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Tema 18: Génesis

[Capítulo 2-4] Dios bendijo y santificó el Sabbath (Génesis 2, 1-3)

(Génesis 2, 1-3)
«Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación».
 
 
Dios obró en Su creación hasta el sexto día, y después de completarlo todo, descansó el séptimo día. Descansó porque lo había cumplido todo según Su plan. Así que bendijo ese día y lo santificó. Cuando terminamos el trabajo diario descansamos por la tarde. Del mismo modo, Dios descansó después de haber creado todo el universo y la humanidad, porque ya había cumplido Sus planes.
Dios hizo todas las cosas hasta el sexto día y descansó el séptimo día. Según la interpretación evolucionista de los estratos geológicos, algunas personas niegan que Dios hiciera los cielos y la tierra en seis días, pero estos seis días se calculan según el concepto del tiempo de Dios, y no según el concepto humano basado en la rotación del planeta. Siempre tenemos que interpretar la Palabra de la Biblia desde la perspectiva de Dios.
¿De verdad completó Dios todo el séptimo día y luego descansó? Sí. Nuestro Dios lo completó todo el séptimo día según Su plan, a través de Jesucristo. Dios también cumplió nuestra salvación en Jesucristo. Cuando la Biblia nos dice que Dios descansó, significa que lo cumplió todo según Su plan. Por tanto, el concepto bíblico de observar el Sabbath significa descansar en nuestros corazones, que surge de creer que el Señor ha borrado nuestros pecados y ha completado nuestra salvación.
Para descansar en nuestros corazones no debe haber pecados en ellos. Para conseguir esto, debemos creer que Jesucristo ha borrado nuestros pecados con el Evangelio del agua y el Espíritu. En otras palabras, nuestros corazones encuentran descanso cuando creemos que nuestros pecados se pasaron a Jesucristo cuando fue bautizado, y que Él pagó el castigo de los mismos al morir en la Cruz. El descanso se refiere a la condición en la que nuestros corazones están santificados y han recibido las bendiciones de Dios para encontrar la paz.
La Biblia revela los secretos espirituales de Dios a través de las cosas visibles de este mundo. Así que el pasaje de las Escrituras de hoy no se puede entender si se ve desde una perspectiva carnal. Dicho de otra manera, interpretar la Biblia según nuestras ideas carnales nos llevará a la ruina. La Biblia dice: «La letra mata, mas el espíritu vivifica» (2 Corintios 3, 6). Este pasaje significa que si alguien interpreta la Biblia literalmente, morirá en espíritu. Por ejemplo, en el primer capítulo de Génesis, Dios creó al hombre y a la mujer y les dijo que gobernasen el universo y todo lo que hay en él, pero cuando pasamos a Efesios 5, 22-32, podemos ver que la promesa de Dios fue salvar a las personas a través de Jesucristo y la Iglesia de Dios. Así que nos perderíamos si interpretásemos este pasaje de Efesios literalmente.
Para los judíos, el Sabbath empieza desde la puesta de sol del viernes hasta la puesta del sol del sábado. Si observásemos el Sabbath literalmente, no deberíamos hacer nada ese día. Pero Jesús curó a los enfermos en Sabbath. Los judíos de aquel tiempo denunciaron a Jesús diciendo: «¿Tú te llamas Hijo de Dios, y aún así no cumples el Sabbath?». Jesús les contestó: «El Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo» (Marcos 2, 28). En otras palabras, cuando comparamos el Antiguo Testamento con el Nuevo Testamento, vemos que no somos bendecidos cuando observamos ciertas fechas. Y solo por no hacer nada el Día del Señor, no significa que estemos observando el Sabbath.
Cuando la Biblia dice: «Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó», quiere decir que, como Dios nos dio la bendición de la salvación, ahora hemos encontrado el descanso en nuestros corazones. Nos está diciendo que Dios nos ha dado el verdadero Sabbath al darnos la remisión de los pecados. La verdadera intención de Dios al establecer el Sabbath era hacernos creer en la Verdad de que el Señor ha borrado todos nuestros pecados con el Evangelio del agua y el Espíritu, y que nos ha dado el verdadero descanso. Sin embargo, el problema es que los legalistas todavía insisten en el día exacto y las horas en que se debe observar el Sabbath, e incluso dejan de comprar o vender cosas durante esas horas. Por eso el Señor los reprendió al decir: «¡Guías ciegos, que coláis el mosquito, y tragáis el camello!» (Mateo 23, 24).
Cuando la Iglesia presbiteriana llegó a Corea, el país estuvo influido por los misioneros presbiterianos americanos. Fundaron un seminario en Pyongyang (la ciudad coreana más grande en aquel entonces), y educaron a muchos pastores. Esta gente intentaba cumplir el Día del Señor según la Ley. Así que, cuando Corea cayó bajo el dominio japonés, para romper el cristianismo en Corea los japoneses obligaban a los cristianos a trabajar el Día del Señor y a adorar a sus dioses. Por eso, durante este tiempo, muchos cristianos coreanos fueron martirizados de manera horrible por negarse a trabajar el domingo. Cuando Corea fue liberada en 1945, las iglesias entraron en una polémica sobre qué pastores adoraron a los dioses japoneses durante el dominio japonés. Algunos intentaron reconstruir la iglesia basándose en la fe de los mártires que se negaron a adorar a los dioses extranjeros y que defendieron sus creencias; y por eso a esta gente se le llamó Jaegunpa, es decir, «los reconstructores».
Después de ser liberada del dominio japonés, Corea quedó dividida en dos Estados diferentes, como resultado de la intervención de las grandes potencias políticas. Estos dos gobiernos se odiaban mutuamente y se denominaron Corea del Norte y Corea del Sur. Durante la guerra coreana de 1950 empezó, la situación era similar. Durante el comienzo de la guerra, cuando las tropas norcoreanas ocuparon la mayor parte de Corea del Sur, obligaron a los cristianos a limpiar las calles los domingos. Cierto joven cristiano llamado Chudal Bae, se negó a obedecer esta orden, e insistió que no podía trabajar el Sabbath, y recibió un disparo que acabó con su vida. Más tarde, los cristianos coreanos alabaron la fe de Bae por haber sido martirizado cuando tenía 25 años por observar el Sabbath, y su denominación le honró confiriéndolo la posición de diácono.
Si la humanidad observase el Sabbath el mismo día, a la misma hora, ¿podría alguien observarlo por completo? ¿Puede alguien dejar de trabajar y no cometer pecados el Sabbath, para mantener su cuerpo y su corazón limpios? No, el verdadero significado de este día es que Dios quiere que creamos que ha perdonado nuestros pecados. Dios ha planeado todo en Jesucristo ante de crear los cielos y la tierra. Como Dios planeó perdonar todos nuestros pecados, y ha cumplido este plan en Jesucristo, los pecados de todo el mundo han desaparecido a los ojos de Dios. Saber esto y creer, recibir la remisión de los pecados y mantener esta fe en nuestros corazones, es exactamente lo que Dios quiso hacer con el Sabbath.
Sin embargo, los cristianos que no han nacido de nuevo no han entendido esto, y por eso intentan observar el Sabbath literalmente. Algunos de ellos insisten en que se debe cumplir literalmente y por eso dicen: «Tenemos que ir a las montañas y cultivar nuestras propias tierras. Solo podemos respetar el Sabbath si cultivamos nuestros campos. ¿Cómo podemos observar el Sabbath si trabajamos para alguien? Dios nos ha dicho que no debemos robar, ¿pero cómo podemos cumplir este mandamiento? Si vivimos separados de esta sociedad perversa, podremos evitar los robos y santificar el Sabbath». Así que un grupo de adventistas del séptimo día se va a las montañas y allí crea una comuna que se abastece de sus propias cosechas. Sin embargo, cuando escuchamos el testimonio de personas que han salido de esta denominación, vemos que en realidad no cumplen el Sabbath. Aunque los legalistas no puedan cumplir la Ley, el mero hecho de que lo intenten les hace sentirse superiores y orgullosos. Si entendemos la Biblia de una manera incorrecta, las consecuencias serán desastrosas. La ignorancia espiritual nos lleva a una muerte segura.
Los adventistas afirman que el Sabbath empieza con la puesta de sol del viernes y termina con la puesta de sol del sábado, y denuncian a los cristianos que celebran el día del Señor como si fueran pecadores. Jesús fue crucificado el viernes a las 3 de la tarde. Como el Sabbath tenía que empezar poco después, los discípulos que lo observaron, tuvieron que bajar el cuerpo de Jesús y enterrarlo apresuradamente. Cuando llegó el día después del Sabbath, Jesús venció a la muerte y resucitó (Mateo 28, 1). Por eso llamamos a ese día el Día del Señor, en conmemoración de Su resurrección, y es para nosotros día de descanso. Recordamos y observamos el Día del Señor porque es el día en que el Señor eliminó todos nuestros pecados y triunfó sobre ellos, y porque es el día en que nació la Iglesia (Hechos de los Apóstoles 2, 1). Si se encuentran con los adventistas, deben explicarles esto.
Cuando leemos el Antiguo Testamento, vemos que hay muchos pasajes que dicen que Dios nos bendice si observamos el Sabbath; pero cuando vamos al Nuevo Testamento, vemos que Jesús mismo trabajó en Sabbath. Y el Señor también dijo: «El día de reposo fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del día de reposo» (Marcos 2, 27). Recibir la remisión de nuestros pecados es disfrutar del verdadero descanso, y el significado espiritual del Sabbath es recibir esta remisión de los pecados que Dios nos ha dado, convertirnos en Sus hijos, recibir Sus bendiciones, y alabar Su gloria con fe.
Por tanto, las enseñanzas de las denominaciones que desean cumplir el Sabbath de manera literal están equivocadas. Entre estas denominaciones se encuentran la Iglesia adventista, presbiteriana, la Iglesia de la Santidad, y la baptista. Pero de entre estas iglesias, el prototipo es la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Incluso hoy en día sus seguidores intentan observar el Sabbath literalmente. Así que normalmente son autónomos, porque es difícil para ellos trabajar para otras personas, porque no pueden trabajar los sábados. Durante algún tiempo yo pertenecí a la rama Koshin de la Iglesia presbiteriana en Corea, una denominación que hace hincapié en observar el Día del Señor de manera legalista. Sus seguidores no pueden comprar nada el Día del Señor, y ni siquiera pueden coser pantalones descosidos. Se mantienen alejados de cualquier tipo de trabajo porque piensan que Dios les dijo que no podían trabajar el Día del Señor.
Mis queridos hermanos, deben creer en el significado espiritual del Sabbath. Todo el que cree en Dios debe observar el Sabbath espiritual. ¿Hubo un día en el que tuvimos descanso en nuestros corazones? Sí, ese día existió. Aunque no podamos recordar qué mes o qué día fue, ese momento tuvo lugar cuando recibimos la remisión de los pecados. ¿Qué pasaje de la Biblia borró sus pecados completamente? Todos sus pecados fueron pasados a Jesús cuando fue bautizado, ¿no es así? Me costó mucho tiempo y sufrimiento encontrar esta Verdad asombrosa. Cuando estaba en el seminario, nadie me enseñó esta Verdad del agua y el Espíritu, por mucho que preguntase a mis profesores. Entonces tenía pecados en mi corazón.
Un día, mientras estaba en una reunión de la iglesia, le pregunté a un hermano que me explicase el evangelio en el que él creía. Entonces me explicó el evangelio tal y como él lo entendía. Empezó a explicarme el sistema de sacrificios de Levítico, después pasó el capítulo 3 de Mateo, y me pidió que leyera un pasaje que describía el bautismo de Jesús. Así que leí ese pasaje, y en ese momento todas mis preguntas fueron contestadas. Entonces vi que tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento están estrechamente relacionados. Así que le dije: «Ya está. Puedes dejarlo aquí».
Por fin encontré la Verdad que había estado buscando tanto tiempo. Mientras leía Mateo 3, 13-17, encontré la Verdad del Evangelio del agua y el Espíritu y recibí la remisión de los pecados en mi corazón. Desde entonces, he creído de todo corazón en el Evangelio del agua y el Espíritu, y lo he predicado. Cuando predico este Evangelio a otras personas, les hago darse cuenta de sus pecados, y después les explico el significado del bautismo de Jesús.
La única manera de que todo el mundo encuentre la paz verdadera es encontrar al Señor a través del Evangelio del agua y el Espíritu. Aunque los que dicen no tener pecados por creer en la sangre de Jesús, afirman seguir al Señor, no tienen descanso y no dan frutos buenos. No encuentran el descanso del Señor, sino de las enseñanzas de sus denominaciones. Dicen que han recibido la remisión de los pecados a través de la sangre de la Cruz, pero ¿cómo pueden desaparecer sus pecados si Jesús no los aceptó al ser bautizado? Porque Jesús aceptó todos los pecados a través de Su bautismo, ¿de qué otra manera podría no haber pecado? Si dejamos el bautismo de Jesús fuera, la Biblia no se puede comprender.
Sin entender el bautismo de Jesús, no podemos entender la Biblia ni recibir la remisión de los pecados. Una hermana me dijo una vez que su marido decía estar sin pecados sin conocer el bautismo de Jesús. La hermana pensó que esta afirmación era un poco extraña y por eso le preguntó a su marido: «Cariño, ¿estás libre de pecado?».
«Sí, lo estoy».
«Pero, ¿cómo es posible?».
«¿Por qué iba a tener pecado cuando Jesús los borró en la Cruz?».
Así que la hermana preguntó: «¿Y si cometes pecados mañana? ¿Todavía estarías sin pecado?». Entonces el marido dijo finalmente: «Bueno, entonces cariño, tendría pecados». Así que la mujer le contó a su marido el Evangelio de Verdad que se cumplió con el bautismo y la sangre de Jesús. El marido escuchó la explicación y fue redimido de sus pecados. Si no creemos que Jesús tomó nuestros pecados a través de Su bautismo, no podremos decir que estamos sin pecado, porque todos cometemos pecados todos los días.
Observar el Sabbath que Dios nos ha dado significa creer en la Verdad de la remisión de los pecados. El hecho de que Dios descansase el séptimo día implica que Dios nos ha dado la salvación perfecta. La remisión de los pecados no se recibe mediante las oraciones de penitencia diarias. ¿Acaso no ofrecimos oraciones de penitencia? ¿Acaso no ayunamos y oramos? ¿Alguno de nosotros fue encarcelado por oponerse a la adoración de Shinto? No, no hicimos nada de esto, pero creímos en la Palabra de Dios y así hemos recibido la remisión de los pecados. Como Dios mismo ha borrado nuestros pecados con el Evangelio del agua y el Espíritu, ahora estamos sin pecado por fe. Solo porque hemos encontrado el Evangelio perfecto, a través del cual Dios ha borrado todos nuestros pecados, estamos libres de pecado. Pero si creemos en un seudo-evangelio que no nos da testimonio de que Dios ha erradicado nuestros pecados, esta fe cambiará por mucho que creamos en Dios.
El capítulo 1 del Génesis explica el plan de Dios para nosotros, mientras que el capítulo 2 explica lo que Dios ha hecho para la salvación de la humanidad. Desde entonces, Dios da detalles de qué es Su Iglesia, cómo hizo Satanás caer al hombre, el plan de erradicación de los pecados, y de cómo creer en Dios. Así que, sin entender el capítulo 1 del Génesis, no podemos entender el resto del Libro. Pero si entendemos correctamente el capítulo 1, podemos entender el plan general de Dios y podemos entender y creer en los capítulos 2 y 3.
Los primeros 3 capítulos del Génesis pueden definirse como un esquema de toda la Biblia. El primer día de la Creación, Dios habló de la remisión de los pecados; el segundo día, sobre el conocimiento espiritual; el tercer día, sobre dar frutos de justicia a pesar de estar en la carne; el cuarto día sobre convertirnos en siervos de Dios; y el quinto día sobre vivir por la fe. El sexto día Dios creó a la humanidad a Su imagen y semejanza. El que Dios hiciera al hombre y a la mujer este día significa que estaba contento por haber creado Su Iglesia y haber completado la obra de salvación a través de Jesucristo. Y el séptimo día Dios descansó, porque había terminado todo según Su plan. Como Dios terminó de crear el universo y todo lo que hay en él, según Sus intenciones, nos dio paz. Por eso Dios nos dijo: «Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él» (Efesios 1, 4).
Si han aprendido esto, entonces han aprendido toda la Biblia. Esta Verdad no se puede aprender en los seminarios. La Palabra de Dios es algo que no puede entenderse si no se nace de nuevo. Por eso, incluso entre los profesores de Teología, no hay casi nadie que enseñe esta Verdad. Así que los que han nacido de nuevo, a través del Evangelio del agua y el Espíritu, no se sienten intimidados, ni por los grandes teólogos. Por mucho tiempo que hayan sido profesores de Teología, no saben nada. Cuando se les pide que abran la Biblia y hablen, no dicen nada útil.
Cuando la gente no recibe la remisión de los pecados a través de la Palabra de Verdad, intentan aprender la Palabra de Dios mediante la Teología. Pero la Biblia no puede aprenderse a través de esfuerzos teológicos. Aunque hay muchos libros cristianos, ninguno de ellos explica el Evangelio exactamente. Así que, aunque muchos expertos hayan estudiado mucho y escrito muchos libros, sus conclusiones no son más que enseñanzas humanísticas, que nos piden que vivamos con virtud, ofrezcamos oraciones de penitencia y recibamos el Espíritu Santo.
Por tanto es inevitable que el cristianismo de hoy en día empiece su declive. En Europa, el cristianismo ha prosperado durante cien años, pero empezó a decaer de repente. En el caso de Gran Bretaña, que ha sido uno de los países más cristianos del mundo, el porcentaje de personas que van a la iglesia hoy en día es inferior al 5% del total de la población. En los demás países cristianos ocurre algo similar, cuando hace un siglo toda la población creía en Jesucristo.
Lo mismo ocurre en Corea. Durante un tiempo, el número de cristianos se expandió como el fuego, pero ahora cada día hay menos. Esto ocurre porque los cristianos no conocen la Verdad. Si hubiesen creído en el Evangelio del agua y el Espíritu, el cristianismo no habría decaído de esta manera. Pero los cristianos de todo el mundo que se habían debilitado, están leyendo nuestros libros y descubriendo la Verdad asombrosa gracias al Evangelio del agua y el Espíritu, y así están restaurando su fe.
El libro del Génesis nos enseña el plan de salvación de Dios. Él no nos dio el Sabbath sin ningún motivo, sino que quiso decirnos la Verdad de la salvación que nos ha librado de todos los pecados a través del Evangelio del agua y el Espíritu. ¿Cuándo y dónde se olvidó esta Verdad de salvación que ha borrado nuestros pecados mediante el Evangelio del agua y el Espíritu? El verdadero Evangelio desapareció cuando las doctrinas y las enseñanzas humanas empezaron a ganar adeptos y terminaron por cubrir la verdad de la Palabra de Dios.
Por tanto, los que no han probado el descanso verdadero en Jesucristo por culpa de sus pecados, deben arrepentirse y creer en la Palabra de Dios lo antes posible. Sólo cuando creen en la Palabra de Dios, en vez de en sus pensamientos arrogantes y sus propios méritos, pueden encontrar el verdadero descanso en sus corazones y pueden descansar en sus vidas.
Al darnos el Sabbath, y al bendecirnos en este día, Dios ha permitido que todo el mundo conociese Su Palabra correctamente, alcanzase la verdadera salvación y observase el Sabbath. Debemos convertirnos en esta gente que observa el Sabbath con la fe verdadera.