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Tema 22: Evangelio de Lucas

[Capítulo 12-7] La fe que se prepara para el regreso del Señor (Lucas 12, 35-40)

(Lucas 12, 35-40)
«Estén ceñidos vuestros lomos, y vuestras lámparas encendidas; y vosotros sed semejantes a hombres que aguardan a que su señor regrese de las bodas, para que cuando llegue y llame, le abran en seguida. Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su señor, cuando venga, halle velando; de cierto os digo que se ceñirá, y hará que se sienten a la mesa, y vendrá a servirles. Y aunque venga a la segunda vigilia, y aunque venga a la tercera vigilia, si los hallare así, bienaventurados son aquellos siervos. Pero sabed esto, que si supiese el padre de familia a qué hora el ladrón había de venir, velaría ciertamente, y no dejaría minar su casa. Vosotros, pues, también, estad preparados, porque a la hora que no penséis, el Hijo del Hombre vendrá».
 
 

Prepárense para el regreso del Señor

 
En el pasaje de las Escrituras de hoy, el Señor nos dijo que nos despertásemos y trabajásemos hasta que volviese. Está escrito aquí: «Estén ceñidos vuestros lomos, y vuestras lámparas encendidas; y vosotros sed semejantes a hombres que aguardan a que su señor regrese de las bodas, para que cuando llegue y llame, le abran en seguida. Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su señor, cuando venga, halle velando; de cierto os digo que se ceñirá, y hará que se sienten a la mesa, y vendrá a servirles» (Lucas 12, 35-37). Los que están despiertos, trabajando diligentemente, preparándose y predicando la justicia del Evangelio de Dios cuando venga el Señor están benditos. 
Los que recuerdan el tiempo en que regresará el Señor y los que estén despiertos cuando vuelva, estarán bendecidos. El pasaje de las Escrituras de hoy enseña que esas personas están bendecidas por Dios y dice que el Señor servirá a los justos. El Señor también dijo que los que están despiertos en la segunda vigilia o la tercera están benditos. En otras palabras, los que hacen su trabajo y esperan hasta la mañana están bendecidos, y este pasaje está centrado en el regreso del Señor. Los que hacen esto cuando vuelva el Señor están bendecidos. Los siervos que están preparados y saben cuándo volverá el Señor están bendecidos. Esto implica que debemos estar preparados porque el Señor volverá cuando nadie lo espere. 
Antes del pasaje de las Escrituras de hoy, Jesús dijo: «Donde esté vuestro tesoro, allí también estará vuestro corazón». Así que los justos, cuyos corazones estén en la predicación del Evangelio del agua y el Espíritu, se dedican a la obra de Dios aún más. El Señor sirve a los que sirven al Evangelio. 
Últimamente, hemos estado trabajando en la predicación del Evangelio en el extranjero. Como resultado, estamos recibiendo muchos testimonios de salvación desde el extranjero. Esta semana hemos recibido más de 20 testimonios de salvación. Todas las semanas, recibimos testimonios de dos docenas de santos aproximadamente. Es una bendición maravillosa recibir más de 20 testimonios de salvación en una semana. Además, cuando leemos el testimonio, vemos que su testimonio de salvación es el mismo que el de nuestros hermanos y hermanas y colaboradores. El Señor ha hecho que estas personas de todo el mundo, desde pastores a personas laicas, den un testimonio espiritual de lo felices que son ahora que han encontrado al Señor al leer nuestros libros. Por eso incluso en este momento seguimos predicando el Evangelio para estas personas. 
Estoy tan agradecido cuando veo cómo va nuestro ministerio. Estamos cargando más libros electrónicos constantemente y muchas personas están esperando su publicación. La mayoría de estas personas no pueden conocernos en persona, pero cuando estos libros sean publicados, podrán recibir alimento espiritual, trabajarán con nosotros con un corazón y el Espíritu Santo trabajará en sus vidas. Estas personas también están predicando el Evangelio y esperando el regreso del Señor. También creen que el regreso del Señor es inminente, que Su Palabra se está cumpliendo completamente y que se acerca cada vez más. Puedo ver en su testimonio que están esperando el regreso del Señor. 
Me entristeció mucho cuando oí las noticias del terremoto en Indonesia que causó tantas muertes. Estos desastres son cada vez más normales en el mundo, y esto está relacionado con el pasaje de las Escrituras de hoy, lo que nos demuestra que debemos estar preparados para el Señor, creyendo firmemente que el Señor vendrá de nuevo. Cuando se den cuenta de que el Señor volverá, también se darán cuenta de que el mundo se va a venir abajo con los desastres naturales. Entonces el Anticristo se levantará y habrá todo tipo de desastres en el mundo y muchas personas perecerán. Sin embargo, la Biblia también nos promete que cuando el Señor vuelva nos protegerá y bendecirá a los que aman al Evangelio, creen en él y lo predican, y que les resucitará para vivir para siempre con Dios en un nuevo mundo, en un cielo y una tierra nuevos. 
Esto ocurrirá tarde o temprano. El Señor habló de estas cosas, y si de verdad creen en esto, ¿acaso no harán lo que sea necesario? Pero si no creen, no trabajarán por el Evangelio. Un día, de repente, llegará un terremoto o perderán su trabajo repentinamente y tendrán mal crédito. Hay muchas personas con mal crédito en Corea. Es muy frustrante. Se puede acabar sin tener un hogar. 
En realidad, la economía del mundo es muy frágil. Es como un castillo de arena en la orilla del mar. Cuando las olas del derrame de petróleo lleguen, la economía del mundo será arruinada. La economía de nuestro país necesita ser resucitada, pero las exportaciones coreanas están pasando por muchas dificultades por el precio del petróleo. El mundo está a punto de sufrir un choque con los precios del petróleo. Sin embargo, hasta el momento hemos estado viviendo sin cuidado, sin darnos cuenta de que Corea va a ser afectada por esta crisis. 
De esta manera, muchos cristianos no se preocupan porque no creen que el retorno del Señor sea inminente. ¿Cómo vamos a estar tranquilos si el Señor va a volver pronto? Sin embargo, los que creemos en el Evangelio del agua y el Espíritu estamos predicando este Evangelio por todo el mundo porque creemos que el Señor volverá pronto. Como creemos en el retorno del Señor estamos trabajando muy duro. Pero los falsos maestros están intentando que sus iglesias crezcan y están compitiendo los unos con los otros para construir la iglesia más grande del mundo, sin darse cuenta de que el retorno del Señor es inminente. Pero, aunque estén haciendo esto, recogiendo dinero y haciendo crecer sus iglesias, todo es en vano. 
 
 

Los justos deben vivir por la justicia de Dios

 
¿Por qué debemos vivir? Debemos vivir por una causa mayor, en vez de estar cegados por el dinero. Por esta causa mayor, debemos beneficiar a otras personas, darnos cuenta de cuál es la voluntad de Dios, creer en esta Palabra, vivir así y prepararnos para el retorno del Señor. Este es el tipo de personas que deben ser. ¿Están preocupados solamente por su trabajo y pensando cómo vivir con un salario tan bajo? Por supuesto, estas personas son necesarias para que las fábricas funcionen, pero aún así los nacidos de nuevo debemos ser más ambiciosos y vivir por una causa mayor. Deben vivir por una causa mayor, y no solo para alimentarse. Si están esclavizados por sus necesidades durante sus vidas no se estarán haciendo ningún favor. 
La Biblia dice: «Hay quienes reparten, y les es añadido más; Y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza» (Proverbios 11, 24). Hay una manera de hacerse ricos aunque le dejen mucho dinero a los demás, y esa manera de vivir es predicando el Evangelio. Por otro lado, algunas personas se hacen más pobres al ser más tacañas. Son las personas que viven solamente por sí mismas. Estas personas se harán más pobres inevitablemente. Parece que ganen mucho dinero, pero viven en pobreza durante todas sus vidas, y sus descendientes también serán pobres. Deberán considerarse afortunados si no acaban pidiendo dinero en la calle. 
¿Creen que las personas que conducen coches de lujo son ricas? En realidad, tienen muchas deudas. ¿Creen que los propietarios de las grandes compañías en Corea son ricos? Dicen que solo ganan 6 céntimos de beneficios por cada dólar que exportan. Incluso este pequeño beneficio es tener suerte. Pero con algún cambio inesperado, este beneficio puede convertirse en una pérdida de 10 o 20 céntimos. En realidad las grandes corporaciones casi no se pueden mantener con los préstamos del banco y no están ganando muchos beneficios. 
Debemos prepararnos para lo que ocurrirá en el futuro. Si estamos preparados, no hay nada de lo que preocuparse. Los que no se preparan en tiempos como estos son insensatos. Mis queridos hermanos, el Señor dijo que los que estén despiertos vigilando por la noche esperándole están benditos. El Señor también dijo que serviría a estas personas. 
Dijo que los que están despiertos en la segunda y tercera vigilia están más bendecidos. ¿Qué significa esto? Una persona que está despierta, preparada, es una persona que cree que el Señor volverá pronto. Estas personas se preparan porque creen que el Señor volverá pronto. 
¿Qué debemos hacer cuando vuelva el Señor? ¿Estamos preparados con tan solo tener una lámpara? Los pecadores pueden ser enviados al infierno sin excepción, como está escrito: «El precio del pecado es la muerte». Por tanto, todos los pecadores deben intentar recibir la remisión de los pecados. Pero la gente no se prepara. Quizás porque piensan que la muerte les pasará aunque todo el mundo muera. Esta gente necesita ir al fuego al infierno y salir una vez para darse cuenta de su futuro horrible. Pero nadie piensa así. 
¿Entonces cómo se preparan los nacidos de nuevo para la vuelta del Señor? ¿Está bien que los nacidos de nuevo vivan bien mientras todos los demás van al infierno? Mis queridos hermanos, cuando vuelva el Señor, todos debemos predicar el Evangelio como lo estamos preparando ahora. La manera correcta de estar despiertos es prepararse para el Señor y predicar el Evangelio del agua y el Espíritu. 
El Señor volverá cuando el Evangelio esté completamente predicado. Vendrá a llevarnos. Cumplirá todo lo que nos ha prometido. Gracias a nuestros esfuerzos por predicar el Evangelio ahora, cada semana por lo menos 20 personas están enviando sus testimonios de salvación; le dan gracias a Dios y a nosotros porque han recibido la remisión de los pecados a través de nuestros libros. Estoy seguro de que hay más gente que ha recibido la remisión de los pecados pero no nos han mandado mensajes. No es una cantidad pequeña. Es un gran progreso. ¿Todavía creen que no saben qué significa este número? Imaginen por un momento que 20 personas salvadas de todo el mundo están aquí delante de nosotros dando su testimonio de salvación. Imaginen que estas personas están cantando alabanzas. Aunque no podemos verlas, son reales. Si 20 personas de todo el mundo reciben la remisión de los pecados todas las semanas, por lo menos 100 personas reciben la remisión de los pecados al mes. ¿Hay 100 santos en nuestra Iglesia? No. Entre todos nuestros miembros, incluyendo los niños, hay 300 personas. Podemos compararnos con los 300 guerreros de Guideón. Pero a través de nuestro ministerio muchas personas de todo el mundo están naciendo de nuevo. Estamos preparándonos para el retorno del Señor. Estamos preparándonos para Su retorno. Estamos haciendo todo lo posible para predicar el Evangelio y apoyarlo, y estamos progresando mucho. Todos los meses hay una Iglesia de Dios nueva que es más grande que la nuestra. 
Si los pastores del mundo son salvados, y estos pastores solo predican el Evangelio del agua y el Espíritu en sus iglesias, entonces estas iglesias se convertirán en la verdadera Iglesia de Dios. Es posible que la Iglesia de Dios añada 30 iglesias nuevas cada mes. ¿Qué debemos hacer mientras esperamos al Señor? Debemos plantar iglesias por todo el mundo para que los santos nacidos de nuevo puedan predicar el Evangelio, para que muchas almas reciban la remisión de los pecados, planten más iglesias, prediquen el Evangelio y apoyen el ministerio del Evangelio. Esto es lo que tenemos que hacer mientras esperamos al Señor. Así es como nuestras vidas deben ser mientras esperamos al Señor. Si de verdad creemos en esto, es lo que debemos hacer. 
Mis queridos hermanos, estamos preparándonos para cuando vuelva el Señor. Quizás algunos de nosotros no entendamos esto. Algunos de ustedes puede que crean que el Señor no va a volver pronto. Pero, queridos hermanos, lo que no es visible puede verse con los ojos de la fe. Aunque no podamos verlo con nuestros ojos de la carne, nos estamos preparando. Por mucho que nos estemos preparando ahora, debemos seguir haciéndolo en el futuro. No podemos dejar de prepararnos para el retorno del Señor, porque la recompensa es mayor que el esfuerzo. 
Un libro que he escrito acerca del ministerio de Juan el Bautista está siendo traducido ahora y está siendo esperado por muchos. Cuando se publica un libro así, cada vez más gente cree en el Evangelio del agua y el Espíritu, recibe la remisión de los pecados y su fe se hace más fuerte que la nuestra. Cuando veo los testimonios de salvación que nos envía la gente, veo cómo algunos de ellos son muy puros espiritualmente. Estos santos crecerán y se convertirán en siervos de Dios que trabajarán por Su Reino durante el resto de sus vidas. Somos los siervos que esperan al Señor. Esto es verdad. Si creemos en Dios debemos estar preparados. Si creemos en el Señor, y si creemos que el Señor nos ha salvado, ¿acaso no debemos prepararnos con fe? Aunque estamos preparándonos para la vuelta del Señor, ¿acaso no estamos ganando muchas cosas ahora? 
Si nos dedicamos a predicar el Evangelio para estar preparados para el Señor, ganaremos muchas cosas espiritualmente y físicamente. Esta tarde voy a ir al Centro de Entrenamiento de Discípulos de Inje para empezar a construir un granero detrás de la capilla pequeña. Mientras nos preparamos para la construcción, algunas personas pueden pensar que una casa simple es bastante; pero estamos construyendo un granero pensando en el futuro. Los que no se preparan con antelación no ganarán nada. Si construimos un granero y lo llenamos con todo tipo de materiales para nuestro negocio, seremos ricos. ¿Cuánto ganamos cuando hacemos la obra de Dios por fe? No estamos simplemente pensando en hacer esto, sino que lo estamos haciendo. Así que en poco tiempo todo se cumplirá y los trabajadores recibirán muchas cosas. Por tanto, debemos seguir haciendo la obra de Dios. Si seguimos haciendo esto, seremos ricos enseguida. ¿Qué maravilloso será hacernos ricos, servir al Evangelio, prosperar y estar vigilantes? 
Debemos estar preparados. Debemos prepararnos para recibir las bendiciones, y debemos prepararnos para nuestro futuro. En vez de pasar los días como jornaleros debemos prepararnos para el Día del Señor. Aunque tengamos hambre ahora y no estemos satisfechos con lo que tenemos, debemos seguir adelante y ser recompensados después. Así es como debemos vivir en este mundo. Aunque ganen miles de dólares al mes en su trabajo e intenten ganarse la vida así, verán que este dinero no dura mucho. Su familia no puede vivir con dos mil dólares si no se dedican al Evangelio. Para ser sincero, como vivimos por el Evangelio, somos prósperos; si intentamos vivir por nosotros mismos, nos faltará dinero. Nuestros bolsillos estarán vacíos. 
El Señor nos dijo que estuviésemos preparados, porque el Hijo del Hombre volvería sin avisar. Aunque esto es lo que el Señor dijo cuando habló a Sus discípulos, todos debemos estar preparados. El Señor volverá cuando sintamos que el momento está cerca. El retorno del Señor está muy cerca. Ya no hablo de lo que ocurrirá en el final de los tiempos. ¿Por qué? Porque no quiero asustar a la gente. Hablar de estas cosas me deprime y me da miedo. Los desastres serán catastróficos enseguida. 
Un terremoto destruirá a la nación entera. Piensen en qué pasará si Seúl sufre un violento terremoto. Se dice que 2000 personas murieron en Indonesia, pero eso no será nada en comparación. En Corea pueden morir en un día 1, 10 o incluso 20 millones de personas. Si hay un terremoto grave de 7.7 en Seúl, 10 millones de personas pueden morir en un instante, y después hasta 30 millones de personas morirán de complicaciones relacionadas, causando un total de 40 millones de muertes. La mayoría de coreanos morirían, ya que Corea solo tiene 48 millones de personas. Debemos estar preparados para afrontar este tipo de eventos en el mundo. En otras palabras, debemos prepararnos ahora que estamos a salvo. 
Cuando miro lo que está pasando en el mundo, no puedo resistir odiar a los políticos. La política requiere ser un buen líder; los seguidores no pueden conseguir nada por mucho que lo intenten. Las políticas vienen de los altos cargos. Lo mismo ocurre con los asuntos internacionales. Los grandes poderes mueven la política internacional. Recientemente Corea del Norte ha intentado reforzar su política de seguridad al desarrollar armas nucleares. Pero por mucho que un estado intente afianzar su influencia, solo traerá dificultades a su pueblo. Esto destruirá a su propio pueblo. Sería bueno que Corea del Norte y Corea del Sur dejasen de lado sus diferencias y se reunificaran. Pero, para nosotros, lo que es más importante que la reunificación es prevenir la guerra para poder predicar el Evangelio hasta los confines del mundo. 
En estos últimos días, incluso los que han recibido la remisión de los pecados piensan solo en su comodidad carnal y su bienestar presente e intentan sobrevivir en la carne, lo que es estúpido. Son personas sin cerebro. Tienen un coeficiente intelectual de dos cifras, más bajo que el de un chimpancé. Es como el coeficiente de un cachorro. Debemos ser sabios. No debemos pensar que una persona es sabia por lo que ha aprendido en los libros de texto, ni porque haya leído muchos libros. 
Deberían estar despiertos en estos tiempos, servir al Evangelio y dedicarse al Señor. Jesús dijo aquí en el pasaje de las Escrituras: «Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su señor, cuando venga, halle velando; de cierto os digo que se ceñirá, y hará que se sienten a la mesa, y vendrá a servirles» (Lucas 12, 37). ¿Qué dijo el Señor? ¿Tiene sentido? ¿Es solo cuestión de tiempo que los siervos esperen a su maestro, le abran la puerta cuando vuelva, y le traigan agua para lavarle los pies? Por supuesto eso es lo que deben hacer. Ningún siervo se cree más grande que su maestro solo porque haya sido bueno en su ausencia. Todo siervo debe reconocer claramente a su maestro y su maestro debe reconocerle como siervo. 
Sin embargo, el Señor dijo que cuando el maestro vuelva y encuentre a sus siervos velando, hará que sus siervos se sienten y les servirá. ¿De verdad hará esto el Señor? Por supuesto que lo hará cuando venga el Reino Milenario. Nos hará personas gloriosas. En este mundo el Señor nos ayuda y sirve a los que vivimos por Su Evangelio. Esto es lo que nos enseña el pasaje de las Escrituras de hoy. 
Mis queridos hermanos, ¿creen que serán arruinados si dedican su vida entera a predicar el Evangelio del agua y el Espíritu? ¿Creen que parecerán insensatos? ¿Tienen miedo de parecer perdedores? ¿Acabarán nuestras vidas pareciendo un fracaso? Hemos servido al Evangelio hasta ahora, pero ¿son sus vidas un fracaso? No, son un éxito. La Biblia dice: 
«Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; 
y los que enseñan la justicia a la multitud, 
como las estrellas a perpetua eternidad» (Daniel 12, 3). ¿Es esta una vida con éxito? Esta es la vida con éxito. ¿Hay alguien que viva su vida para hacer lo correcto como nosotros? Todos nosotros estamos haciendo lo correcto. 
¿Quién trabaja como nosotros? ¿Quién está haciendo las obras que nosotros hacemos? Ni siquiera un presidente puede salvar a una persona que va al infierno. ¿Pueden los ricos salvar a un moribundo con su dinero? No, es imposible. Solo los que creen en el Evangelio del agua y el Espíritu sirven a este Evangelio y por tanto llevarán a otros al lugar adecuado, recibirán el Evangelio del agua y el Espíritu, y serán salvados, estas personas son las que sirven al Evangelio, nosotros, los que hemos hecho la obra justa. Nadie más en este mundo puede vivir una vida así. Hemos conseguido grandes cosas. Aunque no sean visibles para nuestros ojos, nuestros éxitos no tienen comparación. Debemos pensar en esto primero. 
Si un pastor está salvado, su iglesia se convertirá en la Iglesia de Dios. ¿Es así cómo funciona la Iglesia de Dios? De ahora en adelante deberíamos preguntarnos cuántas iglesias se han plantado en un mes, en vez de preguntarnos cuántas personas han recibido la remisión de los pecados. Esta obra es maravillosa. Estamos haciendo algo maravilloso. Por eso el Señor dijo que cualquier persona que dé un vaso de agua fría a un pequeño recibirá su recompensa, y quien reciba a un profeta en nombre de un profeta recibirá la recompensa de un profeta. Esto significa que nuestro trabajo no es en vano. 
De la misma manera en que el Señor nos dijo que estuviésemos preparados, nos estamos preparando. También ganaremos dinero. Algunos de nosotros nos preguntamos para qué ganar dinero si el mundo va a ser destruido. Estamos ganando dinero para prosperar al final. Prosperaremos cuando los demás estén arruinados. ¿Cómo vamos a arruinarnos con el resto del mundo? Debemos prosperar. ¿Acaso no deben los siervos del Evangelio ser ricos ayudando a los demás y siendo generosos? No nos gusta ver a personas que hacen la obra justa de servir al Evangelio en pobreza teniendo que pedir dinero todos los días. 
Cuando van a una reunión, su corazón se restaura. Por eso la Iglesia de Dios es indispensable. Debemos participar en el servicio de adoración y escuchar la Palabra. Mis queridos hermanos, cuando se sientan débiles, deben venir a la Iglesia. Su corazón será restaurado si vienen a la Iglesia y se sientan aquí. Nuestro Señor volverá a este mundo pronto. El Señor dijo que volverá cuando el Evangelio se haya predicado completamente y nuestra obra está progresando mucho y el Evangelio está siendo predicado muy lejos, por lo que Su retorno está muy cerca. No queda mucho para que vuelva el Señor. Hasta entonces, mis queridos hermanos, les pido que se preparen y esperen al Señor. No se preocupen por el mañana. Los que están con el Evangelio y el Señor están bendecidos; serán bendecidos y aprobados por el Señor, y por tanto todo irá bien. 
Sin embargo, los que no están con el Señor serán destruidos al final de los tiempos. En este momento en el que el regreso del Señor es inminente, les pido que no dejen de esperar al Señor y no dejen de buscarle. Les pido que vivan por fe, sean bendecidos en cuerpo y espíritu, hagan la obra adecuada ante el Señor y le vean cara a cara. A estas personas Dios les da la fe y las bendiciones.