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Tema 18: Génesis

[Capítulo 2-2] El día del Sabbath simboliza la bendición mediante la que Dios ha borrado todos nuestros pecados (Génesis 2, 1-3)

El día del Sabbath simboliza la bendición mediante la que Dios ha borrado todos nuestros pecados(Génesis 2, 1-3)
«Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación».
 
 
Dios creó el universo en seis días, así como todo lo que hay en él. Y el séptimo día, descansó porque ya había completado todas Sus obras de creación. Dios bendijo y santificó este día, el séptimo día. El pasaje de las Escrituras de hoy habla del séptimo día de la Creación. Después de terminar Sus obras, Dios descansó el séptimo día. Se dice que este día no se cuenta como día de creación, sino que se separó como día de Dios.
Dios nos creó los humanos a Su imagen y semejanza para poder adoptarnos como Sus propios hijos. El hecho de que Dios nos creará a Su imagen exacta, implica la salvación a través de Jesucristo. Dios cumplió la salvación al completarnos a los humanos en Jesucristo. El que Dios descansase el séptimo día significa que ya había terminado Sus obras de salvación. ¿Cómo completó Dios todas Sus obras de salvación?
Si pasamos al capítulo 3 del Génesis, vemos que Satanás tentó a Eva para que pecase. Sin embargo, podemos leer que Dios salvó a Adán y Eva cuando los revistió con túnicas de piel. Aunque Satanás, el ángel caído, hizo que el primer humano, Adán, cayese en el pecado, Dios nos salvó perfectamente en Cristo. Por esta razón Dios pudo descansar. Dios descansó porque nos dejó sin pecado. Si esto no hubiese sucedido, Dios no podría haber descansado. ¿Acaso no ha terminado Dios de borrar nuestros pecados? Por supuesto que sí. Dios ha cumplido Su obra sin ningún fallo. Dios nos ha permitido que los humanos sean tentados por Satanás. Y como consecuencia caímos en el pecado por culpa de Satanás. Pero aún así, Dios nos ha salvado a los que caímos en el pecado y nos ha convertido en Sus propios hijos.
Dios hizo el Sabbath el séptimo día. Hay muchos pasajes en la Biblia que mencionan el Sabbath. La Biblia nos dice que debemos descansar y no trabajar en el día del Sabbath, y que seremos bendecidos si lo observamos. También nos dice que quien no observe el Sabbath, morirá. La ley del Sabbath está incluida en los Diez Mandamientos. Por eso, el Pentateuco habla con frecuencia de la ley del Sabbath. Además, profetas como Isaías, Jeremías y Ezequiel, le dan gran importancia al Sabbath y reprenden a los israelitas por no observar este día. Por tanto, sabemos que Dios no solo instituyó el día del Sabbath, sino que también le otorgó un significado espiritual muy importante.
Somos la Creación de Dios. El pecado entró en la humanidad cuando Satanás lo inyectó en nuestros antepasados, Adán y Eva. Romanos 5, 12 dice: «Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron». Nos convertimos en pecadores sin quererlo, porque somos descendientes de los humanos caídos, Adán y Eva. Por tanto no pudimos evitar recibir el juicio de Dios. Pero Dios borró todos nuestros pecados por completo y les concedió el descanso a nuestras almas. Por eso, el Sabbath significa que Dios nos dio la remisión de los pecados. Los que no han recibido la remisión de los pecados no pueden disfrutar el día del Sabbath.
¿Cuál es la implicación espiritual del día del Sabbath? ¿Por qué descansó Dios el séptimo día y lo santificó? El séptimo es el día de Dios. Del primero al quinto día, Dios creó el universo y todo lo que hay en él. El sexto día, Dios creó a los seres humanos. En la Biblia, los números tienen un significado especial. El número 4 representa periodos de prueba, el 5 la gracia de Dios y el 6 representa al hombre. El número de la bestia es el 666, que es el número de los humanos, y nos demuestra que aparecerá un hombre que se creerá un dios (Apocalipsis 13, 18). Pero el número 7 es el número de Dios, quien nos bendice y santifica, y el séptimo día descansa después de acabar todas Sus obras en seis días.
Cuando Dios santificó el séptimo día y descansó, no estableció ningún día de la semana en concreto. La Biblia dice que Dios santificó a los humanos al librarlos de sus pecados. Y Dios bendijo a los humanos al hacerlos hijos Suyos. Dios nos revistió de Su gracia y nos dio el Reino eterno de los Cielos. Se nos habla del Sabbath para que sepamos lo siguiente: «Os he dado muchas bendiciones. Os he dejado sin pecado. Os he santificado. Os he dado el Reino eterno de los Cielos». Para decirnos esto, Dios dijo: «Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación» (Génesis 2, 3).
A pesar de todo esto, la gente todavía no considera que el Sabbath sea importante. Piensa que hay que designar un día de la semana como Sabbath y no trabajar ese día. El verdadero objetivo del Sabbath es revelar la salvación de Dios. La institución divina del Sabbath incluye las siguientes verdades: la remisión de los pecados por el Señor, las bendiciones celestiales de nuestro Señor, y la vida eterna y el Reino de los Cielos. Pero la gente solo considera importante el Sabbath temporal. Por eso la gente cae en el legalismo.
Poco después de que el cristianismo entrase en Corea, Japón invadió este país. Muchos cristianos fueron perseguidos y martirizados por no practicar el shintoismo, y los japoneses obligaron a los coreanos a creer en esta religión. Los líderes de la Iglesia en Corea dieron sus vidas para mantener el Sabbath. Ellos llamaban domingo a su Sabbath, y fueron encarcelados y martirizados por observar esta festividad.
Sin embargo, sus muertes fueron en vano y no tuvieron nada que ver con la voluntad de Dios, que les podría haber dado la verdadera salvación. Esto ocurrió porque los líderes cristianos de aquel entonces eran ignorantes espiritualmente. No sabían que Dios nos ha santificado a todos, y que nos ha dado el Reino de Dios y el descanso eterno. Como no conocían esta verdad espiritual y creían, desde un punto de vista legalista, que serían bendecidos si observaban el Sabbath, pusieron sus corazones y sus almas en el día sagrado del Sabbath, y no trabajaron ese día de la semana. Sin embargo, sus esfuerzos no tuvieron nada que ver con la bendición de la remisión de los pecados que Dios quiso concedernos.
Por supuesto que no estoy diciendo que debemos ignorar el domingo, el día del Señor. Es correcto descansar un día de la semana y adorar a Dios ese día. Pero no estamos condenados por no observar este día. A los que de verdad creen en la Verdad no les importa ir a trabajar después de adorar. Por supuesto que no trabajan en Sabbath porque quieran, sino porque en situaciones fuera de su control, no están obligados a observar este día.
El día del Sabbath original que aparece en el Antiguo Testamento empezaba el viernes al anochecer y acababa el sábado al anochecer, según el calendario actual. En ese día, la gente no podía hacer ningún tipo de trabajo, comprar o vender, ni siquiera cocinar. Los cristianos también observaban el Día del Señor de la misma manera. Hace mucho tiempo, los cristianos de Corea intentaban observar el Sabbath de esa manera en sus vidas. Por eso muchos fueron martirizados. Durante la guerra Coreana (1950-1953), el ejército comunista reunía a los prisioneros civiles para que limpiasen las calles el domingo. Hubo un diácono que se resistió. «¿Por qué diantre habéis elegido el domingo para limpiar las calles? Yo no me hubiera quejado si hubiera sido cualquier otro día, pero no acepto que sea el domingo». Este diácono se resistió y fue ejecutado en un pelotón de fusilamiento. Los cristianos lo consideran un gran mártir, incluso hoy en día.
Este tipo de personas cree que comete un gran pecado o que no recibirá las bendiciones o la remisión de los pecados si no observa el Sabbath. Está sujeta a un día de la semana porque todavía no ha recibido la remisión de los pecados. Sin embargo, observar el día del Sabbath no tiene nada que ver con un día determinado de la semana. La esencia del estatuto del Sabbath es que recordemos al Señor Dios y le demos gracias por la remisión de los pecados, las bendiciones y la vida eterna.
¿Es esencial observar el Sabbath en su sentido temporal? Ahora mismo, tanto los judíos como los Adventistas del Séptimo Día y los grupos similares observan el Sabbath desde el anochecer del viernes hasta el anochecer del sábado, según el concepto del Antiguo Testamento. Sin embargo, muchas denominaciones cristianas observan el domingo como Día del Señor y lo consideran su Sabbath. Pero, ¿es posible observar el Sabbath completamente? Si fuésemos en avión desde Corea a los Estados Unidos, tendríamos que ir al culto del domingo dos veces por la diferencia horaria. Por otro lado, si tomásemos un vuelo de los Estados Unidos a Corea, es posible que nos perdiésemos un domingo entero por la diferencia horaria. Les estoy contando estos ejemplos para recordarles que no es importante qué día de la semana sea el Sabbath. Debemos creer en la Palabra del Sabbath y saber que Dios nos dio el descanso verdadero y eterno junto con la bendición de convertirnos en hijos Suyos. Dios descansó y santificó el séptimo día con la intención de que tuviésemos el descanso que Dios nos ha dado.
Dios no quiso que nos obcecásemos con la ley del Sabbath. A través de esta ley, Dios no ordenó que observásemos esta Verdad espiritual. Pero la gente es ignorante espiritualmente y dedica sus vidas a las obras. Así, los fariseos ponían el grito en el cielo cuando Jesús curaba a los enfermos en Sabbath, y por eso querían matarlo. Sin embargo, nuestro Señor, como Señor del Sabbath, nos ha dado el descanso a los que creemos en Él y nos ha dicho: «Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar» (Mateo 11, 28). Hemos podido descansar gracias a Jesucristo.
Hebreos 4, 3 declara: «Pero los que hemos creído entramos en el reposo». Pero mucha gente sigue sin poder descansar. Los que todavía intentan observar la ley del Sabbath en un sentido literal, no han nacido de nuevo. Esta gente no puede disfrutar del descanso que nuestro Señor ha completado y nos ha dado.
En Corintios 3, 6 se declara: «El cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica». La letra representa la Ley. La Ley solo nos mata, mientras que el Espíritu, que es Dios, nos da vida. Creen en el sentido literal es morir. Conocer la voluntad de Dios que está implícita en esas letras nos da vida. Creer en la Ley literalmente nos mata. Por tanto debemos creer en el significado que se esconde detrás de esas letras.
¿Qué beneficio se puede encontrar en discutir sobre qué día de la semana es el verdadero Sabbath? ¿Qué importa qué día sea? Solo tenemos que observar un día de la semana como Sabbath. La Palabra de Dios dice que Dios descansó el séptimo día. Por eso no podemos tomarla en el sentido literal. Los que creen literalmente insisten en que debemos guardar el día del Sabbath en sábado. También insisten que debemos descubrir la verdadera fecha de nacimiento de Jesús y hacer que sea nuestra Navidad, ya que la fecha de la Navidad actual era el día de adoración al dios sol. Sin embargo, ¿qué diferencia hay si descubrimos cuándo nació Jesús y celebramos la Navidad ese día? Es suficiente con que dediquemos un día al año para celebrar el nacimiento de Jesús y agradecerle por la salvación que completó por nosotros.
Todas las obras de Dios, desde el primero al séptimo día, son importantes. El plan de salvación de Dios está en todas ellas. Por eso podemos llamar a estas obras «el plan maestro de Dios». Todo lo que sigue revela todos los secretos de Su plan. Este plan maestro se completó cuando Dios designó el séptimo día como el día del Sabbath. Dios nos está enseñando este plan de salvación cuando ya lo ha terminado de diseñar.
Hay muchos significados ocultos en la institución del día del Sabbath. En primer lugar, el hecho de que Dios nos haya dado el descanso, indica que Dios ha borrado todos los pecados de nuestros corazones y nos ha dado el Reino de Dios. Aunque Sus criaturas cometían pecados, Dios les dio el descanso al borrar todos sus pecados a través de Jesús. Asimismo, en el Sabbath, Dios nos aceptó como Su pueblo y nos bendijo como hijos Suyos. La bendición de hacernos justos y puros y de santificarnos está incluida en el motivo detrás de la institución del Sabbath.
Sin embargo, a la gente solo le interesaban las cuestiones relacionadas con el día de la celebración del Sabbath y las normas para celebrarlo. En realidad, todos estos asuntos no tienen importancia para Dios, porque esa no fue Su intención al instaurarlo. Los creyentes que vivieron durante los primeros años del cristianismo en Corea no compraban ni vendían el domingo. Discutían sobre si dar la luz o no el domingo. Si encendían la luz eléctrica, algunos decían que eso haría que los trabajadores de la planta eléctrica trabajasen en Sabbath, como si ellos fueran los únicos habitantes. Debemos darnos cuenta de que son esclavos de la letra. No podrían imaginar cuántas normas hay para observar el Sabbath. Incluso hoy en día, muchos cristianos no entienden por qué Dios descansó, santificó y bendijo el séptimo día. Van al infierno porque creen que son santificados y bendecidos por cumplir el Sabbath literalmente.
Nuestros antepasados cristianos observaron el domingo como día espiritual del Sabbath. Conozco a un pastor mayor que se levantaba en mitad de la noche para caminar muchos kilómetros y predicar para no tener que coger un autobús. Como tenía que ir a la iglesia para escuchar el sermón y compartir el domingo, mientras observaba el Sabbath, tenía que caminar. Entonces solíamos pensar que un pastor tenía una fe madura si observaba el día del Sabbath.
Yo, como presbiteriano, intenté observar el Sabbath durante 10 años. Para poder santificar el Día del Señor, hay que hacer una vigilia del sábado a media noche hasta el domingo a media noche. No se puede ni jugar ni ver la televisión. Pero a veces mis circunstancias no me permitían observar el día del Sabbath. A veces encendía la televisión porque estaba acostumbrado a hacerlo, y otras veces hacía algún tipo de ejercicio. Por tanto era imposible observar el día del Sabbath en el sentido literal.
Creer sin conocer la Palabra es como vivir en un infierno. El infierno no está lejos. Los domingos solo debemos ir al culto y después comer y no hacer nada más. Pero ¿es esto posible? Yo viví en agonía porque no tenía nada más que hacer los domingos. Solía ir a pescar a una roca en el mar, cerca de donde oraba, y cogía peces tan grandes como mi brazo. La sensación era indescriptible. Pero entonces me sentía mal porque estaba pescando en domingo, cuando tenía que estar observando el Sabbath. Así que toda la emoción se iba y me preocupaba por lo que mis hermanos de la iglesia pensarían si se enterasen de que su pastor estaba pescando mientras ellos no podían hacer nada.
Cuando no sabemos lo que Dios ha hecho, sufrimos mucho. Los adventistas del Séptimo Día, consideran el Sabbath lo más importante de sus creencias. Por eso, cuando salen a la calle a evangelizar, siempre citan Jeremías 17, 27: «Pero si no me oyereis para santificar el día de reposo, y para no traer carga ni meterla por las puertas de Jerusalén en día de reposo, yo haré descender fuego en sus puertas, y consumirá los palacios de Jerusalén, y no se apagará».
¿De verdad podemos observar el Sabbath? Lo que de verdad debemos tener son corazones que crean en Dios, quien nos dio la salvación al borrar todos nuestros pecados. Debemos observar esta Verdad de salvación en nuestros corazones. Lo importante no es observar un día determinado. Dios nos hizo santos a todos. Dios nos ha enviado a Dios a este mundo y nos ha hecho justos al nacer de nuevo a través del Evangelio del agua y el Espíritu. Debemos confiar y mantener la bendición de que Dios nos ha adoptado como hijos Suyos.
En primer lugar, Dios nos dio la vida eternal. En segundo lugar, Dios nos adoptó como hijos Suyos al darnos la remisión de los pecados a través del Evangelio del agua y el Espíritu. Y por último, Dios nos hizo justos. Estas tres bendiciones vienen de Dios y no se consiguen por medios humanos.
¿Puede un ser humano conceder la remisión de los pecados a otro humano? No, ni siquiera puede librarse a sí mismo mediante sus esfuerzos. Nosotros obtuvimos la remisión de los pecados, que resultó en el disfrute de la nueva vida, pero no fue gracias a la acción humana. Podemos disfrutar de una vida nueva solo si Dios nos la da. Del mismo modo, podemos convertirnos en justos solo si Dios nos santifica. Podemos convertirnos en hijos de Dios solo si Dios nos adopta como Sus hijos. Nadie puede ser santo y estar bendecido por sus propios medios. Para enseñarnos que estas bendiciones son de Dios, descansó el séptimo día. Dios nos ha bendecido con la santificación al terminar Sus obras al tercer día.
La fe presbiteriana conservadora dice que no debemos hacer ningún tipo de trabajo los domingos. Si un presbiteriano sale a la calle para divertirse después del culto de los domingos, los demás lo considerarán una persona destinada al infierno. Según el legalismo, si se actúa de esta manera, se está espiritualmente corrupto.
Sin embargo, nosotros no somos así. Debemos creer en la Biblia en espíritu. Deben conocer toda la Biblia para interpretar cualquier versículo. Por ejemplo, echemos un vistazo a los siguientes versículos: «En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas» (Génesis 1, 1-2). Los nacidos de nuevo interpretamos estos versículos como el estado del corazón de una persona que está confusa y vacía porque no puede recibir la remisión de los pecados. Pero los que no han nacido de nuevo piensan que esta interpretación es dudosa.
La Biblia es un Libro sobre la salvación de la humanidad. La Biblia habla sobre lo que Dios ha hecho y lo que hará en el futuro. Por eso la gente debe saber cómo nos ha tratado Dios. El sexto día de la creación, Dios creó el ganado y lo que se arrastra por el suelo, y finalmente al hombre a Su imagen. Todo lo que Dios quiso crear fue completado el sexto día. Pero Satanás trajo el pecado a la humanidad. El séptimo día Dios ya había borrado ese pecado y pudo descansar después de hacer todas estas obras.
La palabra Sabbath significa descansar en paz. Aunque Dios creó al hombre a Su imagen, Satanás inyectó el pecado en la humanidad. Si siguiésemos teniendo pecados, Dios no podría descansar en paz. ¿Por qué? Porque Dios nos creó, y por tanto no podría descansar si fuésemos imperfectos. Así que Dios descansó después de borrar todos nuestros pecados. Para poder hacerlo, Dios envió a Jesucristo al mundo para eliminar los pecados. Dios eliminó todos nuestros pecados y no dejó ni rastro de ellos. Dios ha eliminado nuestros pecados y ahora está descansando. Todo lo que tenemos que hacer ahora es creer en el Evangelio de la salvación. Y debemos difundir esta Verdad por todo el mundo.
Mis queridos hermanos, debemos conocer el verdadero significado del día del Sabbath. Dios nos ha hecho descansar y nos ha dado Su gracia y Sus bendiciones. Pero los que no han nacido de nuevo, no entienden el significado del Sabbath. La mayoría de los cristianos están sujetos a la ley del Sabbath. Debemos compartir la noticia de que Dios nos ha dado el verdadero descanso. Asimismo debemos proteger el descanso de Dios para que Satanás no nos lo quite. Obtenemos el verdadero descanso cuando lo protegemos, estamos agradecidos por él, y alabamos a Dios por la gracia que nos ha concedido.