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布道

Tema 12: La fe del credo de los Apóstoles

•¿Cuáles Son las Principales Obras del Espíritu Santo?

El Espíritu Santo hace el trabajo de sellar los corazones de los santos que han sido perdonados de sus pecados creyendo en la Palabra del evangelio del agua y del Espíritu. 
El Espíritu Santo trabaja en nuestros corazones según nuestra fe en la Palabra escrita de la verdad. 
1) Él da testimonio del hecho de que la Palabra de Dios es verdad. El Espíritu Santo garantiza los corazones de los que creen en la Palabra del bautismo de Jesús y de la Cruz. Como tal, cuando uno cree en el bautismo de Jesús y en la sangre de la Cruz, quien aprueba su fe como correcta es Dios Espíritu Santo. El Espíritu Santo obra entre los que ciertamente creen en la Palabra escrita. El Espíritu Santo aprueba la fe de los que creen en el evangelio del agua y del Espíritu. Él garantiza, es decir, a los que creen que Jesús vino a esta tierra y borró todos los pecados del mundo con su bautismo y sangre. 
2) El Espíritu Santo está con el justo, y hace que atestigüen el evangelio del agua y del Espíritu. “Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no creen en mí”. El Espíritu Santo reafirma el evangelio del agua y del Espíritu en los corazones de los justos (Juan 14:26). Él da testimonio de lo que ha hecho el Señor. Él nos permite saber que Jesús vino a esta tierra, tomó sobre sí mismo los pecados del mundo al ser bautizado, y ser muerto en la Cruz, y permite que creamos en Él. 
3) Él nos hace creer en Dios e invocarlo. El Espíritu Santo hace que el justo ore. Romanos 8:15 establece, “Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!”. El Espíritu Santo permite a los santos creer en Dios y llamarlo “Abba, Padre”. 
4) El Espíritu Santo nos hace trabajar con los dones que Él nos ha dado. Él nos permite hacer las obras de la justicia de Dios con Sus capacidades. 1 Corintios 15:10 indica, “Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo”.
5) El Espíritu Santo nos conduce hasta que entremos en el Cielo. El Espíritu Santo permite al justo mantener su fe hasta que él alcance el Reino del Señor, y permanece con él como su maestro.