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Tema 9: Romanos

[Capítulo 16] Salúdense Los Unos A Los Otros

El apóstol Pablo les dijo a los santos en Roma y a nosotros que nos saludáramos los unos a los otros en su epilogo. ¿A quién podemos saludar de todo corazón en el Señor en esta época? Podemos saludar gozosamente a los ministros y a los creyentes que predican la Palabra de Dios por todo el mundo. Podemos tener comunión con aquellos que son salvos por leer los libros del evangelio del agua y el Espíritu. Nosotros también tenemos las iglesias, los creyentes y a los siervos de Dios a quienes podemos saludar en Cristo.
Ya que no todos creen en el evangelio del agua y el Espíritu, los justos no pueden saludar a todos. No existe mucha gente en este mundo a los que podamos saludar con gozo. Es una pena que no existan tantas personas que crean en el evangelio del agua y el Espíritu, a quienes podamos saludar y tener comunión en la misma fe. No podemos tener comunión con los pecadores que pretenden ser siervos de Dios en las iglesias mundanas.
Así como el pecado y el Espíritu Santo no pueden habitar juntos, los pecadores y los justos no pueden saludarse los unos a los otros. Aquellos que creen en el evangelio del agua y el Espíritu pueden ofrecer adoración espiritual a Dios y trabajar en cosas espirituales. Pero los pecadores, quienes no han recibido la remisión de sus pecados, intentan ser salvos por observar la ley de Dios, y por lo tanto no pueden tener comunión espiritual con los justos. Igual que una bestia y un humano no pueden conversar el uno con el otro, los justos no pueden tener comunión con los pecadores.
Podemos ver que la única gente con quien Pablo tenía comunión espiritual era con aquellos que tenían la misma fe que él. Sabemos que si alguien tenía comunión con Pablo, quería decir que Pablo aprobaba su fe. Así que pensé, “¿Si fuera a dirigirme a una región en particular hoy, a quien visitaría y saludaría?” Estoy seguro que visitaría la iglesia de Sokcho si voy a Sokcho, y a la iglesia de Gangneung si voy a Gangneung. Puedo encontrarme con los siervos y los creyentes y tener comunión, y partir el pan con ellos, también puedo visitar las casas de mis hermanos y hermanas ahí y saludarlos. Pero la gente a la que puedo saludar solo son aquellos que creen en el evangelio del agua y el Espíritu, y aquellos con los que puedo compartir la misma fe en el Espíritu Santo.
Podemos ver cuan bendecidos son aquellos cuya fe es aprobada por Pablo. Cuan maravilloso es que tengamos el evangelio del agua y el Espíritu para confirmar la fe de cada quien y poder saludarnos. ¿Tienes la fe en el evangelio del agua y el Espíritu que nos permite saludarnos los unos a los otros? ¿Puedes confesar fielmente, sin dudas, que estas limpio de pecado?
Tuve la oportunidad de saludar a mis hermanos creyentes en China cuando estuve allá. Visité a un hermano que vivía en las orillas del río Heran. Tan pronto como nos levantamos, nos preparó un gran desayuno. Nos sentamos en una gran mesa redonda, la típica que se usa cuando se tiene una familia grande, y tuvimos una hermosa comunión con los creyentes de ahí. También había un evangelista de una ciudad cercana que estaba ansioso de vernos. Así que lo visitamos y tuvimos comunión con él también. Podemos saludar a quienquiera que crea en el evangelio del agua y el Espíritu.
¿A donde iría si visitara los Estados Unidos? Me gustaría visitar al Pastor Samuel Kim y a su esposa en Flushing, Nueva York. También me gustaría visitar a la iglesia The New Life para conocer a nuestros hermanos y hermanas allá. En Rusia, también existe una iglesia nacida de nuevo que visite hace unos pocos años. En Japón, me gustaría visitar la casa de la Diaconisa Soon-Ok Park en Tokio.
Somos los justos quienes somos salvos por nuestra fe en el evangelio del agua y el Espíritu. No fuimos salvados por ningún logro de nuestra carne, sino por la justicia de Dios la cual recibimos a través de nuestra fe en el evangelio del agua y el Espíritu.
Como puedes ver, existe gente separada para que los justos saluden, así como Pablo tenía una lista de gente a quien saludar en Romanos capitulo 16. Así como hizo Pablo, no podemos saludar a cada cristiano ya que no todos tienen la fe correcta, pero solo a aquellos que conocen y creen en la justicia de Dios. No podemos evitar el alabar a Dios por darnos le fe en la cual podemos saludar y ser saludados.
 


Pablo nos advirtió que nos alejáramos de esa gente

 
Comenzando desde el versículo 17, la segunda advertencia que Pablo nos dice a nosotros es que nos alejemos de aquellos que solo sirven a sus propios estómagos. “Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos.
Porque tales personas no sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a sus propios vientres, y con suaves palabras y lisonjas engañan los corazones de los ingenuos.” (Romanos 16:17-18). Existen aquellos que no sirven a Cristo, sino a sus propios estómagos. Son lo que causan peleas y engaño a los ingenuos con palabras suaves y discursos halagadores. No debemos saludar a tales personas, sino alejarnos de ellos.
Pablo nos advirtió que nos alejáramos de tales personas, ya que solo disfrutan causar malestar en la iglesia, alborotar a aquellos que verdaderamente creen en Dios, y reúnen a los ingenuos solo para alimentar su propia ambición. Tales líderes cristianos estafadores tratan de confinar a la gente bajo el pecado, enseñándoles a sus seguidores a obedecer la ley completamente. Solo llenan sus propios estómagos en el nombre de Jesús y engañan al inocente. No hay necesidad de que los saludemos, ya que están en el ministerio de servir a sus propios estómagos.
 


¡El evangelio del agua y el Espíritu debe ser Proclamado a todas las naciones!

 
En tercer lugar, Pablo habló acerca de la necesidad de proclamar el evangelio a todas las naciones. El versícula 26, “pero que ha sido manifestado ahora, y que por las Escrituras de los profetas, según el mandamiento del Dios eterno, se ha dado a conocer a todas las gentes para que obedezcan a la fe,” El evangelio del agua y el Espíritu que Pablo predicó es verdaderamente el evangelio que todas las naciones deben creer y obedecer. Es muy desafortunado el hecho que la mayoría de las regiones en las que Pablo plantó iglesias con aquellos que creyeron en el evangelio del agua y el Espíritu ahora se han convertido en regiones Islámicas.
En ese tiempo, Pablo fue a esas regiones y estableció líderes de iglesias entre los creyentes del evangelio del agua y el Espíritu que contiene la justicia de Dios. Es parecido a la forma en que enviamos trabajadores a nuestra iglesia después de haberlos entrenado en nuestra escuela de misioneros. Aunque las iglesias de aquel tiempo guardaban su fe en “un Señor, una fe, un bautismo” (Efesios 4:5), fallaron en mantener su fe en el evangelio, ya que no guardaron el evangelio por escrito.
Ahora mismo estamos en el proceso de traducir nuestros libros en turco. Alguien en Turquía fue tocado por nuestras ediciones en Ingles y se ofreció para traducirlos. Ahora estamos comenzando a proclamar el evangelio del agua y el Espíritu en donde el mismo Pablo predicó el evangelio y plantó las iglesias de Dios. Estamos predicando el mismo evangelio que Pablo predicó a través de la misma región que él, visitó. El evangelio que Pablo predicó fue el evangelio del agua y el Espíritu que puede salvar a todas las naciones solo por creer y obedecerlo.
En el ultimo capitulo de Romanos, Pablo dijo a los santos en Roma que se saludaran los unos a los otros, que se alejarán de aquellos que solo llenan sus estómagos y que predicarán el evangelio del agua y el Espíritu a todas las naciones.
 

El evangelio del agua y el Espíritu nos fortalecerá
 
La cuarta cosa que Pablo menciono fue que este evangelio del agua y el Espíritu es la sabiduría de Dios que nos establecerá. “Y al que puede confirmaros según mi evangelio y la predicación de Jesucristo, según la revelación del misterio que se ha mantenido oculto desde tiempos eternos,
pero que ha sido manifestado ahora, y que por las Escrituras de los profetas, según el mandamiento del Dios eterno, se ha dado a conocer a todas las gentes para que obedezcan a la fe,
al único y sabio Dios, sea gloria mediante Jesucristo para siempre. Amén.” (Romanos 16:25-27). ¿Qué podía establecer a los santos en Roma? El evangelio de Pablo del agua y el Espíritu que pudo y estableció a los santos en Roma. Este evangelio también es la sabiduría de Dios.
En el evangelio en que Dios nos dio su sabiduría. Este evangelio tiene el poder de quitar todos los pecados, aún de aquellos que están llenos de limitaciones. Aquellos que creen en el evangelio del agua y el Espíritu no solo son limpiados, sino que también son los predicadores de este evangelio, no importa cuan débiles y llenos de limitaciones puedan ser. Solo la sabiduría de Dios y el evangelio del agua y el Espíritu que sale de el puede hacernos seres completos. No existe otra verdad aparte de este evangelio que puede fortalecer el alma, el corazón, los pensamientos y el cuerpo.
Pablo no solo llamó al evangelio “el evangelio,” sino tambien lo llamó “mi evangelio.” El evangelio que Pablo predicó fue el evangelio del agua y el Espíritu. Revelado en ambos, el Antiguo y el Nuevo Testamento. El evangelio del agua y el Espíritu esta basado en el evangelio revelado a través de los profetas en el Antiguo Testamento y cumplido por Jesucristo en el Nuevo Testamento. Es por eso que Pablo dijo que “su evangelio” se manifestó de acuerdo al misterio guardado en secreto en las Escrituras proféticas.
El evangelio que Pablo predicó implicaba el sistema de sacrificios en el Pentateuco del Antiguo Testamento, especialmente en Levítico y fue completado por Jesucristo en el Nuevo Testamento como la justicia de Dios a través de su bautismo, su muerte en la cruz y en su resurrección. Es por eso que pablo dio toda la gloria “al que puede confirmaros según mi evangelio”
El evangelio del agua y el Espíritu establece a los santos y siervos de Dios. A través de este evangelio, nuestra fe, alma, pensamientos, mente y cuerpo son fortalecidos. ¿Cómo puede ser fortalecida nuestra fe? ¿Qué nos hace permanecer fuertes todo el tiempo cuando siempre somos débiles?
Nuestra fe se vuelve más y más fuerte porque hemos recibido la salvación de Cristo, quien quitó todos nuestros pecados a través de su bautismo y el derramamiento de su sangre en la cruz. Podemos decir que estamos limpios ante Dios ya que nuestros corazones ya no tienen de que avergonzarse y con esta fe espiritual sin ser avergonzados, podemos esparcir el evangelio del agua y el Espíritu a aquellos que aun están atados al pecado.
 

Amonestaciones finales
 
Pablo termina el capitulo 16 con una oración, “al único y sabio Dios, sea gloria mediante Jesucristo para siempre. Amén” ¿Qué glorifica a Dios por sobre todas las cosas? El predicar la justicia de Dios en Jesucristo es lo que le da mayor Gloria. También somos glorificados cuando servimos al evangelio con todo el corazón.
La esencia del mensaje de Pablo en Romanos 16 es esta: salúdense los unos a los otros, aléjense de aquellos que solo llenan su estomago, proclamen el evangelio a todas las naciones. Esta fue la última amonestación que Pablo dio a la iglesia en Roma. El evangelio del agua y el Espíritu que Pablo predicó tiene el poder de fortalecernos en cada área. Es por eso que creemos en el. La fe en el evangelio del agua y el Espíritu es la misma fe que tenían los apóstoles en la Biblia y lo que cree nuestra iglesia en este momento.
¿Puedes sentir lo mismo? Me sorprendo siempre que leo la Biblia y me doy cuenta que tenemos la misma fe que las figuras bíblicas que vivieron hace dos mil años.
¿Has pensado con cuanta gente compartimos el evangelio cada día? Compartimos el evangelio con no menos de dos mil personas al día. Estos dos mil pronto se multiplicaran a diez mil si los recién nacidos de nuevo en cada nación predican el evangelio a sus vecinos y las diez mil personas solo tiene que compartirlo una vez para convertirse en veinte mil. Como puedes ver, predicar el evangelio a todo el mundo no es imposible después de todo.
Claro, la clave principal de nuestros libros sobre el evangelio del agua y el Espíritu es que estos no desaparezcan, sino que sean guardados, y sus significados no cambien sin importar cuanta gente los lea. Donde haya un libro que contenga el evangelio del agua y el Espíritu, mucha gente le tomará prestado y lo leerá y el evangelio de Dios se esparcirá. El día en que el evangelio alcance a todo el mundo no esta muy lejano.
La justicia de Dios que tú tienes por tú fe en el evangelio del agua y el Espíritu, que aún aquellos que están en los países desarrollados todavía no se han dado cuenta. El verdadero evangelio que queremos compartir a todo el mundo es un misterio desconocido para el mismo mundo, y así gustosamente queremos revelar el secreto de la salvación a todos aquellos que se ocultan en sus pecados. La justicia de Dios mostrada en el evangelio del agua y el Espíritu es tan clara que cualquiera que acepte este evangelio dará gracias y gloria a Dios.
A alguna gente le parece extraño que constantemente hablemos acerca del evangelio del agua y el Espíritu. Pero no importa cuantas veces lo repitamos, aún agita el gozo y la gratitud en nuestras almas. Debido a que existen muchos cristianos que aún están atados al pecado, repetidamente predicamos el evangelio del agua y el espíritu a todo el mundo. Porque este evangelio es el mismo evangelio que fue dado por los apóstoles, incluyendo a Pablo, todas las almas deben creer en este evangelio. Necesitamos escuchar y grabar el evangelio del agua y el Espíritu en nuestros corazones ya que es esencial para cada cristiano.
Compartimos el evangelio con más de dos mil personas al día a través de nuestros libros, ambos, impresos y electrónicos en nuestro sitio de red. Estamos seguros que si la semilla de la verdad cae en buen terreno tendrá la capacidad de producir una buena cosecha–treinta, sesenta y cien veces más que lo que fue sembrado. Una persona puede predicar el evangelio a docenas de personas y cada una de estas personas puede predicar el evangelio a otras docenas, esparciendo el evangelio a un gran número de personas.
Cuando oímos que nuestro evangelio es proclamado a más de dos mil personas a diario, nuestros corazones se llenan con la justicia de Dios. Le doy gracias a Dios por abrir el camino para llevar este evangelio por todo el mundo. Oro porque Dios fortalezca aún más la fe de sus siervos.
El evangelio del agua y el espíritu que se está proclamando por todo el mundo es una nueva ola de verdad para salvación. Este evangelio es la única forma de recibir el Espíritu Santo y de entrar en el reino de Dios. No importa cuanto busques en las religiones seculares, no encontraras el evangelio del agua y el Espíritu.
La gente dará gracias a Dios en todo el mundo porque ahora pueden creer en su justicia a través del evangelio del agua y el Espíritu. Todo el mundo que lea nuestros libros exclamará, “¡Ah! Así es como Jesús me salvó de mis pecados!”, porque nunca antes han oído este evangelio.
Aquellos que quieren ser libres de las ataduras del pecado y aquellos que incesantemente desean recibir el Espíritu Santo, recibirán el perdón total de sus pecados y su paz mental cuando finalmente conozcan y acepten el evangelio del agua y el Espíritu. A partir de este momento, el evangelio del agua y el Espíritu será proclamado a cada nación en el mundo.
Mi corazón está lleno de gozo por que el evangelio del agua y el Espíritu se está proclamando por todo el mundo. Aunque sirvo al evangelio, yo se que aún estoy lleno de debilidades y limitaciones. Pero debido a que creo totalmente en el evangelio del agua y el Espíritu y conozco la justicia de Dios, siempre recibo nuevas fuerzas de parte del Señor para que pueda continuar sirviendo a su evangelio. Ahora que el evangelio ha entrado a más naciones; más gente ha leído nuestros libros y han quedado sorprendidos por un evangelio tan perfecto.
Aquellos que creen en la justicia de Dios en todo el mundo son aquellos que han sido salvados por creer en el evangelio del agua y el Espíritu. La razón por la cual permanecemos totales y completos es porque creemos en nuestro Señor, la justicia de Dios. Somos trabajadores de Dios. No buscamos satisfacer solo nuestros estomagos carnales, sino el esparcir la verdadera fe por todo el mundo. Yo bendigo y espero que más justos creyentes se levantaran a nuestro reto de proclamar el evangelio por todo el mundo.
Como Pablo, podemos proclamar el evangelio del agua y el Espíritu sin importar el día en el que el Señor regrese. Trabajemos duro para esta gran comisión. Cuando proclamemos el evangelio a los confines de la tierra, el Señor vendrá de acuerdo a su promesa y nos llevará a casa. Debemos escuchar cuidadosamente las amonestaciones de Pablo a nosotros, saludémonos y motivémonos los unos a los otros. Aunque nos faltan obras, somos grandemente fortalecidos espiritualmente a través de nuestra fe en la justicia de Dios. Llegamos a saber cuan justa y segura es nuestra fe en el evangelio del agua y el Espíritu. Realmente somos creyentes en nuestro Señor, quien es la perfecta justicia de Dios.
Cuando vemos este mundo con nuestra fe en la justicia de Dios, descubrimos que existe mucho por hacer. Todos podemos vivir nuestras vidas proclamando el evangelio a través del mundo, alabando a Dios con nuestra fe en Cristo, quien es la justicia de Dios.
¡Aleluya! ¡Por siempre alabo a nuestro Señor, la justicia de Dios! 
 
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La justicia de Dios es revelada en Romanos - Nuestro Señor Quien Llego a Ser la Justicia de Dios (II)