Search

Bài giảng

Tema 20: La Oración del Señor

[Capítulo 20-8] El Reino del Milenio Espera a los Justos (Mateo 6:10)

El Reino del Milenio Espera a los Justos(Mateo 6:10)
“Venga tu reino.
Hágase tu voluntad,
Como en el cielo, así también en la tierra.”
 
 
Me gustaría extender mis felicitaciones a aquellos de ustedes que han resuelto el problema del pecado en sus corazones creyendo en el evangelio del agua y el Espíritu. Para aquellos que han recibido la remisión del pecado, grandes bendiciones les espera. A todos ustedes que recientemente recibieron la remisión del pecado pueden haber aparecido sus edades en la carne, pero su edad espiritual no es mucho mayor de un recién nacido. Sus cuerpos en la carne probablemente han crecido elevándose en el mundo por más de diez años, pero recuerden que su edad espiritual no es ni siquiera unos cuántos días mayor debido a que son recién nacidos en el espíritu.
Por lo tanto existen muchas cosas que ustedes no saben inmediatamente después de haber nacido de nuevo. Aunque ustedes creen que han llegado a estar sin ningún pecado creyendo en el evangelio del agua y el Espíritu, ustedes son como pequeños niños espirituales. Existen muchas cosas que ustedes todavía no han visto así como cosas que ustedes no entienden. Por lo tanto, aquellos que les enseñarán el nuevo mundo espiritual son sus hermanos y hermanas espirituales mayores. Por lo tanto, necesitamos la Iglesia y a los santos nacidos de nuevo y a los siervos de Dios dentro de la Iglesia. Les exhorto a que recuerden esto.
Me imagino que existen aquellos de ustedes que les gustaría dar sus testimonios de salvación pero esta noche no tuvieron la oportunidad de hacerlo. Aquellos de ustedes a los cuales les gustaría contar sus testimonios de la sorprendente gracia que han recibo aquí deben hacer eso en sus respectivas Iglesias. Yo sé que muchos de ustedes están muy contentos por haber recibido la remisión del pecado y les gustaría compartir sus testimonios con nosotros, pero tenemos restricciones de tiempo que no nos permiten escuchar cada una de esas historias. Así, ustedes deben dar sus testimonios en sus respectivas Iglesias. Mientras ustedes dan sus testimonios de salvación, su fe se fortalecerá y llegarán a dar gracia delante de Dios.
Mucho tiempo ha pasado mientras estábamos escuchando los testimonies de los recién nacidos, así que haré lo mejor que pueda para que mi sermón sea corto. Desde luego, no puedo garantizar nada. Esta noche es la última de este Campamento de Entrenamiento de Discipulado. Después del servicio de esta noche regresaremos a nuestros cuartos comeremos algunos aperitivos e iremos a dormir. Mañana en la mañana, tendremos un servicio de comunión y, entonces, regresaremos a casa. Todos regresaremos a nuestras Iglesias respectivas y continuaremos sirviendo a nuestro Señor como los soldados de Cristo.
Por lo tanto, esta noche me gustaría compartir con ustedes lo que significa que el Reino de Dios se realice sobre la tierra como se realiza en el Cielo por medio de la Palabra de Mateo capítulo 6, versículo 10, el cual dice, “Venga tu reino. Hágase tu voluntad, Como en el cielo, así también en la tierra.” Yo he compartido con ustedes la Palabra de la Oración del Señor durante este Campamento de Entrenamiento de Discipulado. Me gustaría recibir mis sermones sobre la Oración del Señor con el Pasaje de la Escritura de esta noche.
El pasaje de la Escritura de hoy dice que el Reino de Dios debe realizarse aquí en este mundo como en el Cielo. Nuestro Señor nos ha enseñado a orar, “Venga tu reino. Hágase tu voluntad, Como en el cielo, así también en la tierra.” El Reino de Dios claramente contiene a los soldados de Dios así como al gobierno de Dios. Decir que tal Reino de Dios se realizará aquí en la tierra implica que el reino de Dios será realizado en el Reino del Milenio.
Nuestro Señor ha establecido el sistema para el año del Jubileo cada 50 años. En ese año, los Israelitas proclamaban libertad por toda la tierra a todos sus habitantes. Cada uno de ellos tenía que regresar toda la tierra a sus propietarios originarios. En este año del Jubileo, ellos no tenían ni que plantar ni que cosechar lo que creció por sí mismo ni reunir uvas de su viñedo desatendido. El Señor Dios también nos dijo que tuviéramos un descanso completo en cada día séptimo, esto es, El Día del Shabat. Estas son las sombras del Reino del Milenio que viene.
 
 

El Reino del Milenio se Acercara para los Justos

 
Lo que me gustaría compartir con ustedes hoy es que el Reino del Milenio será construido en este mundo. Dios construirá el Reino del Milenio en este mundo.
“¿Realmente nuestro Señor construirá el Reino de Dios en esta tierra? Este mundo ha llegado a ser un lugar tan desolado por la destrucción de la naturaleza por debajo, por arriba, y arriba del piso así como el aire todo ha llegado a estar desolado. ¿Cómo, entonces podrá el Reino de Dios descender sobre este mundo?” Aún los Cristianos tienen muchas preguntas acerca de estos asuntos. Por lo tanto, se imaginan “Acaso Dios no construirá otro planeta en algún lugar y hará algo con eso?”
Sin embargo, en el pasaje de la Escritura de hoy, nuestro Señor claramente dijo, “Venga tu reino. Hágase tu voluntad, Como en el cielo, así también en la tierra.” Nuestro Señor cumplirá toda Su Palabra de promesa de que Él construirá Su reino en este mundo, viviendo justamente con los justos como reyes durante mil años y recompensando a los justos por todas las tribulaciones que han sufrido en este mundo. “Ustedes gobernarán como reyes en este mundo juntamente Conmigo.” Él lo prometió así y lo cumplirá.
“¿Esto es verdaderamente posible?” Frecuentemente llegamos a sentir de esta manera ya que no podemos comprenderlo con nuestro intelecto humano.
Algunos científicos dicen que la edad de la Tierra es de aproximadamente 5 billones de años. De acuerdo a la Biblia, de Adán a Noé, de Noé a Abraham, y luego hasta los tiempos de Malaquías, la historia de los humanos en el Antiguo Testamento es de aproximadamente cuatro mil años. Si estimamos los tiempos del Nuevo Testamento aproximadamente seis mil años. La gente cuestiona la validez de la historia bíblica ya que su cuadro de tiempo no coincide con la teoría de aproximadamente de 5 Billones de años de la Tierra. Sin embargo, la Biblia nunca se equivoca.
Dios creó el universo y todo lo que hay en él del primero al sexto día. El concepto de un día en este pasaje bíblico no se refiere al entendimiento común de un día como nosotros lo tenemos ahora, sino que más bien estos días se consideran en el concepto del tiempo de Dios. Por lo tanto, la discordia entre los descubrimientos científicos acerca de la edad de la Tierra y la cuenta bíblica no están estrictamente en contraste. La Biblia es la infalible Palabra de Dios.
Entonces, no podemos negar el hecho de que el Reino de Dios descenderá sobre esta tierra. Por lo tanto, no podemos evitar tener curiosidad con respecto a cada cosa que va a ocurrir. “Yo sé que el Reino de Dios está arriba en el Cielo. Lo que yo no entiendo es ¿Cómo el Reino de Dios se va a realizar en este mundo?” Puede ser absurdo desde nuestra perspectiva pero nuestro Señor es capaz de hacer cualquier cosa.
Hace decenas de millones de años, los dinosaurios y los grandes animales caminaban sobre esta tierra. Sin embargo, en estos días sólo podemos ser capaces de verlos en la forma de fósiles. No han sobrevivido a estos días. Aunque la teoría de la evolución mantiene que solo los fuertes sobreviven, sólo los débiles animales y nosotros los humanos hemos sobrevivido en la actualidad. Desde luego, no podemos negar el hecho de que los dinosaurios existieron alguna vez en este mundo. El tiempo de los dinosaurios pasó y un mundo nuevo amaneció sobre nosotros. Ese mundo nuevo duró hasta la inundación de Noé, y entonces fue cubierto de nuevo por inundación de agua. El mundo que resultó de esa inundación es lo que tenemos ahora.
Dios creó el universo y todo lo que hay en él. Si tal Señor Creador viniera a este mundo una vez, Él sería capaz de hacer todas las cosas nuevas con Su poder todopoderoso. En este mundo el cual nuestro Señor hará de nuevo, el Reino de Cristo será hecho. La realización de un reino gobernado por Dios Mismo es posible ya que nuestro Señor es el mismo Creador de este universo y todo lo que hay en él.
El Reino del Milenio gobernado por Dios se llevará a cabo en este mundo sólo una vez exactamente por mil años. Después de eso, Dios lo juzgará una vez más, enviando aquellos que merecen entrar en el eterno Reino del Cielo y juzgando aquellos que merecen tal destino. Todo esto ha sido testificado muchas veces, en ambos, en el Antiguo y Nuevo Testamento.
 
 

Entonces, ¿Es Posible que el Reino de Dios sea Realizado en este Mundo?

 
Veamos la Palabra de Dios de Isaías capítulo 35. Si vemos la Palabra de Isaías capítulo 35 versículos 1 y 2, dice que la tierra pasará por una transformación:
“Se alegrarán el desierto y la soledad;
el yermo se gozará y florecerá como la rosa.
Florecerá profusamente, y también se alegrará
y cantará con júbilo;
la gloria del Líbano le será dada,
la hermosura del Carmelo y de Sarón.
Ellos verán la gloria de Jehová,
la hermosura del Dios nuestro.”
Previamente nuestro Dios realmente borró los pecados de nuestras almas por el agua y el Espíritu y nos adoptó para ser Sus propios hijos. También, esto es exactamente lo que estamos experimentando ahora, así como también lo que ya hemos visto. No sólo eso, sino que también nuestro Señor nos ha prometido una renovación de la realidad material en este mundo. Él hará realidad Su promesa en el futuro que viene.
La Biblia dice, “Se alegrarán el desierto y la soledad; el yermo se gozará y florecerá como la rosa” (Isaías 35:1). La gloria del Líbano y la hermosura de Sarón serán restauradas en los campos. Esta tierra verá tal gloria y honor una vez más. Aunque la tierra, el agua y el aire de este mundo están toda contaminada por materiales radioactivos, materiales químicos, y toda clase de desperdicios y suciedad, todas las cosas serán hechas nuevas por el Señor todopoderoso. Si nuestro Señor todopoderoso viene a este mundo y dice, “¡Todas las cosas, sean hechas nuevas!” todas las cosas ciertamente llegaran a ser nuevas.
Por lo tanto, se dice que “veremos la gloria del Señor.” Aún desde el Antiguo Testamento, se nos promete que nuestro Señor creará el Reino de Dios en este mundo como ya esta creado en el Cielo. Cuando esto se haga realidad, lo veremos con nuestros propios ojos. Cuando nuestro Señor haya convertido este mundo en el Reino de Dios en la forma del Reino del Milenio, veremos lo que nuestro Señor hace a este mundo y a nosotros los débiles humanos.
Isaías 35:3-4 afirma,
“Fortaleced las manos cansadas,
afirmad las rodillas endebles.
Decid a los de corazón apocado:
Esforzaos, no temáis;
he aquí que vuestro Dios viene con retribución,
con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará.”
Es durante el Reino del Milenio que el Señor hará este mundo nuevo y construirá el reino de Dios en este mundo. Nuestro Señor quien nos limpiado a nosotros los creyentes en el evangelio del agua y el Espíritu, cambiará nuestros cuerpos de la carne en hijos de Dios al hacer que participemos en la primera resurrección. Así, Él nos amonesta con la Palabra, diciendo, “Fortaleced las manos cansadas,
afirmad las rodillas endebles.
Decid a los de corazón apocado:
Esforzaos, no temáis;
he aquí que vuestro Dios viene con retribución,
con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará.”
El decir que nuestro Mismo Señor vendrá a este mundo y restaurará las cosas significa que Él hará todo nuevo. También, se dice que Él mostrará Su venganza. Esto significa que Nuestro Señor se vengará contra aquellos que hayan torturado a los justos.
En el capítulo 13 del Libro del Apocalipsis, el Anticristo aparece y martiriza a los justos. El Anticristo nos torturará a nosotros los justos hasta el final hasta que eventualmente muramos. Aún así, pronto nuestro Mismo Señor vendrá a este mundo con Sus ángeles y juzgará al Anticristo y a sus seguidores quienes nos han torturado. Él nos hará perfectos a nosotros quienes hemos nacido de nuevo por el agua y el Espíritu y nos arrebatará en el aire. Entonces, nuestro Mismo Señor se venga por nosotros juzgándolos a ellos.
Aunque algunos de los propios hijos de Dios serán martirizados en los últimos días, no todos ellos serán martirizados. Mientras que algunos de nosotros nos martirizan, el resto permanecerá con vida hasta que se encuentren con el Señor que viene. Ya sea que seamos martirizados o no, si verdaderamente somos completos hijos de Dios nacidos del agua y el Espíritu, y si tenemos al Espíritu Santo en nosotros, Nuestro Señor nos cambiará para resucitarnos y seremos llevados al Cielo.
Sólo aquellos que han recibido la remisión del pecado al creer en el evangelio del agua y el Espíritu recibirán la resurrección y serán llevados al cielo. Por lo tanto, todo aquel que haya recibido la remisión del pecado por creer en el evangelio del agua y el Espíritu juntamente irá al Reino de Dios. Cada persona justa llegará a vivir con el Señor durante mil años en el Reino del Milenio. Sin embargo, Él no deja como están nuestros cuerpos débiles de la carne que actualmente poseemos. Nuestro Señor cambiará nuestros cuerpos imperfectos en perfectos para que podamos vivir con Él por toda la eternidad.
Isaías 35:5-6 habla acerca de cómo cambiarán los cuerpos de los creyentes del evangelio del agua y el Espíritu, y en cuales cuerpos alabarán a Dios cuando el Reino de Dios sea construido sobre esta tierra:
“Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos,
y los oídos de los sordos se abrirán.
Entonces el cojo saltará como un ciervo,
y cantará la lengua del mudo;
porque aguas serán cavadas en el desierto,
y torrentes en la soledad.”
Es correcto. Los cuerpos de la carne de aquellos que estaban ciegos, sordos y paralíticos en este mundo serán cambiados en perfección. Aquellos que cojeaban correrán como los venados. Los mudos cantarán con sus lenguas. Manantiales brotarán en el desierto y arroyos fluirán en el desierto. Nada en este mundo puede ser comparado a la belleza que todavía está por venir.
El Reino del Milenio que Nuestro Dios nos dará es realmente un buen lugar. Un gran lugar de campo con un gran ambiente así como también un escenario natural precioso es como es el Reino del Milenio. Las Cataratas del Niágara, que se jactan en su grandeza, no se comparan al Reino del Milenio. La Vía Láctea la cual se jacta con sus brillantes luces, no se compara con el Reino del Milenio. La Aurora Boreal la cual solo puede ser vista desde el Polo Norte no se compara al Reino del Milenio. Este Reino del Milenio ciertamente es un paraíso en y por sí mismo. Aún en este mundo si construimos una cafetería en el Polo Norte donde aparecen las auroras y compartimos una taza de café con nuestro amante viéndonos el uno al otro, no habrá una cafetería más maravillosa en este mundo. Entonces, el lugar en donde podremos disfrutar todas las bellezas de la naturaleza sin ningún peligro o daño deben ser un lugar de éxtasis, lleno de experiencias que están fuera de este mundo. ¿Podrá existir una cafetería más hermosa que esta?
¡Un lugar en donde los arroyos de agua están en todos lados, un arroyo que fluye en pastos verdes, toda clase de flores hermosas en los caminos, y toda la maldad desaparece y solo nuestros seres queridos están con nosotros para servir a Jesucristo! La Biblia continúa con un cántico,
“Y habrá allí calzada y camino,
y será llamado Camino de Santidad;
no pasará inmundo por él,
sino que él mismo estará con ellos;
el que anduviere en este camino, por torpe que sea,
no se extraviará.” (Isaías 35:8).
Eso es el Reino del Milenio. El Reino del Milenio es un lugar donde comemos y bebemos mientras que todo el tiempo alabamos a Dios, en donde disfrutamos nuestra libertad a su máxima expresión sin ninguna necesidad, y donde sólo existen el gozo y la felicidad y la satisfacción. No existe otro lugar que sea más hermoso que el Reino del Milenio. Nuestro Señor dijo que ciertamente Él construirá tal Reino de Dios en este mundo.
La Oración del Señor está afirmando que aquellos que han recibido la remisión del pecado deberán vivir piadosamente en el Reino del Milenio. La frase, “Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra,” está afirmando que el paraíso sobre la tierra será dado a los nacidos de nuevo. Cómo tal Nuestro Señor definitivamente ha prometido que nos lo dará a nosotros.
Cuando recientemente yo nací de Nuevo, yo no me di cuenta realmente del hecho de que nuestro Señor construirá Su Reino sobre esta tierra. Aún así, nuestro Señor dio tal inspiración y tal realización a mi corazón, lo cual produjo mucho amor por el Reino de Dios. Cuando yo leí la Palabra con su valor literal, pensé que sería así porque se me dijo que el Reino de Dios vendría. Entonces, llegue a creer realmente en mi corazón que el Reino de Dios realmente descendería sobre mí, que Cristo nos liberó por el agua y por la sangre para darnos a nosotros todo, y que es por eso que Jesús recibió Su bautismo y dio el pago del precio de la vida. Dios me permitió tener tal corazón dentro de mí.
Debido a que nuestro Señor nos amó de tal manera, Él vino a este mundo y sacrificó Su vida para liberarnos. No hay nada difícil para que nuestro Señor construya el Reino de Dios en este mundo para darlo a Sus amados, cuando Él Mismo ya se ha sacrificado hasta el punto de ofrecer Su propia vida para liberarnos. Es imposible que nosotros hagamos que ese reino descienda sobre este mundo, pero no es ningún problema para nuestro Señor. Nuestro Señor no se arrepiente de dar tal reino a Sus amados. Por lo tanto, estamos agradecidos con nuestro Señor.
Cuando yo estoy a punto de compartir una comida con mi amada familia o con los otros justos mientras que observamos un escenario natural hermoso, pienso que ese paraíso sobre la tierra no se compara con lo que vendrá. Que nuestros corazones se acercan al compartir un par de chistes. Pienso que esto es sólo una pequeña parte del Reino de Dios y solamente el paraíso terrenal. Y yo realmente creo esto. El Reino de Dios ciertamente se realizará en este mundo debido a que nuestro Señor ha prometido que Él construirá el Reino de Cristo sobre esta tierra y que Él cierta y definitivamente guardará Su promesa. Por lo tanto, yo estoy muy agradecido con nuestro Señor y lo alabo a Él por toda Su gracia.
 
 

Toda la Naturaleza Cambiará Cuando el Reino de Dios sea Establecido Sobre esta Tierra

    
El día en que el Reino de Dios se realice en este mundo, toda la naturaleza cambiará. Así como esta dicho, “El lugar seco se convertirá en estanque,
y el sequedal en manaderos de aguas;
en la morada de chacales, en su guarida,
será lugar de cañas y juncos.” (Isaías 35:7)
Cuando el Reino de Dios vaya a descender sobre este mundo, nuestro Señor también hará todas las cosas nuevas. En ese tiempo, toda la naturaleza cambiará.
Queridos compañeros creyentes, la maldad y los animales inmundos así como las bestias que causan daños a los humanos en este mundo no se hallaran por ningún lado en el Reino de Dios. Si este mundo solamente tuviera gente pura y no tuviera gente malvada ni bacterias dañinas, y si estuviera lleno con verdadera pureza y libertad y perfección, entonces este mundo sería un Cielo en miniatura.
En esta tierra, muchos de nuestros recursos están siendo consumidos para acumular armamentos masivos. En el caso de nuestro país Corea del Sur, un gran pedazo del PIB Nacional se está gastando en el área militar. Si nuestro país pudiera cambiar todo su gasto militar de compra de armas a fundar el bienestar de sus ciudadanos, nuestro país llegaría hacer un pequeño paraíso sobre la tierra. Y no tendríamos que trabajar tan duro para vivir bien. Sin embargo, la realidad demanda que gastemos una gran cantidad de dinero en el presupuesto de defensa nacional. Mucho de esto se va en el reemplazo de armas convencionales y desactualizadas con las nuevas armas de alta tecnología. Por otro lado, el mundo está siendo contaminado rápidamente junto con el desarrollo económico competitivo. La tierra ya no es más un lugar en donde amemos vivir. Es por eso que Dios cambiará la totalidad de la naturaleza en el día que Él venga a este mundo. Él restaurará la naturaleza ya que el estado actual de la misma es doloroso.
Cuando este mundo esté siendo cambiado por el poder de Dios, los justos que creen en el evangelio del agua y el Espíritu vivirán una vida diferente de la de los pecadores. Isaías 35:8-9 habla acerca de esto.
“Y habrá allí calzada y camino,
y será llamado Camino de Santidad;
no pasará inmundo por él,
sino que él mismo estará con ellos;
el que anduviere en este camino, por torpe que sea,
no se extraviará. No habrá allí león,
ni fiera subirá por él, ni allí se hallará,
para que caminen los redimidos.”
Y esta palabra también está grabada en el Libro del Apocalipsis.
¿Qué constituye vivir una vida diferente? Dios construirá Su reino sobre este mundo y pondrá un camino ahí. En muchas maneras, podremos pensar desde nuestra perspectiva humana que no es una gran cosa construir un camino. Estaríamos equivocados al pensar que el Reino del Milenio no es la gran cosa ya que los súper caminos no son nada nuevo para nosotros ya que ahora tenemos carreteras con cuatro, ocho, doce carriles. El camino en el Reino del Milenio será construido específicamente para los justos, y sólo los justos tendrán permiso de usarlo. Ya que ese camino es santo, aquellos que son impuros no serán capaces de caminar sobre él. Será exclusivamente para la gente santa que ha sido redimida. El Señor claramente dijo, “no pasará inmundo por él.” Nosotros los justos quienes hemos nacido de nuevo vivimos una vida diferente bajo el amor y el cuidado de nuestro Dios.
Tenemos muchas preguntas acerca del reino de mil años que será encima de este mundo. Una de las grandes preguntas que tenemos es si van a vivir otras personas aparte de nosotros en ese Reino del Milenio. Usted puede tener curiosidad acerca de si solo los justos nacidos de nuevo por el agua y el Espíritu van a vivir en el reino del Milenio o si los pecadores también estarán entre nosotros. Se debe a nuestra curiosidad por lo que el Señor nos está diciendo esto. Esto es, esta Palabra también responde si solo nosotros vamos los únicos moradores cuando Dios construya Su Reino sobre esta tierra.
Escrito está, “Y habrá allí calzada y camino,
y será llamado Camino de Santidad;
no pasará inmundo por él.”
Los nacidos de Nuevo serán aquellos los que participaran en la primer resurrección. Ellos han sido cambiados en cuerpos santos y perfectos, no como los pecadores. Así, por medio de la Palabra solo los justos podrán caminar por este camino, somos capaces de saber, que ambos, los nacidos de nuevo por el agua y el Espíritu y aquellos que no han nacido de nuevo están juntamente presentes ahí. Esto es acerca de lo que ha hablado nuestro Señor. Mencionaré más acerca de esto un poco más adelante por medio de la Palabra del Apocalipsis.
Podrá haber algunos de ustedes a los que les gustaría preguntar, “¿Qué pasa con este mundo? Entonces, ¿esto quiere decir que quedará gente en este mundo? La respuesta apropiada para esta pregunta es que no sabemos lo que Dios hará. Debido a que tenemos que hablar con la Palabra como fundamento, no poder ir a extremos ni estar por debajo de su realidad. Por lo tanto, siempre tenemos que hablar con nuestras Biblias abiertas. Aunque no se en detalle lo que hará Dios, una cosa se con seguridad y es que los hijos de Dios nacidos de nuevo por el agua y el Espíritu vivirán una vida diferente en gloria. Así, cuando el Reino de Dios sea construido sobre este mundo, solo los nacidos de nuevo por el agua y el Espíritu que han sido lavados y limpios de todos sus pecados vivirán en el área protegida y bendecida. Esto es verdad no solo para el Reino del Milenio sino también para el Reino eterno de Dios. Sin embargo, la Palabra de arriba no está describiendo el Reino eterno sino el Reino del Milenio que será construido sobre esta tierra como la realización del Reino de Dios.
Isaías capitulo 51, versículo 11 dice,
“Ciertamente volverán los redimidos de Jehová;
volverán a Sion cantando,
y gozo perpetuo habrá sobre sus cabezas;
tendrán gozo y alegría,
y el dolor y el gemido huirán.”
Aquellos que han sido redimidos por Jehová son creyentes en el bautismo que Jesucristo recibió y en Su sangre de la Cruz. Ya que nuestro Señor nos ha comprado por el agua y por la sangre como tal, verdaderamente hemos sido liberados completamente de todos nuestros pecados. Solo ellos vivirán en el Reino de Dios.
En el lugar donde solo los justos vivirán, estará lleno con gozo y felicidad eterna que sobre abunda. La tristeza y los suspiros huirán completamente. Dios construirá el Reino de Dios para que los nacidos de nuevo puedan vivir ahí. Esta es la palabra que Dios cumplirá. Nuestro Señor nos adoptó para ser los propios hijos de Dios borrando todos nuestros pecados completamente por el agua y por la sangre. Y Él prometió que construiría el Reino del Milenio en donde los hijos de Dios vivirán. También esta es la recompensa por todas las tribulaciones que hemos sufrido y que sufriremos por vivir como soldados de Cristo en este mundo. Nuestro Señor prometió darnos el Reino del Milenio en el Antiguo Testamento y nos dio los detalles de este esfuerzo por medio del Nuevo Testamento.
La siguiente Palabra está escrita en el Libro del Apocalipsis capitulo 20 versículos del 4 al 6. “Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años. Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección. Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años.”
En los últimos días, estarán aquellos que serán martirizados siendo decapitados. Existen aquellos que han sido martirizados por rechazar la marca del Anticristo, la cual tiene el nombre del Anticristo sobre ella, y aquellos que se han rehusado a adorar ídolos. Esta gente será revivida en la primer resurrección y gobernarán como reyes juntamente con Cristo durante mil años, uniéndose a la gran festividad.
Dios nos dio el Reino del Milenio. Aquellos que gobernarán como reyes juntamente con Cristo durante mil años son los que revivirán en la primera resurrección. Esto es, son aquellos que han recibido la remisión del pecado al creer en el evangelio del agua y el Espíritu. Sólo aquellos que han recibido la remisión del pecado por creer en el evangelio del agua y el Espíritu y que vivieron sus vidas como soldados de Cristo negarán al Anticristo venciéndolo por la fe y uniéndose en la primera resurrección. Y sólo aquellos que han participado en la primera resurrección recibirán la recompensa dada por Dios del Reino del Milenio. Usted y yo que hemos nacido de nuevo del agua y el Espíritu seguramente tomaremos parte en la primera resurrección.
Entonces, ¿quién se unirá a la segunda resurrección? Ya sea que crean en Jesús o no, la gente que tiene pecados en sus corazones participará en la segunda resurrección. Así ciertamente ha hablado Jesús. Los nacidos de nuevo del agua y el Espíritu tomarán parte en la primera resurrección y gobernarán como reyes juntamente con Cristo. Por otro lado, la gente que ha vivido con pecado en su corazón al no creer en el evangelio del agua y el Espíritu tomará parte en la segunda resurrección y será arrojada al fuego eterno.
Entonces, veamos la Palabra para descubrir si existen aquellos que no han nacido de Nuevo viviendo en el tiempo del Reino del Milenio. Veamos la Palabra de Dios del Libro del Apocalipsis capítulo 20 versículos 7 al 10.
“Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión, y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena del mar. Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió. Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.”
 
 

Esta Palabra es la Respuesta a la Pregunta, “¿Habrá Algunas Personas que no Hayan Nacido de Nuevo en el Reino del Milenio?”

 
Si vemos esta Palabra, claramente existirán aquellos que no han nacido de nuevo en el Reino del Milenio. Sólo es que aquellos no serán personas que están viviendo en el tiempo presente. Yo creo que esa gente llegará a existir durante el Reino del Milenio. Una cosa es clara que el Señor los separará de nosotros los nacido de nuevo durante el Reino del Milenio, “Y habrá allí calzada y camino… no pasará inmundo por él,” está claro que aquellos que han recibido la remisión del pecado al creer en el evangelio del agua y el Espíritu y aquellos que no serán diseminados en el Reino del Milenio. Los diseminados son aquellos que han recibido la remisión del pecado y gobernarán como reyes en el Reino del Milenio y aquellos pecadores que no han recibido la remisión del pecado servirán como esclavos de los justos.
Definitivamente hay gente del mundo aparte de nosotros que han nacido de Nuevo en el Reino del Milenio. Por lo tanto es posible para nosotros gobernar como reyes. Así como es imposible gobernar como reyes sin sirvientes, podemos gobernar como reyes ya que existen pecadores que serán nuestros sirvientes.
Dios se asegurará de que su voluntad de realice sobre esta tierra como en el Cielo. Dios definitivamente logrará su Reino y nos lo dará a nosotros los justos. Por lo tanto, tenemos que saber acerca de esto correctamente y creerlo.
Entonces, ¿Acaso aquellos que no han nacido de Nuevo verdaderamente serán juzgados por fuego? La respuesta a esta pregunta claramente está dada en el Libro del Apocalipsis capítulo 20 versículos del 13 al 15. Esto es, existe un juicio de fuego.
“Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.”
Después de que el Reino del Milenio pase, todos aquellos que no han recibido la remisión del pecado son levantados de entre los muertos en la segunda resurrección para recibir su juicio. Ellos son puestos en el fuego que no se extingue por toda la eternidad. Por otro lado, aquellos que creen en la Verdad y sostienen una fe correcta entrarán en el Reino eterno de Dios. Primero Dios construirá Su Reino sobre esta tierra durante mil años, y gobernarán como reyes juntamente con las otras personas justas así como también con Cristo. Esto es, nuestro Señor vivirá con nosotros durante mil años en el paraíso sobre la tierra.
Entonces, ¿Permitió Dios un Cielo Nuevo y una Tierra nueva a los creyentes en el evangelio del agua y el Espíritu? Si vemos el Libro de Apocalipsis capítulo 21 versículos del 1 al 4, Dios definitivamente ha permitido esto.
“Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.”
¿Quién entrará al Reino del Milenio y al eterno Reino de Dios? El Cielo y la Tierra nueva así como la vida en el Reino eterno han sido dados a los creyentes en Cristo quienes han nacido de nuevo por el agua y el Espíritu. En el Libro del Apocalipsis capítulo 21, versículo 27, está escrito que, “sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero” entrarán en el Reino del Milenio y en el Reino del Cielo.
Entonces, ¿Qué nombres están escritos en el Libro de la Vida del Cordero? Estas son las personas que han nacido de nuevo al creer en el evangelio del agua y el Espíritu. ¿Por qué? El evangelio del agua y el Espíritu ya había sido realizado por medio de Dios en la Trinidad, y nuestra salvación vino por Jesús como la voluntad de Dios ya había sido realizada en el Cielo. Como tal, los nombres de aquellos que realmente han recibido la remisión del pecado están escritos en el Libro de la Vida, y a ellos les es permitido entrar en el Reino de Dios. Por lo tanto, aquellos cuyos nombres han sido escritos en el Libro de la Vida son los nacidos de nuevo. Sólo los nombres de aquellos que han nacido de nuevo al creer en el evangelio del agua y el Espíritu están inscritos en el Libro de la Vida de Dios.
Sin embargo, los nombres de los hacedores de maldad están inscritos en el Libro de las Obras o el Libro del Juicio. Ellos insisten en que Dios ha borrado incondicionalmente todos sus pecados debido a Su amor y niegan a Jesús, quien ha borrado todos nuestros pecados por el agua, la sangre y el Espíritu Santo. Esta gente niega las obras que Jesús ha realizado. Los nombres de estas personas jamás podrán ser escritos en el Libro de la Vida. Aquellos que se oponen a Dios y adoran en sus propios términos colocando becerros de oro dentro de los santuarios e invocando el nombre de Jehová; aquellos que no aceptan las bendiciones con gratitud, su salvación, el amor de Dios, y la gracia por fe sino que en vez de eso cometen obras perversas para llenar la ambición de su propia carne; y aquellos que se oponen a Dios rechazan el amor de Dios, y están en contra y estorban a la iglesia de Dios; no son ni santos ni son hijos de Dios. Sus nombres estarán inscritos en el Libro de las Obras.
Te digo esto debido a que sentí que sería apropiado terminar con estas palabras hoy. Nuestro Señor nos ha liberado y recibe Su gloria por medio de nosotros quienes hemos recibido salvación. También, no sólo nuestro Señor liberó nuestros corazones y almas sino que Él también nos vestirá con cuerpos nuevos en la carne. Así, ciertamente resucitaremos en nuestros cuerpos nuevos para vivir en este mundo, el cual Dios ha hecho nuevo.
No solamente permaneceremos con vida, sino que también viviremos como reyes con Cristo en el Reino que Él ha construido. El Reino de Cristo será construido sobre este mundo, donde viviremos con gloria y esplendor. En el tiempo presente el cual precede a ese nuevo mundo, si nosotros los justos quienes hemos nacido de nuevo por el agua y el Espíritu vivimos por fe como soldados de Cristo y vivimos para la salvación de las almas perdidas, nuestro Señor nos llamará una vez que Él haya terminado de construir Su Reino sobre este mundo. El reunirá a Su propio pueblo quienes han nacido del agua y el Espíritu y les permitirá gobernar como reyes durante el Reino del Milenio. Él abrirá la Cafetería del Cielo en este mundo y nos permitirá estar contentos por toda la eternidad ahí. Estoy feliz porque Dios ha dado estas bendiciones ni más ni menos que a nosotros.
Nuestro Señor no solamente nos liberó. Él ciertamente nos ha liberado y nos ha dado recompensas que son apropiadas para nuestro nuevo estatus. Dicho de otra forma, no debemos estar satisfechos por el simple hecho de que hemos recibido nuestra salvación y que ya no nos dirigimos hacia el infierno. Para aquellos que realmente han sido salvados del pecado, existen muchos más premios y recompensas que les esperan.
Existe mucha gente en este mundo que trata de engañarnos con sus trucos, con muchos trucos malvados y con escandalosas doctrinas. Sin embargo, en tal contexto, existe gente que da gloria a Dios por su fe que con pureza acepta y cree en la Palabra de Dios. Dios no solamente les da la salvación sino que a partir de entonces también recompensas materiales. Dios nos dará abundantes bendiciones. Creemos en esto.
Así como lo dijo el hermano de Daegu durante su testimonio, el Campamento Bíblico ha sido agradable, en ambos, en cuerpo y en espíritu. La comida fue fantástica. Mi estado de ánimo estaba elevado al observar el gran escenario de la naturaleza verde. Me dio gusto conocer a tantos hermanos y hermanas así como a mis colaboradores en Dios. Realmente fue emocionante escuchar los testimonios de salvación de los hermanos y hermanas que han pasado por la clase del evangelio y recibieron la remisión del pecado. En una palabra, tuvimos un tiempo grandioso. Queridos compañeros creyentes, ¿acaso no estas de acuerdo? Desde luego que si. Estuvimos realmente felices. Vi muchos movimientos de bailes elegantes y aprendí unos cuantos pasos. Aunque no puedo decir que recuperé mi forma de baile de antaño, a pesar de eso estuve feliz. Y estaré feliz por siempre. Estoy feliz por la eternidad debido a Cristo.
Viviremos en la hermosa cafetería de Dios felizmente por toda la eternidad. No termina con el hecho de que hemos recibido la remisión del pecado, pero si creemos en el evangelio del agua y el Espíritu, la recompensa del eterno Reino del Cielo nos espera. Grandes bendiciones garantizadas a nosotros nos esperan. Ya que nuestro Señor es digno, el mantiene cada promesa que ha hecho. Definitivamente el cumplirá Sus promesas por todas las bendiciones, gracia, gloria, honor y felicidad abundante para aquellos que acepten Su amor y Su Verdad de salvación. Esto es, Él nos cubrirá con tal amor por la simple razón de que hemos aceptado el amor que Dios nos ha dado. ¡Cuán grande es nuestro Dios!
Los Cristianos mundanos solo cantan de labios, “♫ Dios es muy bueno. Dios es muy bueno. Dios es muy bueno. ♪ Él es muy bueno conmigo. ♫” Ellos alaban solamente de labios sin conocer verdaderamente cuan santo y cuan bueno realmente es Dios, cuan grande corazón tiene Dios, y cuan cuidadoso es Dios como Pastor. Aun así, Dios nos ha permitido a nosotros los que hemos recibido la remisión del pecado por nuestra fe en el evangelio experimentar cuan buen Señor es Él al darnos a nosotros, Su pueblo creado, el evangelio del agua y el Espíritu.
Yo no veo a este mundo desde un punto de vista pesimista. Si escuchamos las noticias, está llena con historias oscuras y terribles que hacen que el mundo aparezca como un lugar sombrío. Sin embargo, nuestro Señor nos ha dado la esperanza para la felicidad eterna, el Reino del Milenio así como el Reino eterno, esto es, el Cielo. Por nuestra fe, podemos ver al mundo no solamente como un lugar sombrío.
Aún en este mundo, existen hermosos lugares en la naturaleza así como lugares muy a la moda. Estos lugares son un preámbulo al eterno Reino del Cielo. Esto es, un preámbulo a ese reino de Dios que nos dará a usted y a mí. Nuestro Señor ha preparado ese reino, el cual Él no lo dará a cualquiera sino sólo a nosotros los siervos de Dios, los soldados de Cristo, y el pueblo de Dios. “No haya preocupación en sus corazones. Yo prepararé un lugar para dártelo a ti y luego regresar a ti.”Así lo prometió nuestro Señor.
Nuestro Señor construirá el Reino de Cristo sobre este mundo. Una vez que hayamos terminado esta guerra espiritual de salvar almas perdidas, nuestro Señor vendrá a este mundo y construirá el Reino de Dios. Él nos permitirá vivir felizmente en la cafetería del paraíso terrenal durante mil años. Él hará fiesta con nuestros seres amados en los grandes y espaciosos campos de pastos verdes y esencia de flores. En el campo de futbol el cual no causa lesiones, las esposas de nuestros pastores, hermanos y hermanas jugaremos futbol juntamente. Mis cortas piernas crecerán y podré ser capaz de jugar futbol como Bekham.
También, ríos de agua de vida cristalina fluirá. Ahí, peces dorados conversaran mientras nadan, y nosotros los atraparemos en abundancia al lanzar una red. Me gustaría verlos a todos ustedes ahí cerca del río de cristal que fluye al mismo tiempo mansa y más poderosamente que el Río Mississippi.
Queridos compañeros creyentes, ¿alguna vez has visto la fantástica belleza de este mundo? Podemos tener la esperanza de un reino mucho más hermoso, el cual nos dará el Señor. Aunque no hemos estado en el Reino de Dios para experimentar su belleza y perfección, podemos ir a ese lugar por medio de nuestra esperanza creyendo en la Palabra de Dios.
 
 

En los Días que Vienen Viviremos en el Reino del Milenio

 
Viviremos en ese lugar una vez que hayamos terminado la Guerra espiritual en este mundo como soldados de Cristo. Una vez que hayamos construido el Reino de Dios en cada país, Dios decidirá que no hay más esperanza en este mundo, que no hay nadie más que recibirá la remisión del pecado y que cualquiera que no haya recibido la remisión del pecado merece su debido juicio. Una vez que así se decida, nuestro Señor vendrá. Damos gracias a nuestro Señor por construir el Reino de Dios y el Reino de Cristo en este mundo. Queridos compañeros creyentes, ¿están agradecidos? Claro que sí. Queridos compañeros creyentes, ¿creen esto? Estoy seguro que sí.
Esta semana, las esposas de los pastores realmente trabajaron mucho para nosotros. Exhorto a algunas hermanas que son buenas dando masajes que vayan a ellas y les den un masaje en el cuello. Ya que nadie respondió a esto, me imagino que no tenemos a nadie que sea talentoso en dar masajes con las manos. Nuestros músculos se contraen cuando estamos muy cansados. Si usted recibe un masaje de mano, esos músculos se relajan bastante.
Tiempo atrás, me dieron un masaje de manos en un refugio de un colaborador apodado “El chico Nor Coreano.” Después de recibir su masaje los músculos contraídos se relajaron bastante. El Pastor Chung dice que ahora estoy muchos más saludable. La verdad es que yo estoy muy saludable. Aunque mi estómago se ve como el de una mujer embarazada, he perdido bastante carne alrededor de mi estómago recientemente. Yo disfruto mi comida y no tengo ningún problema digiriéndola.
La estación ha cambiado, y ahora estamos en otoño. Los vientos de la montaña soplan y secan el sudor de nuestro rostro que hace que nos olvidemos acerca del calor del verano. Una semana con los hermanos y hermanas y siervos de Dios adorando juntos en un lugar, teniendo comunión en el evangelio del agua y el Espíritu, comprando aperitivos deliciosos de las tiendas, robándonos los aperitivos de los demás sin que ellos sepan, disfrutando el mal hábito de divertirnos a costa de otros, y disfrutando el increíble escenario natural así como respirando el aire fresco ya ha terminado. Es verdaderamente hermoso y no puedo evitar dar gracias a Cristo.
Una vez que haya vivido mi vida como un soldado de Cristo y termine mi trabajo iré delante de Dios con alegría. Nuestro Señor puede regresar a este mundo antes de eso. Nuestro Señor vendrá para renovar esta tierra y construir el Reino del Milenio para que Él pueda vivir con nosotros. Por lo tanto, no debemos estar ansiosos de ir todavía delante de Dios.
Si alguien muere antes de nuestro Señor venga, es un traidor. ¿Cuán difícil es para cada uno de nosotros ya que todos nosotros tenemos nuestro papel sirviendo al evangelio? Como cada parte de una máquina bien aceitada trabaja en sincronía, ninguno de nosotros se atreve a ser flojo para que se esparza el evangelio por todo el mundo. Un solo hueco destruirá todo nuestro trabajo. Si usted muere antes que otros en lugar de ayudar a los demás y unirse con los demás cuando están cansados al hacer su mejor parte, aquellos que se queden atrás tendrán muchos más trabajo que hacer. Por lo tanto, ¿no es un traidor por causar una interferencia significativa en la propagación del evangelio? No olvidemos que debemos ir al reino de Dios mientras vemos como el reino se expande hasta el final. Yo espero que podamos permanecer juntos hasta el fin.
Antes de ir con el Señor, recordemos cuán grandes bendiciones hemos recibido de Dios y démosle gloria a Él con todo lo que tenemos. Hasta el día en que nuestro Señor llame a uno de nosotros o que uno de nosotros tenga que ir delante de Dios, espero que podamos permanecer juntos tanto tiempo como podamos, recibamos las bendiciones de Dios y agradezcamos a Dios, compartiendo este evangelio como soldados de Cristo, y haciendo posible que otra gente reciba la misma felicidad y bendiciones que nosotros hemos recibido.
En los últimos días, si el Anticristo aparece ante nosotros e intente matarnos, el Espíritu Santo nos hará decir, “No pierdas más tiempo y mátame. No puedo soportar más encarar tu sucia apariencia. Mátame de inmediato.” ¿Acaso el Anticristo no nos matará con un solo movimiento de la espada? “Ten una gran vida mientras puedas. En un corto tiempo, toda tu gloria terminará, y un terror y juicio eterno te rodeará. Encuéntrate con tu destino con tus ojos bien abiertos. Nunca has tenido temor de aquellos con palabras de venganza. En esta ocasión sentirás escalofríos en tus huesos y tendrás temor de tus palabras de venganza. Esperaremos y veremos. Muy pronto, nuestro Señor vendrá. Él te partirá y te arrojará a las prisiones eternas, en el abismo de fuego.” Atrevidamente aceptaremos el martirio, y como tal diremos nuestras palabras de fe al Anticristo.
Si esperamos un tiempo corto, nuestro Señor vendrá. Nuestro Señor vendrá a nosotros en poco tiempo. Él construirá el Reino de Cristo cambiando este mundo arruinado y haciendo todo nuevo. En ese tiempo, seremos separados de aquellos pecadores que habitan sobre la tierra por líneas y paredes invisibles y viviremos una vida diferente. Entonces la vida será maravillosa más allá de nuestra imaginación. Yo sé y creo que Dios nos dará bendiciones y felicidad, las cuales nunca hemos experimentado antes, y le damos gracias a Dios por ello.
Exhorto aquellos de ustedes que han recibido la remisión del pecado en este tiempo. El recibir la remisión del pecado no es el final. Ya que la Iglesia es ahora el Reino de Dios en este mundo, usted debe tener comunión con otros hermanos y hermanas dentro de la Iglesia, servir al evangelio, y debe de ser bien guiado por los líderes de la Iglesia. ¿Son sus padres los líderes de la Iglesia? ¿Usted cree que ellos son sus padres espirituales? O usted dice, “¿Cómo pueden ser estas personas jóvenes ser mis padres? Yo soy lo suficientemente grande para ser su padre. Entonces, ¿Cómo pueden ellos ser mis padres?” Usted no debe juzgar por sus estándares de la carne sino que necesita sus ojos espirituales para discernir la madurez espiritual de sus líderes. Ya sea que sean jóvenes o viejos, los siervos de Dios son sus padres. Es en los siervos de Dios en quien ustedes deben confiar, seguir y ser guiados. ¿Comprende?
Te doy gracias a ti porque has trabajado conmigo para el Reino de Dios. Y yo doy gracias a Dios por permitirnos servir juntos en el evangelio. Yo tengo una vez más que dar gracias a Dios porque estoy muy gozoso por el hecho de estar con todos los santos en nuestra Iglesia. Yo doy gracias a nuestro Señor y creo que viviremos por fe hasta el día en que nuestro Señor regrese y que continuaremos viviendo en el Reino del Milenio, el cual nuestro Señor nos ha dado.
Alabo a nuestro Señor por siempre por liberarnos de todos nuestros pecados y por adoptarnos como hijos de Dios.
¡Aleluya!