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Kazania

Tema 13: Evangelio de Mateo

[Capítulo 25-5] Ahora es el momento de que los justos estén despiertos y prediquen el Evangelio (Mateo 25, 1-13)

Ahora es el momento de que los justos estén despiertos y prediquen el Evangelio(Mateo 25, 1-13)
«Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo. Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas. Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron. Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle! Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas. Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan. Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas. Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta. Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco. Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.»
 

El martes se publicará el primer volumen sobre las herejías. El volumen siguiente saldrá dentro de dos meses. Estoy muy agradecido por todo esto. Como he estado preparando el segundo volumen sobre las herejías, he estado bastante ocupado y ha sido bastante duro para mí. 
Ha habido tantos desastres naturales recientemente que estoy convencido por completo de que estamos viviendo en la era de los dolores. Recientemente Pakistán ha sufrido un terremoto devastador. Varias aldeas en Guatemala han sido destruidas por un huracán y ahora no queda ni rastro de ellas. La devastación ha sido tan grave que las autoridades han dejado de intentar recuperar a las víctimas y han declarado esas zonas cementerios públicos. Se estima que unas 80.000 personas murieron a consecuencia del terremoto en Pakistán, pero se espera que el número de víctimas aumente en los próximos meses, ya que la región afectada, Casimir, es bastante escarpada y montañosa, y el invierno brutal se llevará a más víctimas que hayan perdido sus casas por culpa del terremoto. Nosotros tenemos colaboradores en Pakistán y no sabemos si están bien. Seguiremos intentando ponernos en contacto con ellos, pero mientras, todos debemos orar por ellos. 
En el libro del Apocalipsis vemos que estos desastres ocurrirán cuando el Señor abra el tercer sello. En Mateo 24, 7-8 también se dice que cuando el fin de los tiempos llegue: «Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores.» Sé que estamos en un tiempo de dolor. Estoy convencido de que no solo escucharemos hablar de esta era en la Palabra, sino que además la viviremos. Por tanto aún hay más motivos para predicar el Evangelio y trabajar más duro. 
Durante un tiempo dejé de predicar acerca de las herejías contra mi voluntad, pero al final tuve la oportunidad de hacerlo de nuevo, aunque de manera bastante suave, en el libro titulado Los herejes que siguieron los pecados de Jeroboam. En el segundo volumen me gustaría tratar este tema con más profundidad. Lo que quiero comunicar es que los que no creen en el Evangelio del agua y el Espíritu son herejes. Los herejes son los que dicen haber recibido la remisión de los pecados aunque no crean en el Evangelio del agua y el Espíritu, y los que solo tienen doctrinas religiosas. Al predicar un Evangelio falso, los herejes llevan a la gente a la muerte espiritual y la explotan para obtener cosas materiales. Este es su fruto y la característica que los define. Todos los cristianos de todo el mundo deben tener un conocimiento claro de la herejía y los herejes también necesitan desesperadamente el Evangelio del agua y el Espíritu. De hecho esta era es un tiempo en el que todo el mundo está sediento en cuerpo y espíritu, y por eso los justos deben estar despiertos y los pecadores deben creer en el Evangelio del agua y el Espíritu. Así que sabemos muy bien que los justos deben predicar el Evangelio con más lealtad en esta era. Por eso todos estamos trabajando tanto. 
En Mateo 25 nuestro Señor nos dio la parábola de las diez vírgenes. Dijo que ahora es el momento de predicar el Evangelio con más fuerzas, ya que está escrito: «Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan. Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas.» Si hay muchas personas que ven que sus lámparas se apagan y nos piden que les demos aceite, ¿no debemos predicarles el Evangelio aún más para que reciban al Espíritu Santo?
 
 

Ahora tenemos una oportunidad de oro para predicar el Evangelio del agua y el Espíritu

 
Creo que esta era es ideal para que el Evangelio se predique y se reciba bien, siempre y cuando lo prediquemos. Ahora es un momento ideal para predicar el Evangelio. También es un buen momento para predicar sobre la herejía. Podemos definir las características de esta era de la siguiente manera: el amor está despareciendo de los corazones de la gente; sus vidas están siendo arrebatadas por desastres naturales; las ideologías y la ética ya no importan tanto; y la gente debe tomar decisiones que determinarán su vida y su muerte. Así que estoy convencido por todos estos factores, que ahora es el momento de predicar el Evangelio del agua y el Espíritu con más éxito. 
La luz de los corazones de la gente se está apagando, incluso la de los cristianos mundanos y la de los pastores y los que dicen estar haciendo la obra de Dios. Por tanto, los que no han nacido de nuevo les están pidiendo a los que creen en el Evangelio del agua y el Espíritu que compartan el aceite con ellos. Jesús dijo que en el fin de los tiempos: «Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará» (Mateo 24, 12). Si los desastres naturales solo afectan a unas pocas zonas del mundo, la gente puede enviar alimentos, medicinas y otras provisiones básicas a las víctimas, pero si el mundo entero queda devastado por estos desastres naturales, será imposible que los países se ayuden los unos a los otros. Si sus propios compatriotas están sufriendo y ustedes no tienen nada que comer, el amor se enfriará. El altruismo y el amor por el prójimo solo surgen cuando la gente puede guardar la compostura y prestar atención a los demás. Cuando los desastres tengan lugar en el final de los tiempos, la gente estará en una situación desesperada y tendrá que luchar por su vida, y se preguntará si irá al Cielo o no, y si sobrevivirá o no. Por eso, durante un tiempo, los americanos experimentaron un resurgimiento espiritual cuando los Estados Unidos vivieron los ataques terroristas del 11 de septiembre. Así que estoy seguro de que esta era es ideal para predicar el Evangelio del agua y el Espíritu. 
Debemos orar. En estos tiempos debemos predicar el Evangelio por fe con más fuerzas. Este mundo tiene mucha gente que todavía tiene que escuchar el Evangelio. Los que ya creen en Jesús como su Salvador, están divididos en dos grupos: los que creen correctamente y los que no. La Biblia habla de cómo los que creen en Jesús correctamente a través del Evangelio del agua y el Espíritu deben vivir, y también explica lo que les ocurrirá a los que, a pesar de creer en Jesús, no han sido redimidos de todos sus pecados porque no creen en el Evangelio del agua y el Espíritu. 
Jesús dijo en el pasaje de las Escrituras de hoy: «Entonces el Reino de los Cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo. Cinco de ellas eran sensatas y cinco insensatas. Las insensatas, tomaron sus lámparas pero no trajeron consigo aceite; mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas.» De hecho, incluso entre los que van a la iglesia, los que van sin conocer el Evangelio del agua y el Espíritu son extremadamente insensatos. Si los pecados de una persona permanecen en su corazón cuando va a la iglesia y cuando no, entonces el que vaya a la iglesia o no vaya no afecta a sus pecados. Entonces, ¿para qué sirve? Por eso el Señor dice que todo el mundo debe creer en el Evangelio del agua y el Espíritu. ¿A quién considera insensato el Señor? A los que tienen pecados en sus corazones, ya vayan a la iglesia o no. Aunque las acciones de la gente insensata parezcan diferentes las unas de las otras, cuando comparamos sus corazones, vemos que son iguales. Todos los que no conocen el Evangelio del agua y el Espíritu tienen pecados en sus corazones, ya vayan a la iglesia o no. Por eso la Biblia dice que estos cristianos tienen la lámpara pero no el aceite, es decir, van a la iglesia en vano porque no han recibido la remisión de los pecados. 
Piensen en esto por un momento. Si van a una iglesia que no predica el Evangelio del agua y el Espíritu, es bastante obvio que el pastor de esa iglesia simplemente predica: «Vivamos con virtud. Seamos personas de moral recta. Seamos buenos samaritanos. Seamos santificados. No hagamos el mal.» ¿No es así? En realidad la razón por la que creemos en Jesucristo como nuestro Salvador y en el Evangelio del agua y el Espíritu para recibir la remisión de los pecados, es convertirnos en hijos de Dios y disfrutar de la gloria y esplendor tanto en este mundo como en el mundo que vendrá en el Cielo, y todo al creer en Jesucristo, quien vino por el Evangelio del agua y el Espíritu. Sin embargo, si mantienen sus pecados en sus corazones incluso después de creer en Jesús, es decir, si sus pecados siguen intactos en sus corazones a pesar de ir a la iglesia, todo porque no han escuchado el Evangelio del agua y el Espíritu o no lo han entendido, ¿creen que son diferentes a la gente del mundo que no cree en Jesús para nada? En otras palabras, como no importa que crean en Jesús o no, ¿no creen que son estúpidos?
A pesar de ir a la Iglesia, los cristianos de hoy en día tienen pecados en sus corazones porque no conocen el Evangelio del agua y el Espíritu, y como tienen pecados, serán arrojados al infierno según la ley que dice que el precio del pecado es la muerte. Por lo tanto, al final, no son diferentes de los que no creen en Jesús. ¿En qué sentido son los cristianos diferentes de la gente del mundo? Son iguales. A pesar de esto no pueden dejar de ir a la iglesia y aferrarse a Jesús, pero aunque se aferren a Él, como no tienen al Espíritu Santo en sus corazones, no son hijos de Dios y por eso serán destruidos con la gente del mundo. Así que los cristianos de hoy en día no son mejores que los que no creen en Jesús. 
De hecho, quien no cree en Jesús no es un hereje, sino que los cristianos que van a la iglesia y no conocen el Evangelio del agua y el Espíritu son los herejes ante Dios. De la misma manera en que el Señor es santo, quien cree en Él no tiene pecados en sus corazones. Pero, aunque el Señor no tiene pecados y es santo, los que no creen en el Evangelio del agua y el Espíritu siguen siendo pecadores, y por tanto son herejes. En otras palabras, entre los cristianos de hoy en día, quien no cree en el Evangelio del agua y el Espíritu, y por tanto sigue siendo un pecador, es un hereje porque no es igual que Dios. De la misma manera en que Dios no tiene pecados, nosotros debemos estar sin pecados al creer en el Evangelio del agua y el Espíritu. La palabra herejía significa elección o grupo. Los herejes son un grupo de personas que han elegido el otro evangelio y han creído en él. Aunque estos herejes confiesen que creen en Jesús, como sus corazones tienen pecados, no son como Dios y por tanto son pecadores y no justos. Así que al final no tienen al Espíritu Santo en sus corazones, se desvían del Dios santo y no son ni hijos Suyos, ni Su pueblo. Por todas estas razones son herejes y estúpidos. 
Los que son insensatos en la carne, son insensatos por sus insuficiencias, pero esto no es un problema a los ojos de Dios. Sin embargo, los que son insensatos espiritualmente, son verdaderamente insensatos, porque aunque vayan a la iglesia, van directos al infierno. Esto se debe a que no quieren escuchar ni mirar el Evangelio del agua y el Espíritu que el Señor nos ha dado, y aunque lo escuchen no creen en él. Hay muchas personas así en las comunidades cristianas de hoy en día. En esta era, en la que se acerca la segunda venida del Señor, en este tiempo de hambruna, y en el que la llegada del Anticristo es inminente, los que no han recibido la remisión de los pecados y no creen en el Evangelio del agua y el Espíritu son insensatos. 
Este tipo de gente debe arrepentirse, creer en el Evangelio del agua y el Espíritu que nos ha dado el Señor y recibir la remisión de los pecados. Deben dejar de lado sus propios pensamientos, deshacerse de sus creencias religiosas, volver a la Iglesia que predica el Evangelio del agua y el Espíritu, y recibir la remisión de los pecados al escuchar el Evangelio de Verdad y creer en él. Al hacer esto, deben poner el aceite del Espíritu Santo en sus lámparas de fe y salir a recibir al Novio cuando venga. 
¿Cuál es la condición espiritual de la gente en estos últimos tiempos de hambre? Los cristianos y los que no son cristianos se están durmiendo. Aunque las vírgenes sensatas tenían aceite en sus lámparas, mientras que las insensatas no tenían aceite, ambas fueron a recibir al novio y se quedaron dormidas porque el novio se retrasaba. En otras palabras, todas se quedaron dormidas aunque el Señor estaba a punto de venir. Queridos hermanos, esta es la condición de la gente en los tiempos en los que hay hambre. Los días de la hambruna espiritual son como los días de Noé, en los que la gente está ocupada comiendo y bebiendo y casándose. Aunque hay todavía algunas personas fieles que están despiertas, la mayoría, tanto justos como pecadores, están quedándose dormidos aunque el Señor esté al llegar. Ahora que el Señor está cerca, todo el mundo debe creer en el Evangelio del agua y el Espíritu y predicarlo por todo el mundo para prepararse para el nuevo mundo. Sin embargo, la gente es tan insensata que, cuanto más cerca está la venida del Señor, más pecados cometen y más ciegos espiritualmente se hacen. 
Los que tienen pecados en sus corazones no conocen la voluntad de Dios. Hace mucho tiempo, incluso en la era de la Iglesia Primitiva, los cristianos pensaban que la llegada del Señor no estaba muy lejos, y por eso el Apóstol Pablo y muchos otros esperaron pacientemente la llegada inminente del Señor. Pero ahora que la venida del Señor es mucho más inminente, tanto los que creen en el Evangelio del agua y el Espíritu, como los que no creen, están dormidos. El mundo se ha quedado dormido en el pecado. La gente está muy ocupada comiendo y bebiendo y casándose. Del mismo modo en que la gente de los tiempos de Noé no se dio cuenta de que iba a ser destruida hasta que el diluvio se la llevó, la gente de hoy en día es así de ciega. Hoy en día la iniquidad abunda en este mundo tanto que la gente no se da cuenta de lo graves que son sus pecados. Si los justos no trabajan para predicar el Evangelio del agua y el Espíritu, es imposible que vivan con fe. Nosotros solo podemos creer en el Evangelio del agua y el Espíritu y vivir por fe porque la Iglesia de Dios está cerca de nosotros; de lo contrario sería imposible seguir viviendo. 
En todo el mundo, ¿cuántas personas están predicando el Evangelio del agua y el Espíritu? Los cristianos están dormidos espiritualmente. Somos los únicos que todavía predican el Evangelio del agua y el Espíritu por todo el mundo. Damos gracias por el sistema que nos permite predicar este Evangelio a través de libros electrónicos e impresos. De lo contrario seríamos como los demás cristianos. 
 
 

La gente está dormida espiritualmente en esta era

 
A medida que se acerca la venida del Señor, la gente está sedienta del Evangelio del agua y el Espíritu. Por eso esta era es excelente para predicar el Evangelio del agua y el Espíritu. Sin embargo, aunque la venida del Señor es inminente, los insensatos no tienen ningún interés en el Evangelio del agua y el Espíritu y siguen buscando a los falsos profetas por culpa de su pasión religiosa. 
Estoy convencido de que esta era es ideal para predicar el Evangelio del agua y el Espíritu. Con el aumento de los desastres naturales y del desorden en el mundo, parece que ha aumentado el número de visitas a nuestra página Web. Muchas personas están acudiendo a nuestra página Web cuando navegan por Internet. Incluso en los países en los que Internet no está disponible para todo el mundo, hay muchos pastores y misioneros que tienen acceso a la red y por eso ahora es el momento adecuado para predicar el Evangelio. La gente está dormida espiritualmente o tiene sed de espiritualidad, y los que están dormidos espiritualmente cada vez entran en un sueño más profundo. Por eso vivimos en el momento oportuno para predicar el Evangelio del agua y el Espíritu. Deseamos de todo corazón predicar el Evangelio del agua y el Espíritu con más fuerzas. Mi corazón arde por este deseo.
Si Dios lo permite quiero publicar algunos volúmenes más sobre las herejías. De hecho, hay mucho de lo que hablar sobre este tema. Aunque escribiese diez volúmenes, no tendría suficiente espacio para hablar sobre los cristianos herejes. Hay tanto de que hablar, como los orígenes, la historia y la situación actual de los herejes. Todas las afirmaciones que los herejes han hecho acerca de tener las doctrinas cristinas ortodoxas son falsas. Por tanto, quiero publicar dos volúmenes sobre las herejías para dar a conocer a los cristianos por lo menos dos características de estos grupos, para que los que quieran volver a Dios al creer en el Evangelio del agua y el Espíritu, puedan hacerlo. Aún así no me parece suficiente, pero por ahora este es mi trabajo.
Ahora, en esta era, la gente está buscando el Evangelio del agua y el Espíritu, porque aún hay gente que está despierta espiritualmente. Los que buscan el Evangelio del agua y el Espíritu en esta era, lo están encontrando y están recibiendo la remisión de los pecados a través de la página de The New Life Mission. En realidad me gustaría predicar el Evangelio a las almas en Corea. Así que si tengo tiempo este invierno, me gustaría distribuir libros en coreano. Si distribuimos estos libros, todo el que tenga que creer, creerá. Incluso ahora, los que están despiertos espiritualmente están buscando desesperadamente al Señor, que ha venido por el Evangelio del agua y el Espíritu. Así que ahora es un buen momento para predicar el Evangelio.
Si hay alguien que haya recibido la remisión de los pecados en su corazón sin creer en el Evangelio del agua y el Espíritu, que levante la mano. No tengo ninguna duda de que quien hace esta afirmación tiene pecados en su corazón. Sin conocer la Verdad del Evangelio del agua y el Espíritu, es absolutamente imposible recibir la remisión de los pecados y disfrutar de la vida eterna. ¿Qué cristiano de hoy en día puede formar la Iglesia de Dios y recibir al Señor sin creer en el Evangelio del agua y el Espíritu? Aunque la gente sea ciega espiritualmente porque Satanás haya cegado a la gente y haya escondido la Verdad con falsas doctrinas cristianas durante tanto tiempo, por la gracia de Dios, la Verdad del Evangelio del agua y el Espíritu está floreciendo durante todo el mundo en esta era. 
El ministerio literario es nuestra estrategia actual para predicar el Evangelio del agua y el Espíritu. En contra de nuestras expectaciones iniciales, hemos tenido mucho más éxito encontrando colaboradores en países desarrollados que en países en vías de desarrollo. Me cuesta entender por qué la gente en los países en vías de desarrollo en Asia, África y América del Sur, no está dispuesta a creer en Jesús y está rechazando el Evangelio del agua y el Espíritu con tantas ganas. Deberían saber que aceptar el cristianismo es un atajo para convertir sus países en países desarrollados. Por ejemplo, Corea se solía denominar la nación ermitaña hace un siglo. Pero después de que mucha gente aceptase el cristianismo, nuestra gente tiene más educación, aunque no conozca la Verdad perfecta del Evangelio del agua y el Espíritu. Sin embargo, si Corea no hubiese aceptado el cristianismo, todavía estaría en un estado primitivo. Así que los coreanos todavía creerían en la reencarnación de algunas religiones, y adorarían a ídolos. «Si hacen buenas obras, en su próxima vida serán un miembro de la familia real o un aristócrata, pero si hacen malas obras serán una bestia salvaje o una forma de vida baja como un insecto.» ¿No es una noción muy primitiva? ¿Se reencarna la gente una y otra vez? La gente solo nace espiritualmente una vez más. Los que han lavado sus almas con el Evangelio del agua y el Espíritu han recibido la vida eterna de Dios y viven para siempre disfrutando del esplendor y la gloria. El Señor dijo que los justos tienen un mundo nuevo esperándoles, y creo que este mundo será renovado por el Señor.
 
 

La diferencia entre las vírgenes sensatas y las vírgenes insensatas

 
Todo el mundo puede conocer al Señor, pero solo a través del Evangelio del agua y el Espíritu. Pero las vírgenes insensatas no buscaron la Verdad hasta el día de la vuelta del Señor, y la ignoraron cuando se les predicó, buscaron al Señor en el sitio equivocado y no lo encontraron al final. La gente así es como las vírgenes insensatas. Por el contrario, los que son sensatos a los ojos del Señor son los justos que han encontrado el Evangelio del agua y el Espíritu y han creído en él, han superado muchas tentaciones y decepciones y han mantenido su fe en el Evangelio del agua y el Espíritu hasta el final. Estas personas son sensatas porque conocen los tiempos, han servido al Evangelio del agua y el Espíritu y han esperado al Novio. Al final, la sensatez y la insensatez se determina según se haya creído en el Evangelio del agua y el Espíritu o no.
Aunque hay muchos cristianos que dicen creer en Jesús, el que sean vírgenes sensatas o insensatas depende de si creen o no en el Evangelio del agua y el Espíritu. Nosotros solo somos sensatos si creemos de todo corazón en el Evangelio del agua y el Espíritu que nos ha dado nuestro Señor, y si recibimos a Jesucristo como nuestro Novio. Los que creen en el Señor como su Mesías y Salvador, los que creen que ha borrado sus pecados y ha hecho posible que nazcan de nuevo, y los que sirven al Señor uniendo sus corazones con sus hermanos, son los sensatos. Estas personas se han hecho sensatas porque hacen la obra del Señor hasta el día en que vuelva, y porque lo conocerán cara a cara y podrán entrar en el Reino de la vida eterna.
Por el contrario, la Biblia dice que la gente insensata intentó comprar aceite hasta que volvió el Señor. ¿No creen que esto es insensato? Esto significa que la gente insensata fue por ahí buscando aceite de centro de oración en centro de oración, de denominación en denominación, de religión en religión, y de montaña en montaña. Pero, mientras tanto, el Evangelio del agua y el Espíritu se ha estado predicando en este mundo como los dientes de león que florecen en un campo. Así que han escuchado este Evangelio, pero no han creído en él de corazón y han afirmado haber encontrado la Verdad de recibir la remisión de los pecados en el lugar equivocado, aunque afirmen creer en Jesús. Por este motivo, ¿no creen que no son más que insensatos ante Dios? Esta gente debe ser excluida de entrar en el Reino de los Cielos porque no ha mostrado interés en el Evangelio del agua y el Espíritu aunque esté delante de sus narices. Está más que justificado que estas personas no estén cualificadas para recibir al Novio cuando venga. 
Recientemente hemos decidido adoptar el siguiente eslogan para nuestra reunión de iglesias coreanas que celebraremos durante la segunda mitad de este año: «Estemos cualificados para recibir las bendiciones de Dios.» La gente de hoy en día se está quedando dormida. Esto significa que no tiene ningún interés en los asuntos espirituales ni en el Evangelio del agua y el Espíritu. Muchos cristianos piensan: «Como creo en Jesús tanto, debo haber nacido de nuevo por ahora. Debería poder entrar en el Cielo aunque tenga pecados. Además, solo Dios sabe si una persona que dice creer en Jesús entrará en el Cielo o no. Es muy arrogante decir que se sabe si se ha sido salvado del pecado y si se entrará en el Cielo o no.» Así que en esta era actual esta gente nos condena a los que predicamos el Evangelio del agua y el Espíritu, y nos llama herejes, nos odia y se ríe de nosotros. El cristianismo de hoy en día está lleno de este tipo de gente. 
Muchos pastores piensan y creen: «Aunque hay pecados en mi corazón, como creo en Jesús, iré al Cielo.» Sin embargo, los pastores que tienen conciencia saben muy bien que no pueden ir al Cielo porque tienen pecados. Estas personas saben que, como han cometido muchos pecados mientras predicaban a su rebaño, sus corazones siguen teniendo pecados y por tanto, aunque oren a Dios, sus oraciones no le llegan. Así que saben que están destinadas al infierno. Pero muchos de estos pastores siguen trabajando en sus respectivos ministerios como un oficio porque tienen que ganarse la vida de alguna manera, tienen que ganarse el pan, y porque ganan más dinero de lo que ganarían en un trabajo secular y además son respetados como religiosos. En realidad estos pastores son desgraciados. 
Quizás ustedes sean así, pero deben pensar primero en la salvación de sus almas. En vez de pensar en su carne solamente, ¿no creen que deberían recibir la remisión de los pecados al creer en el Evangelio del agua y el Espíritu por el bien de sus almas? Para ello deben creer en este Evangelio, y para ello deben leer los libros que estamos compartiendo. Digan lo que digan los demás, deben leer nuestros libros con atención, compararlos con la Biblia, confirmar que el Evangelio del agua y el Espíritu está de acuerdo con la Biblia, creer en él y orar. Como Dios dijo: «Buscad y encontraréis», si de verdad buscan el Evangelio del agua y el Espíritu como cristianos, entonces Dios les encontrará a través de nuestra página Web, de nuestros libros, y de las personas de su alrededor que ya hayan nacido de nuevo. Dios hará que todos los que buscan la Verdad reciban la remisión de los pecados a través de nuestros libros, ya estén en Corea o en cualquier otra parte del mundo. Cuando tenemos noticias de nuestra misión por todo el mundo, vemos que hay muchas personas que dan testimonio de que casi han abandonado su fe en Jesús, pero que gracias a nuestra página Web han podido recibir la remisión de los pecados y conocer al Dios santo gracias a nuestros libros. Nos llegan estas noticias todos los días. 
Dios dijo que encontraría a todos los que estén buscando sinceramente el Evangelio del agua y el Espíritu, pero que los insensatos no se dan cuenta de este Evangelio aunque esté delante de sus narices. Al final no podrán entrar en el Reino del Señor cuando vuelva, y serán arrojados a las tinieblas de afuera, donde habrá llanto y crujir de dientes. Así que los que creen en el Evangelio del agua y el Espíritu deben tener compasión por estas personas insensatas, y deben darles la oportunidad de recibir la remisión de los pecados. Debemos predicar esta Palabra del Evangelio, para que nadie se quede sin la posibilidad de creer en el Evangelio del agua y el Espíritu por ignorancia. A través de nuestros libros impresos y nuestros libros electrónicos, así como de nuestros labios, debemos predicar el Evangelio del agua y el Espíritu. Esta es la tarea que los justos deben llevar a cabo hasta que vuelva el Señor. 
El Señor dijo: «¿Quién es el mayordomo fiel y prudente al cual su señor pondrá sobre su casa, para que a tiempo les dé su ración? Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así» (Lucas 12, 42-43). Nosotros somos los siervos de Dios y a nosotros Dios nos ha encargado Su obra para cumplir Su voluntad. Por eso estamos alimentando a todas las almas del mundo en el momento adecuado. Después de hacer esta obra, nos encontraremos con el Señor y entraremos en Su Reino. Es solo cuestión de tiempo que la voluntad del Señor se cumpla por completo. 
 


Ahora es el tiempo de la hambruna física y espiritual

 
Si ahora es el tiempo de la hambruna, es el comienzo de los dolores. Cuando estos dolores ocurran con normalidad, el Anticristo aparecerá. Este suceso nos llevará a la era del caballo amarillo, y los creyentes serán separados de los que no crean, el martirio tendrá lugar y después habrá plagas horribles por todo el mundo. El planeta tierra desaparecerá y descenderán un cielo y una tierra nuevos. El Señor volverá y vivirá en esta tierra y cielos nuevos junto con los justos durante mil años, y después nos dejará entrar en el reino eterno. Pero ahora es la era de los dolores. En este momento la vuelta del Señor es inminente. 
Cuando se empuja un canto rodado desde lo alto de una montaña, al principio rueda despacio. Es bastante difícil hacer que un canto rodado grande ruede deprisa al principio. Pero cuando la resistencia inicial desaparece y el canto rueda varias veces, gana impulso y acelera rápidamente. Cuando el canto va por la mitad de la montaña, no solo rueda, sino que rebota por todos los montículos que se encuentra. Al final se catapulta por los aires y cae a los pies de la montaña roto en pedazos. Lo mismo ocurre con esta era de dolores. Ahora es el tiempo de los dolores. ¿Acaso los tifones, terremotos y tsunamis solo ocurren de vez en cuando? Cuando estos fenómenos ocurran, veremos que ocurren repetidamente y que no hay manera de pararlos. 
Como los desastres han empezado y como están acelerando, este es el momento ideal para predicar el Evangelio. En realidad el Evangelio se está predicando muy bien últimamente. Pero cuando los desastres empeoren, y los sistemas y estructuras sociales se colapsen, no podremos predicar el Evangelio tan fácilmente. En esos días deberemos defender nuestra fe e intentar sobrevivir solamente. Asimismo deberemos predicar el Evangelio a nuestras familias carnales y ser martirizados por nuestra fe en el Señor. Todo lo que nos espera a los justos de ahora en adelante es el martirio y la participación en la gloria de Dios. 
Recientemente el virus de la gripe aviar ha mutado y ahora puede infectar a los seres humanos. Se dice que esta enfermedad podría matar a 150 millones de personas por todo el mundo. La gripe aviar se está extendiendo por todo el mundo y es letal. Cuando este virus se transmite a los seres humanos o al ganado, se convierte en un virus mortal. Esta mutación de la gripe aviar es tan letal que cuando infecta a una persona, solo tarda un par de días en matarla. Hay muchas enfermedades de características similares hoy en día. Cuando pasamos al libro del Apocalipsis vemos que se profetiza que un tercio de la población mundial morirá de una vez. También dice que caerá fuego del cielo y quemará a un tercio de la vegetación y de los árboles en el planeta. Todo esto es posible. Todas estas cosas son más que posibles en esta era. 
Cuando escuchaba estas historias antes, solía pensar que ocurrirían en un país lejano, pero ahora pienso: «Debería trabajar mucho en mis libros sobre la herejía.» A veces pienso: «He estado trabajando muy duro, pero ¿qué ocurriría si muriera de gripe aviar?» Por supuesto, puede que piensen: «¿Cómo podría Dios dejar que esto le ocurriera a Su siervo? Estoy seguro de que le protegerá.» Pero esto es posible. Por supuesto yo también creo que Dios me protegerá. Gracias a Su protección he podido vivir hasta ahora. Pero lo importante es que, a pesar de esto no debemos perder la oportunidad de llevar a cabo nuestras tareas. En otras palabras, no debemos ser vagos y pensar que Dios lo hará todo por nosotros. Así que últimamente he intentado terminar mis libros sobre las herejías cuanto antes posible, ya que estoy convencido de que soy el único responsable de esta tarea. Aunque mi salud no está muy bien últimamente, sigo trabajando más duro. 
Antes de predicar el Evangelio del agua y el Espíritu por completo, llegará la cuarta era, es decir, la era del caballo amarillo. Esta era será la era del martirio de los justos. En esa era habrá tiranos terribles que gobiernen el mundo y maten a todo el que no les haga caso. Como esa era estará plagada de dolores, enfermedades y desastres, nadie tendrá fuerzas para compadecerse de los demás. El Señor dijo que, cuando venga el fin de los tiempos, el amor de muchos se secará y se enfriará. Así que tenemos que aferrarnos a los que no están en contra de nosotros, pero debemos odiar a los que están en contra de nosotros en esta sociedad fría. 
El Señor ha esperado un poco más, y sabiendo que las tribulaciones se acelerarán, hemos estado llevando a cabo nuestro ministerio literario más diligentemente. Corea del Norte y otros países son los únicos países en los que no ha entrado el Evangelio del agua y el Espíritu. Nuestros libros han entrado en todos los demás países. Sin embargo, todavía no hemos distribuido nuestros libros a todas las naciones en grandes cantidades para que, tanto los cristianos como los que no son cristianos, conozcan la Verdad. Aún así, pronto el Evangelio del agua y el Espíritu surgirá entre los que no creen en Jesús como su Salvador. Solo entonces el mundo entero conocerá el verdadero Evangelio. La gente considerará si Jesucristo ha cumplido Su misión de salvación perfectamente o no. 
Hasta ahora los enemigos de Cristo han intentado borrar la Biblia, la Palabra de Dios. Esto se debe a que si la Biblia desaparece, nadie puede saber que Jesucristo ha salvado a la humanidad del pecado a través del Evangelio del agua y el Espíritu. Así que el Señor ha frustrado sus intentos y nos ha hecho predicar el Evangelio del agua y el Espíritu tal y como está escrito en la Biblia. 
Estoy convencido de que ahora es el mejor momento de predicar el Evangelio del agua y el Espíritu. Creo que el Evangelio no puede predicarse a no ser que nosotros los prediquemos ahora, y con esta convicción lo predico aún más. Así que oro a Dios para que nos dé los medios económicos, más trabajadores y más bendiciones. Por eso seguimos trabajando a la vez en negocios seculares. 
Espero que el Dios de la Verdad nos sostenga, nos ayude y nos bendiga. Ahora es el momento en el que debemos estar despiertos. Esta era es la era en la que debe proclamarse el Evangelio del agua y el Espíritu. Entonces, confiando en la justicia de Dios, debemos predicar este Evangelio diligentemente en esta era.