(Hechos 2:38)“Pedro les dijo: Arrepentios y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo”
¿Cuál es el verdadero arrepentimiento necesario para recibir el Espíritu Santo?
Es regresar al bello evangelio del agua y del Espíritu y creer en el bautismo de Jesús y su sangre en la cruz.
La Biblia dice en Hechos 2 que el sermón de Pedro motivó a las personas profundamente y los llevó a arrepentirse de sus pecados. Ellos fueron tocados en el corazón y le dijeron a Pedro y al resto de los apóstoles, ¿Qué haremos? Entonces Pedro contestó, “Arrepentios y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo” (Hechos 2:38).
El sermón de Pedro nos muestra claramente que la fe en el bello evangelio del agua y el Espíritu es indispensable para recibir el Espíritu Santo y también nos muestra lo que es el verdadero arrepentimiento. Nosotros debemos saber que podemos recibir el Espíritu Santo junto con la remisión de pecados mirando las Escrituras estrechamente y creyendo en el bello evangelio del agua y el Espíritu.
La primera cosa que necesitamos para recibir la vida en el Espíritu Santo es tener fe en el arrepentimiento bíblico. Sin embargo, debemos tener cuidado para no confundir el arrepentimiento con el remordimiento. El arrepentimiento aquí significa fe en Jesucristo. Nosotros podemos ver en la Biblia que las personas sintieron remordimiento cuando ya habían crucificado al Señor. Ellos sintieron remordimiento al preguntarle a Pedro lo que ellos debían hacer y admitir sus pecados aun antes de que Pedro les dijera que se arrepintieran. A través de esto podemos ver que el arrepentimiento del que Pedro estaba hablando no era del remordimiento por el pecado o el admitirlos, sino mas bien el aceptar a Jesucristo en su corazón como su Salvador y tener fe en el bello evangelio que Él nos dio. Esta es la verdadera naturaleza del arrepentimiento.
El amor de Jesucristo vino a nosotros antes de que hubiera algún auto-arrepentimiento por los pecados en nuestros corazones. Esto significa que Jesús se llevó nuestros pecados cuando él fue bautizado en el río Jordán, murió en la cruz, y entonces subió de nuevo desde la muerte. De esta manera, Él nos limpió de todos nuestros pecados e iniquidades.
El verdadero arrepentimiento significa creer en esta verdad. ¿Usted piensa que nuestros pecados se habrán ido para siempre, simplemente porque nos sentimos mal y rogamos por el perdón? Éste no es el verdadero arrepentimiento. El verdadero arrepentimiento significa recibir la remisión de nuestros pecados creyendo en el bello evangelio del bautismo de Jesús y su sangre. La Biblia dice que debemos ser perdonados de nuestros pecados por el arrepentimiento. Igualmente, tenemos que creer en el evangelio del bautismo de Jesús y su sangre para recibir remisión completa de nuestros pecados.
Pedro administró el bautismo “en el nombre de Jesucristo” a aquellos que creyeron en Jesús. Jesús fue bautizado para asumir los pecados de toda la humanidad. Su bautismo y muerte en la cruz fueron la realización del bello evangelio que le permite a los creyentes recibir la vida en el Espíritu Santo (Mateo 3:15-17). La humanidad puede ser santificada creyendo en el bautismo de Jesús y su sangre en la cruz. En resumen, aquellos que han recibido la remisión de pecados creyendo en el evangelio han recibido el Espíritu Santo.
¿Puede la oración hacer que vivamos en El Espíritu Santo?
Las personas no pueden recibir el perdón de pecados y la vida en el Espíritu Santo por si solas no importa cuan duro ellos oren para recibirlo. Para tener la vida en el Espíritu Santo, es necesario creer en el bello evangelio logrado por el bautismo de Jesús y su sangre en la cruz. El Espíritu Santo de Dios sólo se concede a aquellos cuyos pecados han sido completamente lavados.
La fe en el evangelio significa reconocer a Jesucristo como el verdadero Salvador. Hechos 2:38 dice, “Arrepentios y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo.” El apóstol Pedro dijo que el gozo de recibir al Espíritu Santo se da a aquellos que son perdonados por sus pecados a través de la fe correcta del arrepentimiento. El perdón de pecados y recibir la vida en el Espíritu Santo están entrelazados.
La Biblia dice, “Arrepentios y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo, porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare” (Hechos 2:38-39).
Uno sólo puede recibir el Espíritu Santo con la condición de que su corazón ya haya sido santificado y sin el pecado. Por consiguiente, debemos creer en el evangelio que Jesucristo nos dio. Nosotros somos santificados después de obtener el perdón por nuestros pecados creyendo en el evangelio maravilloso que dice que Jesucristo lavó todos los pecados del mundo cuando fue bautizado. Sólo entonces podemos decir que recibimos el Espíritu Santo. Es voluntad de Dios que el Espíritu Santo more en la humanidad. “Pues la voluntad de Dios es vuestra santificación” (1 Tesalonicenses 4:3).
El verdadero perdón no se obtiene a través del esfuerzo de las personas, los sacrificios o su bondad inherente, sino sólo creyendo en el bello evangelio que Dios, la Santa Trinidad, cumplió a través de Juan Bautista. Dios, la Santa Trinidad, concedió la vida en el Espíritu Santo a aquellos que han sido perdonados creyendo en el bello evangelio.
“Al oir esto, se compungieron de corazón y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?” (Hechos 2:37) esto indica que ellos habían cambiado sus mentes y ahora habían creído en Jesús como su Salvador. Ellos también se salvaron de sus pecados creyendo en el verdadero arrepentimiento que predicó Pedro. Se dio el perdón de pecados a toda la humanidad que depende de su fe en el Bello evangelio del bautismo de Jesús y su sangre en la cruz.
El propósito del bautismo de Jesús fue llevarse los pecados del mundo. La fe en esto es condición esencial para recibir el Espíritu Santo. Dios concede la vida en el Espíritu Santo a aquellos que creen en el evangelio de la verdad basados en el bautismo de Jesús. “Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua, y he aqui los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma y se venia sobre él” (Mateo 3:16). La venida del Espíritu Santo en el Día de Pentecostés tiene una relación especial con la fe de los apóstoles en el bello evangelio: el bautismo de Jesús, Su muerte en la cruz y resurrección.
En Hechos dice que las personas se bautizaron en el nombre de Jesús y recibieron el Espíritu Santo. Nosotros debemos creer que el recibir la vida en el Espíritu Santo es un don especial de Dios. Para recibir el don del Espíritu Santo, todos nuestros pecados tienen que ser lavados a través de la fe en el bautismo de Jesús y por su muerte en la cruz.
Según Hechos, todos aquellos que oyeron el sermón de Pedro cuando dijo, “Sed salvos de esta perversa generación” (Hechos 2:40), siguieron su consejo y fueron bautizados. Lo que aprendemos de la Biblia es que los apóstoles en los días de la iglesia temprana recibieron el Espíritu Santo sobre la base de su fe en el bautismo de Jesucristo y su sangre en la cruz. Ésta es la condición esencial para recibir el Espíritu Santo. La fe en el bautismo de Jesús y su sangre en la cruz son indispensables si uno busca el perdón de pecado.
La fe que nos lleva a recibir el Espíritu Santo a través del verdadero Arrepentimiento
Leamos Hechos 3:19. “Así que, arrepentios y convertios para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio.” ¿Cómo debemos definir el arrepentimiento? Meditémoslo de nuevo.
En la Biblia, el arrepentimiento significa volver a la fe en la redención. En aquellos días, la gente se comportó como quiso y como lo desearon y rindieron culto a cosas que Dios había creado. Pero después de que comprendieron que Jesucristo los salvó de sus pecados con el agua y su sangre, fueron convertidos. Éste es el arrepentimiento bíblico. El verdadero arrepentimiento es volver al bello evangelio del agua y el Espíritu.
¿Cuál es el verdadero arrepentimiento que se necesita para recibir el Espíritu Santo? Es creer en el bautismo de Jesús y su sangre en la cruz. “para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio.” Si la gente tiene esta fe, ellos serán perdonados por sus pecados para recibir el Espíritu Santo. Debido a que Jesús santificó a todos los pecadores en el mundo a través de su bautismo y sangre en la cruz, debemos creer en este Bello evangelio, debemos obtener la redención y recibir el Espíritu Santo.
Para creer en Jesús y recibir la vida en el Espíritu Santo, nuestro pecado debe pasarse a Jesús a través de la fe en su bautismo y muerte, en la cruz. Nosotros debemos creer que Jesús se llevó todos nuestros pecados y murió en la cruz al ser juzgado por nuestros pecados. Ésta es la fe correcta y el verdadero arrepentimiento que nos permiten tener la vida en el Espíritu Santo.
El Espíritu Santo viene a aquellos que tienen el perdón de todos sus pecados. ¿Por qué Dios da el Espíritu Santo como don a aquellos que tienen la redención? Debido a que el Espíritu Santo, siendo santo, quiere morar dentro de ellos y sellarlos como sus hijos.
El Espíritu Santo es Dios. El Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo es Dios. Ellos son tres Personas, pero ellos son el mismo Dios para aquellos que creen en Jesús. El Padre tenía un plan para salvarnos de nuestros pecados y así Jesús el Hijo vino a este mundo, fue bautizado por Juan para llevarse los pecados del mundo, murió en la cruz, subió de nuevo de la muerte al tercer día y ascendió al cielo. El Espíritu Santo nos conduce a creer en este bello evangelio testificando sobre el bautismo de Jesús y su sangre en la cruz.
Dios sella a aquellos que han sido salvados a través del Espíritu Santo. El Señor concede el Espíritu Santo a aquellos que creen en el evangelio por el cual Jesús se llevó los pecados del mundo. Dios les da el Espíritu Santo como herencia al sellarlos como sus hijos. El Espíritu Santo es la evidencia final de la salvación del pecado a aquellos que creen en el bello evangelio.
Aquellos que tienen el Espíritu Santo son los hijos del Señor. Aquellos que tienen el gozo de vivir en el Espíritu Santo siempre se sienten refrescados. Ellos tienen una fe firme en la Palabra de Dios, en el bautismo de Jesús y en la sangre en la Cruz. Ellos están verdaderamente contentos. Aquellos que se arrepienten de la forma apropiada no tienen ningún pecado en sus corazones y el Espíritu Santo mora en ellos.
La Biblia dice que hay arrepentimiento que trae perdón de pecados. ¿Usted ha pasado por tal arrepentimiento? Si usted se arrepiente y adopta la fe verdadera, usted también puede recibir el bello evangelio. Yo le aconsejo arrepentirse de sus pecados y recibir el Espíritu Santo. ¿Está usted listo para arrepentirse y creer en el bello evangelio que conduce vivir en el Espíritu Santo?
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