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Kazania

Tema 18: Génesis

[Capítulo 6-3] Debemos creer en la justicia del Señor y caminar con Él (Génesis 6, 1-9)

Debemos creer en la justicia del Señor y caminar con Él(Génesis 6, 1-9)
«Aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas, que viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas. Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años. Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos. Estos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre. Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho. Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová. Estas son las generaciones de Noé: Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé».
 
 
Entre la gente de los días de Noé, había muchos gigantes. Sin embargo, incluso en el cristianismo actual, hay muchos predicadores famosos. Como están predicando evangelios falsos diferentes al Evangelio del agua y el Espíritu, las almas de muchas personas que han recibido o escuchado sus evangelios están muriendo, Prisioneras de sus propios pecados. Por eso Dios no tiene más remedio que juzgar a los que están predicando falsas doctrinas, entonces y ahora. Dios juzgó a la gente durante los días de Noé no solo porque su maldad fuera grande, sino porque también los hijos de Dios habían tomado a las hijas de los hombres como esposas y sus almas estaban corruptas, que es aún peor.
En los sermones de los que creen en el Evangelio del agua y el Espíritu y lo predican está la Verdad de la salvación, pero en el contenido de los que predican que solo la sangre en la Cruz constituye la salvación, no está la Verdad del Evangelio del agua y el Espíritu. La Verdad de la salvación no está en el Evangelio de la sangre en la Cruz que predican. Así, están cometiendo fraude espiritual con toda la gente. Los defraudadores espirituales de hoy en días están cometiendo fraude diciendo que se puede invitar a Jesús en sus corazones con tan solo ofrecer una oración de invitación.
Sin embargo, todo es una mentira. Les dicen a las personas que mientras ofrezcan oraciones de invitación a Jesús, Él entrará en sus corazones. Sin embargo, sus palabras son mentiras, nada más que palabrerío. Sus sermones se centran solo en las bendiciones carnales y como no están predicando las bendiciones espirituales, es decir, el Evangelio del agua y el Espíritu, aunque crean lo que están diciendo, esta fe es inútil.
Estos mentirosos también nos confunden a los que creemos en el Evangelio del agua y el Espíritu. Los justos que creen en el Evangelio del agua y el Espíritu pueden caer en los deseos carnales de este mundo. Y podemos unirnos con los pecadores cristianos porque los cristianos de hoy en día no han nacido de nuevo están de acuerdo con nosotros en que el resultado de la fe es que estamos sin pecados. Insisten que mientras crean en Jesús como su Salvador, estarán sin pecados incondicionalmente, y por eso incluso los que creen en el Evangelio del agua y el Espíritu pueden creer que la fe de estar personas no es incorrecta, y por eso, estos santos imprudentes suelen pensar que la fe de los que creen en el Evangelio del agua y el Espíritu y la de los cristianos de hoy en día que creen solo en la sangre de la Cruz, es la misma. Pero, está claro que si una persona cree solo en la sangre de la Cruz, el pecado sigue existiendo en su corazón, pero si esa persona cree en el Evangelio del agua y el Espíritu, sus pecados ya no existirán en su corazón.
Por tanto, si escuchamos los sermones de los predicadores que no han nacido de nuevo, caeremos en la confusión espiritual y morirán al final. Esto se debe a que están en contra de Dios, prisioneros de sus pensamientos carnales, sin conocer el Evangelio del agua y el Espíritu que constituye la justicia de Dios. Buscan el fruto de la carne. Por eso todos los cristianos se están convirtiendo en personas que persiguen los deseos carnales. Están constantemente interesados en cómo pueden acumular riquezas para su carne. Y están interesados en lo que pueden hacer para reunir a muchas personas y sacarles donaciones monetarias grandes.
Los pecadores cristianos de hoy en día están matando a muchas personas espiritualmente porque tienen una fe errónea. Como no tienen la fe que cree en el Evangelio del agua y el Espíritu, siempre crean una fe legalista y no pueden evitar seguirla. Incluso los justos que creen en el Evangelio del agua y el Espíritu pueden distanciarse de la obra de Dios cuando caen en los deseos de la carne. Además la gente que todavía no conoce la Verdad del Evangelio del agua y el Espíritu tendrán muchos más pensamientos carnales y seguirán estos deseos hasta el final. Por eso, no es extraño que los cristianos pecadores de hoy en día sigan los deseos de la carne. En cuanto a los justos que creen en el Evangelio del agua y el Espíritu, normalmente piensan en la obra de Dios, pero de vez en cuando tienen pensamientos carnales. Sin embargo, como estamos haciendo la obra espiritual de Dios, pueden controlar el centro de su corazón correctamente, Pero, ¿en qué piensen los cristianos que no conocen la justicia de Dios? No pueden evitar pensar en la obra de la carne.
Los santos jóvenes, aunque hayan nacido de nuevo del agua y el Espíritu, no saben muy bien lo que hacen mal. Pero si pensamos en la obra de Dios dentro de Su justicia es posible saber qué obra complace a Dios. Por tanto, la gente que sigue siendo joven en la fe debe seguir la fe de sus predecesores. Entonces, podrán averiguar cuál es la verdadera fe.
Con un tan solo un vistazo podemos ver que la gente que conoce el Evangelio de la justicia de Dios puede reconocer a la gente carnal. Dentro del cristianismo actual hay muchos estafadores espirituales. Sin embargo, para los justos que creen en el Evangelio del agua y el Espíritu esta estafa espiritual no puede ser aceptable. La gente que está haciendo la obra de Dios al poner su fe en el Evangelio del agua y el Espíritu no comete fraude espiritual tampoco.
¿Por qué tipo de fe vive la gente legalista, beata y pentecostal? Confiesan que Jesús es su Salvador, pero creen sin conocer la justicia e Dios. Pero siguen cometiendo fraude espiritual sin saber que son estafadores. Si les dijésemos: “Sois estafadores espirituales”, se sentirían avergonzados porque no creerían que son estafadores. Sin embargo, cuando pasa el tiempo y reflexionan acerca del fruto de su fe, se dan cuenta de que pertenecen a los estafadores espirituales. Por tanto, esta gente debe arrepentirse de su maldad y aprender la verdadera fe de la gente nacida de nuevo que cree en la justicia de Dios. Solo entonces pueden escapar de su antigua forma de vida con la que cometían fraude espiritual.
 
 

¿Creen que Dios destruyó el mundo porque había mucha maldad en este mundo?

 
Dios destruyó el primer mundo porque no había esperanza en él, porque la gente de Dios estaba buscando las cosas del mundo. “Este es el final. No hay más esperanza. En vez de dejar que esto continúe, destruiré todo lo que hay en el mundo. Destruiré a los hombres, las aves del cielo y todas las cosas que se arrastran de la faz de la tierra”. Dios pensó esto porque los hijos de Dios habían perdido su fe, intoxicados por la belleza de las hijas del hombre. Hoy en día, cuando navegamos por Internet, vemos fotos lascivas, y si nos entregamos a ellas, nuestro estado espiritual sería nefasto. Especialmente la gente joven espiritual o físicamente debe evitar esto. Si una persona empieza a ver pornografía a una edad temprana el cerebro se quedará impactado y no podrá recuperarse del golpe psicológico. Los trabajadores del ministerio también pueden convertirse en personas de la carne al caer en estas cosas. Una persona puede decir “No moriré”, pero no es así. Así debemos instalar dispositivos para bloquear pornografía para que estas cosas no entren en nuestras vidas. En la actualidad hay más lascivia que en tiempos de Noé, pero como estamos predicando el Evangelio del agua y el Espíritu, Dios tiene esperanza para este mundo.
Creo que deberían reunir todas las cartas del extranjero e imprimir un libro de testimonios de salvación. La gente no ha escrito estos testimonios de salvación porque se lo hayamos pedido. Los escribieron espontáneamente. Incluso ahora, a través de Internet, el Evangelio del agua y el Espíritu está siendo predicado en forma de libros impresos y electrónicos, así se predica el Evangelio de la remisión de los pecados a tanta gente. Y la gente está recibiendo la salvación. Y como estas personas que han recibido la salvación a través de nuestros libros se los prestan a otras personas, el Evangelio del agua y el Espíritu está siendo predicado continuamente a través de los libros y los labios de los nacidos de nuevo recientemente. Incluso ahora, la gente sigue recibiendo la remisión de los pecados. ¿Cuántas personas creen que han recibido la remisión de los pecados a través de nuestro ministerio literario? Si lo comparamos con Corea, muchas más personas han recibido la remisión de los pecados.
Ahora mismo el cristianismo en Corea está en crisis. Los pastores de Corea pueden mantener sus iglesias porque hay muchos miembros de sus iglesias han estado asistiendo durante mucho tiempo. Por eso es posible para ellos mantener el status quo. En el futuro, el cristianismo en Corea estará en una situación peor que la de Europa. En Europa se dice que solo unos cuantos señores mayores y señoras mayores se reúnen para adorar y las iglesias en Corea serán así también pronto. Las iglesias sin el Evangelio del agua y el Espíritu se morirán de hambre cuando llegue el caos espiritual.
Una vez el cristianismo floreció por todo el mundo y por Corea también. Pero ahora está en crisis espiritual. Los cristianos que no tienen el Evangelio del agua y el Espíritu solo quieren hacerse ricos carnalmente. No tienen la herencia de la fe espiritual. Para ellos solo existe la fe intencional. Por eso, aunque prediquemos el Evangelio del agua y el Espíritu a los cristianos de hoy en día, se niegan a venir a la Iglesia de Dios. Los cristianos del pasado solían temblar ante Dios y preguntar qué debían hacer cuando sus pecados eran revelados. Sin embargo, los cristianos actuales están tan aferrados a sus pecados que siguen viviendo sin darse cuenta de qué son sus pecados. Por eso siguen viviendo por las cosas de la carne, sin saber qué es el juicio de Dios, la oscuridad espiritual, la agonía del pecado y el dolor del precio del pecado. Todo lo que pueden decir es que aman a Jesús en términos carnales.
Como estamos viviendo en tiempos difíciles, muchas personas cometen crímenes para poder vivir. En las noticias de hoy han dicho que alguien ha estado robando puertas metálicas en un vecindario. La noticia decía que se habían robado puertas metálicas en cinco o seis sitios diferentes en un vecindario. El culpable fue arrestado y tenía unos treinta años. Cuando le preguntaron por qué lo hizo, dijo que no tenía otra opción que robar las puertas de otras personas y venderlas como trozos de hierro porque cuando se casó no tenía comida ni habilidades para trabajar en un oficio. Cuando un hombre quiere casarse, primero debe prepararse con un trabajo; así que este hombre debería haber aprendido un oficio. Pero, si se casó, solo con su amor por la mujer, ¿qué pasaría? Si un hombre va a la cárcel ¿cómo va a sobrevivir su mujer? Cuando le resulte difícil seguir sobreviviendo, ¿no buscará otro hombre?
Cuando veo a universitarios, me preocupo. En estos tiempos que corren el número de jóvenes parados está cerca de 600.000, y se me rompe el corazón porque es como ver a futuros vagabundos. Ahora mismo piensan que todo va bien porque pasan el tiempo hablando con sus amigos, comiendo, pero el mundo no bendice a los que viven en el momento de esa manera. Los estudiantes deberían poder ganarse la vida bien si estudian como deberían, pero la mayoría de los universitarios solo saben gastar dinero, pero no ganarlo. Y tengo dudas acerca de sus planes futuros. Si se gradúan sin haber estudiado, aunque se casen con sus novias, estarán en una situación mala porque no sabrán ganarse la vida. Los hombres deben prepararse para tener un oficio o un negocio y mantener a sus familias.
Os dije que Dios no había juzgado al mundo solo por su maldad. Lo que es peor es que no había esperanza. Los hijos de Dios deben predicar el Evangelio del agua y el Espíritu con la fe que cree en la justicia de Dios, pero si no predican el Evangelio verdadero, la destrucción les llegará. Esto no se deberá solo a que no predicaron el Evangelio del agua y el Espíritu, sino porque se dejaron influir por el mundo y lo siguieron, y por eso Dios decidió destruir el mundo.
El diluvio de Noé es un hecho histórico. Este hecho histórico nos enseña una gran lección. Entonces, ¿qué debemos aprender de este hecho de que Dios le dio Su gracia a Noé? Debemos darnos cuenta de lo que Dios odia y quiere más. Lo que Dios odia más es el pecado y lo que quiere más es la predicación del Evangelio del agua y el Espíritu. Así, debemos seguir haciendo la obra que complace a Dios, es decir, la obra de predicar el Evangelio del agua y el Espíritu. Cuando una persona justa deja de predicar el Evangelio del agua y el Espíritu, Dios destruirá esa persona. Sin embargo, los hijos de Dios, intoxicados por la belleza de las hijas de los hombres, fueron por el camino de la destrucción. Por eso Dios dijo: «Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho» (Génesis 6, 7).
 
 

Es muy afortunado que estemos predicando el Evangelio del agua y el Espíritu en estos tiempos

 
Podemos preservar este mundo porque estamos predicando el Evangelio del agua y el Espíritu por todo el mundo y apoyando la predicación de este Evangelio. Y, como apoyar la predicación del Evangelio es predicar el Evangelio, sus corazones son mantenidos por la fe. Si predicásemos el Evangelio solo en Corea, sin predicar el Evangelio del agua y el Espíritu por todo el mundo, de la misma manera en que los cristianos pecadores en Corea son destruidos, nosotros también seríamos destruidos. Por eso hemos estado predicando el Evangelio del agua y el Espíritu por todo el mundo en las últimas décadas.
La historia del cristianismo mundial es larga, pero solo en los últimos dos siglos ha empezado a moverse más rápidamente. Este período de crecimiento empezó con la Reforma. Sin embargo, durante esos siglos el cristianismo ha estado enseñando doctrinas legalistas, y no el Evangelio del agua y el Espíritu: no pudieron enseñar la Verdad de la justicia de Dios, sino que enseñaron cosas legalistas como ofrecer donativos a la iglesia, ritos de adoración, oraciones de penitencia, santificación, etc. Incluso en el cristianismo de hoy en día, que no ha nacido de nuevo todavía, está muriendo espiritualmente porque no puede enseñar el Evangelio del agua y el Espíritu relacionado con la justicia de Dios. En realidad, si los cristianos no tienen el Evangelio del agua y el Espíritu, no tienen esperanza.
Sin embargo, afortunadamente, Dios nos ha hecho predicar el Evangelio del agua y el Espíritu por todo el mundo al darnos Su sabiduría. Dios ha hecho que los que creemos en el Evangelio del agua y el Espíritu vivamos predicando el Evangelio. Todas las iglesias de nuestro país están unidas en la predicación del Evangelio del agua y el Espíritu por todo el mundo. Como seguimos predicando el Evangelio del agua y el Espíritu por todo el mundo, podemos mantener nuestra fe y por eso hay esperanza por este mundo.
Si la iglesia de Dios no predicase el Evangelio del agua y el Espíritu, la gente del mundo sufriría la muerte espiritual. Cuando esto ocurre, los santos no podrán seguir a la Iglesia de Dios. Deben ponerse a la disposición del Espíritu Santo que vive en sus corazones para que reine sobre ustedes, les guía y les ordene. Entonces hará que vivan sirviendo al Evangelio del agua y el Espíritu. Si queremos guiar a una persona que ha recibido la remisión de los pecados, los predecesores de la fe deben servir al Evangelio del agua y el Espíritu primero. El Señor dijo: “Ovejas mías, escuchad Mi voz, y no sigáis a los falsos profetas”. La razón es que el Espíritu Santo está en nuestros corazones.
Es muy afortunado que estemos sirviendo el Evangelio del agua y el Espíritu. Como estamos sirviendo al Evangelio del agua y el Espíritu, podemos vivir una vida que complazca a Dios. Si no hiciésemos el trabajo de las misiones, no habría nadie aquí. ¿Por qué floreció la Iglesia Primitiva? El Apóstol Pablo fue por los países mediterráneos predicando el Evangelio del agua y el Espíritu y la Iglesia Primitiva apoyó la predicación del Evangelio con una mentalidad como la del Apóstol Pablo. La gente que estaba en unión con el Apóstol Pablo había servido al Evangelio del agua y el Espíritu. Sin embargo, en aquel entonces, había muchos seguidores de la circuncisión y del judaísmo dentro de la Iglesia de Dios, y estaban destruyendo el Evangelio del agua y el Espíritu. Si hubiesen hecho la obra de predicar el Evangelio del agua y el Espíritu dentro de su país y por todo el mundo, el cristianismo habría dominado el mundo entero.
La gente de fe que cree en el Evangelio del agua y el Espíritu siempre ofrece holocaustos espirituales. Ofrecen a Dios el sacrificio espiritual al matarlo y ponerlo en un altar hecho de piedras naturales, y encender un fuego con leña en el altar. Espiritualmente, este holocausto se ofrecía con la fe diciendo: “Debería haber muerto como este sacrificio por mis pecados, pero al ofrecer este sacrificio para morir en mi lugar y pasarle los pecados de mis pecados, por favor, dame la salvación”. Sabemos que Dios quiere estos sacrificios. Para toda la humanidad, Dios les había hablado a Adán y Eva sobre estos sacrificios, y Adán y Eva los ofrecieron a Dios. Entonces, Adán les habló a sus hijos de esto, pero aunque algunos creyeron, otros no creyeron. Como Abel creía en la fe de sus padres, ofreció el mismo sacrificio de sus padres, y más tarde Noé también ofreció el mismo sacrificio. Quien reconozca ser un pecador que debe morir por sus pecados, recibir el juicio y ser destruido, debe admitir sus pecados y aceptar el Evangelio del agua y el Espíritu. Así es como se recibe la verdadera salvación de todos los pecados.
Queridos hermanos, si quieren caminar con Dios, deben adorar la Palabra de Dios y creer en el Evangelio del agua y el Espíritu. Aunque recibamos la remisión de los pecados por fe en el Evangelio del agua y el Espíritu, solo cuando invitamos a Dios en nuestros corazones y seguimos Su autoridad y Sus órdenes, podemos disfrutar la gracia de salvación continuamente. Si hemos ofendido a Dios y hemos hecho el mal, debemos ir ante Dios con la fe en el Evangelio del agua y el Espíritu con el que el Señor nos ha salvado del pecado mientras reconocemos nuestros pecados ante Dios. Solo entonces podemos caminar con Dios. No todo el mundo puede caminar con Dios. Solo los que creen que Dios nos ha salvado de todos los pecados pueden caminar con Dios. Sin embargo, si no reconocemos nuestros pecados ni a Dios, no podremos creer en el hecho de que el Señor nos ha salvado.
Aunque creemos en el Evangelio del agua y el Espíritu y aceptamos la Verdad en nuestras mentes, si no tenemos un corazón que adore a Dios, no podemos caminar con Dios porque no podremos obedecer Su voluntad ni Sus órdenes. Aunque hayan recibido la remisión de los pecados, si no están predicando el Evangelio del agua y el Espíritu, no habrán aceptado el Evangelio. Algunas personas calculan diciendo: “Ahora que he recibido la salvación, iré al Cielo si muero ahora” y entonces siguen sus pensamientos sin hacer la obra de servir el Evangelio de Dios. Pero, eso está mal. Noé había recibido la gracia de la salvación porque había reconocido a Dios y Su Palabra, que él mismo era pecador y porque había creído en la salvación de Dios. Por eso Noé recibió el don de la salvación y pudo caminar con Dios.
Nosotros podemos caminar con Dios mientras vivimos en este mundo porque creemos en la justicia de Dios. Si siguiésemos viviendo sin conocer la justicia de Dios, no podremos caminar con Dios. Debemos reconocer la justicia de Dios. Solo cuando conocemos a Dios, nuestros corazones se someten a Él, le obedecen, le siguen, y hacen Su voluntad. Si no conocemos a Dios, no podemos hacer nada espiritual, y la salvación sería una simple confesión de nuestros labios, algo que sale de una fe inútil.
Se dice que una persona fue al Cielo. Cuando un ángel abrió una caja fuerte, solo había orejas y bocas colgando de una cuerda. Entonces la persona le preguntó al ángel qué era eso y el ángel contestó: “Cuando creyeron en Jesús, creyeron solo con sus bocas y su oídos, no con sus corazones. Así que cuando Dios iba a enviarlos al infierno, les cortó solo las orejas y los oídos y los guardó”. Es solo una broma.
Los ministros, colaboradores, hermanos y hermanas de nuestras iglesias de Corea están predicando el Evangelio del agua y el Espíritu por todo el mundo y están haciendo la obra de Dios bien. Si no hacemos la obra de predicar el Evangelio del agua y el Espíritu por todo el mundo, caeremos en la ruina al final. No tendríamos que entendernos los unos a los otros, no tendríamos que servir al Evangelio uniéndonos, y no tendríamos que sufrir así. Esto se debe a que no habría ninguna obra espiritual que hacer cuando la iglesia no predica el Evangelio.
Imaginemos por un momento que si no estuviésemos predicando esta fe, en la que creemos, no habríamos recibido al verdadera salvación. Por tanto, servir al Evangelio del agua y el Espíritu ante Dios se convierte en una gran confesión de fe. Es bueno que los predecesores de la fe prediquen el Evangelio y les animen a ustedes a hacerlo. Si la Iglesia de Dios dejase de predicar el Evangelio del agua y el Espíritu, nos convertiríamos en seres malvados. De la misma manera en que la gente en el pasaje de las Escrituras de hoy fue destruida, nosotros también seríamos destruidos.
En Corea, la gente malvada ha intentado detener la predicación de este Evangelio del agua y Espíritu. Esto se debe a que el cristianismo en Corea está en crisis. Quizás la gente pueda recibir la salvación de los pecados, pero solo unas pocas personas se dejan guiar por la iglesia de Dios. Entre nosotros hay algunos que tienen pensamientos carnales y se dicen a sí mismos: “¿Debo servir al Evangelio desesperadamente de esta manera? Es muy pesado. Aún así, ¿tengo que servir a Dios así?”. Además, también puede haber persona que piensen: “De ahora en adelante quiero comer, beber y vivir bien”. Pero estas personas deben arrepentirse.
Queridos hermanos, hablando sinceramente, si no predicase el Evangelio del agua y el Espíritu, ¿les gustaría ofrecer donativos para las misiones del mundo? Además, ¿me aceptarían como su líder? En realidad no lo harían. Seguramente hablarían mal de mí. Todos debemos servir al Evangelio del agua y el Espíritu ante Dios y ante la gente. Es una buena obra.
La Biblia dice: «Aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas, que viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas» (Génesis 6, 1-2). Al ver eso, Jehová Dios se sintió defraudado. Por eso Dios decidió destruir a la humanidad. Ahora, si no viviésemos para servir y predicar el Evangelio del agua y el Espíritu, no seríamos diferentes a la gente del mundo. Los que creemos en el Evangelio del agua y el Espíritu ahora somos los hijos de Dios. Esto significa que somos Sus hijos. Aunque no sepamos cuánta gente vivía en el mundo en tiempos de Noé, ya que la Biblia no lo explica específicamente, sabemos que muchas personas fueron destruidas porque no tenían fe en la Palabra de Dios.
Como estamos predicando el Evangelio del agua y el Espíritu, Dios escucha nuestras oraciones, nos ayuda, camina con nosotros y a través de nosotros muchas almas son salvadas porque Él se complace en nosotros. El Señor nos ha confiado la obra de predicar el Evangelio del agua y el Espíritu hasta en el momento en el que se cumpla Su voluntad. Estamos esperando ese día. Pero si dejamos de hacer esta obra el Señor destruirá este mundo sin pensarlo dos veces. En realidad, la gente que ha dejado de servir al Evangelio del agua y el Espíritu no es diferente de los animales que serán destruidos, aunque haya recibido la remisión de los pecados. Si uno no intenta servir el Evangelio a pesar de haber recibido la remisión de los pecados, ¿cómo puede esa persona ser un ser humano y no un animal destinado a la destrucción? Recibir la remisión de los pecados e ir a la iglesia de Dios quedándose sentado sin hacer la obra de Dios es un problema grave. El que una persona trabaje mucho no es importante, sino que lo que importa es unirse a la iglesia de Dios de todo corazón. Todo lo que tenemos que hacer es la obra de Dios al unirnos por fe con la Palabra del Señor que ha venido por el Evangelio del agua y el Espíritu.
No vivimos solo por nuestra carne, sino también por la obra de Dios. La iglesia de Dios no acepta a la gente que no cree en el Evangelio del agua y el Espíritu. Los miembros de la iglesia de Dios creen en la Palabra de Dios y consideran la obra de predicar el Evangelio del agua y el Espíritu que Dios nos ha dado como el objetivo de nuestra vida. Los que solo se preocupan de qué llevar y qué comer, no son los que están unidos a la Iglesia de Dios. Algunos santos piensan que es posible ser así durante un tiempo por las circunstancias inevitables. Pero abandonar la obra de Dios con la excusa de la propia carne está mal.
Cierta persona, cuando se fue de la Iglesia de Dios, pidió que le devolviesen todos los donativos que había hecho. ¿Quién en este mundo pide que le devuelvan el dinero que ha donado a Dios? Por supuesto todos sus donativos se utilizaron para predicar el Evangelio. Ni siquiera una parte mínima de los donativos se utilizó para el beneficio de nuestra carne. Pero este hombre pidió que le devolviésemos nuestros donativos como si hubiese estado ahorrando dinero en un banco.
A menudo yo también me canso de tener tantos pensamientos carnales. Sin embargo, sé muy bien que no sería nadie si no tuviese fe en la justicia de Dios en mi vida. Somos seres sucios y malvados, pero el Señor nos ha salvado por el Evangelio del agua y el Espíritu y nos ha permitido servir al Evangelio y por eso estoy muy agradecido. Además, como sé que hemos pasado por muchas dificultades sirviendo al Evangelio del agua y el Espíritu, hay muchas cosas buenas y mucho gozo en esta obra y por eso estoy aún más agradecido. Incluso en el momento en que tenemos deseos malvados, Dios no nos abandona, sino que nos protege con la gracia de Su salvación. Y solo por eso vale la pena entregar nuestras vidas por la obra de Dios.
Para nosotros está la iglesia de Dios y muchos hermanos y hermanas de la fe para que podamos poner todos nuestros esfuerzos en salvar a las almas ayudándonos los unos a los otros y uniéndonos como una sola persona. Esto es maravilloso. Por tanto, dejar de caminar con Dios es como dejar de lado toda la gracia de Dios y volver a una cloaca sucia. Es importante recibir la remisión de los pecados al tener fe en el Evangelio del agua y el Espíritu, pero caminar con Dios después de nacer de nuevo es también importante.
¿Qué significa caminar con Dios? Seguir la voluntad de Dios. ¿Cuál es la voluntad de Dios? Está escrito: «Porque esta es la voluntad de Dios, vuestra santificación» (1 Tesalonicences 4, 3). En otras palabras, es buscar el Reino de Dios y Su justicia primero. Creer, guardar y predicar el Evangelio del agua y el Espíritu y seguir la justicia de Dios primero es la voluntad de Dios. Por muy cansados que estén, vivir en Dios es bueno. ¿Cómo podríamos vivir separados de Dios? Si no sirviésemos el Evangelio del agua y el Espíritu, seríamos destruidos en ese mismo momento.
El mensaje que quiero comunicarles es que una persona que no camina con Dios es una persona malvada. Noé caminó con Dios y se dije que era perfecto en sus generaciones. Noé, que había caminado con el Señor, era un hombre feliz. Nosotros ahora estamos caminando con el Señor y espero que caminen con Él bien hasta el final. Noé había encontrado gracia a los ojos de Dios porque había aceptado el don de Dios de la salvación al reconocer ante Dios que era solo un hombre que merecía nada. Además, en estos tiempos que corren, como somos pecadores destinados al infierno, no podemos evitar reconocerlo ante Dios: “Querido Dios, he pecado ante Ti. No puedo evitar ir al infierno”. Como somos así, nuestro Señor nos ha vestido con la gracia de la salvación y nos ha dado el don de la salvación por el Evangelio del agua y el Espíritu.
Queridos hermanos, ¿creen en el Evangelio del agua y el Espíritu? ¿Creen que este Evangelio es la Verdad? La palabra Verdad significa algo verdadero. A parte de esto, no hay nada cierto. El Señor dijo: «Soy el Camino, la Verdad y la Verdad» (Juan 14, 6). Esto significa que Jesús es la Verdad.
Dios nos ha permitido servir al Evangelio del agua y el Espíritu. No puedo evitar darle gracias. Debemos pensar en la razón por la que Noé encontró gracia a los ojos de Dios. Como somos seres pecadores y no podemos recibir la salvación si no es por el Señor, Dios nos tuvo que salvar. Dios nos ha salvado con el Evangelio del agua y el Espíritu y sé que hemos recibido la salvación por fe en el don de la salvación del Señor.
Por mucho tiempo que vivamos en este mundo no hay nada que valga la pena. Sin embargo, como hemos estado predicando el Evangelio con nuestro Señor, hemos vivido una vida de fe que vale la pena. Asimismo, como hemos estado haciendo la obra de predicar la justicia de Dios con la que Dios se complace, hemos podido caminar con Dios. Por eso estoy profundamente agradecido al Señor.