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คำสอน

Tema 24: SERMONES PARA LOS QUE SE HAN CONVERTIDO EN NUESTROS COLABORADORES

[24-23] Debemos predicar pronto el Evangelio del agua y el Espíritu (Marcos 2, 1-12)

(Marcos 2, 1-12)
«Entró Jesús otra vez en Capernaum después de algunos días; y se oyó que estaba en casa. E inmediatamente se juntaron muchos, de manera que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra. Entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro. Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico. Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados. Estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales cavilaban en sus corazones: ¿Por qué habla éste así? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios? Y conociendo luego Jesús en su espíritu que cavilaban de esta manera dentro de sí mismos, les dijo: ¿Por qué caviláis así en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda? Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa. Entonces él se levantó en seguida, y tomando su lecho, salió delante de todos, de manera que todos se asombraron, y glorificaron a Dios, diciendo: Nunca hemos visto tal cosa».
 
 
¿Piensan ustedes como los escribas?
 
Hoy vamos a estudiar el pasaje en el que el Señor curó al paralítico. Cuando Jesús le dijo al paralítico: “Hijo, tus pecados son perdonados” muchas personas pensaron que era extraño. Y cuando le dijo al paralítico “Toma tu cama y camina” el paralítico tomó su cama en la que solía dormir y caminó. Esto sorprendió a mucha gente. De esta manera, muchas personas vieron las obras justas que Jesús había hecho en este mundo. Estas personas exclamaron que nunca habían visto nada así en sus vidas y dieron gloria a Dios.
Queridos hermanos, estamos predicando el mismo Evangelio espiritual de la salvación de esta manera. Estamos predicando diligentemente el Evangelio del agua y el Espíritu a todo el mundo. Por supuesto que no cansamos cuando predicamos el Evangelio tan diligentemente.
Mi vista me está fallando rápidamente. Cuando me quito las gafas casi no veo la letra pequeña.
Ahora mismo estamos predicando el Evangelio del agua y el Espíritu a todo el mundo. Estamos predicando este mundo juntos y creo que la predicación del Evangelio empieza ahora de verdad. Este Evangelio fue pasado desde tiempos de la Iglesia Primitiva, pero sé que la predicación del Evangelio del agua y el Espíritu empieza a partir de ahora. La Biblia dice que Dios nos dará la lluvia temprana y postrera (Santiago 5, 7; Jeremías 5, 24, Joel 2, 23) en Su tiempo para dar el fruto valioso. De esta manera podemos ver que ahora es el momento de la lluvia postrera, mientras que el resurgimiento de la era de la Iglesia Primitiva del que habla el Libro de Hechos puede llamarse la lluvia temprana del Espíritu Santo. Durante la era de la Iglesia Primitiva, los Apóstoles y los discípulos de Jesucristo se dedicaron a la predicación del Evangelio del agua y el Espíritu. ¿Por qué? Jesús enseñó a Sus discípulos el Evangelio del agua y el Espíritu y les ordenó que lo predicaran por todo el mundo. Jesucristo es el Dios que creó el cristianismo. Jesús, el Salvador, terminó la obra de nuestra salvación a través del Evangelio del agua y el Espíritu y volvió al Cielo e hizo que Sus discípulos predicasen el Evangelio del agua y el Espíritu por todo el mundo.
Cuando miramos las páginas de la historia del cristianismo vemos que el Emperador Constantino unió la Roma oriental y occidental. Se dice que en un tiempo, antes de que el Emperador Constantino venciese la batalla para subir al trono, tuvo una visión de una cruz en un sueño. Escuchó una voz que le decía que luchase con una bandera con una cruz enfrente. Y así sus ejércitos pusieron una bandera con una cruz en la primera línea de batalla y vencieron. Y poco después el Imperio Romano estableció el cristianismo como religión estatal. Así, el cristianismo se convirtió en la religión oficial del Imperio. Y así parecía que el cristianismo estuviese floreciendo en el Imperio, pero en realidad se convirtió en una religión del mundo. Y más adelante, el catolicismo romano salió de esa religión. Esta es la denominada gran contribución del Emperador Constantino. Y esto continuó durante unos 1200 años más hasta la Reforma, que comenzó en el siglo XVI. Se dice que hay cinco religiones principales en el mundo. Estas son el cristianismo, el catolicismo romano, el islam, el budismo y el hinduismo.
Cuando examinamos la historia del cristianismo teniendo en cuenta la predicación del Evangelio podemos llegar a la conclusión de que estamos predicando en los últimos días. Hemos estamos predicando el Evangelio a través de nuestros libros durante un tiempo. Primero creímos en el Evangelio del agua y el Espíritu y después de un período de preparación para la proclamación de este verdadero Evangelio hemos estado predicando este Evangelio durante más de una década. Aunque no hemos predicado este Evangelio durante mucho tiempo, estamos llenos de gozo por la noticia de que todo el mundo está escuchando el Evangelio del agua y el Espíritu. Pero nuestro Dios ha contestado nuestras oraciones. No hay ninguna oración que no haya sido contestada por Dios. Y por tanto estamos muy agradecidos, aunque la carga de nuestros corazones es que hay más trabajo que hacer que antes y nuestros hombros están cansados de soportar esta carga.
 
 
Algunas personas pensaron que Jesús era insolente
 
Cuando leemos el pasaje de las Escrituras de hoy, Jesús dice: “Hijo, tus pecados son perdonados”. Cuando dijo esto la gente pensó que era extraño o sospechoso. En otras palabras, la gente pensó: “¿Cómo tiene la autoridad para perdonar los pecados de los seres humanos?”. A ellos Jesús les parecía orgulloso y arrogante. Si Jesús hubiese curado la enfermedad del hombre primero, habrían pensado que tenía una gran habilidad y se habrían preguntado de dónde la había sacado. Pero como Jesús dijo que sus pecados eran perdonados la gente pensó que esto era absurdo. Y probablemente pensó que era una persona peligrosa porque no solo estaba proclamando el perdón, sino que también afirmaba ser el Hijo de Dios. Pero cuando el Señor dijo: “Levántate, toma tu cama y vete a tu casa” el paralítico se levantó inmediatamente, tomó la cama en la que estaba tumbado y se fue.
Hay cristianos que se preocupan por las mismas cosas en la actualidad. La mayoría de los cristianos de hoy en día no saben que Jesús tiene la autoridad de perdonar los pecados a través del Evangelio del agua y el Espíritu. Piensan que Jesús es quien cura las enfermedades de la gente como hizo con el paralítico. Hay muchas personas que creen en Jesús de esta manera. Esto es a pesar de que Jesús proclama en este pasaje: “Hijo, tus pecados te son perdonados”.
Sin embargo, el pasaje de las Escrituras de hoy revela que Jesucristo está haciendo la obra de perdonar los pecados a todos los pecados mediante el Evangelio del agua y el Espíritu a través de Sus siervos. Jesús dijo que la autoridad de Jesús de perdonar los pecados también fue conferida a Sus discípulos. Dijo claramente que Sus discípulos tendrían la autoridad de perdonar los pecados. Sabemos esto porque Jesús dice en Juan 20, 23: «A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos». Jesús nos dio esta autoridad a los que creemos en el Evangelio del agua y el Espíritu.
Pero, ¿qué piensan los que dicen creer en Jesús como su Salvador? Piensan que es normal que Jesús tenga la autoridad de perdonar los pecados de los seres humanos. Pero no saben que los discípulos de Jesús también pueden perdonar los pecados a través del Evangelio del agua y el Espíritu. Y por eso han creído en Jesús pero no han recibido la remisión de los pecados en sus corazones. Aunque no han recibido la remisión de sus pecados, creen que Jesús es una Persona que puede sanar todas sus enfermedades. Y saben que Jesús es quien expulsa demonios y les da cosas materiales.
Pero, queridos hermanos, lo que debemos saber no es solo lo que Jesús ha dicho: “Hijo, tus pecados son perdonados”, sino que el Evangelio de la remisión de los pecados, que es el Evangelio del agua y el Espíritu, puede ser escuchado a través de Sus discípulos. Si no han recibido la remisión de los pecados, no pueden cumplir nada en su corazón. El Señor no solo tiene la habilidad de perdonar pecados, sino que también ha permitido que Sus discípulos perdonen los pecados de los demás al predicar el Evangelio del agua y el Espíritu. El Señor quiso perdonar los pecados de todo el mundo a través de Sus discípulos. Sin embargo, la mayoría de los cristianos ignoran esta Verdad y no la toman en serio. Saben que Jesús tiene ese tipo de poder; saben que es el Hijo de Dios y Dios mismo y que es nuestro Salvador. Sin embargo, no pueden recibir la remisión de los pecados porque no han escuchado el Evangelio del agua y el Espíritu que tendrían que haber escuchado a través de los discípulos de Jesús. Estas personas no consideran importante la remisión de los pecados que puede ser obtenida a través de los discípulos de Jesús porque tienen la ilusión de que recibirán la remisión de los pecados algún día. Este es el problema de los cristianos de hoy en día.
 
 
Los miembros de la Iglesia actual se han convertido en fariseos
 
Los cristianos de hoy en día están diciendo: “Eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo” pero no han recibido la remisión de los pecados porque no han escuchado el Evangelio del agua y el Espíritu todavía. Y por eso el cristianismo actual ha sido degradado a una de las religiones del mundo. Como he mencionado anteriormente la proclamación del Evangelio del agua y el Espíritu está teniendo lugar a gran escala a partir de ahora, aunque una vez hubiese un gran resurgimiento del verdadero Evangelio en la era de la Iglesia primitiva. Como el siglo XXI ha llegado, los que creemos en el Evangelio del agua y el Espíritu estamos proclamando este Evangelio. Este período en el que estamos proclamando este Evangelio es la era en la que el Evangelio del agua y el Espíritu empieza a ser predicado de nuevo. El Señor dijo a Sus siervos que les daría la lluvia temprana y la postrera en Su tiempo. A la Iglesia primitiva le dio la lluvia temprana del Espíritu Santo. A través de los Apóstoles y los siervos de Dios, levantó el Evangelio para contestar sus oraciones.
Podemos decir espiritualmente que ahora es el momento de la lluvia temprana. Los verdaderos evangelistas proclaman las buenas noticias de la salvación en estos últimos días. Por última vez Dios ha dado al resto de los creyentes del Evangelio del agua y el Espíritu la oportunidad de predicar el Evangelio por todo el mundo. El Señor nos ha dado a los que creemos en el Evangelio del agua y el Espíritu ahora estas bendiciones.
Como he mencionado anteriormente, a través de la proclamación del Evangelio por los discípulos de hoy en día, todo el mundo puede escuchar este verdadero Evangelio. El Evangelio del agua y el Espíritu fue predicado durante poco tiempo en la era de la Iglesia Primitiva, pero como la persecución fue dura, fue difícil predicarlo o creer en él. Así que el Evangelio del agua y el Espíritu no fue predicado por todo el mundo en aquel entonces. Por el contrario, a medida que pasó el tiempo, el Evangelio del agua y el Espíritu fue distorsionado o cambiado.
Pero ahora, este Evangelio del agua y el Espíritu está siendo predicado por todo el mundo. Este período de tiempo en el que estamos predicando el Evangelio verdadero es la era de las lluvias postreras y es el momento en que debe proclamarse por todo el mundo. Sin embargo, incluso muchos miembros de las iglesias no pueden entender lo que Jesús quiso decir cuando dijo: “Hijo, tus pecados son perdonados” en el Evangelio del agua y el Espíritu por el que Jesús ha eliminado sus pecados. No pueden creer en este verdadero Evangelio porque no saben que Jesús ha eliminado todos sus pecados a través de la Verdad del Evangelio del agua y el Espíritu. Jesús ha redimido todos los pecados de los que creen en el Evangelio del agua y el Espíritu a través de los que lo predicamos y confiamos en la justicia de Jesús. Pero la mayoría no lo sabe. Así que es posible decir que el verdadero cristianismo está empezando ahora en el siglo XXI.
Estamos proclamando este Evangelio del agua y el Espíritu. ¿No sería maravilloso que hubiese muchos más creyentes verdaderos en diferentes partes del mundo? Entonces no nos sentiríamos solos. Estaremos contentos si hay gente que cree en el Evangelio del agua y el Espíritu y predica este Evangelio a parte de nosotros. Sin embargo, además de nosotros no hay nadie todavía que haga esto. Algunas personas predican el Evangelio de manera similar pero no es lo mismo al final. Y sus líderes son los que intentan construir iglesias grandes y sacarle el dinero a su congregación. Además de nosotros y nuestros colaboradores de todo el mundo hay pocos que prediquen el Evangelio del perdón de los pecados, que es el Evangelio del agua y el Espíritu.
Sin embargo, vamos a predicar el Evangelio del agua y el Espíritu a través de cualquier medio necesario. Cuando Internet esté más disponible por todo el mundo habrá muchas oportunidades para que todo el mundo entre en contacto con el Evangelio del agua y el Espíritu. Pero no todo el mundo aceptará este verdadero Evangelio en sus corazones. El Evangelio del agua y el Espíritu debe ser predicado cuando los corazones de la gente sean tan puros que lo vayan a aceptar y recibir la salvación. En el futuro Internet llegará a todo el mundo y durante un tiempo la gente aceptará el Evangelio del agua y el Espíritu gracias a Internet, pero más adelante se convertirá en un obstáculo para el Evangelio. Llegará un momento en que la gente seguirá a los falsos maestros y escuchará sus doctrinas y rechazará la Verdad de Dios. Y por eso estamos predicando el Evangelio del agua y el Espíritu lo antes posible. Los cristianos de hoy en día solo están interesados en sus bendiciones físicas como cuando Jesús dijo: “Hijo, levántate, toma tu cama y camina” y entonces el hombre lo hizo. No están interesados en creer en el Evangelio del agua y el Espíritu. No están interesados en este poderoso Evangelio que hace que sus corazones queden tan blancos como la nieve. En estas circunstancias estamos predicando el Evangelio del agua y el Espíritu a los demás.
Sin embargo, la parte en la que Jesús dijo: “Hijo, tus pecados son perdonados” contiene las bendiciones de la salvación. Ahora el mundo entero empezará a recibir la lluvia postrera y las bendiciones de Dios caerán sobre todos. De las cosas que Dios ha deseado, no hay nada que no haya cumplido. Hemos orado mucho por la predicación del Evangelio del agua y el Espíritu y Dios ha cumplido todo lo que nuestros corazones han deseado. Le doy gracias a Dios por permitirme todo lo que he deseado. Y doy gracias por el hecho de que Dios les ha bendecido a todos ustedes. Queridos hermanos, habrá mucho que hacer de aquí en adelante y las cosas mucho más difíciles. Sin embargo, debemos pedirle a Dios que cubra todas nuestras necesidades por fe y seguir haciendo la obra de Dios con Su ayuda.
Los cristianos no deben centrarse solamente en sanar sus enfermedades físicas. Aunque las enfermedades físicas sean sanadas, todavía existe la muerte. Por supuesto que es mejor ser sanado que no, pero los que son sanados morirán también. Esto significa que los seres humanos todos mueren al final. Así que si hay pecados en el corazón de una persona, ¿no es más importante recibir la remisión de los pecados que tener seguridad en esta vida? ¿Acaso solo importa vivir esta vida? Esta vida en el mundo es como la vida de un viajante que viene y va. Y después nos espera el Cielo o el infierno eterno. Y por eso está mal que los cristianos de hoy en día busquen las bendiciones físicas solamente.
Por supuesto no es solo en el cristianismo donde la gente busca los deseos de la carne. Podemos ver que esto ocurre en otras religiones del mundo también. ¿Nos satisface simplemente el hecho de que las enfermedades de nuestros cuerpos sean sanadas? ¿Está bien ser rico o famoso después de creer en Jesús? Al creer en la bendición de la Palabra: “Hijos, tus pecados son perdonados”, que denota el Evangelio del agua y el Espíritu, su salvación debe cumplirse en su corazón. Debemos escuchar y creer en las buenas noticias que dicen que el Señor ha eliminado todos nuestros pecados a través del Evangelio del agua y el Espíritu. Solo cuando creemos de corazón en el Evangelio del agua y el Espíritu Jesús puede convertirse en nuestro Salvador y nosotros podemos convertirnos en los hijos de Dios. Poe eso estamos agradecidos a Dios. De lo contrario, si solo somos ricos en este mundo, ¿estaríamos agradecidos por eso? Sinceramente, por muchos que sirvamos a Jesús sin plantar el Evangelio del agua y el Espíritu en nuestros corazones, no tendremos verdaderas bendiciones.
Esto solo enriquece a su pastor, pero en realidad los miembros de la iglesia nunca pueden librarse de sus pecados.
Creer en Jesús no significa que vayamos a hacernos ricos físicamente. Por supuesto que las creencias religiosas funcionan un poco, pero debemos trabajar diligentemente para ser ricos. ¿Acaso cae del cielo un lingote de oro si un empresario cree en Jesús? Los empresarios deben recibir la sabiduría de Dios y reducir los costes de producción mientras planean sus ventas estratégicamente. ¿Creen que las bendiciones de Dios caerán del cielo mientras somos perezosos espiritualmente? No es cierto.
El cristianismo no tiene nada que ver con la superstición. Sin embargo, los cristianos de hoy en día son supersticiosos. El verdadero cristianismo está comprendido por el rebaño de creyentes que creen en la justicia de Jesús. ¿Quiénes son los que creen en la justicia de Dios y la siguen? Son los que han recibido la remisión de los pecados al creer que Jesús es el Salvador y confían en Su obra por la que eliminó todos los pecados con el Evangelio del agua y el Espíritu. Hay personas que viven según la voluntad de Dios. Esta es la fe de los cristianos. Dios ha hecho que todos los que creemos en el Evangelio del agua y el Espíritu seamos Sus obreros.
De ahora en adelante, vamos a predicar el Evangelio del agua y el Espíritu aún más. Según nuestra perspectiva, los desastres naturales y la Gran Comisión del Señor de que prediquemos irán juntos. Por tanto, debemos esperar que la voluntad de Dios se cumpla rápidamente en este mundo. La gente debe creer en el Evangelio del agua y el Espíritu. Los que no creen están malditos. Deben saber que el Evangelio del agua y el Espíritu es su salvación y si no creen serán malditos. Pero si creen serán bendecidos.
Somos los representantes de Dios del Cielo. De la misma manera en que el Secretario General de la ONU representa a todo el mundo y trabaja para la ONU, nosotros somos la gente que representa la justicia de Jesucristo y hace la obra espiritual por todo el mundo. Así que debemos hacer que la gente crea en el Evangelio del agua y el Espíritu que estamos predicando. Si trabajamos de esta manera, los trabajadores del ministerio en nuestro país pueden hacer toda la obra por todo el mundo. Y podemos formar a nuestros colaboradores en el extranjero para que proclamen el Evangelio del agua y el Espíritu en sus naciones. Y a través de ellos se cumplirá la voluntad de Dios. Y también reunirán a discípulos leales. Así podremos hacer muchas más cosas juntos.
Queridos hermanos, si tienen alguna idea Buena para predicar el Evangelio del agua y el Espíritu, háganmelo saber. Si tienen alguna idea buena, intentaré implementarla. Le pido al Señor que esté con nosotros y nos bendiga en todas las cosas que planeamos hacer.