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布道

Tema 8: El Espíritu Santo

[8-13] La obra y los dones del Espíritu Santo (Juan 16:5-11)

La obra y los dones del Espíritu Santo(Juan 16:5-11)
“Pero ahora voy al que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta: “¿Adónde vas?”. Antes, porque os he dicho estas cosas, tristeza ha llenado vuestro corazón. Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya, porque si no me fuera, el Consolador no vendria a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no creen en mí; de justicia, por cuanto voy al Padre y no me veréis más; y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado.”
 

¿Cuál es la obra del Espíritu Santo?
Él convence al mundo de pecado, de justicia y de juicio.
 
En Génesis 1:2 esta escrito, “y la tierra estaba desordenada y vacía y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo y el espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.” Nosotros podemos ver en este pasaje que el Espíritu Santo no mora en los corazones llenos de confusión y pecado, sino sólo vive en los corazones de aquellos que creen en el bello evangelio. Sin embargo, muchas personas en su confusión y vacío bajo la influencia de fe fanática, dicen que ellos quieren recibir la vida en el Espíritu Santo teniendo aun el pecado en sus corazones.
El espíritu recibido en un estado de éxtasis fanático no es el bello Espíritu. La obra de satanás reposa en los creyentes fanáticos sin ley, y las personas fanáticas caen fácilmente bajo la influencia de sus trucos y de su poder. Pero el Espíritu Santo es la Persona de Dios inteligente, emocional y tiene voluntad definida. Él trabajó con Dios el Padre y su Hijo Jesucristo creando este mundo. Nosotros aprenderemos ahora sobre cual tipo de obra ha hecho el Espíritu Santo en este mundo.
 


El Espíritu Santo convence al mundo de Pecado

 
¿Cuál es el trabajo que hace el Espíritu Santo? Él convence al mundo de pecado. Las personas que son declaradas culpables por él son aquellos que no admiten el bautismo del bello evangelio de Jesús por Juan y su sangre en la cruz. Él declara culpable a todos los pecadores de sus pecados a aquellos que no creen en el bello evangelio del agua y el Espíritu.
 


Él convence al mundo de la justicia de Dios

 
¿Cuál es la segunda cosa que hace el Espíritu Santo? Él lleva el testimonio de la justicia de Dios y el logro de Jesús en la salvación de los pecadores por sus pecados. Juan 16:10 dice, “De justicia, por cuanto voy al Padre y no me veréis más.” Nosotros tenemos que saber lo que significa la justicia de Dios en la Biblia. Significa la verdad de que Jesús se llevó todos los pecados del mundo a través de su bautismo por Juan y que cualquiera que cree en él puede volverse justo a través de la gracia de Dios. Jesús fue bautizado por Juan el Bautista y aceptó todos los pecados del mundo, derramó su sangre en la cruz, resucitó y se volvió el Salvador de todos los pecadores. Éste es el bello evangelio que Dios nos dio. Jesús se llevó todos los pecados del mundo a través del agua y su sangre según la voluntad de Dios y se hizo el amo de nuestras vidas.
El Espíritu Santo ayuda a las personas a creer en el evangelio del bautismo de Jesús por Juan y su sangre en la cruz, ayudándoles así a ganar el perdón por sus pecados. Usted debe saber que las obras de Dios en la Trinidad son complementarias. El Espíritu Santo trabaja para el bello evangelio, haciendo a las personas creer en el amor de Dios. Él también garantiza que el verdadero y bello evangelio del agua y el Espíritu sea verdad.
 


Él convence al mundo de juicio

 
¿Cuál es la tercera tarea del Espíritu Santo? Él destruye las obras de satanás. Satanás susurra en los pensamientos de las personas, diciendo, “Usted puede creer en Jesús, pero simplemente piense en el cristianismo como una de las muchas religiones terrenales.” Satanás intenta impedir que las personas crean en el bautismo de Jesús y su sangre en la cruz y así ellos no puedan obtener el perdón por sus pecados aun cuando ellos creen en Jesús. Debido a que satanás reduce el cristianismo a una “religión ordinaria,” muchas personas caen víctimas del engaño de satanás creyendo que la razón de creer en Jesús es para ser buenas personas. Sin embargo, el propósito real de creer en Jesús es nacer de nuevo como personas justas.
Usted no debe tener la fe falsa. La fe falsa no puede santificarlo no importa cuánto crea usted en Jesús. Si usted tiene la fe falsa, usted no sabrá o verá a Jesús claramente debido a las mentiras de satanás. El Espíritu Santo se vuelve la garantía de salvación para aquellos que han sido salvados creyendo en el bello evangelio del agua y el Espíritu. Todas las creencias de aquellos que tienen el pecado en sus corazones son inútiles. 
El Espíritu Santo testifica la verdad del bello evangelio. Que Jesús fue bautizado para llevarse todos los pecados del mundo y él fue crucificado para pagar el precio del pecado. El Espíritu Santo testifica a esta verdad. El Espíritu Santo aconseja a todas las personas del mundo para que sean perdonadas de todos sus pecados creyendo en el verdadero evangelio. Sin embargo, debemos tener presente que el Espíritu Santo convence de Juicio a aquellos que no toman el bello evangelio en sus corazones. 
 

Todos deberían tener la fe bendita
 
¿Cuál es la fe bendita? Es la fe que nos lleva a recibir la vida en el Espíritu Santo a través del perdón de pecado. Sin embargo, vemos muchos cristianos a lo largo del mundo que todavía tienen el pecado en sus corazones, aunque ellos mantuvieron su fe en Jesús durante un largo tiempo. Entre más largo es el tiempo que ellos creen en Jesús, más pecadores se vuelven. El problema más grande que les impide ser liberados de sus pecados es que ellos piensan que hablando en lenguas y teniendo visiones es la prueba de que ellos han recibido el Espíritu Santo. Ellos ignoran el juicio de Dios por sus pecados.
Muchas personas en este mundo no pueden distinguir la obra del Espíritu Santo de la obra de satanás. La obra de satanás lleva a las personas a un estado de confusión dándoles creencias falsas y guiándolos entonces hacia la destrucción. Esto es lo que satanás intenta lograr volviéndose contra Dios. Satanás guía a las personas para clasificarse bajo la influencia de creencias supersticiosas y los toma como sus esclavos. Satanás instala en ellos un deseo de experimentar milagros sobrenaturales y maravillas guiándolos a pensar que las tales experiencias son más valiosas que recibir la vida en el Espíritu Santo a través de la fe en el bello evangelio.
Sin embargo el Espíritu Santo les permite a las personas ver el mundo de Dios a través de la palabra. A través del Espíritu Santo, ellos vienen a saber y creer que Dios creó al hombre, Dios los ama, y Dios quiere salvarlos. Su plan para los pecadores fue que Jesucristo los salvara de sus pecados a través del evangelio del agua y el Espíritu e invitarlos a vivir en su amor por la fe.
1 Pedro 3:21 dice, “El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva.” También, 1 Pedro 1:23 dice, “siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.”
La obra del Espíritu Santo es iluminar al hombre en la verdad del pecado, de justicia, y de juicio, y para hacerles creer esas verdades. El Espíritu Santo les permite conocer sobre el juicio de Dios y que ellos pueden liberarse de sus pecados creyendo en el bello evangelio del bautismo de Jesús y su sangre en la cruz. El Espíritu Santo les da el conocimiento que él está dentro de ellos cuando tienen la fe en el evangelio del agua y el Espíritu.
Hasta ahora hemos visto los hechos del Espíritu Santo. Todas las personas en este mundo sólo pueden tener la vida en el Espíritu Santo y el amor de Dios cuando ellos han obtenido el perdón de pecados creyendo en el bello evangelio de Jesús del agua y el Espíritu.
 

La Personalidad del Espíritu Santo
 
El Espíritu Santo es el Omnipotente Dios. Él posee todas las características esenciales de la personalidad, a saber, el intelecto, emoción, y voluntad. Debido a que el Espíritu Santo posee el intelecto, él incluso escudriña las cosas profundas de Dios (1 Corintios 2:10) y los corazones de los hombres. 
Debido a que el Espíritu Santo posee la emoción, él está contento con aquellos que creen en la palabra de Dios, pero suspira profundamente por los incrédulos. También, el justo puede sentir el amor de Dios a través del Espíritu Santo.
El Espíritu Santo también se llama “el Consolador.” Esto significa que el Espíritu Santo ayuda al justo en las dificultades, y les da la victoria, luchando contra sus enemigos. Él posee intelecto, emoción, y voluntad así como los humanos, y él mora en aquellos que creen en el bello evangelio del agua y el Espíritu.
 

La obra del Espíritu Santo es como sigue
 
El Espíritu Santo les permite a las personas comprender la verdad del perdón de pecado y mora en los corazones de los creyentes. Su obra es dar testimonio de la verdad que Jesús se llevó todos los pecados de la humanidad a través de su bautismo y su sangre (1 Juan 5:6-8). Él también conforta a sus siervos y santos en cualquier problema y los fortalece para estar de pie de nuevo. Él intercede por ellos cuando no saben como orar (Romanos 8:26). Y Él da la paz a los justos en la iglesia de Dios y los lleva a la abundancia de sus palabras (Salmo 23).
 

La obra del Espíritu Santo relacionado Con la Biblia
 
El Espíritu Santo lleva al justo a reconocer y creer en la verdad en sus corazones y predicarla a otros. “Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia” (2 Timoteo 3:16).
“Inquirid en el libro de Jehová y leed si faltó alguno de ellos; ninguno faltó con su compañera. Porque su boca mandó y los reunio su mismo Espiritu.” (Isaías 34:16).
“Entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo” (2 Pedro 1:20-21).
El Espíritu Santo había inspirado a los siervos de Dios para escribir la palabra de Dios y así pudiéramos leerla. Él presenta el evangelio del agua y el Espíritu a las personas y nos lleva a predicarlo al mundo. Por consiguiente aunque el justo sufra muchas pruebas en sus vidas, ellos pueden superarlos gracias al poder del Espíritu Santo.
 

Los dones y el fruto del Espíritu Santo
 
Los dones del Espíritu Santo son las habilidades que él da a los santos para extender el bello evangelio de Dios a otros. Por consiguiente los santos se consagran a la obra de Dios con los dones que él les da, y el Espíritu Santo les ayuda a dar la gloria al Señor. “Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho” (1 Corintios 12:7).
El propósito de los dones del Espíritu Santo son a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio (Efesios 4:11-12). El Espíritu Santo da las capacidades a los siervos de Dios y a los santos para ayudarles a extender el evangelio. La iglesia de Dios es una comunidad de los santos que son santificados en Cristo Jesús (1 Corintios 1:2). 
Cada cristiano que ha recibido el Espíritu Santo debe comportarse según los deberes y la posición que le fue dada, desde que Jesucristo es la cabeza de la iglesia. El Espíritu Santo da perceptividad espiritual y habilidad a los santos para que así puedan ellos trabajar para el Reino de Dios. Él hace todo para manifestar la gloria del evangelio que Dios nos dio. Él dice, “Si, pues, coméis o bebéis o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios” (1 Corintios 10:31).
 

Los diferentes tipos de dones del Espíritu
 
Hay 12 tipos diferentes de dones del Espíritu Santo. Nosotros podemos ver en la Biblia que estos dones aparecen en una gran variedad de formas diferentes a cada persona. Una lista larga de dones aparece en Romanos 12:6-8, 1 Corintios 12:8-10, y Efesios 4:11. Lo siguiente son los nueve dones Espirituales que se mencionan en 1 Corintios capítulo 12.

1) La palabra de conocimiento: Ésta nos da la inspiración Espiritual para entender el evangelio del agua y el Espíritu y nos permite predicar este bello evangelio. 
2) La palabra de sabiduría: Ésta es la habilidad de clasificar los numerosos problemas que entran en la vida del justo a través de la palabra escrita de Dios.
3) La fe: El Espíritu Santo da fe fuerte y confianza a los santos así ellos puedan realizar el milagro de salvar las almas de sus pecados y de satanás. Una persona justa puede tener sus pecados perdonados y puede sanar sus desórdenes espirituales a través del poder de fe. 
4) La sanidad: El Espíritu Santo da la habilidad de sanar a las personas justas a través de su fe en la palabra de Dios.
5) El hacer milagros: Éste es el sorprendente don que le permite al santo hacer la obra de Dios creyendo en la Palabra de Dios. Un milagro es algo que pasa sobrenaturalmente a través de la fe, excediendo los límites de conocimiento humano de la ley natural. 
6) La profecía: En este momento, sólo aquellos que creen y obedecen la palabra de Dios pueden profetizar según lo que está escrito. Las palabras de alguien que tiene creencias que no están basadas en lo que está escrito en la Biblia no pueden de ninguna manera profetizar de verdad. Los siervos de Dios que tienen la vida en el Espíritu Santo predican la palabra de Dios y por lo tanto edifican moralmente y exhortan para hacer su obra a través de la iglesia que es el cuerpo de Dios. El Espíritu Santo dio esta habilidad a los siervos de Dios y a los santos.
7) El discernimiento de espíritus: Ésta es la habilidad de determinar si alguien ha sido perdonado de sus pecados. Es posible ser desviados por satanás si no poseemos este don. Debido a que el mundo está bajo el mando de satanás, podemos poseer sólo este don creyendo en el bello evangelio que Dios nos dio y así superar las pruebas, las cargas y los males de este mundo. Una persona justa recibe este don creyendo en el verdadero evangelio. Él así puede decir si alguien tiene el pecado en su corazón o no.
8) Hablar en lenguas: Acerca de hablar en lenguas la Biblia nos dice: “Pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida” (1 Corintios 14:19). Un santo debe saber que es mucho más importante entender la Palabra de Dios de verdad que hablar en lenguas que él mismo es incapaz de entender. Él debe abstenerse por consiguiente de hablar en lenguas.
9) Interpretación de lenguas: Este don se dio a los discípulos para permitirles predicar el evangelio en el tiempo de la iglesia temprana. Hoy día el Espíritu Santo extiende el evangelio a través del ministerio de traducción e interpretación de mensajes en los diferentes idiomas. No hay necesidad de un intérprete cuando la persona que predica el evangelio puede hablar todos los otros idiomas. Sin embargo, cuando nos enfrentamos con las barreras del idioma, Dios siempre nos permite intérpretes para cumplir su obra. Dios no trabaja en desorden o en los estados de éxtasis. El Espíritu Santo trabaja en el bello evangelio y también lleva a los santos a traducir el evangelio en los diferentes idiomas.
 

¿Cuál es el fruto del Espíritu Santo? 
 
Con respecto al fruto del Espíritu Santo, la Biblia nos dice, “Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley” (Gálatas 5:22-23).

1) El amor: El verdadero amor para el justo es salvar a todos los pecadores de sus pecados predicando el bello evangelio del agua y el Espíritu. Debido a que las personas justas poseen el bello evangelio que es el verdadero amor de Jesús, ellos predican el evangelio del verdadero amor y poseen el verdadero amor por otras almas.
2) El Gozo: Es la felicidad indescriptible y gloriosa que nace de lo profundo de nuestros corazones cuando nacemos de nuevo. La persona justa que ha sido perdonada de todos sus pecados tiene el gozo en su corazón (Filipenses 4:4). Debido a que hay gozo en los corazones de los justos, ellos tienen la habilidad de compartir su alegría con otras personas.
3) Paz: Éste es el consuelo de corazón que se da a la persona justa que ha sido perdonada por sus pecados teniendo la fe en el evangelio del agua y el Espíritu. El Espíritu Santo guía al justo para predicar el bello evangelio de paz. Las personas que han oído hablar este bello evangelio de paz pueden guiar a otros para superar los pecados del mundo y tener un sentido poderoso de fe y confianza en el don de la salvación. Las personas justas que hacen la paz entre Dios y la humanidad se llaman hijos de Dios (Mateo 5:9) y llevan a otros a recibir el perdón de pecado (Proverbios 12:20). El Espíritu Santo guía a los justos para llevar vidas justas y bendecir a otros con la paz extendiendo el bello evangelio. 
4) Paciencia: El fruto de la paciencia está en los corazones de los justos, quienes han sido liberados de sus pecados creyendo en el verdadero evangelio. Nosotros podemos poseer este fruto desarrollando un firme sentido de compañerismo con el Espíritu Santo. Hay un corazón de paciencia en el justo.
5) Benignidad: Dios nos tuvo misericordia cuando estábamos llenos de pecado y nos liberó de todos nuestros pecados a través del bautismo de Jesús y su sangre en la cruz. Nosotros podemos amar y tener misericordia de otros debido a que Jesús nos tuvo misericordia y cubrió todos nuestros pecados, y porque creímos en él y recibimos su gracia. Los justos tienen sus corazones llenos de bondad como fruto del bello evangelio.
6) Bondad: La bondad aquí significa “la virtud.” Las personas justas tienen bondad y profunda fe en el Señor en sus corazones. 
7) Fe: Esto significa tener un corazón lleno de fe en Dios. La fidelidad en un santo viene de ser fieles a Jesús. 
8) Mansedumbre: Esto significa tener la habilidad para entender a otros totalmente y sostenerlos tiernamente en nuestro corazón. Los justos tienen corazones dispuestos a amar a sus enemigos y orar por su liberación.
9) Templanza: Es el autodominio, la habilidad de controlarse a sí mismo, para evitar llevar una vida disoluta y en cambio vivir con autodominio y templanza.
 

Estando llenos con el Espíritu Santo
 
¿Cuál es el resultado de ser llenos con el Espíritu Santo? Recibir esta bendición les permite a los santos vivir como discípulos de Jesucristo, uniéndose a la iglesia de Dios. El Espíritu Santo habilita a los justos para ser instrumentos de justicia y dedicarse a cumplir la voluntad de Cristo. La voluntad del justo se controla por la voluntad del Señor, y ellos dedican todas sus posesiones y talentos de buena gana a él. El Espíritu Santo guía al justo para llevar una vida consagrada a superar los pecados del mundo con un sentido de victoria, alegría y confianza, no a la pobreza espiritual, la derrota o la frustración (Romanos capítulo 7).
“Pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra” (Hechos 1:8). La llenura del Espíritu Santo lleva el justo a predicar el evangelio. 
El Señor dio un sentido poderoso de fe a aquellos en quienes mora el Espíritu Santo. Y Dios les dio el derecho para volverse sus hijos a aquellos cuyos pecados son perdonados por su fe en el bello evangelio de Jesús (Juan 1:12). Las personas justas que se han vuelto hijos de Dios a través de la fe pueden predicar el bello evangelio en este mundo. 
Las personas justas tienen la habilidad de derrotar a satanás a través del evangelio para el perdón de pecados. Ellos también tienen el poder para sanar la enfermedad espiritual (Marcos 16:18), para pisotear los poderes de satanás (Lucas 10:19), y para entrar en el Reino del Cielo (Apocalipsis 22:14). Las personas justas viven con la misma autoridad como los reyes creyendo en la promesa de la Palabra de Dios (2 Corintios 6:17-18).
El Espíritu Santo guía a las personas justas a echar fuera todas sus lujurias mundanas. Él también nos lleva a predicar el verdadero evangelio (Gálatas 5:6).
El Espíritu Santo guía al justo a leer y creer en el bello evangelio y enseñarlo a otros (1 Timoteo 4:13).
El Espíritu Santo congrega al justo en la iglesia de Dios todos los días (Hebreos 10:25). 
El Espíritu Santo guía al justo para confesar sus pecados (1 Juan 1:9) y para hacer manifiestos sus corazones por la luz de la verdad (Efesios 5:13).
El Espíritu Santo guía al justo al camino correcto en su vida (Salmo 23).
El Espíritu Santo le dice al justo que no apague sus dones (1 Tesalonicenses 5:19).
El Espíritu Santo hace grandes obras a través del maravilloso evangelio (Marcos 16:17-18).
El Espíritu Santo guía al justo para vivir como los discípulos del Señor uniéndolos a la iglesia de Dios. Él lleva a los justos a vivir vidas espirituales para predicar el bello evangelio y ser llenos del Espíritu Santo. Ésta es la obra del Espíritu Santo a través del maravilloso evangelio (1 Pedro 2:9).
Él está trabajando en los corazones de los santos en este mismo momento.¡Aleluya!
 
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