El verdadero evangelio es el que nos permite ser completamente libres de nuestros pecados una vez que creemos en él. El evangelio de Dios es dinamita.
El evangelio de Dios es que “Jesucristo saldó la deuda de un deudor (pecador), que no puede saldar su propia deuda.” La razón para llamar a este evangelio ‘dinamita’ es que cuando tuvimos que morir por nuestros pecados e ir al infierno, cuando tuvimos que ser juzgados, el Hijo de Dios se convirtió en la ofrenda de sacrificio por nosotros para borrar todos nuestros pecados.
Él vino a este mundo una vez y tomó todos los pecados del mundo a través de Su bautismo en el Jordán y lavó todos nuestros pecados para siempre.
Él pagó la paga de nuestros pecados quitándonos todos nuestros pecados con Su bautismo en el Jordán y muriendo en la Cruz. Jesús hizo estallar todos los pecados del mundo como dinamita con Su bautismo y Su sangre. Este es el verdadero evangelio.
El verdadero evangelio es que Jesús vino a este mundo y al ser bautizado y sangrar en la Cruz salvó a todos los que creen en Él.
Como está escrito en 1 Juan 5:6, “Este es Jesucristo, que vino mediante agua y sangre; no mediante agua solamente, sino mediante agua y sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio; porque el Espíritu es la verdad.”