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Tema 24: SERMONES PARA LOS QUE SE HAN CONVERTIDO EN NUESTROS COLABORADORES

[24-3] Iluminen a los hijos de la decepción con el Evangelio de la Luz (Isaías 1:21-31)

Iluminen a los hijos de la decepción con el Evangelio de la Luz(Isaías 1:21-31)
«¿Cómo te has convertido en ramera,
oh ciudad fiel? Llena estuvo de justicia,
en ella habitó la equidad; pero ahora, los homicidas. 
Tu plata se ha convertido en escorias,
tu vino está mezclado con agua. 
Tus príncipes, prevaricadores
y compañeros de ladrones;
todos aman el soborno, y van tras las recompensas;
no hacen justicia al huérfano,
ni llega a ellos la causa de la viuda. 
Por tanto, dice el Señor, Jehová de los ejércitos,
el Fuerte de Israel: Ea, tomaré satisfacción de mis enemigos, me vengaré de mis adversarios; 
y volveré mi mano contra ti,
y limpiaré hasta lo más puro tus escorias,
y quitaré toda tu impureza. 
Restauraré tus jueces como al principio,
y tus consejeros como eran antes;
entonces te llamarán Ciudad de justicia, Ciudad fiel. 
Sion será rescatada con juicio,
y los convertidos de ella con justicia. 
Pero los rebeldes y pecadores a una serán quebrantados, y los que dejan a Jehová serán consumidos. 
Entonces os avergonzarán las encinas que amasteis,
y os afrentarán los huertos que escogisteis. 
Porque seréis como encina a la que se le cae la hoja,
y como huerto al que le faltan las aguas. 
Y el fuerte será como estopa,
y lo que hizo como centella;
y ambos serán encendidos juntamente,
y no habrá quien apague».
 
 
Está lloviendo. La lluvia nos dice que la primavera está cerca. Me gustaría hacer un culto fuera algún día. Las ciudades están en flor en las ciudades del Sur, pero las flores de nuestra ciudad están floreciendo tarde porque hace frío. El domingo que viene podría ser el momento perfecto para tener un culto fuera.
Hemos leído el pasaje de Isaías 1:21 hasta 1:31. Últimamente predico del Libro de Isaías. Cuando leo el Libro de Isaías me apetece ver una película. Todas las películas tienen un argumento, ¿no? A mí, la obra de Dios que tuvo lugar en Israel me parece el argumento perfecto para una película.
Los israelitas sirvieron a becerros de oro que habían hecho. E incluso quemaron incienso y se postraron ante estos ídolos que habían hecho de madera. Dios vio esta idolatría y les dijo que se vengaría por su idolatría. “No me voy a quedar de brazos cruzados después de ver como Me traicionáis. Me vengaré. Me vengaré para sentirme mejor”, dijo Dios.
De esta manera, Israel fue destruido a causa de los becerros de oro que había hecho el Rey Jeroboam. Pero los gentiles no fueron molestados cuando adoraban a los ídolos, fue el pueblo de Dios quien fue castigado por su idolatría. La única razón por la que Dios destruyó a los israelitas que habían adorado a los ídolos fue que el amor de Dios era mucho mayor que la muerte. Está escrito en el Cantar de los Cantares:
«Ponme como un sello sobre tu corazón,
como una marca sobre tu brazo;
Porque fuerte es como la muerte el amor;
Duros como el Seol los celos; Sus brasas,
brasas de fuego, fuerte llama» (Cantar de Cantares 8:6).
El Señor amó tanto a los israelitas que decidió vengarse de ellos por servir a ídolos que nunca podían hacerle feliz.
La gente vuelve a Dios durante momentos duros. Volvemos a Dios, quien es verdaderamente digno de confianza y fiable, especialmente durante momentos malos. Los israelitas volvían a Dios cuando pasaban por esos momentos y Dios siempre les ayudó. Sin embargo, dejó que los israelitas fueses esclavos de sus enemigos, que familias se separasen y que todas sus cosechas recogidas fueran esparcidas, sin mencionar todas sus posesiones. Dios hizo esto para restaurarlos espiritualmente:
Leamos Isaías 1:25-27 en voz alta:
«Y volveré mi mano contra ti,
y limpiaré hasta lo más puro tus escorias,
y quitaré toda tu impureza. 
Restauraré tus jueces como al principio,
y tus consejeros como eran antes;
entonces te llamarán Ciudad de justicia, Ciudad fiel. 
Sion será rescatada con juicio,
y los convertidos de ella con justicia».
“Sión” aquí se refiere al lugar donde el templo de Dios fue construido. Para que los israelitas tuviesen la fe correcta, primero tenían que redimir sus pecados por la justicia de Dios. Dicho de otra manera, se arrepintieron de ir por el mal camino y tuvieron fe en Dios de nuevo. Tuvieron que escoger a sacerdotes solamente de la casa de Aarón; tuvieron que escoger a los siervos del templo entre los descendientes de Levi; tuvieron que servir a Dios Jehová como el único verdadero de Dios.
Los israelitas tuvieron que escuchar la Ley de Dios; tuvieron que recibir la bendición de Dios de la remisión de los pecados ofreciendo sacrificios según el sistema de sacrificios que Dios había establecido. En otras palabras, podían recibir bendiciones solamente cuando aceptaban la bendición de la remisión de los pecados que Dios había prometido dar según la Ley justa reflejada en el sistema de sacrificios. Si no hubiesen creído en Dios según la Ley justa establecida por el sistema de sacrificios no podrían haberse arrepentido de la idolatría de servir a los becerros de oro y seguirían bajo la maldición de Dios.
Por este motivo Dios dijo que los que están dispuestos a volver a Él y quieren ser bendecidos serán redimidos con justicia. Quien vuelva a Dios será redimido por la justicia de Dios. La relación con Dios será restaurada por la fe en la bendición de que Dios purgará sus pecados y será su Dios. No habrá más victorias para los enemigos, sino solamente la protección de Dios y las bendiciones para los que vuelvan a Dios.
Por tanto, hay una advertencia de Dios en el libro de Isaías que dice que si los israelitas no volvían a Dios, los juzgaría y cumpliría Su voluntad. Dios dejó claro que solo cumpliría Su voluntad. Dios dijo que restauraría el sistema de sacrificios y dejaría que solo los descendientes de Levi llevarán a cabo las tareas del sacerdocio. Dijo que serían bendecidos solamente cuando sirviesen a Dios reconociéndole como el Creador de todo el universo. De lo contrario, nadie sería bendecido. Este es el mismo mensaje para nosotros.
Los cristianos de hoy en día también quieren recibir las bendiciones cuando creen en Jesús. Muchas personas quieren ser bendecidas por Dios. De verdad. Sin embargo, el problema es que no reciben las bendiciones de Dios mientras viven sus vidas de fe deseando estas bendiciones. No tienen la protección de Dios en momentos peligrosos; en realidad viven sin la ayuda de Dios en sus necesidades o sufrimiento. ¿Por qué? Porque han sustituido a Dios con los becerros de oro. Esto también se debe a que han cambiado arbitrariamente la ley justa y misericordiosa del sistema de sacrificios como han querido.
 
 

Miremos lo que está mal en el cristianismo actual

 
El pueblo de Israel no cumplió la Ley que Dios había establecido. Muchos pecados habían llevado a los israelitas a la destrucción, y uno de ellos estaba cambiando la ley de sacrificios en la que Dios nombró a Aarón y sus descendientes sacerdotes y les hizo servir las tareas de ofrecer sacrificios en el Tabernáculo. Dios designó a los levitas solamente para que sirviesen en el Tabernáculo, pero los israelitas ignoraron esta ley del sistema de sacrificios. El Rey Jeroboam nombró a cualquier persona, pero solo los descendientes de Levi podían servir como sacerdotes. Dejó que los no levitas ofrecieran sacrificios en el Tabernáculo.
De la misma manera, los líderes de la iglesia de hoy en día nombran a cualquier persona trabajadora del ministerio ya hayan nacido de nuevo o no por el Evangelio del agua y el Espíritu. Creen que cualquiera que tenga el título de pastor de cualquier denominación considerada ortodoxa puede predicar la Palabra de Dios. Ponen a personas que no han sido ordenadas espiritualmente por Dios en el puesto de sacerdote; y así están siguiendo los pasos espirituales de Jeroboam. El problema es que los cristianos de hoy en día creen que graduarse de un seminario teológico automáticamente autoriza a alguien a ser un pastor. ¿Cómo pueden convertirse en sacerdotes de Dios cuando no les ha nombrado sacerdotes? Esto me parece muy absurdo. Aunque tienen pecados y no conocen la justicia de Dios, creen que están sirviendo al Dios santo.
Las comunidades cristianas de hoy en día están cometiendo el mismo pecado que cometió Jeroboam. Para volver a Dios, necesitan restaurar la ley justa de Dios. Tienen que ofrecer el sacrificio de la justicia según la implicación del sistema de sacrificios al restaurar la ley justa de salvación, el Evangelio del agua y el Espíritu. Es decir, los cristianos deben conocer la justicia de Jesucristo y creer en ella. Deben entender y poner su fe en el hecho de que Jesús ha salvado a todos los seres humanos al eliminar sus pecados a través de Su bautismo recibido de Juan el Bautismo, al morir en la Cruz y levantarse entre los muertos. Esto es lo mismo que la verdad que aparece en el Antiguo Testamento cuando los pecados de los israelitas eran redimidos mediante la imposición de manos sobre los animales sacrificados y su sangre. Este es el Evangelio del agua y el Espíritu que el Hijo de Dios ha cumplido para salvar a toda la raza humana de sus pecados y por tanto debemos conocer y creer en este verdadero Evangelio. No tiene sentido creer en Jesús como nuestro Salvador sin conocer este Evangelio del agua y el Espíritu.
Aunque el Rey Jeroboam no cumplió las reglas y normas del sistema de sacrificios nombrando a sacerdotes no designados y ofreciendo sacrificios, nosotros debemos seguir la ley de salvación de Dios. En primer lugar, los profesores de los seminarios teológicos deberían creer en el Evangelio del agua y el Espíritu para empezar. Entonces tienen que enseñar este Evangelio, es decir la Verdad del agua y el Espíritu a sus alumnos, y estos alumnos harán lo mismo con sus congregaciones más adelante. Como no lo hacen el cristianismo está decayendo. Esta es otra de la razones por las que los sentimientos anti cristianos están en auge. El cristianismo de hoy en día ha perdido su influencia sobre el mundo porque sus ministros están actuando como buenos pastores sin tener la remisión de los pecados. En las últimas elecciones al congreso de Corea, el recién establecido partido cristiano intentó ganar puestos en la Asamblea Nacional, pero sin éxito porque no fue elegido ni un solo candidato. ¿Por qué creen que los coreanos no votaron por los políticos cristianos? Porque saben muy bien que los cristianos no son de confianza.
El cristianismo de hoy en día tiene que volver al Evangelio del agua y el Espíritu y creer en él. Quien esté dispuesto a aceptar a Jesucristo como el Salvador debe volver a Dios al creer en Él según el Evangelio del agua y el Espíritu. Solo entonces podremos volver a Dios y recibir las bendiciones de Dios de la verdad. De lo contrario morirán en cuerpo y espíritu. No debe haber siervos de Dios que prediquen otro evangelio que no sea el Evangelio del agua y el Espíritu. Todos están equivocados acerca de su fe porque no conocen el Evangelio del agua y el Espíritu. No tienen el poder de enseñarles a sus congregaciones a vivir por la justicia de Dios. Incluso los que creen en Jesús como su Salvador todavía deben entender y creer en el Evangelio del agua y el Espíritu. No entienden correctamente el Evangelio del agua y el Espíritu. Parece que una persona no puede convertirse en profesor de seminario o en pastor o evangelista si no conoce el Evangelio del agua y el Espíritu.
Hay un dicho en Corea: “Si ser marino es para todos, no seré marino”. Este dicho hace que los marinos coreanos estén orgullosos. De manera similar, si cualquiera puede ser un verdadero creyente, un verdadero profesor, un verdadero pastor o un verdadero predicador, no queremos ser cristianos. El cristianismo de hoy no vale para nada como el resto de las religiones del mundo. Si vemos el cristianismo de hoy en día a la luz de la Palabra de Dios, ya no es el cristianismo verdadero. Los cristianos de hoy en día no son los seguidores verdaderos de Cristo. No son los verdaderos cristianos aunque admitan que lo son. Los verdaderos cristianos creen de todo corazón en el Evangelio del agua y el Espíritu.
¿Dicen que tienen pecados en sus corazones aunque son pastores o profesores de un seminario o doctor en divinidad? ¿Dicen que todo el mundo tiene pecados? Si es así, entonces no son verdaderos cristianos.
Jesús nos ha salvado para siempre al tomar todos nuestros pecados sobre Su propio cuerpo a través del bautismo que recibió de Juan el Bautista, murió en la Cruz por nuestros pecados y fue resucitado de entre los muertos de nuevo. Por eso podemos poner nuestra fe en la justicia de Jesús y seguirle. Es posible para nosotros conocer y creer en Jesús para seguirle solo cuando tenemos la justicia de Jesús en nuestros corazones. Por tanto, es imperativo aceptar la justicia de Dos en sus corazones. ¿Pueden convertirse en verdaderos cristianos sin aceptar la justicia de Dios? ¡De ninguna manera! Esto no es solo cierto de los israelitas en el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento, sino también de los cristianos de hoy en día. Entonces, ¿qué debemos hacer? Debemos predicar el Evangelio del agua y el Espíritu.
La mayoría de los cristianos tienden a pensar que sus denominaciones son ortodoxas porque tienen muchos creyentes en ellas, pero esto es absurdo. Los que no han nacido de nuevo del agua y el Espíritu son cristianos falsos. Son pseudo cristianos. Entonces, ¿qué podemos hacer por ellos? ¿Acaso no necesitan que les enseñemos acerca de la justicia de Dios para que la puedan entender correctamente?
¿Quién ha predicado el Evangelio del agua y el Espíritu desde las religiones de la Reforma? Es la Biblia misma la que ha estado predicando el Evangelio del agua y el Espíritu. Entonces, ¿quién nos pasó este Evangelio del agua y el Espíritu de forma impresa? Los justos que nacieron de nuevo por el agua y el Espíritu previamente.
Ahora estamos predicando este mismo Evangelio del agua y el Espíritu por todo el mundo. También compartimos este Evangelio verdadero a través del ministerio literario. Los que predican la sangre de la Cruz solamente piensan que son creyentes ortodoxos porque no ha habido nadie aparte de nosotros que predique el Evangelio del agua y el Espíritu en su estado más puro. Es una pena que los cristianos de hoy en día solo crean en la sangre derramada en la Cruz solo por su salvación, sin conocer el Evangelio del agua y el Espíritu. Sin embargo, sus pecados no desaparecerán por muy fervientemente que hayan creído en la sangre derramada en la Cruz solamente. Por tanto, deberían creer que Jesús fue crucificado porque fue bautizado por Juan el Bautista.
Hay un dicho coreano que dice: “Como una serpiente trepando por una valla”. Se refiere a una situación en la que alguien trata con algo de manera inequívoca y no clara. Como dice esta expresión coreana, muchos cristianos, sin conocer el Evangelio del agua y el Espíritu, asumen de manera ambigua que han nacido de nuevo. Por tanto, debemos predicar el Evangelio del agua y el Espíritu a estos cristianos nominales. Si no predicamos, ¿cómo van a conocer el Evangelio del agua y el Espíritu? Por tanto, debemos predicar el Evangelio del agua y el Espíritu a estos cristianos nominales y decirles que han sido engañados al servir a los becerros de oro. Debemos enseñarles que los cristianos de hoy en día están sirviendo a los becerros de oro poniendo su fe en doctrinas falsas. Debemos decirles que esta fe idólatra en los becerros de oro la han heredado y que sin saberlo han caído en la destrucción por esta idolatría. ¿Quién les puede decir esta verdad? Nosotros, los que tenemos el Evangelio del agua y el Espíritu.
La comunidad cristiana por completo en este mundo está sirviendo a un evangelio a medias y a los becerros de oro. ¿Qué sería más emocionante que escuchar su profesión de fe en el Evangelio del agua y el Espíritu y su confesión de como su fe en los becerros de oro era incorrecta? Si hay muchas personas que predican en el Evangelio del agua y el Espíritu, podremos descansar más a menudo cuando predicamos este Evangelio. La verdad es que si no predicamos este Evangelio del agua y el Espíritu no habrá nadie que lo haga. Parece que somos los únicos que hacen esta obra tan valiosa hoy en día. Afortunadamente, no estamos solos ahora. Nuestros colaboradores en el país y en el extranjero han estado predicando este Evangelio diligentemente también. Todavía debemos reunir todas nuestras fuerzas para seguir compartiendo el Evangelio del agua y el Espíritu.
Dios seguramente se sintió muy enojado cuando vio que los israelitas estaban sirviendo a los becerros de oro. Nosotros también nos sentimos así cuando vemos a los cristianos de hoy en día sirviendo a los becerros de oro. Los que sirven a los becerros de oro están maldiciendo a sus congregaciones al atarlas a la Ley de Dios. Sus congregaciones, que no tienen el Evangelio del agua y el Espíritu, están suprimidas en corazón y cuerpo. No han recibido la remisión de los pecados y conocen la justicia de Dios. Dicho de otra manera, no conocen el Evangelio del agua y el Espíritu por el que Dios nos ha salvados a los seres humanos de todos nuestros pecados. Esto describe el estado de los corazones de los cristianos de hoy en día. Por eso estamos predicando el Evangelio del agua y el Espíritu a estas personas. Pero si no predicamos el Evangelio, ¿podemos ser considerados verdaderos santos fieles que están viviendo la verdadera vida de fe? Si no predican este Evangelio, no están viviendo por fe.
Les estoy diciendo que el cristianismo se ha arruinado. El problema es que los cristianos todavía piensan que están aumentando en número. No se dan cuenta de que han estado sirviendo a los becerros de oro. Los que sirven a los becerros de oro están robando a sus hermanos cristianos y nos hacen trabajar más predicando este verdadero Evangelio. No estamos trabajando para hacernos famosos. ¿Verdad? Estamos predicando el Evangelio del agua y el Espíritu porque no podemos evitarlo. Si intentamos alardear de nosotros mismo, ¿podremos quedarnos aquí? Los que intentan impresionar a los demás no tienen nada impresionante. Por otro lado, los que están llenos de grandes virtudes nunca intentan alardear. Aunque no lo intenten su grandeza se ve. Solo los que no tienen nada bueno intentan impresionar a los demás; de lo contrario nadie los miraría.
 
 

Los cristianos deben dejar la idolatría de servir a los becerros de oro

 
Cuando el Rey Jeroboam tomó diez tribus entre todos los israelitas y se convirtió en su rey, utilizó los becerros de oro para mantener su trono. Para mantener el trono sustituyó a Dios con becerros de oro y cambió el sistema de sacrificios. Hoy en día los pastores también hacen que sus congregaciones sirvan a becerros de oro que crean ellos para mantener sus cargos. Hacen que sus congregaciones les ofrezcan dinero sin conocer el Evangelio del agua y el Espíritu. Tienen que crear becerros de oro para satisfacer su codicia material. Enseñan a sus congregaciones falsas doctrinas porque les piden que sirvan a los becerros de oro siguiendo estrictamente la Ley.
¿No ha eliminado el Señor nuestros pecados con el Evangelio del agua y el Espíritu para siempre? Sí, lo ha hecho. ¿Dónde y cuándo? ¿No ha eliminado nuestros pecados con el Evangelio del agua y el Espíritu? ¿No dijo en Juan 19:30: “Está terminado” cuando vino a este mundo hace 2000 años? ¿Acaso Juan el Bautista no gritó mostrando a Jesús diciendo: “He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”? ¿No dice la Biblia que Jesús tomó todos los pecados del mundo al ser bautizado por Juan el Bautista?
Al igual que el chivo expiatorio en el Antiguo Testamento, el Señor vino a esta tierra encarnado en un hombre para ofrecerse como sacrificio puro cargando con los pecados de la raza humana a través de Su bautismo. Jesucristo es el Hijo de Dios. ¿No prometió Dios enviar a Su Hijo como la redención de los pecados de este mundo? ¿No es Jesús el Salvador prometido?
Si esto es verdad, ¿cómo puede alguien que cree en la justicia de Jesús tener pecados en su corazón? ¿No son los idólatras de hoy en día que adoran a los becerros de oro los que están engañando a sus congregaciones y les sacan más dinero? La gente no debe dejarse engañar por estos líderes.
 
 

¿Cómo puede la gente vivir tranquila sabiendo que el mundo se acabará pronto?

 
Los desastres naturales están amenazando la Tierra como nunca antes y todo será destruido al final. Según los científicos, el hielo en las regiones polares se está derritiendo y cuando no haya más hielo el nivel del mar subirá 6 metros más. A mí siempre me gusta saber las cosas. He pensado en esto y sigo estando interesado en saber la respuesta. La mayoría de las personas se preguntan si esto es cierto o no. Cuando esto ocurra, ¿cuántos países e islas desaparecerán bajo el mar? Casi toda la tierra de Manhattan en Nueva York quedará bajo agua. ¿Y los países como los Países Bajos, donde la mayoría de la tierra está por debajo del nivel del mar? El país entero quedará bajo agua y casi todas las ciudades costeras, incluyendo la ciudad de Sock-cho en Corea, desaparecerán. Cuando la ciudad esté inundada, la gente buscará refugio en lugares altos. Busan y otras ciudades costeras también desaparecerán. Habrá más desastres naturales. Habrá lluvias, olas gigantes, tornados, terremotos, tsunamis y epidemias.
El mundo entero sufrió la gripe aviaria. El mundo se está acercando a su destrucción. El mundo tiene mucha necesidad. Un tercio de la población mundial se morirá de hambre; ¿no es este un signo de la destrucción inminente? Pero a pesar de esto a la gente no le importa y sigue viviendo tranquila. Después de pensar en la respuesta durante un tiempo, llegué a una conclusión. La gente puede vivir tranquila ante estas situaciones extremas debido a las funciones hormonales. Quiero decir las hormonas de nuestro cuerpo. Las mujeres tienen hormonas femeninas y los hombres tienen hormonas masculinas. Los jóvenes producen más hormonas que los mayores. Se producen principalmente para el placer. La gente actúa y se mueve según sus funciones y la cantidad de hormonas que tenga. El principal interés de la gente es el placer. En otras palabras, la gente vive por sus instintos. Así es como la gente puede vivir pensando: “Plantaré un manzano aunque el mundo acabe mañana”. Por las hormonas, la gente piensa que disfrutará su vida hasta que dé su último suspiro. Pero el mundo está cayendo en la ruina.
Cuando estudiamos las antiguas civilizaciones, vemos que tenían momentos de auge y momentos de ruina. ¿Por qué piensan que la civilización humana tiene un principio y un fin? Por la función de las hormonas. En Salmos 49:20 está escrito:
 «El hombre que está en honra y no entiende,
Semejante es a las bestias que perecen».
Cuando la gente vive por sus instintos físicos, sin pensar en la remisión de los pecados, la justicia de Dios o la muerte o vida después de la muerte, no son mejores que las bestias que mueren.
¿Nos enseñó Jesús estas mismas cosas? Dijo que el día de la destrucción del mundo será como los días de Noé; hasta el día de la destrucción la gente comerá, beberá, se casará y dará en matrimonio. La destrucción se vendrá sobre ellos aunque están viviendo por sus instintos incitados por sus hormonas, sin seguir el Evangelio del agua y el Espíritu.
Hay demasiadas personas muriendo por enfermedades. Y al mismo tiempo hay demasiadas personas que desean tener una vida nueva al creer en el Evangelio del agua y el Espíritu. Esta es otra razón por la que estamos predicando el Evangelio del agua y el Espíritu por todo el mundo. Dios nos llamó de entre el mundo para predicar el Evangelio del agua y el Espíritu. He oído que la madre de la diacona Kim está aquí en Chuncheon. Cuando estaba enferma, la diacona Kim la llevó al hospital y hace poco ha aceptado el Evangelio del agua y el Espíritu porque su hija se lo ha predicado continuamente con amor. Ahora está en un hospital cercano. Así que, por favor, vayan a visitarla y oren y canten himnos por ella.
La gente piensa en su futuro cuando está al final de su vida o cerca de la muerte; piensa en donde vivirá después de la muerte. Los cristianos han sido engañados por una fe idólatra. Pero muchas personas quieren recibir la remisión de los pecados al creer en el Evangelio del agua y el Espíritu. Sin embargo, no puede huir de esta fe idólatra porque ha sido engañada por su adicción a sus deseos carnales. Los cristianos no pueden ser salvados de sus pecados porque han sido engañados por demasiados adoradores de ídolos. De esta manera, la gente ha sido interrumpida por falsos maestros y deben aprender el Evangelio del agua y el Espíritu desde el principio. Han aprendido algo incorrecto. Es imperativo para nosotros predicar el Evangelio del agua y el Espíritu.
Debemos predicar el Evangelio del agua y el Espíritu a todo el mundo y enseñarle el conocimiento correcto del Evangelio. ¿Cuántas personas mueren espiritualmente? ¿Cuántas mueren física y espiritualmente? El mundo acabará pronto. Los científicos dicen que el mundo será destruido pronto. ¿Les creen? ¿Es la ciencia moderna ciencia ficción? No. Aunque diga la verdad, los políticos evitan que los científicos digan la verdad. Los políticos silencian a los científicos para mantener su poder; de lo contrario, tienen dificultades para mantener su estatus. Quizás sepan que el antiguo candidato presidencial de EEUU, Al Gore, se ha convertido en un defensor del medio ambiente y recorre el mundo dando conferencias hablando de los signos inminentes del fin del mundo. No es un mentiroso. La ciencia no está basada en las mentiras. La ciencia consiste en experimentar y probar teorías basadas en hechos, así que no podemos ignorar la ciencia.
Todos sabemos que vamos a morir un día. Podemos ver que el mundo se va a acabar pronto. Así que, ¿cómo debemos prepararnos para el fin del mundo? Debemos predicar el Evangelio del agua y el Espíritu más diligentemente. ¿Hasta cuando debemos seguir predicando el Evangelio del agua y el Espíritu? Debemos hacerlo hasta que regrese el Señor.
Estamos viendo como se acerca la destrucción del mundo. Nosotros pertenecemos a este mundo que va a morir. ¿Qué debemos hacer los que creen en el Evangelio del agua y el Espíritu cuando esta destrucción se extienda a todo el mundo? Debemos seguir predicando el Evangelio aunque nosotros también pasemos por dificultades. ¿Nos parece bien que estén muriendo mientras viven una vida alejada de Dios? Tenemos la responsabilidad de salvar a los pecadores; tenemos la responsabilidad de cumplir nuestro deber y hacer que brille la luz sobre la gente de este mundo viviendo una vida de fe en la justicia de Dios. Hasta el día en que aparezca el anticristo debemos aguantar esta situación y predicar el Evangelio del agua y el Espíritu. Debemos compartir el Evangelio del agua y el Espíritu con nuestras familias, con la gente de nuestro país y todo el mundo.
No tenemos ninguna otra misión que vivir en estos tiempos: predicar el Evangelio del agua y el Espíritu es nuestra única tarea. Predicar es más fácil ahora que todo parece estar bien. Sin embargo, vendrá un tiempo en que predicar no será fácil. La crisis alimentaria ha empezado y en pocos años amenazará a todo el mundo.
¿Cómo debemos vivir en estos últimos tiempos? ¿Qué están pensando? Debemos predicar el Evangelio del agua y el Espíritu. Todo siervo de Dios debe evitar ser vago y estar atento. ¿Me entienden? Ha llegado el momento de estar despiertos. A medida que pasa el tiempo debemos estar más atentos. Debemos prestar atención a lo que pasa en el mundo, ver las noticias en la televisión, pensar detenidamente qué hacer y orar por la difusión de la misión por el mundo. Ya no debemos orar como lo hacíamos antes, sino orar por fe teniendo ojos espirituales con vistas al futuro.
Debemos poner nuestros esfuerzos en la publicación de libros electrónicos cuando oigamos las noticias del fin inminente de este mundo. Por eso le dije a la hermana Jinsook que fuese a la Iglesia de Incheon y aprendiese cómo subir los libros electrónicos en Internet. Debemos poner más libros electrónicos en nuestra página web. De hecho, muchos de nuestros libros están siendo traducidos y los libros electrónicos no están siendo publicados tan rápido como la traducción. Debemos traducir más sermones al inglés. Debemos predicar el Evangelio mientras podamos. Cuando llegue el fin de los tiempos no podremos hacerlo. Será demasiado tarde para predicar el Evangelio. Ahora debemos predicar el Evangelio del agua y el Espíritu. Llegará el momento en que no podamos servir al Evangelio. Debemos trabajar aún más aunque hayamos trabajado duro predicando el Evangelio. Aunque he puesto a la hermana Jinsook a cargo de publicar los libros electrónicos, voy a asignar a más colaboradores a esa tarea si este ministerio progresa.
¿Cómo de cómodo es vivir en este mundo próspero? Parece fácil hacer la obra de Dios un poco porque trabajamos por nuestro bien. ¿No están de acuerdo? Sin embargo, debemos hacer que la obra de Dios sea nuestra mayor prioridad, porque Dios nos ha nombrado siervos Suyos. No pueden fingir ser ignorantes pensando que no es el final de los tiempos. Al entender el presente bien, podemos y debemos seguir haciendo la obra de Dios. Para predicar el Evangelio a los que están muriendo espiritualmente, debemos despertar nuestros corazones y estar atentos sin caer en la costumbre de estar sin hacer nada. No debemos hacer la obra de Dios como si fuera rutina. Debemos salvar a los cristianos y a la gente de todo el mundo de todo corazón.
Oremos juntos. Debemos orar a Dios para que nos ayude a salvar al mundo entero. Oremos a Dios para que nos dé fuerzas y fe para predicar el Evangelio por todo el mundo. Tendremos poco tiempo para orar. Oremos: “Oh, Señor, por favor, salva a nuestra familia. Ayúdanos a predicar este Evangelio a nuestras familias. Salva sus almas y sus cuerpos. Salva a otras almas y cuerpos en este mundo”.“Oh, Señor. Gracias por tu gracia. Oramos porque recuerdes a todas las almas perdidas de este mundo y salves sus almas. Queremos que las recuerdes y las salves y bendigas según Tu voluntad. Esperamos que seas misericordioso con ellas. Señor, obra entre nosotros. Protege a todos Tus siervos, cuídanos y guíanos. Trabaja con nosotros, Señor. Dios Padre, danos buenas oportunidades para predicar el Evangelio a los miembros de nuestra familia para salvar sus almas. Dales una fe fuerte a nuestros hermanos y hermanas primero, danos Tu justicia porque creemos en ella y déjanos estar llenos del Espíritu Santo para que prediquemos Tu justicia con sabiduría. Danos la plenitud de tu fe. Danos salud. Ten piedad de todos los pecadores de este mundo. Ten compasión de todos los cristianos nominales y sálvalos. Abre un camino para que prediquemos el Evangelio a estas personas. Aumenta el número de almas que volverán a Ti. Protégenos de nuestros enemigos y cuida de nosotros. Bendice nuestra obra y nuestros negocios por Tu gloria. Guíanos, Señor. Te damos gracias y te pedimos que contestes todas nuestras plegarias en el maravilloso nombre de Jesucristo. Amén”