Search

တရားဟောချက်များ

Tema 13: Evangelio de Mateo

[Capítulo 4] La bendición de temer y servir a Dios (Mateo 4:1-11)

La bendición de temer y servir a Dios(Mateo 4:1-11)
«Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está:
A sus ángeles mandará acerca de ti, y,
En sus manos te sostendrán,
Para que no tropieces con tu pie en piedra.
Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios. Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares. Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás. El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían».
 

La justicia de Dios que nos salva de nuestros pecados es que Jesús fue bautizado por Juan el Bautista y que sangró y murió en la Cruz para salvarnos de nuestros pecados de una vez por todas, y que Dios testificó que Él era el Salvador. El pasaje de las Escrituras de hoy habla de un acontecimiento que ocurrió justo después del bautismo de Jesús en el río Jordán.
Después de ser bautizado, Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo. Y puesto que Él tuvo hambre después de haber ayunado durante 40 días y 40 noches, el diablo intentó ponerle a prueba con las tres tentaciones.
 

La primera tentación

La primera tentación del diablo está escrita en el versículo 3: «Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan».
¿Cuánta hambre podía Jesús tener después de haber ayunado durante 40 días y noches? Cuando el cuerpo de Jesús estaba extremadamente hambriento, el diablo le tentó con comida. “Si eres hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. ¡Entonces te lo comes! ¿No estás muerto de hambre? Si quieres vivir, así vivirás. Has ayunado durante 40 días y debes estar muerto de hambre, ¿cuánto quieres comer? ¿Pero qué puede haber aquí en el desierto? Si eres el Hijo de Dios, puedes hacer que estas piedras se conviertan en pan, ¿no? Entonces come. Come”.
Como es obvio, el diablo tentaba a Jesús porque sabía que era el Hijo de Dios. Pero el diablo le tentó con comida. En otras palabras, estaba poniendo a prueba Su vida carnal. “Antes que morirte de hambre, deberías convertir estas piedras en pan y así vivir. ¡Si quieres vivir ahora, necesitas el pan de la carne! Si eres el Hijo de Dios, puedes hacer pan para comer. Entonces vivirás. Pues, hazlo. Hazlo”. El tentó a Jesús cuando estaba extremadamente hambriento, como si Él pudiera vivir sólo si tuviera pan. Sin embargo, Jesús rebatió esto diciendo: «No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios».
Queridos hermanos cristianos, en lo esencial, ¿de qué viven el cuerpo y el alma de una persona? ¿Puede una persona vivir eternamente de pan para la carne? El diablo tentó a Jesús con pan para la carne. En realidad, ¿en qué debemos creer para vivir? El Señor dijo: “Escrito está: ‘No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios’”, y esto es verdad.
Cuando una persona tiene hambre cree que tiene que comer pan para vivir, pero, en realidad, la vida de una persona depende de la fe en la Palabra de Dios. La vida de una persona, de cuerpo y alma depende de la Palabra de Dios. Si la Palabra de Dios no estuviera en el mundo, nuestro espíritu y nuestra carne estarían destinados a morir. Dios dijo que nuestro cuerpo y alma viven de la fe en la Palabra que sale de la boca de Dios, y es así. Puesto que la Palabra escrita de Dios es la Verdad, nuestras almas viven de la Palabra de Dios a través de la fe. Puesto que la Palabra de Dios es alimento de vida, los cuerpos y almas, suyos y mío, pueden vivir en plenitud.
Dios ha dado Su Palabra a la gente. A través de la Palabra, Él alimenta, perdona los pecados, y permite vivir. La Palabra de Dios creó todas las cosas del universo, y permitió todo lo que los humanos necesitaban en este mundo. También, al existir la Palabra de Dios, nuestras almas pueden recibir la remisión del pecado de una vez por todas a través de la fe. La Palabra de Dios es la clase Palabra que borra por completo todos nuestros pecados. Del mismo modo, la Palabra de Dios es la Palabra que nos lleva a la Luz, y por tanto, sólo los que creen en ella pueden vivir. Además necesitamos creer que sólo podemos vivir al creer en la Palabra de Dios. Es cierto. Debemos saber que los humanos vivimos por creer en la Palabra de Dios, y no por tener pan para la carne. Nuestro Señor nos habló de la Palabra de Dios.
Mientras vivimos en este mundo, caemos en nuestra propia tentación a veces porque somos cautivados por nuestra propia avaricia. La gente cree que si tenemos una determinada cantidad de dinero, podemos vivir en abundancia en este mundo. Por supuesto, esto es comprensible. Sin embargo, ¿de qué es de lo que vive una persona realmente? ¿A cuenta de qué vive una persona? Una persona puede vivir creyendo en la Palabra escrita de Dios. Si no existiera la Palabra de Dios, no nos sería posible creer en Dios o conocerlo.
Una persona no puede vivir solamente del pan de la carne. En concreto, los justos sólo pueden vivir si escuchan las enseñanzas auténticas de la Palabra de Dios. Y una persona no está hecha de cuerpo sólo, sino que también de alma y espíritu. Por tanto, sólo si escuchamos la verdadera Palabra de Dios podemos resolver los problemas del alma mientras vivimos. Al leer y escuchar la Palabra de Dios, nuestro cuerpo y alma aumentan de peso y vivimos en abundancia. Sólo si escuchamos la verdadera Palabra del perdón de los pecados podemos recibir la purificación de los pecados del alma. Por eso, todo el que escucha la verdadera Palabra de Dios puede vivir en ella en cuerpo y alma.
El diablo a menudo tienta a la gente con palabras como estas: “Si eres el Hijo de Dios haz que estas piedras se conviertan en pan y cómetelas. Si fueses el Hijo de Dios, ¿no sería esto posible? Tienes hambre, ¿verdad? Una persona puede vivir, por lo menos, si toma tres comidas al día y tiene suficiente comida almacenada para los 365 días del años durante 70 y 80 años. ¿No es cierto que una persona vivirá y no morirá si solamente tiene comida?”. Esto es lo que nos dice el diablo.
El diablo le dice esto a la gente, y muchos son engañados y caen por esto. Hay gente que caen por esto, pensando: “Es verdad. Puedo vivir si sólo tengo esto”. No estamos hablando de dinero solamente, sino de la idea de que podemos vivir con unas pocas cosas materiales que anhelamos. Pensamos: “Puedo vivir y no morir incluso sin la Palabra de Dios”.
Sin embargo, esa es una gran equivocación. En realidad, nuestro cuerpo también muere sin la Palabra de Dios. Es cierto que una persona no vive sólo de pan, de la abundancia de cosas materiales o del deseo sexual que el mundo puede satisfacer. Por eso debemos escuchar atentamente lo que Jesús dijo cuando el diablo le tentó: «No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios». El diablo nos tienta cuando estamos débiles y hambrientos y por ello nuestra alma está agotada. Él pregunta a la gente: “Vivirás sólo si tienes pan, ¿verdad?” y nos confunde. Mucha gente considera lo que tiene y piensa: ¡Oh, tengo bastantes posesiones para mantenerme toda la vida! Entonces viviré y no moriré aunque no escuche la Palabra de Dios.
Pero, hermanos cristianos, aunque el diablo nos tiente de esta manera, no vivimos sólo de pan, sino creyendo en cada palabra que sale de la boca de Dios. Espero que tengamos esto en mente. Espero que tengamos en mente que no podemos vivir sin la Palabra de Dios.
Sólo pueden vivir si tienen la Palabra de Dios en sus corazones. Queridos hermanos cristianos, ¿es esto cierto? ¿O no es cierto? Es cierto. No olviden el hecho de que podemos vivir porque existe la Palabra de Dios. La razón por la que la humanidad ha existido hasta ahora es que la Palabra de Dios existe. Cuando el Evangelio del agua y el Espíritu haya sido extendido por todo el mundo, nuestro Señor volverá, y cuando vuelva, Él nos dijo que terminaría este mundo y haría uno nuevo. Todo esto se cumplirá según Su Palabra.
Queridos hermano cristianos, la Palabra de Dios es la Verdad. Jesucristo venció la primera tentación del diablo diciendo: «No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios». Cuando el diablo oyó esto, se quedó asombrado. Sin embargo el diablo no iba a parar aquí.
 

La segunda tentación

La segunda tentación aparece en el versículo 5: «Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está:
A sus ángeles mandará acerca de ti, y,
En sus manos te sostendrán,
Para que no tropieces con tu pie en piedra». 
El diablo tentó a Jesús llevándolo al pináculo del templo y diciéndole que se tirase abajo. Él volvió la Palabra de Dios contra el diablo cuando Él dijo: “Pues escrito está: “A sus ángeles encargará que te tomen en sus manos para que no tropiece tu pie contra una piedra”. Antes rechazaste mi tentación porque creíste en la Palabra escrita, ¿no? Entonces, debes hacer lo que está escrito. Crees en estas palabras, ¿verdad? Échate aquí abajo, y según la Palabra escrita a sus ángeles encargará que te tomen en sus manos para que no tropiece tu pie contra una piedra. Inténtalo”. Entonces Jesús dijo: “También está escrito: “No tentarás al Señor tu Dios”.
Queridos hermanos cristianos, el diablo a veces tienta a la gente usando la Palabra escrita de Dios. Sin embargo, Jesús ordenó no tentar al Señor nuestro Dios. El diablo le dijo a Jesús: “Sin duda no morirás. ¿Por qué? Es porque eres el Hijo de Dios”. Esto es verdad. Jesucristo es el Hijo de Dios. Por tanto, no habría muerto. Jesús es distinto de nosotros los humanos. No obstante, el diablo tienta. Pero la Palabra de Dios dice “no tentarás” a Dios. En otras palabras, debemos vivir creyendo en la Palabra escrita de Dios en vez de tentar a Dios.
A menudo, la gente tienta a Jesús. En muchas ocasiones la gente tienta a Dios: “Lo hice así, pero ¿por qué Dios me trata así?” Pero si simplemente creyésemos en Dios, no tendríamos que tentarle. No estamos cualificados para tentarle y no debemos tentarle. Dios no es alguien que deba recibir tentación de nuestra parte. La razón por la que somos tentados es que nuestra codicia nos empuja, y no somos tentados porque Dios nos tiente.
Algunos podrían tener una objeción contra Dios, tomando a Abraham como ejemplo: “¿Qué fue eso de que Dios le dijo a Abraham que sacrificase a su hijo Isaac? ¿No fue Dios tentando a Abraham para ver si creía o no?”. Pero realmente ese no fue el caso. No es que Dios tentase a Abraham. Más bien, es que Dios permitió este proceso para mostrarnos con qué seguridad tenía Abraham la fe que cree en la Palabra de Dios de todo corazón, y como se convirtió en el padre de la fe mediante su fe.
Queridos hermanos cristianos, debemos creer en la Palabra de Dios. Aunque Dios no sea visible para nosotros, debemos creer en la Palabra escrita de Dios como la Palabra que Dios habló. Al creer en la Palabra de Dios experimentamos que la Palabra de Dios se cumple en su totalidad. Por tanto, debemos creer. Si la Palabra de Dios es así, debemos creer en ella tal y como es, y no vacilar con respecto a nuestra fe en la Palabra aunque las circunstancias y situaciones cambien o se agiten.
Si la Palabra de Dios es así, esa es la verdad. Y si no se cumple como la Palabra de Dios dice, entonces el problema yace en nuestra parte. Es porque no tenemos fe, o porque nuestra fe no es suficientemente fuerte, es decir, que nuestra fe es débil, a veces parece que no tengamos fe y a veces no la tenemos. En resumen, es debido al problema de nuestra fe que no se cumple como está dicho en la Palabra, y no porque haya un problema con la Palabra de Dios.
Dios hace milagros para aquellos que realmente creen en la Palabra de Dios. Sin embargo, Dios dijo que aquellos que posean una fe débil no deberían ni siquiera pensar en recibir (Santiago 1:7-8). No importa si nuestra fe es pequeña, lo que importa es si creemos o no. Debemos creer y no tentar a Dios. Si creemos en la Palabra de Dios, recibimos la remisión del pecado, y se cumple en nosotros tal y como está en la Palabra. Queridos hermanos cristianos, ¿creen? —Sí—.
Para ustedes y para mí, lo que es importante es la fe que cree en la Palabra de Dios. Porque Dios ve el corazón de una persona, en vez de la apariencia física. Dios ve si realmente la persona cree, se comporta de acuerdo con la fe, y vive por la fe. Sin embargo, esto no significa que tengan que mostrarle a Dios una fe fuerte ahora mismo. Aunque su fe sea tan pequeña como un grano de mostaza, tienen que confesar su fe en Su Palabra diciendo: “Creo. Me falta fe, pero creo. Lo hago porque creo. Espero tu respuesta porque creo en Ti. Te sigo porque creo en Tu Palabra de promesa”. Dios ve esta fe estable y firme en nuestros corazones. Cuando el diablo nos tiente a ustedes y a mí, debemos vencerle creyendo en la Palabra escrita.
 

La tercera tentación

Por último, el versículo 8 nos dice: «Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares. Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás. El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían».
«Porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás». Lo que nosotros, las personas, debemos hacer es adorar sólo a Dios y servirle. ¿Qué es necesario entre Dios y nosotros? ¿Cómo deberíamos vivir a los ojos de Dios?
Debemos temer a Dios, adorarle, creer en Él, y seguirle si esa es Su voluntad; y debido a que Dios es el Dios de la Palabra y existe como la Palabra, al creer en Él, creemos en la Palabra, y le obedecemos según la Palabra, y le adoramos y seguimos con esta fe. Así es como debemos vivir ante Él —«Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás». Esta es la tarea que ustedes y yo, y todo el mundo debe hacer a los ojos de Dios. No hay mucho más que nosotros, las personas, debamos hacer. No hay mucho más que nosotros debamos hacer a lo largo de nuestras vidas, además de conocer a Dios, creer en el gran Dios, y obedecer, doblegarse, creer, seguir y servir a Dios el Creador. Esta es nuestra tarea solemne; y es así.
El diablo le llevó a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos. ¿Cuál es la montaña más alta del mundo? El monte Everest. Esta montaña mide 8.848 metros. Es muy fácil de memorizar, ¿verdad? Queridos hermanos cristianos, quizás el diablo mostró el mundo desde lo alto del monte Everest. El diablo le dijo a Jesús que le daría todo, mientras contemplaban el mundo desde lo alto de la montaña más alta, si Jesús le adoraba. El diablo dijo que si Jesús creía que el diablo era Dios y le servía y adoraba, le daría el mundo entero.
Pero, ¿qué dijo Jesús? Jesús dijo: “Apártate Satanás, porque está escrito: ‘Al Señor tu Dios adorarás y a Él solo darás culto’. Al que debo doblegarme y servir es Dios Padre, no tú. A lo que debo doblegarme y servir no es la gloria de este mundo”. Esto es lo que Jesús dijo.
Doblegarnos a Dios y servirle es nuestro gozo, nuestra satisfacción y nuestro todo. Adorar y servir a Dios lo es todo para una persona. Esto es lo que tenemos que hacer, no hay nada más que hacer, y no hay nada más valioso y noble que esto. Doblegarse a Dios es reconocer cada palabra de Dios, y servir y reconocer a Dios mismo. ¿Qué es mejor que doblegarse a Dios que nos hizo como Su creación? ¿Qué mejor vida que esta podría haber? ¿Qué mejor gloria que esta podría haber? Sólo adoramos a Dios humildemente. Y damos gracias a Dios por todas Sus bendiciones y todo en Él.
Lo que es una bendición para nosotros es que podemos adorar a Dios, y Dios nos unge con bendiciones celestiales cuando nos doblegamos a Él. Le obedecemos, creemos en Él y difundimos el Evangelio del agua y el Espíritu. Ya que Dios es quien nos lo da todo, Él es nuestro todo. Ya que Él es nuestro todo, ya que Él es todo para aquellos nacidos de nuevo, espero que sepan que doblegarse a Dios es una bendición.
Incluso ahora, debido a que Dios está vivo, estamos contentos y satisfechos, y vivimos recibiendo todas las bendiciones. Porque Dios existe y tenemos el corazón que teme a Dios, podemos glorificarle en Sus bendiciones.
¿Dijo el diablo que nos daría todo si le adorábamos cuando él nos mostró todos los reinos del mundo? Hay muchas cosas esplendorosas en este mundo de las que ni siquiera sabemos, y podemos ser cautivados por su esplendor momentáneamente. No obstante, no podemos adorar al diablo, aunque haya muchas cosas que pueden deslumbrar nuestros ojos.
Si el diablo nos tienta con cosas materiales y dice que nos dará todo en el mundo si le servimos como Dios, debemos vencerle con la Palabra escrita de Dios: «Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás». Debemos vencerle de esta manera. Y en realidad, el diablo no puede darnos muchas cosas. El diablo fanfarroneó ante Jesús como Él fuera Dios y dijo: “Todo esto te daré si de hinojos me adorares”, pero en realidad, ¿quién es el dueño de todo? Jesús.
Queridos hermanos cristianos, ¿a quién pertenece todo en el universo? A ustedes, los justos. ¿A quién pertenece todo en el universo? A los hijos de Dios. Por eso Dios nos llamó “los que heredarán el Cielo”. Él llama a los que han nacido de nuevo “los que heredarán el Cielo”. Este universo es de los herederos, entonces ¿de quién es? Pertenece a los justos.
Sin embargo, el diablo dice: “Póstrate ante mí, si no crees en Dios, pero crees en mí y me sigues, te daré todo en el mundo”. Este es un método que el diablo usa a menudo. El diablo me engañó una vez de ese modo también. Es un método que usó conmigo también antes de que creyera en Jesús. Por cierto, el diablo fue derribado en el tercer asalto.
Queridos hermanos cristianos, ¿cómo deberíamos vivir a los ojos de Dios? Tenemos que vivir una vida de adoración a Dios, y sólo servirle a Él a lo largo de nuestra vida. Dios perdonó nuestros pecados, todos los pecados a través del agua y la sangre; nos dejó limpios y nos hizo Sus hijos, y nos dio la bendición de adorar y servir a Dios. Debemos dar gracias a Dios que nos dio la bendición de la salvación, y adorarle con fe y servirle a lo largo de nuestra vida.
Consideren cuidadosamente la Palabra de Dios que borró nuestros pecados. El Señor nos limpia al tomar todos nuestros pecados sobre sí mismo a través de Su bautismo, al ser crucificado en la Cruz y recibir el juicio de los pecados por nosotros. El Señor nos dio la bendición de poder adorar y servir a Dios al ser limpiados con el agua y la sangre y al tomarnos como el pueblo de Dios.
¿Qué tipo de tentación nos está presionando a ustedes y a mí? ¿Cómo vencen esta tentación? Jesús nos dio la respuesta correcta a través de las tres tentaciones que experimentó en el pasaje de las Escrituras de hoy. Él había vencido las tentaciones del diablo con Su fe en la Palabra de Dios. Si entendemos esta respuesta, y vivimos nuestras vidas creyendo en ella, nosotros también podemos vencer estas tentaciones. Aunque adorar a Dios es una bendición, no lo sabemos bien.
Queridos hermanos, ¿creen que es mejor ser servido que servirle incondicionalmente? Pero es algo muy bueno que ustedes y yo estemos sirviendo a Dios. Queridos hermanos cristianos, adorar a Dios es una gran bendición. Es una gran bendición que adoremos a alguien que ocupa una posición tan alta. ¿Es así o no? Es así. En todo caso, tenemos que servir a alguien en este mundo, y no podemos vivir sin servir a nadie. Si no servimos a Dios, servimos al diablo. De verdad. Si no servimos al diablo, servimos a las personas. En cualquier caso debemos decidir de quien queremos ser siervos. Queridos hermanos cristianos, en estas circunstancias, ¿no es una gran bendición servir a Dios? Sin embargo, debido a que vivimos sin saber esto, Jesús recibió la tercera tentación y nos dio la respuesta correcta: «Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás».
Queridos hermanos cristianos, tenemos que creer en la Palabra de Dios. Al escuchar la Palabra de Dios pensamos: “¡Oh! Jesús nos dio las respuesta correctas, y vivir así está bien, si adoro a Dios, es justo adorarle si es la Palabra de Dios. Aunque a veces soy un imbécil, un idiota, un estúpido y un tonto, he recibido una enorme bendición. Pensaba que debía vivir según los dictados de mi corazón sin ser restringido por nadie, diciendo “es mi vida”, pero no era así. Ahora sé que es extraño vivir así. Es justo servir al Señor como mi Maestro y vivir como siervos de Dios”. Debemos comprender la verdad del Evangelio del agua y el Espíritu y tener la fe que cree en vivir siendo bendecidos. Aunque a veces parezcamos un poco estúpidos si nos vemos a nosotros mismos, pero en realidad el hecho de que ustedes y yo adoramos y servimos a Dios —deben saber que este es un gran privilegio y un modo de vida justo para ustedes.
Me pregunto qué estaría sirviendo si no sirviera a Dios ahora. Sin duda, estaría sirviendo a los dioses de esta tierra, que me darían los placeres de la carne. Estaría comiendo y bebiendo todos los días, preocupándome de cómo vivir y sirviendo a los dioses de esta tierra. Cualquier tipo de bebida podría ser mi dios. Viviría aferrado a estas cosas.
Queridos hermanos cristianos, Jesús nos hizo nacer de nuevo y nos dijo qué tipo de vida debíamos vivir y qué tipo de fe es la fe correcta. Aunque somos débiles e incompletos, no somos lo que éramos antes. Espero que den gracias a Dios que nos dio la bendición de ser salvados, que reconozcan a Dios y le adoren. Tienen un corazón grato hacia el Señor, ¿no es así? Sí. Es ciertamente una bendición por la que estamos enormemente agradecidos.
Jesús nos dio esta fe al vencer las tres tentaciones: creyendo que el hombre vive de la Palabra de Dios. Creyendo que no debemos tentar a Dios. Creyendo que es justo adorar a Dios y servir al Señor durante toda la vida. Dios nos dio la fe que es una gran bendición. Debemos tener fe y vivir adorando sirviendo a Dios a lo largo de nuestra vida.
Así es como debemos vivir. Queridos hermanos cristianos, ¿creen? —Sí— ¿Creen que esto es justo? —Sí—. Debemos creer en nuestros corazones que este es el modo de vida justo.
¿Qué bendición es esta en la que los justos pueden adorar a Dios aunque nos quedemos cortos? ¿Qué gran bendición es esta en la que tenemos al Dios de la Palabra? Damos gracias al Señor. Dios nos dio a todos esta fe justa, y esperamos que dé a todo el mundo esta fe justa. Espero que las almas suyas y la mía reciban constantes bendiciones de Dios al creer en la Palabra de Dios.