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Tema 24: SERMONES PARA LOS QUE SE HAN CONVERTIDO EN NUESTROS COLABORADORES

[24-60] Las bendiciones se distribuyen a través de la Iglesia de Dios (Génesis 27:1-30)

(Génesis 27:1-30)
“Aconteció que cuando Isaac envejeció, y sus ojos se oscurecieron quedando sin vista, llamó a Esaú su hijo mayor, y le dijo: Hijo mío. Y él respondió: Heme aquí. Y él dijo: He aquí ya soy viejo, no sé el día de mi muerte. Toma, pues, ahora tus armas, tu aljaba y tu arco, y sal al campo y tráeme caza; y hazme un guisado como a mí me gusta, y tráemelo, y comeré, para que yo te bendiga antes que muera. Y Rebeca estaba oyendo, cuando hablaba Isaac a Esaú su hijo; y se fue Esaú al campo para buscar la caza que había de traer. Entonces Rebeca habló a Jacob su hijo, diciendo: He aquí yo he oído a tu padre que hablaba con Esaú tu hermano, diciendo: Tráeme caza y hazme un guisado, para que coma, y te bendiga en presencia de Jehová antes que yo muera. Ahora, pues, hijo mío, obedece a mi voz en lo que te mando. Ve ahora al ganado, y tráeme de allí dos buenos cabritos de las cabras, y haré de ellos viandas para tu padre, como a él le gusta; y tú las llevarás a tu padre, y comerá, para que él te bendiga antes de su muerte. Y Jacob dijo a Rebeca su madre: He aquí, Esaú mi hermano es hombre velloso, y yo lampiño. Quizá me palpará mi padre, y me tendrá por burlador, y traeré sobre mí maldición y no bendición. Y su madre respondió: Hijo mío, sea sobre mí tu maldición; solamente obedece a mi voz y vé y tráemelos. Entonces él fue y los tomó, y los trajo a su madre; y su madre hizo guisados, como a su padre le gustaba. Y tomó Rebeca los vestidos de Esaú su hijo mayor, los preciosos, que ella tenía en casa, y vistió a Jacob su hijo menor; y cubrió sus manos y la parte de su cuello donde no tenía vello, con las pieles de los cabritos; y entregó los guisados y el pan que había preparado, en manos de Jacob su hijo. Entonces éste fue a su padre y dijo: Padre mío. E Isaac respondió: Heme aquí; ¿quién eres, hijo mío? Y Jacob dijo a su padre: Yo soy Esaú tu primogénito; he hecho como me dijiste: levántate ahora, y siéntate, y come de mi caza, para que me bendigas. Entonces Isaac dijo a su hijo: ¿Cómo es que la hallaste tan pronto, hijo mío? Y él respondió: Porque Jehová tu Dios hizo que la encontrase delante de mí. E Isaac dijo a Jacob: Acércate ahora, y te palparé, hijo mío, por si eres mi hijo Esaú o no. Y se acercó Jacob a su padre Isaac, quien le palpó, y dijo: La voz es la voz de Jacob, pero las manos, las manos de Esaú. Y no le conoció, porque sus manos eran vellosas como las manos de Esaú; y le bendijo. Y dijo: ¿Eres tú mi hijo Esaú? Y Jacob respondió: Yo soy. Dijo también: Acércamela, y comeré de la caza de mi hijo, para que yo te bendiga; y Jacob se la acercó, e Isaac comió; le trajo también vino, y bebió. Y le dijo Isaac su padre: Acércate ahora, y bésame, hijo mío. Y Jacob se acercó, y le besó; y olió Isaac el olor de sus vestidos, y le bendijo, diciendo:
Mira, el olor de mi hijo,
Como el olor del campo que Jehová ha bendecido;
Dios, pues, te dé del rocío del cielo,
Y de las grosuras de la tierra,
Y abundancia de trigo y de mosto.
Sírvante pueblos,
Y naciones se inclinen a ti;
Sé señor de tus hermanos,
Y se inclinen ante ti los hijos de tu madre.
Malditos los que te maldijeren,
Y benditos los que te bendijeren.
Y aconteció, luego que Isaac acabó de bendecir a Jacob, y apenas había salido Jacob de delante de Isaac su padre, que Esaú su hermano volvió de cazar.”
 
 
Es muy importante que nos demos cuenta de qué bendiciones hemos recibido a través de la Iglesia de Dios. Hoy me gustaría compartir la Palabra acerca de este tema importante.
¿Cómo hemos recibido la remisión de los pecados? ¿La recibimos por casualidad? ¿Conocimos a nuestro Señor porque somos más sabios, inteligentes o más espirituales que los demás? ¿Es posible encontrar al Señor a través de nuestros propios méritos? No, por supuesto que no.
Hemos sido bendecidos. ¿Entonces cómo recibimos estas bendiciones? A través de Su Iglesia Dios nos ha dado estas bendiciones. Debemos darnos cuenta de que no encontramos a Dios a través de nuestros propios esfuerzos. A través de Su Iglesia Dios obra y a través de Su Iglesia Dios bendice a las personas. Cualquier iglesia que no sea aprobada por Dios no vale para nada, por muchas iglesias que haya así. Si la auténtica Iglesia de Dios no estuviese presente en este planeta, nadie podría recibir las bendiciones de Dios. Como Dios ha establecido claramente Su Iglesia como el camino a través del cual distribuye Sus bendiciones.
 
 
Jacob fue bendecido porque escuchó a su madre y siguió su consejo
 
Isaac, el hijo de Abraham y el padre de Jacob estaba a punto de morir por su edad avanzada. Sus ojos no veían bien y estaba casi ciego. Jacob se aprovechó de la situación de Jacob y se disfrazó de Esaú y recibió la bendición del hijo primogénito reservada para su hermano. Algunos predicadores dicen sin pensar que Jacob quería ser bendecido tanto que engañó a su padre para recibir la bendición del primogénito, pero la Palabra de Dios no es tan simple.
¿Por qué dice la Biblia que, cuando Isaac era viejo y había perdido su vista, Jacob se disfrazó de su hermano Easú, le llevó un plato de comida preparado por su madre a su madre y recibió estas bendiciones? Esto no significa solo que Jacob desease ser bendecido tanto que engañó y mintió a su padre. Nos enseña a través de quien Dios bendice a todo el mundo. Debemos aferrarnos a la razón por la que Dios escribió este evento en la Biblia. Es para revelar el hecho de que Dios distribuye Sus bendiciones a través de Su Iglesia.
Cuando Isaac se hizo viejo llamó a su primogénito Esaú y le dijo: “Vete al campo y caza algo para mí. Y hazme una plato sabroso para mí. Entonces te bendeciré”. Entonces Esaú dijo: “Sí padre, haré lo que me digas”. Así que Esaú afiló sus flechas, se las echó por encima del hombro y salió a cazar al campo.
Mientras esta conversación tenía lugar, Rebeca, a mujer de Isaac, escuchó lo que le estaba diciendo a su primogénito. Así que Rebeca pensó: “Cuando Esaú vuelva de cazar y prepare un plato sabroso para su padre, Isaac le bendecirá”. Rebeca amaba a su segundo hijo Jacob más que a su primer hijo. El nombre de Jacob significa el que tomó por el talón o suplantador, y Jacob siempre había ayudado a su madre. Así que era normal que Rebeca amase a Jacob más, porque era obediente.
Rebeca le dijo a Jacob: “He escuchado a tu padre decir que bendecirá a tu hermano cuando vuelva de cazar y que le hará su plato favorito. Quiero que te bendiga a ti. Quiero que tú recibas todas estas bendiciones. Así que haz lo que te pida”. Rebeca le dijo a Jacob que fingiese ser Esaú ante su padre. Entonces Jacob le dijo: “Haré lo que me has dicho que hagas, pero mi hermano es un hombre peludo y yo no tengo pelo. Así que tengo miedo de que, en vez de bendecirme, me maldiga por intentar engañar a mi padre”. ¿Qué le dijo su madre? Ella dijo: “Si esto ocurre entonces todas las maldiciones caerán sobre nosotros; solo haz lo que te pido”. Ahora que Jacob tenía la garantía de su madre, solo tenía que hacer lo que le pedía su madre, porque aunque fuese maldecido, su madre cargaría con todas estas maldiciones.
Rebeca primero le dijo a Jacob que le trajese dos cabras buenas del rebaño. Cuando Jacob le llevó las cabras, su madre las cocinó e hizo un plato sabroso para Isaac y se puso el pelo de la cabra en los brazos y cuello, es decir, en las partes descubiertas de su cuerpo, para que su padre ciego pudiera tocarlo. Entonces le dijo a Jacob que le llevase la comida que había preparado a su padre.
 
 

Dios nos ha bendecido por la fe que hay en la Iglesia de Dios

 
Queridos hermanos, ¿qué significa esto? La madre de Jacob simboliza la Iglesia de Dios. La Biblia a menudo habla de la Iglesia como una mujer casada. De la misma manera en que Adán le dijo a su mujer Eva: “Ahora esta es hueso de mis huesos y carne de mi carne”, Dios habló de Su Iglesia como el encarnación de Su amor y el pilar de la Verdad. En otras palabras, la madre de Jacob en el pasaje de las Escrituras de hoy se refiere a la Iglesia de Dios.
De hecho, el pasaje de las Escrituras de hoy describe cómo Jacob fue bendecido a través de la Iglesia. ¿Cómo pudo Jacob recibir estas bendiciones? Fue bendecido porque hizo lo que su madre, la Iglesia de Dios, le dijo que hiciese. Espiritualmente hablando, Jacob fue bendecido a través de la Iglesia de Dios. La Iglesia hizo este plato sabroso para que Jacob recibiese las bendiciones de su padre.
Y el plato de comida sabrosa aquí no se refiere literalmente a un plato de comida. Isaac se comió este plato sabroso y bendijo a Jacob. ¿Cuál es el significado espiritual de este plato sabroso mencionado aquí? Significa que Jesucristo ha eliminado todos nuestros pecados para siempre con el Evangelio del agua y el Espíritu. Nuestra fe en la obra justa del Señor es el plato sabroso ante Dios Padre. Si preparamos esta comida sabrosa de fe para llevársela a Dios, recibiremos todas Sus bendiciones.
Sin embargo, no todo el mundo puede preparar esta comida sabrosa que complazca a Dios. Aunque hay muchas iglesias en este mundo, hay pocas iglesias que enseñen el misterio de la salvación que permite recibir la remisión de los pecados a través del Evangelio del agua y el Espíritu. En otras palabras, solo la Iglesia justa de Dios puede preparar esta comida de fe y salvación. Deben entender que esta verdad no es algo que cualquier iglesia pueda preparar. Solo la Iglesia de Dios puede enseñar cómo se recibe la remisión de los pecados a través del Evangelio del agua y el Espíritu, y solo la Iglesia de Dios puede permitirnos recibir las bendiciones al preparar esta comida sabrosa correctamente y ofrecérsela a Dios. Si no es la Iglesia de Dios, otra iglesia no puede enseñar a ninguna alma a recibir la remisión de los pecados.
Hablando espiritualmente, la Iglesia de Dios es la mujer de Cristo. Ninguna iglesia puede difundir las bendiciones de la remisión de los pecados del mundo si no es una iglesia que cree en la justicia del Señor absolutamente. Solo a través de la Iglesia justa de Dios se pueden recibir de Dios. Deben darse cuenta de esto. Deben darse cuenta también de lo importante que es el ministerio de la Iglesia de Dios. Si el ministerio del Evangelio no se lleva a cabo en la Iglesia de Dios, nadie puede recibir las bendiciones.
Piensen en esto. Si no fuese por la Iglesia de Dios, ¿cómo habríamos recibido la bendición de la salvación? En realidad, Jacob era un hombre débil con muchos fallos. ¿Cómo pudo un hombre tan débil ser bendecido? Aunque hiciese todo lo posible, ¿podría recibir las bendiciones? Las bendiciones no pueden ser recibidas si Dios no las ha ofrecido. Pero Jacob estaba bendecido porque obedeció a su madre, es decir porque obedeció a la Iglesia de Dios.
 
 
¿Cómo es bendecida por Dios la gente?
 
En el pasaje de las Escrituras, Dios nos está enseñando una verdad profunda. Nos está enseñando la verdad de que solo somos bendecidos a través de Su Iglesia. Recuerden esta enseñanza importante claramente. Sin la Iglesia de Dios no podemos recibir las bendiciones de la remisión de los pecados. Sin la Iglesia de Dios, es absolutamente imposible recibir ninguna bendición. ¿A través de quién da Dios las bendiciones del cielo y la fertilidad de la tierra? A través de Su Iglesia solamente. Por muy duro que trabajen en este mundo y por mucho que quieran recibir las bendiciones, no podrán recibir estas bendiciones si no confían en la Iglesia de Dios. El pasaje de las Escrituras de hoy nos revela que Dios solo nos bendice a través de Su Iglesia. Deben darse cuenta de que Dios escribió el pasaje de las Escrituras de hoy en Génesis 27 para enseñarnos cómo recibir las bendiciones, es decir, para revelar cómo se reciben las bendiciones a través de la Iglesia de Dios.
Mis queridos hermanos, ¿conocen la Iglesia de Dios? Debemos poder reconocer la Iglesia de Dios correctamente. Si no reconocen la Iglesia de Dios y dicen: “He recibido la remisión de los pecados, así que me gustaría seguir viviendo según las pautas del mundo” la remisión de los pecados que han recibido será en vano. Aunque pensemos que estamos sirviendo a la Iglesia de Dios, la realidad es que la Iglesia de Dios nos está sirviendo, y no al revés. Debemos entender claramente que a través de la Iglesia de Dios estamos siendo bendecidos por Dios, en vez de servir a la Iglesia de Dios.
Por tanto, no deben tomarse la Iglesia de Dios a la ligera. Una persona que se toma la Iglesia de Dios a la ligera, o que no la conoce, no está viviendo una vida de fe todavía. Los que no conocen la Iglesia de Dios están viviendo una vida de avaricia en vez de una vida de fe, y están buscando bendiciones por todas partes, como construyendo la Torre de Babel. No debemos dejar que esto nos ocurra. Debemos darnos cuenta claramente de que somos bendecidos a través de la Iglesia y debemos servir a la Iglesia de Dios y seguirla.
 
 

Hablando espiritualmente, la comida sabrosa de Isaac se refiere al Evangelio de la remisión de los pecados

 
La madre de Jacob en el pasaje de las Escrituras preparó un plato sabroso. ¿Acaso no soon las madres las que saben más acerca de los padres? Entonces, cuando la Biblia dice aquí que Rebeca preparó comida sabrosa para Isaac, no preparó cualquier comida, sino que hizo un plato especial. Entonces, mis queridos hermanos, ¿cuál es la comida más sabrosa entre todas las comidas del mundo? La remisión de los pecados, que constituye el pan de vida. En otras palabras, la comida especial que Rebeca preparó en el pasaje de las Escrituras de hoy se refiere a la remisión de los pecados bendita que elimina todos los pecados de la raza humana.
No pueden aprender cómo se eliminan los pecados de la humanidad en el mundo. ¿Dónde pueden aprender esto? Solo a través de la Iglesia de Dios podemos escuchar el Evangelio del agua y el Espíritu. ¿Les enseñan las universidades seculares el Evangelio del agua y el Espíritu? ¿Lo enseña la sociedad? ¿Lo enseña la gente inteligente? ¿Lo enseñan los maestro de ética o los líderes religiosos? No, nadie puede enseñarlo. ¿Quién enseña este Evangelio entonces? Solo la Iglesia de Dios, la Esposa de Cristo, puede preparar esta comida sabrosa predicando el Evangelio de la remisión de los pecados.
Piensen en esto. Si no fuese por la Iglesia de Dios, ¿podríamos escuchar el Evangelio del Señor? No, por supuesto que no. Nuestros pecados habrían estado intactos en nuestros corazones y habríamos ido directamente al infierno. Sin la Iglesia de Dios, nadie puede escuchar este Evangelio. ¿Piensan que son suficientemente inteligentes como para descubrir la Verdad de la remisión de los pecados por su cuenta? Si es así como piensan, entonces no podrán recibir la remisión de los pecados nunca.
 
 
La comida sabrosa de la fe no se puede encontrar en cualquier sitio
 
Es gracias a la Iglesia de Dios que hemos podido escuchar el Evangelio del agua y el Espíritu y hemos recibido la remisión de los pecados. Todos debemos entender esto correctamente. Debemos darnos cuenta de que es a través de la Iglesia de Dios que podemos recibir la remisión de los pecados y ser bendecidos. Jesucristo es nuestro Salvador. Pero, ¿a través de qué entidad obra? A través de Su Iglesia. La obra de salvación de Cristo nunca se lleva a cabo si no es a través de la Iglesia de Dios.
Por tanto, es imperativo que nos demos cuenta qué tipo de lugar es la Iglesia de Dios. Debemos saber dónde se encuentra la verdadera Iglesia de Dios. Y cuando escuchamos la Palabra a través del líder de la Iglesia de Dios podemos reconocen si esta es la Palabra de Dios de la vida o simplemente es la palabra de los hombres que se puede escuchar en cualquier sitio. El pan del Cielo es el pan de vida, pero no debemos comer este pan envenenado. De hecho, esta Palabra del agua y el Espíritu a través de la que Dios nos ha salvado del pecado no es algo que se pueda encontrar en cualquier sitio. No es algo que podamos encontrar en cualquier sitio y en cualquier momento. Cuando los seres humanos no reconocemos la Iglesia de Dios que nos da las verdaderas bendiciones, estamos desperdiciando nuestras bendiciones sin darnos cuenta.
Mis queridos hermanos, gracias a la Iglesia de Dios hemos recibido la remisión de los pecados y esta remisión se mantiene intacta. A través de la Iglesia de Dios podemos recibir las bendiciones prometidas por el Señor a Su debido tiempo, ir hacia Él y madurar ante la presencia de Dios. Todas estas cosas son posibles solo en Su Iglesia, no en ningún otro sitio.
¿Qué escucharán en otro sitio que no sea la Iglesia de Dios? ¿Pueden simplemente escoger lo que quieren escuchar? No, no es así. Piensen en esto. ¿Tenemos la habilidad de sacar solo agua limpia de un río y filtrar el lodo? No, tenemos que aceptar lo que fluya por ese río. Si la verdadera Iglesia de Dios está mezclada con las palabras del mundo, no tendrán otro remedio que aceptarlo todo, y cuando esto ocurra, acabarán plantando la semilla de las falsas enseñanzas en un campo malo que da malos frutos.
¿Cómo ha bendecido Dios a todo el mundo? Ha bendecido a todos los seres humanos a través Su Iglesia. ¿Qué es entonces la Iglesia de Dios? La Iglesia de Dios es un lugar donde los que han recibido la remisión de los pecados y están adorando a Dios se reúnen, y es un lugar donde hay un líder que sigue completamente a Dios. Esta es la Iglesia de Dios. En otras palabras, la Iglesia de Dios es donde se puede encontrar a Dios y al Espíritu Santo, donde hay un líder unido con Dios y donde los justos se reúnen para adorar, es decir, donde las esposas de Jesucristo se reúnen.
No todas las iglesias son la Iglesia de Dios. Debe tener un líder que sirva al Evangelio del agua y el Espíritu, es decir, el Evangelio del agua y el Espíritu. Nuestra fe debe abrir sus ojos espirituales. Debemos distinguir lo correcto de lo incorrecto. Aunque descubramos un cofre lleno de oro, si no reconocemos su valor, no podremos beneficiarnos de ese valor. Y cuando lo descartamos diciendo: “Bueno, me he encontrado este cofre por casualidad y por eso estoy seguro de que me encontraré otro”, este será el fin de las bendiciones de Dios.
Esaú en el pasaje de las Escrituras de hoy, no pudo obtener la bendición de su padre. ¿Qué es lo que implica? Esto significa que Esaú estaba acabado. Vendió su derecho de primogénito a Jacob por un plato de lentejas. Como Esaú no pudo recibir las últimas bendiciones que Isaac ofreció en nombre de Dios, su vida espiritual estaba acabada.
 
 

La Iglesia de Dios es absolutamente indispensable para todos los cristianos nacidos de nuevo

 
Mis queridos hermanos, deben reconocer claramente qué tipo de lugar es la Iglesia de Dios. Aunque hay muchas iglesias en este mundo, no todas ellas son la Iglesia de Dios. En otras palabras, no deben entrar y escuchar los sermones en cualquier iglesia que vean. Aunque hay muchos predicadores de la Palabra de Dios, pocos de ellos están predicando la verdadera Palabra de Dios. Deben recordar esto. No somos bendecidos haciendo algo por nuestra cuenta. A través de la Iglesia de Dios, al reunirnos ante Dios para adorarle y escuchar la Palabra del Evangelio del agua y el Espíritu, podemos recibir todas las bendiciones que salen de Dios. ¿Lo entienden? ¿Qué nos ocurriría a los justos si no tuviésemos una Iglesia? Si los justos no tuviésemos la Iglesia, estaríamos completamente desesperados. Seríamos como huérfanos. Para los santos, la Iglesia es como sus padres. Sin la Iglesia, estaríamos perdidos, yendo de un lado a otro, y resultaríamos heridos. Nuestras vidas espirituales, en otras palabras, se acabarán.
De hecho, como tenemos la Iglesia de Dios, estamos bendecidos. Pero algunos santos actúan de manera inmadura sin darse cuenta de esta verdad, y me pone muy triste ver esto. ¿Cómo de importante es la Iglesia de Dios? Si escuchamos la Palabra de Dios dentro de Su Iglesia, pase lo que pase, estaremos bendecidos. Como hay agua abundante, solemos pensar que podemos beber en cuando queramos y también pensamos que podemos respirar oxígeno cuando queramos. Pero, ¿es esto cierto? Fuera de la atmósfera del planeta, no podemos respirar. El agua y el aire son esenciales para la vida. Si no apreciamos lo valioso que es el aire y vamos a un lugar que no tiene aire, moriremos de inmediato. Moriremos por ignorancia. La misma lógica se aplica a las bendiciones de Dios. Aunque muchos cristianos piensan que pueden recibir todas estas bendiciones de Dios en cualquier iglesia, pero esto no es cierto. Esto no es algo que Dios le diga a cualquier persona, sino solo a nosotros, Sus hijos.
Mis queridos hermanos, les pido que no se toman la Iglesia de Dios a la ligera. Aunque muestren desprecio a otras personas, no se tomen la Iglesia de Dios a la ligera. La Iglesia es donde Dios trabaja y Dios está muy interesado en ella. Es una ciudad bella como Sión. La Iglesia es el lugar donde Dios otorga Su gracia, donde se encuentran Sus bendiciones y donde se descubre el pan de la vida, la Palabra de Dios.
Debemos reconocer la Iglesia de Dios correctamente. No debemos pensar en ella como un lugar de adoración solo. Aunque una persona escuche la Palabra de Dios durante un servicio de adoración, si el Espíritu Santo no está allí, no es servicio de adoración que complazca a Dios. Por eso es tan importante que tengan el conocimiento correcto de la Iglesia de Dios. Y debemos darnos cuenta de lo bendecidos que estamos a través de esta Iglesia. Mis queridos hermanos, ¿creen que esta Iglesia es la Iglesia de Dios? Estamos muy bendecidos. Dios obra a través de esta Iglesia, nos habla dentro de esta Iglesia y nos guía a través de esta Iglesia. Les pido que se den cuenta de que Dios nos habla y obra dentro de la Iglesia. ¿Qué utiliza Dios para bendecir a Su gente? Nos bendice a través de Su Iglesia.
¿Creen que el Jacob del pasaje de las Escrituras de hoy podría haber sido bendecido por su padre si no hubiese sido por su madre? Jacob hizo lo que su madre le dijo que hiciese. Su madre lo cubrió con la piel de una cabra y lo vistió con la ropa de Esaú. Y su padre le dijo: “La voz es la de Jacob, pero las manos son las de Esaú”, por lo que Jacob fue bendecido por su padre porque Jacob creyó en las palabras de su madre tal y como se las dio.
Fue Rebeca, su madre, quien le dio las bendiciones a Jacob en última estancia. Entonces, ¿qué hay de nosotros? ¿Quién nos ha dado la fe en ser el pueblo de Dios? La Iglesia de Dios es la que les ha dado esta fe a ustedes. De la misma manera en que Jacob fue bendecido al hacer lo que su madre le dijo, nosotros somos bendecidos si hacemos lo que la Iglesia de Dios nos ha pedido.
La Iglesia de Dios es un lugar maravilloso. Si pensamos en esto, nos daremos cuenta de lo importante que es la Iglesia. Por muy inteligente que sea y por mucho talento que tenga en este mundo, sé muy bien que no tendría nada si no fuera por la Iglesia de Dios. A través de esta Palabra de Dios, nos damos cuenta de que es a través de Su Iglesia que Dios nos bendice y obra. Por muy insuficientes que seamos, si establecemos la Iglesia, adoramos a Dios en la Iglesia, le oramos en la Iglesia, y obramos a través de la Iglesia, Dios bendecirá de manera infalible a Su pueblo que hay dentro de la Iglesia.
Por eso estoy intentando establecer la Iglesia de Dios con todos mis esfuerzos. Sabes que una vez se forma la Iglesia de Dios, las bendiciones de Dios se otorgan a través de esta Iglesia. Sabemos muy bien que no es solamente el pueblo de Dios el que está bendecido a través de la Iglesia de Dios, sino también todo el mundo. Por eso formamos la Iglesia de Dios y diferenciamos esta verdadera Iglesia de las iglesias del mundo que han sido formadas por los falsos profetas. La Iglesia de Dios es donde se reúnen los nacidos de nuevo para adorar. Sin embargo, un lugar de adoración que esté mezclado con la gente que no ha nacido de nuevo no es la verdadera Iglesia de Dios. En otras palabras, la verdadera Iglesia de Dios es donde se reúnen los santos sin pecados para adorar, separados de los pecadores. Cuando los que han recibido la remisión de los pecados se reúnen en la Iglesia de Dios para alabar a Dios, orarle y adorarle, Dios les bendice allí. Debemos entender esto claramente.
Esto no se consigue espontáneamente. En otras palabras, no es una coincidencia que la remisión de los pecados se reciba allí y que los justos se reúnan juntos para adorar. Tampoco se consigue con dinero. Se consigue con el poder de Dios, por la obra del Espíritu Santo. Mis queridos hermanos, ¿han recibido la remisión de los pecados? De hecho, todos hemos recibido la remisión de los pecados a través de la Iglesia. Si no es por la Iglesia, es imposible recibir la remisión de los pecados. Recibir la remisión de los pecados no es fácil. Es imposible si la Iglesia no predica la Palabra de Dios claramente y el receptor en cuestión no cree en ella completamente. Por eso, aunque todo el mundo quiere recibir la remisión de los pecados, los que la han recibido de verdad son pocos.
Es a través de la Iglesia que Dios bendice a los que creen en Él y están unidos a Él, por su fe. Esto significa que, como Dios ha revelado a todo el mundo el misterio de la remisión de los pecados y las profecías, todo el mundo puede recibir la remisión de los pecados y ser bendecido.
 
 
La Iglesia de Dios no se encuentra en ningún otro sitio
 
Mis queridos hermanos, deben darse cuenta de que, si dejan la Palabra de Dios, su alma morirá en poco tiempo. Deben entender que irse de la Iglesia es como tirar por la ventana las bendiciones. ¿Por qué nos ha puesto Dios en Su Iglesia? Dios nos ha puesto en Su Iglesia para bendecirnos, protegernos y darnos Su gracia. Dicho de otra manera, no estamos en la Iglesia porque Dios nos necesite. Dios ha establecido Su Iglesia en este mundo y nos ha puesto en ella para bendecirnos porque somos Su pueblo y Sus hijos nacidos con el precio de Su sangre.
La Iglesia de Dios no se encuentra en cualquier sitio. Debemos entender esto. Antes de establecer Su Iglesia, Dios prepara a Sus siervos sin falta. Primero levanta a un siervo que se ha unido con Su Palabra y que a Sus ojos es merecedor, y entonces establecer la Iglesia a través de este siervo y le hace predicar el Evangelio. Y a través de la Iglesia establecida de esta manera, y cuando los justos se reúnen, predican la Palabra, y difunden las bendiciones de Dios, todo el mundo puede ser bendecido. La Iglesia de Dios es la institución que predica Sus bendiciones a través de estos justos.
Ningún país puede tener dos gobiernos. Su gobierno es la institución que gobierna su país. Solo hay una institución así en su país, y no se encuentra en cualquier lugar. De la misma manera en que solo hay un presidente o primer ministro que gobierna un país entero, en este planta también hay solo una organización que entrega las bendiciones de Dios y les permite recibirlas. Esta organización es la Iglesia de Dios. Mis queridos hermanos, les pido que se den cuenta de que Dios bendice a todo el mundo a través de Su Iglesia.
Darse cuenta de esto es la mayor verdad de todas. Aunque hemos sido salvados, no deberíamos estar contentos con tan solo haber recibido la remisión de los pecados. Debemos reconocer claramente que, aunque nuestra Iglesia es la Iglesia de Dios, hay otras iglesias que no lo son. Deben entender esto claramente en sus vidas. En otras palabras, tienen que darse cuenta de dónde están viviendo, y con quién están teniendo comunión. Dios ha bendecido a los justos nacidos de nuevo en Su Iglesia. Al haber bendecido a esta Iglesia, Dios está levantando a muchos trabajadores allí.
La Iglesia de Dios es el único país en este mundo que predica el Evangelio del agua y el Espíritu. Asimismo, es el único lugar que predica, no solo el Evangelio del agua y el Espíritu, sino también las bendiciones de Dios. Y solo la Palabra de Dios predica Su Palabra exactamente. La Iglesia es muy importante.
Hoy hay muchas personas que dicen predicar el Evangelio, pero en realidad hablan de la historia y tradición de sus denominaciones solamente. En contraste, hay muy pocas iglesias y líderes en este mundo que visten a sus seguidores con justicia y les permiten acercarse a Dios Padre, como Rebeca hizo por Jacob. Sacrificó a dos cabras, le puso sus pieles a Jacob, lo vistió con la ropa de Esaú, preparó un plato sabroso para su padre y le dijo: “Ve y dile a tu padre que eres Esaú”. Vemos y sentimos esta realidad a nuestro alrededor.
Hay algunas personas que, a pesar de admitir que han recibido la remisión de los pecados, no han nacido de nuevo. Estas personas niegan el Evangelio del agua del agua y el Espíritu aunque finjan haber recibido la remisión de los pecados. Pero, ¿cómo expresan su lógica? La embellecen con sus propios pensamientos mientras ignoran el Evangelio del agua y el Espíritu. Para negar el Evangelio del agua y el Espíritu, habría que sacar la Biblia y refutarla lógicamente en su texto original, para ser más precisos, habría que formular argumentos sobre el Antiguo y Nuevo Testamentos. En otras palabras, todo predicador debe predicar sobre la Palabra de la Verdad entera, que es el estándar correcto.
Debemos afirmar claramente que nadie puede ser salvado si no cree en el Evangelio del agua y el Espíritu. Aunque escuchamos a menudo que tendríamos demasiados enemigos si predicamos así, no hay absolutamente ninguna necesidad de distraerse con estas palabras. La institución que comunica las bendiciones de Dios debe entregar estas bendiciones tal y como Dios lo ha determinado. No es nada una vez ha perdido esto. Recuérdenlo, mis queridos hermanos. Pueden comer comida rápida en cualquier sitio, pero la comida sabrosa no es algo que se pueda encontrar en cualquier sitio. La comida sabrosa debe prepararse siguiendo una receta, es decir, precisamente según la palabra. Entonces la comida demuestra su valor real como comida de la vida. Cuando predicamos las bendiciones de Dios según Su Palabra, nuestra fuente se convierte en la fuente maravillosa de la vida eterna y quien bebe de ella no tiene sed.
Mis queridos hermanos, ¿conocen la Iglesia de Dios? Para vivir una vida de fe correcta, primero deben conocer la Iglesia. Intentar vivir una vida de fe sin conocer la Palabra de Dios es perder dos tercios de las bendiciones de Dios. Por el contrario, si viven sus vidas de fe con el conocimiento adecuado de la Iglesia de Dios, podrán recibir todas Sus bendiciones. Todas las bendiciones se transmiten a través de la Iglesia de Dios. Amar a la Iglesia de Dios es amar a Dios y servir al Evangelio es servir a Dios. Esto es cierto. No estamos intentando establecer otra denominación. Tampoco estamos intentando construir una iglesia enorme. En realidad, nuestro objetivo es predicar la Verdad de Dios eterna a través de Su Iglesia.
La verdadera Palabra de Dios se nos ha comunicado para que todo el mundo reciba las bendiciones de Dios a través de Su Iglesia. Esta verdad no cambia. Así que les pido que crean en esta verdad, conozcan la Iglesia y sigan al Señor de esta manera. Y espero y oro para que todos reciban todas las bendiciones verdaderas de Dios al obedecer esta verdad.