que no podía hacer eso debido a mi temperamento. Y así, deseché la idea de ir a una montaña y de vivir como monje Budista.
Observe sacerdotes y monjas moviéndose alrededor calladamente y ofreciendo servicios voluntarios, y un pensamiento cruzó mi mente, “Bueno, mi vida tendría valor si yo viviese así.” Pero, al ver mi persona destruida, yo sabía que no estaba calificado. Así, incapaz siquiera de poder hablar acerca de ello, seguí lamentándome internamente.
No había satisfacción en la vida. No había satisfacción en el estudio, y no había satisfacción en leer libros cómicos, no importaba como solía ser un fanático de los libros cómicos y disfrutaba leer libros cómicos en mi cama. Leía libros cómicos que tenía amontonados y llegaban a medir más que yo. Debido a que los leía diariamente cada noche, mis padres me dijeron, “Hey hijo, apaga la luz. Se está gastando el aceite.” Pero, leía esos libros hasta el final encendiendo una pequeña lámpara de queroseno y metiéndola dentro de mi cama, sin importarme si causaba un incendio. ¿Los leíste tú también? Yo pienso que la juventud actual los lee aún más. En mis días, no existían muchos autores de libros cómicos, así que no existía mucha variedad. Pero en la actualidad, existen muchísimos.
Pero entonces, el Señor llegó a mi encuentro. Él no me conoció perfectamente en ese momento. Después de haber creído en Jesús durante 10 años, llegue a creer en el evangelio del agua y el Espíritu y recibí la remisión de los pecados. Cuando creí en Jesús por primera ez, fue muy difícil para mí el llevar una vida de fe. No todo puede ser dicho con palabras.
Queridos compañeros creyentes, ¿recibieron ustedes también la remisión de los pecados después de haber creído en Jesús durante años? Puede que haya algunos hermanos y hermanas que han conocido a Jesús totalmente por medio del evangelio del agua y el Espíritu desde el principio de su vida de fe. Tales santos son muy bendecidos ya que han recibido la remisión de los pecados al haber conocido la Verdad en el mismo instante en que creyeron en Jesús. Sabe que aquellos que han recibido la remisión de los pecados después de haber creído en Jesús durante mucho tiempo también son bendecidos.
¿Acaso no existen muchas personas maravillosas cuyos corazones están vacíos porque aún no han recibido la remisión de los pecados? Cuando sus corazones se sienten tan vacíos, se van a un retiro de oración a una montaña. Después de ofrecer un ayuno en oración durante 3 días o durante una semana, sin comer y bebiendo solamente agua almacenada en una tetera, las piernas tiemblan y los ojos se ven huecos. Cuando han transcurrido 3 días después de haber comenzado el ayuno en oración, uno vería un tazón de sopa de fideo flotando en el cielo, un huevo colocándose arriba por si mismo, y vapor saliendo. “Eso seguramente es el cielo sin duda alguna, pero ¿cómo puede existir un tazón de sopa de fideo allá en ese lugar?” Y, lo raro fue que el tazón con la sopa de fideo estaba al revés. El hecho es que la gete no es ella misma. La gente que cree en Jesús sin conocer acerca del evangelio del agua y el Espíritu seguirá pasando esa clase de situaciones.
“♫!Llorar no me salvará¡ ♪Aunque mi rostro este bañado en lagrimas, ♫Eso no calmara mis temores, ♫¡No podrá lavar los pecados de años! ♪Llorar no me salvará.” Queridos compañeros creyentes, no importa cuantas oraciones de arrepentimiento alguien ofrezca y grite y llore, no es el caso para que los pecados cometidos se limpien. Es agonizante si los pecados no desaparecen. ¿Qué tan agonizante es ofrecer un ayuno de 40 días para borrar los pecados? El hacer eso no hace que los pecados se vayan, pero la gente hace eso tan fervorosamente, ya que tener pecados es más doloroso que eso. Pase sin comida durante 10 días, tratando de ofrecer un ayuno de oración. La cara, la piel y los huesos se demacraran. ¡Y entonces como anhela uno un platillo que le guste! A través del ayuno de oración, uno piensa, “tan pronto como acabe el ayuno en oración voy a comer sopa de hojuelas de harina, ramyon, y pan tostado.” En ese momento, la gente desea comer esas cosas tanto que estarán a punto de enloquecer.
Digamos que el ayuno en oración termina a las 12 de la noche. Debido a que tuve que estar mirando el tiempo, solía mirar las manecillas del reloj enloquecidamente. Aunque parece que 30 minutos han pasado, cuando vemos el reloj, pude observar que solo habían pasado 5 minutos, así que pensé, “Aún quedan 25 minutos. ¡Oh Dios! ¿Por qué está pasando el tiempo tan despacio?” Así, tratando de pasar el tiempo, a propósito desperté a la persona de al lado con quién estaba ofreciendo el ayuno, y le pregunte, “Trata de despertarte. ¿Dónde vivías antes de este lugar? ¿Porqué estas ofreciendo un ayuno?” Pregunté esto y lo otro, y después de hacer preguntas al máximo, descubrí que solo diez minutos habían pasado. Entonces estaba a punto de volverme loco. El tiempo en el día en que termina el ayuno pasó lentamente. Tanto que pase los siguientes diez minutos pensando, “Que comeré después?” habiendo hecho eso, la hora era 5 minutos para la media noche, y debido a que no podía hacer nada más, no pude evitar ver el reloj. “1 segundo, 2 segundos, 3 segundos, 4 segundos…si, 1 minuto a transcurrido.” Comienza de nuevo. 2 minutos, 3 minutos, y finalmente, quedaba 1 minuto 30 segundos. Y termina. Termine a salvo. Sin haber recibido ninguna respuesta a la oración y a la remisión de los pecados ante Dios por el ayuno. Solía correr a comer las comidas que había deseado comer durante todos esos días, con una gran importancia en el hecho de que había terminado la larga semana de ayuno.
Una gran importancia se ponía sobre el hecho permanecido el agonizante periodo de ayuno, a pesar del hambre. Algunas personas, no pudiendo aguantar, salían cada noche a comer. También, mientras bebíamos del agua de la tetera, note la esencia de arroz cocinado con el agua. Cuando mira, hayamos arroz cocinado.
El método de ayuno varía entre las denominaciones. Comúnmente, los legalistas beben solamente agua durante una semana. Después de terminar el ayuno hasta casi llegar al punto de la muerte, solo existe un sentido de logro, y no queda nada más. “♪Padre, yo elevo mis manos ante Ti, ♫Ninguna otra ayuda conozco, ♪si Tú te alejas de mí, ♪¡Oh! ¿Me secare?” En ese momento, lagrimas salieron debido al hambre, pero a pesar de derramar lagrimas y de recitar ese himno, aún existían pecados en mi corazón. Solo había vació en mi corazón. Así, siempre me sentía triste.
Sin embargo, he llegado a conocer al Señor. Llegue a escuchar el evangelio. Como ustedes han escuchado, cuando Jesús recibió el bautismo, todos mis pecados fueron transferidos, y por medio de la muerte de Jesús sobre la Cruz, Él ha recibido vicariamente todo el juicio. El mundo había cambiado desde el momento en que llegue a darme cuenta de la palabra que dice que los pecados de este mundo han desaparecido para siempre.
La gente habla de la salvación bruscamente. Debido a que había buscado y estaba sediento de la Palabra de la remisión de los pecados, yo pude saber diez veces más cuando alguien me daba solamente una pista pequeña. Y entonces, investigue y examine el evangelio del agua y el espíritu. Y el resultado fue que el evangelio del agua y el Espíritu es un evangelio que es muy claro.
El evangelio del agua y el Espíritu que Jesús nos ha dado es la fuente de agua de vida eterna, como esta en la Palabra, “sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.” Este evangelio del agua y el Espíritu me dio el agua de vida eterna. El momento en el que estaba confirmando este evangelio, todos los pecados de mi corazón salieron, y la fuente de agua estaba saltando de mi corazón. El evangelio del agua y el Espíritu es este evangelio que usted y yo hemos recibido.
Queridos compañeros creyentes, ¿ustedes piensas que este evangelio del agua y el Espíritu no es nada? ¿Piensan que simplemente un evangelio común? ¡No, absolutamente no! Había mucha gente Samaritana viviendo ahí en Sicar, pero solo esta mujer que vivía en la ciudad de Sicar se encontró con el señor. Y debido a que esta mujer esparció el evangelio, unas cuantas personas pudieron encontrar al Señor. Unas cuantas personas en la tierra de galilea se habían encontrado con el Señor, y unas cuantas personas en Sicar lo encontraron también. Solo uno entre mil, uno en diez mil pudo recibir la remisión de los pecados. Si observamos los hechos, es una salvación muy rara.
Compañeros creyentes, este evangelio del agua y el Espíritu es algo muy preciado. Nos hemos encontrado con el Señor por el evangelio del agua y el Espíritu. Significa que hemos bebido de la fuente de agua que salta para vida eterna por el evangelio del agua y el Espíritu. Estoy eternamente agradecido por el hecho de que mi alma ha obtenido felicidad y satisfacción por medio del evangelio del agua y el espíritu de nuestro Señor.
¡Aleluya!