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Sermones

Tema 24: SERMONES PARA LOS QUE SE HAN CONVERTIDO EN NUESTROS COLABORADORES

[24-66] Vivamos por la justicia de Dios (Génesis 30:25-43)

(Génesis 30:25-43)
“Aconteció cuando Raquel hubo dado a luz a José, que Jacob dijo a Labán: Envíame, e iré a mi lugar, y a mi tierra. Dame mis mujeres y mis hijos, por las cuales he servido contigo, y déjame ir; pues tú sabes los servicios que te he hecho. Y Labán le respondió: Halle yo ahora gracia en tus ojos, y quédate; he experimentado que Jehová me ha bendecido por tu causa. Y dijo: Señálame tu salario, y yo lo daré. Y él respondió: Tú sabes cómo te he servido, y cómo ha estado tu ganado conmigo. Porque poco tenías antes de mi venida, y ha crecido en gran número, y Jehová te ha bendecido con mi llegada; y ahora, ¿cuándo trabajaré también por mi propia casa? Y él dijo: ¿Qué te daré? Y respondió Jacob: No me des nada; si hicieres por mí esto, volveré a apacentar tus ovejas. Yo pasaré hoy por todo tu rebaño, poniendo aparte todas las ovejas manchadas y salpicadas de color, y todas las ovejas de color oscuro, y las manchadas y salpicadas de color entre las cabras; y esto será mi salario. Así responderá por mí mi honradez mañana, cuando vengas a reconocer mi salario; toda la que no fuere pintada ni manchada en las cabras, y de color oscuro entre mis ovejas, se me ha de tener como de hurto. Dijo entonces Labán: Mira, sea como tú dices. Y Labán apartó aquel día los machos cabríos manchados y rayados, y todas las cabras manchadas y salpicadas de color, y toda aquella que tenía en sí algo de blanco, y todas las de color oscuro entre las ovejas, y las puso en mano de sus hijos. Y puso tres días de camino entre sí y Jacob; y Jacob apacentaba las otras ovejas de Labán. Tomó luego Jacob varas verdes de álamo, de avellano y de castaño, y descortezó en ellas mondaduras blancas, descubriendo así lo blanco de las varas. Y puso las varas que había mondado delante del ganado, en los canales de los abrevaderos del agua donde venían a beber las ovejas, las cuales procreaban cuando venían a beber. Así concebían las ovejas delante de las varas; y parían borregos listados, pintados y salpicados de diversos colores. Y apartaba Jacob los corderos, y ponía con su propio rebaño los listados y todo lo que era oscuro del hato de Labán. Y ponía su hato aparte, y no lo ponía con las ovejas de Labán. Y sucedía que cuantas veces se hallaban en celo las ovejas más fuertes, Jacob ponía las varas delante de las ovejas en los abrevaderos, para que concibiesen a la vista de las varas. Pero cuando venían las ovejas más débiles, no las ponía; así eran las más débiles para Labán, y las más fuertes para Jacob. Y se enriqueció el varón muchísimo, y tuvo muchas ovejas, y siervas y siervos, y camellos y asnos.”
 
 

Estamos en los últimos tiempos

 
Mis queridos hermanos, ¿cuándo volverá nuestro Señor? Volverá cuando quiera volver. ¿Cuándo volverá nuestro Señor? Volverá exactamente cuando dijo que volvería. Los santos serán tomados cuando suenen las siete trompetas y el Señor volverá después de arrojar las siete copas en este mundo. ¿Creen en esto? Les he enseñado lo que ocurrirá en los últimos tiempos. Mis enseñanzas están basadas exactamente en la Palabra de Dios. Como siervo de Dios y su líder he profetizado acerca del fin de los tiempos según la Palabra escrita porque creo en esta Palabra y no por cualquier otra cosa que venga de mis propios pensamientos. De hecho, no hay nada que hacer excepto creer en la Palabra de Dios tal y como es. Y todo lo que tenemos que hacer es predicar el Evangelio del agua y el Espíritu diligentemente hasta el día en que vuelva nuestro Señor.
Mis queridos hermanos, de la misma manera en que el Espíritu de Dios vive en nuestros corazones, permite que los siervos de Dios y los santos sepan lo que está pasando y que sepan por qué los malvados les piden a los demás que se levanten contra los líderes de Dios. Hemos ordenado a nuevos pastores recientemente y tengo la impresión de que habrá una gran revuelta contra la Iglesia de Dios. Cuando estos pensamientos me vinieron a la mente mientras ordenaba a estos pastores, le oré a Dios: “Que se levanten todos los rebeldes para que nos dejen ahora y para que se unan a nosotros aún más fuerte los que quieran unirse para predicar el Evangelio aún más vigorosamente”. No importa que los que quieran dejarnos digan adiós o no. Nuestro único objetivo debe ser proclamar el Evangelio del agua y el Espíritu. Y días más tarde algunos miembros, incluyendo un pastor, nos dejaron creando gran conmoción. No queremos expulsar a estos rebeldes de nuestra reunión de manera unilateral. Lo que es sorprendente es que estos antagonistas siempre causaban conmoción por su parte primero y nos dejaban blasfemando contra la Iglesia de Dios.
Mis queridos hermanos, no soy el líder de un culto. Soy solo parte del pueblo de Dios como ustedes, un trabajador de Dios que cree en el Evangelio del agua y el Espíritu y lo sirve. Soy una persona que sigue al Evangelio del agua y el Espíritu, la Palabra de Dios, y ustedes también. ¿No es esto cierto? Como todos saben bien, nuestra Iglesia empezó en Sokcho City cuando el Señor me llevó a una comunidad de ex católicos. Les prediqué el Evangelio y esa iglesia se convirtió en la Iglesia de Dios. Entonces, algunos santos sugirieron que empezase una nueva iglesia con ellos alejada de esa ex-comunidad. Si hubiese sido un hombre avaricioso que deseaba tener fama y dinero en este mundo, podría haber establecido otra iglesia diferente con algunos hermanos y hermanas que me siguieron. Si hubiera hecho esto, la Iglesia de Dios se habría separado desde el principio. Habría estado contento con ser ministro en una iglesia nueva si hubiese querido asegurar mi bienestar. Si hubiese predicado el Evangelio del agua y el Espíritu por avaricia entonces habría corrompido nuestra fe hace mucho tiempo.
Antes de encontrarme con esta iglesia de comunidad, estaba pasando por momentos difíciles. Durante un año y medio después de haber vivido en Sockcho City, le supliqué a Dios a todas horas al lado del mar. Solía preguntarle a Dios: “Señor, ¿no soy Tu siervo? Soy Tu siervo, ¿no es así? ¿Por qué me has mandado a un lugar tan desolado sin gente justa? ¿Por qué tengo que sufrir tanto?”. Mientras le oraba a Dios de esta manera, me di cuenta de que Dios me había mandado aquí porque no había ninguna iglesia que predicase el Evangelio del agua y el Espíritu. Así que se me ocurrió en mi espíritu que debía predicar este Evangelio aquí. Y pensé para mí mismo: “Predicaré el Evangelio del agua y el Espíritu no solo a todo el mundo de Sokcho City, sino a todo el mundo algún día, y cuando lleve almas a Cristo, haré que todos sus pecados sean tan blancos como la nieve con este verdadero Evangelio”. Dios me hizo darme cuenta de esta gran responsabilidad espiritual. Por eso he estado predicando el Evangelio del agua y el Espíritu hasta el presente. Aunque hay gente en este mundo que me critica, simplemente ignoro esto porque solo estoy interesado en el Evangelio. De hecho, mi único interés era predicar el Evangelio del Señor, el Evangelio del agua y el Espíritu.
En aquel entonces había algunas personas entre los nacidos de nuevo recientes que me preguntaban acerca del rapto. Un hombre lllamado Cyrus I. Scofield enseñó la doctrina del rapto de la pretribulación por todo el mundo y muchos cristianos creyeron en esta enseñanza sin saber lo que significa. Pero sus enseñanzas sobre el rapto tenían muchos errores cuando se comparan con la Biblia. Así que, como su hipótesis no se podía probar con la Biblia, muchas personas me preguntaron acerca del rapto. Les dije: “No estoy muy seguro. Pero hay una cosa clara, que el rapto no ocurrirá antes de la tribulación ni después, sino durante la tribulación. Eso es todo lo que sé”. No podía demostrarlo bíblicamente en aquel entonces, pero he profundizado en ello y he descubierto la verdad. He escrito dos libros acerca del Apocalipsis y quien quiera saber más acerca del rapto puede tener el conocimiento correcto sobre este tema a través de esos libros de sermones. ¿No es esto cierto?
Algunos cristianos están demasiado preocupados con el rapto, obsesionados con cuándo y cómo ocurrirá. Pero esta no debería ser nuestra preocupación principal. Después de todo no somos expertos en escatología que intentan averiguar la fecha de la Segunda Venida del Señor. ¿Vamos a dejar todo lo que estamos haciendo y esperar el día de la segunda venida de Jesús? ¿Qué haremos cuando el Señor no vuelva el día que pensamos que va a regresar? ¿Buscaremos otra fecha y esperaremos más? Los que creen en la teoría de Scofield del rapto, es decir los que creen en la doctrina del rapo de la pretribulación, han estado prediciendo el día del retorno del Señor, pero nunca se ha cumplido. Estas predicciones erróneas han ocurrido por todo el mundo. Han ocurrido en los Estados Unidos, en Gran Bretaña y en nuestro propio país.
Estas personas siempre dicen: “Jesús volverá este día a esta hora”. Piensen en esto. ¿Va a venir Jesús a plena luz del día? ¿Va a venir aunque las plagas de las siete trompetas y las siete copas no hayan llegado? La Biblia dice que el que vendrá lo hará con el sonido de una trompeta como está escrito: “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero” (1 Tesalonicenses 4:16). ¿Qué más hay que decir cuando la Biblia lo deja tan claro? Quiero dejar claro que la doctrina del rapto de la pretribulación no es bíblica.
No quiero exaltarme ni rebajarme. Mi única preocupación es predicar el Evangelio del agua y el Espíritu por todo el mundo. Esta Gran Comisión se cumplirá cuando juntemos nuestras fuerzas. Les estoy predicando este Evangelio del agua y el Espíritu porque lo encontré y Dios me habla y yo les estoy guiando. Estoy intentando protegerles de los que quieren devorarles, les estoy guiando para que puedan hacer la obra justa en la presencia de Dios. Nos hemos unido para salvar a las almas del pecado. No tengo ningún otro objetivo. No tengo ningún otro deseo. Algunos de ustedes pueden pensar que intento mandarles. Pero no quiero mandarles y estoy cansado de explicar eso. Nosotros somos iguales ante Dios. Todo lo que quiero es vivir con justicia en este mundo, no tengo ningún otro deseo.
Estoy muy agradecido porque el Señor me encontró a través del Evangelio del agua y el Espíritu. Hace poco ocurrieron algunos incidentes desafortunados por accidente. Como saben, uno de nuestros pastores y algunos de sus seguidores se fueron de la Iglesia haciendo rechinar sus dientes. Sin embargo, tengo que decir lo que hay que decir. Sé que Dios está intentando hablarnos a través de estos incidentes para que tengamos más cuidado. En el futuro, aún más personas se separarán de la Iglesia. Sé que Dios ha permitido que ocurran incidentes desafortunados para refinar nuestra fe y predicar el Evangelio del agua y el Espíritu aún más en este mundo, prepararnos para la Gran Tribulación y la venida del Reino del Señor. ¿Creen en esto mis queridos hermanos? ¿Qué piensan? ¿Es esto lo que piensan? ¿Les sirve como advertencia?
Algunos de ustedes se preguntarán cómo ocurren estas cosas tan extrañas. Sin embargo, los que han recibido la remisión de los pecados nunca traicionan al Señor. Y los que han expulsado a ídolos como Aserá y Baal de sus corazones nunca hacen lo que Judas Iscariote hizo. ¿Cuáles son estos ídolos? Los dioses de la fecundidad y la prosperidad. En otras palabras, los que adoran a Aserá y Baal están siguiendo los valores de este mundo. Estos adoradores de ídolos deben ser eliminados del pueblo de Dios. Quiero decir que alguien que no los ha abandonado pueden acabar así, aunque haya recibido la remisión de los pecados. Por tanto, debemos asegurarnos de que dejamos de lado nuestra codicia carnal. El Señor es nuestra justicia; solo el Señor es nuestro Rey, y solo Él es nuestra felicidad, nuestra bendición y nuestra gloria. Cuando nos damos cuenta de esto y creemos, el Señor nos dará todo lo bueno y necesario. Siempre que el Señor esté con nosotros no necesitaremos nada más.
 
 

¿De dónde vino la justicia de Dios?

 
Hemos nacido de nuevo al creer en el Evangelio del agua y el Espíritu. ¿De dónde hemos nacido? Por supuesto que hemos nacido de Dios. Pero la realidad es que, lo queramos o no, los seres humanos no podemos evitar cometer pecados desde que nacemos hasta el día en que nos presentamos ante Dios, es decir de la cuna a la tumba. Sin embargo, como nuestro Señor nos amó y tuvo compasión de nosotros, vino a este mundo y eliminó todos nuestros pecados.
¿Cómo los eliminó? Al haber venido a este mundo encarnado en un hombre, Jesucristo fue bautizado por Juan el Bautista y tomó todos nuestros pecados. Jesús cargó con todos los pecados a la Cruz, fue condenado al ser crucificado y se levantó de entre los muertos de nuevo. Así cumplió la justicia de Dios por nosotros. La justicia que tenemos, es decir, el hecho de que hemos sido justificados para convertirnos en el pueblo de Dios sin pecados, se cumplió porque Dios nos dio Su justicia y porque creímos en la justicia de Dios.
Todo lo que tenemos viene de Dios. Toda la justicia que tenemos no viene de nosotros, sino de Dios. En otras palabras, Dios es quien hizo esta justicia perfecta y nos la dio. La Biblia dice que fue entregado por nuestras ofensas y que ha sido levantado por nuestra justificación (Romanos 4:25). De hecho, después de crear este universo y a la humanidad, quiso dejarnos sin pecados, hacernos justos y hacernos Su pueblo. Dios entonces vino a este mundo como el Salvador encarnado en un hombre. Al venir a este mundo, fue bautizado por Juan el Bautista para cumplir la justicia de Dios, cargó con los pecados del mundo a la Cruz, murió en la Cruz, se levantó de entre los muertos y así se convirtió en nuestro Salvador. Dios nos ha dado toda Su justicia a los que creen en el Evangelio del agua y el Espíritu. Nos ha justificado y nos ha hecho completamente justos.
Si esto es cierto, ¿son personas justas o pecadoras? Todo el que crea en el Evangelio del agua y el Espíritu es una persona justa. Por naturaleza no podíamos evitar cometer pecados desde el momento en que nacimos en este mundo. Como todos nacimos con los doce tipos de pecados en nuestros corazones, no podíamos evitar seguir cometiendo pecados hasta el día de nuestra muerte. ¿No es esto cierto?
A pesar de esto Dios nos ha vestido con Su justicia a través de Su amor y salvación. También no ha dado todas las bendiciones de la tierra. Dicho de otra manera, cuando Jesucristo, el Hijo de Dios y Dios mismo, vino a este mundo, nos salvó de todos los pecados a través de Su agua y Su sangre, y nos ha vestido a todos los que creemos en el Evangelio del agua y el Espíritu con Su justicia que se cumplió con Su obra de salvación. Al creer en esta justicia de Dios hemos recibido la justicia de Dios y todas Sus bendiciones. Aunque no podíamos evitar seguir siendo pecadores durante el resto de nuestras vidas, ahora somos personas justas. Nos hemos convertido en personas sin pecados. Gracias a Dios nos hemos convertido en los hijos de Dios, y gracias a Dios nos hemos convertido en personas justas. Esta verdadera justicia que tenemos ahora viene de Dios. Por eso estamos haciendo obras muy especiales. Estamos llevando a cabo obras muy importantes. En otras palabras, hacemos la obra del predicar el Evangelio del agua y el Espíritu que contiene la justicia de Dios.
 
 
Jacob creó a su familia mientras buscaba refugio en la casa de su tío
 
Jacob había engañado a su hermano para recibir sus bendiciones de su padre. Así se convirtió en un fugitivo y huyó de Esaú. Así que, siguiendo el consejo de su madre, Jacob se fue a casa de su tío a buscar refugio. Y allí se caso con las dos hijas de su tío. Para casarse con una de ellas, trabajó duro durante siete años y para casarse con la otra trabajó durante otros siete años. De esta manera acabó con dos mujeres. Originalmente Jacob solo quería casarse con una de las hijas, pero su tío le dio a ambas. Está escrito que su tío dijo: “Es mejor que te la dé a ti que a otro hombre”. Aunque es muy extraño, es lo que dice la Biblia.
Para ser sincero, hay muchas partes de la Biblia que me parecen muy difíciles de entender. ¿Cómo puede alguien decirle a su propio sobrino que es mejor que se case con su hija que dársela a otro hombre? Miren a la gente de hoy en día. ¿Hay alguien que diga esto a un pariente? No, por supuesto que no. Dicen que la endogamia entre familiares muy cercanos casi siempre genera defectos genéticos graves. Estos hijos suelen tener problemas de desarrollo graves. Así que hoy en día casarse con un familiar no está bien visto. Sin embargo, en el Antiguo Testamento, esta costumbre era aceptable. Estoy seguro de que Dios escribió esto para enseñarnos una lección espiritual para que no mezclemos nuestra fe con la de los que no han nacido de nuevo.
En cualquier caso, Jacob trabajó en casa de su tío durante catorce años y como resultado de su trabajo duro recibió dos mujeres y muchos hijos. Sin embargo, Jacob se dio cuenta de que, aunque no tenía ninguna posesión, su tío era un hombre muy rico, con mucho ganado de vacas y ovejas y cabras. El tío tenía todo tipo de ganado.
¿Han visto alguna vez al ganado pastar? Yo he estado en Mongolia y he visto a muchas vacas, ovejas y cabras allí. Cuando un pastor avanza los animales le siguen. Las ovejas, cabras y vacas reconocen a su dueño. Una vez oí que Mongolia tiene el mayor número de ganado por cápita. Mongolia tiene mucho ganado y su aire está muy limpio también. Nuestro Evangelio está siendo predicado en este país. Oro para que Dios salve a la gente de este país en cuerpo y espíritu y para que les dé muchas bendiciones a los que se unen a la Iglesia allí.
Volvamos a la Palabra. Al casarse con dos mujeres, Jacob tuvo muchos hijos. Pereo Lea es la que le dio más hijos, ya que Raquel fue infértil durante mucho tiempo. Como Raquel no podía concebir, le suplicó a Dios. Entonces Dios le abrió el vientre y le permitió dar a luz. ¿Quién es el hijo que concibió? Era José. Cuando Raquel tuvo a su primer hijo, dijo: “Dios me ha quitado mi reproche. El Señor Dios me dará otro hijo”. Así que llamó a ese hijo José, que significa “Jehová ha añadido”. Después de tener a José, Jacon quiso dejar a su tío.
 
 
Leamos lo que Jacob hizo para independizarse de su tío
 
Después de tener muchos hijos Jacob quiso dejar a su tío. Como había vivido con sus suegros durante catorce años, ahora era el momento de independizarse. Hay un proverbio coreano que dice que ningún hombre debe vivir con sus suegros si tiene una bolsa de trigo. Sin embargo, hoy en día hay muchos hombres coreanos que quieren vivir con sus suegros. Y las parejas casadas no quieren tener hijos. En la antigüedad, no era inusual ver a una pareja con doce hijos. Y cuando tenían tantos hijos era común que algunos muriesen. Pregunten a algún anciano en su vecindario cuántos hermanos tienen. Casi todos les dirán: “Tengo siete. En realidad, tenía 10, pero 3 han muerto”.
Echen un vistazo a Jacob en el pasaje de las Escrituras. ¿Cuántas mujeres tenía? Cuatro. Incluyendo a sus dos mujeres y sus siervas, Jacob tuvo cuatro mujeres. Pero, aunque tenía tantas mujeres y tantos hijos, aún no podía independizarse. Pero como Jacob quiso irse habló con su tío. En realidad, antes de que esto sucediese tuvo un sueño. Dios se le apareció en un sueño y le dijo: “Soy tu Dios”. En este sueño Jacob vio a carneros saltando por el rebaño listados, pintados y abigarrados (Génesis 31:10). Cuando Dios le mostró estas cosas a Jacob, este le dijo a su tío que quería irse por su cuenta: “Déjame ir para que cuide de mi propia familia”. Su tío le dijo: “Dime tu salario y te lo pagaré”. Jacob dijo: “No hace falta que me pagues mucho salario. No tienes que pagarme. Solo te pido que aceptes mi propuesta. De tus rebaños y ganado, déjame que me lleve los listados, pintados y abigarrados. Los animales que no sean listados, pintados y abigarrados serán tuyos. Pero, antes de empezar, retira todos los animales que sean listados, pintados y abigarrados, y quédatelos. Dame solo las ovejas o cabras pintadas que hayan nacido de animales blancos de ahora en adelante”.
Su tío era un ranchero experto. Así que pensó en la propuesta de Jacob. Si una cabra pintada se aparea con una blanca, es muy probable que a descendencia sea pintada, blanca y negra. Pero ¿qué pasa si ambas son blancas? Seguramente tendrán descendencia blanca. Así que, pensando que la propuesta de Jacob le era beneficiosa, el tío aceptó esta propuesta con gusto.
¿Qué hizo Jacob después de eso? Jacob utilizó ciertos árboles para aparear a más animales pintados. En realidad, no sé nada acerca de árboles. El padre del evangelista Junghee Yun es un experto en árboles y está aquí con nosotros. Quiero empezar preguntándole acerca de estos árboles. Aunque no sé mucho sobre árboles, creo en este suceso. Esto se debe a que es lo que dice la Biblia, y solo tengo que predicar las Escrituras tal y como son. Pero, para ayudarles a entender, le voy a preguntar al experto en árboles. Está escrito en Génesis 30:37-38: “Tomó luego Jacob varas verdes de álamo, de avellano y de castaño, y descortezó en ellas mondaduras blancas, descubriendo así lo blanco de las varas. Y puso las varas que había mondado delante del ganado, en los canales de los abrevaderos del agua donde venían a beber las ovejas, las cuales procreaban cuando venían a beber”. Se dice aquí que Jacob tomó las ramas de álamo, avellano y castaño y las peló para exponer la parte blanca. Voy a preguntarle al padre del evangelista Yun. Cuando se pelan las ramas de un álamo, ¿se ven rayas blancas? ¿Se ven rayas blancas cuando se pelan las ramas de avellano? ¿Y las de castaño? ¿Quedan las rayas blancas expuestas cuando se pelan? ¿Todas esas ramas son blancas por debajo? Muy bien, gracias por esa respuesta. Le he preguntado para asegurarme.
Jacob trabajó muy duro para tener sus propios rebaños. Después de pastar en el campo, los rebaños iban a las acequias a beber. Y Jacob sabía que los rebaños se apareaban mientras bebían y así tenían descendencia. Estas eran las costumbres del rebaño.
¿Qué hizo entonces Jacob? Cuando vio al rebaño sano y fuerte apareándose, puso las ramas peladas de álamo, avellano y castaño con las rayas blancas expuestas delante de las acacias para que el rebaño las viese mientras se apareaba. En otras palabras, Jacob puso estas ramas con rayas blancas delante de los rebaños cuando estaban a punto de aparearse. Como el rebaño también tenía ojos, vio estas ramas. Y por extraño que parezca, cuando dio a luz, nacieron corderos pintados. Hablando espiritualmente, esto implica que, cuando Dios nos muestra el Evangelio del agua y el Espíritu, debemos creer que este Evangelio es el verdadero Evangelio.
Jacob mostró las ramas peladas con las rayas blancas solo cuando los animales sanos estaban apareándose y cuando los débiles lo hacían, quitaba las ramas. Así que cuando nacían corderos blancos eran débiles y frágiles. Por el contrario, ¿cómo eran los corderos pintados? Eran fuertes desde el momento en que nacían. El tío de Jacob vio lo que estaba pasando. En cuanto a los corderos recién nacidos, la relación era de 5:1. Por cada 5 corderos pintados había un solo cordero blanco. El tío pensaría: “¿Cómo puede ser esto? Debe haber un error”. Pero el rebaño siguió teniendo más corderos pintados. ¿Qué ocurrió al final? El número de ovejas blancas, es decir, los rebaños de su tío, descendió mientras que el número de corderos pintados, que pertenecían a Jacob, creció muy rápido. Jacob se llevó a estos rebaños y dejó a su tío. ¿Qué le había dicho Jacob a su tío? Le dijo: “Mi justicia hablará por mí. Que todo animal marrón, pintado o rayado sea mío. Esta será mi justicia. Serán míos”. Y siguiendo su palabra Jacob tuvo éxito y se convirtió en un hombre muy rico y consiguió la independencia que buscaba.
 
 

Los que creen en el Evangelio del agua y Espíritu son diferentes

 
Queridos hermanos, ¿qué nos enseña este suceso de Jacob? Nos enseña que la gente de Dios es diferente de los demás. Esto significa que el pueblo de Dios es especial. En otras palabras, se han revestido del amor especial de Dios y Su justicia y como resultado han hecho que la justicia especial de Dios sea suya. Esto es lo que nos está diciendo el pasaje de las Escrituras de hoy. Recuérdenlo, mis queridos hermanos. Los que han recibido la remisión de los pecados, es decir, los que han recibido la justicia de Dios y la poseen, pueden conseguir cosas especiales en este mundo.
Echen un vistazo a Jacob en el pasaje de las Escrituras. Solo sacó las ramas peladas cuando los rebaños sanos se apareaban y las quitó cuando los débiles lo hacían.
¿Qué implica esto para los que estamos predicando el Evangelio en este mundo? Cuando predicamos el Evangelio a los corazones que han sido arados correctamente y temen a Dios sinceramente, ¿cómo debemos tratarlos? De la misma manera en que Jacob mostraba las ramas, nosotros deberíamos predicar el Evangelio del agua y el Espíritu. En otras palabras, predicamos tanto el bautismo de Jesús como Su sangre derramada en la Cruz con todo detalle. Por contraste, los otros cristianos, a pesar de querer escuchar el Evangelio, intentan establecer su justicia humana diciendo: “Yo solía hacer grandes ministerios en mi vida”. ¿Cómo tratamos a estas personas? ¿De qué debemos hablar a estas personas que no temen a Dios ni tienen fe en Su Palabra? Debemos dejar de lado las Escrituras y hablar solamente sobre los pecados de sus corazones.
Mis queridos hermanos, somos personas nacidas de nuevo sin duda. Somos personas especiales a los ojos de Dios. Hemos sido escogidos en Jesucristo. Somos los hijos de Dios, Sus obreros, gente de gracia y herederos del Cielo. En resumen, vamos a heredar todo lo que Dios tiene. ¿Creen en esto? Somos personas muy especiales.
 
 

Como hemos recibido el amor especial de Dios, no predicamos solo la sangre en la Cruz

 
Mis queridos hermanos, somos personas especiales. Hemos recibido el amor especial de Dios y hemos sido salvados al creer en el Evangelio especial de la justicia de Dios. De la misma manera en que Jacob y toda la gente de la fe en la Biblia eran especiales, también lo son los que creen en el Evangelio del agua y el Espíritu. Jacob incrementó sus rebaños a través de medios especiales y exactos. Esto también es cierto de nosotros. Cuando predicamos el Evangelio, no solo predicamos la sangre de la Cruz, sino que también predicamos el Evangelio especial que proclama la sangre derramada en la Cruz y el bautismo de Jesús.
¿Qué ocurriría si creyesen solo en la sangre de la Cruz? Sus pecados futuros no serán solucionados con tan solo la sangre derramada en la Cruz. Ni se curarán de sus insuficiencias y debilidades humanas. ¿Debemos ofrecer oraciones de penitencia todos los días, aunque Jesús dijese claramente que tomó todos los pecados del mundo? ¿Deberíamos llorar todos los días? ¿Deberíamos crucificar a Jesús todos los días? No, esto no tiene sentido. Dios nos ha dado esta salvación especial y nos ha vestido con su gracia especial. Esto es todo lo que debemos entender.
Mis queridos hermanos, la justicia que tenemos viene de Dios nada más y nada menos. De hecho, nosotros ahora tenemos la justicia de Dios. Por tanto, somos personas justas. Nos hemos convertido en justos. Aunque seguiremos siendo insuficientes en nuestra carne hasta la muerte, seguimos siendo justos claramente. Estamos sin pecados. ¿No es así, queridos hermanos? Por supuesto que sí. ¿Qué ocurre cuando admitimos nuestras insuficiencias? Deberíamos saber que el Señor ya se ha encargado de todas nuestras insuficiencias con todos los pecados que cometeremos en el futuro pase lo que pase.
Sin embargo, aunque el Señor nos ha hecho justos completamente así, ¿qué ocurrirá si negamos el hecho de que ha redimido todos nuestros pecados con el agua y el Espíritu? Este pecado constituye el pecado de blasfemia contra el Espíritu Santo. ¿Qué es la blasfemar contra el Espíritu Santo? Es el pecado de negar las obras de salvación que Dios ha hecho por nosotros. Mientras que cualquier otro pecado puede ser perdonado, este pecado no puede serlo. Aunque podamos ser redimidos de todos los pecados, si cometemos el pecado de la blasfemia contra el Espíritu, ni Dios y el hombre podrá perdonarlo. Nadie puede hacer nada. Estas personas van al infierno voluntariamente. Y si nos relacionamos con estas personas y nos dejamos influir por ellas, acabaremos ir al infierno con ellas.
 
 

Los que creen en la justicia perfecta de Dios son perfectos espiritualmente

 
¿Estoy diciendo estas cosas porque estoy preocupado de que acaben siendo como estas personas depravadas? No, no es así. Si fuéramos tan susceptibles de morir por su veneno, es decir, si la salvación de Dios fuese tan insegura, podríamos decir que Dios no nos ha salvado. ¿Qué dijo Dios acerca de los justos? Dijo que no morirían, aunque fuesen mordidos por una serpiente y bebiesen el veneno de una víbora (Marcos 16:18). Pero no dejen que les muerda una serpiente. Esto no es lo que quiere decir esta Palabra. Lo que quiere decir es que, por mucho que los poseídos por los demonios nos engañen, los justos no son engañados por beber el veneno de Satanás. ¿No es esto cierto? Así, aunque seamos insuficientes en nuestra carne, somos perfectos. Estamos completos.
De vez en cuando veo mis debilidades humanas. Así que intento no ser arrogante. Por supuesto, me enojo cuando alguien me desprecia, pero no tengo ningún deseo de subirme a un pedestal. ¿Qué ocurriría si me levantase para más tarde ver cómo me rebajaban? Esto sería muy vergonzoso para mí. Así que, cuando trato con la gente de este mundo, intento hacerme el tonto. Les digo: “No sé nada”. Sin embargo, cuando alguien se enfrenta a mí debido a mi espiritualidad o fe, le digo claramente: “No me importa lo que me digas porque Dios me ha salvado”. Soy un hombre completamente justo, digan lo que digan los demás; ¿piensan que porque alguien diga algo sobre mí soy 99% justo y 1% pecador? ¡No! ¡Somos perfectos! Somos perfectos y completos a los ojos de Dios.
 
 
Los justos no tienen miedo del fin de los tiempos
 
Dios nos está enseñando. Nos está enseñando para que estemos preparados para las dificultades que vendrán al final de los tiempos. Al final de los tiempos habrá personas que intenten matarnos. Estas cosas nos pasarán en el futuro. Siento que cuando el Evangelio sea predicado completamente y llegue el fin de los tiempos alguien muy cercano a mí me traicionará y hará que me maten. Pero ya estoy preparado para esto. No sé quién es esa persona. Pero puede que pase. “Reverendo, necesito que me acompañe a un sitio”.
“¿Dónde?”.
“Me han llamado para que enseñe el ayuntamiento y me han dicho que le traiga conmigo”.
“De acuerdo, vámonos”. Sabré de qué se trata esto con tan solo escuchar su voz, pero iré con él de todas formas.
“Reverendo, ¿está enojado conmigo por lo que voy a hacer?”.
“No, ¿por qué iba a estarlo? Es lo que tienen que hacer, así que hazlo rápidamente”.
Cuando llegue al ayuntamiento, los oficiales me preguntarán: “¿Tiene pecado en su corazón?”.
“No tengo pecados”.
“¿Cómo puede decir que no tiene pecados?”.
“Porque Dios me ha salvado perfectamente”.
“Pero hemos leído tu expediente y hemos encontrado muchos problemas”.
“Aún así, no tengo pecados”.
“¿Cómo puede decir que no tiene pecados cuando tiene tantos fallos? ¿No es extraño?”.
“Puede parecer extraño, pero eso no cambia el hecho de que no sea pecador”.
“Pero aún así, ¿no es pecador? Si dice que tiene pecados, le soltaremos, pero si sigue diciendo que no tiene pecados, le meteremos en prisión”.
“Haced lo que queráis, pero estoy sin pecados”.
“En ese caso, te meteremos en la cárcel. La ley dice claramente que todo que diga que no tiene pecados debe ir a la cárcel”.
Entonces me llevarán a la cárcel, pero incluso allí cantaré las mismas alabanzas que cantamos ahora. Y después me matarán. Mis queridos hermanos, poco después de estas cosas nuestro Señor vendrá. No tengo miedo a la muerte, sino que la espero con los brazos abiertos. ¿Qué decimos acerca del martirio? Hemos escrito en una de nuestras canciones de alabanza: “El martirio es nuestra recompensa”. Cuando llegue este momento y no quieran morir, no tienen que morir. Pueden esconderse en las alcantarillas para intentar salvar sus vidas miserables. Pero ¿de verdad quieren vivir así cuando caiga granizo del cielo, haya terremotos y los volcanes extinguidos empiecen a entrar en erupción por todo el mundo, cuando los ríos y los océanos se conviertan en sangre y solo puedan comer ratas para no morir de hambre? Si tienen el Espíritu Santo en su corazón, entonces recibirán el martirio esperando a que vuelva el Señor y orando: “Señor Jesús, ven pronto”.
¿Están pensando para sí mismos por qué estoy hablando del fin de los tiempos de nuevo? Pero tengo que decir esto porque hay muchos predicadores hoy en día que están engañando a la gente con la doctrina del rapto de la pretribulación. ¿Por qué es todavía tan popular la doctrina del rapto de la pretribulación? Porque los que creen en el rapto de la pretribulación piensan que irán al Señor sin sufrir la Gran Tribulación. Esta hipótesis puede silenciar su miedo a la Tribulación. Sin embargo, están destinados a no tener cuidado con sus vidas de fe presentes. Mis queridos hermanos, no debemos en la doctrina del rapto de la pretribulación, sino que solo debemos predicar este Evangelio correctamente.
Volvamos a la Palabra. Mis queridos hermanos, somos personas perfectas. En el pasaje de las Escrituras de hoy Jacob tenía muchas faltas y era astuto y mentiroso. Pero, a pesar de esto fue muy bendecido por Dios. Abraham, Isaac, Jacob y sus descendientes son la gente de que que tenía la misma fe que nosotros tenemos. De la misma manera en que estas personas que sirvieron a Dios de todo corazón, nosotros nos hemos vestido especialmente de la justicia de Dios y por eso nos hemos convertido en personas completamente justas y perfectas. Estamos llevando a cabo obras muy importantes. En resumen, estamos predicando el Evangelio del agua y el Espíritu Debemos darnos cuenta claramente de que somos personas así de especiales.
Mi mente está preocupada con la cuestión de cómo debemos predicar el Evangelio en la segunda mitad de este año. Debemos consultar los unos con los otros y celebrar reuniones de oración para tratar esta cuestión y les pido que sirvan al Señor con devoción cuando vuelvan a sus respectivas iglesias. Los ministros también se reunirán para consultar y orar y trazarán un plan.
Mis queridos hermanos, aunque seamos insuficientes, Dios es perfecto. Y este Dios perfecto nos ha dado Su justicia. La justicia que tenemos es la justicia perfecta que Dios nos ha dado. Por eso durará para siempre. Todo el que tiene esta justicia vencerá a este mundo, al Diablo, a sí mismo y prevalecerá. ¿Creen en esto? No serán engañados por nada.
 
 
Ahora, en este mundo, hay mucho trabajo que hacer
 
Hay muchos cristianos en este mundo que están engañando y siendo engañados. Por eso se han convertido en meros practicantes de la religión. ¿En qué creemos? ¿En alguna religión o fe? Es fe. Nosotros somos personas de fe que viven por fe. Creemos que Dios nos ha hecho perfectamente justos y por esta fe estamos predicando el Evangelio para salvar a la gente. ¿Acaso no es esta la obra correcta? Por supuesto que sí. No hay otra obra en este mundo que sea tan buena como esta. ¡Qué salvación tan perfecta y maravillosa nos ha dado Dios! ¿Qué bendiciones tan maravillosas nos ha dado! ¡Qué maravillosa y justa es la obra que nos ha mandado! Como personas así debemos hacer siempre la obra espiritual de Dios.
Todavía hay muchas personas en este planeta que deben recibir la remisión de los pecados. He estado en Mongolia y este país tiene muchos habitantes. Allí conocimos a algunos misioneros coreanos, pero eran patéticos. Nos dijeron que no podríamos ir a su escuela porque han estado cuidando allí de otras personas durante siete años. Hay una universidad cristiana establecida por los misioneros coreanos, pero no nos permiten visitarla. Es ridículo. Piensen en esto. El campo del Evangelio debería estar abierto a cualquiera para plantar la semilla del Evangelio. Solo porque esas personas estén allí, ¿predican el Evangelio a todo el mundo? De hecho, no han predicado el Evangelio del agua y el Espíritu a nadie, ni a una sola persona, ya que no conocen este Evangelio verdadero. Pero a pesar de esto no nos permitieron visitar a sus estudiantes. Los profesores nativos también nos dijeron: “Estos misioneros nos han ayudado tanto que no queremos que ustedes se metan en lo que han hecho”.
Mis queridos hermanos, hay mucho trabajo por hacer en el mundo entero. Jacob tomó las ramas de álamo, avellano y castaño y peló tiras blancas para que cuando su rebaño y ganado se aparease las vieran. En otras palabras, hizo que sus animales tuviesen descendencia pintada utilizando un método especial de crianza. ¿Qué es lo que implica? Significa que hemos sido salvados de los pecados de este mundo al creer en el Evangelio del agua y el Espíritu y que el siguiente paso para nosotros es predicar este Evangelio especial. Esto es exactamente lo que Dios nos está diciendo.
Mis queridos hermanos, pase lo que pase no deben cometer el pecado de blasfemia contra el Espíritu Santo. Si son insuficientes, solo tienen que admitir que lo son y que han cometido pecados. Entonces, en ese momento, la justicia que el Señor nos ha dado brillará y hará que toda la oscuridad desaparezca. Les hará completos de nuevo. Les hará perfectos. Aunque nos caigamos a lo largo de nuestras vidas, Dios nos ha hecho perfectos y justos.
¿Cuándo cargó Dios con todos nuestros pecados? Cargó con todos ellos cuando fue bautizado y los llevó hasta la Cruz. Fue condenado por todos nuestros pecados al derramar Su preciosa sangre. Así es como Dios nos ha salvado perfectamente. ¿Cómo vamos a creer en las palabras de los injustos y seguirlas? Para ser sincero, lo que dicen es totalmente increíble. Hablan de lo que dicen los teólogos famosos, pero es ridículo. “Podéis ir a cien seminarios si queréis. No valdrá para nada porque lo que estoy diciendo después de leer un capítulo en la Biblia es mejor que vuestras enseñanzas”. Mis queridos hermanos, la justicia de Dios es superior que el intelecto de los hombres. Y muy superior que cualquier enseñanza humana. ¿Están de acuerdo?
Mis queridos hermanos, en los años siguientes Satanás intentará seguir atacándonos en diferentes áreas a través del cristianismo corriente que no predica el Evangelio del agua y el Espíritu. También atacará nuestras debilidades. En momentos como este deben recordar sin falta que la justicia de Dios se ha convertido en su justicia. Les pido que piensen en la obra de Dios, la obra del Espíritu. Céntrense en hacer la obra de salvar almas. Dios ha completado su salvación y la mía. Piensen en la obra de salvación que Dios ha hecho por estas almas. Cuando nos decidimos a salvar almas en nuestras vidas, recordando cómo Dios nos dijo que predicásemos el Evangelio y con qué método, y cómo Dios obra en nuestras vidas cuando hacemos lo que nos pide, todas nuestras debilidades serán cubiertas. Cuando la justicia de Dios les llene, no tropezarán ni se caerán. Y se convertirán en obreros de la justicia que glorifican a Dios y llevarán a muchas personas por el buen camino. Serán obreros perfectos ante Dios.
Mis queridos hermanos, el mundo es grande y hay mucho que hacer. Esto es lo que dijo Woo Jung Kim, el fundador de la empresa global Daewoo. No sé dónde está hoy en día, pero nos dejó unas palabras muy interesantes: “El mundo es grande y hay mucho que hacer”. Esto es muy interesante. El mundo es grande. Corea es grande también. Es casi imposible viajar a todos los rincones de Corea. Así de grande es el mundo. Y en este mundo hay mucho que hacer. Debemos salvar a todo el mundo, blancos y negros, cristianos y no cristianos, sabios y necios, arrogantes y humildes, jóvenes y viejos, ambiciosos y desesperados. Así que les pido que solo piensen en la obra espiritual de salvar a las almas. Piensen en la obra del Espíritu en vez de la obra de la carne.
Cuando pensamos en la obra del Espíritu, tenemos conocimiento claro porque nuestros pensamientos son guiados por el Espíritu. ¿Qué nos dijo el Señor? Nos dijo que pensásemos en la obra del Espíritu en vez de la obra de la carne. Y también nos dijo que, mientras que la obra de la carne nos trae la muerte, la obra del Espíritu nos da la vida y la paz. Si pensamos en las cosas del Espíritu, haremos la obra del Espíritu, pero si pensamos en las cosas de la carne, haremos la obra de la carne. Dependiendo de las cosas en las que pensemos y en las que creamos, nuestros cuerpos y acciones se moverán de la misma manera. ¿Creen en esto? Somos así. No soy un hombre especial. Si me ponen delante algo delicioso que sea malo para la salud, me lo comeré sin pensarlo. Todo el mundo es así. ¿Qué me hace diferente? Que pienso en la obra del Espíritu. De esta manera, mientras vivamos en este mundo debemos pensar siempre en las cosas del Espíritu y hacer la obra del Espíritu Santo.
Quiero orar por las almas perdidas, por nuestros hermanos y hermanas, pasar el resto de mi vida pensando en la obra espiritual y haciendo la obra justa y después ir a Dios. Quiero que todos vivamos una vida justa. Quiero que todos vivan una vida perfecta conmigo. Aunque a menudo mis insuficiencias queden expuestas y me vuelva avaricioso de vez en cuando, soy una persona perfecta por creer en la justicia de Dios, viviré el resto de mi vida con valor e incluso con más justicia. Como he sido justificado y ahora soy un hombre justo, puedo vivir una vida justa. Aunque haya muchos rebaños y ganado, quiero criar a uno especial como Jacob, en vez de tener un rebaño corriente. En otras palabras, aunque hay muchas almas en este mundo y muchos cristianos, quiero criar a justos que estén bien cualificados para levantarse ante Dios al recibir la remisión de los pecados; enviar a esas almas al Señor e ir a Él después de hacer esta obra.
Espero y oro para que nuestros santos y ministros no se dejen llevar por nadie o nada y que sigamos haciendo lo que debemos hacer. ¿Cuál es esta obra que debemos hacer? Sé que todo estará bien si hacemos lo que el Señor nos dice que hagamos. Aunque pase algo inesperado estoy seguro de que Dios estará con nosotros y lo solucionará con justicia.
¿Puede cualquier persona convertirse en un líder solo porque quiera serlo y se puede conseguir algo solo por quererlo? Si Dios nos dice que hagamos esta obra, debemos hacerlo; y si Dios quiere que trabajemos en cierta posición, debemos hacerlo. ¡Ya está! ¿Hay algo más que hacer? No, no hay nada más que hacer que obedecer a Dios.
Algunos traidores los dejaron y me llamaron usurpador de esta Iglesia. Desde que encontré al Señor, nunca he tenido ninguna codicia para mí mismo. No tengo ninguna ambición. No tengo ninguna intención de recibir nada de ustedes. Todo lo que quiero es que vivan una vida justa, que sean bendecidos por Dios en cuerpo y espíritu, y que ayuden a las almas que no han recibido la remisión de los pecados a recibir su salvación. Este es mi único deseo, no tengo ningún otro.
Si viviese mi vida como cualquier otro cristiano, habría abandonado mi vida de fe hace mucho tiempo. Si mi fe fuera simplemente religiosa y creyese solamente en la sangre derramada en la Cruz, pecando todos los días y recibiendo la remisión de los pecados todos los días con oraciones de penitencia, estaría muerto espiritualmente preguntándome: “¿Por qué creo en Jesús con tantos problemas?”. Pero, queridos hermanos, este no es el Jesús en el que creemos. Somos los que tienen la justicia de Dios porque creemos en Su perfecta justicia.
Estoy muy agradecido a Dios por darnos Su justicia y porque ahora tenemos esta justicia de Dios. Oro a Dios para que nos use y bendiga aún más para predicar el Evangelio del agua y el Espíritu, este Evangelio de Dios especial, por todo el mundo.
Le doy gracias a Dios.