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Sermoni

Tema 18: Génesis

[Capítulo 7-6] Los jornaleros de Dios (Génesis 7:1-24)

Los jornaleros de Dios(Génesis 7:1-24)
«Dijo luego Jehová a Noé: Entra tú y toda tu casa en el arca; porque a ti he visto justo delante de mí en esta generación. De todo animal limpio tomarás siete parejas, macho y su hembra; mas de los animales que no son limpios, una pareja, el macho y su hembra. También de las aves de los cielos, siete parejas, macho y hembra, para conservar viva la especie sobre la faz de la tierra. Porque pasados aún siete días, yo haré llover sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches; y raeré de sobre la faz de la tierra a todo ser viviente que hice. E hizo Noé conforme a todo lo que le mandó Jehová. Era Noé de seiscientos años cuando el diluvio de las aguas vino sobre la tierra. Y por causa de las aguas del diluvio entró Noé al arca, y con él sus hijos, su mujer, y las mujeres de sus hijos. De los animales limpios, y de los animales que no eran limpios, y de las aves, y de todo lo que se arrastra sobre la tierra, de dos en dos entraron con Noé en el arca; macho y hembra, como mandó Dios a Noé. Y sucedió que al séptimo día las aguas del diluvio vinieron sobre la tierra. El año seiscientos de la vida de Noé, en el mes segundo, a los diecisiete días del mes, aquel día fueron rotas todas las fuentes del grande abismo, y las cataratas de los cielos fueron abiertas, y hubo lluvia sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches. En este mismo día entraron Noé, y Sem, Cam y Jafet hijos de Noé, la mujer de Noé, y las tres mujeres de sus hijos, con él en el arca; ellos, y todos los animales silvestres según sus especies, y todos los animales domesticados según sus especies, y todo reptil que se arrastra sobre la tierra según su especie, y toda ave según su especie, y todo pájaro de toda especie. Vinieron, pues, con Noé al arca, de dos en dos de toda carne en que había espíritu de vida. Y los que vinieron, macho y hembra de toda carne vinieron, como le había mandado Dios; y Jehová le cerró la puerta. Y fue el diluvio cuarenta días sobre la tierra; y las aguas crecieron, y alzaron el arca, y se elevó sobre la tierra. Y subieron las aguas y crecieron en gran manera sobre la tierra; y flotaba el arca sobre la superficie de las aguas. Y las aguas subieron mucho sobre la tierra; y todos los montes altos que había debajo de todos los cielos, fueron cubiertos. Quince codos más alto subieron las aguas, después que fueron cubiertos los montes. Y murió toda carne que se mueve sobre la tierra, así de aves como de ganado y de bestias, y de todo reptil que se arrastra sobre la tierra, y todo hombre. Todo lo que tenía aliento de espíritu de vida en sus narices, todo lo que había en la tierra, murió. Así fue destruido todo ser que vivía sobre la faz de la tierra, desde el hombre hasta la bestia, los reptiles, y las aves del cielo; y fueron raídos de la tierra, y quedó solamente Noé, y los que con él estaban en el arca. Y prevalecieron las aguas sobre la tierra ciento cincuenta días».
 
 
Está escrito en Génesis 7:1-5: «Dijo luego Jehová a Noé: Entra tú y toda tu casa en el arca; porque a ti he visto justo delante de mí en esta generación. De todo animal limpio tomarás siete parejas, macho y su hembra; mas de los animales que no son limpios, una pareja, el macho y su hembra. También de las aves de los cielos, siete parejas, macho y hembra, para conservar viva la especie sobre la faz de la tierra. Porque pasados aún siete días, yo haré llover sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches; y raeré de sobre la faz de la tierra a todo ser viviente que hice. E hizo Noé conforme a todo lo que le mandó Jehová».
Aquí Dios le dijo a Noé que llevase al arca dos pares de animales sucios, macho y hembra, y siete pares de animales limpios, también macho y hembra. Este es un pasaje muy importante. Dios le estaba diciendo a Noé que salvase a todos las especies cuando fuese a juzgar al mundo por agua. Así que todas las especies de seres vivos de este mundo entraron en el arca sin excepción. ¿Por qué dijo esto Dios? El que dios le dijese a Noé que metiese en el arca dos pares de animales sucios, macho y hembra, significa que le confió la obra de salvar a todas las almas. Dicho de otra manera, Dios había tomado a Noé como Su jornalero para cumplir Su voluntad. Como entenderán, Noé trabajó con Dios para llevar animales sucios y limpios al arca.
 
 

Dios trabaja con Sus siervos

 
Dios escogió un socio y este socio era Noé. Dios entonces le dijo a Noé: «Dijo luego Jehová a Noé: Entra tú y toda tu casa en el arca; porque a ti he visto justo delante de mí en esta generación. De todo animal limpio tomarás siete parejas, macho y su hembra; mas de los animales que no son limpios, una pareja, el macho y su hembra. También de las aves de los cielos, siete parejas, macho y hembra, para conservar viva la especie sobre la faz de la tierra». A través de Noé Dios llevó a cabo la obra de juzgar este mundo y salvar almas. Todos debemos entender que Dios hizo Su obra a través de Noé y con Noé.
Como he mencionado, Dios tomó a Noé como Su socio, ¿pero qué tipo de trabajo debemos hacer los que nos hemos convertido en socios de Dios entonces? Primero, Dios le había dicho a Noé que metiese en el arca siete pares de animales limpios y dos pares de animales sucios, machos y hembras. En la Biblia, la palabra par implica trabajar juntos. Dios le estaba diciendo a Noé que tenía que trabajar con él cuando metió a animales sucios en el arca. Al trabajar junto a Dios, Noé tuvo que limpiar y perfeccionar a los animales sucios y llevarlos al arca.
En cada época, Dios levanta a Sus siervos y manifiesta Su voluntad a través de ellos, confiándoles Su obra. Dios trabajó a través de Noé en sus días. Noé recibió la orden de construir el arca y meter animales en ella. En otras palabras, Dios había escogido a Noé como Su siervo y trabajó a través de él. A través de Sus siervos Dios cumple Su voluntad.
Mis queridos hermanos, si no trabajamos con Dios, no podremos llevar animales sucios al arca. Si no nos unimos con Dios y a Sus siervos escogidos, no podremos salvar a las almas por mucho que lo intentemos. Se darán cuenta de esto cuando empiecen a trabajar.
¿A quién habló Dios? Habló a Noé, Su hombre escogido. Cuando reflexionamos acerca de lo que dice la Biblia, podemos darnos cuenta de que cuando los seres humanos se juntaron entre sí, sin escuchar a Dios, Dios los esparció (Génesis 11:9). Sin embargo, cuando nos unimos con la voluntad de Dios, cumple Su voluntad a través de Sus siervos. Noé llevó al arca dos pares de animales sucios, macho y hembra. El que Dios le dijese a Noé que llevase dos pares en el arca implica que debemos trabajar con Dios. Para trabajar con Dios, debemos aceptar Su corazón completamente y unirnos a él. Si no lo hacemos, ¿cómo nos confiaría Dios Su obra de llevar animales sucios al arca y salvarnos?
No podemos trabajar con Dios con nuestros propios pensamientos. Como Noé dejó de lado sus pensamientos y se unió con Dios, Dios lo escogió como Su socio, trabajó con él y le confió Su obra. Dios también quiere que nos unamos en Su Iglesia. A través de Sus siervos la Palabra de Dios viene a la Iglesia. Por tanto, los que se unen con la Iglesia de Dios son Sus colaboradores y Dios los está llamando para que hagan Su obra. Dios necesita a los que van a hacer Su obra juntos, unidos con Su Iglesia. Sin embargo, aunque algunas personas se unen a la Iglesia de Dios después de nacer de nuevo, otras no lo hacen.
En este mundo hay muchos animales sucios, es decir, hay personas que no han nacido de nuevo. La Iglesia de Dios trabaja para llevar a estos animales sucios al arca, y necesita colaboradores que se unan a Dios para su obra de salvación, actúen juntos y tomen la obra de Dios como suya. Dios hace colaboradores de los que creen y siguen Su voluntad, y a través de estas personas Dios habla y obra.
Dios le dijo a Noé: “Entra en el arca, tú y toda tu casa” y también le dijo: “Lleva contigo a siete pares de animales limpios y dos pares de animales sucios, macho y hembra”. Los que trabajan con Dios, trabajan según Su Palabra, no según sus propios deseos. En otras palabras, los socios de Dios conocen Su corazón y trabajan unidos con Sus deseos. Entonces, ¿cómo pueden los siervos de Dios conocer Su corazón? Pueden conocer Su corazón porque Dios lo manifiesta hablando a Sus siervos. Dios está vivo. Y mueve los corazones de Sus siervos, trabaja con ellos y les da todo lo que necesitan. Aunque Dios está vivo, como es Espíritu, a través de los seres humanos hace la obra de salvar a todas las almas. El Espíritu Santo no obra por Sí mismo. Habla a través de los labios de los siervos de Dios y trabaja a través de la Palabra de Dios.
Dios escogió a Noé como Su siervo para llevar a cabo Su obra y trabajó con él. Aunque hay muchas personas que vivían en aquel entonces, Dios escogió específicamente a Noé como Su socio. En estos tiempos, aunque también hay mucha gente, Dios ha escogido a los creyentes del Evangelio del agua y el Espíritu como Sus socios. Al escoger a Sus siervos, Dios trabaja a través de ellos. Su fe crecerá mucho cuando se den cuenta de esto. Si creen que Dios obra a través de Sus siervos, que la Palabra predicada por ellos es la Palabra de Dios, y que trabajar con los corazones de estos siervos es trabajar con Dios, entonces tienen una fe madura. Oro porque tengan esta fe.
Dios trabajó a través de Noé, escogiéndole como Su socio, dándole gracia y cumpliendo Su voluntad a través de Él. Le dio Su corazón a Noé y le dijo cuál era Su voluntad. Y Dios le dijo a Noé que la llevase a cabo. Dios había entregado Su gracia a Noé. Hizo que Noé trabajase. Le contó Sus pensamientos y le ayudó a cumplir Su obra. Satanás, por el contrario, se levantó contra Noé, pero Noé venció porque Dios trabajó con él.
Si Noé no hubiese tenido el material adecuado para construir el arca y hubiese tenido dificultades para completarla, Dios le habría preparado todos los materiales. Sin embargo, si Noé no hubiese cumplido el mandamiento de Dios aunque Dios le hubiese dado los materiales, y por tanto el arca no hubiese sido construida, habría desobedecido la voluntad de Dios. Cuando veo cómo Dios trabajó a través de Noé quien se regocijó por obedecer Su Palabra, veo que ahora en esta era también, Dios cuenta Su plan a Sus siervos y cumple Su voluntad a través de estos siervos de la misma manera. Puedo ver que el corazón de Dios sigue siendo igual ahora que entonces.
Noé lo hizo todo según la Palabra de Dios. ¿Fue arruinado por esto entonces? No, por supuesto que no. Ningún siervo de Dios verdadero fue arruinado. Dios bendice a todos los que han sido escogidos para trabajar con Él. Sin estos siervos de Dios es difícil encontrar a Dios y escucharle directamente. A través de los siervos de Dios podemos darnos cuenta de Su voluntad. Por tanto, honrar a los siervos de Dios y unirnos a ellos es honrar y unirse a Dios. Dios le concedió Su gracia a Noé. Es una bendición poder hacer la obra de Dios en estos tiempos, estar con Él y escuchar Sus enseñanzas a través de Sus siervos. Podemos encontrar Su gracia dentro de la gracia de Dios.
 
 

Unirse a los siervos de Dios es unirse a Dios

 
Dios trabajó con los animales a través de Noé. No trabajó directamente con ellos. Así, Dios manifiesta Su voluntad a Sus siervos y obra a través de ellos. En cada época, Dios llama a Sus colaboradores y trabaja con ellos. Después de la generación de Noé, Dios llamó a Abraham, Isaac y Jacob; después llamó a Moisés, Josué y a los Jueces; y después a Samuel y a David. Cuando Israel estaba dividido en un Reino del Norte y otro del Sur, Dios llamó a muchos profetas, desde Elías a Eliseo, Isaías, Jeremías, Ezequiel, Daniel, etc., y habló y obró a través de ellos.
Dios entonces llamó a Juan el Bautista para preparar el camino del Señor y finalmente envió a Jesucristo a este mundo. Los que creen en Su voluntad y se unen a Él son los que el Señor llama para ser Sus discípulos. Infaliblemente, Dios trabaja a través de Sus siervos. Por tanto, desobedecer la voluntad de los siervos de Dios es desobedecer a Dios. ¿Cómo van a conocer la voluntad de Dios por su cuenta? Cuando conocemos los corazones de los siervos de Dios podemos darnos cuenta de Su voluntad. Si miramos la voluntad de los siervos de Dios y la seguimos con apreciación, esto es seguir la voluntad de Dios, y la vida que sigue la voluntad de Dios es la vida más bendita.
Dios habló a Noé en detalle y concretamente sobre cómo debía construir el arca, diciendo: «Y de esta manera la harás: de trescientos codos la longitud del arca, de cincuenta codos su anchura, y de treinta codos su altura. Una ventana harás al arca, y la acabarás a un codo de elevación por la parte de arriba; y pondrás la puerta del arca a su lado; y le harás piso bajo, segundo y tercero» (Génesis 6:15-16). De la misma manera Dios instruye a Sus siervos cómo deben construir el arca con todo detalle. Esto significa que Dios les habla a Sus siervos en términos concretos sobre cómo establecer y guiar la Iglesia. Cuando escuchamos y entendemos esta Palabra de Dios, y cuando nos unimos a esta Palabra, podemos ser guiados por Dios y seguirle. Unirnos a los siervos de Dios es trabajar con Dios. Los colaboradores de Dios son los que se unen con Sus siervos. Si alguien no se une con los siervos de Dios, no puede ser colaborador de Dios. Juzgar por nuestra cuenta es pura arrogancia.
Estoy decidido a guiarles como la verdadera Iglesia que comparte con todo el mundo la gracia que hemos recibido de Dios. Hasta ahora hemos recibido una gracia enorme de Dios, Y nuestra Iglesia debe compartir esta gracia de Dios con el mundo entero. Deseo sinceramente que Dios guíe nuestra Iglesia para que crezca y podamos compartir nuestra riqueza, fe y bendiciones espirituales de Dios. Debemos unirnos a esta voluntad de Dios y trabajar juntos. Debemos hacer estas obras por fe. Los que van delante de nosotros deben convertirse en colaboradores de Dios por fe. Todos los que habían construido el arca unidos con Noé eran colaboradores de Dios.
Debemos llevar a la Iglesia de Dios a los sucios y limpios. Los que están sin pecados y los que son pecadores deben entrar en la Iglesia; no hay otra solución. Por supuesto, los sucios deben limpiar sus pecados antes de entrar en la Iglesia de Dios; los que son claramente pecadores deben recibir la remisión de sus pecados a través de la Iglesia de Dios, ser justos e ir a la Iglesia de Dios de los nacidos de nuevo. No hay medias tintas en la Iglesia de Dios; en la Iglesia de Dios no hay nadie que sea un pecador un instante y justo al minuto siguiente. Es esta Iglesia, los líderes y los santos han nacido de nuevo claramente, y por eso podemos trabajar con Dios.
Cuando leemos la genealogía de Adán que aparece en la Biblia, vemos que, aunque Adán engendró a Caín y Abel, Caín mató a Abel por su maldad y Set continuó con la genealogía de Adán. Esta genealogía está escrita en el capítulo cinco de Génesis. Noé aparece al final de la genealogía de fe que empezó con Adán y continuó con Set, Enos, Cainán, Majalalel, Jared, Enoc, Matusalén y Lamec, que era el padre de Noé, y el juicio llegó en los días de Noé.
Lo que Dios nos está mostrando a través de los descendientes de Adán es que obra a través de los descendientes de fe, es decir, a través de Sus colaboradores. Incluso ahora, Dios está cumpliendo Su voluntad solo a través de Sus siervos. ¿Creen en esto, mis queridos hermanos? En otras palabras, Dios cumple Su voluntad a través de Sus colaboradores que solo siguen Su voluntad. Dios tomó a Noé como Su colaborador. Así que en los días de Noé, Dios solo trabajó a través de Noé. Dios nombró a líderes con planes específicos. A la hora de construir el arca, Noé también trabajó con un plan detallado para todo. Así que, mientras que los que trabajan con los siervos de Dios no siempre entienden el motivo de su trabajo, cuando el trabajo se completa, se dan cuenta de para qué se hizo.
Incluso en este momento, Dios está trabajando a través de Sus colaboradores. Cuando predicamos el Evangelio del agua y el Espíritu, todo el que cree en este Evangelio recibe la remisión de los pecados. Los que escuchan el Evangelio del agua y el Espíritu lo rechazan o lo aceptan. Y debemos llevar al arca a los que aceptan el Evangelio del agua y el Espíritu. Los nacidos de nuevo están protegidos y son alimentados en el arca. Dios hace esto a través de Sus siervos. Algunas personas solo toman lo que les conviene de las palabras de los siervos de Dios y se niegan a escuchar lo que no les conviene. Cuando ocurre algo desafortunado por no seguir a los siervos, si se les pregunta por qué no escucharon las palabras de los siervos de Dios, dicen: “¿Cuándo me dijeron esto?”. Ni siquiera se acuerdan de que escucharon estas palabras de los siervos de Dios precisamente porque siempre han ignorado sus palabras y no las han tomado en serio.
Los que tienen una fe inmadura no tienen una percepción correcta de los siervos de Dios. Simplemente intentan hacerse amigos de los siervos de Dios en términos carnales, ya que parece que tengan poder en la Iglesia. Sin embargo, los santos deberían aprender lecciones espirituales de los siervos de Dios. Si quieren escuchar la Palabra de Dios, deben escuchar la Palabra que sale de los labios de Sus siervos, porque esta es la voz de Dios. Cuando escuchamos la Palabra de Dios concreta a través de Sus siervos, podemos darnos cuenta de cómo Dios se comunica con nosotros. ¿Nos haba directamente? No. Nos habla a través de Sus siervos, y trabaja a través de ellos.
Por tanto, debemos reconocer a los colaboradores de Dios y unir nuestros corazones con ellos. Deben darse cuenta de que es una bendición reconocer a los siervos de Dios, y debemos seguirles uniéndonos con su fe y sus planes. En tiempos del diluvio de Noé, todos los que colaboraron con Noé eran colaboradores de Dios.
Dios trabaja con Sus colaboradores. Por tanto, debemos examinarnos a nosotros mismos para ver si somos colaboradores de Dios. Si estamos sirviendo al Evangelio unidos con la Iglesia de Dios, somos colaboradores de Dios. Incluso ahora, Dios está llamando a Sus colaboradores. Está llamando a Sus socios para trabajar con Él y cumplir Su voluntad.
La voluntad de Dios es salvar a todos los que están destinados a ser destruidos en este mundo. A través de Su Iglesia Dios permite a todos los que están condenados escapar de la condena eterna. Es la voluntad de Dios salvar y proteger a todos los que están en Su Iglesia. Por tanto, para cumplir esta voluntad de Dios, debemos construir el arca. Debemos hacer el arca, poner habitáculos en ella, preparar comida y prepararlo todo dentro. El arca aquí se refiere a la Iglesia de Dios. Dios les ha confiado a Sus colaboradores esta obra. Incluso en este momento, Dios está llamando a los colaboradores para que hagan Su obra.
Les pido que sean felices por haber recibido la remisión de los pecados. Pero, deben examinar estas preguntas: “¿Me he unido con Dios? ¿Me he unido a Sus colaboradores? ¿Tengo esta fe para unirme a la Iglesia de Dios? ¿Confío en los siervos de Dios?” Y cuando estamos unidos a Dios de verdad, nuestros corazones se regocijarán aún más. Si un alma recibe la remisión de los pecados, debemos enseñarle a cómo vivir su vida de ahora en adelante después de ser redimida de sus pecados. Una vez nacemos de nuevo, es absolutamente indispensable saber cómo vivir una vida recta. Es muy importante que todos los cristianos trabajen con Dios.
¿Para que sirve nacer como un ser humano simplemente? Si alguien se alimenta de leche de loba y aúlla como un lobo, viviendo y muriendo como una bestia sin humanidad, ¿cómo vamos a describir a esa persona como un ser humano? Sin embargo, si alguien nace de nuevo, y encuentra la respuesta a las siguientes preguntas, será una persona verdaderamente feliz: “¿Cuál es la voluntad de Dios para mí y qué quiere de mí? ¿Cuál es el objetivo de la humanidad? ¿Cómo quiere que trabaje? ¿Cuál es Su plan final?” Sé que, aunque es importante que las almas perdidas nazcan de nuevo, es aún más importante alimentarlas cuando nacen de nuevo.
Debemos preguntarnos a nosotros mismos cómo debemos alimentar y criar a los nacidos de nuevo. Durante el Diluvio universal, solo la familia de ocho de Noé se salvó. Excepto dos parejas de animales impuros y siete de animales puro, macho y hembra, el resto de las criaturas del mundo murió. Junto con su familia y todos los animales del arca, Noé vivió una vida nueva en un mundo que había sido juzgado.
Les pido que se den cuenta de que Dios hizo Su obra a través de Noé, y que Dios tomó a los que habían trabajado con Noé como Sus compañeros. Incluso ahora, Dios está construyendo el arca de Noé. Por eso está buscando colaboradores.
La Iglesia necesita trabajadores. Noé era un colaborador de Dios que se había unido con Dios. Esta unidad con Dios es absolutamente indispensable. Como Dios lo hace todo a través de Sus siervos y comparte Su corazón con ellos, debemos pedirle que deje que nuestros corazones estén unidos a Él. Espero y oro por que todos tengan este tipo de corazón unido a Dios, y que le den gozo como colaboradores Suyos. Recuerden que Noé fue utilizado como valioso instrumento de Dios porque se unió a Dios. De la misma manera en que multitud de animales fueron salvados cuando Dios utilizó a Noé, cuando nos unimos con Dios en nuestras vidas podemos salvar a muchas almas. Cuando vivimos en Dios, podemos evitar el juicio, y podemos vivir vidas maravillosas en un mundo que ha sido juzgado.
En el nuevo mundo que apareció después del diluvio, ¿qué plantó Noé allí por primera vez? Una viña. Les pido que se den cuenta que una vez se acabe esta era, solo nos quedará el puro gozo. El que los que trabajan con Dios puedan regocijarse aunque estén cansados es porque tienen fe en que Dios está con ellos, y tienen esperanza para el nuevo mundo en el que entrarán. Por eso la Biblia dice: «Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas» (Salmo 126:6).
¿Están sus corazones unidos con Dios siempre? ¿Se han unido con Dios conociendo Su plan? Quiero que todos se unan a la voluntad de Dios. Solo entonces podrán ser colaboradores de Dios. Dios no trabaja con nadie que no se una a Su voluntad.
Dios hizo toda Su obra tomando a Noé como Su socio. Incluso ahora Dios nos está hablando y manifestando Su voluntad. Algunas personas se unen a esta voluntad, mientras que otras se niegan a hacerlo. Pero todos ustedes deben trabajar con Dios y unirse a Él cuando nazcan de nuevo a través del Evangelio del agua y el Espíritu. Para los nacidos de nuevo, unirse a Dios en sus vidas es indispensable, no una opción. Los nacidos de nuevo debemos saber lo que es justo y vivir según la voluntad de Dios.
Si no podemos servir al Evangelio por falta de recursos en la Iglesia, esto significa que no nos hemos unido completamente a Dios. Ya sea grande o pequeño el número de los que trabajamos con Dios, si de verdad trabajamos con Él es imposible encontrarnos en una situación en la que no podamos servir al Evangelio por falta de recursos económicos. Si no tenemos ahora suficientes recursos económicos para compartir el Evangelio por todo el mundo todo lo que queramos es porque no nos hemos unido a Dios completamente.
¿Son socios de Dios? ¿O están sentados de brazos cruzados viendo como se hace la obra de Dios? No dudo que sean socios de Dios en Su Iglesia. Dios trabajó a través de Noé y cumplió Su voluntad por completo. Le doy gracias a Dios. Les pido que se unan a los siervos de Dios. Estoy seguro de que saben qué es la Verdad y que se unirán con lo que es bueno y justo. Espero y oro por que todos se conviertan en socios de Dios que alaban al Señor por salvarles, y que conozcan Sus planes que va a cumplir a través de ustedes, los que anhelan que se cumpla la voluntad de Dios, y los que siguen al Señor fielmente.