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布道

Tema 23: Hebreos

[Capítulo 11-1] La persona que cree de verdad en Dios es la más bella (Hebreos 11:1-5)

La persona que cree de verdad en Dios es la más bella(Hebreos 11:1-5)
“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos. Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía. Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella. Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios”.
 
 
El otoño se acerca y los grillos han empezado a cantar, las cigarras hacen ruido y esta estación está ya a las puertas. Cuando hayamos terminado la conferencia de entrenamiento el tiempo habrá refrescado. Habría sido difícil si solo hubiésemos tenido un verano caluroso y húmedo todo el año, pero el otoño es agradable y también la primavera y el invierno. Nuestra fe también tiene sus estaciones y es bueno experimentar estas variaciones. Dios, a través de esto, nos da mucha sabiduría, inteligencia y bendiciones. Cuando no tenemos cosas o tenemos preocupaciones, sé que el Señor nos dará lo que necesitemos y resolverá estas situaciones para nosotros cuando oremos y busquemos al Señor, que está de parte de los justos. 
Los justos viven con muchas bendiciones al creer en la justicia de Dios. Si conseguimos la fe en la justicia de Dios, recibiremos muchas bendiciones de Dios y tendremos éxito porque podemos hacer muchas cosas justas y así beneficiar a muchas personas. Así le damos gloria a Dios por esta verdad. Por tanto, es importante vivir por la fe correcta que cree en la Palabra de Dios. Es absolutamente necesario tener un corazón con fe. Debemos hacer todas las cosas por fe durante el resto de nuestras vidas mientras predicamos el Evangelio del agua y el Espíritu y lo servimos. 
 
 

Ahora la fe es la sustancia de las cosas que esperamos 

 
Hoy hemos leído el pasaje de las Escrituras del Libro de Hebreos 11:1-5. Está escrito: “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos” (Hebreos 11:1-2). Estas palabras, “La fe es la convicción de lo que no se ve”, significa que las cosas que esperamos de Dios se manifiestan en nuestras vidas. Podemos recibir cosas beneficiosas cuando creemos en la justicia de Dios y le buscamos. Este pasaje de las Escrituras dice que todos nuestros predecesores han recibido evidencia de Dios al creer en Él, Su justicia y Su enseñanza. Está escrito que los predecesores de la fe creyeron que Dios había creado el mundo por la Palabra de Dios. Por tanto, está escrito en Hebreos 11:3: “Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía”. 
Esto significa que el mundo que vemos con nuestros ojos ahora estaba en la mente de Dios según Su plan de creación antes de que fuese creado. Por tanto, la gente que cree en Dios, quien creó los cielos y la tierra, sabe que todas las cosas existen porque Él dijo: “Que exista” en Su Palabra. Esta es la verdadera fe. Se dice que saber que el mundo entero fue creado por la Palabra de Dios es tener fe. 
No tenemos alternativa que creer en la justicia de Dios. Por tanto, debemos alabar el poder de Dios sabiendo que todas las cosas del Universo, la Vía Láctea, incluyendo la tierra, sus árboles, montañas y el suelo que podemos ver fueron creados por la Palabra de Dios. Todas las cosas son de la forma que son porque Dios ha creado el universo así. Todas las cosas del universo existen ahora porque Dios las ha creado por Su Palabra. Y todo existió según la Palabra cuando dijo: “Que exista”. Esto es creer en Dios y creer en su Palabra explícitamente. Hay cuatro estaciones creadas por Dios y también hay un firmamento en el cielo, estrellas, pájaros y peces en el agua. Incluso un ser humano existe porque Dios lo formó del polvo de la tierra y le dio el aliento de la vida en sus fosas nasales. 
La gente que de verdad cree en Dios, creen explícitamente en esto, pero los que no creen en la existencia de Dios, creen en la teoría de la evolución y afirman cosas muy absurdas. Pero podemos ver claramente que estas afirmaciones hechas por los defensores de la evolución son completamente incorrectas, aunque parezcan correctas. Cuando cambian las circunstancias, las cosas que Dios ha creado cambian para adaptarse a ese ambiente nuevo. Es un hecho absolutamente cierto que Dios ha creado todas las cosas en este mundo con Su Palabra. 
Nunca ha ocurrido un caso en el que una persona se haya convertido en un mono. ¿Ha habido algún caso en el que una mujer haya dado a luz a un animal? ¿Puede ser esto posible? Hemos visto casos desafortunados en los que una mujer ha dado luz a hijos deformados, pero nunca a un animal. Una mujer puede dar a luz a un niño cuyo carácter sea malvado o como el de una bestia, pero incluso ese niño tiene la apariencia externa de un ser humano. Algunas mujeres dan a luz a gemelos, trillizos y a hijos deformados en algunos casos, pero un humano no puede dar a luz a un mono o chimpancé. ¿Han visto alguna vez a un chimpancé dar a luz a un ser humano? No, esto no puede ocurrir. Por tanto, los defensores de la evolución solo pueden imaginar estas cosas porque no creen en Dios. 
Los defensores de la evolución dicen que los organismos han evolucionado al cambiarse para ajustarse al medio ambiente. Basándose en esta teoría falsa, un mono evolucionó hasta convertirse en un ser humano. ¿Cómo puede un ser mono convertirse en un ser humano? En realidad, nunca ha habido ningún caso en el que un mono se haya convertido en un ser humano. Si un mono se convierte en un humano gradualmente, según esta teoría un ser humano puede convertirse en otro organismo. Los defensores de la teoría de la evolución están hablando de una mera hipótesis basada en sus pensamientos equivocados. Están hablando sobre un cambio que ha ocurrido a causa del ambiente. 
La verdad fundamental es que Dios creó a todos los organismos según su tipo. ¿Es esto cierto o no? Por muy inteligente que sea la gente, en estas cuestiones son lo contrario. Hebreos 11:1 dice: “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. Cuando la gente intenta crear cierto producto perfectamente, lo intenta hacer con los menos problemas posibles; pero la fe que cree en Dios consiste simplemente en creer en la Palabra de Dios. Tener la fe que cree en Dios es lo mismo que creer que hay un Dios que nos da las cosas más maravillosas. Podemos cumplir todos los deseos de nuestros corazones dependiendo de si creemos en Dios o no. 
¿Qué hay que Dios no pueda hacer por nosotros si quiere hacerlo? Cuando hablo de las obras que Dios ha hecho, la gente piensa que son imposibles. Pero ¿qué es imposible para Dios? Todo es posible si Dios lo permite o lo hace. ¿Qué hay que no pueda hacer? Si Dios nos quiere dejar sin pecados, puede hacerlo perfectamente. Así, somos las personas creadas a imagen de Dios. Nos convertimos en justos cuando Dios obra en nosotros por el Evangelio del agua y el Espíritu. Podemos pensar que es imposible convertirnos en justos, pero es posible si creemos en la justicia de Dios ante Su presencia. Muchos cristianos viven como pecadores incluso después de creer en Jesús, en vez de creer en el Evangelio del agua y el Espíritu, que es la justicia de Dios. Si se niegan continuamente a creer en Dios correctamente de esta manera, pueden seguir viviendo así y sufrir las consecuencias. Pero no debemos ser como ellos, porque debemos recibir la justicia de Dios y vivir como justos por la fe en la justicia de Dios. 
 
 

¿Conocen la diferencia entre los países occidentales y orientales? 

 
La ciencia ha avanzado mucho en los países occidentales porque creen en la Palabra de Dios. Muchos de estos países han existido solo durante poco tiempo. Así que podemos decir que la ciencia y la tecnología han avanzado mucho en Occidente comparados con los países orientales. ¿Por qué? ¿Es porque son más inteligentes que otros países? No, la ciencia ha avanzado en estos países porque creen en la Palabra de Dios. Entonces, ¿qué hay de los países orientales? En vez de creer en Dios y Su Palabra, han creído en los seres humanos y en supersticiones. Han creído en la naturaleza, en la creación. Esto es panteísmo. Dicen: “Todas las cosas son dios” y creen así. Por tanto, a causa de esto la ciencia no ha avanzado tanto. ¿Es esto cierto o no? Piensen en esto. La gente de Occidente dice: “Dios existe. Dios creó el universo”. Leen la Biblia y dicen: “Dios creó el universo por Su Palabra. Entonces, hay poder en la Palabra de Dios”. Por tanto, han avanzado al creer exactamente en la Palabra de Dios. 
Pero la gente de Oriente se arrodilla ante la luna y el sol. Son personas sin civilizar que miran el agua e invocan al dios de las aguas y el rey del Mar. Esto es absolutamente falso. La gente de Oriente debe despertarse. Los países orientales tienen una larga historia, pero no tienen fe en Dios y Su justicia. Por tanto, la fe en Dios y la justicia de Dios es la sustancia de todas las cosas. Si queremos recibir la remisión de los pecados, como deseamos en nuestros corazones, debemos creer en la justicia de Dios que ha sido cumplida. Dios cumple todas nuestras esperanzas. Debemos creer que Dios creó el universo. Debemos creer que Dios creó todas las cosas por Su Palabra. Debemos saber sin duda que Dios creó todas las cosas por Su poder, por fe, mientras creemos en Su Palabra. 
 
 
Sabemos que el universo fue creado por la Palabra de Dios
 
Este mundo no existe por casualidad. Dios lo creó por el poder de Su Palabra. Por tanto, las Escrituras dicen que Abel ofreció un sacrificio más excelente por fe porque creyó en Dios. Así, al tener fe en Dios y Su Palabra, mataba un cordero o una cabra y lo ponía sobre una roca plana para ofrecérselo a Dios como sacrificio. Pero Caín recogía lo que había cosechado de la tierra, es decir, verduras y hortalizas, las ponía sobre una roca plana y se las ofrecía a Dios como sacrificio. 
Sin embargo, entre estos dos hermanos, ¿quién ofreció el correcto sacrificio por fe creyendo en Dios y teniendo fe en la justicia de Dios? Las Escrituras nos dicen que Abel ofreció el sacrificio más excelente a Dios. Pero Caín también ofreció un sacrificio a Dios diciendo: “Dios, recibe este sacrificio. Estas son las cosas que Tú, Dios, me has dado. Por favor, recibe este sacrificio”. Pero Dios solo aceptó el sacrificio que Abel le había ofrecido. ¿Por qué? 
Cuando Abel creció escuchó las experiencias de sus padres y las enterró en su corazón. Podemos imaginar a Adán y Eva sentados con sus hijos diciéndoles: “Fuimos expulsados del Jardín del Edén porque no creímos en la Palabra de Dios. Después nacisteis vosotros. Por eso merecemos morir ante Dios, pero Dios nos amó y nos visitó con pieles de animales y nos hizo vivir si ofrecemos sacrificios animales por nuestros pecados. Por tanto, cuando se presentan ante Dios, deben ofrecer sacrificios animales sin falta”. En aquel entonces, entre los hijos de Adán y Eva, fue Abel quien creyó y dijo: “Lo que mis padres me han contado es cierto. Yo también debo morir porque he hecho muchas cosas malas ante Dios y mis padres. Yo debería morir porque tengo pecados ante Dios, pero me ha salvado y a mis padres cuando pagamos un precio de un animal, sacrificándolo en nuestro lugar para salvarnos”. 
Y así Abel ofreció un sacrificio más excelente que su hermano Caín. Había que ofrecer un sacrificio por fe, no solo con sinceridad como Caín. Somos insuficientes ante Dios y ante las personas. Somos personas insuficientes. Nuestras acciones son similares ante la presencia de Dios, pero nuestros corazones son insuficientes. Somos insuficientes en todas las áreas de nuestras vidas. Y además Dios nos ha dado la Ley y nosotros somos aún más insuficientes cuando miramos nuestras acciones, específicamente según la Ley. Dios no puede dejar pasar estas debilidades. Según la justicia de Dios una persona que tiene pecados debe morir sin falta, es decir, todos debemos morir ante la presencia de Dios. Somos las personas que serán juzgadas por los pecados. Por esta situación, Dios envió a Su Hijo a este mundo por nosotros, transfirió nuestros pecados al cuerpo de Su Hijo mediante el bautismo que recibió de Juan el Bautista, hizo que Su hijo muriese en la Cruz al ser sacrificado, lo resucitó de entre los muertos y así nos salvó eternamente. 
Toda la gente del mundo también ofrece sus sacrificios por su cuenta. Algunas personas ofrecen la cabeza de un cerdo como sacrificio y otras ofrecen arroz. Algunas personas ofrecen un sacrificio a sus dioses ancestrales, otras ofrecen sacrificios al Rey del Mar y otras al dios de las aguas o el dios de la tierra. Sin embargo, entre los sacrificios ofrecidos al creer en Dios y los sacrificios ofrecidos sin creer en Dios, ¿cuál es el mejor sacrificio? Si pensamos lo siguiente: “Como tengo pecados ante la presencia de Dios, merezco ir al infierno. No puedo evitar morir e ir al infierno por mis pecados. Sin embargo, como Dios nos amó, envió a Su Hijo a este mundo, transfirió todos nuestros pecados a Su Hijo mediante el bautismo y nos ha salvado perfectamente al hacer que Su Hijo muriese en la Cruz y pagase el precio último en nuestro lugar. Dios salvó perfectamente a los que creen a través de la justicia de Su Hijo porque “Dios nos amó tanto,” y ofrecer el sacrificio de la fe es un sacrificio más excelente. 
Recibimos la salvación de los pecados mediante la fe en la justicia de Dios. El sacrificio de la fe, que recibe las bendiciones de Dios, es el sacrificio de la fe que cree en la justicia de Dios. Esta fe es el sacrificio que elimina todos los pecados, el sacrificio que hace que un creyente sea un verdadero hijo de Dios, el sacrificio que hace que una persona no tenga pecados y el sacrificio que recibe las bendiciones de Dios. Por tanto, debemos ofrecer un sacrificio más excelente que Caín por fe en la justicia de Dios. Debemos ofrecer el sacrificio de la justicia de Dios por fe mientras creemos en el bautismo que Jesús recibió y la sangre que derramó en la Cruz, en vez de creer solamente en la sangre derramada en la Cruz. 
Si hacemos esto, Dios ve y recibe nuestra fe y nos bendice. Recibimos bendiciones o maldiciones dependiendo de cómo creemos ante la presencia de Dios. Recibimos muchas bendiciones espirituales y físicas si creemos en Dios de todo corazón y recibimos pocas bendiciones, como mucho, si no creemos en la justicia de Dios. 
Una persona llamada Enoc tuvo fe en que iría al Cielo sin probar la muerte al creer en Dios. Por tanto, Enoc hizo lo que complacía a Dios mientras vivía en este mundo. ¿Por qué? Porque tenía la fe correcta en Dios en su corazón. La gente vivía durante mucho tiempo en aquel entonces. Sin embargo, había escuchado que sus antecesores de la fe habían dicho que Dios juzgaría al mundo por agua. Lo escuchó continuamente. Estaba convencido por fe que iría a Dios sin morir. Por tanto, hizo la obra de Dios continuamente. Así, antes de que fuera llevado, tenía el testimonio que complacía a Dios en su corazón. ¿Qué testimonio? Obtuvo este testimonio por fe en la Palabra de Dios. Enoc vivió así. 
Por tanto, la fe que cree en Dios es muy importante. Aunque seamos débiles, recibimos la remisión de los pecados al creer en el Evangelio del agua y el Espíritu, convertirnos en obreros de Dios, creer en la justicia de Dios y convertirse en una persona que complace a Dios por fe. También al deshacernos de todas las preocupaciones de nuestras vidas por fe y huyendo de ellas para recibir las bendiciones de Dios. La fe es muy importante. Y vivir por fe es muy importante también. 
 
 
El capítulo 11 de Hebreos es el capítulo de la fe
 
Creemos que este universo fue creado por la Palabra de Dios. Esta fe debe manifestarse desde el momento en que empezamos a creer en Jesús. Debemos tener fe en que este universo fue creado por la Palabra de Dios. ¿Creen que este universo fue creado por la Palabra de Dios? Solo tenemos que testificar: “Dios dijo esto y creo en Él porque es Dios”. No hay nada más. ¿Podemos creer moviendo la cabeza y entendiendo con nuestra inteligencia? Si pudiésemos entender esto moviendo nuestra cabeza, entonces seríamos Dios y no humanos. ¿Es así o no? 
Yo también me hago estas preguntas. La Biblia dice que Dios dijo “que haya” cuando creó el universo y todo tipo de plantas. Cuando Dios dijo: “Que haya plantas y árboles”, existieron las plantas y los árboles. Se hizo con solo Su Palabra. ¿Cómo podemos entender esto con nuestras mentes? La fe depende de Dios. Creer que todo es posible por Dios es tener la fe verdadera. Cuando dependemos de Dios y creemos que todo es posible por Dios tenemos la fe correcta. La fe no solo consiste en creer porque entendamos algo. 
Aunque no podamos entenderlo inicialmente, creemos en esto porque empezamos a pensar con esta fe. La podemos entender. Se hace fácil de entender así. Tener fe en la Palabra de Dios es pensar: “Creo porque es la Palabra que fue recogida por Dios, porque es la Palabra de Dios, porque esta Palabra dice esto y creo porque dice que Dios hizo esto”. Esta es la fe. ¿Piensan que la fe es pensar con las Escrituras cerradas, algo que se manifiesta mientras se medita? Esta no es la fe.
No creer en la justicia de Dios ante Su presencia es lo más malvado y una persona que no cree es la persona más malvada. Una persona que cree en Dios y Su justicia es la persona más digna de amor. ¿Se sentirían bien si alguien dudara de ustedes o no creyese en ustedes o en lo que dijesen? Por supuesto que no. ¿Se sentirían bien si alguien creyese en ustedes? Por supuesto que sí. Se sienten bien cuando alguien cree en ustedes, ¿no es así? Dios existe en el presente. Dios también está vivo en el presente. ¿Estará contento si creemos en Su Palabra? Sí, estará contento. Pero ¿cómo se sentiría si no creyésemos en Él o Su Palabra? Dios no se sentiría bien. Entonces diría: “¿Os creéis listos por intentar creer solo después de entender con la mente carnal? Nunca podréis creer así”. 
Primero debemos convertirnos en personas que creen que Dios creó el universo. Después deben creer que Dios creó las plantas, el sol y la luna, los cielos y a los seres humanos los formó del polvo de la tierra”. En Génesis está escrito que Dios formó al hombre del polvo de la tierra y le dio el aliento de la vida y así el hombre se convirtió en un ser vivo. Así, un ser humano se convirtió en un ser que nunca muere. Nuestros cuerpos físicos mueren, pero el alma nunca muere. Por eso la gente oriental dice que una persona “vuelve” a Corea cuando muere. Tradicionalmente, los coreanos echan la camisa de los difuntos al aire mientras dicen su nombre y dicen que ha vuelto. Esto significa que la persona ha recibido vida de Dios y que la vida ha vuelto a Dios. 
Nuestra alma nunca muere. El alma de una persona vive para siempre y nunca muere. Debemos entender esto. Debemos entender que Dios creó todas las cosas. Debemos entender que Dios creó todas las cosas en el universo entero por Su Palabra. Este es el primer paso de la fe. Primero debemos creer que Dios existe en este momento presente. Dios también está vivo en el presente. Dios existe. Después de establecer esta verdad en nuestros corazones todo lo demás puede salir de allí. Sin creer en esta verdad no podemos creer en nada más y podemos creer en todo lo demás si creemos en esto. De cierta manera la fe es muy simple. 
Creo en la justicia de Dios que ha venido a nosotros mediante el Evangelio del agua y el Espíritu. Ustedes también creen en la justicia de Dios, ¿verdad? Sé que Dios nos bendice a los que creemos en Su justicia. En realidad, solo sirvo a Dios con mis labios y los otros ministerios hacen el resto del trabajo. Así creo en Dios por completo. Creo que Dios nos hará ricos. No me gusta la pobreza. A nuestros santos no les justa la pobreza y a los siervos de Dios tampoco. A nadie le gusta. ¿Es esto cierto o no? ¿Por qué no vivir con prosperidad ya que hemos vivido en este mundo? 
¿Por qué debería ir una persona al infierno después de haber nacido de nuevo cuando puede ir al Cielo al creer en el Evangelio del agua y el Espíritu? Una persona debe creer en Jesús, quien vino por el agua y la sangre, como su Salvador, y creer en este verdadero Evangelio. Debemos saber lo que Jesús hizo cuando vino a este mundo. Debemos creer en Dios y en Su Palabra. Es mejor no saber acerca de las cosas a nuestro alrededor si podemos evitarlo y aprender acerca de las cosas buenas y creer en ellas. Quiero que Dios nos bendiga. Quiero vivir con prosperidad. Quiero servir al Evangelio del agua y el Espíritu mucho más y quiero que todos los obreros de Dios vivan con prosperidad también. Establecemos esta meta y corremos hacia ella por fe. Entonces podemos vivir bien espiritualmente. Debemos alabar y orar a nuestro Dios.