El descenso de Jesús del Cielo al aire para raptar a los santos y Su regreso a la tierra para juzgar al Demonio a través de la guerra del Armagedón son diferentes la una de la otra.
Cuando los primeros tres años y medio de la Gran tribulación terminen, y poco después el martirio de los santos con la aparición del Anticristo, el Señor descenderá del Cielo. En este tiempo, los santos que han estado dormidos en sus tumbas y los santos que han sobrevivido a través de la Tribulación sin recibir la marca de la Bestia y al defender su fe serán todos resucitados y arrebatados en el cielo, y se encontrarán con el Señor en el aire. A partir de este momento, los santo siempre estarán con el Señor. El Señor no regresa a la tierra en esta ocasión. ¿Por qué? Porque las plagas de los siete tazones que juzgarán a Satanás y al Anticristo aún faltan de ser derramadas sobre esta tierra.
El Apóstol Pablo así nos dijo en 1 Tesalonicenses 4:17, “Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.” Los santos que pelearon en contra del Anticristo y fueron martirizados para defender su fe participarán en la primera resurrección, se encontrarán con el Señor en el aire, no en esta tierra, y entran, con Jesucristo, a la Cena de Bodas del Cordero en el Cielo, quién se ha convertido en su Novio.
Después de esto, Dios ordenará a Sus ángeles que derramen las plagas de los siete tazones llenos con la ira de Dios, los cuales Él ha detenido en Su paciencia desde la creación, sobre el Anticristo, sus seguidores y sobre todos los pecadores de este mundo que aún permanezcan sobre esta tierra. Por lo tanto, el mundo encarará plagas de proporciones inmensas, como nunca antes se han visto. Los santos que se encuentran con el Señor en el aire ahora alabarán al Señor en el mismo aire por las plagas de los siete tazones que serán derramadas sobre esta tierra.
Habiendo tomado parte en su resurrección y rapto a través del Señor, están parados en un mar de cristal mezclado con fuego para alabar el justo juicio que Dios envía sobre esta tierra. Por lo tanto, los santos que fueron martirizados y que participaron en su resurrección y rapto a través del poder del Señor, le alabarán incesantemente por la salvación que Él les ha dado, y por Su juicio del Anticristo y de sus siervos enviado por Su omnisciente y omnipotente poder.
Mientras que los ángeles que sostienen los siete tazones derraman cada uno de ellos, todos en este mundo sufrirán enormemente, por la plaga de las heridas inmundas y sucias; la plaga del mar que se convierte en sangre; la plaga de las quemaduras por el calor del sol; y la plaga de la oscuridad y el dolor. Cuando el sexto ángel derrama su tazón sobre el gran río Eufrates, su agua se secará, preparando el camino para los reyes del este. Una gran hambruna se desata por toda la tierra a raíz de esta plaga, trayendo el mayor sufrimiento a la humanidad. Los demonios correrán desenfrenados, incitando los corazones de la gente a través del Anticristo y el falso profeta.
Entonces, los espíritus de los demonios incitarán a los reyes de la tierra para la guerra y los reunirán en un lugar llamado Armagedón para pelear en contra del Dios Todopoderoso. Es aquí en donde la última batalla entre Satanás y Dios se realiza. Pero debido a que Jesús es Dios el Todopoderoso, Él descenderá del aire con Su ejercito sentado sobre un caballo blanco, vence a Satanás y lanza a la Bestia en el lago que arde con azufre y fuego (Apocalipsis 19:11-21). Debido a que Jesucristo ahora tiene el poder absoluto como el Señor de la segunda venida, Él aparece sobre esta tierra para juzgar al mundo y para destruir a la Bestia.
Como tal, debemos darnos cuenta que cuando Jesús desciende del Cielo al momento del rapto, Él no desciende sobre esta tierra, sino más bien Él viene en el aire para arrebatar a los santos a Su lugar, permitiéndoles encontrase con Él en el aire y entrar a la Cena de Bodas del Cielo. Cuando el Señor regresa a esta tierra, Él lo hace triunfando sobre Satanás y su ejercito que está oponiéndose a Dios con Su Palabra de poder a través de la Batalla de Armagedón, para arrojar al Demonio en el lago de fuego y azufre, y para exterminar a los seguidores que queden. Esta es la segunda venida del Señor. Necesitamos el conocimiento correcto y la fe que puede diferenciar entre el descenso del Señor en el aire y Su segunda venida a esta tierra.
Sin embargo mucha gente piensa que el Señor hará un descenso a esta tierra cuando ocurra el rapto. Esto es un hecho incorrecto. Cuando el rapto ocurre, el Señor no viene a la tierra, sino al aire. En otras palabras, Él arrebata y recibe a los santos en el aire.
Como tal, usted debe arrancarse el pensamiento de que el Señor vendrá de nuevo a esta tierra en el tiempo del rapto, y en vez de eso darse cuenta, basado en la Palabra escrita, de que el rapto de los santos vendrá cuando el séptimo ángel suene su trompeta.