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Tema 9: Romanos

[Capítulo 8-10] Las Doctrinas Erróneas (Romanos 8:29-30)

(Romanos 8:29-30)
“ Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.
Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.”
 

Estos pasajes nos dicen que Dios ha predestinado salvar a la gente en Jesucristo. Para hacer eso, Dios los ha llamado en Cristo, justificó a aquellos a quienes él llamó, y glorificó a aquellos a quienes él glorificó. Todas las bases de las Escrituras son planeadas y trabajadas dentro de Jesucristo. Esto es lo que nos dice el libro de Romanos, aún así muchos teólogos y falsos ministros han volteado esta verdad clara y simple en una mera doctrina, que consiste en sus propios pensamientos e intereses, y esparcida con diligencia. Pondremos nuestra atención para examinar cuantos han mal interpretado esta verdad.
Algunos teólogos deducen cinco doctrinas de importancia de este pasaje: 1) presciencia, 2) predestinación, 3) llamado efectivo, 4) justificación, y 5) glorificación. Estas cinco doctrinas son conocidas como “La Cadena Dorada de la Salvación” y han sido esparcidas como la verdad a los creyentes y a los no creyentes por igual. Pero sus afirmaciones están llenas de defectos.
Las cinco doctrinas solo hablan de lo que Dios ha hecho – esto es, “Dios ya sabía, había escogido, llamado, justificado y glorificado a alguien.” Pero la Doctrina de la Predestinación, es una doctrina que afirma que Dios ha escogido incondicionalmente a aquellos a quienes Dios salvaría aún antes de sus nacimientos. Pero la verdad Bíblica de la predestinación enseña que Dios ha hecho de los pecadores sus hijos, derramando su amor sobre ellos. Por lo tanto, habiéndolos elegido, Dios los ha llamado, justificado y glorificado.
 


El error de las doctrinas teológicas de la Predestinación y la elección


En la teología cristiana, podemos encontrar las “cinco grandes doctrinas” del Calvinismo, proclamadas por Juan Calvino. Entre ellas esta la Doctrina de la Predestinación y la Doctrina de la Elección. En la siguiente discusión, señalaré los errores Bíblicos de estas doctrinas y daré testimonio del evangelio del agua y el Espíritu.
La Doctrina de Elección es originada por un teólogo llamado Juan Calvino. Desde luego, Dios habló de la elección en Jesucristo mucho antes del tiempo de Calvino, pero su Doctrina de la Elección ha guiado a muchos a la confusión. Esta falsa doctrina limita el amor de Dios y la define como discriminatoria e injusta. Hablando fundamentalmente, no existen limites, ni barreras para el amor de Dios, y como tal, la Doctrina de la Predestinación, que impone limites al amor de Dios, no puede ser otra cosa que una equivocación. Así la realidad es que muchos creyentes de Jesús de hoy, han aceptado esta doctrina como natural y fatalista.
Las ideas de esta Doctrina han venido a gobernar sobre muchas mentes, ya que la doctrina es apropiada para aquellos que les gusta filosofar, y, como tal, domina sus mentes, haciendo que se vuelva factible para ellos. La doctrina afirma que aún antes de la creación, Dios predestino y eligió incondicionalmente a algunos, mientras que otros fueron predestinados a quedar fuera de esta elección. Si esta doctrina fuera verdad, aquellas almas que no fueron seleccionadas tendrían bases para protestar en contra de Dios y él se convertiría en un Dios prejuicioso e injusto.
Debido a estas doctrinas, los cristianos de la actualidad han caído en gran confusión. Como resultado, muchos cristianos están sufriendo, mientras se preguntan, “¿He sido elegido? ¿Si Dios me ha reprobado antes de la creación, qué sentido tiene creer en Jesús?” Terminan más interesados en creer si han sido incluidos o excluidos de la elección de Dios. Es por eso que la Doctrina de la Predestinación ha producido mucha confusión entre los creyentes de Jesús, ya que le dan mayor importancia a la pregunta de sus elecciones en lugar del evangelio del agua y el Espíritu, dado por Dios.
Esta doctrina ha cambiado la verdad de la cristiandad en una religión más del mundo. Pero ahora es tiempo de que nosotros saquemos del cristianismo estas doctrinas erróneas con el evangelio que ha dado testimonio de la justicia de Dios. De tal manera que primero debes ver tú mismo si la Doctrina de la Predestinación es correcta o no y ser liberado de todos tus pecados conociendo y creyendo en el evangelio del agua y el Espíritu. Aquellos que verdaderamente han sido elegidos por Dios, son aquellos que conocen y creen en su justicia.
 


La predestinación y la elección hablada por la Verdad


Efesios 1:3-5 dice, “ Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad.”
La elección de la que se habla en este pasaje es una elección escogida “en él (Cristo) antes de la fundación del mundo” (Efesios 1:4). También nos dice que Jesucristo no ha excluido a ninguna persona de la gracia de la salvación del pecado.
De este pasaje, debemos darnos cuenta exactamente de lo que esta mal con la Doctrina de la Predestinación. El error fundamental de esta doctrina es que va en contra de los estándares de la elección de Dios–esto es, sus bases sobre quien esta para ser salvo o no, no dependen de la Palabra de Dios, sino de su decisión arbitraria e incondicional.
Si fuéramos a basar nuestra fe en Jesús sobre la lógica de tales elecciones y predestinaciones incondicionales, ¿cómo podríamos creer en Jesús con nuestras preocupaciones e incertidumbres nerviosas? El Calvinismo predica una falsa doctrina que convierte al Dios justo, en un Dios injusto y arbitrario. La razón por la cual Calvino cometió tal error fue porque él elimino la condición de “en Jesucristo” de la predestinación de Dios y el error ha sido lo suficientemente grave para confundir y guiar equivocadamente a muchos. Pero la Escritura claramente nos dice, “ nos escogió en él” (Efesios 1:4).
Si, como afirman los Calvinistas, Dios escogió a algunos incondicionalmente para ser su Dios, mientras excluyó a otros sin ninguna razón, ¿qué podría ser más absurdo que esto? Calvino convirtió a Dios, en un Dios injusto en las mentes de muchas personas. Pero la Biblia nos dice en Romanos 3:29, “¿Es Dios solamente Dios de los judíos? ¿No es también Dios de los gentiles? Ciertamente, también de los gentiles.” Dios es el Dios de cada uno y también el salvador de todos.
Jesús es el Salvador de todos. Él dio redención a cada uno, tomando todos los pecados de la humanidad sobre el mismo, con su bautismo por Juan y su sangre sobre la cruz (Mateo 3:15). La Escritura nos dice que Cristo salvó a cada pecador llevando todos los pecados del mundo con su bautismo y cargando estos pecados hasta la cruz (Juan 1:29), siendo juzgado por estos pecados en nuestro lugar (Juan 19). También Juan 3:16 nos dice, “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” Jesucristo tomó los pecados de cada uno con su bautismo, murió en la cruz y se levantó de entre los muertos por toda la humanidad en la justicia de Dios.
Nuestro entendimiento de a quienes ha llamado Dios debe estar basado en su Palabra. Para hacer eso, veamos el pasaje de Romanos 9:10-11. “Y no sólo esto, sino también cuando Rebeca concibió de uno, de Isaac nuestro padre(pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no de las obras sino del que llama).”
Dice que el propósito de Dios permaneciera “de èl que llama.” Entonces, ¿a quienes ha llamado Dios en Jesucristo? Son precisamente a los pecadores a quienes Dios ha llamado. Entre Esaú y Jacob, ¿a quién amó Dios? Amó a Jacob. Dios no amó a gente como Esaú, que estaba llena de su propia justicia, sino que èl llamó a pecadores como Jacob y les permitió nacer de nuevo a través del evangelio del agua y el Espíritu. Esta era la verdadera voluntad de la justicia de Dios que escogía a pecadores como Jacob para amar y llamar a través de Jesucristo.
Ya que Adán fue el padre de todos, todos nacieron como la descendencia de un pecador. En el Salmo 51, David dice que fue concebido en pecado, desde que estaba en el vientre de su madre. Debido a que la gente nace en pecado, lo cometen, a pesar de su determinación. A través de todas sus vidas continúan dando fruto de pecado hasta el último momento. Marcos 7:21-23 nos dice que así como un árbol de manzanas, da manzanas y los perales dan peras, los humanos están atados a vivir en pecado durante sus vidas ya que nacieron con pecado.
Debes de haber tenido una experiencia de haber cometido un pecado en contra de tus deseos. Esto se debe a que desde el mismo momento en que naces, naces como un pecador. La gente nace con pensamientos malvados que incluyen el adulterio, las fornicaciones, los homicidios, los robos, la envidia, la maldad, el engaño, la lascivia y otros como estos en sus mentes. Es por eso que todos viven sus vidas en pecado. El pecado es heredado. Ya que nacimos con los pecados que nuestros antepasados nos heredaron, fundamentalmente estamos determinados a vivir en pecado. Esta es la razón por la cual necesitamos creer en Jesús como nuestro Salvador y creer en la justicia de Dios.
¿Significa que la primera obra de Dios, Adán, termino en fracaso? No, no significa eso. Dios decidió convertir a la humanidad en sus hijos, así que el permitió al primer hombre caer en pecado. Esencialmente él nos permitió nacer como pecadores para que Dios nos salvara e hiciera sus hijos con el bautismo de Jesucristo y su sangre. Así que debemos saber que nacimos como pecadores sin excepción.
Sin embargo, Dios decidió enviar a Jesucristo a esta tierra antes de la creación, sabiendo que la humanidad se volvería pecadora. Entonces él colocó sobre Jesús, a través del bautismo que recibió de Juan, todos los pecados del mundo e hizo que él muriera sobre la cruz. En otras palabras, él decidió otorgar sobre todo aquel que creyera las bendiciones de la redención del pecado y de convertirse en hijo de Dios. Este es el plan de Dios y su propósito para crear a la humanidad.
Alguna gente puede pensar, mal interpretando, “Mira a Jacob y a Esaú. ¿Acaso no fue uno seleccionado y el otro abandonado por Dios?” Pero Dios no eligió incondicionalmente a aquellos que decidieron salvarse afuera de Jesucristo. Claramente él decidió convertir a todos en sus hijos a través de Jesucristo. Cuando solo consideramos el Antiguo Testamento, podemos tener la impresión de que Dios escogió a un solo lado, pero con el Nuevo Testamento, inequívocamente podemos ver que él eligió a gente como Jacob para salvar a todos los pecadores a través de Jesucristo. Debemos tener un claro entendimiento y creer en quienes Dios llamó con su Palabra.
¿De Esaú y Jacob, a quien llamó Dios y amó? Él no llamo a ningún otro más que a Jacob, un hombre lleno de limitaciones, engaño e injusticia, para amarlo y salvarlo en la justicia de Dios. Tú también, debes creer en esta verdad, que Dios Padre te ha llamado a través de Jesucristo en su justicia. También debes creer en el hecho que el evangelio del agua y el Espíritu en Jesucristo es el mismo centro de la justicia de Dios.
Entonces, ¿por qué Dios escogió gente como Jacob? Dios escogió a Jacob porque era un representante de toda la injusticia humana. El llamado de Dios a Jacob, fue un llamado congruente a su voluntad; un llamado de acuerdo a la Palabra de Dios que “fuimos escogidos en Jesucristo.” Este llamado también es consistente con la Palabra de verdad “para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no de las obras sino del que llama).”
La forma de salvar a los pecadores a través de Jesucristo fue la de cumplir totalmente la justicia de Dios con su amor. Esta fue la ley de la salvación puesta por la justicia de Dios para los pecadores. Para revestirlos en su justicia, Dios llamó a gente como Jacob, quien no tenía ninguna justicia propia, y a aquellos que respondieron a su llamado a través de Jesucristo.
¿Acaso Dios llamo a aquellos que eran justos por si mismos y parecían buenos? O, ¿ÉL llamó a aquellos que no tenían justicia propia y que estaban llenos de limitaciones? Aquellos a quienes Dios llamó eran personas como Jacob. Dios llamó y salvó a los pecadores que estaban atados al infierno debido a sus pecados. Debes de darte cuenta que desde tu mismo nacimiento, tú, también, has sido un pecador que estaba lejos de la gloria de Dios, y como tal, estabas en camino al infierno. Necesitas conocer, en otras palabras, tu verdadero yo. Dios llamó a todos los pecadores a través de Jesucristo y los salvó en su justicia.
El pueblo de Dios es aquel que ha sido justificado por creer en su justicia. Dios predestinó el llamar a todos los pecadores y redimirlos en Jesús, y él cumplió lo que había predestinado. Esta es la predestinación en Jesucristo y la verdadera elección en Jesucristo de la que Dios habla. Para entender la verdadera elección de Dios, primero debemos entender los antecedentes de esta verdad sobre la elección, como se describe en el Antiguo Testamento.
 

Antecedentes de la elección de Dios del Antiguo Testamento

Génesis 25:21-26 nos habla acerca de la historia de Jacob y Esaú mientras estaban en el vientre de su madre, Rebeca. Calvin basó su Doctrina de la Elección sobre este pasaje, pero pronto descubriremos que su entendimiento se aparta de la voluntad de Dios. Existía una razón del porque Dios amó más a Jacob que a Esaú. La razón es que la gente como Esaú, en lugar de depender y confiar en Dios, viven creyendo en su propia fuerza, mientras que la gente como Jacob viven por su dependencia y confianza en la justicia de Dios. Cuando dice que Dios amó más a Jacob que a Esaú, quiere decir que Dios amó a la gente como Jacob. Es por eso que fuimos “escogidos en Cristo” (Efesios 1:4).
“Elección Incondicional” sin Jesús y fuera de la justicia de Dios es solo una falsa doctrina cristiana. Esta idea es semejante a traer y a creer en un dios del destino incorporado al cristianismo. Pero la verdad nos dice que Dios eligió a todos los pecadores en Jesús. Porque Dios decidió salvar a todos los pecadores “en Jesucristo,” Su elección fue justa. Si Dios hubiera escogido a Jacob incondicionalmente y hubiera reprobado a Esaú sin bases, él hubiera sido un Dios injusto, pero él nos llamó en Jesucristo. Y para salvar a aquellos a quienes él llamó, él envió a Jesús a la tierra para tomar sobre sí mismo los pecados del mundo con su bautismo, el cual ha cumplido la justicia de Dios, y para derramar su preciosa sangre sobre la cruz. Es así como Dios nos ha escogido y amado a través de Jesucristo.
Necesitamos sacar nuestros pensamientos humanos y creer en la Palabra de la Escritura, no en una fe literal, sino con fe espiritual. En otras palabras, Dios Padre, nos escogió a través de Jesucristo. Pero, ¿cómo trata Calvino la elección de Dios? La verdadera fe es encontrada cuando uno conoce y cree en la justicia de Dios. El creer en el pensamiento humano como verdad es lo mismo que adorar a un ídolo y no a Dios.
Creer en la justicia de Dios a través de Jesucristo, claramente es distinto a creer en la equivocada Doctrina de la Predestinación. Si no conociéramos y creyéramos en Jesús de acuerdo a la Palabra escrita de Dios, no seríamos diferentes de las bestias sin capacidad de razonar. Hemos sido escogidos como hijos de Dios por el sello de la justicia de Dios “en Jesucristo.” Debemos examinar nuestra fe con la base de la Palabra de la Escritura.
Una de las cinco doctrinas del Calvinismo habla de la “expiación limitada.” Esta doctrina afirma que entre la mucha gente del mundo, algunos han sido excluidos de la salvación de Dios. Pero el amor de Dios y su justicia no pueden ser tan injustos. La Escritura nos dice que Dios “el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.” (1Timoteo 2:4). Si la bendición de la salvación, fuera una bendición limitada que se otorga a algunos pero no es permitida a otros, habría mucha gente que se daría por vencida en su fe en Jesús. Aquellos que creen en tales doctrinas falsas deben regresar al evangelio del agua y el Espíritu, ser salvados de sus pecados y recibir la vida eterna, conociendo y creyendo en Jesucristo como su Salvador. Dios ha salvado a todos a través de Jesucristo con su justicia.
Si en verdad Dios hubiera amado a unos y odiado a otros, la gente le volvería la espalda. Supongamos que Dios esta parado aquí ahora mismo. ¿Acaso Dios seleccionaría a todos aquellos que estuvieran parados a su derecha para salvación y a aquellos que estuvieran parados a su izquierda para el infierno, sería esto justo? Aquellos que están a su izquierda no tendrían otra opción que la de volverse en contra de Dios. Si Dios fuera así, entonces, ¿quién en este mundo serviría y adoraría a Dios, como el Dios verdadero? Todos aquellos que fueron odiados incondicionalmente por Dios protestarían y a la vez, ellos, también, odiarían a Dios. Aún los criminales de este mundo se dice que tienen su propia moral y justicia. Entonces, ¿cómo podría ser nuestro Creador tan injusto, y quien creería en un Dios tan injusto?
Nuestro Padre decidió salvar a todos los pecadores con la justicia de Dios encontrada en su Hijo Jesucristo. Es por eso que la Doctrina Calvinista de la Expiación Limitada no tiene nada que ver con la justicia de Dios. Debido a tales doctrinas erróneas, mucha gente desafortunadamente se está perdiendo, creyendo en Dios equivocadamente o apartándose de él, todo por sus propias interpretaciones equivocadas.
 

Una película falta de verdad

La novela de Stephen King titulada, “La Posición (The Stand),” fue hecha una mini serie para la televisión hace algunos años, y fue grandemente ovacionada en todo el mundo. La trama de la novela se desarrolla de la siguiente manera: En el año de 1991, una plaga azota a América, dejando vivos a unos cuantos millares de personas, que eran “inmunes” a la epidemia. De los sobrevivientes, aquellos que instintivamente servían a Dios se encuentran en Boulder, Colorado, mientras que los que adoraban al “Hombre Oscuro” se van a Las Vegas, Nevada. Los dos grupos reconstruyen sociedades separadamente, hasta que uno debe destruir al otro.
Entre los sobrevivientes, un hombre joven llamado Stuart sueña repetidamente que el fin del mundo ha llegado y una mujer anciana llamada Abigail le dice en sus sueños que vaya a cierto lugar, recordándole que Dios ya lo había elegido a él. En esta película, Dios salvó a este hombre joven ya que él lo había predestinado antes de la creación, aun cuando no creía en Dio o en Jesús.
Entonces, ¿acaso Dios incondicionalmente salvó a aquellos que ni siquiera creen en Jesús? Claro que no. Dios a predestinado a todos en Jesucristo para salvarlos de sus pecados a aquellos que creen en su justicia.
La historia de esta película esta basada en las Doctrinas Calvinistas de la Predestinación y Elección. Esta película es meramente una historia que narra una parte de una doctrina teológica. ¿Cómo podría Dios arbitrariamente decidir enviar a alguna gente al infierno y luego elegir a otros para salvación? Debido a que Dios es justo, él ha predestinado y seleccionado a todos a través de Jesucristo y no hay nadie que se encuentre excluido de la salvación de su justicia. La elección y predestinación sin Jesucristo carecen de significado y no son bíblicas. Es desafortunado que tantos teólogos continúen afirmando que Dios eligió a algunos, mientras que él reprobó a otros.
Aún antes de que él creara el Universo, Dios planeo salvar a todos los pecadores y convertirlos en sus hijos con su justicia a través de Jesucristo. En otras palabras, él eligió a todos los pecadores a través del evangelio de Jesús. ¿Cómo, entonces, crees?
¿Crees que los monjes Budistas que meditan en lo profundo de las montañas están excluidos de la elección de Dios? Si la Predestinación y Elección de Dios fueran incondicionales y sin Jesucristo, no habría necesidad de que predicáramos su Palabra, ni de que creyéramos en ella. Si, sin Jesucristo el Salvador, algunas personas estaban destinadas a ser salvas y otras no, no habría necesidad de que los pecadores creyeran en Jesús. Que Jesús nos ha salvado de nuestros pecados a través de su bautismo y su sangre sobre la cruz, al final, carecería de significado. Pero en la justicia de Dios que se encuentra en Jesucristo, Dios permitió la salvación aún para los monjes del Budismo que no creen en Jesús, solo si se arrepienten y vuelven sus mentes a Dios. 
Existe mucha gente en este mundo que vive sus vidas creyendo en Jesús. Acaso los dividiríamos en dos grupos, un grupo sería de aquellos que son como Esaú y el otro sería de aquellos que son como Jacob. La gente como Jacob se identificaría a si misma como pecadores destinados al infierno, y como tal, son salvados de sus pecados creyendo en el evangelio del agua y el Espíritu dado por Jesús. El otro grupo esta formado de gente como Esaú, que tratan de entrar por las puertas del cielo poniendo su propio esfuerzo a su fe en Jesús.
¿Como eres tú? ¿Jacob o Esaú? ¿Crees en la justicia de Dios? ¿O crees en la errónea Doctrina de la Predestinación? Tu elección entre una fe y otra decidirá en donde terminaras–en el cielo o en el infierno. Debes deshacerte de estas doctrinas erróneas y recibir la justicia de Dios para hacer la paz con él, creyendo en el evangelio del agua y el Espíritu, del que se hablo por la justicia de Dios. Solo esta fe nos da una liberación perfecta de nuestros pecados y también la vida eterna. 
 
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La justicia de Dios es revelada en Romanos - Nuestro Señor Quien Llego a Ser la Justicia de Dios (II)