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Tema 10: El Apocalipsis

[Capítulo 19-2] Solo los Justos Pueden Esperar con Esperanza el Regreso de Cristo (Apocalipsis 19:1-21)

Solo los Justos Pueden Esperar con Esperanza el Regreso de Cristo(Apocalipsis 19:1-21)
 
En el capítulo anterior, vemos como Dios enviará Sus temibles plagas a este mundo. En este capítulo, vemos a Cristo y a Su glorioso ejército peleando en contra de y venciendo al ejército del Anticristo, arrojando vivos a la Bestia y a sus siervos en el lago del fuego, y matando al resto del ejército con la espada de la Palabra saliendo de la boca del Señor, y así finalmente terminando Su batalla en contra de Satanás.
La sustancia de este capítulo puede ser dividido en tres temas principales: 1) la alabanza de los santos raptados por enviar el juicio de las grandes plagas a este mundo; 2) la proclamación por la llegada de la cena de bodas del Cordero; y 3) el descenso del Señor del Cielo con el ejército de Jesucristo.
Debemos darnos cuenta que Dios ciertamente y muy pronto completará todo lo que Él nos ha dicho por medio del Libro del Apocalipsis.
 

¡El Juicio de Dios!
 
Aquellos que creen en el evangelio del agua y el Espíritu, y así han llegado a ser el pueblo de Dios a través de la fe, estarán alabándolo por haberlos salvado de todos los pecados del mundo. Veamos los versículos 3-5: «Otra vez dijeron: ‘¡Aleluya! Y el humo de ella sube por los siglos de los siglos.’ Y los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron en tierra y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono, y decían: ‘¡Amén! ¡Aleluya! Y salió del trono una voz que decía: Alabad a nuestro Dios todos sus siervos, y los que le teméis, así pequeños como grandes».
Hebreos 9:27 nos dice: «Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio». El hombre será juzgado ante Dios una vez, pero la sentencia de este juicio es final y no será revertido. En otras palabras, con este solo juicio de todos los hombres por sus pecados, Dios dará Su juicio eterno arrojando a los pecadores en el fuego que está encendido por siempre. Es por eso que la Biblia nos dice que «el humo de ella sube por los siglos de los siglos».
Algunas personas pueden pensar y decir, “Una vez que mueres, ese es el final de todo.” Pero estos son los pensamientos propios del hombre, no de Dios. Debido a que todo el mundo tiene ambos, cuerpo y alma, ya sea que la gente crea en Dios o no, todos ellos saben instintivamente que Dios existe, y que tarde o temprano todos serán juzgados por sus pecados ante Él.
Y así como existe un reino de espíritus para la gente, ellos saben que Dios, aunque sus ojos no lo ven, de todas formas existe. El reino que puede ser visto por los ojos carnales no dura para siempre, pero ahí existe el reino eterno de verdad, que no puede ser visto por nuestros ojos. La prosperidad material sobre esta tierra mientras que solo se enfoca en el dinero y solo persigue la codicia material no puede ser la razón de ser de la humanidad; su verdadero propósito es el de entrar en el reino eterno de bendición conociendo a Dios, el Creador de todo el universo, y conociendo y creyendo en el evangelio del agua y el Espíritu dado por Él.
No solamente debemos saber lo que Dios nos ha dicho, sino que también debemos creerlo. No debemos acabar en el infierno creyendo y confiando únicamente en nuestros propios pensamientos. Antes de encarar el sufrimiento por nuestros pecados, debemos ser perdonados de todos nuestros pecados y recibir la vida eterna creyendo, ahora mientras estas sobre esta tierra, en el evangelio del agua y el Espíritu.
Para todos, la vida sobre esta tierra es muy corta. Así como el sol sale y se pone cada día, el corto viaje de nuestras vidas termina muy rápido, sin fruto y sin sentido, como si hubiéramos estado corriendo igual que una ardilla en una rueda. Aún si fueses a vivir cien años, realmente no podrías decir que viviste mucho.
Si le restas las vueltas triviales de tu vida cotidiana, tales como el tiempo que pasas durmiendo, comiendo, en el baño, y haciendo otras cosas mundanas, de todo tu tiempo de vida, realmente te queda muy poco tiempo. Mientras ves las cosas que ya has visto desde tu nacimiento, y mientras te encuentras con la gente con la cual ya te has encontrado antes, tu cabello se ha vuelto blanco, y de repente te encuentras a ti mismo encarando tu propio fin.
La única razón del porque la vida de los santos no carece de significado se debe a que, habiendo nacido en este mundo, hemos conocido al Señor quién ha venido a nosotros a través del agua y el Espíritu, creímos en Él, y así recibimos la remisión de todos nuestros pecados. ¡Cuan afortunados y agradecidos estamos! Si ni hubiera sido por el Señor quién vino a nosotros a través del agua y el Espíritu, todos estaríamos destinados al fuego eterno y sufriríamos en el.
Siempre que pienso en esto, aún me da miedo, y doy gracias al Señor una vez más. El infierno, el cuál llegó a existir debido a Satanás, es el lugar más espantoso, en donde el sufrimiento es tan grande que uno deseará morir, pero no será capaz de hacerlo. Es un lugar en donde el fuego y el azufre arden por siempre.
Para conocer este evangelio del agua y el Espíritu dado por Jesús correctamente, y así recibir el Espíritu Santo, uno primero debe encontrar a los siervos de Dios que ya han encontrado este evangelio del agua y el Espíritu, y que ya han nacido de nuevo. Para vivir como un Cristiano, quien quiera encontrar la respuesta a la pregunta de como nacer de nuevo por el agua y el Espíritu puede tener todo resuelto creyendo en el evangelio del agua y el Espíritu.
La Biblia nos dice que el Espíritu de Dios es dado como un regalo a todos aquellos que reciben la remisión del pecado creyendo en el evangelio del agua y el Espíritu (Hechos 2:38). Solo aquellos que tienen el Espíritu Santo en su corazón siendo perdonado de todos sus pecados a través de su fe en el evangelio del agua y el Espíritu se puede decir que tienen la fe correcta en Jesús, y solo aquellos que tienen esta fe pueden entrar al eterno Reino de Dios (Juan 3:5). Él que uno sea bendecido o maldecido se determina por si se ha recibido o no la remisión del pecado creyendo en el evangelio del agua y el Espíritu.
 

Vestido en Fino Lino, Limpio y Resplandeciente
 
Aquellos que piensan en su futuro y quieren resolver su problema actual de la remisión de sus pecados son los que son sabios y bendecidos. Aunque alguien haya vivido una vida desastrosa llena de limitaciones, si él / ella ha creído en el evangelio del agua y el Espíritu y recibido la remisión del pecado y al Espíritu Santo en su corazón, entonces esta persona ha vivido la vida más exitosa de todas.
Apocalipsis 19:4-5 dice: «Y los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron en tierra y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono, y decían: ‘¡Amén! ¡Aleluya!’ Y salió del trono una voz que decía: ‘Alabad a nuestro Dios todos sus siervos, y los que le teméis, así pequeños como grandes».
Aquí, la frase “los que le teméis” significa aceptar la Palabra de Jesucristo en el corazón y vivir de acuerdo a Su guía. Solo aquellos que han sido perdonados de sus pecados pueden ver y alabar a Dios en el Reino del Cielo. Pero aquellos que no han recibido la remisión de sus pecados sufrirán en el ardiente fuego del infierno y maldecirán a Dios.
Continuemos con los versículos 6-8: «Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decía: ‘¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina! Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos».
Aquí dice que el Apóstol Juan escuchó el sonido de alabanza, que sonaba como la voz de una gran multitud, el sonido de muchas aguas y el sonido de truenos. Este sonido no era otro que el sonido de aquellos que han recibido la remisión del pecado, todos reunidos y alabando a Dios. Esta canción de alabanza fue hecha, primero que nada, de alabanza a Dios por permitirles estar bajo el reino del Dios Todopoderoso, para ser gobernados por Él, y para vivir con Él en gloria. Todas estas cosas han hecho a los santos, extremadamente dichosos y gozosos y dan grande gloria a Dios. Así, no pueden sino alabarlo a Él gritando: «Gocémonos y alegrémonos y démosle Gloria».
Segundo, los santos continúan con su alabanza: «porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos». ¿Qué quiere decir esto? Significa que así como Él ha prometido a la humanidad, Jesús regresará a esta tierra, casarse con aquellos que han recibido el Espíritu Santo creyendo en Él, naciendo de nuevo, habitar y vivir con ellos por siempre.
El matrimonio es la unión del novio y de la novia. En otras palabras, cuando Jesús regrese a esta tierra, Él solo aceptará y vivirá con aquellos que han nacido de nuevo del agua y el Espíritu. Y significa que Él construirá Su Reino del Milenio, el Cielo y la Tierra nuevos para vivir con los santos por siempre. La gloria de las novias de vivir con este Novio es tan grande que va más allá de cualquier descripción. Solo el pensar en ello, nuestros corazones se inflaman con felicidad.
Cuando el mundo en donde Jesucristo reine llegue, Sus novias estarán extremadamente felices, más allá de lo que las palabras puedan describir. ¿Cuan felices serán cuando sean reinados por el Dios Pastor? Debido a que Jesucristo es el Novio de la bondad absoluta, así también Su Reinos será de la bondad y de la perfección absoluta. Él reinará sobre el Reino del Cielo.
 
 

El Único y Absoluto Evangelio Que Te Dará Admisión en el Cielo

 
Para que uno reciba al Espíritu Santo y entre al Cielo, él / ella debe creer solamente en el bautismo y en la sangre de Jesús. Debido a que nuestro Señor vino a esta tierra para salvar a los pecadores de todos sus pecados tomando tales pecados de la humanidad sobre Si Mismo, Él tuvo que ser bautizado por Juan. Así, habiendo recibido Su bautismo, entonces Jesús Mismo fue crucificado sobre la Cruz en nuestro lugar, fue juzgado por todos nuestros pecados, se levantó de entre los muertos y llegó a ser el Señor de la salvación eterna para aquellos que creen.
Ahora, el Señor regresará a la tierra, abrazará a Su gente que se ha convertido en Su novia a través de la fe, y vivirá con ellos por siempre. Aquellos que se han convertido en Sus novias ahora vivirán con el Señor sobre una tierra nueva, una bendición gloriosa y majestuosa para las novias. Así, los hijos salvados de Dios darán gloria a Jesucristo alabándole a Él por siempre. Está gente que ha de ser reinada por Dios se regocijará en su felicidad. Y por este gozo, darán toda la gloria al Novio.
Toda la humanidad ha estado esperando este evento desde la misma creación. Este evento se completa cuando Jesús regrese, levante a aquellos que han recibido el Espíritu Santo y vive con ellos. Dios ha hecho un mundo nuevo para la humanidad y está esperándonos. Nosotros existimos para esto, y para esto hemos nacido en el mundo.
Como nos dice el pasaje principal, «y su esposa se ha preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente», Dios ha vestido con fino lino limpio a aquellos que creen en Jesucristo. En otras palabras, aquellos que creen en resta Palabra han recibido la remisión del pecado y sus corazones se han vuelto blancos como la nieve.
De esta manera, las novias de Jesucristo ya están preparadas de antemano con el evangelio del agua y el Espíritu. Escuchando y creyendo en el evangelio del agua y el Espíritu mientras están en esta tierra, uno puede nacer de nuevo como la novia de Jesucristo. Esta fe es la que te convierte en novia de Cristo, y esta fe es lo que te califica para entrar al Cielo.
 

Aquellos Que Esperan con Esperanza
 
El pasaje principal nos dice: «Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero». ¿Con que clase de fe deben vivir aquellos que han recibido la remisión de sus pecados? Las novias que se han encontrado con su Novio Jesús y están viviendo en gloria deben vivir sus vidas con fe y esperanza, mirando hacia el día de su unión con el Novio.
Mientras el mundo se oscurece más y más, aún hay esperanza para las novias salvadas. Esta esperanza no es otra que la espera del día en que Jesucristo, habiendo preparado el Cielo y la Tierra Nuevos, regresará para llevárselas. Entonces el Novio resucitará a todas Sus novias y les dará vida eterna. El mundo en el que el Novio y la novia vivirán por siempre es un lugar que esta libre de maldad, no tiene pecado y nada le falta. Las novias solo esperan este día. Es por eso que aquellos de nosotros que hemos recibido la remisión de todos sus pecados viven con tal fe y esperanza.
En particular, las novias que ahora están viviendo en la era actual, también tienen muchas limitaciones de la carne. Pero como nos dice 1 Corintios 13:13: «Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor», ya que así el Novio ha amado a Sus novias. Él limpiará todo el pecado con Su bautismo y las aceptará como Sus perfectas novias.
Este mundo corre hacia su muerte final y no le queda ninguna esperanza. Pero aún mientras todo se mueve hacia la destrucción, las novias deben vivir sus vidas con esa esperanza especial. El tiempo para el cumplimiento de esta esperanza se está aproximando. Ahora todo el mundo está en riesgo de derrumbarse por los terremotos. El día ha llegado a todos en este mundo para que desaparezcan como los dinosaurios extintos de los tiempos de antaño. Repentinamente, este mundo simplemente caerá.
Sin embargo, cada novia será transformada en cuerpos perfectos y ellos vivirán con el Señor, quién ha llegado a ser Su Novio por siempre y siempre. Por lo tanto, las novias deben predicar el evangelio del agua y el Espíritu con más fidelidad a la gente mundana de esta era.
 


¡Debemos Creer en la Verdadera Palabra de Dios!

 
Jesús nos dice en Juan 3:5: «De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios». Entonces, ¿Cuál es el evangelio del agua y el Espíritu? La Biblia nos dice, primero que nada, que “agua” se refiere claramente al bautismo de Jesús, y que es lo que corresponde a la salvación (1 Pedro 3:21).
Cuando Jesús cumplió 30, Él fue con Juan, quién había estado bautizando a la gente de Israel en el Río Jordán. Jesús nos dice que Juan el Bautista era el representante de la humanidad y el último Sumo Sacerdote del Antiguo Testamento. Encontrándose con Juan, Jesús recibió Su bautismo de él, lo cual cumplió toda la justicia de Dios (Mateo 3:15, 11:11-14). Así, el bautismo que Jesús recibió fue la ofrenda eterna a través de la cual todos los pecados del mundo fueron pasados sobre Cristo Mismo.
La encarnación de Jesús a través del Espíritu Santo, Su bautismo, Su sangre y muerte sobre la Cruz, Su resurrección y ascensión–todas estas cosas fueron obra del Espíritu Santo. Cuando uno cree que Jesús vino a esta tierra e hizo, a través del agua y el Espíritu, desaparecer sus pecados de una sola vez, él / ella se puede convertir en una persona justa, libre del pecado y una novia de Cristo. Esto no es realizado por pensamientos humanos, sino que viene de los pensamientos de Dios Mismo.
La verdad es que el agua, la sangre y el Espíritu Santo son los elementos esenciales para la salvación del pecado de la humanidad, y ninguno de ellos, para nada, puede estar ausente. La Biblia habla sobre esto clara y exactamente en el capítulo 5 de 1 de Juan. Nos dice que estos tres elementos el agua, la sangre y el Espíritu Santo son uno en todo, y que nuestra salvación del pecado no puede ser completa y aprobada si alguno de ellos falta.
Cuando conocemos y creemos esta verdad, que la perfecta salvación es creer en estos tres –el agua, la sangre y el Espíritu Santo- entonces podemos darnos cuenta y aceptar el amor de Jesús que nos ha salvado, y así nuestros corazones pueden ciertamente llegar a estas sin pecado. La Biblia nos promete en Hechos 2:38: «Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo».
Entonces, ¿Cual es está Palabra que nos permite recibir el Espíritu Santo? Esto no es nada más que la Palabra del bautismo de Jesús (el agua), de Su muerte sobre la Cruz (la sangre), de Su ser Dios, resurrección y ascensión (el Espíritu Santo). Esta Palabra de salvación ciertamente ha sido profetizado en las escrituras de Moisés y de otros profetas del Antiguo Testamento, fue cumplida y testificada en los cuatro Evangelios del Nuevo Testamento. También, la “salvación y expiación eterna completada de una sola vez,” la cual esta detallada en el Libro de Hebreos, testifica repetidamente de la justicia de Dios, la cual hemos recibido a través de nuestra fe.
Aunque todos en este pecaminoso mundo se encuentran viviendo una vida en la carne, la cual se que se queda corta ante Dios, él / ella debe recibir la remisión del pecado ofrecida por Dios, y vivir su propia vida con su esperanza en el Cielo. Este es el regalo que Dios ha dado a la humanidad. Debemos recibir este regalo de Dios que Él ha dado a la humanidad. Todos debemos recibir esta gracia dada a nosotros gratuitamente. Creyendo en la Palabra de que nuestro Señor regresará y construirá Su nuevo Reino, vivamos en esta nuestra verdadera esperanza. Debemos vivir con esta esperanza, y esto es lo que yo creo fervientemente.
¿Sabes que tan propagado está el pecado en el mundo? Comparado con el tiempo de la inundación del tiempo de Noé, los pecados de esta era están mucho más propagados. En el tiempo de Noé, viendo que los pensamientos de la humanidad eran de continuo inclinados al mal, Dios decidió destruir el primer mundo con una inundación, le dijo a Noé que construyera un arca, y salvó a aquellos que entraron a esta arca creyendo en Su Palabra. 
Aunque Dios había dicho que Él ciertamente juzgaría al mundo con agua, solo la familia de ocho de Noe creyó en Su Palabra. Así, ellos construyeron el arca durante un periodo de cien años, y entraron en ella para escapar de la inundación. Cuando hicieron esto, Dios comenzó a enviar Su juicio sobre el primer mundo. El cielo se oscureció repentinamente, y una lluvia torrencial comenzó a caer. Tal vez en una hora, el agua pudo haber llegado hasta el tercer piso. Así que llovió durante 40 días, sumergiendo a todo el mundo bajo el agua.
Así como Noé y su familia entraron al arca creyendo que un nuevo mundo estaba a punto de abrirse, tú y yo debemos vivir esta era con esperanza. Igual que ellos pudieron construir el arca durante cien años debido a que le creyeron a Dios, yo creo que nosotros, también, debemos perseverar y predicar el evangelio. Dios le dijo a Noé: «Hazte un arca» (Génesis 6:14). Esta Palabra nos dice que ‘para que nosotros defendamos nuestra fe,’ primero debemos consagrarnos nosotros mismos al Señor y predicar el evangelio.
Aunque los nacidos de nuevo tienen esperanza, no existe esperanza para aquellos que no creen en el evangelio. Solo hay desesperación para estos incrédulos del evangelio. Sin importar si la gente cree o no en el evangelio del agua y el Espíritu, aún así debemos predicarles con fe. La era actual es la clase de tiempo en que la gente debe creer en este verdadero evangelio tan pronto como sea posible. Aquellos que creen en el evangelio que predicamos encontraran felicidad, pero aquellos que no creen en el solamente serán maldecidos. Los últimos–esto es, aquellos que no creen en el evangelio–son los insensatos que recibirán el eterno juicio de Dios y serán arrojados en el infierno.
No pierdan su esperanza. Si los justos perdiesen su esperanza, solo les esperaría la muerte. Si no tenemos esperanza, no tendríamos ni el deseo, ni el interés, ni ninguna razón para continuar viviendo. Por lo tanto, vivamos con esperanza.
En la era actual, aquellos que creen en Jesús y así han nacido de nuevo son los que son verdaderamente felices. Para la humanidad, la única esperanza que les queda es la de recibir la remisión del pecado –esto es, no existe ninguna otra esperanza que la de recibir el Espíritu Santo. Cuando la gente es perdonada de todos sus pecados, pueden tener esperanza y vivir feliz por siempre, pero si no, solo les espera destrucción, ya que no habrán recibido el Espíritu Santo.
Se debe a que yo he recibido la remisión de todos mis pecados el que pueda vivir a través del mundo actual con esperanza. Es mi esperanza y mi oración que tú, también, vivas tu vida con esta esperanza. Yo espero que tú no te ates a los pensamientos vanos del mundo, sino que vivas tu vida como una novia sabia, amando a tus justos hermanos y hermanas, ayudándolos a permanecer firmes en Cristo, no perder tú fe, esperado al Novio y encontrándose con Él cuando finalmente venga para arrebatarte a ti.
Yo doy gracias a Dios por permitirnos vivir en Su gloria.
 
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