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Tema 24: SERMONES PARA LOS QUE SE HAN CONVERTIDO EN NUESTROS COLABORADORES

[24-27] Dios construye Su Iglesia a través de Sus siervos (Génesis 2, 1-3)

(Génesis 2, 1-3)
«Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación».
 
Los seres humanos son testigos de la obra de la creación que Dios cumplió durante los primeros seis días cuando creó los cielos y la tierra. Hoy me gustaría compartir la Palabra con ustedes acerca de lo que Dios hizo el séptimo día de la creación. Está escrito en Génesis 2, 1-2: «Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo». Dios dice aquí que completó la creación de los cielos y la tierra y todo lo que hay en ellos. Pero al séptimo día de la creación descansó porque había terminado Su trabajo. 
Debemos examinar detenidamente si falta algo en el dominio de Dios. Nuestro Dios creó los cielos y la tierra, pero ¿había algo imperfecto o incompleto en toda la creación de Dios? De hecho, cuando miramos lo que Dios hizo podemos ver que no había nada imperfecto. Hablando espiritualmente, el hecho de que Dios hubiese terminado toda Su obra de creación significa que nuestro Dios nos hizo perfectamente. Dios hizo a todas las criaturas vivas bajo los cielos y en la tierra. ¿Qué puso Dios en el Jardín del Edén en particular? El árbol del conocimiento del bien y del mal. 
En Génesis 2, 9 leemos: «Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal». Lo que debemos entender aquí es que, además del árbol del conocimiento del bien y del mal nuestro Dios también creó el árbol de la vida. En otras palabras, deberíamos entender que Dios planeó todo a la perfección para permitir al hombre comer del árbol de la vida y vivir allí para siempre. 
 
 
Las posesiones de Dios son nuestras al creer en Su Palabra
 
El pasaje de las Escrituras de hoy nos dice que Dios terminó toda Su obra de creación el séptimo día. En toda la obra de la creación que Dios había cumplido no había nada imperfecto ni incompleto. Durante los primeros seis días, Dios creó todo el universo y lo que hay en él a la perfección. Hoy, ¿qué nos dice Dios que hagamos después de que lo hiciese todo perfecto? Dios nos dice en los capítulos 2 y 3 de Génesis que comamos del árbol de la vida y disfrutemos de la vida eterna para siempre. ¿A quién se le permite tomar este dominio creado por Dios? Dios dice que a nosotros, los redimidos; es nuestra fe en Su Palabra la que hace posible que disfrutemos todo el dominio de Su creación. En otras palabras, los que pueden disfrutar de todo lo que Dios ha completado son los que tienen fe en Su Palabra. Solo la gente de fe que conoce y cree en la justicia de Dios puede conseguirlo todo en el dominio de Dios y disfrutar de sus logros. Por el contrario, los que no tienen fe en la justicia de Dios no pueden disfrutar del dominio de Dios, y son expulsados de este. Esto es lo que Dios nos está enseñando en Génesis 2. 
Está escrito en el pasaje de las Escrituras de hoy: «Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo» (Génesis 2, 1-2). Como dice aquí, Dios acabó toda Su obra de creación el séptimo día. Toda Su obra de creación acabó completamente, así que no había nada incompleto o insuficiente. ¿Se dan cuenta de las implicaciones? Esto significa que como Dios acabó toda Su obra de la creación el séptimo día, también acabó la obra de salvación. ¿Creen que la creación es un proceso continuo? No, Dios acabó toda Su obra de creación el séptimo día a la perfección. De la misma manera, nuestra salvación también se ha conseguido completamente. Todo lo que queda por hacer mientras vivimos en este mundo es recibir las bendiciones de Dios y disfrutarlas. Los que han recibido las bendiciones de Dios lo hacen porque tienen fe en la justicia de Dios. Todos nosotros debemos hacer que las bendiciones de Dios sean nuestras al creer en la salvación que ha cumplido a través de Jesucristo, dar toda la gloria a Dios por Sus bendiciones y vivir según ellas. 
Sin embargo, hay muchas personas que siguen sin poder disfrutar de este mundo perfecto de la creación de Dios. Estas personas no pueden disfrutar del mundo perfecto de Dios porque no creen en lo que Dios ha hecho. Por eso intentan hacer las cosas por su cuenta para que todo sea perfecto, ya que sienten que sigue habiendo faltas en la creación de Dios. Pero Dios terminó toda Su obra de la salvación a la perfección y por tanto todo lo que tenemos que hacer es tomar Sus bendiciones al poner nuestra fe en el Evangelio del agua y el Espíritu. Solo tenemos que tomar por fe todo lo que Dios nos ha dado. 
 
 

El Señor dijo que ya lo había terminado todo

 
Para alcanzar nuestra salvación lo único que necesitamos es tomarla por fe. Cuando toman la obra de Dios completa de salvación por fe, reciben la remisión de los pecados y disfrutan de la vida eterna. Como dice la Biblia: “Entonces los cielos y la tierra y todo lo que hay en ellos fueron acabados”. Dios completó toda Su obra de salvación. En el dominio de la fe todo lo que tienen que hacer es tomar por fe lo que Dios ya ha terminado, y vivir su vida según esta providencia. La fe es lo único que hace posible que disfrutemos todo lo que ha hecho Dios. Dios ya ha preparado y garantizado toda nuestra felicidad y nuestras bendiciones. Lo único que nos queda es creer en lo que Dios ha completado. La verdadera fe consiste en creer en lo que Dios ha completado. He hecho muchas cosas en mi vida de fe y todas estas cosas las hice por fe en lo que Dios ha completado. En otras palabras, por mi fe tomo lo que Dios ha cumplido en vez de hacer algo por mi cuenta. 
Y Dios ha decidido cumplirlo todo a través de Su Iglesia. También lo ha preparado y cumplido todo acerca de Su Iglesia por nosotros, para que sirvamos a Su Iglesia, nos unamos a ella y vivamos en ella, y vivamos por nuestra fe en la justicia de Dios bajo el liderazgo de Su Iglesia. Dicho de otra manera, Dios lo preparó todo para que vivamos por fe en Su Iglesia, y está esperándonos pacientemente. Estamos tomando las bendiciones de Dios en nuestras vidas por la fe en la justicia de Dios. Nuestro Dios planeó construir Su Iglesia mediante el Evangelio del agua y el Espíritu en esta era del Nuevo Testamento. Con todo esto en mente, Dios creó los cielos y la tierra y todas las estrellas en seis días. 
Y cuando terminó de crear estas cosas, descansó el séptimo día. Esto implica que Dios ha cumplido toda Su obra de salvación y ahora está descansando en paz. Como vemos en Su Palabra, lo que Él cumplió nos hace darnos cuenta de que Dios ha completado Su Iglesia con el Evangelio del agua y el Espíritu y por tanto ha restaurado nuestra relación con Él. Por fe hemos tomado lo que Dios ya había completado. Esto significa que estamos tomando las bendiciones de Dios y disfrutando de la victoria en nuestras vidas, todo a través de nuestra fe. 
No se preocupen de cómo construir un bella Iglesia de Dios o cómo compartir comunión con los santos. Dios ha cumplido todas estas cosas a través de Su justicia. Todo lo que tenemos que hacer es tomarlo todo por fe. Dios no nos dijo que construyésemos Su Iglesia. Dios dijo que Su Iglesia es el lugar donde los santos que creen en el Evangelio del agua y el Espíritu se reúnen. En la Iglesia de Dios hay un líder que Dios ha escogido; hay siervos y santos que creen en el Evangelio del agua y el Espíritu, todos viviendo una vida santa. Y Dios está haciendo Su obra a través de Su orden en la Iglesia. A través de Su Iglesia Dios también está testificando acerca de Su gloria, amor, y Verdad. En otras palabras, a través de Su Iglesia Dios manifiesta Sus bendiciones. Al terminar Su obra justa, Dios nos permitió vivir una vida justa. Nos ha dado todas Sus bendiciones. Y para ello, quien tenga fe en la Palabra de Dios puede trabajar y vivir en Sus bendiciones. En contraste, los que no tienen fe en la justicia de Dios están intentando en vano conseguir estas bendiciones mediante sus propios esfuerzos. Pero la Iglesia de Dios no es algo que pueda construirse mediante esfuerzos humanos. 
Cristo es nuestro Esposo y nosotros somos Sus esposas. Si Dios Padre nos reconoce como las esposas de Su Hijo, entonces lo somos. Esto no puede negarse siempre y cuando Dios nos haya aprobado como las esposas de Cristo. Dios Padre planeó, incluso antes de la creación del mundo, hacernos esposas de Su Hijo en Jesucristo y lo ha cumplido a la perfección. Nos ha sellado como esposas perfectas, así que no hay nada más que arreglar o añadir. Dios nos ha hecho perfectos. 
¿Saben cómo ha construido Dios Su Iglesia? ¿Saben cómo se ha desarrollado la obra justa de Dios? ¿Cuál es la verdadera Iglesia? ¿Se reconoce la Iglesia de Dios al observar rituales de adoración? Si es así, ¿debería un pastor predicar con una sotana roja durante la hora de adoración en la Iglesia de Dios? ¿O debería realizar rituales con una sotana azul? Si no es así, ¿debería predicar con una púrpura? No, estos rituales de predicación no son tan importantes. Rusia se convirtió en un país comunista mientras la Iglesia Ortodoxa estaba discutiendo sobre estos temas tan triviales. Si no se dan cuenta de cómo se construye la Iglesia verdadera, centrarán su atención y energía en algo completamente falso y no podrán entender lo que deben entender, es decir la Verdad del Evangelio del agua y el Espíritu. Sin embargo, cuando descubren el Evangelio del agua y el Espíritu y creen en él, pueden tomar la Iglesia de Dios por fe. 
 
 

La voluntad de Dios se cumple si la servimos por fe

 
Serán verdaderamente bendecidos si se dan cuenta de lo perfectos que son los planes de Dios. Los que han tomado las bendiciones de Dios por fe en Su justicia nunca viven en vano. Antes de que crean en Jesucristo, deben darse cuenta de lo que es la Iglesia de Dios, Su amor y la verdadera fe en la justicia de Dios. ¿Qué debemos recibir en nuestros corazones y qué debemos echar fuera? La verdadera respuesta se encuentra en la justicia de Dios escrita en la Biblia. Por nuestra fe en la justicia de Dios pueden tomar todo lo que Dios ha planeado y cumplido. Toda la justicia de Dios y Sus bendiciones se encuentran en Su Palabra. 
¿Qué dice la Biblia en ambos Testamentos? Nos dice que debemos vivir por fe. Pero, ¿dónde debemos poner nuestra fe? Nuestra fe debe estar en la justicia de Dios mientras vivimos nuestras vidas. Pero hay muchas personas que no conocen la Verdad de la salvación que Dios ha cumplido completamente y por eso viven fuera de las bendiciones de Dios culpándole por su miseria. Muchas vidas están siendo destrozadas porque no conocen la justicia de Dios. En otras palabras, la gente está rechazando el amor de Dios y Sus bendiciones porque ignoran la justicia de Dios y están adorando a ídolos. Si no conocen la justicia de Dios, acabarán levantándose contra ella. Hay demasiados cristianos hoy en día que tienen esta noción de estar haciendo la obra de Dios, pero en realidad no tienen ni idea de Su justicia. 
Sin embargo, todos los que creen en el Evangelio del agua y el Espíritu pueden caminar por el camino de Dios mediante su conocimiento y fe en Su justicia. Dios les ha dado todas las bendiciones y pueden tomarlas por fe y disfrutar de ellas durante toda su vida. Por tanto, Dios quiere cumplir Su voluntad a través de los que viven por fe en Su justicia. A través de esta gente que sigue Su justicia Dios da testimonio de todo acerca de Sí mismo. De esta manera, el Reino de Dios se construye y se cumple en este mundo a través de los que creen en la justicia de Dios. Así es como el Reino de Dios se construye y se cumple en este mundo a través de los que creen en la justicia de Dios. Así es como el Reino de Dios se cumple en este mundo. Así que quiero que todos vivan por fe en la Palabra de Dios. 
Ahora, todos debemos entender la justicia de Dios y creer en ella ya que se ha cumplido por completo. ¿Acaso Dios Padre no ha terminado Sus obras justas a través de Jesucristo? Lo ha cumplido todo. Esto significa que Dios ha cumplido toda la salvación de la raza humana. 
Sin embargo, en vez de creer en las obras de salvación que Jesús ha completado y seguirle, muchos cristianos hoy en día creen que Jesús todavía no ha completado su salvación. Como resultado, todos sus pecados siguen intactos en sus corazones. Si son este tipo de cristianos, incluso en este momento deben dejar de lado sus nociones y creer en la justicia de Dios de todo corazón. Su corazón debe descansar creyendo en que Dios les ha salvado perfectamente de todos los pecados del mundo. En otras palabras, deben plantar la paz en sus corazones creyendo en la Palabra de salvación que Dios ha cumplido. 
Dios terminó toda Su obra de creación el séptimo día. Por tanto, sea lo que sea lo que Dios nos pida hacer y lo que nos diga, todo lo que tenemos que hacer es aceptar Su amor y practicarlo por fe. Aunque Dios lo haya completado todo, debemos tomarlo por fe. Al creer en el amor de Dios y Su justicia nuestras palabras y acciones se utilizan para hacer la obra de Dios. Dios ha salvado a toda la raza humana del pecado y debemos predicar esto por fe. Sin embargo, aunque Dios ha cumplido todo por nosotros, si nos negamos a hacer Su obra pensando que no tenemos suficiente fe, no podemos orar bien, o que tenemos mal carácter mientras contemplamos nuestras faltas en vez de tomar lo que Dios ha terminado, Dios no podrá hacer Su obra a través de nosotros. No podemos manifestar todo Su amor completo y justicia a través de nosotros. 
Dios vino a este mundo y completó Su obra perfectamente para salvarnos de todos nuestros pecados. Y Dios quiere manifestar Su justicia a través de nosotros, los que creemos en lo que ha cumplido. Por tanto, cuando Dios nos pide que hagamos Su obra, debemos darnos cuenta de que, aunque nos creó como seres frágiles llenos de fallos, ha completado toda la obra de salvación para librarnos de los pecados y ha hecho posible que, a pesar de nuestros fallos, propaguemos Su obra por todo el mundo. ¿Lo entienden? ¿Creen en esto? Esto es lo que debemos hacer por la verdadera fe. 
 
 
El Señor está pidiendo que le sigan
 
Mateo era un publicano, pero Jesús le dijo que le siguiera y le dijo que le haría pescador de hombres. Mateo entonces abandonó todo lo que estaba haciendo y siguió al Señor. El Señor le dijo que le haría pescador de hombres y Mateo siguió al Señor en cuanto escuchó esta Palabra celestial. 
Los discípulos de Jesús no dudaron en seguir al Señor. Mientras que Jesús estaba haciendo Su obra en este mundo, alguien le dijo que seguiría al Señor después de enterrar a su padre muerto. Pero el Señor le dijo que dejase a los muertos enterrar a los muertos y le siguiera inmediatamente, diciendo: «Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios» (Lucas 9, 62). Esto significa que cuando seguimos al Señor no debemos realizar ningún cálculo carnal. De esta manera, Dios da testimonio de Su obra a través de los que dicen al Señor cuando les dice que le sigan: “Sí, Señor, te seguiré. Has cumplido mi salvación. Me has hecho una persona justa. Y cuidarás de todo”. En otras palabras, la gloria de Dios y Su valiosa obra se manifiestan a través de los que se someten a lo que Dios ha hecho por ellos y le siguen por fe. ¿Creen en esto también? ¿Creen que la obra de Dios se manifiesta a través de todos los individuos aquí reunidos? Eso es fe. La fe en la justicia de Dios no requiere ninguna educación secular. No se necesita ningún don mundano. Todo lo que tienen que hacer es decir que sí a lo que Dios nos está diciendo. ¿Es todo posible para nosotros? Sí, no hay nada imposible. Si Dios dice que nos usará a todos los que creemos en el Evangelio del agua y el Espíritu como Sus instrumentos y manifestará Su gloria a través de nosotros, esto ocurrirá. Después de todo, ¿no es todo posible si es la voluntad de Dios? Por supuesto que sí. Creer así es tener fe. 
Ustedes son la segunda cosecha de estudiantes que estudian aquí en nuestra Mission School, y si de verdad creer en la Palabra de Dios y confían y siguen al líder de su Iglesia, Dios les hará siervos Suyos y les utilizará como instrumentos Suyos. Digamos que la Iglesia está a punto de enviarles a algún lugar como ministros. ¿Creen que Dios les ha hecho trabajadores Suyos y creen que la gloria de Dios será revelada y cumplida a través de ustedes? Si es así, entonces deberían decirle sí al Señor y seguirle por fe. Y esta es la disposición de la gente de fe. 
Cuando Moisés fue llamado por Dios, se negó a cumplir su llamado al principio, diciendo que era demasiado lento de habla. ¿Quién dio una excusa similar? Jeremías también dijo que era demasiado joven y no lo suficientemente elocuente para cumplir su llamado. Pero Dios les dijo: “No tengáis miedo. Iros y decid lo que os pido” y cuando Moisés obedeció esta Palabra, la obra de Dios se cumplió exactamente como se prometió. Su voluntad se cumplió así. 
 
 

Plantar la Iglesia de Dios

 
¿Por qué estamos operando nuestra Mission School? Para predicar el Evangelio de Dios. La Iglesia de Dios es absolutamente indispensable para predicar el Evangelio del agua y el Espíritu a todas las naciones del mundo. Para ello, los siervos de Dios deben formarse en todas las naciones del mundo. Debemos formar a trabajadores de Dios. Lo que necesitamos no es una iglesia grande. Será bastante hacer que haya siervos de Dios en todas partes para predicar Su Palabra. Deberíamos plantar iglesias en cada región y aún más en las regiones grandes. La Iglesia de Dios se necesita en todas partes, en Seúl, en Incheon y en cualquier ciudad satélite alrededor. Muchas ciudades nuevas han surgido recientemente, pero ¿qué necesitamos? Todas necesitan la Iglesia de Dios que predica la Verdad. No una iglesia extravagante. El espacio tampoco es un problema. Incluso una pequeña sala con una cruz de madera y un púlpito es suficiente para empezar una iglesia, siempre y cuando en ella se predique el Evangelio del agua y el Espíritu a todos los que la visiten y a la gente de alrededor. Esta iglesia es absolutamente esencial. Hace poco que abrimos nuestra Mission School, pero tengo confianza en que Dios ya ha cumplido Su obra a través de Su Iglesia, es decir, ya ha borrado todos nuestros pecados y nos ha hecho Sus santos. Sé que Dios nos ha hecho felices. Los siervos de Dios están predicando el Evangelio por fe y llevando a las almas perdidas por fe a Su Iglesia. Al hacer esto están haciendo felices a estas almas perdidas y dando esperanza a los que están desesperados. Todas estas cosas las hacemos juntos con los que han unido sus corazones con la Iglesia de Dios. Por eso estamos operando esta Mission School con nuestra fe en la Palabra de Dios, para levantar a los siervos de Dios. 
 
 

Los que se ofrecen a Dios

 
Lo que Dios les pide a través de Sus siervos se cumplirá a través de Su voluntad. Si Dios les dice que vayan a cierta región a plantar Su Iglesia, entonces esto se cumplirá seguro. Dios es quien lo cumple todo. Ya he hablado de esto antes y les he explicado cómo se construye la Iglesia de Dios. Cuando se planta una iglesia nueva, necesita financiación. Por supuesto esto al final se resolverá cuando haya más miembros, pero antes de eso los siervos de Dios deben servir al Señor ofreciendo sus propias posesiones primero. Ningún siervo de Dios tiene posesiones propias, sino que todos los siervos de Dios simplemente cuidan de Sus posesiones. Quien siga al Señor debe cumplirlo todo al creer en la Palabra del Señor. Cuando la Iglesia de Dios se planta así, muchas almas serán salvadas a través de ellas y se utilizarán muchas ofrendas para plantar aún más iglesias. 
¿Cuál es la voluntad de Dios? Que vivamos por fe y sirvamos al Evangelio. Hemos sido salvados al creer en el Evangelio del agua y el Espíritu, pero si no vivimos primero por este Evangelio, nadie nos seguirá. Si no se entregan a sí mismos no podrán seguir la justicia del Señor. Aunque un líder de la iglesia crea que Dios lo ha cumplido todo, si no se ofrece a sí mismo a Dios así, ¿quién le seguirá? Los que creen en la Palabra de Dios son los que siguen al Señor. Dios dijo que descansó el séptimo día de la creación porque había terminado Su obra. Los que creen en la justa Palabra de Dios siguen la justicia del Señor. Cuando los líderes de la iglesia siguen al Señor y sirven de ejemplo para todos entonces los que tienen una fe débil siguen al Señor también. ¿Acaso esto no tiene sentido? Su fe debe estar claramente establecida en su corazón. Su corazón debe estar preparado para seguir al Señor con una fe firme. Dios ha completado Su obra de salvación para librar a todos los pecadores del mundo. 
Sin embargo, aunque Dios haya completado esta obra, la mayoría de las personas siguen destruidas por sus pecados porque no conocen esta Verdad. Por eso esta obra de salvación que Dios ha completado por nosotros debe ser testificada a todo el mundo. ¿Entonces quién se ofrecerá a hacer esta obra? ¿Quién entregará su vida para dar testimonio del Evangelio y predicarlo? ¿Quién vivirá por la Verdad del Evangelio del agua y el Espíritu? ¿Quién declarará a toda nación y tribu lo que Dios ha completado? Nosotros los que creemos en esta Verdad. Dios nos está diciendo que nos levantemos. De la misma manera en que nuestro Señor le dijo al profeta Isaías que fuese a hacer brillar la luz, nos está pidiendo que nos levantemos y hagamos brillar la luz de este verdadero Evangelio. 
Dios habla a los que conocen Su voluntad. No habla a cualquiera que no conozca Su voluntad, sino solo a los que creen en Su obra. Dicho de otra manera, Dios nos está diciendo que hagamos brillar la luz de Su perfecta salvación. Dios no les confía Su obra a los que no creen en Su justicia. Cuando los discípulos de Jesús le dijeron que había mucha cosecha que recoger y le pidieron que enviase a más jornaleros, el Señor les dijo que fueran ellos mismos. Así, quien conoce la voluntad de Dios llevará a cabo la obra de Dios y le seguirá. ¿Pueden decir amén a esto? Digamos Amén. 
No estamos haciendo la obra de Dios para nadie más. Estamos haciendo Su obra para cumplir Su voluntad. Esta obra no está siendo desarrollada por nuestra voluntad, sino que Dios nos ha escogido y Dios nos sostiene y trabaja a través de nosotros. Todo lo que tenemos que hacer es tomar la Palabra de Dios al poner nuestra fe en ella y vivir por esta fe. Todos debemos darnos cuenta de lo que significa tomar la Palabra de Dios por fe. 
¿Entienden ahora lo que es la voluntad de Dios? La voluntad de Dios es que sirvamos al Evangelio del agua y el Espíritu. También es la voluntad de Dios que veamos al Hijo de Dios y creamos en Él. Y por eso estamos trabajando sin cesar para dar testimonio de Su Evangelio. 
Estoy predicando el Evangelio del agua y el Espíritu y trabajando duro en la Iglesia de Dios. Mientras hago mi trabajo como su líder, me resulta claro quién está completamente unido con la Iglesia de Dios y quién no. Hay una canción en Corea que dice: “No me muestres amor con tus ojos, no me hables de amor con tus labios”. De esta manera, hay obreros que alaban al Señor con sus labios y se involucran con otras cosas. Pero esto no es lo que Dios quiere de nosotros. Quiere que todos ofrezcamos nuestros corazones a Él y practiquemos esto dedicando nuestras vidas a predicar el Evangelio del Señor.