Search

Kazania

Tema 16: Evangelio de Juan

[Capítulo 11-2] Vivamos con la esperanza de la vida eterna y la resurrección dada por el Señor (Juan 11:15-46)

Vivamos con la esperanza de la vida eterna y la resurrección dada por el Señor(Juan 11:15-46)
“‘Y me alegro por vosotros, de no haber estado allí, para que creáis; mas vamos a él.’ Dijo entonces Tomás, llamado Dídimo, a sus condiscípulos: ‘Vamos también nosotros, para que muramos con él.’ Vino, pues, Jesús, y halló que hacía ya cuatro días que Lázaro estaba en el sepulcro. Betania estaba cerca de Jerusalén, como a quince estadios; y muchos de los judíos habían venido a Marta y a María, para consolarlas por su hermano. Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía, salió a encontrarle; pero María se quedó en casa. Y Marta dijo a Jesús: ‘Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto. Mas también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará.’ Jesús le dijo: ‘Tu hermano resucitará.’ Marta le dijo: ‘Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero.’ Le dijo Jesús: ‘Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?’ Le dijo: ‘Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo.’ Habiendo dicho esto, fue y llamó a María su hermana, diciéndole en secreto: ‘El Maestro está aquí y te llama.’ Ella, cuando lo oyó, se levantó de prisa y vino a él. Jesús todavía no había entrado en la aldea, sino que estaba en el lugar donde Marta le había encontrado. Entonces los judíos que estaban en casa con ella y la consolaban, cuando vieron que María se había levantado de prisa y había salido, la siguieron, diciendo: ‘Va al sepulcro a llorar allí.’ María, cuando llegó a donde estaba Jesús, al verle, se postró a sus pies, diciéndole: ‘Señor, si hubieses estado aquí, no habría muerto mi hermano.’ Jesús entonces, al verla llorando, y a los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió, y dijo: ‘¿Dónde le pusisteis?’ Le dijeron: ‘Señor, ven y ve.’ Jesús lloró. Dijeron entonces los judíos: ‘Mirad cómo le amaba.’ Y algunos de ellos dijeron: ‘¿No podía éste, que abrió los ojos al ciego, haber hecho también que Lázaro no muriera?’ Jesús, profundamente conmovido otra vez, vino al sepulcro. Era una cueva, y tenía una piedra puesta encima. Dijo Jesús: ‘Quitad la piedra.’ Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: ‘Señor, hiede ya, porque es de cuatro días.’ Jesús le dijo: ‘¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?’ Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: ‘Padre, gracias te doy por haberme oído. Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor, para que crean que tú me has enviado.’ Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ‘¡Lázaro, ven fuera!’ Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: ‘Desatadle, y dejadle ir.’ Entonces muchos de los judíos que habían venido para acompañar a María, y vieron lo que hizo Jesús, creyeron en él. Pero algunos de ellos fueron a los fariseos y les dijeron lo que Jesús había hecho.”
 
 
Jesús resucitó a Lázaro de los Muertos
 
Juan capítulo 11 relata la muerte de Lázaro como un ejemplo para explicar la resurrección de los muertos. La historia desarrollada aquí comienza con tres hermanos que vivían juntos, un hermano llamado Lázaro y sus dos hermanas, llamadas Marta y María, y empieza con Lázaro cayendo gravemente enfermo y muriendo por ello. La protagonista clave en el capítulo 11 de Juan es María. A través de este relato, el Señor está hablando de la resurrección por venir.
Como se describe en la lectura de la Escritura de hoy, incluso después de que el Señor escuchó de la grave condición de Lázaro, se quedó durante otros dos días más y no fue a ver a Lázaro de inmediato. Cuando estaba por fin camino a Betania Él dijo: “Nuestro amigo Lázaro duerme, mas voy para despertarle.” Entre los discípulos en aquel tiempo había un hombre llamado Tomás, también llamado el Dídimo, y este discípulo pensó que Jesús les estaba pidiendo que fueran a Lázaro para que todos murieran allí juntos. Pero el Señor dijo claramente: “Lázaro ha muerto, pero voy a despertarle.” Tomás claramente entendió mal de lo que el Señor estaba hablando, pero por otra parte en algunos aspectos parece haber sido el discípulo más leal de todos ellos. Los demás discípulos entendieron lo que Jesús quiso decir cuando Él les pidió que fueran con Él a despertar a Lázaro, pero Tomás malentendió esto, como que Jesús les estaba pidiendo que fueran para enfrentar sus muertes. En efecto Tomás era un hombre de poca fe hasta que realmente conoció a Jesús resucitado físicamente. Él es el discípulo que creyó en la resurrección de Jesús después de haberlo tocado poniendo sus dedos en su costado.
Aunque Jesús dijo: “Lázaro no está muerto sino dormido”, Él fue informado de que Lázaro había muerto ya. Entonces Martha le habló a Jesús de una manera resentida, “Si hubieses estado aquí, no habría muerto mi hermano.” Como se puede ver en el pasaje de las Escrituras de hoy, hubo un poco de resentimiento cuando Marta dijo a Jesús: “¿Por qué no te apresuraste? Permaneciste durante dos largos días y no has venido hasta ahora, sólo después de que Lázaro había muerto.”
Sin embargo a pesar de esto Martha también dijo: “Mas también se ahora que todo lo que pidas a Dios, Él te lo concederá.” Ella también creía que Jesús era el Hijo de Dios y el Salvador. Cuando el Señor le dijo: “Tu hermano resucitará”, respondió Marta: “Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero.” Esta creencia también es sostenida por todos los Santos que asisten hoy en día a la Iglesia de Dios.
Jesús entonces preguntó a Marta, “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí no morirá eternamente. ¿Crees esto?” Entonces Marta le confesó: “Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo.” Cuando el Señor dijo: “Tu hermano resucitará” Él lo decía literalmente. Pero Marta todavía no se había dado cuenta de que Él estaba a punto de resucitarlo de entre los muertos ese mismo día. Es por eso que ella confesó: “Yo se que resucitará en la resurrección, en el día postrero y le darás vida eterna.” En otras palabras, a pesar de que Marta creía que el Señor resucitaría a su hermano y le daría la vida eterna, no podía imaginarse que Jesús lo resucitaría de inmediato. Habiendo tomado la Palabra de Jesús desde su propia perspectiva y digerido en su mente, entonces Marta le dijo a su hermana que el Maestro estaba llamándola.
Tan pronto como María oyó esto, se levantó y se lanzó sobre Jesús. Está escrito: “Jesús todavía no había entrado en la aldea, sino que estaba en el lugar donde Marta le había encontrado. Entonces los judíos que estaban con ella y la consolaban, cuando vieron que María se había levantado de prisa y había salido, la siguieron, diciendo: ‘Va al sepulcro a llorar allí.’ María, cuando llegó a donde estaba Jesús, al verle, se postró a sus pies, diciéndole: ‘Señor, si hubieses estado aquí, no habría muerto mi hermano.’”
¿Usted también tiene la fe de creer que cada vez que tiene algún problema, el Señor lo resolverá para usted? Es una gran fe el creer que el Señor se hará cargo de sus problemas sin falta. María tenía tanta fe; creía que si el Señor hubiera estado allí antes de la muerte de su hermano, él no habría muerto. Me pregunto si hoy, usted tiene una fe así.
Continuemos con la lectura de la Escritura de hoy. Está escrito aquí que María, Marta, y todos en el pueblo estaban llorando de dolor, y cuando Jesús fue testigo de esto Él también se acongojó por ello. Jesús, sabía que tenían todos el corazón roto. Él compartió el dolor no sólo con María y Marta, sino también con los amigos y vecinos de estos tres hermanos y todos los judíos en ese pueblo. La gente allí lloró recordando los días de vida de Lázaro, mientras que consolaban a María y a Marta. Debe haber sido inevitable para Jesús su sufrimiento al ver esto. Le debe haber dolido en el corazón el ver cómo todas esas personas estaban llorando porque no tenían poder para hacer nada a pesar de que querían ayudar, y eso debe ser por lo que Jesús lloraba.
Entonces el Señor les preguntó dónde habían puesto a Lázaro. Hubo varias ocasiones en que Jesús lloró mientras estaba en este mundo, y aquí podemos ver lo mucho que Jesús amaba a esta familia y a Lázaro en particular. La gente de allí se preguntaba, “Jesús abrió los ojos del ciego, ¿y no podía Él también haber evitado que Lázaro muriera?” Jesús al oír este gemido vio por sí mismo que su pueblo era completamente impotente ante la muerte.
Cuando Jesús llegó a la tumba de Lázaro dijo a la gente que quitaran la lápida que bloqueaba la entrada del sepulcro. En la cultura judía en ese momento, existía la costumbre de poner los muertos en una tumba de piedra. De los antepasados antiguos a los descendientes por venir, todos los cuerpos de sus familiares eran colocados en una cueva o tumba, y esta era bloqueada con una gran piedra, así, con el tiempo los cadáveres se pudrirían dejando solo los huesos.
Cuando el Señor ordenó que fuera retirada la piedra, Marta dijo que habría un olor pues cuatro días habían transcurrido ya desde que Lázaro fue sepultado. Pero Jesús repitió: “¿No he dicho que, si crees en mi, verás la gloria de Dios? Quitad la piedra” Así que Marta agradecida organizó quitar la piedra, y Jesús entonces levantó la vista al Cielo y oró: “Padre, gracias te doy por haberme oído. Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor para que crean que tú me has enviado.” Después de orar así, Jesús gritó con fuerte voz: “¡Lázaro, ven fuera!” Con esta orden, Lázaro se levantó de entre los muertos y salió de la tumba todavía envuelto en lino como una momia vendada. Entonces el Señor ordenó a la gente que lo descubrieran para que pudiera caminar libremente, y las muchas personas que fueron testigos de este evento llegaron a creer en el Señor.
 
 

Aquellos que creen en la justicia de Dios volverán a vivir

 
Eso es ‘la resurrección’, quiere decir que los que han nacido de nuevo creyendo en el Evangelio del agua y el Espíritu, con seguridad volverán a vivir. Debemos darnos cuenta de que todos los que han nacido de nuevo por el Evangelio del agua y el Espíritu serán resucitados con seguridad cuando el Señor vuelva. Dios los resucitará a la vida y los hará vivir de nuevo gozando de la gloria y el esplendor de los Cielos. El Señor ha mostrado a los justos que vivirán de nuevo. Hay que aferrarse a esto de que hay resurrección para nosotros, y que vamos a vivir de nuevo. ¿Cree usted que vamos a vivir para siempre? ¿Cree usted que el Señor nos ha dado la vida eterna?
La resurrección se encuentra entre los justos. Si hemos de alcanzar una nueva vida después de la muerte y reinar por mil años con el Señor, debemos pensar en lo que debemos hacer por el resto de nuestra vida en este mundo. El Señor dijo que nos daría la vida eterna. Así como Él nos permitió nacer de nuevo, Él también nos dará la vida eterna. Seremos vueltos a la vida después de la muerte, y viviremos para siempre con el Señor. Cuando pensamos en vivir para siempre por encima de todo lo demás, nos vemos obligados a pensar en qué es aquello por lo que hemos de vivir ahora. Que sería el propósito de nuestra vida ahora, y que deberíamos hacer, mientras estemos vivos en este mundo.
Hay varios pasajes en la Biblia sobre esta cuestión. En particular, cuando vamos a 1 Corintios 15:48-58, podemos comprobar lo que la Palabra dice acerca de nuestra resurrección: “Cual el terrenal, tales también los terrenales; y cual el celestial, tales también los celestiales. Y así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial. Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción. He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: ‘Sorbida es la muerte en victoria.’ ‘¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?’ ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la Ley. Más gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.” Así, Pablo el Apóstol escribió en sus cartas que cuando la última trompeta suene, los muertos se levantarán incorruptibles, y nosotros también seremos transformados.
 
 

Aquellos que participarán en la primera resurrección

 
Todo aquel que ‘verdaderamente ha nacido de nuevo’ participará en la primera resurrección. Como señal del fin de la Gran Tribulación, la última trompeta simboliza el último día del planeta Tierra. La Biblia dice que cuando los corruptos se pongan en incorrupción, la muerte será absorbida en la victoria. Esto significa que los nacidos-de nuevo volverán a vivir. En otras palabras, se refiere a la resurrección de los nacidos-de nuevo. Es por eso que los muertos se expresan como “durmiendo” en lugar de muertos. Aquellos que están dormidos pueden despertar de nuevo, pero los que han muerto no pueden despertar, y así en la vista del Señor, nuestra muerte es como dormir; Por lo tanto, nos resucitará a la vida. Estas bendiciones increíbles nos esperan a todos los que creemos. Es por eso que el Apóstol Pablo nos dijo: “Sean firmes, inamovibles, siempre creciendo en la obra del Señor, y sabiendo que su obra no es en vano en el Señor.” En otras palabras, Pablo nos está diciendo que como nuestra muerte será sólo temporal y seremos resucitados para recibir la vida eterna, debemos pensar en cómo debemos vivir ahora y hasta ese momento.
También hay pasajes en la Biblia que hablan de la salvación y vida eterna que Dios nos ha dado. Está escrito en Efesios 1:4-6: “Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado.” Como puede ver, este pasaje utiliza la expresión “gloria” aquí. Se refiere a una vida maravillosamente brillante. Que el Señor nos ha dado la gracia de la resurrección significa que Él nos resucitará de entre los muertos para vivir con Él para siempre, para que alabemos la gloria de su gracia. En otras palabras, literalmente significa que vamos a vivir una vida gloriosa alabando a Dios por todas sus bendiciones, habiendo recibido los dones dados por Dios de la vida eterna, la salvación y la resurrección.
A menudo pienso acerca de lo que implica una vida gloriosa, y qué se ha dado a entender exactamente por la resurrección. ¿Qué es la vida eterna? Es la inmortalidad. Cuando Dios nos devuelva a la vida, Él no nos va a resucitar en la imperfección. Al contrario, vamos a ponernos el mismo cuerpo espiritual como el de Cristo, como nuestras imperfecciones serán perfeccionadas, lo corruptible se vestirá de incorrupción, y nuestros cuerpos nunca se enfermarán de nuevo.
La Biblia también nos dice que la vida de los nacidos-de nuevo serán para la alabanza de la gloria de la gracia de Dios. Esto significa que Dios nos hará alabarle, no sólo por salvarnos del pecado, pero también bendiciéndonos para vivir una vida gloriosa con Él. ¿Qué es una vida gloriosa? Cuando seamos viejos, nuestros cuerpos nos fallarán como una tienda desgastados y perecerán con el tiempo. Sin embargo, porque creemos en el Evangelio del agua y el Espíritu no sólo hemos sido salvados de nuestros pecados, sino también nuestros cuerpos muertos volverán a vivir. Ninguna otra cosa mas que esto… es la ‘resurrección’.
¿Qué haremos después de la resurrección, entonces? ¿Qué haremos cuando finalmente vayamos al Reino del Señor? Vamos a vivir una vida celestial, la vida perfecta y gloriosa de Dios. Gloria significa brillo, y por lo tanto implica que vamos a vivir vidas espléndidas inimaginables. Esa vida está más allá de nuestra comprensión, al igual que no podemos entender bien cómo es la vida en el Palacio de Buckingham, porque ninguno de nosotros ha vivido allí.
 
 
¿Puede usted imaginar los privilegios de vivir en el Reino de Dios?
 
Una vez comí un plato de fideos chinos muy caro costando más de $70, cuando normalmente cuesta sólo US $3 en la mayoría de los lugares en Corea. Esto ocurrió cuando visité un hospital de Seúl. Estaba acompañado por varios compañeros de trabajo, y como se acercaba la hora del almuerzo, buscamos un restaurante, pero no pudimos encontrar ningún estacionamiento. Así que decidimos ir a un hotel cercano donde podíamos estacionarnos fácil, ya que la mayoría de hoteles en Corea por lo general tienen un restaurante con buffet. Pero cuando estábamos en el elevador, vimos que había un restorán chino en el segundo piso, y así que fuimos a este. Cuando nos sentamos y abrimos la carta, vimos que un plato de fideos chinos costaba $7 en ese restorán. Era un poco más caro que el precio normal, pero decidimos probarlo de todas formas así que ordenamos el plato. Pero antes de que nos sirvieran el plato de fideos chinos, nos pusieron otros platos más pequeños. Así que nos los comíamos cuando nos los servían, y el plato principal nos lo sirvieron al final. Después de terminar el plato principal, preguntamos si eso era todo, y el mesero nos dijo que era el último plato. Así que, pedimos la cuenta y para nuestra gran sorpresa, nos enteramos de que la comida en realidad costaba $70 cada una en lugar de $7. Habíamos pensado que $7 dólares era bastante caro, pero la comida no costaba menos de $70. Le pedí al camarero la carta una vez más, y me di cuenta de que había leído mal el precio. Pero el regateo sobre el precio sólo nos avergonzaría, así que terminamos pagando la cuenta total. Esto ocurrió porque estábamos totalmente desorientados; que simplemente no sabíamos qué tan caro podía ser un restorán, ya que nunca antes habíamos estado en uno tan aristocrático.
Déjenme que les cuente otra historia, pero esta vez se trata de un ex presidente de Corea del Sur. Este episodio ocurrió cuando el presidente Park Chung Hee, quien había llegado al poder por un golpe militar en 1961, visitó una planta de energía en Busan, hace casi 40 años. En ese momento estaba mal el camino a esa central eléctrica, no había ni un árbol plantado a lo largo del camino. Corea, en aquellos días era un país tan pobre que muchas personas seguían prescindiendo de la leña para calefacción, por lo que es comprensible que casi no quedaba ni un solo árbol de pie.
Pero cuando se anunció que el Presidente estaba visitando esa planta de energía, enormes pinos fueron plantados a lo largo de la ruta. De hecho, no fueron realmente plantados, ya que los árboles estaban cortados del tronco y plantados en el suelo a lo largo de la carretera. Como si esto fuera poco, el pueblo entero se avocó a tareas de limpieza importantes para preparar la visita del Presidente, y las personas se alineaban a lo largo del camino para ondear la bandera. En aquellos días, Corea del Sur estaba bajo tal régimen autoritario que la gente no se atrevía ni siquiera a mencionar al Presidente por su nombre. En menos de un mes desde la visita del Presidente, el camino fue todo pavimentado. Y todos los árboles fueron tomados para ser usados como leña. Se rumoreaba que en su camino a la central eléctrica, el Presidente se quejaba con su personal del camino lleno de baches, y en base a este comentario sus subordinados habían pavimentado el camino sin demora. Este episodio ilustra los privilegios disfrutados por los poderosos. Sin embargo, no lo podemos comprender porque nunca hemos llevado una vida tan privilegiada.
Recientemente vi un documental sobre el ciclo de vida de una libélula en la televisión. De este documental me enteré de que las libélulas ponen sus huevos bajo el agua, y una vez nacidas las larvas siguen viviendo en el agua durante un tiempo, alimentándose de minúsculos insectos. Pero con el tiempo se suben a un árbol y cambian totalmente transformadas en libélulas, abriendo sus alas para volar. Las libélulas tienen cuatro alas, pero sorprendentemente mueven cada ala de forma independiente. Pueden maniobrar libremente en el aire libre, a veces batiendo solo un ala, y pueden hacer bruscos giros de 90 grados y bajar en picada, de repente. ¿No es misterioso y glorioso que las larvas vivan bajo el agua y después puedan volar cuando están completamente maduras? Lo mismo sucede con los gusanos. Si usted va a una letrina, puede ver gusanos nadando entre la basura y arrastrándose que a su tiempo se convierten en moscas. Tras repetidamente escalar, caer y arrastrarse de nuevo, finalmente logran el convertirse en moscas. ¿No es esto realmente glorioso?
¿Puede usted ahora apreciar aunque sea en grado mínimo, a lo que se refiere la Biblia al decir: “Para alabanza de la gloria de su gracia”? ¿Siente usted que mientras puede entender todo acerca de la gracia, salvación y la vida eterna, todavía no puede realmente entender lo que significa una gloriosa vida, ya que nunca antes la ha vivido?
¿Acaso Jesús no pasó a través de un muro de piedra después de su resurrección? Cuando Tomás se enteró de la resurrección de Jesús, se resistía a creer el hecho, diciendo que no lo creería hasta que realmente pusiera su mano en el costado de Jesús. Entonces Jesús caminó a través de la pared y apareció ante Tomás, reprimiéndolo: “¿Por qué eres tan incrédulo? Pon tu mano en mi costado y tu dedo en las heridas de mis manos. Cree que me he levantado de entre los muertos.” Sólo después de que Tomás lo tocó al poner la mano en el costado de Jesús creyó por fin en su resurrección.
Aunque usted pueda decir que, nada mas no puede comprender lo que se entiende por una vida gloriosa ya que nunca antes la ha vivido, déjeme asegurarle que cuando usted se pone su cuerpo espiritual, usted será capaz de trascender en el tiempo y en el espacio. Nuestro Señor resucitó de entre los muertos, y cumplió todo exactamente como lo había dicho. Además Él gobierna sobre toda la creación, tanto espiritual como físicamente, y todo en el universo se somete a él. ¿Cuán glorioso es esto entonces? Nosotros también viviremos una vida gloriosa porque hemos sido salvados por creer en el Señor.
Le doy toda mi alabanza a Jesús, que resolvió el problema del pecado y la muerte y resucitó de entre los muertos. Le alabo por salvarnos de los pecados del mundo. Así como está escrito en el libro de Apocalipsis que el pueblo de Dios mirará hacia abajo sobre la tierra desde el mar de vidrio y alabará a Dios, innumerables personas en su Reino alabarán a Dios por salvarlos. Ellos alabarán a Dios por darles los cuerpos celestiales que nunca se enfermarán de nuevo, por darles privilegios sin igual como hijos de Dios, y por permitirles vivir una vida gloriosa y espléndida como reyes. Esto no es todo; ya que es mucho más la gracia de la gloria que el Señor nos ha dado, todos vamos a vivir una vida gloriosa alabando la justicia de Dios. Este es el honor reservado para los justos. Para los creyentes en el Evangelio del agua y el Espíritu, su honor se encuentra exactamente en la gloria de Dios.
En cuanto a mi respecta, aunque como hombre justo a veces me siento frustrado porque soy aún insuficiente y muchas cosas no van a mi manera, al final voy a vivir una vida gloriosa. Nunca moriré, sino que disfrutaré de gloria y esplendor por siempre.
Si vuelven al libro de Apocalipsis, verán un hermoso lugar descrito allí, un sitio que tiene casas construidas con 12 piedras preciosas, rodeado por un mar de vidrio. En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones. (Apocalipsis 22:2). Es similar al antiguo Jardín del Edén, a menudo llamado simplemente el paraíso en la Tierra. Este es el lugar donde no hay ni maldad ni muerte, pero sólo gloria y esplendor. El Señor ha dado la resurrección de gloria a todos nosotros los justos, en esta resurrección hay vida eterna; y una vida de gloria se encuentra en esta vida eterna. Nada de esto puede ser entendido a menos que meditemos profundamente sobre ello.
 
 

Porque Dios nos ha dado no sólo la salvación, sino también vida eterna, disfrutaremos de la gloria y esplendor en el Cielo

 
Es suficientemente maravilloso que hayamos sido salvados del pecado al creer en el Evangelio del agua y el Espíritu mientras vivimos en este mundo. Sin embargo, como si esto no fuera suficiente, también hemos recibido la vida eterna. Que el Señor resucitó a Lázaro a la vida es la prueba concreta de nuestra resurrección a venir.
Entonces, ¿qué clase de vida viviremos en el futuro? Recuerde lo que la Biblia dice aquí, que hemos sido salvados “para alabanza de la gloria de Su gracia.” Alabar a Dios significa ensalzarlo y adorarlo. Los aficionados al fútbol adoran a jugadores como Ronaldo de la selección brasileña y Zidane de la selección francesa. Nosotros los coreanos estamos muy orgullosos del hecho de que nuestro equipo llegó a las semifinales en la Copa del Mundo de 2002. Menos de 10 países han llegado a las semifinales desde el primer partido de la Copa Mundial que comenzó en 1930. En 2002 Japón llegó sólo a los octavos de final y China ni siquiera pasó en los juegos regionales de calificación. Cuando se acerca el tema del futbol y la gente de otros países menosprecian a Corea, ahora podemos decirles, “Nuestro equipo llegó a las semifinales en la Copa del Mundo de 2002. ¿Qué su equipo llegó cuando menos a los cuartos de final? De unos 200 países de todo el mundo, menos de diez países han ido a las semifinales.” Así, al igual que estamos orgullosos de nuestro equipo de futbol y adoramos a nuestros jugadores, alabamos a Dios por sus bendiciones. Con tal alabanza y acción de gracias, también vamos a disfrutar del esplendor y la gloria del Cielo.
La vida que nos espera en el Cielo no es una vida humilde, común y corriente. Al contrario, es una vida increíble, maravillosa de gloria. Aunque es difícil de imaginar, me gustaría volar en la espalda de un ángel y regular el territorio de la creación como un hijo del Rey. En realidad no comprendemos lo que significa vivir una vida espléndida y gloriosa. Sólo tenemos una vaga idea de cómo son los millonarios que viven en tanta opulencia, pero esperándonos está una vida incomparablemente más gloriosa. Así que estoy muy feliz.
Ciertamente el Señor nos resucitará a los creyentes en el Evangelio del agua y el Espíritu. El diácono Myungchan Kim duerme en su tumba. Está dormido esperando el regreso del Señor. Y el Señor vendrá a despertarlo. Si hubiera muerto para siempre, no habría ninguna esperanza, pero como aquellos que están dormidos serán despertados de nuevo, una vida nueva y gloriosa le espera al díacono Kim.
No sé exactamente lo que usted va a estar haciendo en el Reino del Milenio. Pero pensemos en ello aquí, basado en la Palabra de Dios. Usted vivirá una vida gloriosa, será imposible para usted que tenga cualquier tristeza o que encare cualquier dificultad, y no habrá nada que falte en su corazón, su mente o su cuerpo. Si nada mas fuera, solo por vivir allí, entonces nuestras vidas no serían diferentes de la de un perro o un cerdo, pero viviremos una vida gloriosa. Nuestros corazones se llenarán sólo de alegría, y nuestros cuerpos y nuestras mentes podrán vivir en la perfección sin ningún tipo de conflictos que oscurezcan nuestras vidas. Es por eso que la resurrección es tan hermosa.
Aunque es posible que nos cansáramos de servir al Señor cada día, y nuestra vida de fe pueda sufrir como consecuencia de ello, debemos renovar nuestra fuerza, recordando que el Señor nos ha dado nueva vida y la resurrección, y que Él nos ha permitido disfrutar de gloria y esplendor. Debemos creer que porque el Señor nos ha dado vida eterna, tenemos la resurrección esperándonos, y que así como el Señor resucitó a Lázaro a la vida, Él también nos resucitará a nosotros. Si no hubiera resurrección del Señor, Jesús habría tenido que poner fin a su ministerio con Su bautismo y Su muerte en la Cruz. Pero el Señor no sólo nos quitó todos nuestros pecados, sino que también resucitó de entre los muertos con el fin de darnos una vida nueva y gloriosa. A través de su resurrección, nos ha confirmado nuestra resurrección y nos ha dado esperanza. Aunque es difícil para nosotros imaginar la vida después de la resurrección, estamos convencidos de que tal vida tan gloriosa nos espera, porque la Biblia dice que sólo aquellos que son Santos pueden caminar en el Reino del Cielo, un lugar con caminos majestuosos y palacios donde no hay iniquidad alguna, ni ninguna destrucción, ni lágrimas. Así que damos gracias a Dios por esto.
¿También crees que hay resurrección? Aquellos que creen en el Evangelio del agua y el Espíritu pueden creer en su resurrección automáticamente, porque tienen el Espíritu Santo en sus corazones. Si usted no tiene esa esperanza, entonces usted debe verse y examinarse cuidadosamente. Algunos de ustedes pueden tener dificultades solo de pensar en la vida que les espera ya que ni siquiera la han vivido aún, pero deberían examinarse a si mismos para ver si esto no es porque estén demasiado ocupado, cansados y agotados de la realidad de su vida cotidiana.
 
 
Vivamos con esperanza
 
La Biblia dice que la fe, la esperanza y el amor siempre permanecerán, pero lo principal de ello es el amor. Debido a que el Señor nos ama, Él nos ha salvado de todos nuestros pecados de una vez por todas a través del Evangelio del agua y el Espíritu, nos hizo hijos de Dios y nos ha permitido vivir una vida gloriosa. Por tanto, debemos tener esperanza. Esta época presente en particular necesita esa esperanza. La esperanza es absolutamente indispensable para usted y para mí sobre todo como aquellos que hemos recibido la remisión de los pecados. Nuestro Señor nos ha dado vida eterna, y hay una resurrección esperando a todos nosotros. A menos que tengamos esta esperanza, no podemos soportar cuando el Anticristo aparezca. A pesar de que estamos renovados, el mundo empeora y se tornará cada vez más destructivo.
¿Ha oído hablar de la IRF? Las siglas son, Identificación de Radio Frecuencia. Se trata de pequeños chips electrónicos que se insertan en los productos y son escaneados para su identificación. Se dice que estos chips, una vez miniaturizados, finalmente serán implantados en el cuerpo humano también. No sólo pueden los escáners identificar a alguien con chip implantado a más de cien metros de distancia, sino que incluso los satélites pueden rastrear la pista del portador. Los europeos comenzaron a desarrollar esta tecnología hace unos 4 ó 5 años y han hecho algunas investigaciones elementales, pero recientemente Corea del Sur ha tenido avances y desarrollado chips más avanzados. Compradores de todo el mundo compiten entre sí para tener en sus manos esta tecnología.
Se dice que en unos 4 ó 5 años más, todo el mundo va a utilizar los chips electrónicos. La única cuestión pendiente es cómo hacerlos económicos y lo mas pequeños posible. Una vez que se resuelva esa cuestión, será posible insertar chips electrónicos en cualquier lugar. Para ilustrar esto, cuando los consumidores compran productos en un supermercado hoy en día, cada producto tiene que ser escaneado en la caja, pero cuando los chips IRF se insertan, no habrá ninguna necesidad de escanear los productos de forma individual sin importar que tan lleno esté el carrito de compras. Usted sólo puede pasar por el escáner y todo en el carro se calculará de forma automática.
Los microchips ya se están utilizando para realizar el rastreo de animales domésticos y ganado. Chips diminutos son insertados debajo de la piel de un perro o un gato y, un simple escaneo permite identificar al propietario y toda la información de vacunación. Sistemas similares se utilizan a menudo por los gobiernos. Los pases de tránsito, por ejemplo, tiene un chip en ellos. Como cada pase tiene un número de serie único, se localiza al comprador. Estos chips de memoria se llaman dispositivos IRF, y esta tecnología está teniendo un uso generalizado en todo el mundo. En la actualidad existe una creciente demanda de dicha tecnología, a medida que más personas se extravían y más cosas se pierden.
El tiempo llegará, cuando todo el mundo tendrá que recibir la marca de 666, y una vez que surja un dictador mundial y utilice esta tecnología, gobernará sobre todo el mundo. El surgimiento de este dictador significará el cumplimiento del Libro del Apocalipsis. He estudiado esto de cerca y lo que he visto es completamente asombroso. Por supuesto, es cierto que los códigos de barras ya son de uso común ahora. Esta particular tecnología ya fue comercializada, pero por ahora se utiliza en los productos, no en las personas. Sin embargo en el futuro, la gente ordinaria se monitoreará. A medida que la gente cada vez se preocupa mas por su seguridad y quiere proteger sus familias y posesiones, buscarán una manera de rastrear todo finalmente, como un sistema en el que a todo le asignen un número de serie único, que se extenderá por todo el mundo rápidamente.
Por lo tanto, debemos tener esperanza. La Biblia dice que Dios nos ha dado vida eterna, y que nadie nos puede alejar de Él. El Señor nos ha dado vida eterna, y porque Él tiene ese poder, no nos va a perder a nadie.
Y el Señor habló de la resurrección. A través de sus 33 años de vida, nos enseñó que íbamos a morir una vez y ser resucitados. Nos mostró la resurrección. De esta manera, tenemos la resurrección que nos espera. Por lo tanto, debemos mantenernos firmes en el Señor, y deberíamos dedicarnos aún más a la obra del Señor. Debemos darnos cuenta de que nuestra obra en el Señor no será en vano. En lugar de estar buscando todas las cosas mundanas, debemos recordar lo que el Señor nos dijo. En otras palabras, debemos pensar no sólo en nuestra salvación, sino también en tantas bendiciones que Dios nos ha dado, y debemos vivir en anticipación de disfrutar de estas bendiciones en el futuro.
Aunque ya estoy por vivir en el Reino del Milenio, estoy emocionado de pensar en cómo viviría allí. En primer lugar, me gustaría jugar futbol. ¿Cómo me divertiría, ya que no me lastimaría aunque me cayera? ¿Qué pasaría con nuestras hermanas? ¿Qué le gustaría hacer entonces? Hermana Yunok, ¿qué te gustaría hacer? ¿Te gustaría viajar por todos lados? ¿Qué vas a hacer en tus viajes? ¿Te gustaría volar en la espalda de un ángel cuando te aburras y probar todos los alimentos deliciosos allí? La Biblia dice que allí, hay comida abundante. Está escrito: “En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones” (Apocalipsis 22:2). Es un lugar maravilloso.
¿Y que hay del hermano Myungsun Jang? ¿Qué harías tú cuando vivas allí? Probablemente desearías ir a pescar, ¿o no? Podrás pescar todas las clases de peces que quieras. Hermano Jongman, ¿qué te gustaría hacer? ¿Jugar al balompié? ¿Y tú, hermano Pilsu? ¿Te gustaría comer muchas ricas botanas? Hermano Jungyong, ¿tú qué quieres hacer? ¿Quieres viajar por todo el mundo? No viajarás solo por el mundo, sino por todo el universo. ¿Y que del hermano Dongwook? ¿Qué quieres hacer? ¿También quisieras probar todos los platillos deliciosos que nunca imaginaste? Hermana Yu, ¿qué te gustaría hacer? ¿Te gusta viajar? Entonces puedes viajar con la hermana Yunok, Y así, estoy seguro de que cuando llegue el día, todos vamos a disfrutar decenas de millones de veces más, la riqueza y la gloria, de lo que podamos imaginar. ¡Doy todas las gracias a nuestro Dios por darnos tan maravillosas bendiciones!