Search

សេចក្តីអធិប្បាយ

Tema 16: Evangelio de Juan

[Capítulo 3-6] Realicemos Obras Espirituales por Fe (Juan 3:16-17)

Realicemos Obras Espirituales por Fe(Juan 3:16-17)
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.”
 

Es muy difícil para los seres humanos vivir en este mundo. Luchando contra un ambiente de cambios rápidos es bastante duro, y mucha gente ha perecido por olas de calor recientes. Cada verano, escuchamos noticias acerca de gente que no sobrevivió las olas de calor candente y que pereció. Las temperaturas en mi país durante el verano también han ascendido tan alto que se siente como si viviéramos en un clima tropical, y simplemente el respirar resulta difícil. El mundo aún esta por ver peores olas de calor, y así mi corazón esta determinado a difundir el evangelio del agua y el Espíritu a todos en todo el mundo tan pronto como sea posible.
El mundo esta enfermo ahora. En Botswana, un país del sur de África, casi 40% de la población se dice que tiene HIV positivo. La crisis de los países vecinos es casi la misma. La situación es tan mala que se duda que estas naciones sobrevivan. UNAIDS, el programa en conjunto de las Naciones Unidad sobre SIDA, reportó que el promedio de vida en Botswana no pasa de los 39 años. Si el promedio de la infección del SIDA en este país no disminuye, más de dos terceras partes de sus adolescentes morirán en un futuro cercano.
Es un mundo tan duro en el cual tú y yo estamos viviendo ahora. ¿Qué razón tenemos para vivir, y que propósito marcaremos para nuestras vidas? Nosotros los justos nacidos de nuevo que creemos en el evangelio del agua y el Espíritu debemos saber claramente cual es nuestro propósito en la vida.
Existen tantas cosas para que nosotros hagamos en este mundo, y sin embargo existen muchas dificultades que estamos encarando. ¿También tienes luchas? ¿Con que propósito vives? La gente en este mundo comienzan a distanciarse a sí mismo de los deseos de la carne y comienzan a pensar en sus almas solo cuando se acercan a la muerte, y solo entonces desean ser lavados de sus pecados, para ser libres del pecado ante Dios. Debido a que innumerable gente trata de ocuparse de sus almas solo ante la eminencia de la muerte, son incapaces de recibir la verdadera salvación y la remisión de sus pecados, y de esta manera terminan en el infierno.
Tú y yo tenemos la obligación hacia las incontables almas que aún no han aceptado el evangelio del agua y el Espíritu. Estamos realizando todas estas obras de servicio para difundir el evangelio del agua y el Espíritu a ellos en cualquier forma posible. Al hacer eso, nuestra situación ya no importa. Por todo el mundo entero, existe mucha gente esperando por una mano de ayuda. En países subdesarrollados, existen innumerables almas muriendo debido a su ignorancia de las buenas nuevas. Esta gente necesita la Palabra de Dios desesperadamente, y debemos hacer todo lo posible para que también ellos puedan creer en el evangelio del agua y el Espíritu y renovar sus almas. Aunque están luchando contra el hambre y las enfermedades, yo se que desearían que sus almas fuesen llenas de las abundantes bendiciones de Dios al igual que nosotros. Nos están llamando para ser salvos.
La gente de algunos países desarrollados, por otra parte, se enorgullecen de sus glorias pasadas. Se enorgullecen de los logros de sus antecesores, jactándose de sus grandes castillos, de sus artistas reconocidos, y de su herencia cultural para el mundo. Pero la realidad de las cosas es que en sus almas, también, están espiritualmente muertos. También debemos ir a ellos a compartir el evangelio con nuestros libros. Necesitamos compartir con todos en el mundo entero nuestros libros que contienen el evangelio del agua y el Espíritu. Ciertamente hay mucho que nosotros tenemos que hacer, ya que debemos difundir a ellos el evangelio del agua y el Espíritu, para que lleguen a conocer y a creer en Jesús, recibir la remisión de sus pecado y entren al Reino de Dios.
 


¿Cuál es el Propósito para la Vida en esta Era y Tiempo?


¿Con que propósito debemos vivir? Esta pregunta es algo que todos nosotros debemos darle una seria consideración por lo menos una vez. Los seres humanos somos fundamentalmente débiles que ni siquiera podemos sobrevivir olas de calor ligeramente más intensas. La difusión del evangelio del agua y el Espíritu a tales seres ahora se ha convertido en nuestro propósito de vida. Y esto significa que Dios nos ha permitido recibir la fortaleza de Él y así vivir vidas dignas y fructíferas. Para los creyentes del evangelio del agua y el Espíritu que han recibido la remisión del pecado, ahora se encuentran viviendo con este propósito de trabajo espiritual y esto es algo para estar tremendamente orgullosos.
Sería una vida vergonzosa si fuese a vivir mi vida simplemente comiendo y bebiendo. El dinero no puede ser la meta de nuestras vidas. Solo lo necesitamos para sobrevivir en la carne para servir al evangelio del agua y el Espíritu. Como tal, aquellos que ahora han recibido la remisión de sus pecados al creer en el evangelio del agua y el Espíritu deben vivir para la salvación de otras almas. Es tan claro como el cristal que a menos que alguien sea remitido de sus pecados, esa persona esta destinada al infierno. Por lo tanto, no debemos fallar en tomar el deseo de Dios, el cual nos ha hecho nacer de nuevo por medio del evangelio del agua y el Espíritu, para que podamos ayudar a otros a preparar sus vidas futuras en el Cielo en vez de en el infierno. Si enlugar de eso vivimos para nuestra carne, aún después de recibir la remisión de nuestros pecados, y no nos decidimos a difundir este evangelio por el resto de nuestras vidas, entonces seremos como las bestias que perecen (Salmo 49:20). Necesitas darte cuenta aquí que cuando los justos nacidos de nuevo no viven para la justicia de Dios, no tienen razón para existir.
Nuestro propósito en la vida es difundir el evangelio del agua y el Espíritu a otros, para que puedan recibir la remisión de sus pecados. El Señor nos dijo que la vida sobre esta tierra dura solo un momento, y todo lo que queda después es el juicio. Es por ello que debemos realizar la obra espiritual que salva almas. Escrito está, “El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo” (1 Juan 2:6). Si en realidad han llegado a ser los justos hijos de Dios al creer en el evangelio del agua y el Espíritu, entonces lo correcto para ti es vivir para otras almas al igual que lo hizo Jesucristo.
Nuestros pensamientos, nuestras mentes y nuestro propósito deben ser claros y grandes. Sin embargo, la mayoría de la gente vive vidas humillantes y sin esperanza debido a sus aspiraciones pequeñas y a sus mentes cerradas. ¿Que sería más triste que no tener nada digno en sus logros sobre sus lapidas otro que anotar los años de su nacimiento y muerte? La realidad es que todos en esta tierra que no ha nacido de nuevo son así. No deseas terminar como esta gente, dejar una lapida que solo diga que naciste en tal año, nació de nuevo al creer en el evangelio del agua y el Espíritu, pero luego solo vivió para alimentarse a sí mismo, ¿o sí?
No servimos porque deseamos estar en la memoria de alguien después de un tiempo, sino que servimos debido a que no queremos llevar la clase de vida de la cual no nos enorgullezcamos. Aquellos de nosotros que hemos nacido de nuevo por el agua y el Espíritu deberemos tener nuestras lapidas que digan, “Este hombre nació en tal año, nació de nuevo en tal año, y hasta que murió y llegó a descansar aquí, predicó el evangelio a innumerables personas y salvó innumerables almas.” Solo entonces habremos vivido vidas verdaderamente dignas.
Ya sea que la vida de alguien sea algo de que estar orgullosos o avergonzados depende de como decida vivir su vida. Por un lado, están aquellos que están viviendo para los placeres inmediatos de la carne, por otro lado, están aquellos que están pensando acerca de su futuro y preguntándose cómo pueden vivir vidas digas y significativas. Cómo termine alguien su vida depende de cómo decida vivirla.
La vida humana, después de todo, dura solo 70-80 años, tal vez 90-100 años si vivimos mucho. Todos inevitablemente están destinados a morir de esta manera, ya que esta designado que el hombre nazca una vez y muera una vez. Pero una vez que nacemos, tenemos que encontrarnos con nuestro Señor, recibir la remisión de todos nuestros pecados, y vivir nuestras vidas para difundir el evangelio a todos por el mundo entero. ¿Con cuanto deseo espera la gente nuestra ayuda.?
¿Alguna vez has visto el Carnaval en Río de Janeiro – Brasil? La danza brasileña Zamba es famosa en el mundo. ¿No es una danza que marea, suntuosa y viva? Pero mientras veía la magnificencia de este Carnaval de Zamba, repentinamente me di cuenta del vacío de la vida, ya que en mis ojos, esta gente destinada a muerte movía sus cuerpos fervientemente y en su danza solamente trataban desesperadamente de olvidar temporalmente su sufrimiento. Cuando pienso acerca de cómo han trabajado duramente durante todo un año solo para disfrutar la rebeldía durante el Carnaval, y cómo han vivido únicamente para comer y beber de este modo, a mí me daba mucha lastima. Mientras llegue a ver la lastima que esta detrás del esplendor luminoso, mi corazón estaba convencido de difundir primero el evangelio a esta gente de Brasil.
Cuando vemos a la gente, están aquellos que sacan nuestra compasión, y luego están aquellos que no. Aquellos que se ven bien en su apariencia exterior, y que se han adornado a sí mismos, no sacan nuestra compasión. Pero aquellos que conservan su tristeza y miseria a pesar de buscar y de tratar de vivir sus vidas con un verdadero gozo sacan nuestra compasión. Fue nuestra meta difundir el evangelio a tal gente tan pobre por lo que publicamos nuestros libros en cada idioma. Estos libros van a cada nación para dar testimonio acerca del evangelio del agua y el Espíritu, y como resultado, muchos socios se han levantado con la misma fe que nosotros alrededor del mundo. Es así como podemos encontrarnos con aquellos que estaban buscando la Verdad.
Dios nos ha encomendado la obra que le permite a la gente creer en el evangelio del agua y el Espíritu y recibir la remisión de sus pecados. Simplemente es un gozo ver a la gente recibir la remisión del pecado y ver como dan gracias a Dios. Así que voluntaria y gustosamente hacemos lo mejor para realizar esta obra ante Dios. Esta obra es algo que hacemos simplemente porque Dios nos lo ha mandado que lo hagamos, y vale la pena debido al profundo gozo que hay en compartir el evangelio con otros; no existe nada que demandemos de ellos. Solamente nos agradamos con este trabajo que hace posible que las almas que están muriendo sean salvas. ¿Qué es más grande que esto, capacitar a los que están muriendo para recibir la remisión de los pecados y la vida eterna? Puede que la gente no se de cuenta, pero hacer este trabajo que salva a otras almas es el mayor gozo del mundo.
Cuando aquellos que han recibido la remisión de sus pecados delante del evangelio del agua y el Espíritu se les pregunta acerca de aquello que ha sido más memorable o que haya valido la pena en toda sus vidas, seguramente dirán que el mayor gozo para ellos es el hecho de haber encontrado el evangelio. Expresamente la mas maravillosa y abundante bendición es ser salvo. Si fueses entrevistado en tu lecho de muerte, y se te preguntara, “Así como tu carne se está deteriorando ante Dios, ¿Cuál fue el evento más significativo que ocurrió durante tu vida, si es que lo hubo?” ¿No dirías que el momento que mas valió la pena fue cuando recibiste la remisión de tus pecados? “El que haya conocido al Señor, llegara a creer en el evangelio del agua y el Espíritu, y haya sido remitido de todos los pecados en mi corazón, fue mi evento más significativo. Este es el evento que mas ha valido la pena en mi vida, el que mi corazón haya recibido l remisión de todos mis pecados y que he vivido para difundir el evangelio.” Es así como responderías.
Aunque nuestras circunstancias y situaciones empeoren día a día, aún continuamos difundiendo el evangelio del agua y el Espíritu. No se trata de echar las campanas al vuelo para mostrar a otros cuan duro estamos trabajando, pero trabajamos de todo corazón para abrazar a todos en todo el mundo. Se debe a que estamos difundiendo el evangelio del agua y el Espíritu para que subsecuentemente aquellos que han escuchado y creído en ellos ahora sean capaces de vivir sus vidas libres de todos sus pecados. Dado esto, ciertamente estamos haciendo algo que profundamente vale la pena.
No existe nadie en este mundo que sea mayor que nosotros, los nacidos de nuevo, quienes servimos y difundimos el evangelio. Aquellos en esta tierra que se jactan de sí mismos no son nadie. Aquellos que son arrogantes y que se jactan son semejantes a un cerdo con aretes de oro en su oreja y anillo de oro en su hocico. ¿Acaso un cerdo se transforma en humano solo por ponerse un anillo de diamante en su trompa? No, aún así no es nada más que un cerdo. Como esta escrito, “Como zarcillo de oro en el hocico de un cerdo es la mujer hermosa y apartada de razón” (Proverbios 11:22), una vida apartada de Dios no puede ser otra cosa que inútil. Aquellos que han sido remitidos de todos sus pecados por medio del evangelio del agua y el Espíritu, quienes han abrazado a todos en el mundo entero en su corazón y quienes están viviendo sus vidas para ellos como testigos del evangelio-esta es la gente más admirable sobre esta tierra.
Ahora tú y yo estamos realizando este trabajo. Por medio de nuestra literatura, estamos difundiendo el evangelio por todo el mundo. Se debe a que tú y yo, los creyentes del evangelio del agua y el Espíritu, nos hemos unido con la Iglesia de Dios, y realizamos varias actividades con el único propósito de difundir el evangelio por todo el mundo. Todos hemos hecho esto juntos. Puede que no hayas diseñado las cubiertas artísticas de nuestros libros, o editado nuestros libros, o los hayas traducido, pero aún así, el evangelio puede ser difundido debido a ti, quien ha orado por este ministerio, dado ofrendas, cumplido con su papel apoyando invisiblemente, y que has servido detrás del escenario. Nosotros lo hemos hecho juntos.
Compañeros creyentes, estos libros que hemos hecho juntos van en camino a cada rincón del mundo. Durante los últimos años, hemos traducido nuestros libros no solo a los idiomas importantes, sino aún a otros lenguajes triviales. Pronto, aún la gente que vive en países oscuros de los que nunca hemos escuchado u oído nos enviará carta que confirme la misma fe que nuestra fe. En particular, muchos ministros y teólogos nos enviaran sus cartas que proclamen la misma fe que nosotros.
Existen muchos pastores famosos por todo el mundo, pero realmente pocos predican este evangelio del agua y el Espíritu. ¿Cómo es esto? Podemos descubrir esto usando la Internet. Antes de publicar nuestro primer libro, algunos en nuestro equipo de trabajo navegaron por la Internet para ver si alguien más tenía la misma fe que nosotros. Pero, desafortunadamente, no pudimos encontrar ningún pastor que estuviera predicando el evangelio del agua y el Espíritu. Otro pedazo de evidencia que indicaba que muy poca gente conocía el evangelio del agua y el Espíritu es que de los muchos comentarios que hemos recibido, nunca ninguno ha dicho, “Yo he tenido el mismo evangelio del agua y el Espíritu antes de encontrarme con este libro. ¡Estoy tan feliz de encontrarme con mi familia en la fe!”
Así, escribí en la cubierta de mi primer libro, “Este es el primer libro de nuestros tiempos que predica el evangelio del agua y el Espíritu en estricto acuerdo con las Escrituras.” Con esto, yo quise decir que no ha existido nadie que haya predicado el evangelio del agua y el Espíritu desde el final de la Era Apostólica hasta mi primer libro. Ha sido probado que esto no es publicidad exagerada. Muchos pastores fueron incapaces de esconder su sorpresa, y han testificado, “He leído muchos libros Cristianos, pero nunca supe que el bautismo de Jesús tuviese mucha relevancia. No sabía que el evangelio del agua y el Espíritu fuese de tanta bendición.”
Cuando estábamos a punto de imprimir mi primer libro, dije, “Pronto nuestros pastores, hermanos y hermanas serán invitados por todo el mundo.” ¿Realmente que ha pasado hasta ahora? Ciertamente, ha habido muchísima gente alrededor del mundo que nos ha invitado.
Innumerables pastores y teólogos han publicado libros Cristianos, vendiéndolos en librerías de Internet tales como Amazon.com. Mientras curioseaba entre sus libros en la Internet, llegue a darme cuenta del hecho de que todos han escrito sus libros llenos de sus propios pensamientos para mostrar su propio conocimiento limitado. Para difundir la fe Cristiana en un libro, lo correcto es que el libro contenga la Verdad, la cual es el evangelio del agua y Espíritu que permite recibir la remisión del pecado por medio de la Palabra de Dios. El evangelio del agua y el Espíritu es la Verdad que fue revelada primeramente en la Era Apostólica.
Compañeros creyentes, innumerables Cristianos dicen que no tienen pecado aún cuando solamente creen en la sangre de la Cruz de Jesús. Aún retienen cada día sus pecados ya que cometen pecado diariamente, y no tienen otro recurso que el de orar diariamente por arrepentimiento. Esta gente, también, cree en la resurrección de Jesús, en Su nacimiento y en el hecho de que Jesús es el Hijo de Dios, pero no saben cómo Jesús aceptó sus pecados, y los consideran extraño e incorrecto que Él haya aceptado los pecados del mundo cuando Él fue bautizado. Así es como son la mayoría de los Cristianos.
Compañeros creyentes, creer y predicar solamente la sangre de la Cruz es difundir religión únicamente. Sin embargo a pesar de esto, pocos además de nosotros realmente están predicando el evangelio del agua y el Espíritu. Es por ello que predicar el evangelio del agua y el Espíritu es tan correcto, y aquellos que realizan este trabajo son muy preciados. Predicaremos este evangelio a todos en todo este mundo. Como dijo el Apóstol, “A griegos y a no griegos, a sabios y a no sabios soy deudor” (Romanos 1:14), tenemos que predicar el evangelio del agua y el Espíritu a todos en este ancho mundo. Somos gente extraordinaria que tiene el evangelio de poder para lograr esto. Ahora estamos predicando este sorprendente evangelio. Es por ello que verdaderamente pensamos acerca de las obras espirituales y realizamos estas obras de Dios, a pesar del clima caliente y de las circunstancias difíciles, y a pesar de que se levanten pensamientos mundanos en nuestra mente o no. 
El pasaje de la Escritura que leemos hoy dice, “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16). Compañeros creyentes, nuestro Dios Padre nos dijo que envió a Su Hijo Unigénito para salvar a cada uno de nosotros. La palabra “dado” aquí significa que Dios envió a Su Hijo a esta tierra, e hizo que Él salvara a todos al aceptar todos los pecados de este mundo por medio de Su bautismo, y que Él permitió que Su hijo fuese crucificado por todos esos pecados. Dios ha salvado a todos al enviar a Su Hijo Unigénito. Debido a que Jesucristo ha borrado los pecados de todos, todos los que creen en este Jesús que vino a esta tierra, fue bautizado, murió sobre la Cruz y se levantó de entre los muertos como su Salvador, son los libres del pecado que han sido salvados. Se han convertido en el pueblo de Dios, que han llegado a ser justificados y han recibido vida eterna.
Dios ya nos ha salvado a ti y a mí de todos nuestros pecados. Por lo tanto, no estamos atados por nuestros pecados ya que Jesús los ha quitado de nosotros, pero debemos estar pensando en obras espirituales para el futuro. Debemos pensar acerca de lo que Dios ha hecho por nosotros para salvar a la humanidad, para salvarnos a ti y a mí de nuestros pecados, y debemos predicar esto a tanta gente como nos sea posible.
La segunda parte de Juan 3:16 dice, “para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” Compañeros creyentes, cuando tú crees que Dios Padre te ha salvado al enviar a Su Hijo Unigénito a esta tierra, entonces recibirás vida eterna. ¿Quieres recibir vida eterna? ¿Quieres tener vida eterna? Con esta vida eterna, ¿quieres vivir feliz por siempre? ¿Aborreces la muerte? Si la respuesta a estas preguntas es ‘Sí,’ entonces cree en nuestro Señor. El Señor no solamente ha borrado nuestros pecados, sino además todos los pecados de toda la gente en este mundo. Nuestro Señor Mismo ha borrado todos los pecados que hemos cometido debido a nuestra lujuriosa carne, y Él nos ha dado la remisión del pecado y la vida eterna.
Ahora podemos realizar obras espirituales debido a que hemos recibido vida eterna y la remisión de nuestros pecados al creer en nuestro Señor. Y podemos guiar a todos para que también reciban la remisión del pecado, y podemos continuar realizando la obra que salva almas.
Nuestro Señor dijo en Juan 3:17, “Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.” Dios no envió a Jesús para condenarnos. Entonces, ¿para que envió a Su Hijo? Dios claramente afirma aquí que Él envió a Jesús para que el mundo fuese salvo a través de Él.
Compañeros creyentes, Jesús fue enviado a esta tierra por Dios Padre para salvarnos del pecado a todos en este mundo. Toda la gente en este mundo está esperando su salvación. Se preguntan a sí mismos, “¿Cómo puedo ser salvo?” están buscando la salvación de Dios.
Nuestros libros, cargan la Verdad inmutable llamada evangelio del agua y el Espíritu, están alcanzándolos y tocando a las puertas de todos aquellos que anhelan ser salvos en cada rincón y en cada esquina de este mundo. Entre aquellos que han sido tocados por la Verdad a través de nuestro libro, particularmente los pastores han respondido muy positivamente. Al igual que nos lleva tiempo descubrir si cierto medicamento es bueno o malo, si continuamos realizando la obra de Dios y esperamos un poco más, aún nacerán mas numerosos y mejores frutos.
Un pastor en India nos escribió en una ocasión que muchos libros Cristianos sin bases estaban llegando a su país. Fue en este ambiente que él llego a recibir y a leer mi primer libro, y dio testimonio que este libro verdaderamente era agua potable. Al decir que el libro era bueno, nos dijo que deseaba traducir nuestros libros a su lenguaje y compartirlo con la demás gente Hindú que hablaba tamil. Así que tradujo nuestros libros al tamil, y voluntariamente financiamos el costo de la publicación. Esto es una cosa maravillosa, ya que si nosotros mismos no vamos al campo misionero, si nuestros colaboradores trabajan ahí por nosotros, la gente puede continuar recibiendo la remisión del pecado.
En cada lugar en que entra nuestro libro, el evangelio del agua y el Espíritu también entra, y en todas partes donde entra el evangelio del agua y el Espíritu, la gente recibe la remisión del pecado. Si alguien leyera solamente uno de nuestros libros, el libro traería un resultado más positivo que el equivalente de una semana de mi trabajo. Es por ello que amo predicar el evangelio del agua y el Espíritu por medio de la literatura.
Ocasionalmente la gente se pregunta, “¿Puede el evangelio del agua y el Espíritu ser difundido por medio de libros?” ciertamente yo creo que sí. No importa cuan insuficientes podamos ser, la Verdad del agua y el Espíritu ciertamente es difundida cuando continuamos publicando nuestros libros por todo el mundo entero. Si nuestros libros son difundidos por todo el mundo, pudieran llegar a ser de los mejores best seller de este mundo. Aunque no tienen suficiente publicidad, pero estoy seguro que cuando sean más conocidos, puede que sigan el record de la Biblia como el best seller más consistente de la historia de la humanidad. De hecho, gracias a nuestros libros, la gente esta siendo salva cada día por medio del evangelio del agua y el Espíritu.
Nuestro Señor vino a esta tierra, fue bautizado y derramo Su sangre por nosotros. Escrito está en la Palabra que Dios Padre no envió a Su Hijo Unigénito a condenar al mundo sino a salvarlo, y Jesús cumple con certeza la Palabra. Es por ello que Jesús fue bautizado, y por medio de este bautismo Él aceptó todos los pecados de todo nuestro tiempo de vida. Esencialmente esto significa que Él ha dado la salvación a toda la humanidad. Fue para salvar a la humanidad por lo que el Señor vino a esta tierra.
Debemos predicar lo que el Señor hizo por nosotros cuando Él vino al mundo a todos los puntos de la tierra. Esta es la meta primaria de nuestro trabajo espiritual. ¿Es pecado seguir la carne o no? Claramente es un pecado. No quiero sugerir aquí que debemos determinarnos a nunca más cometer pecado, sino que debemos admitir ante Dios lo que es pecado como tal. Para nosotros el ir tras la carne es pecado, pero nuestro Señor borró todos estos pecados y nos confío el evangelio del agua y el Espíritu. Por lo tanto, al poner nuestra fe en este evangelio, podemos negar nuestra carne y realizar obras espirituales.
El Señor nos ha dado un evangelio verdaderamente sorprendente del agua y el Espíritu. Y al creer en este evangelio, hemos recibido la remisión de nuestros pecados. Me produce tal gozo que nuestras vidas no son la clase de vida que va tras la carne, sino que son vidas espirituales. Estoy feliz porque nuestra vida no se gasta realizando obras de la carne, sino que continua realizando obras espirituales. Todos nosotros debemos convertirnos en aquellos que realizan obras espirituales por fe, y nuestros corazones deben desear realizar estas obras espirituales por fe. Tú y yo somos capaces de realizar obras espirituales. Con el poder de Dios podemos guiar a todos a la salvación. Esto se debe a que nuestro Señor ya nos ha salvado de todos nuestros pecados, y Él también nos ha bendecido para realizar estas obras espirituales. Para realizar estas obras, debemos vivir por fe. Y debemos vivir con el propósito de difundir el evangelio del agua y el Espíritu por el mundo entero.
Somos seres mortales, como está escrito, “Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio” (Hebreos 9:27). Pero, hay otro pasaje de esperanza que dice, “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” Esto significa que Dios ya nos ha dado la salvación y la vida eterna. Vamos, entonces, no solo a ocuparnos de la carne, ni a ir detrás de nuestra ambición personal, sino vayamos ahora viviendo por el propósito de proclamar la justicia de Dios por el mundo entero.
Alguna gente cree más allá de cualquier duda que debe vivir para sus propias familias y para su propia carne. Estrictamente hablando, curiosamente, sus vidas no son para nadie más sino para sí mismos. A pesar de eso, Dios nos ha enseñado el camino para vivir la clase de vida que es digan de Su complacencia, y lo correcto es que lo sigamos. Me hace tan feliz pensar que nuestro corazón ha recibido la remisión del pecado al creer en el evangelio del agua y el Espíritu, y podemos vivir nuestras vidas predicando el evangelio del agua y el Espíritu, para que nuestras familias también puedan recibir la remisión del pecado escuchando y creyendo esta Verdad, y, dando un paso más, para que todos en el mundo entero puedan ser salvos-no puedo pensar en nada más que nos haga más felices que esto.
Cada quien debe buscar su propia felicidad, y tiene la obligación de vivir su vida por una causa que valga la pena. Es mi más sincera esperanza y oración para todos ustedes que este incluido en sus vidas espirituales el descubrir este llamado. Aunque somos débiles e insuficientes, ahora hemos aceptado nuestra salvación dada por Dios, debemos vivir para nuestro Señor. Y en vez de gratificar nuestra carne solo para nuestro propio beneficio, debemos vivir nuestras vidas para hacer posible que otras almas sean salvas también. Esto es para que podamos acumular tesoros en el reino del Cielo como esta escrito en la Palabra de Dios.
Debido a que los seres humanos solo pueden vivir hasta 70-80 años, y máximo 90-100 años, ¿que quedara al final? Si no anhelamos la vida eterna, no hay nada mas en nuestra existencia aparte de comer, trabajar, dormir, ir al baño y después morir. En vez de cerrar nuestra mente, deberíamos dejar que nuestro corazón y mente crezca más y sea más atrevido, y vivir para servir al evangelio para que nuestras vidas no sean en vano. Debemos vivir para lo que es correcto, y después ir a la presencia de nuestro Señor.
Es mi esperanza y mi oración que tú y yo continuemos en bendición en nuestras vidas, en ambos, cuerpo y espíritu. No hay otro camino para recibir bendición, en ambos, cuerpo y espíritu, solo el vivir para nuestro Señor realizando obras espirituales y después estar cara a cara con el Señor. Doy gracias a Dios por la salvación que Él nos ha dado.