(Juan 1:29-31)
“El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Este es aquel de quien yo dije: Después de mí viene un varón, el cual es antes de mí; porque era primero que yo. Y yo no le conocía; mas para que fuese manifestado a Israel, por esto vine yo bautizando con agua.”
Tú estas muy cansado, ¿o no? Yo también estoy muy cansado. Se que estamos desgastados ya que trabajamos duro sirviendo a la justicia de Dios cada día. Todos nosotros ciertamente tenemos tribulaciones, y estamos sirviendo al Señor a pesar de estas tribulaciones.
De cualquier modo, hemos convertido a algunas almas preciosas que son más valiosas que el universo durante la reunión evangélica de esta semana. Estoy seguro que las almas recibieron la salvación durante este tiempo debido a todas las obras espirituales que se dieron durante esta reunión evangélica. Estoy muy agradecido por cada uno de ustedes ya que han servido de muchas maneras y en cada oportunidad, guiando a las almas, compartiendo periódicos, orando, asistiendo a las reuniones, y así sucesivamente. ¡No podemos agradecer a Dios lo suficiente, ya que hemos ganado algunas almas que son más preciosas que todo el universo! ¡Realmente vale la pena realizar la reunión evangélica! También estamos agradecidos con Dios siempre que escuchamos las buenas noticias de nuestros lectores que han leído nuestras series de crecimiento espiritual. Realmente estamos agradecidos.
Sería mucho más fácil para nosotros predicar el evangelio si no hubiera falsos maestros en este mundo. En la actualidad, predicar el evangelio del agua y el Espíritu es muy difícil debido a que existen muchos Cristianos que se oponen a la Verdad de la salvación. Además, predicar el evangelio del agua y el Espíritu en estos días se está haciendo más difícil que antes debido a aquellos que propagan esos seudo-evangelios, que son parecidos al evangelio verdadero. Hacen que la gente caiga en confusión con esos falsos evangelios. Ellos son los que causan que la gente peque. Ay de esos falsos predicadores, ya que el Señor dijo, “Mejor le fuera que se le atase al cuello una piedra de molino y se le arrojase al mar, que hacer tropezar a uno de estos pequeñitos” (Lucas 17:2).
Aquellos que aún no han nacido de Nuevo de sus pecados no pueden discernir el evangelio verdadero del falso. Así, están predispuestos al engaño por los falsos predicadores. Meramente son presas de tales depredadores, lobos espirituales. Se me comentó que cierto pastor en nuestra ciudad tiene planes para reunir las ofrendas de su congregación más de 10 millones de dólares U.S. para construir una gran capilla. Ese predicador ha reunido 4 millones hasta ahora. La congregación de esa iglesia suma 500 personas aproximadamente; algunos dicen que no dudó en hipotecar las casas de los miembros de la congregación para reunir los 10 millones de dólares U.S.
Hablando francamente, aquellos que predican un evangelio falso parecido al evangelio del agua y el Espíritu están usando su ministerio con la idea de sacar dinero de sus congregaciones. Es por ello que dicen que cada persona en su iglesia se ve como monedas. Es lo mismo con los taxistas que dicen que la gente que esta de pie esperándolos se ven como monedas. Son diferentes de los siervos de Dios que están predicando el evangelio del agua y el Espíritu. Para aquellos que han recibido la remisión de los pecados creyendo en el evangelio del agua y el Espíritu, cada alma se ve más preciosa que todo el universo. Pero para la gente que aún no ha nacido de nuevo, son vistos como preciosos debido al dinero. Por lo tanto, tenemos que dar gracias al Señor quién nos hizo soldados que pueden predicar el evangelio del agua y el Espíritu.
Viendo a Jesús, Juan dijo, “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29). La cosa más feliz parta mí en mi vida religiosa fue el darme cuenta que nuestro Señor tomó nuestros pecados de una vez y para siempre al recibir el bautismo de Juan el Bautista y derramar Su sangre sobre la Cruz. No podía expresar el gozo con palabras cuando me di cuenta de la Verdad del evangelio del agua y el Espíritu. No existía nada más en mi vida espiritual que me diera mayor placer que el evangelio del agua y el Espíritu. Aún ahora, el placer que sentí en aquella ocasión cuando el evangelio del agua y el Espíritu vino a mí continúa ocurriendo en mi mente.
¿Por qué soy tan feliz? Mi mente está feliz debido a que Jesús borró todos mis pecados absolutamente de una vez por todas al recibir el bautismo. Nuestro Señor por Su gracia me ha librado del juicio por todos mis pecados por medio de Su bautismo. No existe nada mejor para cada uno que el creer en el evangelio del agua y el Espíritu. ¿Cómo puede existir un evangelio que de mayor gozo que este?
No teníamos un verdadero gozo antes de conocer la hermosura del evangelio del agua y el Espíritu. Sin embargo, no existe una salvación más agradable que el saber y el creer en el evangelio del agua y el Espíritu. Cuando escuchamos el evangelio del agua y el Espíritu por vez primera, llegamos a reconocer que esta es una verdad simple y clara. Pero, nos sentimos más felices mientras pasa el tiempo y escuchamos la Verdad del evangelio a través de cada reunión en la Iglesia de Dios. Realmente no existe otro evangelio mejor para nosotros que este evangelio del agua y el Espíritu. No existe un mayor gozo que las noticias del evangelio en el que el Señor tomó todos los pecados del mundo cuando recibió el bautismo de Juan el Bautista, y así nos salvó de los pecados del mundo.
Verdaderamente estamos gozosos debido a este evangelio del agua y el Espíritu. ¿Dónde puede haber mejores noticias para nosotros simples pecadores? La risa salta desde lo profundo de los corazones de aquellos que han recibido la remisión de los pecados al creer en el evangelio del agua y el Espíritu. Si no hay pecado en nuestra mente, el gozo salta y la paz llega. Es verdad. Si no tenemos pecado en nuestra mente, la risa sale con naturalidad en nuestra mente ya que hay gozo en nuestro corazón. Es lo mismo para ti, ¿o no? Si, estoy seguro que es lo mismo para todos ustedes.
No podemos expresar cuan agradecidos estamos ya que somos tan felices debido a que no tenemos pecados. Había una película famosa titulada “El Sonido de la Música.” Recuerdo que la historia y las dulces melodías me causaban un gran gozo y formaban una impresión en mi mente durante un tiempo después de haber visto la película. Pero, el gozo de este mundo no dura mucho tiempo.
La alabanza de fe que ofrecemos a Dios es mayor que los placeres de este mundo. El placer de la salvación que nuestro Señor nos ha dado al borrar nuestros pecados es tan grande que no puede ser comparado con el gozo mundano. Aún si pasaras tus vacaciones en la playa de Waikiki en una tienda bajo un cocotero viendo chicas hermosas a la vista, en los corazones de los nacidos de nuevo, existe un mayor gozo, un gozo mucho mayor de lo que pudiéramos obtener en este mundo. Las bendiciones de nacer de nuevo por el evangelio del agua y el Espíritu no pueden ser cambiadas por ninguna bendición mundana.
Cuando el Señor estaba a punto de recibir el bautismo de Juan el Bautista, le dijo a Juan, “Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia” (Mateo 3:15). Y, al día siguiente, Juan dio testimonio, “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29). Si estos versículos no estuvieran en la Biblia, toda la gente que vive en la tierra moriría sin esperanza en pecado. Recibimos la salvación si creemos en la promesa de la salvación ya que nuestro Señor borró nuestros pecados al tomarlos en Su bautismo y derramamiento de sangre. Claramente teníamos pecados antes de creer en el evangelio del agua y el Espíritu, pero ahora el pecado ha sido borrado.
Ya sea que la gente crea o no en el evangelio del agua y el Espíritu, el Señor ya ha borrado todos los pecados del mundo. Debido a que nuestro Señor ha tomado los pecados del mundo y a que Él ha cumplido con toda la justicia de Dios de una vez por todas, recibimos la remisión de los pecados por el poder del evangelio del agua y el Espíritu que nos dio Él. Tenemos verdadera esperaza debido a que el evangelio del agua y el espíritu está en este mundo. Aunque existe mucha gente en este mundo que todavía no ha recibido la remisión de los pecados, pueden ser limpiados de sus pecados si escuchan el evangelio del agua y el Espíritu y lo aceptan en su corazón. Es por ello que aún hay esperanza.
Somos felices viviendo en el evangelio del agua y el Espíritu y con la guía del Espíritu Santo. Aquellos que han recibido la remisión de los pecados viven alabando a Dios debido al gozo por ser libres del pecado. Ese evangelio nos dice que nuestro Señor ha borrado todos los pecados de la humanidad al recibir el bautismo de Juan en el Río Jordán (mateo 3:15). ¿Por qué Jesús borró nuestros pecados? Se debe a que Él nos amó muchísimo. El Señor vino a esta tierra y nos salvó totalmente de los pecados del mundo al recibir el bautismo de Juan el bautista en el Río Jordán, debido a que el Señor nos amó de tal manera, la humanidad de esta tierra. Jesucristo limpió los pecados de este mundo de una vez por todas al tomarlos por medio del bautismo recibido de Juan el Bautista para cumplir la voluntad de Dios Padre.
Existe mucha gente en este mundo que no conoce el hecho de que Jesús es Dios. Aún entre Cristianos, existen muchos que no le conocen verdaderamente. Especialmente, algunas sectas Cristianas ni siquiera mencionan que Jesús es Dios. Ellos mismos niegan la naturaleza divina de Jesús. Aún algunos santos de mi iglesia carecen de un entendimiento claro de esta verdad. Cuando me escucharon decir, “Jesús es Dios,” dicen que entienden quién esJesús pero no entienden que Jesús es Dios. Todo está bien. Se debe a que no lo han aprendido aún. Está bien si aprenden, conocen y creen que Jesús es Dios y que es el Hijo de Dios ahora y en el futuro. Dios Padre y Su Hijo Jesucristo son omnipotentes, omniscientes, omnipresentes, eternos, ubicuos, y el Todopoderoso Dios. Él es Dios quién creó este espacioso universo.
¿Por qué Jesucristo quién es Dios vino a nosotros? Fue para que Jesucristo tuviera asociación y amor con nosotros. Jesús no podía compartir una comunión verdadera con los pecadores. Para tener comunión con Dios, tenemos que llegar a ser creyentes del evangelio del agua y el Espíritu. Así, Dios envió a Su amado Hijo a esta tierra en semejanza de hombre, ya que Dios amó de tal manera al mundo. Jesús vino a nosotros por medio del cuerpo de un ser humano. Como está escrito en Juan 1:14, “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros,” Él vino a esta tierra en carne, pero fundamentalmente Él es Dios. Jesucristo es el mismo Dios que creó este universo sin límites.
Ese Dios Creador tuvo que venir como nuestro Salvador. Dios Salvador vino a esta tierra en la misma carne que nosotros., experimentó los mismos dolores y tristezas de nosotros, recibió el bautismo de Juan el Bautista, y salvó a los que creen en el evangelio del agua y el Espíritu y levantándose nuevamente después de morir sobre la Cruz. El Señor se convirtió en nuestro Salvador, nuestro verdadero Dios. Esto es, la razón por la que llamamos a Jesús nuestro Señor el Salvador.
Fundamentalmente Jesús es Dios (1 Juan 5:20). Así, estamos para vivir vistiéndonos y sintiendo el amor de Dios en Jesús al creer en Él como Señor y Salvador. Jesús tomó los pecados de este mundo de una vez por todas al recibir el bautismo de Juan,, y Él fue a la Cruz y recibió el juicio de los pecados que se debían recibir los pecadores. Ahora, nosotros los creyentes en el evangelio del agua y el Espíritu llegamos a ser libres del pecado gracias al Señor. Podemos llegar a ser el pueblo de Dios cuando seamos salvos de todos los pecados creyendo en Jesucristo en nuestro corazón. Nuestra salvación lo es todo gracias al amor de Dios.
Por lo tanto, ¿cual debe ser el verdadero contenido de los sermones de los predicadores Cristianos? La gente que ha recibido la remisión de los pecados dice que Jesús tomó los pecados del mundo por recibir el bautismo, y que Él ha borrado todo pecado por medio de Su muerte y resurrección. Todo lo que tenemos que predicar es que el Señor ha borrado nuestros pecados de una vez por todas con el evangelio del agua y el Espíritu y se convirtió en el Salvador eterno para nosotros.
¿Esta Verdad de la salvación está grabada en nuestra mente? El evangelio del agua y el Espíritu no termina aún si lo predicamos siempre, y tenemos que creer en esto ya que es la Verdad que eliminó todos nuestros pecados. La Palabra del evangelio del agua y el Espíritu es la Verdad de la salvación que siempre que la escuchamos es buena. Este evangelio del agua y el Espíritu es realmente el bendito evangelio, el amor de Dios y también es la Verdad de la salvación. Así, uno recibe gran bendición en la mente siempre que escuche la Palabra de este evangelio.
Cuando escuchamos el evangelio del agua y el Espíritu, tenemos que hacer a un lado nuestros propios pensamientos e ideas predeterminadas. Escrito está en Colosenses, “Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas” (Colosenses 2:8). No debemos ser engañados por la fe de la filosofía y las sutilezas huecas. Tenemos que echar fuera nuestro pensamiento humano y creer en la Palabra del evangelio del agua y el Espíritu de acuerdo a esta amonestación.
Usted ha oído a través de la Palabra escrita que Jesús tomó los pecados del mundo por medio del bautismo recibido de Juan el Bautista. Jesús vino a esta tierra como el Cordero de Dios. Cuando el Sumo Sacerdote del Antiguo Testamento imponía ambas manos sobre la cabeza del cordero del sacrificio, todos los pecados eran pasados sobre el Cordero. Entonces, el cordero del sacrificio se mataba por causa de los pecados de su pueblo. De igual modo, Jesús también sufrió como ofrenda quemada espiritualmente al dar Su cuerpo. Jesús remitió todos nuestros pecados “del mismo modo que el imponer manos en el Antiguo Testamento,” al recibir el bautismo de Juan el Bautista (Mateo 3:13-17).
La gente considera a la filosofía como una forma de pensamiento elevado sostenido en gran estima. Consideran grandioso el que los seres humanos tengan la habilidad de pensar. Es por ello que existe un dicho, “El hombre es como una vara pensante.” Sin embargo, si usted camina por las calles laterales de Corea, encontrara muchos centros filosóficos. Los centros filosóficos parecen como lugares a los cuales la gente no puede entrar osadamente. Pero, los centros filosóficos en nuestro país son el lugar en el cual los adivinadores se ganan la vida. Tales lugares son de hecho los lugares de irracionalidad, pero este fenómeno esta aportando evidencia de que la gente otorga generosos puntos a la palabra ‘filosofía’ sin ninguna razón.
Sin embargo, la filosofía no es algo especial. La filosofía simplemente es el sistema del pensamiento del hombre. Pero, Dios dijo, “Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal” (Génesis 6:5). Por lo tanto, todo lo que viene de los pensamientos de los hombres es falso, y la mitad del evangelio del Cristianismo que viene de y es hecho de los pensamientos del hombre nunca será igual que el verdadero evangelio del agua y el Espíritu, sin importar el orgullo con el que discuten su historia y su tradición. No importa cuanto creamos en evangelios a medias, nuestros pecados no serán borrados. ¿Qué hay de maravilloso en un evangelio a medias? Nada.
Solo la Verdad y el verdadero evangelio del agua y el Espíritu afirman que Jesús tomó los pecados del mundo por medio del bautismo que Él recibió de Juan. Juan 1:29 es la evidencia clara de este hecho. Por lo tanto, es tonto sustituir el evangelio del agua y el Espíritu con un evangelio a medias y consolar el corazón con pensamientos de hombre mientras que a la vez tratan de acomodar la salvación de acuerdo a los pensamientos propios. ¿De que sirve tener un ministerio después de haber estudiado teología 10 años, y luego hacer más estudios en el extranjero? Si intenta construir las partes de un sermón, ¿no se hallan ocupados recogiendo pieza por pieza, poco a poco de libros filosóficos, de literatura, teología, anotaciones, la Biblia y todos los diccionarios esparcidos por todo el cuarto durante varios días? ¿Cuan exhaustivo es ese trabajo? Esas clases de sermones dan sufrimiento a la gente cada día, eso en vez de dar la remisión de los pecados.
Tenemos que deshacernos de la fe filosófica, la cual viene de los pensamientos de hombres. Aquí esta el evangelio del agua y el Espíritu que declara que Jesús ha borrado todos nuestros pecados. “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29). Verdaderamente recibimos la remisión de los pecados en nuestra mente creyendo en Jesús de acuerdo en la evidencia de los pasajes de la Biblia tales como Mateo 3:15 y Juan 1:29.
Es verdad cuando dice que Jesús llevó los pecados de este mundo hasta la Cruz de una vez por todas al recibir el bautismo de Juan. No hay nada que podamos decir solo creerlo, si la Palabra de Dios afirma que Jesús cargó todos nuestros pecados de una vez por todas cuando Él recibió el bautismo de Juan el Bautista. Es realmente absurdo que no creamos la Verdad del evangelio del agua y el Espíritu debido a nuestros propios pensamientos carnales o filosóficos. La voluntad y las acciones de Dios dicen que Él nos salvó con el evangelio del agua y el Espíritu. Si no podemos creer en el evangelio verdadero con nuestros propios pensamientos, entonces somos tontos y ridículos.
Compañeros creyentes, si se desatara una Guerra en nuestro propio país y fuésemos capturados, entonces, ¿Qué le dirías a tus enemigos? Como prisionero, te atreverías a decir lo siguiente: “¡Soy comandante del batallón en nuestro ejercito! ¿No me reconoces? Que pasa, ¿por qué no estas limpiando mis botas? Ustedes muchachos no conocen la vergüenza.” ¿Que pasaría si hablaras insensatamente? Te matarían.
“Si eres el comandante de un batallón o de una división de tu ejercito, si no sabes ubicar la situación, estas perdido, ¿despierta hombre! Ahora eres prisionero de tus enemigos. ¿Entiendes? ¡Recupera el entendimiento, estúpido! Esta bien que te dispare con un rifle o con una pistola. Eres tan ruidoso, y parece que has perdido la sanidad, sin saber si somos amigos o enemigos, si es blanco o negro.” Si la situación ocurre así, la Convención de Génova, la cual trata de proteger los derechos humanos de los cautivos en tiempos de guerra, no sirve de nada. Es el cautivo el que no tiene ningún poder y sus enemigos los torturaran en varias formas sin darle nada de comer.
Compañeros creyentes, si la Biblia dice que Jesús tomó los pecados del mundo al recibir el bautismo de Juan, entonces, es verdad. Al ser cautivo del pecado, ¿Qué puede decir o hacer un pecador en contra de la Verdad del evangelio del agua y el Espíritu y de Dios? En lugar de grita palabras sin sentido simplemente tenemos que creer si esta escrito en la Biblia que Jesús ha tomado los pecados del mundo al recibir el bautismo. No existe nada de que nosotros los seres humanos nos enorgullezcamos ante Jesús no importa que tan inteligentes o cuanto hayamos aprendido. ¿Existe algo de lo que te sientas orgulloso?
No podemos jactarnos de nosotros mismos ante Jesús aún si tuviésemos cientos de Doctorados en Divinidad. Pero luego, existe mucha gente ridícula en la comunidad Cristiana. Los archivos personales o el currículo de algunos pastores revelan que han asistido a algunas escuelas teológicas. Han ido aquí y allá, pero se han graduado de una sola escuela. Escrito está que han completado algunas materias ahí, pero aún no saben esta Verdad, Jesús tomó todos los pecados del mundo. Tienen pecados cada día ya que no saben esto. Aunque Jesús ha tomado los pecados del mundo, aún tienen pecado ya que no saben acerca del verdadero evangelio. Por lo tanto inevitablemente permanecerán cautivos del pecado. Es absurdo que ellos estén fascinados con la filosofía del mundo debido a su ignorancia acerca de la Verdad del agua y el Espíritu.
La filosofía y la teología han salido de los pensamientos de los hombres, y por lo tanto, no son más que basura. El Apóstol Pablo también consideraba la filosofía como basura (Filipenses 3:8). Aquellos que escarban en el campo de la filosofía conocen bien este hecho. Aquellos que ocasionalmente estudian en este mundo pueden pensar que los estudios mundanos son maravillosos, sin embargo aquellos que estudian el conocimiento mundano saben bastante bien que no hay límites en el conocimiento de la humanidad. Así, como alguien dijo en una ocasión, “a mayor conocimiento, mayor confusión.”
Por lo tanto, si en la Biblia dice que Jesús tomó los pecados de este mundo, simplemente es verdad. No hay nada más que decir contra eso. ¿Quién dio testimonio de que Jesús tomó los pecados del mundo? Juan el bautista pasó los pecados sobre Jesús y dio testimonio de Él de la siguiente manera: “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Esa persona es el Mesías que vendría, y Él es el Salvador que ha tomado todos los pecados de la humanidad. Jesús es tú Salvador. Cree en Él. Jesús ha tomado todos tus pecados.”
Quiero decir que Juan el Bautista ha dado testimonio de la siguiente manera. Desde luego, existía mucha gente que pedía perdón por sus pecados cada día debido a los pecados en su corazón. ¿Acaso no Juan el bautista les dijo las mismas palabras impactantes? “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.” Fue muy impactante que haya llamado a Jesús ‘Cordero de Dios.’ Hasta el momento Juan daba testimonio así, ¿quién de entre ellos creía en Jesús como Dios? ¿Quién de entre ellos creía en Jesús como el Mesías? Su testimonio debe haber sido muy impactante para la gente de sus días, ya que todavía nadie sabía todavía quién era Jesús. “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.” Es muy impactante si consideras la situación de ese tiempo.
“¡Atención!” estaban pidiendo la atención. “El Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.” Básicamente, estas palabras significan que Jesús es el Mesías. Significa que Jesús es el Salvador en concreto, es Dios. Cuando Juan el Bautista testificó, “esa Persona es justamente el Mesías que ha sido profetizado por Isaías en el Antiguo testamento,” Entonces la gente era impactaba y dudaba, diciendo, “Entonces, ¿es Él? Pero, entonces, ¿es Él tan pobre? Parece un campesino. ¿Es Él que parece un renuevo de entre la tierra seca?”
Cuando vemos el pasaje de Isaías, es evidente que la apariencia de Jesús no era nada que admirar.
“¿Quién ha creído a nuestro anuncio?
¿Y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová?
Subirá cual renuevo delante de él,
Y como raíz de tierra seca;
No hay parecer en él, ni hermosura;
Le veremos,
Mas sin atractivo para que le deseemos” (Isaías 53:1-2).
Es normal que pensemos en Jesús como un Jesús muy guapo, pero la escritura dice que no había belleza para que le deseáramos a Él. Pero, las Palabras de Su boca eran muy preciadas. Eran raras y preciadas. La Gloria y la hermosura de Jesús no tenían comparación.
Compañeros creyentes, ¿que tan hermosas fueron las palabras con las que ha dado testimonio Juan el Bautista? “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.” Declaran, “Jesús ha borrado todos los pecados de la humanidad.” Nosotros también difundimos la misma Palabra que difundió Juan el Bautista, ya que son grandes noticias. Sin embargo, existe mucha gente que no cree en este maravillo testimonio. Alguna gente tan solo discute algunas doctrinas de sus denominaciones sin aprenderlas o sin conocerlas apropiadamente. No creen en el evangelio del agua y el Espíritu aunque esta es la Palabra escrita en la Biblia.
Es frustrante que la mayoría de los Cristianos de hoy no crean en el evangelio del agua y el Espíritu debido a su ignorancia. No pueden conocer y creer en la Verdad del evangelio del agua y el Espíritu ya que creen en su cuerpo religioso, su poder, sus propios pensamientos, y aún en sus propias emociones. Los líderes Cristianos de este mundo se apresuran para jactarse de si mismos, pero en realidad no tienen de que jactarse. Puede que se enorgullezcan de sus poderes para calmar los espíritus demoníacos al tocar el lado débil de las personas poseídas. Pero, se vuelven tontos cuando se les pide que interpreten la Palabra de Dios, tal como, “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.”
Queridos compañeros creyentes, no importa cuan inteligentes y talentosos sean, solo se puede ser salvo y recibir la remisión del pecado y creen en la Palabra de la Biblia que dice, “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.” ¿Por qué es tan difícil que creer que Juan el Bautista pasó los pecados del mundo sobre Jesús y luego dio testimonio de que Él es el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo? Al igual que el sacrificio del Antiguo Testamento involucraba pasar los pecados al imponer las manos sobre este sacrificio, Jesús recibió y luego borró todos los pecados de la gente por medio de Su bautismo. Entonces, ¿Qué más se puede decir ante el testimonio de Juan? Seguirán viviendo como pecadores si no creen en esta Palabra.
La razón por la que nuestra mente tiene paz se debe a que nuestro Señor tomó los pecados de este mundo con Su bautismo y borró nuestros pecados de una vez y para siempre sobre la Cruz. Es por ello que nuestra mente está libre de pecado y en paz. Sin embargo, existen innumerables Cristianos que tienen pecados ya que no creen en la Palabra del evangelio del agua y el Espíritu. No hay seguridad en ellos de ser salvos del pecado; en su mente siempre hay inseguridad, y están muy cansados tratando de mostrar las obras virtuosas que realizan interminablemente.
Alguna gente va al infierno aunque cree en Jesús de todo corazón, y alguna gente va al Cielo ya que cree en Jesús de acuerdo a la Verdad. De hecho, parece que existen muchos Cristianos que deberían ir al Cielo, pero no es así. Saben que tienen pecado y que serán destruidos por sus pecados, así, tratan de escapar de esa destrucción haciendo buenas obras a su propia forma. Asumen que irán al Cielo al vivir virtuosamente, pero van al infierno.
Dios Padre asignó al Hijo de Dios como el Salvador de este mundo, y decidieron que nadie puede ser salvo de sus pecados sin tener la fe en el bautismo y en la sangre sobre la Cruz que el Hijo recibió. Podemos ir al Cielo debido a Jesús y al evangelio del agua y el Espíritu. Aún si vivimos virtuosamente en este mundo, si no creemos en Jesús quién vino por el evangelio del agua y el Espíritu, no podemos ser salvos de la destrucción e iremos al infierno. Originalmente, se decidió que todos fuéramos al infierno debido a los pecados del corazón, pero existe gente que va al Cielo al recibir la salvación que Jesús nos ha dado.
Si un Cristiano no conoce el camino para ser salvo, ira al infierno, no importa el fervor con el que crea en Jesús. Si la gente recibiera la salvación por vivir virtuosamente, mucha gente en el mundo que vive amable y éticamente iría la Cielo. Sin embargo, a pesar de estas falsas expectativas, la ley de la salvación de Dios se haya en el evangelio del agua y el Espíritu. Recibimos la salvación creyendo en Jesús, quién vino por el evangelio del agua y el Espíritu. La gente filosófica, la gente muy viva, y la gente inteligente en este mundo irán al infierno debido a sus pecados ya que no cree en el evangelio del agua y el Espíritu.
Realmente yo agradezco a nuestro Señor porqué Él borró nuestros pecados con Su bautismo y sangre. Doy muchas gracias. Si el Señor nos preguntase por cual razón estamos más agradecidos, no podríamos evitar decir que estamos agradecidos porque nuestro Señor ha borrado nuestros pecados. Realmente deseo proclamar estro por siempre. ¿También tú deseas decir que das gracias y que agradeces el que nuestro Señor haya borrado todos tus pecados? Estoy seguroque si. No tengas pensamientos que no sean estos; pensemos gozosamente porque el Señor ha borrado todos nuestros pecados en este mundo por fe. Tal persona claramente es muy sabia.
¿Que es más precioso que el evangelio del agua y el Espíritu? podemos hacer las obras de Dios aceptablemente con la fe que cree en este evangelio. Podemos servir y predicar este evangelio verdadero, hacer el bien y vivir para otros cuando tenemos la fe que cree en el evangelio del agua y el Espíritu en la mente. Tenemos que vivir con la fe correcta que nos permite recibir la salvación de los pecados. Podemos hacer buenas obras con la fe en una mente agradecida con nuestro Señor por que Él borró nuestros pecados. Si el Señor quiere haremos esto y lo otro. Tenemos que dar gracias a Dios con fe. Siempre tenemos que guardar la fe en nuestra mente y ser agradecidos porque el Señor Jesucristo ha tomado y ha borrado nuestros pecados. ¿Ahora, ya crees?
Aquellos que no tienen el evangelio del agua y el Espíritu en su mente, ahora tienen que creer en el evangelio del agua y el Espíritu antes del día en que el Señor regrese.
Nosotros quienes tenemos este hermoso evangelio en nuestro corazón estamos dando gracias al Señor ya que Él ha tomado los pecados del mundo al recibir el bautismo de Juan el Bautista en el Río Jordán. Debido a Su acto de justicia, estamos libres del pecado aunque somos muy débiles e insuficientes como para vivir sin cometer pecados. ¡Aleluya!