Search

布道

Tema 13: Evangelio de Mateo

[Capítulo 24-4] Prepárense para la segunda venida del Señor (Mateo 24, 7-31)

Prepárense para la segunda venida del Señor(Mateo 24, 7-31)
«Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores. Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre. Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin. Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea, huyan a los montes. El que esté en la azotea, no descienda para tomar algo de su casa; y el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa. Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días! Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en día de reposo; porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados. Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis. Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos. Ya os lo he dicho antes. Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis. Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre. Porque dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas. E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria. Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro».
 

Se me ocurrió lo siguiente: «¿Cuánto tiempo nos queda a los justos para reunirnos y ofrecer culto juntos?». Yo creo que 10 años es suficiente. Me preocupa cómo los justos sufriremos cuando llegue la tribulación hasta el día del éxtasis. Por otro lado también tengo un sentimiento de gratitud. Esto se debe a que he pensado en el hecho de que si vivimos hasta el éxtasis, experimentaremos la gloria de ir con el Señor y ser transformados sin morir. Al decir: «He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados» (1 Corintios 15, 51), el Apóstol Pablo nos dijo que si vivimos hasta ese momento, seremos cambiados en un abrir y cerrar de ojos, ascenderemos a las nubes con el Señor (1 Tesalonicenses 4, 17). Por tanto, no sé si decir que hemos nacido en buenos tiempos o en malos tiempos. Esto se debe a que la vida de fe no es una teoría, sino una realidad. 
 

Cómo sobreviviremos durante 10 años
 
Es importante saber cómo vamos a vivir los justos dentro de 10 años. Lo que estoy diciendo es que aunque el Señor no venga dentro de 10 años, es importante saber si podemos vivir con nuestra fe intacta durante 10 años en este mundo que va hacia la destrucción. 
No les estoy intimidando. Ahora mismo el mundo ha firmado el pacto de Uruguay y se está moviendo hacia la integración económica y el mercado libe. Todos los países del mundo están forzando a Corea para que abandone su política de mercado proteccionista y se abra a los productos agrícolas. Cuando observo lo que está ocurriendo, empiezo a pensar: «Vaya numerito están montando. Pronto no tendrán comida para ellos mismos y aún así quieren que Corea compre sus productos. Cuando el mundo pase hambre durante 2 ó 3 años, no habrá comida para todos. Pero a pesar de esto, ¿para qué vienen a una nación más pequeña y la amenazan para que compre su comida?».
Hace tiempo Gorbachev, el líder político de la antigua Unión Soviética, lanzó una reforma llamada la perestroika. En aquel momento Gorbachev era muy popular, pero yo estaba seguro de que a pesar de eso sus políticas nunca serían respaldadas. La Biblia dice que el rey del Norte invadirá Israel en el fin de los tiempos (Daniel 11, 9). No tiene sentido que Rusia, un país así, desee la democracia y reformas políticas. Ese país es muy violento y beligerante. Aunque el país haya disuelto la unión anterior y se haya dividido en diversos países independientes, y aunque pida reformas, las naciones lucharán las unas contra las otras, y al final se unirán. Estas naciones-estado se unirán una vez más y lucharán contra el mundo entero. Solo la Unión Soviética puede cumplir esta profecía. 
Así, cuando la popularidad de Gorbachev estaba en su punto culminante, dije de broma: «Ese hombre pronto dejará su cargo. Ahora está creando políticas que no tienen sentido». Cuando dije esto, la gente que no había nacido de nuevo pensaba que estaba loco. Me decía: «¿Tú qué sabes? Los Estados Unidos están cooperando con la política de puertas abiertas de la Unión Soviética y todo el mundo lo aplaude. ¿Qué sabes tú para decir esas cosas?». Yo les decía: «Vamos a esperar y ver qué ocurre. Esperen un poco más y verán como las políticas de Gorbachev no son satisfactorias. Ponto dejará su cargo».
Después de un tiempo, dejó su cargo. Por aquel entonces, los pecadores empezaron a respetarme un poco. Decían: «Ese hombre es sorprendente. ¿Cómo ha predecido eso?». ¿Queridos hermanos, ¿creen que soy inteligente? ¿Dije esas cosas porque soy inteligente? No. Dije lo que dije porque está escrito en la Biblia. Como creo en la Palabra de Dios, en la que se dice que la fe es la sustancia de las cosas que se esperan, y como creo en que todo se cumplirá según la Palabra, pude decir esas cosas por fe. En un país donde hay libertad de religión, ¿acaso no puede un hombre hablar de su fe? Si un hombre no puede hacer esto, estamos en un país comunista. De esta manera mi popularidad aumentó entre los pecadores.
 

Un mundo caótico
 
Queridos hermanos, echen un vistazo a lo que está pasando en el mundo. Puede que estén de buen humor, pero cuando piensan en lo que está pasando en el mundo, sus corazones no pueden estar contentos. Cuando vienen a Chuncheon desde Sokcho, ven las corrientes del río Han. Como yo viajo a Sokcho varias veces al año, me he dado cuenta de que el nivel del agua está disminuyendo. Al principio, el nivel del agua era alto, pero año tras año fue disminuyendo hasta el punto en que ahora ya no es un río. Hay simplemente un estanque donde antes solía haber un río. Se dice que el río Amazonas, el río más largo del mundo, se está secando. Por eso debemos estar alerta cada vez más de la escasez de agua y las sequías que hay en el mundo. 
Debido a la falta de nieve este invierno, se dice que en primavera faltará agua para beber en la región sur de Corea. Se dice que habrá escasez de agua para uso personal, así que mucho más para uso industrial o agrícola. Más tarde, el agua que salga del retrete parecerá tan valiosa que no la malgastaremos para poder tener agua pura para beber. Hay una posibilidad bastante realista de que esto ocurra. Estoy agradecido por vivir en la región del norte, donde hay mucha nieve. Yo nací en Busan, pero si hubiese crecido en el sur, habría tenido que aprender a recoger agua mezclada con heces y orina y purificarla para poder beber. Sin embargo ahora vivo aquí en el norte y estoy agradecido de no tener que hacer eso.
 
 

¿Cuándo empezará el fin de los tiempos según la Biblia?

 
Exactamente, ¿cuándo llegará este mundo a su fin? ¿Cuándo tendrá lugar el éxtasis? La gente está muy preocupada por eso. La humanidad se preocupa fundamentalmente por estas tres cosas: ¿Cuándo ocurrirá la tribulación? ¿Cuándo se acabará el mundo? ¿Cuándo tendrá lugar el éxtasis de los justos nacidos de nuevo del agua y el Espíritu? La Biblia dice a menudo que en el fin de los tiempos habrá tribulaciones. Está escrito que la nación de Israel caerá en la tribulación durante tres años y medio. Además está escrito que los que formen parte del pueblo de Dios y sobrevivan al fin de los tiempos, serán salvados. La Biblia dice que el fin está cerca.
La nación de Israel perdió su país durante 2000 años y ha sido reconstruido recientemente. Ese país ha resurgido una vez más y ahora está echando hojas en abundancia. El Señor ha dicho que cuando ese país sea más exuberante, será invadido por tropas enemigas hasta que reconozca y acepte la verdad de que Jesús, quien vino en el pasado, es el Salvador que estaban esperando. Entonces vivirán en medio de la tribulación. Una persona malvada se sentará en el lugar del arca, dentro del Templo de Israel, y proclamará: «Soy Dios. Desde este momento os prohíbo realizar sacrificios a Dios». El Señor dijo que, durante tres años y medio, habrá tribulación sobre el pueblo de Israel y todo el mundo. El libro de Daniel dice que después de esos tres años y medio de tribulación sobre Israel, el mundo llegará a su fin.
 


Entonces, ¿qué momento en el tiempo debemos considerar el principio de los dolores?

 
¿Cuándo dice la Biblia que se acabará este mundo? Hoy vamos a pensar sobre esto y sobre cómo debemos vivir de ahora en adelante. 
El Evangelio según Mateo, capítulo 24, habla sobre el final de la nación de Israel y el fin del mundo. Por eso, este capítulo se suele llamar el capítulo del fin del mundo. Los discípulos de Jesús le preguntaron: «Dinos, ¿cuándo ocurrirán estas cosas? ¿Y cuál será la señal de Tu venida y del fin del siglo?». El Señor les contestó: «Tened cuidado de que nadie os engañe. Porque muchos vendrán en Mi nombre diciendo: «Soy el Cristo» y engañarán a muchos. Y oiréis de guerras y rumores de guerras. Pero no os turbéis, porque el fin no es todavía. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores».
El Señor habló del fin de los tiempos de manera detallada, como si se tratase de una novela. Además el Señor habló de lo que ocurriría en el fin de los tiempos de manera repetida. Los justos nacidos de nuevo pueden entender este pasaje con leerlo solo una vez. En otras palabras, se dice que la destrucción se llevará a los hijos de la oscuridad como un ladrón, pero los hijos de la noche, que no duermen, estarán de vigilia y sobrios para ese día (1 Tesalonicenses 5, 4-5). La gente de este mundo no puede entender la Palabra de Cristo sobre el fin del mundo. 
Primero el Señor habló de cuándo empezará la tribulación. En el versículo 6 está escrito: «Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin». Habrá muchas guerras y rumores de guerras. Sin embargo, el fin no habrá llegado todavía. 
En los versículos 7 y 8, está escrito: «Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores». Queridos hermanos, en el futuro las naciones se levantarán contra las naciones, y los reinos contra los reinos, y habrá hambre, pestes y terremotos. Pronto empeorará el hambre en el mundo. Los países crearán alianzas y lucharán los unos con los otros. Para defenderse, los países necesitarán armas nucleares. Cuando las guerras empiecen, las naciones más débiles que no tengan armas nucleares serán destruidas. 
Aunque las naciones poderosas no utilicen los ejércitos para presionar a los países a comerciar, devorarán a las naciones más débiles. Utilizando el sistema establecido por la Organización Mundial del Comercio, todas las naciones poderosas firmarán pactos favorables para ellas e intentarán dominar a las naciones más débiles. La gente dice que la globalización es beneficiosa, pero no siempre es buena. Con la finalización de la globalización, el mundo será uno, y un rey absoluto se levantará. Entonces, en el fin de los tiempos, hará que todo el mundo reciba la marca del 666. En otras palabras, este mundo está pidiendo la globalización para llegar a su fin.
Las guerras se pueden categorizar como calamidades artificiales, pero ¿qué podemos hacer con las calamidades de la naturaleza, como el hambre o los terremotos? Por todo el mundo, el número de hambrunas y de terremotos está aumentando. Hoy en día, hay mucha gente muriendo de hambre. No hace mucho, cuando los refugiados somalíes y etíopes aparecieron en la televisión, supongo que verían las imágenes de niños muriendo de hambre con sus barrigas hinchadas. Cuando vi a esos niños, me acordé de mi infancia.
Cuando era pequeño casi no tenía nada que comer porque había escasez de alimentos, así que tenía una figura corporal parecida a la de esos niños. Esto fue justo después de la Guerra de Corea (1950-1953) y toda la nación estaba en ruinas. Era muy difícil sobrevivir. Si cogen algunas hierbas del campo y las hierven con un poco de arroz, obtienen una sopa ligera de hierba. Mi madre solía hacer esta sopa. Se podían contar los granos de arroz y las hojas flotando en la sopa, porque el resto era agua. Por eso, por mucho que comiésemos, seguíamos teniendo hambre, porque solo teníamos agua en el estómago. Por tanto, para poder levantarnos, teníamos que agarrarnos a las patas de la mesa. Nuestros estómagos parecían llenos, pero solo tenían agua sin ningún nutriente, por lo que seguíamos teniendo hambre. Así, cuando veo a esos niños somalíes pasando hambre, entiendo como se sienten. 
 

Muchos pecadores morirán de hambre
 
En el futuro los somalíes no serán los únicos que mueran de hambre, sino que habrá mucha gente por todo el mundo que muera de hambre. Habrá terremotos por todas partes. Ayer ocurrió un terremoto enorme en Japón. El Pastor Kim me dijo que había 2500 muertos y más de 4000 heridos. Este ha sido un gran terremoto, de un 7 en la escala de Richter. Las pérdidas han sido cuantiosas, se han destruido casas, carreteras, vías de ferrocarril. Los japoneses tienen fama de construir los edificios más robustos del mundo, pero muchos edificios se han venido abajo con este terremoto. El Rev. Kim me ha dicho que el número de muertos incrementaría porque no han podido desenterrar los cuerpos que hay entre los escombros.
Por estas fechas, el año pasado hubo un terremoto en Los Ángeles, California. Los geólogos americanos están prediciendo un terremoto a gran escala en la parte oeste de los EE.UU. en el futuro. Los geólogos pueden averiguar cómo de grande será un terremoto y cuándo ocurrirá basándose en la información proporcionada por el movimiento de las placas. El terremoto de Japón ha consistido de 3 temblores. Ha habido muchas más pérdidas por los temblores que han seguido al temblor inicial. 
Entonces lo que más tememos es la llegada de las hambrunas y de los terremotos a nivel mundial. Las hambrunas y los terremotos dan más miedo que las guerras. Queridos hermanos, aunque no haya nadie disparando, cuando hay hambre durante unos años, la gente se debilita y muere. Lo que estoy diciendo es que habrá un tiempo trágico en que la gente morirá por inanición aunque luche por sobrevivir. Ahora mismo ya hay hambrunas en diferentes partes del mundo, así como cambios climáticos. No hace mucho escuché que Los Ángeles había declarado el estado de emergencia por un tornado en invierno. Estos sucesos ocurrirán más frecuentemente en el futuro. Por favor, sepan que los desastres naturales no cesarán. 
Corea es un país con sequía. Muchas personas no entienden la gravedad de la situación. Sin embargo, cuando veo la televisión, me doy cuenta de lo grave que es. Cuando vean que las reservas de agua se están secando, entenderán la gravedad. Nosotros nos lo tomamos más en serio porque la Biblia dice que estas cosas ocurrirán en el fin de los tiempos. Nuestro Señor ha dicho que estas cosas ocurrirán en el fin de los tiempos. Dice que cuando empiecen las calamidades, las naciones se levantarán contra las naciones, y los reinos contra los reinos. Dice que habrá hambre y terremotos en diferentes lugares. Aún más, dice que esto será el principio de las calamidades. Como el Señor dijo que este será el principio de los dolores, debemos tomárnoslo en serio. 
Por supuesto, ha habido terremotos en la tierra desde el principio, y todavía los hay. En otras palabras, siempre ha habido terremotos. Sin embargo de ahora en adelante, los terremotos ocurrirán más frecuentemente. Recientemente ha habido más terremotos en Corea, una región en la que casi nunca hay. Hay magma que sale a la superficie de la corteza y ha habido cambios en sus movimientos. Hay muchos cambios en el tiempo y por eso ocurren tifones en invierno. 
Solamente en Corea ha habido muchos cambios climáticos. El Señor ha dicho que cuando haya hambrunas y terremotos en la tierra, debemos estar avisados de que han empezado los dolores. Lo que significa es que será el principio de la tribulación. Cuando ocurran muchas calamidades, sabremos que llega la tribulación. Esto será la señal de que la tribulación está cerca. Dios enciende las sirenas diciendo: «Desde este momento, habrá tribulación» y entonces habrá guerras, terremotos y hambrunas en diferentes sitios. Cuando ocurran estas calamidades, sonará la alarma para marcar el comienzo de la tribulación.
Todas las criaturas tienen el poder de saber de antemano cuándo ocurrirán los desastres naturales para poder preparase. Cuando vayan a la costa, verán unas criaturas parecidas a los gusanos. Son bastante extrañas. Son criaturas que viven en la costa y se alimentan de animales muertos. Estas criaturas viven entre las rocas de la costa o entre las piedras. Pero algunos días pueden ver que han salido y están a 10 metros de la costa. Cuando los adultos ven este fenómeno, dicen que va a ocurrir un maremoto. Dicen: «Escuchadme, hijos, a partir de hoy no vayáis al mar. Va a haber un maremoto pronto». «¿Qué dices? Las olas están tranquilas, ¿cómo va a haber un maremoto?». «Escuchadme bien. Cuando digo que va a haber un maremoto, es que va a haberlo. Esperad un día o dos. Veréis lo que pasa». Pero el mar parece tranquilo. Parece un lago. Sin embargo, el mar siempre está tranquilo antes de un maremoto. En un par de días el mar empieza a moverse y hay unas olas de gran envergadura. Cuando ocurre este fenómeno, el mar produce olas de 5 a 10 metros de altura. 
Queridos hermanos, la gente no puede ver un tsunami, pero ¿cómo es que hay criaturas que lo pueden predecir antes que los humanos? Se van a un lugar seguro un par de días antes de que ocurra, y cuando pasa el tsunami vuelven a su hábitat natural. La gente no puede ver las calamidades que están a punto de pasar, pero la realidad es que hay criaturas que sí las pueden predecir. Por tanto pienso que por eso hay un proverbio que dice que los seres humanos no son mejores que los gusanos.
Nuestros Señor dice: «Mas él respondiendo, les dijo: Cuando anochece, decís: Buen tiempo; porque el cielo tiene arreboles. Y por la mañana: Hoy habrá tempestad; porque tiene arreboles el cielo nublado. ¡Hipócritas! que sabéis distinguir el aspecto del cielo, ¡mas las señales de los tiempos no podéis!» (Mateo 16, 2-3) y entonces se llena de dolor. Hagamos lo que hagamos, ya comamos, durmamos, vayamos al baño o nos levantemos, hay algo que debemos saber. Debemos vivir entendiendo cómo cambiará este mundo en el futuro y lo que el Señor ha dicho sobre estos tiempos. 
Cuando las calamidades empiecen en este mundo, habrá hambrunas y terremotos, así como guerras. El Señor dice que la gente morirá por culpa de estas calamidades. Cuando las naciones se levanten contra las naciones, y los países contra los países, los más poderosos vencerán a los más débiles. En ese momento, las políticas pacifistas con los países vecinos se ignorarán. Para poder sobrevivir, un país se tragará a los países más débiles. Es decir, que un país fuerte reemprenderá una política de comercio buena, pero cuando otro país rompa el trato, ese país será eliminado. Esto ocurrirá en muchos países del mundo. 
Cuando estas calamidades ocurran en el mundo, la nación de Israel firmará un pacto de no violencia con otro país. Pero de repente, un día, ese país traicionará a Israel y lo invadirá. Debemos saber de antemano que cuando la nación de Israel sea invadida por cierto país, habremos entrado en la última fase hacia la tribulación. Este período durará siete años, pero la tribulación que nosotros tendremos que soportar durará tres años y medio. Este período empezará en el momento en que Israel sea invadido por un país y su territorio sea quemado. Daniel y el Apóstol Pablo hablan de esta parte. El profeta Daniel dijo: «Y desde el tiempo que sea quitado el continuo sacrificio hasta la abominación desoladora, habrá mil doscientos noventa días. Bienaventurado el que espere, y llegue a mil trescientos treinta y cinco días» (Daniel 12, 11-12). Aquí los 1290 días y los 1335 días se refieren a un período de tiempo de unos tres años y medio desde el comienzo de la tribulación.
Los que sobrevivan esos tres años y medio desde el comienzo de la tribulación, serán salvados. Nuestro Señor vendrá al mundo a recompensar a los que han soportado hasta el fin sin haberse arrodillado ante el ídolo del Anticristo, sin haber recibido la marca en sus manos o frente, y sin haber traicionado al Señor Dios. Este será el fin del mundo. Por primera vez desde la creación de los cielos y la tierra, el principio de Su obra, este mundo llegará a su fin.
El Señor construirá una tierra nueva y un cielo nuevo y entonces, al renovar este mundo y toda la creación, hará que los justos vivan durante 1000 años. El libro del Apocalipsis habla de esto. Debemos saber que habrá solo tres años y medio de vida cuando un país invada Israel, lo queme y levante su propio ídolo dentro del lugar santísimo del Templo. Cuando la tribulación llegue, pronto ocurrirá el éxtasis, y el mundo se acabará. La historia de la humanidad empieza en la nación de Israel, va alrededor del mundo y vuelve a Israel para llegar a su fin. Entonces llega el fin del mundo. 
Dios creó a Adán y Eva. Al hacerles nacer de nuevo por el Evangelio del agua y el Espíritu, creó a sus descendientes de fe. Dios empezó con Adán y Eva y permitió que se multiplicaran y produjesen a personas de fe como Set, Enoc, Matusalén, Noé y Abraham. Además, a través de Sus justos, ha hecho que la historia del mundo tenga lugar. 
La nación de Israel será invadida y quemada por sus enemigos en el fin del mundo porque no ha creído en Jesucristo. El pueblo de Israel no acepta a Jesús como el Hijo de Dios. Al entregar la tierra de Canaán a los descendientes de Abraham, Dios prometió que les haría vivir para siempre. Les dijo que la circuncisión sería la marca de Su promesa. Sin embargo, el pueblo de Israel no aceptó a Jesús, quien vino a circuncidar los corazones de la humanidad. No aceptaron a Jesús como Hijo de Dios, y por eso Dios quiere darle a la nación de Israel la oportunidad de arrepentirse al hacerle pasar por tribulaciones en el fin del mundo. 
Al hacer que la nación de Israel se rinda ante el Señor a través de la tribulación, el Señor está dispensando Su gracia sobre Israel para que crea en Jesús como el Salvador y sea el pueblo de Dios. Como el Señor amó a Abraham y le hizo una promesa, tomará a los descendientes de Abraham como pueblo del Cielo, aunque sea por medio de la tribulación. Para poder presentar el Cielo al pueblo de Israel haciéndole nacer de nuevo y creer en Jesús, el Señor ha puesto a Israel en el centro de los acontecimientos del fin del mundo. La verdad es que Dios está dándole una oportunidad al pueblo de Israel. 
Cuando el pueblo de Israel crea: «Jesucristo es el Hijo de Dios» y acepte a Jesús como su Salvador, este mundo llegará a su fin. En cuanto empiecen a creer en Jesús como su Salvador Dios les dará la tierra espiritual de Canaán, es decir el Reino eterno de los Cielos. Dios pondrá fin al mundo cuando cumpla esta promesa con el pueblo de Israel. Todo lo que Dios nos ha prometido a los seres humanos, se ha cumplido y lo único que queda es la promesa de salvar a los descendientes de Abraham. Cuando se cumpla esta promesa, el Señor traerá el Reino Milenario al mundo. Además, el Señor creará una tierra y un cielo nuevo para los justos, y empezará la era de felicidad eterna. 
 

Los justos deben observar de cerca a la nación de Israel
 
En Corea había un grupo de personas que se denominaba la Misión Dami e intentaba seducir al mundo diciendo que Jesús volvería el 28 de octubre de 1992. Decir que Jesús volvería a pesar de que la nación de Israel no había sido invadida todavía, era simplemente un delirio que los que ignoran la Biblia se atreven a pronunciar. A los que decían que Jesús volvería el 28 de octubre de 1992, les dije: «¿Cómo puede alguien que dice tener fe en Jesús ser tan imprudente? ¿No conocéis la Biblia? ¿Creéis sin conocer la historia del pueblo de Israel? ¿Qué dice Dios sobre el fin del mundo en la Biblia? La razón por la que Dios tiene que quemar al pueblo de Israel está en la Biblia, pero no la conocéis. Ahora mismo esta nación es poderosa y ha dado nuevas hojas para convertirse en una higuera llena de hojas. ¿No es cierto que muchos países están demostrando animosidad hacia Israel?». Así les hablé. 
Incluso en las Naciones Unidas, Israel se trata como una nación inestable. Aunque Israel es una nación llena de explosivos en el Próximo Oriente y todas las naciones de su alrededor son sus enemigos, el mundo entero no puede dominar a Israel. Dios permitió al pueblo de Israel recuperar su tierra 2000 años después de haberla perdido, tal y como prometió: «Y sabréis que soy vuestro Dios». El Señor hizo promesas a Su pueblo a través de distintos profetas en el Antiguo Testamento, y las cumplió. Reconstruir un país que ha estado destruido durante 2000 años es algo que no tiene precedente en la historia. Esto es algo que no puede ocurrir sin la intervención de Dios. 
Lo que debemos recordar es el hecho de que este país es una nación poderosa. La nación de Israel está intacta. ¿Cómo puede Jesús venir ahora? Esa nación tiene que ser quemada para que Jesús venga. ¿Por qué? Porque el Señor quemará esa nación para salvar al pueblo de Israel. Entonces, después de que el pueblo de Israel haya nacido de nuevo al creer en Jesucristo, el Señor vendrá para despertar a los que duermen en sus tumbas y para llevar a Sus hijos a Su Reino. Cuando el Señor creó la humanidad, tenía la intención de llevarla al Reino de los Cielos y vivir con ella para siempre, por eso, en el último día se llevará a todos los justos al Cielo y salvará al pueblo de Israel. 
 


Ahora es el principio de la tribulación

 
Cuando haya hambre y terremotos en este mundo y cuando las naciones se levanten contra las naciones y los países contra los países, deben saber que la tribulación ha empezado. Como está escrito, del mismo modo en que ocurre con la emisión recurrente de gases, el final llega cuando las señales aparezcan y empiecen los dolores. Todo lo que tenemos que saber es que el mundo habrá entrado en la tribulación en ese momento. Queridos hermanos, ¿lo entienden? Espero que todos vivamos con fe sabiendo que la tribulación empezará pronto. 
Queridos hermanos, ahora mismo podemos sonreír, y cuando la tribulación llegue, me pregunto si podremos hacerlo. Creo que nosotros, hermanos y hermanas, podremos reunirnos y reír con alegría aunque venga la tribulación. Esto se debe a que hay muchas cosas por las que estar contentos cuando nos reunimos, aunque el mundo se esté viniendo abajo. Creo que podremos sonreír incluso durante la tribulación, porque nuestro Señor nos ha convertido en justos llenos de esperanza. 
El Señor habla del momento en que el mundo llegará a un final perfecto: 
«En aquel tiempo se levantará Miguel,
el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo;
y será tiempo de angustia, 
cual nunca fue desde que hubo gente
hasta entonces;
pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo,
todos los que se hallen escritos en el libro. 
Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados,
unos para vida eterna,
y otros para vergüenza y confusión perpetua.
Los entendidos resplandecerán 
como el resplandor del firmamento; 
y los que enseñan la justicia a la multitud, 
como las estrellas a perpetua eternidad. 
Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará» (Daniel 12, 1-4).
¿En qué se centra la Biblia al final? En el pueblo de Israel. ¿Qué considera Dios el centro de los eventos en el fin del mundo? La nación de Israel. Dios dijo: «En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro» (Daniel 12, 1). A través de Daniel, el profeta, Dios está diciendo que la tribulación caerá sobre el pueblo de Israel también. Asimismo dice que en ese momento el ángel Miguel se levantará. En medio de toda esta tribulación, Dios dice que los que duerman en el polvo de la tierra, se levantarán, algunos para la vida eterna. En otras palabras, en medio de la tribulación tendrá lugar el éxtasis del que habló el Apóstol Pablo. La verdad es que el éxtasis ocurrirá durante el período de 7 años que dure la tribulación. 
El libro de Daniel dice: «Y desde el tiempo que sea quitado el continuo sacrificio hasta la abominación desoladora, habrá mil doscientos noventa días. Bienaventurado el que espere, y llegue a mil trescientos treinta y cinco días. Y tú irás hasta el fin, y reposarás, y te levantarás para recibir tu heredad al fin de los días» (Daniel 12, 11-13). Benditos los que esperan y llegan a los 1335 días, aproximadamente tres años y medio. Los que duren este tiempo, desde el comienzo de las tribulaciones, estarán benditos, porque el éxtasis ocurrirá entonces. Esto está escrito en 2 Tesalonicenses 2, y en el libro de Daniel. «Y desde el tiempo que sea quitado el continuo sacrificio hasta la abominación desoladora, habrá mil doscientos noventa días. Bienaventurado el que espere, y llegue a mil trescientos treinta y cinco días. Y tú irás hasta el fin, y reposarás, y te levantarás para recibir tu heredad al fin de los días», y esto significa que la abominación de la desolación ocurrirá en el Templo cuando un país invada la nación de Israel. 
Lo más importante para el pueblo de Israel es el Templo. Lo más importante dentro del Templo es el arca. Dentro del lugar Santo hay un velo, y detrás del velo está el lugar Santísimo, donde se encuentra el arca. Ahí está el arca, de forma rectangular, y mide 110 cm. de longitud, 70 cm. de profundidad, y 70 cm. de altura. Está cubierta por una tapadera que se denomina el asiento de la misericordia, que tiene dos figuras de querubines a cada lado que están mirándose y tienen las alas extendidas. Cuando se abre la tapa del arca, dentro se encuentran la vara de Aarón, un tarro de oro con maná y las dos tablas de piedra que contienen los Diez Mandamientos. 
Una vez al año, en el Día de la Expiación, el Sumo Sacerdote imponía las manos sobre una cabra, le transfería los pecados del pueblo de Israel y la desangraba. Después ponía la sangre en unos recipientes y la esparcía sobre el asiento de la misericordia, que estaba encima del arca. Así recibía la remisión de los pecados el pueblo de Israel. Esto se hacía al final de la ceremonia del Día de la Expiación, y era de gran importancia. Aunque Jesús ha ofrecido el sacrificio eterno por nuestros pecados mediante este sistema de sacrificios, y se ha convertido en nuestro Salvador, el pueblo de Israel todavía ofrece este sacrificio legalista porque no cree en el eterno sacrificio que el Señor ha cumplido. 
Pero cuando llegue el fin de los tiempos, un hombre se subirá encima del arca diciendo que es Dios, e impedirá que la gente le ofrezca sacrificios a Dios. Como el pueblo de Israel considera esto peor que perder una guerra y morir, cuando esto ocurra, será el final para esa nación. Para el pueblo de Israel, la opresión religiosa que no le permite ofrecer sacrificios, es lo mismo que la muerte. Está escrito que un hombre poderoso aparecerá y «eliminará el sacrificio diario y establecerá la abominación de la desolación». En otras palabras, se nos está diciendo que habrá un ídolo encima del arca y se obligará a la gente a adorarlo, y cuando esto ocurra, la tribulación estará llegando a su punto culminante. Esto mismo se menciona en 2 Tesalonicenses. 
En la segunda epístola a los tesalonicenses, capítulo 2, está escrito: «Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos, que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca. Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios» (2 Tesalonicenses 2, 1-4).
Lo que el Apóstol Pablo dice en los versículos 3 y 4 es lo mismo que dice el libro de Daniel, que se eliminarán los sacrificios diarios y se establecerá la abominación de la desolación. En 2 Tesalonicenses 2, 4, leemos: «El cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios». El Apóstol Pablo dice que la abominación de la desolación es un hombre. Dice que un hombre se sentará encima del arca y dirá: «Soy Dios».
En 1 Tesalonicenses 4, 15, el Apóstol Pablo, citando el Antiguo Testamento, dice que habrá un éxtasis. Entonces muchos santos empezaron a vivir una vida desordenada mientras esperaban al Señor y el éxtasis de los santos. Por eso el Apóstol Pablo tuvo que explicar que habría una separación primero, después la nación de Israel sería invadida, y después alguien se subiría en el arca del Templo de Israel y se autoproclamaría Dios. Después de todo esto, ocurrirá el éxtasis de los justos. Por tanto el éxtasis ocurrirá durante la tribulación de la nación de Israel. ¿Lo entienden?
Algunos teólogos abogan por el éxtasis anterior a la tribulación. Dicen que todos los santos irán al Cielo con Jesús antes de que llegue la tribulación. Otro grupo de teólogos aboga por la teoría del éxtasis post-tribulación. Sin embargo, todas estas teorías no tienen fundamento. Hay que hablar basándose en la Biblia, y si se hacen afirmaciones sin fundamento sobre el éxtasis, se está cayendo en la necedad. El éxtasis ocurrirá en medio de la tribulación. Es decir, ocurrirá en medio de los siete años de tribulación, cuando el pueblo de Israel sea invadido. 
1 Tesalonicenses 4, 15-18 dice: «Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras».
Queridos hermanos, el Señor dice que descenderá sobre esta tierra con un grito, con la voz de un arcángel, y con la trompeta de Dios. ¿Cuándo vendrá Jesús por segunda vez? Está escrito que, cuando el pueblo de Israel sufra la tribulación, nuestro Señor descenderá con toda Su gloria con la voz de un arcángel y con el sonido de la trompeta de Dios para enseñarnos quién es Jehová Dios. La Biblia nos dice que, aunque el Señor naciese en un pesebre cuando vino por primera vez, en Su segunda venida, descenderá con toda Su majestad. Los ángeles y todas las tropas celestiales formarán filas y el Señor descenderá en medio de ellos, escoltado por los ángeles. 
El Señor, quien ha salvado a los pecadores de sus pecados, es el Rey de reyes, y el Señor de señores. Todas las cosas del universo fueron creadas por nuestro Señor. No hay ni una sola cosa que no haya sido creada por el Señor. Por tanto, todo es del Señor. Nuestro Señor recibió el poder de juzgar y de salvar. Recibió toda autoridad. El Señor es el Rey de reyes, el Señor de señores, el Rey de la Justicia, Rey de la Paz, y el Rey de la Sabiduría. ¿Cuándo vendrá este Señor? ¿Cuándo vendrá por segunda vez? Vendrá cuando la nación de Israel esté en medio de una tribulación insoportable. 
En ese momento el Señor despertará a los santos nacidos de nuevo que hayan muerto antes, es decir, a los santos que estén durmiendo en sus tumbas. Cuando nuestro Señor murió en la Cruz, ¿no es cierto que muchas tumbas se abrieron? En aquel entonces, algunos santos que estaban en sus tumbas, salieron de ellas. Los muertos resucitaron y caminaron por este mundo. Así dieron testimonio de la resurrección (Mateo 27, 52-53). La verdad es que el Señor ya nos ha mostrado que el éxtasis ocurrirá en el futuro. Nos ha mostrado de antemano que los santos que duerman en sus tumbas volverán a la vida en el futuro. 
¿Cómo sabemos cuándo volverá el Señor? ¿Cómo podemos predecir el fin de este mundo? ¿Cómo podemos predecir el éxtasis y el fin del mundo antes de tiempo? Debemos entender que el éxtasis de los justos estará cerca cuando el pueblo de Israel pase por la tribulación. Cuando vean algo en la televisión acerca de Israel, escuchen con atención. Ahora mismo la nación de Israel está negociando con las naciones árabes vecinas. El pueblo de Israel está firmando un trato con Jordania y un tratado de paz con el Frente de Liberación Palestino. Esto era impensable en el pasado, pero ahora Israel está firmando tratados con las naciones vecinas. Se ha convertido en una nación con buenas intenciones. 
Cuando enciendo la televisión de vez en cuando, un hombre de baja estatura llamado Rabin aparece. Intenta resolver los conflictos con las naciones vecinas a través del diálogo y no recurre a los conflictos militares. Leí un periódico no hace mucho, donde se decía que Rabin había declarado el estado de emergencia. ¿Por qué? Porque los países de alrededor poseen armas nucleares. La nación de Israel siempre está en estado de emergencia porque nadie sabe cuándo habrá una guerra nuclear. 
Ahora mismo la nación de Israel tiene una relación hostil con todas las naciones árabes que la rodean. Cuando esas naciones árabes se unan con un país que tenga más poder militar, y ataquen a Israel de repente, Israel tendrá que sufrir. La Biblia dice que el gran enemigo de Israel se le vendrá encima como una plaga de langosta. ¿Qué país puede hacer eso? Esperen y verán. Precisamente solo hay dos países capaces de invadir Israel: Rusia o la Unión Europea. No piensen que cualquier país puede invadir Israel, ya que es un país poderoso. El país que rete a la nación de Israel tendrá que ser poderoso. En el futuro, Rusia y las antiguas repúblicas soviéticas se volverán a unir. Asimismo la UE hará valer su poder por todo el mundo. Esto no me lo estoy inventando, sino que aparece en el Apocalipsis y el libro de Daniel.
Debemos centrarnos en esta parte. No debemos decir: «Vamos a esperar incondicionalmente, el Señor va a venir». Queridos hermanos, ¿cómo podemos esperar así? El Señor ha revelado a través de Su Palabra el momento exacto en el que vendrá, para que los nacidos de nuevo lo entendamos. El Señor no vendrá como un ladrón a los hijos de la luz. Si esperamos a que pasen tres años y medio desde el ataque a Israel, el Señor vendrá. Después de que la nación de Israel sea invadida por un país y caiga en la ruina, la tribulación llegará. Este mundo entrará en una era de tribulación.
Entonces, ¿por qué no habló el Señor de lo que ocurrirá en otros países del mundo en el fin del mundo? Nuestro Señor habla de la historia del mundo centrándose en la nación de Israel. ¿Qué dijo Jesús cuando un discípulo le preguntó que cuándo sería el final del siglo? Él contestó: «De cierto os digo, que no quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea derribada. Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores». Así lo dijo. 
El Señor habló de esto. Sin embargo no sabemos bien lo que dice porque no lo entendemos bien. Queridos hermanos, no se dan cuenta todo lo que tenemos que estudiar y leer la Biblia para entender este pasaje. Hay que estudiar mucho para poder hablar sobre un pasaje delante de un grupo de gente, y cuando queremos hablar del fin del mundo, debemos centrarnos en la nación de Israel. Cuando ese país sea invadido y quemado, empezará la tribulación y desde ese momento, si esperamos tres años y medio, vendrá el Señor. Esto está escrito en el libro de Daniel. 
 

Las calamidades han empezado en este mundo
 
Entonces, ¿estará el mundo en paz cuando la nación de Israel sea destruida por su enemigo? No. El mundo se acabará. En el libro del Apocalipsis, se dice que un tercio de los árboles será quemado y que el agua se convertirá en sangre. Esto significa que la gente no podrá beber agua. Entonces el mundo estará en ruinas y la gente morirá. Será un mundo donde nadie quiera vivir. Cuando esto ocurra, todo lo que los justos tendrán que hacer es esperar a la segunda venida de Jesús. Además, en vez de esperar sin hacer nada, debemos ver lo que le ocurrirá a la nación de Israel en el futuro y debemos creer en la verdad de que quedarán tres años y medio para la segunda venida del Señor después de que Israel pierda la guerra contra su enemigo. Si estas cosas ocurren en Israel, y aún así tenemos dudas diciendo: «Las guerras se ganan o se pierden», y no nos preparamos por fe, será demasiado tarde. 
Cuando la nación de Israel sea invadida, la persona que ocupe ese país, será la que domine al mundo entero, y esa persona será el Anticristo, utilizado por Satanás para controlar el mundo entero. El Diablo hará que la gente se arrodille ante su ídolo en el Templo y le dará poder. El Diablo creará un ídolo y le dará poder para hablar. El Anticristo matará a todos los que no se postren ante este ídolo sin excepción. Los siervos del Diablo, que están en todas partes, buscarán a los que no se postren ante él y los matarán. La ley del Diablo será matar a los que no se postren ante él. 
Para controlar a la gente, los siervos del Diablo pondrán la marca de la bestia en la mano derecha o en la frente de las personas. Los que no tengan esa marca no podrán ni comprar ni vender (Apocalipsis 13, 16-17). Esta será la última calamidad. Está escrito en el Apocalipsis que, aunque los que no han nacido de nuevo se convertirán en siervos del Diablo al postrarse ante su ídolo y recibir la marca, aquellos cuyo nombre esté escrito en el Libro de la Vida sufrirán el martirio por rechazar la marca por su fe en Dios.
Como esta tribulación vendrá, la gente de este mundo se levantará contra Dios y Él juzgará el mundo. La verdad es que el Señor vendrá al mundo en persona. En aquel entonces, el pueblo de Israel que no se haya postrado ante los ídolos y no haya recibido la marca de la bestia, creerá en el Señor. En realidad, el pueblo de Israel tiene una fe más devota que la nuestra. Para ellos solo hay un Dios. Por tanto no pueden adorar a nadie más que a Jehová Dios. Además como han sufrido mucho por haber adorado a ídolos, ya no lo hacen. Aparte de eso conocen muy bien la Palabra de Dios, y saben que Jehová Dios es el Dios que les permitió reclamar su tierra. Creen en el mismo Dios en que creyó David como el Dios que les salvó.
Por tanto debemos recordar estas verdades. Hasta que la nación de Israel no sea invadida y algo malo ocurra en ese país, los justos tienen que estar alerta. Cuando llegue ese momento, se sabrá que el éxtasis está cerca y no debemos pensar en casarnos o dar en matrimonio. Nuestro Señor ha dicho: «!Ay de aquellas que estén en cinta durante la tribulación!». Por tanto nos está diciendo que conozcamos el fin de los tiempos y que no pensemos en casarnos cuando algo así le ocurra al pueblo de Israel.
Pero será mejor casarse si están decididos a hacerlo, que no hacerlo y volverse locos. Sin embargo, no se olviden de que deben vivir por fe, sabiendo que quedarán tres años y medio para vivir en este mundo cuando ocurran estas cosas. Cuando llegue ese momento, no podrán escuchar la Palabra de la Biblia porque los que creen en Dios serán asesinados y no se permitirán reuniones a gran escala. 
 


¿Cuándo ocurrirá el éxtasis?

 
Espero que se den cuenta de que el éxtasis ocurrirá durante la tribulación que durará siete años. Es decir, cuando la nación de Israel sufre la destrucción, sabrán que el día ha llegado, y que deben mantener su fe hasta el final, ya que si aguantamos hasta el final, iremos ante el Señor sin tener que morir. Por eso he hablado con los trabajadores del ministerio. Les he dicho que si seguimos hacia delante un poco más, probaremos la gloria y las calamidades caerán sobre Israel. También les he dicho que ocurrirán calamidades en este mundo. Dios matará a los que estén en contra de Él al permitir que ocurran calamidades y desastres en esos tiempos. 
El pueblo de Israel será invadido y no podrá ofrecer sacrificios a Dios dentro del Templo porque adorar a Dios estará prohibido, y se dice que el número de días que durará ese período sobrepasará los 1290. Entonces, esto hace tres años y medio, ¿no? Si esperamos un poco más, Jesús vendrá antes de que se acaben los 1335 días. Por tanto, si hay gente del pueblo de Israel que pueda esperar ese tiempo, podremos considerar que estarán benditos. Aunque no esperemos todo ese tiempo, el final de los tiempos llegará de todas formas.
Entonces, la cuestión de cómo esperaremos esos tres años y medio es crucial. ¿Cómo soportaremos esos tres años y medio? Ahora, mientras hablo del fin del mundo, les digo que en este momento ya han empezado las calamidades. Quiero decirles que la era de los dolores ya ha empezado en este mundo y que la cuenta atrás hacia el fin ya ha empezado.
Ahora debemos verificar esto a través de la Palabra, y si podemos creer en esto, debemos pensar en qué hacer. ¿Debemos esperar la tribulación sentados de brazos cruzados? ¿Qué debemos hacer ahora? La Biblia dice que la tribulación llegará a este mundo y después el fin, pero también dice que el fin llegará cuando el Evangelio del bautismo y la sangre sea predicado por toda la tierra. Aquí podemos encontrar la respuesta a la pregunta sobre qué hacer. De ahora en adelante, me gustaría hablar sobre esto y después concluir el sermón.
¿Qué debemos hacer ahora? De ahora en adelante, no debemos poner nuestros corazones en las cosas del mundo. Si no enseñamos esto a los que no lo saben, Dios nos lo reprochará, así como los demás santos. Queridos hermanos, ¿creen que hay alguna diferencia entre vivir con fe sabiendo que han empezado las calamidades y sufrir las calamidades sin saberlo con anterioridad? Hay una gran diferencia. Si vivimos sin preparar nuestros corazones, será difícil aguantar hasta el final con fe. Esto es algo que les quiero decir porque no pueden soportar las calamidades sin fe.
 

Las calamidades ya han empezado
 
Queridos hermanos, están ocurriendo muchas catástrofes en el mundo, no solo el terremoto en Japón o las hambrunas y otros terremotos por todo el mundo, así como las naciones levantándose contra las naciones. Nuestro Señor dijo en el Evangelio de Mateo 24, 7 que este es el comienzo de los dolores. La verdad es que esta Palabra es cierta en nuestros corazones hoy mismo. De la misma manera en que el Evangelio ha entrado en nuestros corazones, espero que se den cuenta de que este es el principio de los dolores. ¿Lo entienden? Les he contado esta verdad. Luego no se quejen de que no les he hablado de esto, porque sí se lo he contado.
Si quedara mucho tiempo en el mundo, todo lo que tendríamos que hacer es vivir con fe durante toda nuestra vida y después presentarnos ante Dios cuando Él nos lo dijera y dormir cuando Él nos lo dijera. Sin embargo, la razón por la que digo esto es porque, en realidad, los tiempos en que vivimos están cerca del fin del mundo y el Señor va a cumplir todo lo que prometió. Ahora, cuando ocurra lo que tenga que ocurrir, debemos poder encajarlo de manera tranquila, sabiendo de antemano lo que va a suceder y estando preparados. De la misma manera en que una persona que está en su lecho de muerte intenta dejar todo bien atado antes de morir, nosotros debemos vivir preparados con nuestra fe y sabiendo lo que hay que hacer y cómo vivir con fe. 
No moriremos habiendo vivido de cualquier manera. Durante nuestra vida ocurrirán cosas en este mundo. Para decirlo de una manera más fácil, el fin del mundo va a llegar, tal y como todo el mundo sospechaba. Pronto ocurrirán los desastres naturales de los que la gente ha oído hablar. ¿Qué opinan sobre este mundo? ¿Creen que el principio de los dolores ha empezado o que no? ¿Qué opinan? Yo pienso que las calamidades han empezado. Aunque nos demos cuenta de que han empezado los dolores, si no lo examinamos con la Palabra, lo olvidaremos, y cuando llegue la tribulación, nos someteremos al Anticristo por confusión.
Creo que el Señor vendrá. Pero si les digo esto de una manera que puedan entender, aunque el Señor no venga hasta dentro de 10 años, este mundo habrá cambiado tanto en esos diez años, que ya no podrán vivir en él. No les estoy diciendo que el mundo vaya ser completamente inhospitable, sino que la gente no podrá sobrevivir por los desastres naturales y las guerras y pestes. Pero el Señor reducirá esta tribulación. ¿Por quién lo hará? Por Sus elegidos. Reducirá el período de la tribulación por nosotros. Lo hará porque parece que no podremos aguantar hasta el final.
Además se centrará en el pueblo de Israel una vez más. El Señor dijo: «Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en día de reposo» (Mateo 24, 20), pero, ¿por qué dijo esto? Porque el pueblo de Israel no puede andar mucho en Sabbath. Junto con esto, Él nos dijo que orásemos para que esto no ocurriese en invierno, porque el Señor sabe que el invierno agravará las calamidades. Al final del mundo Dios estará más pendiente del pueblo de Israel. Lo último que Dios hará por el pueblo de Israel será salvarlo. 
Desde ese momento, los justos no deben poner sus esperanzas en las cosas del mundo. Si de verdad creer en que el Señor volverá, no pueden poner su corazón en las cosas del mundo. Pero si no tienen fe en Él, pondrán sus esperanzas en las cosas del mundo. En vez de invertir en los tesoros terrenales, inviertan en el Cielo, que nunca se acaba. Con esto no quiero decir que me tengan que dar todo su dinero, sino que deben invertir su tiempo en la obra del Señor en vez de en las obras terrenales que no dan frutos. Queridos hermanos, las personas estúpidas aman las cosas de la tierra pero las pierden cuando llegan las calamidades sin haberlas usado. No sean así de estúpidos. Deben ser sabios. 
Si fuésemos a Yanbian, China, con solo 500 dólares, podríamos pagar a 70 personas para que trabajasen durante una semana entera. Podemos reunir a 70 personas como personal de la casa y decirles: «Limpiad el suelo». Entonces la habitación quedaría muy limpia. Después les diríamos: «Poned algunos cojines aquí y sentaos. Ahora vamos a empezar a trabajar. Cojed la Biblia. Ábridla por este pasaje. Ahora os voy a decir algunas cosas. Vuestro trabajo es escuchar lo que os voy a decir desde hoy mismo». Entonces podríamos reunir a setenta personas y predicarles el Evangelio. Como podemos emplearlas durante siete días, podemos hacer que reciban la remisión de los pecados y alimentarlas con la Palabra. En China 100 dólares son la mitad del salario de un año para un trabajador que no tiene ninguna habilidad extraordinaria. Por tanto quiero invertir dinero en hacer estas cosas. Podemos invertir nuestros recursos materiales en esta obra. 
Si el Señor vuelve al mundo en siete años, ¿qué harán ahora? Si la tribulación hubiese empezado ahora, ¿qué deberíamos hacer? Todo lo que debemos hacer es intentar vivir bien mientras podamos y dedicarnos por completo a predicar el Evangelio. Asimismo, mientras seguimos trabajando en nuestros trabajos seculares, debemos servir al Evangelio con cosas materiales que conseguimos con nuestro trabajo, y debemos hacer la obra de cosechar almas invirtiendo en el Evangelio las cosas materiales que los obreros de Dios han guardado siendo frugales. Ustedes y yo debemos hacer la obra de predicar el Evangelio por todo el mundo. Debemos utilizar todos nuestros esfuerzos en esta obra para poder predicar el Evangelio a todo el mundo, no solo a Corea. 
¿Cómo podemos utilizar lo que tenemos antes de irnos de este mundo? Queridos hermanos, lleven a cabo sus tareas en el trabajo. Aquellos de ustedes que prediquen el Evangelio, deben ser fieles a esta obra. Mientras se acerca el fin, deben trabajar más en esta obra. «Ya está. Ya he hecho todo lo que tenía que hacer». No deben pensar así. El final llegará cuando el Evangelio sea predicado por todo el mundo. Si se necesitan sus ganancias para predicar el Evangelio, sean diligentes ganando dinero e inviertan en el tesoro en el Cielo. 
Una persona estúpida invierte toda su vida en las cosas materiales cuando se sabe que solo quedan unos 7 ó 10 años para vivir en el mundo. Sin embargo, una persona sabia, invierte sus cosas valiosas en la obra que puede salvar a un gran número de personas. Queridos hermanos, en Yanbian, China, la temperatura llega a 40 grados bajo cero en invierno. Pero si se compra una estufa eléctrica y se usa, no se tiene frío. Mientras se tenga dinero, nuestros trabajadores, así como nuestros hermanos y hermanas, no tendrán que pasar penurias. 
Así que es necesario vivir sabiamente, utilizando el dinero en servicio al Evangelio. Debemos utilizar el dinero bien. Vamos a ir a Yanbian y hacer lo que les he dicho antes. Vamos a contactar con una compañía de recursos humanos y les vamos a decir: «Queremos contratar a setenta personas durante una semana». Entonces les pagaremos y les predicaremos la Palabra de manera intensiva durante una semana. ¿No creen que estaría bien venir a trabajar para nosotros durante una semana? Esta gente estaría escuchando la Palabra todo el día, sentados cómodamente, y después recibirían dinero y la salvación. ¿Hay alguien con más suerte que estas personas? 
Queridos hermanos, ¿saben por qué hemos comprado una cámara de video? No me gusta que me saquen en video, pero aún así la hemos comprado para predicar el Evangelio. En vez de sacar videos de mí solamente, también sacaremos videos de todos los trabajadores de nuestro ministerio que trabajan en cada iglesia y que dan sermones, y después distribuiremos los videos a la región de Yanbian. Como no podemos estar con ellos siempre, he comprado esta cámara de video para que escuchen la Palabra de Dios y crean. Debemos compartir el Evangelio con los demás. 
Debemos pensar en cómo vivir en el final de los tiempos, y debemos vivir el resto de nuestros días de una manera adecuada. Yo cuento las cosas que debo hacer de ahora en adelante. A menudo pienso que sería bueno gastar las cosas materiales que tenemos en predicar el Evangelio. Sinceramente, ¿hay alguna iglesia que predique el verdadero Evangelio en Corea a parte de la nuestra? No. Incluso en Corea hay muchos lugares donde hay que construir iglesias. Queridos hermanos, hay muchas capillas en Corea, pero no hay ninguna que predique el Evangelio. Hay mucha gente que ha muerto sin escuchar el Evangelio. Incluso ahora no saben cuánta gente ni siquiera ha escuchado el Evangelio del agua y el Espíritu ni una sola vez. Por eso quiero predicarles el Evangelio, y espero que muchos de ustedes trabajen para servir al Señor. 
 


En cuanto a ustedes, no pongan sus corazones en las cosas terrenales, sino en el Cielo

 
El final del mundo llegará. Los santos debemos dedicarnos a nuestra obra diligentemente. Mientras se acerca el fin, deben ser leales a la obra que se les ha confiado. Como no queda mucho tiempo, si ponen su corazón en cosas inútiles, su salvación se perderá. Al final de los tiempos el Señor separará a los malvados de los justos y a los primeros les dará su recompensa junto con los hipócritas (Mateo 13, 47-50). En la parábola de los que recibieron talentos, el que recibe un talento y lo entierra, en vez de comerciar con él, es el malvado. Como el fin se acerca, tómense en serio el reunirse. Reúnanse en la iglesia. Así es cómo podemos mantener nuestra fe hasta el día en que vuelva el Señor. 
Además deben orar a Dios más y pensar sobre la Palabra que han escuchado. En vez de afirmar que saben lo que va a pasar porque han tenido visiones y han hablado en lenguas, debemos tener fe en lo que hemos escuchado. Entonces deben hacer planes para sus vidas de fe. Con esos planes deben ir a sus líderes espirituales y contárselos. 
Los estudiantes deben estudiar mucho. Los estudiantes deben predicar el Evangelio a sus amigos mientras estudian, y los oficinistas deben predicar el Evangelio a sus compañeros de trabajo mientras trabajan en su empresa. Los que tienen negocios, deben ayudar al Evangelio mientras hacen sus negocios. Los ministros deben utilizar sus posesiones materiales para predicar el Evangelio y dedicar todas sus energías a esta misión. 
Queridos hermanos, la gente de fe no debe invertir las posesiones materiales en los tesoros terrenales. Si tienen posesiones materiales, deben invertirlas en predicar el Evangelio. Este año la Iglesia va intentar entrar en la región de Yanbian, China, y predicar el Evangelio allí. Entonces todos debemos unir nuestros corazones y pensar en qué podemos hacer por la obra justa de predicar el Evangelio en Yanbian, y de predicar el Evangelio durante el resto de nuestras vidas. Todos ustedes deben vivir con sus corazones puestos en el Cielo y no en las cosas terrenales.