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Tema 24: SERMONES PARA LOS QUE SE HAN CONVERTIDO EN NUESTROS COLABORADORES

[24-55] Caven pozos espirituales (Génesis 26, 12-22)

(Génesis 26, 12-22)
«Y sembró Isaac en aquella tierra, y cosechó aquel año ciento por uno; y le bendijo Jehová. El varón se enriqueció, y fue prosperado, y se engrandeció hasta hacerse muy poderoso. Y tuvo hato de ovejas, y hato de vacas, y mucha labranza; y los filisteos le tuvieron envidia. Y todos los pozos que habían abierto los criados de Abraham su padre en sus días, los filisteos los habían cegado y llenado de tierra. Entonces dijo Abimelec a Isaac: Apártate de nosotros, porque mucho más poderoso que nosotros te has hecho. E Isaac se fue de allí, y acampó en el valle de Gerar, y habitó allí. Y volvió a abrir Isaac los pozos de agua que habían abierto en los días de Abraham su padre, y que los filisteos habían cegado después de la muerte de Abraham; y los llamó por los nombres que su padre los había llamado. Pero cuando los siervos de Isaac cavaron en el valle, y hallaron allí un pozo de aguas vivas, los pastores de Gerar riñeron con los pastores de Isaac, diciendo: El agua es nuestra. Por eso llamó el nombre del pozo Esek, porque habían altercado con él. Y abrieron otro pozo, y también riñeron sobre él; y llamó su nombre Sitna. Y se apartó de allí, y abrió otro pozo, y no riñeron sobre él; y llamó su nombre Rehobot, y dijo: Porque ahora Jehová nos ha prosperado, y fructificaremos en la tierra».
 
 
Si han entrado en contacto con alguien con quien pueden compartir el Evangelio del agua y el Espíritu con seguridad, deben proclamar con fidelidad el Evangelio a esta persona. Si dan testimonio del Evangelio con constancia a alguien, esta persona se someterá al Evangelio. La razón es que, por muy terca que sea una persona, sucumbirá ante la muerte y no podrá negar el hecho de que es pecadora y está destinada a ir al infierno ante Dios. Ante la muerte, la vida efímera del hombre no tiene sentido y por eso es una oportunidad ideal para proclamar el Evangelio del agua y el Espíritu.
 
 

Hay un pozo de agua viva dentro de lo que creemos en el Evangelio del agua y el Espíritu

 
En el pasaje de las Escrituras que acabamos de leer hay una historia sobre el hijo de Abraham, Isaac, que estaba cavando pozos con sus siervos. Cuando leemos el Antiguo Testamento, vemos que Abraham, nuestro padre de la fe, cavó pozos y que Isaac los abrió de nuevo. Cuando leemos Génesis 26, 18, dice: «Y volvió a abrir Isaac los pozos de agua que habían abierto en los días de Abraham su padre, y que los filisteos habían cegado después de la muerte de Abraham; y los llamó por los nombres que su padre los había llamado».
Dios bendijo a Isaac en cuerpo y espíritu como había bendecido a Abraham, su padre, e Isaac se convirtió en un hombre rico como su padre. Puede que sepan ya que en el Oriente Medio el agua de un pozo es más valiosa que el petróleo. Y por eso, si tienen un pozo, son personas ricas. Sin un pozo, no pueden cultivar la tierra o criar ganado. Y por eso, Isaac abrió los pozos que su padre Abraham había cavado, pero los filisteos los había tapado.
Cavar pozos, espiritualmente hablando, se refiere a proclamar el Evangelio del agua y el Espíritu. Abraham creyó en Dios y Su Padre, y enseñó a sus siervos. Siguió la Palabra de Dios y cavó pozos allí donde fue. Todos los pozos que Abraham cavó, fueron tapados por los filisteos, pero de nuevo Isaac y sus siervos los abrieron. Y por eso, podemos ver que la gente de fe cavaba pozos allá donde iba. Estas personas de fe, mientras vivían en este mundo, cavaban pozos. Aquellos de nosotros que creemos en el Evangelio del agua y el Espíritu estamos siguiendo la justicia de Dios y estamos cavando pozos espirituales también. Estamos estableciendo Iglesias de Dios y proclamando el Evangelio del agua y el Espíritu por todo el mundo.
 
 

Debemos hacer la obra de cavar pozos espirituales

 
¿Por qué vivimos los que creemos en el Evangelio del agua y el Espíritu en este mundo? Debemos hacer la obra de salvar a las almas espiritualmente. Para ello, debemos predicar el Evangelio del agua y el Espíritu a todo el mundo. Solo entonces podemos cosechar el fruto de la salvación. Y para ello, nosotros, mientras vivimos en este mundo, debemos establecer Iglesias de Dios por todo el mundo. Esto es cavar pozos. Cuando establecemos las Iglesias por todas partes, las almas serán libradas de sus pecados. Cuando cavamos los pozos que Abraham cavó, hablando espiritualmente, la paja se convertirá en trigo. Dicho de otra manera, la única cosa que la Iglesia de Dios debe hacer es la obra de proclamar el Evangelio del agua y el Espíritu.
Sin embargo, aquí encontramos a los enemigos de la justicia de Dios. Son los filisteos. Nos siguieron y taparon los pozos que Abraham y sus siervos habían cavado. Espiritualmente, estamos haciendo la obra de salvar a las almas de la gente y Satanás y sus siervos siguen haciendo la obra de matar a las almas. Incluso ahora estas dos cosas siguen pasando. Cavamos pozos y ellos siguen tapándolos. Se dice que los filisteos taparon los pozos que Abraham y sus siervos habían cavado. Sin embargo, Abraham siguió cavando pozos. Incluso ahora, si van a Israel, verán que algunos pozos han sido conservados como pozos de sus antepasados.
Entonces, ¿por qué debemos vivir nosotros? ¿Cuál es el objetivo de nuestras vidas? Debemos tener el objetivo de establecer Iglesias de Dios y a Sus siervos en diferentes lugares. Debemos proclamar el Evangelio del agua y el Espíritu, aprobado por Dios, y establecer obreros para la Iglesia de Dios. Jesús dijo que sobre esta roca de fe construiría Su Iglesia. Debemos trabajar estableciendo la Iglesia de Dios sobre los siervos de Dios que creen en el Evangelio del agua y el Espíritu, la Palabra de la justicia de Dios. Debemos hacer la obra de proclamar el Evangelio del agua y el Espíritu, que es la justicia de Dios, a muchas personas.
Abraham, Isaac, Jacob y los descendientes de Jacob vivieron en este mundo. Y en la línea de fe aparecen personajes como David. Samuel, Daniel y Jeremías eran todos personas de fe y creyeron en la Palabra de Dios y la predicaron continuamente. Por tanto, los que creemos en el Evangelio del agua y el Espíritu debemos hacer la obra de proclamar la Palabra de Dios en este mundo. Jesucristo dijo que es la Palabra de Dios y Él es nuestro Salvador.
¿Cuál debe ser el objetivo de la vida de los justos? ¿Acaso no es cavar pozos espirituales? ¿Por qué trabajamos en esta organización de misiones? La hacemos para cavar pozos o para proclamar el Evangelio del agua y el Espíritu. Estamos intentando llevar a las almas al Reino de los Cielos proclamando el Evangelio del agua y el Espíritu. No somos los únicos que hacen la obra de Dios, sino que nuestros antecesores de fe también cavaron pozos como nosotros. Y seguimos cavando pozos incluso ahora.
Sin embargo, cuando cavamos estos pozos espirituales, deben ser cavados aún más profundamente con la Palabra de la salvación; pero algunas personas no saben nada acerca del Evangelio del agua y el Espíritu y solo predican por la razón que otros están predicando. Sin embargo, esto no debe hacerse. Ante Dios, ¿qué tipo de obra deben hacer los obreros de Dios con ese tipo de fe? ¿Cuál es el Evangelio que debemos proclamar y cuál es la obra por la que debemos trabajar? Debemos conocer las respuestas a estas preguntas antes de empezar a hacer la obra espiritual. Y debemos vivir nuestras vidas como obreros de Dios a través de la fe que cree en la justicia de Dios.
Queridos hermanos, cuando se cava un pozo, ¿qué sale de él? Tierra, arena, piedras, raíces y todo tipo de cosas. Cuando planeamos establecer la Iglesia de Dios para proclamar el Evangelio del agua y el Espíritu en todos los rincones del mundo, debemos establecer a los obreros de Dios primero, pero pasan todo tipo de cosas en el proceso. ¿No es esto cierto? De la misma manera, para hacer la obra de la justicia de Dios tenemos que hacer todo tipo de obras justas, pero nuestro único objetivo será proclamar el Evangelio del agua y el Espíritu con el que Dios se complace en este mundo. Por tanto, debemos establecer las Iglesias de Dios. Trabajamos para salvar a las almas del pecado.
¿Por qué estamos enseñando a los santos en la Life Mission School? ¿Para qué trabajamos? ¿Por qué comemos y bebemos en este mundo? Para salvar y alimentar a las almas cavando pozos espirituales. El Señor nos dijo: «Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios» (1 Corintios 10, 31). ¿Qué deben hacer los justos? Debemos hacer todo tipo de obras para salvar a las almas de sus pecados. Toda la obra que hacemos debe estar relacionada con esto. Por este motivo estamos proclamando el Evangelio del agua y el Espíritu. Y les pido que intenten alcanzar esta meta. Y oro para que caven muchos pozos de salvación en este mundo. Si un trabajador cava un pozo, toda la gente de los alrededores se beneficiará de él. Allá donde vayamos, si establecemos Iglesias de Dios una a una, en otras palabras, si establecemos obreros de Dios que creen en el Evangelio del agua y el Espíritu en cualquier área, multitud de personas que están en la vecindad beberán de este pozo y disfrutarán de una vida nueva. Si hay un pozo en cada ciudad, la gente tomará un cubo para sacar su agua pura. Si vamos al pozo, habrá muchas mujeres a su alrededor. De esta manera, muchas personas recibirán la Palabra de la salvación a través de los obreros de Dios.
Los que creemos en el Evangelio del agua y el Espíritu somos las esposas de Jesucristo. ¿No es así? A los ojos de Dios, somos las esposas espirituales de Jesucristo. La mujer que va al pozo y pone agua en el cubo vacío y hace que su familia y otras familias beban somos nosotros. Somos los obreros espirituales que deben hacer la obra de cavar pozos, sacar agua y compartirla con otros. Por tanto, debemos cavar muchos pozos de salvación y cavarlos profundos y compartir el agua de vida con los demás.
 
 

Los trabajadores que cavan pozos

 
Queridos hermanos, ¿cuántos pozos han estado cavando? ¿A cuántas personas han llevado a la Iglesia proclamando el Evangelio del agua y el Espíritu para que recibiesen la remisión de los pecados? Los que somos obreros de Dios estamos trabajando y viviendo por este objetivo. Si el objetivo de los trabajadores está claro, deben ir en esa dirección. Si nuestro objetivo está claro, estamos destinados a seguir hacia adelante en una dirección pase lo que pase a nuestro alrededor. Debemos seguir hacia adelante con este objetivo. No importa cuál sea la dificultad por la que pasen los trabajadores de Dios, si tienen este objetivo, cavarán pozos de salvación donde sea posible y harán esta obra. Estos obreros tienen un objetivo tan claro que hacen más trabajo del que se les ha encargado. Así es como siguen cavando pozos con lealtad. ¿Estamos haciendo esta obra en este mundo para poder alardear? No. Estamos haciendo esta obra para cavar pozos espirituales. Nuestro objetivo debe estar claro.
Queridos hermanos, solo han pasado entre cuatro y cinco meses desde que plantamos una Iglesia en Seúl, pero ¿acaso no hemos salvado a muchas personas de sus pecados? Nuestra Iglesia aquí, en la ciudad de Chuncheon, ha estado aquí unos dos años, pero ¿no ven este gran resurgimiento que ha ocurrido en nuestra Iglesia? Debemos cavar muchos pozos profundos donde haya agua clara y fría para que muchas personas beban del agua de la vida que sale de estos pozos. Entre la gente que conocemos, hay algunas personas que están alimentándose de este Evangelio del agua y el Espíritu que hemos proporcionado. Hay también muchas personas que morirían si no fuese por estos pozos.
 
 
¿Dónde debemos establecer nuestras iglesias?
 
Abraham cavó pozos allá donde iba. De la misma manera, Isaac cavó pozos allá donde fue. Los siervos de Abraham y los de Isaac cavaron pozos, y Jacob también les ordenó a sus siervos que lo hicieran. Todos estamos haciendo lo mismo. Primero debemos establecer a los obreros de Dios en la fe y después las Iglesias de Dios para proclamar el Evangelio del agua y el Espíritu. Estamos dirigiendo esta Mission School para establecer a los obreros de Dios. Al cavar pozos, debemos tener una causa justa y buena. No importa si tenemos dones o habilidades. Nuestro objetivo principal es cavar pozos, pero si no buscamos ese propósito, todas esas habilidades nuestras serán inútiles. Si tenemos alguna habilidad, debemos usarla para cavar pozos. Y este propósito debe ser alcanzado. Debemos ser utilizados para esta causa importante. No hay nada más. Hay muchas personas en el cristianismo que alardean de su justicia propia y trabajan duro sin motivo, pero esto está mal. Si hay alguna justicia propia en estas personas, es difícil que caven pozos espirituales. Nuestras fuerzas deben ser utilizadas para la voluntad de Dios, pero no están siendo utilizadas de esta manera, sino para luchar por el bien de la carne, y eso no está bien.
 
 

No deben cavar sus propios pozos, sino el pozo de Dios

 
Por muy bien que haga sus sermones un pastor, por muy duro que trabaje, por muchas habilidades y sabiduría que tenga, si no predica el Evangelio del agua y el Espíritu, no es nada. La gente así está alardeando de su propia justicia, por eso está mal. Por ejemplo, digamos que hay un pastor en una iglesia grande de Seúl. Esta persona conoce el Evangelio del agua y el Espíritu y sabe inglés y tiene muchas posibilidades de ir al extranjero a predicar. Pero si no proclama el Evangelio del agua y el Espíritu, todo el que aprenda la Palabra de Dios, no podrá beber el agua del pozo de la vida. Así es como predicaría: “Son justos aunque tengan pecados”. Este líder no ha cavado ningún pozo. Este pastor es muy famoso por todo el mundo. Pero como no ha cavado el pozo de Abraham, sino su propio pozo, ha trabajado en vano.
Debemos cavar pozos espirituales ante Dios. Si tenemos un objetivo claro para cavar pozos espirituales, haremos todo lo posible por cavar este pozo. Si son verdaderos creyentes, se darán cuenta de que no hay otra obra ante Dios que proclamar este Evangelio del agua y el Espíritu. Si tenemos que establecer un objetivo ante Dios, no debemos quedarnos de brazos cruzados. Para cavar pozos espirituales, lo movilizamos todo y trabajamos diligentemente. Dicho de otra manera, ponemos todos nuestros esfuerzos en cavar pozos. Sin embargo, los que no tienen este objetivo de cavar pozos después de haber recibido la remisión de los pecados al creer en el Evangelio del agua y el Espíritu hacen las obras inútiles de la carne.
Debemos cavar pozos espirituales. ¿Qué se necesita para cavar pozos? Para cavar un pozo de manera normal se necesita una pala, un pico, un cubo de metal, una cuerda, una azada, un nivel, piedras, trabajadores cualificados, ayudantes, comida, ropa, es decir todo. Todo lo que se necesita en la vida, se necesita para cavar pozos. Se necesita a todo el mundo para cavar pozos y todas las herramientas del mundo también. Queridos hermanos, ¿creen que algunos de ustedes son necesarios y otros no? No. Todo el mundo es necesario. La gente que transporta piedras, la que quita la tierra del agujero y otras personas son necesarias para diferentes trabajos. ¿No creen? La vida de una persona debe invertirse en cavar pozos espirituales. Así que debemos entender cómo cavar pozos. Debemos entender claramente que nuestros predecesores de la fe cavaron pozos y que nuestra meta debería ser cavar pozos también. Y debemos creer en esto. Debemos seguir adelante en esta dirección. No debemos seguir el flujo de las cosas, sino que debemos tener un sentido de dirección claro para nuestras vidas.
¿No hay muchas personas en este mundo que tienen orgullo? ¿No hay muchas personas en el cristianismo que resaltan en sus propias especialidades? Sin embargo, no hay muchas personas que establezcan la verdadera Iglesia de Dios. Esto está mal.
 
 

Debemos pasar la obra de cavar pozos

 
Si queremos vivir con sabiduría, debemos asegurarnos de que pasamos la obra de cavar pozos a la siguiente generación. Así, debemos pasar la obra de establecer Iglesias. La mayoría de las personas pasan toda la vida comiendo y bebiendo para disfrutar. No tienen nada que ver con cavar pozos. Pero hay otras personas que cavan un pozo en toda su vida, otras que cavan diez y otras que cavan cien. Hay todo tipo de gente. Si alguien ha sido utilizado por Dios para cavar pozos hasta su último suspiro, esta persona ha vivido por fe. Es una persona que ha vivido su vida correctamente. Sin embargo, si alguien no ha cavado ni un pozo, esta persona es un fracaso total. ¿Es cierto o no?
Debemos cavar pozos espirituales. Cuando pensamos en toda la humanidad completa, lo que los salvados debemos hacer en este mundo es proclamar el Evangelio del agua y el Espíritu a las almas perdidas. Lo que deben hacer los nacidos de nuevo es la obra de cavar pozos hasta que este planeta sea destruido. En resumen, nuestro trabajo es cavar pozos. Y todo lo demás que hacemos es para cavar pozos.
Hemos sido salvados de la misma manera al creer en el Evangelio del agua y el Espíritu, pero si un santo no sabe cavar pozos, significa que esta persona no conoce la cosa más importante que debería saber. Esta persona no sabe algo que es absolutamente necesario conocer. Debemos darnos cuenta de que la razón por la que estamos en este mundo después de ser salvados es para ser utilizados por Dios para cavar pozos espirituales. Dios nos ha dejado en este mundo y no nos ha llevado porque necesita que cavemos pozos después de ser salvados. Si una persona no trabaja cavando pozos y quiere vivir una vida de fe que no tiene nada que ver con cavar pozos, entonces la vida espiritual de esa persona irá en la dirección equivocada. La vida espiritual de esta persona es en vano porque solo quiere beneficiar su propia carne. Es lo mismo que parar la gloria de Dios. 
¿Por qué debemos servir a los miembros de la Iglesia de Dios y las almas perdidas? Para cavar pozos espiritualmente. Si no cavamos pozos, no hay nada que hacer dentro de la Iglesia de Dios. Aunque proclamásemos el Evangelio del agua y el Espíritu, no habría mucho que hacer. Debemos establecer Iglesias por todo el mundo y cavar pozos. Si hacemos esto, habrá mucho trabajo que hacer.
¿Qué es la Iglesia de Dios? Es un lugar donde los que han sido salvados de todos los pecados al creer en el Evangelio del agua y el Espíritu se juntan para alabar a Dios. Hay un líder, y la Palabra de Dios está presente y la gente cree, sirve y sigue a Dios allí. Dios quiere establecer esta Iglesia en este mundo. Por tanto, debemos ser santos que están siendo utilizados por Dios para establecer esta Iglesia de Dios. Debemos ser santos y obreros de Dios. Si somos salvados de nuestros pecados y no trabajamos con la Iglesia, será el fin de nuestra vida espiritual. En otras palabras, si una persona ha nacido de nuevo, pero no tiene el objetivo de participar en establecer en la Iglesia de Dios durante su vida, la vida espiritual de esa persona es un grave error. No es correcto vivir una vida espiritual de cualquier manera. Esto es vivir por uno mismo. Esta persona ha perdido su objetivo en la vida y su vida va por el mal camino.
Somos salvados de todos nuestros pecados al creer en el Evangelio del agua y el Espíritu. Ahora deberíamos entender el hecho de que existimos para cavar pozos. Cuando participamos y estamos involucrados en esta buena causa, estamos viviendo nuestras vidas con una meta correcta. Una persona salvada, sea quien sea, si no es utilizada por Dios para establecer la Iglesia, no está viviendo una vida espiritual. Debemos plantar Iglesias de Dios. Y debemos establecer nuestras metas claramente para ello.
La Biblia nos está enseñando esta lección a través de esta verdad de la Biblia. La salvación espiritual se describe completamente en este hecho. La Biblia claramente revela el corazón, los pensamientos y los planes de Dios. Cuando escribimos una biografía, escribimos sobre la vida entera de esa persona. De manera en que la vida de la persona continúa en la biografía, la razón por la que la persona vivió de cierta manera o sus objetivos, sus procesos y la meta se describen mejor, pero esa no es la manera en que la Biblia describe las cosas. 
La Biblia dice que Abraham creyó en la Palabra de Dios y por eso pudo tener a Isaac por esta fe. E Isaac al casarse, trajo a una mujer joven de la tierra de su padre y se casó con ella. Un poco más tarde, mientras vivía con su mujer, Abimelec, el rey de esa tierra, quien intentó acostarse con su mujer, dijo: “Casi cometí un pecado grave por tu culpa”, pero después añadió: “Quien la manche, morirá”. Esta historia es acerca de la gente que no ha nacido de nuevo, pero actúa como si tuviera nuestra misma fe e intenta juntarse con nosotros. ¿Saben a qué me refiero? Todos morirán. Debemos creer en una cosa o la otra. No podemos sobrevivir si estamos mezclados. No debemos estar mezclados con otras personas. Debemos ser como los ejércitos de los filisteos, porque todavía tenían una oportunidad de ser salvados si se rendían ante Dios. Si algunas personas no tienen el Espíritu Santo y solo fingen tenerlo, deben ir al infierno. Dios no tolerará a estas personas que mezclan su fe verdadera pura con la fe falsa. 
La Biblia dice que Isaac se hizo rico y cavó pozos. Cavó los pozos que su padre Abraham y sus siervos habían cavado pero habían sido tapados por los filisteos. Esto representa el establecimiento de Iglesias. A través de la lectura de las Escrituras de hoy, nuestro Dios nos está enseñando todas las lecciones esenciales que quiere enseñarnos. Ahora que hemos sido salvados de todos nuestros pecados, debemos cavar pozos espirituales. No hay nada más que hacer que cavar pozos. Los justos, durante toda su vida, deben tener como objetivo cavar pozos de salvación.