(Apocalipsis 3:7-13)
Aún Existen Iglesias Como la Iglesia de Filadelfia en Este Mundo
Dios nos dice aquí que entre las siete iglesias de Asia, la iglesia más elogiada y amada por el Señor era la Iglesia de Filadelfia.
En la era actual, podemos ver que Dios, quien habló a las siete iglesias en Asia, desea que Sus iglesias sean como la iglesia de Filadelfia, obrar a través de ellas y ser agradado por ellas. Aún en el tiempo actual, las iglesias que son elogiadas por Dios están predicando el evangelio del agua y el Espíritu.
Ahora como antes, los santos que son fieles a Dios, aún si su habilidad es limitada, pertenecen a las iglesias de Dios que proclaman el evangelio del agua y el Espíritu. Puede que ninguno de ellos eche fuera demonios con la imposición de manos o profetice. Puede que ninguno de ellos sea particularmente talentoso con su hablar, ni dotado con el poder de la persuasión. Lo único que hacen es creer y están predicando que solo Jesús puede limpiar todos nuestros pecados de una vez y para siempre, tomando todos los pecados de la humanidad sobre Sí Mismo con Su bautismo que recibió de Juan, y que todo nuestro juicio de pecado fue pasado sobre Cristo con Su sangre sobre la Cruz.
Estos trabajadores no son otros que los creyentes que siguen al Señor, lo adoran a Él, y obedecen Su voluntad con su fe en el evangelio del agua y el Espíritu. Aquellos que predican el evangelio del agua y el Espíritu no son materialmente ricos. Ni tienen ningún otro talento. Todo lo que ellos tienen es su fe y su pasión para predicar el evangelio del agua y el Espíritu. Ellos creen que realizar este trabajo de proclamar el evangelio es lo que agrada al corazón de Dios, ya que el Señor fue de hecho bautizado por Juan, crucificado en la Cruz, y levantado de entre los muertos para desaparecer todos nuestros pecados. Aquellos que creen en el evangelio del agua y el Espíritu solo dan gracias al Señor y solo lo siguen a Él.
Todo lo que queremos es que el evangelio del agua y el Espíritu sea anunciado a todos, y que todos sean liberados de todos sus pecados. Dios maravillosamente nos permitió predicar el evangelio del agua y el Espíritu a través de todo el mundo, y Él nos ha bendecido para que demos mucho fruto. Y Él también nos ha dado la fe con la cual podemos abrazar nuestro martirio en el fin de los tiempos, y la bendición de nuestro rapto y vida en el Reino del Milenio. Dios nos ha permitido ser martirizados por el Señor, y Él nos ha permitido tomar parte de la primera resurrección y ser vestidos con la gloria del Cielo.
Aquellos de nosotros que estamos dedicados a predicar el evangelio del agua y el Espíritu, pertenecemos a la amada iglesia de Dios.
Pensemos acerca de cómo podemos esparcir el evangelio del agua y el Espíritu a través de todo el mundo. Dios dijo a Sus iglesias que la puerta para la predicación del evangelio ya ha sido abierta. Debido a que nadie puede parar lo que Dios ha dispuesto, Él ciertamente cumplirá todo.
Dios ha permitido a aquellos de nosotros que creen en el evangelio del agua y el Espíritu que prediquemos este evangelio de Su bautismo a todo el mundo. Aún hoy, Sus iglesias aún están bendecidas para trabajar en el esparcimiento del evangelio del agua y el Espíritu sobre esta tierra. Cuando vemos su habilidad individual, puede que estén llenos de limitaciones. Pero debido a que en su corazón se encuentra el amor por el evangelio del agua y el Espíritu, Dios los sostiene y obra a través de ellos.
El que aún existan iglesias así en este mundo es una gran esperanza para el mundo. A ellos Dios les ha confiado la obra de proclamar el evangelio del agua y el Espíritu, y Él también se ha asegurado que nadie detenga lo que hacen. Ellos están predicando el evangelio del agua y el Espíritu en todos lados del mundo, y este evangelio así está siendo proclamado a través de todo el mundo. Dios los fortalece, los protege y obra con ellos. Ahora nosotros veremos que Dios bendice a aquellos que se unen para este trabajo y proclaman el evangelio del agua y el Espíritu a través de todas las naciones del mundo, espiritual y físicamente.
Estamos predicando el evangelio del agua y el Espíritu a cada rincón de este mundo con nuestros libros de papel y electrónicos. Hacemos esto hasta el fin del mundo, y el Señor también continuará obrando a través de nosotros hasta que el Reino de Cristo sea establecido sobre esta tierra. Dios nos capacitará para predicar el evangelio del agua y el Espíritu a los 6000 millones de personas del mundo con nuestra literatura. ¡Que Dios nos bendiga a todos!
Para que nosotros hagamos las obras que agradan a Dios, siempre debemos prepararnos para la guerra espiritual. Por tanto, le pido a Dios que nos mantenga fuertes y bendiga a todos Sus siervos, no existe nadie que sea tan fiel como nuestro Señor. Yo creo que no existe ninguna otra verdad en esta tierra, ni siquiera una, que pueda darnos la perfecta y clara salvación que el verdadero evangelio en el cual creemos, el evangelio del agua y el Espíritu.
El Libro del Apocalipsis es la Bendita Palabra de Dios Dada a Aquellos que Vencen
Dios nos dijo: «Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida». Esta verdad significa que Dios permitirá que tal gente viva en Su Reino del Milenio. “El que venciere” se refiere a aquellos que defienden su fe peleando con la verdad contra el Anticristo en el fin de los tiempos, y, por los tiempos actuales, aquellos que pelean en contra y vencen a los seguidores del falso evangelio con su fe en la Palabra de verdad. Debemos vencer al mal con el bien, predicando el evangelio del agua y el Espíritu a todo el mundo. Debemos luchar en contra y vencer a todos los mentirosos y a las falsas doctrinas con nuestra fe en la Palabra del agua y el Espíritu.
Pelear en contra y vencer a los mentirosos, siempre debemos rumiar sobre el evangelio del agua y el Espíritu. Si nosotros hemos creído ahora en el evangelio de la Palabra del agua y el Espíritu, y hemos sido limpiados de todos nuestros pecados, nuestra lucha en contra de las mentiras habrá así comenzado a partir de este mismo momento. Aquellos que creen en el verdadero evangelio pelean en contra y vencen a aquellos que tienen el falso evangelio.
Nosotros siempre debemos predicar el evangelio del agua y el Espíritu a aquellos seguidores del falso evangelio. ¿Por qué? Porque el poder del evangelio del agua y el Espíritu puede destruir su falsa fe y traerlos a una nueva vida. La Biblia nos dice que venzamos el mal con el bien. Así que nunca debemos darnos por vencidos en nuestra buena pelea de espiritualidad que salva a estas almas de sus pecados.
En nuestra lucha espiritual se encuentra la bendición de la salvación de las almas. Siempre peleando en contra y venciendo las mentiras con nuestra fe en el evangelio del agua y el Espíritu, podemos dar todos los frutos de vida eterna a Dios.
El Señor Nos Dijo que Aprendiéramos de la Parábola de la Higuera
La higuera simboliza a la nación de Israel. Cada nación tiene su árbol o flor nacional, para Israel es la higuera la que la simboliza. Debes darte cuenta que cuando Israel florezca, el fin de los tiempos estará muy cerca para el mundo. La Biblia nos dice que el Señor regresará cuando la nación de Israel sea reconstruida en esta tierra y se haga muy poderosa.
En estos días los periódicos están llenos de las historias que cubren el conflicto entre los israelitas y los Palestinos. Israel ahora está en posesión de su histórico territorio y se ha convertido en un gran poder. El futuro de Israel depende ahora totalmente de Dios. Si Israel se levanta o cae en el futuro, todo será cumplido de acuerdo a la Palabra de Dios. Y cuando Israel desaparezca de esta tierra, debes darte cuenta que es cuando se cumple la segunda venida del Señor a esta tierra. Como la Biblia dice que el Señor regresará cuando la higuera florezca, Él predice el fin de este mundo a través de la restauración y prosperidad de Israel. También prediciendo el fin de los tiempos estarán los desastres que plagan el ambiente natural del mundo.
Dios le dijo a todos que tuviéramos y guardáramos la fe en el evangelio del agua y el Espíritu. Todos los propósitos de Dios están enfocados en la fe en el evangelio del agua y el Espíritu. Y así, aquellos que creen en el evangelio del agua y el Espíritu son salvos de todos sus pecados. El Señor nos dijo: «Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre» (Lucas 21:36). Con nuestra propia fuerza, no podemos escapar de la tribulación que vendrá. Pero creyendo en la Palabra de Dios, podemos superarla. Ahora nos encontramos en una situación en donde debemos preparar nuestra fe del martirio para el tiempo de la tribulación que se acerca.
Si los Cristianos piensan que ellos mismos no estarán en la Gran Tribulación cuando llegue el fin del tiempo, su fe está terriblemente equivocada. No debemos creer en la doctrina del rapto pre-tribulación. Esta doctrina se aparta de la verdad de la Biblia, ya que la Escritura, especialmente del Libro del Apocalipsis, nos dice que el martirio de los santos vendrá cuando los primeros tres y medio años del periodo de siete años haya pasado. Para los santos, el pensar que no entrarán en el periodo de la Gran Tribulación los guiará a una fe peligrosa y mal concebida. Debes darte cuenta que aquellos que creen en Jesús estarán en el centro de la Gran Tribulación.
Considerando sobre todo la palabra de Dios, ¿cuánto tiempo permanecerán los justos en este mundo? Permanecerán en esta tierra hasta que Satanás demande que los pecadores reciban su marca y los santos sean martirizados por el ejército del Anticristo. Esta es la verdad revelada por Dios, y la fe correcta.
La Gran Lucha Espiritual que Vendrá en el Fin de los Tiempos
El resultado de la fe de los justos está claramente en la Gran Tribulación permitida por Dios. Debes darte cuenta que sin tu fe en el evangelio del agua y el Espíritu, no ganarás la verdadera victoria en tu lucha en contra de Satanás en el fin de los tiempos. Pero al mismo tiempo, también debes darte cuenta claramente que la victoria final les pertenecerá a los justos, ya que con su fe en el evangelio del agua y el Espíritu se convertirán en los verdaderos vencedores aún mientras se acerca el fin de los tiempos. Así que debemos completar la labor de predicar el evangelio del agua y el Espíritu por todo el mundo antes de la llegada del fin de los tiempos.
Debemos agradar a nuestro Señor creyendo en el evangelio del agua y el Espíritu, la Palabra de fe que puede darnos la victoria final. Dios está claramente prediciéndole al mundo su fallecimiento. También debemos darnos cuenta que el Señor regresará en ese tiempo, que Él levantará a los santos al Cielo y que Él traerá grandes “ayes” a aquellos que aún permanezcan en este mundo en ese entonces. Así que debemos recibir el fin de los tiempos creyendo en el evangelio del agua y el Espíritu, armados con la fe verdadera. Dios ha dicho a aquellos que creen en el evangelio del agua y el Espíritu que esperen el Reino del Milenio en fe, así como Él dijo en el tiempo de Noé que el fin del mundo vendría mientras la gente estuviera comiendo y bebiendo.
Sin creer en el evangelio del agua y el Espíritu, la gente no puede resolver todos los problemas del fin de los tiempos del mundo. De cualquier forma, debemos creer en el evangelio del agua y el Espíritu. Aquellos que no creen en este evangelio del agua y el Espíritu no hay forma que puedan ser tolerados por Dios de ninguna manera. Dios traerá las plagas más temidas a este mundo en la parte final del fin de los tiempos. Debido a que aquellos que no creen en el evangelio del agua y el Espíritu no pueden escapar del justo juicio de Dios, ellos deben creer en este evangelio ahora.
Por lo tanto, para evitar el juicio de Dios es absolutamente necesario que todos aprendan acerca del evangelio del agua y el Espíritu y que crean en él con todo su corazón. La verdad de la salvación que es imperativa para todos es el evangelio del agua y el Espíritu. No existe ningún otro evangelio verdadero ante Dios, sino este evangelio del agua y el Espíritu. Más que antes, este mundo tiene la necesidad indispensable del evangelio del agua y el Espíritu, ya que vive en lo profundo del pecado con su cultura de pecado.
Ya que no existe ninguna garantía para el futuro en esta última era, la gente vive diariamente cometiendo pecados y buscando su placer únicamente. La verdadera esperanza para la humanidad es encontrada en la Palabra del evangelio del agua y el Espíritu, y solo esta Palabra puede darnos verdadera esperanza. Sin embargo este mundo se ha convertido en un mundo que no busca a Dios. Como eres pecador y pronto serás juzgado por Dios por tus pecados, debes creer con todo tu corazón en el evangelio del agua y el Espíritu dado por Jesús. Entonces serás capaz de ser liberado del temible juicio de Dios. La Biblia está advirtiendo a todos que se arrepientan de sus pecados, se vuelvan a Dios, y reciban el evangelio del agua y el Espíritu.
El fin del mundo es un tiempo en que la gente, habiendo comido y dormido en pecado, entrará en el lago de fuego y azufre sin darse cuenta.
La gente debe recibir su salvación del pecado dada por Dios, pero sin conocer el evangelio del agua y el Espíritu, ¿cómo podrán ser liberados de sus pecados? Todos deben saber que él/ella recibirá el temible juicio de Dios debido a sus pecados, y darse cuanta que el evangelio del agua y el Espíritu es la verdad de la redención y la Palabra de la bendición.
La Biblia no nos dice en qué día y hora exacta vendrá el fin del mundo. El esconder la hora del fallecimiento del mundo es la sabiduría de Dios. Si Dios revelará la hora del fin, traería muchos problemas. Es por eso que Dios escondió el día del juicio a la gente. Pero cuando el tiempo puesto por Dios venga, todo será cumplido por Él y un nuevo mundo comenzará.
Dios dijo en el pasaje principal: «Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra». Esta Palabra es la promesa de Dios que Él liberará a los santos de las siete plagas que vendrán a este mundo después de su martirio. Sin embargo, esto no significa que Él exentará a los santos de ser martirizados o perseguidos por el Anticristo en el fin de los tiempos. Un gran número de gente encarará el temible juicio de Dios por no haber creído en el evangelio del agua y el Espíritu y por no haber recibido la remisión de sus pecados. Como resultado, sus almas pecaminosas caerán al infierno. Pero Dios permitirá el martirio a los santos primeramente, ya que este martirio es lo que los liberará de las temidas plagas.
¿Qué Clase de Marca Recibirá la Gente en el Fin de los Tiempos de la Tribulación?
La Biblia nos dice que la gente recibirá la marca llevando el nombre del Anticristo. Pero la Palabra del Apocalipsis también nos dice que aquellos que reciban la marca del Anticristo en sus frentes o en su mano derecha serán arrojados en el lago de fuego y azufre. Al recibir esta marca del nombre del Anticristo, ellos se convertirán por siempre en los sirvientes de Satanás. El lago de fuego y azufre está reservado para aquellos que tienen pecado.
La era de la gracia, cuando la gente puede ser salva de sus pecados a través de la fe, ahora está terminando. La Biblia dice que un número incontable de mártires están escritos en el Libro de la Vida, ellos automáticamente rechazarán la marca del nombre del Anticristo.
Dios nos dice que aquellos que creen en el evangelio del agua y el Espíritu serán todos martirizados en ese tiempo. Serán martirizados al rehusarse a recibir la marca de Satanás. Aquellos que se han convertido en justos no deben temer el martirio del fin de los tiempos, sino más bien, deben dar gracias a Dios por el Reino del Milenio que les espera después de su martirio.
Debido a que al recibir la marca del nombre del Anticristo es un acto deshonroso que traiciona a nuestro Señor, debemos rechazarlo. Todos podemos levantarnos hacia nuestro martirio, porque guardar nuestra fe en Dios en este tiempo es darle gloria a Dios. Nuestro Señor nos ha dicho que Él dará a los santos la fuerza para vencer todas las dificultades.
¿Cómo y Hasta Cuándo Debe la Iglesia de Dios Predicar el Evangelio del Agua y el Espíritu?
¿Por cuánto tiempo nos ha permitido nuestro Señor proclamar el evangelio del agua y el Espíritu? La respuesta es hasta el tiempo de nuestro martirio en la Gran Tribulación. Dios ha lanzado la puerta bien ancha para la predicación del evangelio por parte de los justos, para que ellos prediquen el evangelio del agua y el Espíritu hasta entonces. Hasta ese tiempo del martirio, los justos continuarán predicando el evangelio del agua y el Espíritu. Entonces esto será seguido por las temidas plagas sobre esta tierra.
Ahora mismo, los justos y los pecadores por igual viven rodeados por la hermosa naturaleza dada por el Señor. Hasta la llegada del tiempo de la Tribulación, los justos deben guardar su fe pura y esperar por el Señor, habiendo todos predicado el evangelio del agua y el Espíritu. Los justos necesitan cultivar el sembrado del evangelio.
En los tiempos finales, cuando la marca de la Bestia sea forzada sobre nosotros, debemos pelear y vencer a la gente mundana con nuestra fe en el evangelio del agua y el Espíritu dado por nuestro Señor. Cuando seamos martirizados por el Anticristo en los tiempos finales, nuestra fe habrá triunfado. Todas las vidas de los justos dependen del Señor. Si ellos creen en la Palabra del Señor, de que Él los guardará de la hora del juicio, y predican el evangelio hasta el fin del mundo, Dios les dará la vida de victoria. Los justos deben predicar el evangelio de la verdadera salvación en todos lados, hoy y mañana.
Todos nosotros debemos esperar por el regreso del Señor y ser fieles a Él por las recompensas que nos aguardan cuando el Reino del Milenio sea traído a nosotros. Cuando el Señor regrese a esta tierra, el Reino del Milenio será dado a los justos. Entonces los justos serán vestidos con la gloria de Dios, junto con el Señor.
Pero por ahora, debemos seguir predicando el evangelio del agua y el Espíritu mientras estemos en esta tierra, hasta el último momento en que ya no podamos hacerlo más. El evangelio que salva a los pecadores de sus pecados, el evangelio del agua y el Espíritu, es el evangelio de la verdadera redención del pecado.
Habiendo vivido una vida hasta el fin del mundo mientras que se predica el evangelio del agua y el Espíritu en esta tierra, los justos se encontrarán con el Señor, reinarán por mil años, y cuando el Reino del Milenio termine, la entrada al Reino eterno de Dios y vivir con el Señor por siempre. Le doy gracias al Señor en fe. Deberíamos agradecer al Señor aún más por darnos esta esperanza.
La Iglesia de Filadelfia era la Iglesia Especialmente Amada del Señor, que, Aunque Solo Tenía Poca Fuerza, No Negó el Nombre de Jesús y Siguió la Voluntad de Dios
Dios dio a esta Iglesia de Filadelfia Su bendición especial de ser librada de la hora del juicio. Esta bendición es la bendición de la remisión del pecado, de vivir en el Reino del Milenio, y de ser los propietarios del eterno Reino de Dios. Los Cristianos que aún permanecen como pecadores serán separados de las bendiciones de Dios. Pero los justos reinarán por mil años.
El Señor levantará a los santos de esta tierra a través de su martirio, y entonces derramará las más temidas plagas sobre este mundo. Dios hará esto para discernir lo bueno de lo malo, y para juzgar y destruir a los pecadores. Dios ama a los justos, particularmente a aquellos quienes, aunque con solo poca fuerza, guardan Su Palabra y predican el evangelio hasta el fin del mundo. Los santos que poseen tal fe y que pertenecen a esas iglesias fueron bendecidos verdaderamente. Dios se agrada con estos justos santos.
Dios dice que Él recompensará a aquellos que pelean en contra y vencen a Satanás creyendo en el evangelio del agua y el Espíritu con todo su corazón.
Existen muchos Cristianos en esta tierra que afirman creer en Jesús, pero están engañados por Satanás. La obra de la salvación, la cual liberó a todos los pecadores de sus pecados con la venida de Jesús a esta tierra, fue realizada por Sus dos obras justas. La fe en estas obras de salvación cree que Él tomó todos los pecados del mundo sobre Sí Mismo con Su bautismo en el Río Jordán, y que Él completó esta obra de salvación llevando estos pecados del mundo a la Cruz, siendo juzgado por estos pecados con Su propia sangre. Este es el evangelio de salvación, el evangelio de la remisión del pecado que ha salvado a los pecadores.
Pero aquellos que no tienen fe se han convertido “en los que afirman estar sin pecado sin creer en el bautismo de Jesús.” Tal fe es falsa. Alguna gente, por otro lado, afirma que nadie más ama a Jesús tanto como ellos, pero al mismo tiempo se describen como pecadores. Pero nuestro Señor nunca permite a nadie en el Cielo, solo a aquellos que creen en el evangelio del agua y el Espíritu. Él no escribe el nombre de los pecadores en Su Libro de la Vida. Solo a aquellos que creen en el evangelio del agua y el Espíritu están anotados en el Libro de la Vida del Señor.
La salvación del pecado dada por Dios no se adquiere por “lo que uno hace,” sino que puede ser adquirida por “lo que uno cree.” En esta fe, la primera consideración es creer que Jesús es el Hijo de Dios y nuestro Salvador, y en segundo lugar, creer en el bautismo de Jesús y en Su sangre sobre la Cruz como los actos totales e indispensables para nuestra salvación. Y también debemos creer en la resurrección de Cristo y en Su segunda venida.
Mateo 7:21-23 dice: «No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad». ¿Por qué Jesús negará a esta gente? Debido a que esta gente con pecados no puede ser escrita en el Libro de la Vida del Señor. En la actualidad existen muchos que profesan creer en Jesús como su Salvador, pero muchos de ellos no creen en el bautismo que Jesús recibió de Juan.
Así que sus nombres no están escritos en el Libro de la Vida. Sin embargo estos pecadores tratan de entrar en el Reino del Señor aún cuando cargan todos sus pecados. Por ello no pueden entrar. Algunas personas son tan osadas que piensan que ellos pueden entrar al Cielo aún si tienen pecado. Tal gente no cree en la salvación ofrecida por Dios, sino en su propia versión hecha en su orgullo. Aquellos cuya fe es falsa no creen que Jesús es Dios, ni en el hecho que Jesús tomó los pecados del mundo sobre Si Mismo con Su bautismo, ni en que Él cargó todos estos pecados a la Cruz. Esta gente considera y cree en Jesús meramente como uno de los cuatro sabios del mundo. Tales personas son pecadores, aún si creen en Jesús como su Salvador. Sin embargo, el Señor tiene algo que darles a estos pecadores. “¿Pero qué?” podrías preguntar. Bueno ¡nada más que el infierno les espera!
Nosotros, los justos, cuyos pecados han sido perdonados, debemos luchar en contra y vencer las mentiras hasta el fin del mundo con nuestra fe en el evangelio del agua y el Espíritu. En lo que los justos creen no es una verdad corruptible. Hasta el día del regreso del Señor, nunca podemos darnos por vencidos en nuestra fe en el verdadero evangelio con el que creímos a nuestro Señor, no importa lo que nadie diga. La verdadera Palabra en la cual creen los justos es recibida de Dios personalmente. Es testificada por la Palabra de Dios. Dios mismo la dijo en persona. Dios personalmente prometió la remisión de nuestro pecado. Los justos fueron salvos de todos sus pecados y llegaron a ser completos creyendo en el bautismo de Jesús y en Su Cruz. ¿Existe algo importante o que valga la pena de lo que los pecadores dicen? ¡Para nada! Los justos deben guardar su fe en el evangelio del agua y el Espíritu creyendo en la Palabra de Dios.
Ahora es el tiempo de los desastres naturales, y en un futuro no muy lejano, la Guerra nuclear también vendrá a esta tierra. Y los desastres naturales están dispuestos para esparcirse en una escala catastrófica mucho mayor. Los siervos de Dios deben ver claramente lo que viene sobre este mundo y predicarlo. Debes darte cuenta que el fin del mundo puede ocurrir repentinamente. Cuando la guerra nuclear se desate en el mundo, los desastres naturales alcanzan un nivel sin precedentes, y la marca de la Bestia es arrojada sobre nosotros –esto es, cuando el tiempo de nuestro martirio y resurrección, y venga el tiempo de la construcción del Reino del Milenio- este es el tiempo del regreso de Cristo a esta tierra. Todas las cosas pasan y son completadas por el Señor.
No importa lo que nadie diga, debemos creer en la palabra de Dios hasta el fin del mundo y guardar esta fe. Al seguir al Señor, sin importar las tribulaciones, definitivamente debemos guardar y proclamar nuestra fe en el evangelio del agua y el Espíritu.
Vivamos nuestras vidas mientras esperamos por el Día del Señor. ¡Preparemos a los pecadores para el perdón de los pecados con el evangelio del agua y el Espíritu! Yo creo que nuestro Señor ha preparado todas las bendiciones del Cielo reservadas para los justos, y nos están esperando. Debemos prepararnos para ese día antes de la resurrección de los muertos y que llegue la transformación de los santos. Deja de quejarte de lo vacía que es tu vida, y en lugar de eso cree en el evangelio del agua y el Espíritu.
Cuando ya conoces el evangelio de verdad, ¿cómo podrías escoger el terminar en el infierno rehusando creer en él? En lugar de caer en la desesperación por el vacío de la vida, debemos estar preparados para el Reino del Milenio siendo liberados de todos nuestros pecados a través de la fe en el evangelio del agua y el Espíritu. Después de haber vivido nuestras vidas con la clase de fe que, al igual que la Iglesia de Filadelfia, es elogiada por Dios, ¡seguramente nos encontraremos con el Señor en el aire! ¡Aleluya!
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