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Tema 18: Génesis

[Capítulo 13-1] Pongan su corazón en la tierra de Canaán (Génesis 13:1-18)

Pongan su corazón en la tierra de Canaán(Génesis 13:1-18)
«Subió, pues, Abram de Egipto hacia el Neguev, él y su mujer, con todo lo que tenía, y con él Lot. Y Abram era riquísimo en ganado, en plata y en oro. Y volvió por sus jornadas desde el Neguev hacia Bet-el, hasta el lugar donde había estado antes su tienda entre Bet-el y Hai, al lugar del altar que había hecho allí antes; e invocó allí Abram el nombre de Jehová. También Lot, que andaba con Abram, tenía ovejas, vacas y tiendas. Y la tierra no era suficiente para que habitasen juntos, pues sus posesiones eran muchas, y no podían morar en un mismo lugar. Y hubo contienda entre los pastores del ganado de Abram y los pastores del ganado de Lot; y el cananeo y el ferezeo habitaban entonces en la tierra. Entonces Abram dijo a Lot: No haya ahora altercado entre nosotros dos, entre mis pastores y los tuyos, porque somos hermanos. ¿No está toda la tierra delante de ti? Yo te ruego que te apartes de mí. Si fueres a la mano izquierda, yo iré a la derecha; y si tú a la derecha, yo iré a la izquierda. Y alzó Lot sus ojos, y vio toda la llanura del Jordán, que toda ella era de riego, como el huerto de Jehová, como la tierra de Egipto en la dirección de Zoar, antes que destruyese Jehová a Sodoma y a Gomorra. Entonces Lot escogió para sí toda la llanura del Jordán; y se fue Lot hacia el oriente, y se apartaron el uno del otro. Abram acampó en la tierra de Canaán, en tanto que Lot habitó en las ciudades de la llanura, y fue poniendo sus tiendas hasta Sodoma. Mas los hombres de Sodoma eran malos y pecadores contra Jehová en gran manera. Y Jehová dijo a Abram, después que Lot se apartó de él: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el norte y el sur, y al oriente y al occidente. Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre. Y haré tu descendencia como el polvo de la tierra; que si alguno puede contar el polvo de la tierra, también tu descendencia será contada. Levántate, ve por la tierra a lo largo de ella y a su ancho; porque a ti la daré. Abram, pues, removiendo su tienda, vino y moró en el encinar de Mamre, que está en Hebrón, y edificó allí altar a Jehová».
 
 
Hoy me gustaría compartir con ustedes la Palabra de Dios acerca de dónde debemos poner nuestros corazones. Nosotros tenemos corazones con deseos carnales y avaricia. En la lectura de las Escrituras de hoy Dios nos habla de dónde debemos tener el corazón los que somos tan débiles.
 
 

Los ojos espirituales de Abraham y los ojos carnales de Lot

 
Cuando Abraham y su sobrino Lot salieron de Egipto al final y fueron hacia el Sur, se llevaron muchas posesiones con ellos. Sin embargo, estos dos hombres tenían dos puntos de vista diferentes acerca del mundo. Lot, el sobrino de Abraham, había puesto sus ojos en las riquezas que podía ver con sus ojos. Por este motivo, cuando discutió con su tío y se fue a una tierra distinta, escogió la tierra de Sodoma, que le pareció fértil y abundante.
Abraham, nuestro padre de fe, tenía una fe diferente. Cuando vio la tierra de Sodoma le pareció abundante, como el Jardín del Edén, con pastos abundantes para su rebaño. Pero se quedó en la tierra de Canaán que Dios le había dado. Queridos hermanos, esta historia de Abraham y Lot no es simplemente un suceso bíblico. A través de esta historia Dios nos está diciendo donde debemos tener nuestros corazones.
Así que Abraham se quedó en la tierra de Canaán y Lot se fue a Sodoma. Estos hombres fueron separados. ¿Cuál es la razón por la que Abraham y Lot se separaron? Por una disputa acerca de su propiedad. Se separaron por problemas de propiedad de la tierra. Como Abraham y Lot eran ganaderos y tenían ovejas y cabras, necesitaban un pasto enorme donde poder criar y alimentar a sus rebaños. Sin embargo, a medida que aumentó el tamaño de los rebaños, la tierra en la que estaban pastando fue insuficiente.
Entonces Lot empezó a quejarse. Dijo: “No tengo que quedarme con mi tío. Parece que mi tío se está aprovechando de me porque es mi tío. Pero no quiero estar con él más”. Por otro lado, me parece que Abraham no era de la misma opinión que Lot en esta situación. Abraham pensaba que estaban en una buena situación porque había rebaño y tierra suficientes para los dos. Sin embargo, su sobrino Lot no era así. Pensaba que podría tener más éxito que su tío. A través de este suceso podemos ver que Lot solo quería tener riquezas, es decir, ovejas y cabras.
En realidad la relación entre Abraham y Lot puede compararse con la relación entre la Iglesia de Dios y los santos que están en ella. Dicho de otra manera, Abraham puede verse como su líder y Lot como el cordero de Dios. Dios había llamado a Lot a través de Abraham. Y gracias a Abraham Lot recibió la salvación y salió de este mundo siguiente a Abraham. Podemos reconocer que Lot se hizo rico al seguir a Abraham. A medida que creció su riqueza personal, su corazón se centró cada vez más es esta riqueza. Por esta razón cada vez estaba más incómodo y se empezó a quejar a Abraham.
Abraham le habló a Lot después de reconocer los deseos de su corazón. Le dijo claramente: “Por favor, sepárate de mí. En vez de quejarte continuamente, vete ahora. Si te vas a la izquierda, yo iré a la derecha, y si vas a la derecha, yo iré a la izquierda. Toma tú la decisión final”. La verdad es que si Lot hubiese seguido a Abraham, podría haber ganado más dinero. Eso estaba garantizado. A pesar de esto, Abraham dijo: “Vete ahora”, y Lot levantó los ojos y miró la tierra rica de Sodoma. Sus ojos llenos de codicia vieron la tierra de Sodoma y le pareció maravillosa. Así dejó a Abraham diciendo que se iría Sodoma.
Queridos hermanos, lo mismo ocurre con nosotros. Poder ser guiados por el líder dentro de la Iglesia de Dios puede ser una gran bendición. Es lo mismo que cuando Lot pudo reunir muchas riquezas al seguir a Abraham. De la misma manera en que Lot dejó a Abraham hay personas que pueden seguir viviendo por su cuenta después de dejar el liderazgo de la Iglesia. Estas personas están sumidas en su codicia carnal. Este tipo de corazón es el mismo que el de Lot.
Así que vemos como Lot dejó a Abraham. ¿Pero qué hizo Abraham? Como está escrito: «Abram acampó en la tierra de Canaán, en tanto que Lot habitó en las ciudades de la llanura, y fue poniendo sus tiendas hasta Sodoma» (Génesis 13:12). Aquí vemos como estaba en la tierra de Canaán. La verdad es que esta tierra de Canaán no era tan buena. Había pocos árboles y poco agua. Pero la tierra de Sodoma que escogió Lot tenía mucho agua y estaba llena de árboles. La tierra era buena para el ganado y los pastos verdes. Lot, que había puesto su corazón en las cosas materiales, escogió esta tierra de Sodoma, y quizás fuese una opción razonable como ser humano.
 
 

Dios era el pastor de Abraham

 
Cuando Lot dijo que se iría a la tierra de Sodoma, Abraham escogió la tierra de Canaán, una tierra completamente diferente a Sodoma. Como sabía que el corazón de Lot no estaba en el lugar adecuado, Abraham pensó que debía ir en la dirección contraria. Ahora que Lot se había ido a la tierra de Sodoma, Abraham ahora podía vivir en toda la tierra de Canaán.
Pero lo que es curioso aquí es que Dios se apareció ante Abraham justo antes de que Lot se separase de él. Las Escrituras nos dicen: «Y Jehová dijo a Abram, después que Lot se apartó de él: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el norte y el sur, y al oriente y al occidente. Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre» (Génesis 13:14-15). Al escuchar estas Palabras, Abraham subió a un lugar más alto y miró hacia esta tierra inmensa. Esta tierra era la tierra de Israel donde viven los descendientes de Abraham hoy en día. Esto nos demuestra que la Palabra de la promesa se cumplió tal y como se había prometido.
Queridos hermanos, aquí encontraremos una lección que debemos recordar: nuestro Dios cuidará de nosotros, de la misma manera en que cuidó de Abraham si dejamos los deseos de las cosas carnales. Pero si nos centramos en cosas pequeñas e invisibles en este mundo e intentamos obtenerlas como Lot, no podremos conseguir nada más.
Dios quiere ser nuestro Pastor, y quiere serlo todo para nosotros. Espero que Dios, quien es omnipotente, nos dé muchas bendiciones. Pero debemos saber que Dios quiere que nuestros corazones se separen de las cosas carnales. Quiere que nuestros corazones estén lejos de la codicia carnal de este mundo. ¿Dónde quiere Dios que esté nuestro corazón? Quiere que pongamos nuestros corazones en esta tierra prometida de Canaán, es decir, en el Evangelio del Señor, y que prediquemos este verdadero Evangelio. Quiere que pongamos nuestros corazones en la obra espiritual de Dios. Dios quiere que pongamos nuestros corazones en la esperanza de Su Reino glorioso.
Debemos separar nuestros corazones de la codicia de este mundo. ¿Qué habría pasado si el corazón de Abraham se hubiese centrado en la riqueza de la tierra de Sodoma también? Si Abraham, como Lot, hubiese buscado hacerse rico y hubiese vivido con Lot en la tierra de Sodoma y Gomorra, es decir, si hubiesen vivido juntos en este mundo lleno de pecado, Dios habría hecho descender fuego sobre esa tierra. Entonces Abraham, el padre de la fe habría sufrido junto a Lot.
 
 

Los corazones de los que han recibido la remisión de los pecados deben estar centrados en el Evangelio

 
Dios dijo claramente que le daría la tierra de Canaán a Abraham y sus descendientes. Los descendientes de Abraham entraron en la tierra de Canaán y vivieron allí según esa promesa. De la misma manera, nosotros debemos vivir hoy en día en la tierra de Canaán. Nuestros corazones deben quedarse en la tierra de Canaán. Si nuestros corazones viviesen en la tierra de Sodoma y Gomorra, Dios nos juzgará cuando juzgue este mundo.
¿Dónde debemos poner nuestros corazones cuando intentamos seguir al Señor? Debemos poner nuestros corazones en esta tierra de Canaán. Ponemos nuestros corazones en el Evangelio que nos ha dado el Señor. Después de recibir la bendición de la remisión de los pecados de Dios, ¿qué pasaría si solo buscásemos la felicidad terrenal pensando: “¿Qué puedo hacer para comer y vivir bien en este mundo? ¿Cómo puedo ser reconocido y vivir con felicidad?” Una persona que busca la felicidad terrenal de esta manera será como Lot en el pasaje de las Escrituras de hoy. Esa persona y sus descendientes serán destruidos sin excepción.
Aunque seamos insuficientes y nuestros corazones estén llenos de suciedad que sale a la superficie varias veces al día, debemos recordar que nuestros corazones deben mirar hacia la tierra de Canaán. Debemos centrar nuestros corazones en el Evangelio, y en el Cielo donde viviremos en el futuro. No debemos pensar solamente en la prosperidad de la carne en este mundo. Aunque no hay otro remedio que vivir en este mundo debemos centrar nuestros corazones en el Evangelio y el Cielo. No somos las personas de este mundo, sino ciudadanos del Reino de Dios, es decir, del Reino de los Cielos.
Por supuesto, nuestros corazones pueden vivir en este mundo. Pero, ¿cuál sería el resultado si escogiésemos los ricos campos del Jordán de la tierra de Sodoma y Gomorra? Que seríamos destruidos al final. Los que hemos destruido la remisión de nuestros pecados podemos escoger la tierra de Sodoma que escogió el sobrino de Lot, pero también podemos escoger la tierra de Canaán escogida por Abraham. Podemos escoger cualquier tierra, pero lo que debemos recordar es que todos los de la tierra de Sodoma serán destruidos. Esto es lo que nos está diciendo Dios a través del pasaje de las Escrituras de hoy. Esta es la Palabra del Dios omnipotente, la verdad eterna. Debemos centrar nuestros corazones en el Reino de Dios. Esta es la verdad eterna. Todo lo que el Señor ha dejado por escrito es la verdad.
 
 
Aunque hayamos recibido la remisión de nuestros pecados, si centramos nuestros corazones en la tierra del Jordán, moriremos
 
Como han podido ver en el pasaje de las Escrituras de hoy, Abraham y su sobrino Lot tuvieron una discusión. Después de este período de discordia, cada uno se fue a una tierra diferente, pero desde nuestra perspectiva, ¿quién parecía más sabio? Delante de sus ojos había una llanura de pastos verdes, pero si miraban más lejos, solo había tierra árida. Entonces, en ese momento, ¿qué elección parecía la más oportuna? Por supuesto, parecía más oportuno escoger las llanuras de la tierra de Jordán. Pero Dios nos está diciendo que buscar solamente las cosas que se pueden ver con los ojos no es la verdadera sabiduría. Y nos está diciendo cómo podemos tomar las decisiones correctas cuando se nos presentan situaciones críticas como estas.
Mientras vivimos en este mundo y seguimos a la Iglesia, nos encontraremos con este problema muy a menudo. Estoy diciendo que estos dos tipos de corazones estarán siempre enfrentados: es decir, buscar la riqueza material de este mundo o el Reino de los Cielos. Si miramos estos dos corazones, ¿cuál creen que es el correcto? Dios nos dice: “No pongan su corazón en este mundo. Pongan su corazón en el Evangelio y en el Cielo. Escojan las cosas espirituales. Si lo hacen, lo conseguirán todo, incluyendo la riqueza de este mundo”. Está escrito en la Biblia que Abraham se convirtió en un hombre muy rico cuando era un anciano. Abraham se convirtió en un hombre tan rico que su riqueza no podía compararse con la de su sobrino Lot. Tanto él como su hijo Isaac vivieron con muchas riquezas. ¿Qué significan estas palabras para nosotros? La gente que sigue a Dios recibirá muchas bendiciones.
Queridos hermanos, ¿acaso no se preguntan dónde deben poner sus corazones? Seguir las riquezas materiales de este mundo o poner el corazón en el Cielo, ¿acaso estas cosas no son contrarias? Muchas personas acaban dejando la Iglesia de Dios y a sus líderes porque estos dos pensamientos son contrarios. Sin embargo, su final es bastante obvio. Sufrirán la misma tragedia que Lot. Pero la gente que escoge a Dios como Abraham podrá vivir disfrutando de las riquezas con Dios. Por supuesto, esta bendición será pequeña al principio. Dios dijo: «Y aunque tu principio haya sido pequeño, tu postrer estado será muy grande» (Job 8:7). Puede parecer que el principio sea muy pequeño y que suframos mucho, pero con el paso del tiempo, cuando miramos hacia atrás, no será así.
Abraham escogió bien. Abraham vio que la elección de su sobrino no era la correcta. Por eso escogió lo contrario que Lot. Obviamente Lot escogió todas las llanuras verdes del Jordán. Por eso Abraham dijo: “Bien, entonces yo escogeré la tierra de Canaán”. Como les dije anteriormente, Canaán no era una tierra buena, no tenía pasto y no tenía agua. Este ambiente era demasiado pobre para que Abraham pudiese alimentar a su rebaño.
 
 
Debemos escoger la parte buena
 
Aunque soy una persona insuficiente, estoy de parte de Dios. ¿Cuál creen que es la razón? Porque si escojo estar de parte de Dios estaré bajo Su protección todo el tiempo y recibiré las bendiciones en cualquier momento. Aunque la tierra de Canaán parecía no tener nada, la verdad es que era una tierra de muchas bendiciones. Dios había bendecido esa tierra aunque no era fértil. Además Dios no solo había bendecido esta tierra de Canaán, sino también todos los lugares en los que vivió Abraham.
Los justos debemos tomar una buena decisión. Debemos escoger el mejor lugar donde poner nuestros corazones permanentemente. Aunque los deseos de la carne surjan de vez en cuando, debemos tomar una buena decisión. Queridos hermanos, ¿lo entienden? Una simple decisión puede afectar el resto de nuestras vidas. Una sola decisión tomada por fe puede llevar nuestras vidas a la bendición o maldición eterna. Por tanto, esta decisión es extremadamente importante para nosotros.
El capítulo 12 del Libro de Génesis habla del principio de la fe a través de Abraham, quien se fue de su tierra, de la casa de sus antepasados y parientes, después de haber recibido la remisión de los pecados. Y en la lectura de hoy se nos habla de escoger el camino de la fe. Dios nos está diciendo ahora mismo que debemos tomar una decisión: “¿Vamos a vivir en la Iglesia de Dios? ¿Vamos a estar con sus líderes? Si no es así, ¿van a salir al mundo?”. Esta es la decisión más importante que tomaremos. Por tanto, Dios nos está diciendo que debemos tomar una buena decisión sobre esto.
Queridos hermanos, escojan a Dios. Sea cual sea su situación pónganse de parte de Dios. Si lo hacen no se arrepentirán, y su futuro estará asegurado. Sin embargo, si escogen solo buenas cosas para satisfacer sus deseos carnales, se arrepentirán. Y serán destruidos junto con sus descendientes, generación tras generación. Tengan en cuenta esto. La gente que busca la sabiduría carnal después de haber recibido la remisión de sus pecados será como Lot.
Encontramos dos tipos de personas entre los que han recibido la remisión de los pecados. Aunque hay personas que escogen las cosas celestiales como Abraham, también hay personas que escogen las cosas carnales que resplandecen como Lot. Y en cuanto a las personas ignorantes que solo buscan las cosas del mundo, no quiero entrar en sus vidas mundanas. Pero les quiero decir claramente que su futuro estará garantizado con las bendiciones de Dios, como Abraham.
Mientras trabajo para llevar a cabo este ministerio, me encuentro con muchos tipos de personas. Yo también he predicado el Evangelio del Señor en numerosas ocasiones. Entre estas personas hay muchas que también comparten el mismo objetivo que el de esta Iglesia de Dios. Pero cuando miramos como son de verdad, pueden parecer estúpidas. Si la gente de este mundo nos mira a los que estamos en la Iglesia, podemos parecer estúpidos. Pero con el tiempo habrá una gran distancia entre los que buscan a Dios y los que no.
Por supuesto, no todo el mundo se arruinará por irse de la Iglesia. Pero pueden estar seguros de que estarán completamente arruinados espiritualmente y que lo perderán todo al final. ¿Puede alguien que ha recibido la remisión de los pecados sufrir el mismo destino? Por supuesto que sí. La remisión de los pecados está garantizada solo para los que están de parte de Dios. Aunque alguien haya recibido la remisión de los pecados, si no se pone de parte de Dios, Dios nunca le dará bendiciones.
Yo sé que la gente habla mal de mí. Tienen algo en contra de mí y dicen: “¿Qué tienes de bueno para hablar con tanta confianza?” y “El Evangelio también está en otra parte, Pero el Pastor Jon dice que es el único que predica el Evangelio verdadero. Es un hombre raro que dice que él solo tiene el Evangelio”. Cuando se han marchado oigo cómo les va y cómo se han convertido en personas horribles poco después de irse.
Sus corazones están podridos. Su fe estaba en perfecto estado cuando seguían a Dios, pero como no siguieron a Dios, incluso esa pequeña fe que sigue en ellos se extinguirá. Cuando su espíritu se pudre, ni siquiera sus hijos podrán recibir la remisión de sus pecados. Por muchas veces que escuchen el Evangelio, no podrán recibir la remisión de los pecados. No podrán sobrevivir en este mundo y morirán.
Los hijos de Lot se convirtieron en los antecesores de los moabitas y los amonitas (Génesis 19:31-38). Se convirtieron en los enemigos de Dios. Fue el final para ellos. Solo les esperaba el infierno. ¿Recibió Lot la remisión de sus pecados? ¿O no la recibió? Lot era un hombre justo que recibió la remisión de los pecados. Pero todos sus descendientes fueron al infierno, sin poder recibir la remisión de los pecados. Recibieron el infierno al 100%.
 
 

Debemos buscar la tierra de Canaán y debemos quedarnos en la tierra Canaán

 
¿Van a seguir a Dios o van a seguir los pensamientos carnales? Cuando nos encontramos con una crisis, debemos seguir a Dios. Debemos buscar la tierra de Canaán y debemos vivir en ella.
Sean sabios. Tengan ojos que pueden ver lejos. De la misma manera en que nuestra carne tiene dos tipos de ojos, nuestros corazones tienen dos tipos de ojos también. Algunas personas no pueden ver de lejos y otras de cerca. Asimismo, las personas mayores pueden ver bien las cosas que están lejos, pero no las que están cerca. Las personas mayores llevan gafas y casi no ven con ellas. Suele ser así. Cuando enhebran una aguja, ¿qué hacen? Aunque no pueden ver bien, la alejan e intentan enhebrar. Podemos pensar: “Si es tan difícil ver una cosa de cerca, ¿por qué se la alejan?”. Pero la verdad es que pueden ver de lejos mucho mejor. Cuando nos hacemos mayores, las cosas que están lejos son más fáciles de ver.
Pasa lo mismo espiritualmente. Hay personas que buscan beneficios inmediatos que pueden ver con los ojos carnales. Y hay personas que pueden ver las bendiciones que están escondidas detrás de las cosas visibles, en vez de la cosa visible en sí. Las personas que saben cómo ver estas bendiciones dejan las cosas visibles. Como hay cosas mejores detrás de estas cosas visibles, abandonan las cosas visibles que tienen delante. Saben que si toman estas cosas carnales que tienen delante, no podrán conseguir cosas mejores. Debemos ver estas cosas escondidas detrás de las cosas visibles. Si sabemos cómo ver estas cosas escondidas, no desearemos demasiado las cosas que nos serían beneficiosas en este momento. Esto se debe a que tenemos una esperanza mayor en las cosas del mundo eterno.
La gente que no sabe cómo ver de lejos se preocupa por las cosas de ahora. Por eso debemos poder ver de lejos. Ya acaben de recibir la remisión de sus pecados o la hayan recibido hace mucho tiempo, deben poder ver de lejos. Si toman la decisión equivocada, sufrirán un desastre inesperado y serán destruidos.
 
 
Nosotros hemos tomado esta decisión a menudo
 
Después de recibir la remisión de los pecados, yo también tomé estas decisiones a menudo. Mi madre era una figura bastante importante en la iglesia presbiteriana. Los pastores más antiguos se postraban ante ella. Así que si me hubiese quedado en esa denominación y hubiese predicado esta Palabra del Evangelio verdadero, habría recibido respeto de mucho respeto. Como está escrito: «y vio toda la llanura del Jordán, que toda ella era de riego, como el huerto de Jehová, como la tierra de Egipto en la dirección de Zoar, antes que destruyese Jehová a Sodoma y a Gomorra», podría haber vivido en esa denominación durante diez años con mucho respeto. Estoy diciendo que podría haberme convertido en un hombre respetable y rico dentro de esa denominación. Pero, ¿qué habría pasado después? Podría haber vivido como un hombre rico durante diez años, pero el resto de mi vida habría ido a la ruina, y habría perdido todo lo que hubiese ganado. Habría perdido incluso la fe que conseguí en el pasado.
En aquel entonces Satanás me hizo muchas propuestas. Satanás nos ofrece estas tentaciones a la gente de fe. Le dice a la gente que solo piense en lo que puede ver con sus ojos carnales y que lo persiga. Dice: “Mirad todas estas cosas carnales y buscadlas. Si lo hacéis, veréis que bien”. Si hubiese caído en esta tentación, me habría distanciado cada vez más de las bendiciones de Dios. Si toman algo que no sea de la carne y lo persiguen y no siguen lo espiritual, todo se acabará.
Esto ocurrió justo después de nacer de Nuevo cuando empecé a creer en el Evangelio del agua y el Espíritu. La gente me dijo que llevase a cabo las tareas pastorales en una iglesia en la que trabajaba mi madre, pero decidí pensarlo más. Si hubiese sido pastor allí, mi madre habría estado muy contenta. Mirando solo la superficie, no estaba tan mal. Podría haber sido muy famoso porque habría ganado mucha fama ya que la Palabra de Dios que predicaba era nueva y podría haber sido muy respetado por muchos cristianos gracias a la relación con mi madre. Podría haber recibido mucho dinero y fama y habría sido bueno para mí. Podría haber sido director de la casa de oración que mi madre regentaba.
Esa casa de oración era un lugar muy bonito y con mucho estilo. Si uno es director de una casa de oración no le tiene envidia ni al director de una gran denominación. Sin embargo, no quise seguir ese camino y mi madre no entendió mi decisión. Me dijo: “Si escoges este camino, todo estará garantizado, pero ¿por qué no trabajas en esta denominación? Si no estás loco, no harás esto”.
Pero piensen en qué habría pasado si me hubiese quedado en esa casa de oración y hubiese trabajado en ella. Si lo hubiera hecho no les habría conocido y no habría trabajado por el Señor con ustedes. Sé conoceré a muchas más personas en el futuro. Sé que hay muchas más personas que han recibido la remisión de sus pecados a través de mí y que muchas entrarán en la tierra de Canaán conmigo. Hay muchas personas que recibirán las bendiciones celestiales de Dios como yo. Por tanto, no soy una persona pobre. He puesto mi corazón en la Iglesia de Dios por el Evangelio y por la salvación de las almas y por cualquier otro logro futuro, en vez de escoger un puesto cómodo como director de una casa de oración.
Incluso después de esta oferta, recibí muchas otras similares. Un hombre vino a nuestra Iglesia y me dijo: “Esta Iglesia no tiene piano. Tengo cientos de miles de dólares, hazme anciano y compraré un piano para esta Iglesia”. Entonces le contesté: “Recibe la remisión de los pecados primero. Si tienes pecados entonces no puedes comprar un piano para nuestra Iglesia. Ni siquiera puedes hacer donaciones monetarias a nuestra Iglesia”. No he cambiado de opinión. Y nunca lo haré para obtener un beneficio.
Queridos hermanos, si siguen al Señor, todo estará garantizado. Lo que esto diciendo es que su futuro y el futuro de sus descendientes estará garantizado así como el futuro de todos los que estén de su parte. ¿Para qué quieren tirar a la basura la bendición seguro para obtener unas cuantas cosas materiales? Puede resultar beneficioso a corto plazo, pero no pueden vivir sus vidas enteras solo con cosas materiales. ¿De qué sirve tener cosas materiales sin Dios? No puedo vivir sin Dios. Por mucha riqueza material que tenga, no puedo vivir sin Dios. Sé que todos ustedes son también así.
Estas tentaciones materiales no solo me vienen a mí, sino a ustedes también. Satanás seguirá tentándoles con cosas materiales. Dice: “Os daré muchas cosas materiales, así que abandonad vuestra vida de fe. Si tenéis estas cosas, ¿no estaréis cómodos? ¿No es esto bastante? ¿Por qué no hacéis un esfuerzo por vuestra parte? Si lo hacéis, podréis vivir aún más felices. Como seres humanos, solo necesitáis estar cómodos. Pero, ¿por qué vivís así como si fueseis especiales?”.
Queridos hermanos, deben poner sus corazones en Dios para ser felices. Es natural que su cuerpo y todo lo demás esté bien cuando su alma está bien. El día en que su alma esté sucia, todo lo demás irá mal. ¿Qué satisfacción hay cuando su alma se ha ensuciado? ¿Para qué sirve tener mucho dinero? Aunque tengan mucho dinero, si un ladrón se lo quita, lo han perdido todo en un instante.
Por tanto, debemos escoger bien. Todos nosotros tenemos este problema. Buscar los placeres de la carne parece una buena manera de vivir en este mundo hoy en día, pero es una tentación malvada de Satanás. En vez de caer en este tipo de tentación, debemos poner los ojos en algo más lejano. Debemos buscar la tierra de Canaán. Debemos vivir en la tierra de Canaán. Debemos poner el corazón en el Evangelio del Señor y servirlo. Debemos caminar hacia el Evangelio y ofrecernos a esta misión donde las almas reciben la remisión de todos sus pecados. Queridos hermanos, tengan esto en cuenta. Deben vivir el resto de sus vidas así. Vivir por el Evangelio ante Dios es lo correcto. Si ponen sus corazones en las cosas materiales que pueden ver con sus ojos carnales, un día, cuando esta riqueza material se queme, ustedes y todos sus descendientes se quemarán también. Si siguen a Dios, las riquezas materiales les llegarán naturalmente; pero si solo buscan la riqueza material, perderán a Dios, perderán la riqueza que han ganado y se perderán a sí mismos. Por tanto, debemos decidir bien. Para mantener su vida de fe intacta, deben ser muy sabios al tomar esta decisión. El día en que tomen la decisión equivocada, será el día en que todo se acabe.
 
 

Eliminen la suciedad de sus corazones y escojan la tierra de Canaán con sus ojos que ven de lejos

 
Hace unos 15 años había una hermana en nuestra Iglesia que venía con su marido. Algunos los conocían, pero no pueden imaginar cuánto los esperé, enseñándoles mucho para que pudiesen estar firmes en el Evangelio del agua y el Espíritu por fe. A pesar de mis esfuerzos, me di cuenta de que esta pareja tenía muchas dudas sobre mí y que incluso indagaron en mi pasado. Al final se llevaron todo lo bueno que les pude dar y se negaron a creer en mí más. Y así, antes de deshacerse de mí, yo me deshice de ellos. Después de este episodio establecieron una iglesia por su cuenta. Entonces fui a visitarles y les dije que les apoyaría si construían una Iglesia de Dios después de haber recibido la remisión de todos sus pecados. Les dije que aunque no tenía riqueza material, pero que podría apoyarles con otras cosas. Les dije que podría darles mucho apoyo en nombre de Jesucristo.
Pero rechazaron mi oferta y se fueron por su cuenta. Esta decisión es como la de Lot, quien escogió los planos del Jordán. En vez de poner sus corazones en el Evangelio en el Cielo y en la Iglesia uniendo sus corazones con Dios, pusieron sus corazones en su propia codicia. Su fe acabó así. ¡Qué lamentable! Queridos hermanos, esta situación es muy lamentable. La verdad es que no solo escucharon este Evangelio una vez, sino que se lo prediqué y expliqué muchas veces, como si viviese con ellos. Se puede decir que si comía y vivía en su casa; les prediqué y expliqué este Evangelio. Tenía una buena relación con los niños de esa casa. Me seguían a todas partes. Pero como sus padres escogieron el camino equivocado, sus hijos también acabarán muriendo. A pesar de haber escuchado la Palabra de Dios, si uno bebe el veneno de este mundo, la fe de esa persona se acabará.
No les culpo por ser insuficientes. Les estoy diciendo que deben eliminar la suciedad y los deseos de su carne que residen en sus corazones. Deben eliminar esa suciedad y después escoger la tierra de Canaán sin falta. Si descartan los planos del Jordán aparentemente llenos de pasto y escogen la tierra de Canaán, Dios les guiará en cada paso que den. Entonces cuidará de nosotros. Jehová Dios le dijo a Abraham: «Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el norte y el sur, y al oriente y al occidente. Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre» (Génesis 13:14-15). Como Dios nos bendice así, no hay razón por la que vivir con pobreza. La verdad es que estoy mucho mejor que esos pastores que están trabajando en las iglesias del mundo. Soy un hombre más rico porque he estado predicando el Evangelio del Señor al mundo entero y porque tengo un corazón en paz. Además no sé ni cuántos hijos espirituales tengo. Miren. ¿No es cierto que tengo muchos trabajadores y soldados de Dios?
Queridos hermanos, los nacidos de nuevo están verdaderamente bendecidos. La gente que escoge a Dios se hará muy rica. Por supuesto, cuando la gente escoge primero a Dios, pierde mucho al principio. En primero lugar su relación con sus familiares cercanos puede arruinarse. Pero esperen y vean que pasa más adelante. Ganan muchos más hermanos y hermanas en el Señor. Jesucristo dijo: «De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio, que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna» (Marcos 10:29-30). Los padres que obedecen la voluntad de Dios son mis padres; pero los padres que no obedecen a Dios y no escuchan Su Palabra no son padres verdaderos. Les llamamos padres porque son nuestros padres biológicos.
Deben escoger bien. Tienen un corazón dividido, ¿no tengo razón? Entre estos dos debemos escoger uno. Cuando somos cortos de vista, ¿escogeremos los beneficios que se ven con los ojos carnales? Pero con ojos que ven de lejos, ¿decidiremos vivir con nuestros corazones en el Evangelio y Dios? Si lo hacemos, ¿viviremos en abundancia y recibiremos las bendiciones que nos da Dios? ¿Dónde pondrán sus corazones?
La pregunta correcta es poner nuestros corazones en Dios. Pero Satanás intenta engañarnos para que pongamos nuestros corazones en los planos del Jordán. Con sus palabras engañosas algunas personas ponen sus corazones en esa parte, pero cuando toman esa decisión, pierden la otra parte. Si escogen a Dios, pueden recibir mucha riqueza, Gloria y las bendiciones de Dios. Pero si perseguimos la riqueza de este mundo, perderemos a Dios y Sus bendiciones y Su protección. Mientras vivimos una vida de fe, debemos escoger a Dios aunque los deseos de la carne surjan en nuestros corazones. Cuando escogemos a Dios, no nos tenemos que preocupar de nada más. Y no tenemos que preocuparnos de ser separados de Dios. Si escogemos a Dios, nos mantendrá a salvo y nos protegerá de los problemas y situaciones por los que pasemos. Nos guiará en cualquier circunstancia.
Pero si no escogemos a Dios, esta protección y bendiciones cesarán. Esta es la misma lógica por la que no podemos recibir la remisión de los pecados si no creemos en el Señor aunque haya eliminado nuestros pecados. Recibir o no estas bendiciones depende de nuestro libre albedrío. De la misma manera, después de haber sido salvados, escoger a Dios o la riqueza material de este mundo también depende de nuestro libre albedrío. Dependiendo de qué lado escojamos, Dios nos dará bendiciones o permitirá que seamos destruidos. Estoy diciendo que, aunque seamos los hijos de Dios, nos enviará al infierno si no escogemos bien.
Hay muchas personas que han recibido la remisión de los pecados, pero el número de personas que se unen con Su Iglesia es pequeño. La gente que no se ha unido con la Iglesia escoge las cosas carnales. Piensan en sus mentes carnales: “Como he recibido la remisión de mis pecados, ¿qué necesidad tengo de ir a todas las reuniones o adoraciones en la Iglesia? Como he recibido la remisión de los pecados a través de la Iglesia, ya no tengo que ir más”. Pero si escogen este camino, ¿no perderán muchas cosas? Perderán el Cielo y la protección de Dios y Sus bendiciones al final.
Queridos hermanos creyentes, al seguir a Dios, sufriremos mucho desprecio. Si seguimos al Señor de verdad, sufriremos mucho desprecio y persecución de la gente del mundo. Pero debemos tener esto presente: con este sufrimiento de persecución y desprecio el Señor nos dará muchas bendiciones sin falta.
Pienso esto cada vez que la gente me persigue. De hecho, he sido muy perseguido. Antes de conocerles sufrí mucha persecución, tanta que es difícil de describir. Pero después de estas persecuciones, Dios me dio muchas bendiciones. Sé que Dios me agarró todo el tiempo y me bendijo ya que no me dejé vencer las persecuciones y me mantuve firme en Dios.
Queridos hermanos, debemos escoger a Dios y debemos escoger al Evangelio. Incluso si Satanás nos muestra algo mundano y nos seduce con ello, no debemos escogerlo. Si escogemos algo que es mundano, todo se acabará. Las bendiciones de Dios se acabarán. Si dejamos lo que tenemos delante de los ojos, las bendiciones de Dios, aunque no podamos verlas con nuestros ojos, serán nuestras. Tengan esto en cuenta. Esta es la forma más rápida de poseer la vida verdadera de la fe.
Espero que vivan una vida de fe verdadera. Su vida de fe no puede terminarse ni completarse con tan solo recibir la remisión de los pecados. Debemos vivir nuestra fe en este mundo. Al escoger a Dios debemos recibir esta gloria juntos aunque suframos la persecución en este mundo. Debemos recibirla y disfrutarla. Si escogemos a Dios por encima de todo, podemos recibir las bendiciones de Dios y disfrutarlas todas. Podemos convertirnos en valiosos obreros de Dios. Podemos convertirnos en herramientas de la justicia de Dios. Esta es la mayor bendición.
 
 

Los justos pueden probar la bendición de Dios, el Rey invisible

 
Cuando realizamos una reunión de resurgimiento, vemos almas que reciben la remisión de los pecados. Esto no es algo que haya hecho. Esta es una obra que ha hecho el Dios omnipotente. Dios y solo Dios puede guiar a estas almas y cambiar sus corazones. Y Él es el único que quita la suciedad dentro de sus corazones y los convierte en justos trabajadores de Dios. Cuando uno experimenta esta obra del Señor, el corazón se llena de una alegría inmensa. En realidad, ¿a qué podemos comparar este sentimiento? ¿Piensan que una persona puede obtener este sentimiento con las cosas del mundo? Aunque alguien me diese un diamante en bruto, ¿podría darme esta sensación? Esto me haría sentirme mal, y lo tiraría a la basura. Lo tiraría a lo más profundo del mar para no poder encontrarlo nunca. Estoy diciendo esto porque si he recibido algo visible con los ojos carnales, ¿me llenaría de gozo verdadero invisible?
Queridos hermanos, las cosas que no pueden verse con nuestros ojos carnales son las bendiciones verdaderas, y que son mucho más valiosas. El Dios invisible es el verdadero Dios, y este Dios invisible es quien nos bendice, nos guía y nos da el Cielo. Aunque sea invisible, este Dios es el verdadero que nos da paz y bendiciones dentro de nuestros corazones. Nos da todo lo necesario para salvar a las almas y nos da todo para vivir en este mundo. Por tanto, seguir a este Dios es la verdadera bendición. Queridos hermanos, ¿creen?
La gente que persigue solo las cosas visibles es insensata como un cerdo gordo. Si una persona nacida de nuevo solo busca la riqueza del mundo, esa persona se considera un cerdo. Lot, en el pasaje de las Escrituras de hoy, era como un cerdo. Pero nosotros podemos ser así también.
Sigan a Dios. Esta es la elección adecuada. Si nosotros escogemos a Dios, Dios será todo para nosotros y nos dará todas las bendiciones invisibles y la riqueza visible además. Y al final nos dará el Reino de los Cielos que posee al darnos la vida eterna.
Alabo a este Dios. Sigamos a nuestro Señor. Si seguimos al Señor, ganaremos riquezas de este mundo. Por supuesto, esta bendición viene con persecución, pero nuestro Señor nos guiará y cuidará de nosotros. Espero que todos nuestros hermanos y hermanas reciban estas bendiciones abundantes que Abraham había recibido al convertirse en personas espiritualmente sabia como él y no como Lot.