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Tema 13: Evangelio de Mateo

[Capítulo 24-5] Dejen de lado su egoísmo en los últimos días y tengan fe (Mateo 24, 9-14)

Dejen de lado su egoísmo en los últimos días y tengan fe(Mateo 24, 9-14)
«Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre. Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin».
 

El lunes fui a Injae. Los trabajadores del retiro discutieron sobre los planes futuros en el centro de retiro de Injae y volvieron el martes. El viaje de vuelta duró cuatro horas y media porque era el último día de vacaciones y había un gran atasco. Así son las vacaciones. Lo que normalmente cuesta una hora y media, costó cuatro horas y media. ¿Han disfrutado de las vacaciones? ¿Han comido bien?
Hoy hemos leído las Escrituras, empezando por Mateo 24, 9. Aquí el tema principal es la tribulación de los siete años. «Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre. Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin».
Este pasaje nos habla de la venida de la era del caballo amarillo, en la que Satanás obrará a través de un anticristo al que le dará poder, y que vendrá después de la era del caballo negro. En ese momento, la gente que no haya nacido de nuevo a través del Evangelio del agua y el Espíritu entregará a los nacidos de nuevo al martirio. En ese momento los nacidos de nuevo no solo serán odiados por un par de personas, sino por todas las razas, debido a su fe en el nombre de Jesús. Durante los siete años de la gran tribulación el mundo se dividirá en dos grupos: los nacidos de nuevo y los que no han nacido de nuevo. Todas las razas odiarán a los nacidos de nuevo. Toda la gente del mundo odiará a los nacidos de nuevo. Nuestras familias, amigos y conocidos nos entregarán a la tribulación y al martirio. 
El pasaje de las Escrituras dice: «Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará». Esto nos habla del fenómeno que ocurrirá cuando llegue la tribulación y el egoísmo del hombre llegue a extremos insospechados. Hay doce pecados que salen del corazón del hombre: malos pensamientos, adulterios, fornicaciones, asesinatos, robos, envidias, maldad, engaños, lascivia, ojo malvado, blasfemia, orgullo y estupidez (Marcos 17, 21-22). Si analizamos estos pecados uno a uno, entendemos que todos se originan con el egoísmo. Estos pecados vienen del egoísmo y la codicia. La gente asesina por su propio interés. Comete adulterio para satisfacer sus necesidades, la envidia también viene del egoísmo, el odio sale cuando alguien no nos cae bien, tenemos orgullo cuando pensamos que somos mejores que los demás, y somos estúpidos cuando las cosas no salen como queremos. Todos estos pecados tienen su origen en el egoísmo. 
La naturaleza humana cambió después de que Adán y Eva pecasen. Así que todo hombre nace siendo egoísta y su egoísmo llegará a extremos insospechados en los peores días de la tribulación. Cuando el mal llene los corazones de la gente, abundará la iniquidad y el amor de muchos se enfriará, porque dejarán su comportamiento justo y su fe, y perseguirán su propio interés. 
¿Cuándo se enfría el amor en sus corazones? Cuando piensan que alguien es egoísta, su corazón se enfría con respecto a esa persona. No importa tanto cuando la otra persona es insuficiente. La debilidad se puede entender, aceptar y tolerar. Pero cuando una persona es demasiado egoísta, nuestros corazones se vuelven fríos hacia ella. Ni siquiera la mirarán. Entonces, ¿no será esto difícil para todos? 
En los últimos días de la tribulación, el egoísmo llegará a su punto culminante. Schindler, quien salvó a muchos judíos durante la Segunda Guerra Mundial, le dijo a un soldado alemán que los humanos fingen ser buenos cuando las circunstancias lo permiten, pero cuando la vida se vuelve difícil, el mal sale de sus corazones. En los últimos días de la gran tribulación, el egoísmo saldrá de los corazones de la gente y llegará a su máximo exponente. 
Se dice que el amor de la gente se enfriará en los últimos días. «Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará». Estas son las cosas que ocurrirán en el fin del mundo. Durante la tribulación el anticristo aparecerá y gobernará con violencia durante siete años. 
Dios ha planeado que la historia de la humanidad tenga cuatro etapas (Apocalipsis 6, 1-8). Primero viene la etapa de la predicación del Evangelio, después la era de las guerras causada por los conflictos de ideas, en tercer lugar la era del hambre y los desastres, y en último lugar la era de la Gran Tribulación. Ahora estamos viviendo en la tercera etapa de los desastres, y después de esta etapa vendrá la etapa del caballo amarillo, en la que Satanás y el anticristo gobernarán el mundo. 
En Juan 3, 16-21 está escrito: «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios».
Dios vino al mundo como el amor y la luz. Jesucristo vino al mundo para remarcar el mal de la gente y hacerle volverse del mal camino para que pudiese recibir la salvación de Dios, pero la gente que hacía el mal odiaba la luz y no fue a la luz. Esto se debe a que su comportamiento malvado puede ser revelado ante la luz. Odiar la luz significa que la gente sabía que la luz es justa, pero amaron la oscuridad más, no creyeron en Jesucristo, y no fueron a la luz. La gente tiene mucho mal en sus corazones y en sus pensamientos, pero utiliza la moral y la ética para hacer que parezcan buenos a los ojos de los hombres. Por tanto la gente sabe que la justicia de Dios es buena, pero intenta apartarse de ella porque tiene miedo de que el mal que tienen dentro quede revelado. Solo hay que ir a la luz y reconocer: «Soy así» y creer en la justicia de Dios. Pero la gente se enfrenta a la luz por miedo a que su egoísmo sea revelado. Esta gente tiene que aceptar su egoísmo y su suciedad ante Dios y aceptar la salvación. 
Por supuesto, Dios, nuestro Padre celestial, envió a Su único Hijo Jesucristo al mundo. Jesús tomó sobre Sí mismo todos los pecados del mundo al ser bautizado por Juan el Bautista, murió en la Cruz, fue resucitado y así nos dio la salvación. La gente será salvada si cree en esta Verdad del Evangelio del agua y el Espíritu. Dios ha enviado a Su Hijo al mundo, no para juzgar a la gente por sus pecados, sino para dar vida eterna a los que creen en Él. Dios ha hecho esto para librar a la gente de sus pecados egoístas y para sacarla del juicio. Pero hay gente que cree en esta Verdad y gente que no. Los que no creen en esta Verdad están condenados. La gente ya está condenada en sus corazones porque no revela su egoísmo y su maldad ante Dios y no le pide compasión. Ahora que es la hora, recibirán la sentencia que merecen e irán al infierno. Pero los creyentes recibirán la salvación.
¿Qué es el pecado? La Biblia dice: «Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas» (Juan 3, 19). La gente no se salva, sino que es condenada por sus pecados porque se ama a sí misma más que a la verdad. En los últimos días, verán como los grupos religiosos se harán cada vez más egoístas. Por ejemplo, la gente quiere ir a una iglesia grande si es posible. Piensa que hay muchos beneficios si se va a una iglesia grande. Esos lugares tienen muchos factores que pueden alimentar su egoísmo. Esa gente disfruta cuando otros reconocen su fe. Pero en realidad su fe es débil, aunque sean miembros orgullosos de una asociación reconocida socialmente. Por tanto la gente tiende a ir a iglesias grandes para ser reconocida ante los hombres, en vez de ser insultada, aunque al final irá al infierno por tener una fe falsa. Esto se debe a su egoísmo extremo. Este egoísmo ha creado iglesias grandes y grandes denominaciones. Por su egoísmo muchos cristianos dicen creer en Jesús e intentan estar en grandes denominaciones reconocidas por el mundo. 
«Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna». Aunque la Verdad de que Jesús nos ha salvado al tomar sobre Sí mismo todos nuestros pecados mediante Su bautismo, Su muerte en la Cruz, y Su resurrección, hay mucha gente que no cree en esta Verdad. No se debe a que la Verdad esté incompleta, sino a que intentan esconder sus pecados. Este pecado se denomina egoísmo. Y este egoísmo llegará a su extremo en los últimos días de la tribulación. 
Ha ocurrido lo siguiente durante estas vacaciones. Un hombre amaba mucho a una mujer, pero la familia de la mujer no permitía que se casaran. Así que el hombre planeó el asesinato de la familia de la mujer y lo llevó a cabo con una escopeta el día de Año Nuevo. Todo el mundo tiene su propia personalidad y ¿no es posible decir que no les gusta alguien cuando no les gusta? ¿Tiene sentido que este hombre disparase a la familia de la mujer porque se oponía al matrimonio? También ha habido otro asesinato en una cabina telefónica. Definitivamente el egoísmo de la gente ha llegado a extremos insospechados.
¿Saben por qué la gente prefiere coches fuertes y buenos? Por su egoísmo. Hoy en día hay muchos todoterrenos con guardabarros robustos. Hay muchos coreanos que alardean de conducir estos todoterrenos que cuestan unos 30.000 dólares. ¿Por qué prefiere la gente este tipo de coches? Por su egoísmo. Imaginemos que hay un choque con uno de estos coches. ¿Quién creen que tendrá más posibilidades de morir? Por supuesto el conductor del coche más pequeño con un guardabarros de menor envergadura. Por eso la gente prefiere coches de mayor calidad con motores más potentes, metales más robustos, apariencia más llamativa y guardabarros más robustos. Esto se debe a que son egoístas y quieren estar a salvo y dar envidia. Esta tendencia viene del corazón malvado de los seres humanos. En otras palabras, los seres humanos desean satisfacer su egoísmo y vanidad. 
Echen un vistazo a la sociedad humana. ¿Acaso no hay muchos productos del egoísmo? ¿Acaso la gente no prefiere tener una tumba enorme en un buen terreno? ¿Creen que la persona fallecida sabrá si su tumba es grande o pequeña? Los vivos viven con orgullo. Las tumbas pequeñas hieren el orgullo de los vivos. Pero quedan satisfechos cuando pueden enseñar una tumba grande y decir que es de sus antepasados. ¿Lo saben los ancestros? ¿Saben los muertos si alguien está tirando piedras o escupiendo en su tumba? La gente intenta hacer que la tumba sea grande y bonita para alardear. 
En Taiwán, cuando se mueren los padres de alguien, se ponen modelos de refrigeradores, televisiones y otros utensilios en los mausoleos de mármol. Me quedé sorprendido cuando escuché que el mejor terreno para una tumba en Taiwán cuesta 11 millones y medio de dólares americanos. Esto se debe en parte al afecto que tiene el ser humano hacia los miembros de su familia que han fallecido, pero el motivo de más peso es el deseo de alardear de la fama de la familia. Lo hacen porque creen que los dioses de sus antepasados les bendecirán si les adoran en exceso. Pueden observar como el egoísmo se demuestra en tiempos normales. ¿No creen que será aún más extremo en los últimos días de la tribulación?
En el fin del mundo, estas personas que no han nacido de nuevo harán grandes males con el espíritu de Satanás. Esta gente sabe bien que será condenada por Dios. Saben que sus pensamientos y sus corazones son malvados, sucios y salvajes, hasta el punto en que se ponen enfermos de pensarlo. Piensan sobre cómo son y saben que irán al infierno y dicen: «Voy a hacer el mal antes de ir al infierno». La gente no deja de recibir la salvación porque el Señor no la haya completado a la perfección, sino porque la gente odia la luz de la Verdad. 
Porque Dios amó tanto al mundo que entregó a Su único Hijo. Dios ha enviado a Jesús para salvarnos de nuestros pecados y no para juzgarnos. Debemos saber que el objetivo de enviar a Su Hijo era salvarnos. Debemos creer en la Verdad de que Jesús fue bautizado para quitar todos los pecados del mundo en la Cruz, morir allí, resucitar de entre los muertos y salvarnos de todos nuestros pecados. Muchas personas pierden muchas cosas porque no creen en esta Verdad. Muchas personas desean disfrutar del mundo diciendo: «No puedo creer en la Verdad aunque vaya al infierno», y no quieren aceptar la Verdad. Debemos saber que en los últimos días muchas cosas parecidas ocurrirán.
Estamos viviendo en la era del caballo negro ya que hay muchas personas que se mueren de hambre. No pasará mucho tiempo antes de que un tercio del mundo quede en ruinas por las guerras. En los últimos días, cuando el egoísmo del corazón del hombre llegue a su máximo exponente, ¿que le ocurrirá al mundo? Este mundo estará lleno de guerras y será difícil respirar en él. Entonces el anticristo aparecerá y empezará a obrar, tal y como Dios nos dijo que ocurriría durante la gran tribulación. Durante la gran tribulación, muchos nacidos de nuevos serán asesinados. Esto significa que todo el que no se rinda ante el anticristo y abandone a Dios será asesinado. Este tiempo llegará y sabemos que está cerca. 
Todos nuestros libros, desde el primer volumen hasta el décimo, están publicados en inglés. En estos libros, he tratado asuntos que cristianos de todo el mundo consideran importantes. A través de estos libros la gente aprenderá que el cristianismo de todo el mundo es una fe ilegítima. Estos libros crearán una gran sensación a la gente que ha tenido una fe falsa durante mucho tiempo pero que siempre ha buscado la Verdad. Estos libros cambiarán las creencias de la gente y harán que nazcan de nuevo cuando crean en el Evangelio del agua y el Espíritu. 
No debemos ser personas egoístas en el final de los tiempos. La gente es egoísta por naturaleza, pero los que tienen una fe verdadera viven por los demás. Los nacidos de nuevo viven por el interés de los demás y por la salvación de la gente que ni siquiera conocen. Los justos son también seres humanos y por tanto son egoístas. Pero deben vivir por el bien de los demás. Estos son los verdaderos cristianos. 
Durante estas vacaciones, han estado con sus familias. Si ven a sus familiares que no han nacido de nuevo, les preguntarán: «¿En qué trabajas? ¿Has ganado mucho dinero? ¿Tienes muchos ahorros en el banco? ¿Cuáles son tus planes para el futuro?». Cuando hay una reunión familiar, algunos miembros que tienen éxito, están contentos, mientras que otros que no tienen mucho, agachan la cabeza como si estuviesen avergonzados. Como un perro pequeño lloriqueando en frente de un perro grande, los pobres se hacen más pequeños delante de los ricos. Ustedes también son así. El deseo de compararse con otros, de ser superiores, y de ser serviles delante de los fuertes, sale del corazón egoísta del hombre. 
Nosotros, los justos, debemos saber que la iniquidad abundará, y que el amor de muchos se enfriará al final de la gran tribulación, y por tanto debemos dejar de ser egoístas. Cuando un hombre deja de lado su egoísmo, el amor puro sale a la luz. Por lo menos, los justos que han recibido la remisión de los pecados deberían reprimir su egoísmo y tener la fe que les permita sacrificarse por las almas perdidas. Los justos debemos tener esta fe y sacrificarnos para predicar el Evangelio del agua y el Espíritu, seguir temerosos de Dios, amar a nuestros hermanos y hermanas, y vivir por los que no han recibido la remisión de los pecados. 
El peor enemigo de nuestra fe es el egoísmo. El egoísmo mata. El egoísmo mata nuestra fe y nuestros pensamientos hacia Dios, mata el deseo de seguirle y nos hace vivir pensando en nosotros mismos, lejos de Dios. Por tanto, el egoísmo es un mal absoluto para nuestra fe. Si conocemos bien las consecuencias del egoísmo en nuestros corazones y pensamientos, podemos dejar de ser egoístas y predicar el Evangelio hasta que vuelva nuestro Señor. 
El pasaje de las Escrituras de hoy dice: «Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin». Cuando este Evangelio llegue a todo el mundo, nuestro Señor volverá. Estamos pensando en predicar este Evangelio a un tercio de todo el mundo este año. Como vemos que nuestro Señor nos ha dado este deseo, sabemos que el Señor volverá pronto. Cuando este Evangelio sea predicado por todo el mundo, llegará el fin. La gente no puede vivir más tiempo aunque lo quiera. Aunque la gente desea un mundo mejor, el mundo será un poco mejor mientras podamos predicar el Evangelio, y cuando la voluntad de Dios se haya cumplido hasta cierto punto, el mundo estará sumido en un caos total. El Señor dijo que el Evangelio sería predicado por todo el mundo, y yo creo en esto. 
Puede que se pregunten: «¿Cómo se va a predicar el Evangelio por todo el mundo?». Pero verán que Dios hace cosas maravillosas que ni siquiera podemos concebir. Dios obra de forma misteriosa para predicar el Evangelio por todo el mundo. Por ejemplo, vemos que hay muchos casos de israelíes que piden libros en ruso más que en hebreo. Puede que sean rusos que viven en Israel o que han vivido en Rusia durante mucho tiempo y ahora vuelven a su tierra natal y desean leer nuestros libros en ruso. Uno de ellos dice que ha recibido la remisión de los pecados al leer uno de nuestros libros, y ahora está predicando el Evangelio a la gente que hay a su alrededor. Jesús dijo que el mundo se acabaría cuando el Evangelio llegue a todo el mundo, y así, el Evangelio se está predicando siempre. Creemos que, cuando el Señor obre, el Evangelio se predicará incluso a los países que prohíben el cristianismo. 
Yo creo que en los últimos días el egoísmo estará esparcido por todo el mundo y habrá muchos problemas. Por tanto los justos debemos vivir con fe, dejando de lado el egoísmo hasta que vuelva el Señor. El que los nacidos de nuevo tengan una fe buena o no depende de la fe en la Palabra de Dios, pero también de lo lejos que una persona arroje sus pensamientos egoístas. En estos tiempos Satanás empuja el egoísmo incluso en los corazones de los justos, y hace que les sea difícil vivir con fe. Pero por mucho que Satanás nos intente hacer tropezar, los nacidos de nuevo, como hijos de Dios, debemos conocer el plan de Satanás, acogernos al amor de Dios y vivir sin egoísmo. 
Ahora las enseñanzas básicas del Evangelio están recogidas en diez libros. Le doy gracias a Dios porque este ha sido un gran paso para predicar el Evangelio. Podemos hacer la obra de Dios porque trabajamos juntos. Cuando veo el progreso que hemos conseguido, mi corazón se alegra. Como tenemos a toda esta gente que sirve al Evangelio, podemos predicarlo por todo el mundo. Los nacidos de nuevo, que han estado sirviendo este Evangelio, han triunfado sobre su egoísmo, mientras que los que ha dejado la iglesia después de recibir la remisión de los pecados, se han sometido a su egoísmo. La remisión de los pecados es la misma, pero los últimos no pueden estar benditos con el gozo de predicar el Evangelio porque han perseguido su propio egoísmo como si fuera algo valioso. Mis queridos hermanos, ¿cómo puede la gente del mundo recibir la remisión de los pecados si no deja de lado su egoísmo y sirve al Evangelio? ¿Cómo pueden los demás recibir la remisión de los pecados si ustedes viven por sí mismos?
Vemos a nuestros ministros en sus iglesias, y a nuestros hermanos y hermanas que se ensucian las manos, trabajan cuando hace frío y llegan a estar exhaustos. Todavía hay esperanza para el mundo porque ustedes se han desecho de su egoísmo y han servido al Evangelio, por el Señor, por las almas perdidas, por la voluntad de Dios, y por Su justicia. Ustedes también fueron salvados de esta manera. ¿Quién habría recibido la remisión de los pecados si los que fueron salvados antes que ustedes no hubiesen servido al Evangelio por puro egoísmo? Una flor no puede florecer por sí misma, porque necesita un tronco, ramas, hojas y una maceta. La maceta la mantiene viva, la rama le da los nutrientes que necesita. Si la flor se abriese sin estos elementos sería una flor enferma. Todos los factores deben trabajar unidos para hacer que florezca, sea bonita y de gloria a Dios. Pero si no funcionan como una maceta, ¿cómo puede florecer el Evangelio? Sé muy bien que el Evangelio se está predicando por todo el mundo porque ustedes son fieles al servir al Evangelio. Estoy agradecido por que el Evangelio está siendo predicado y espero que pronto esto de frutos. 
Este año el Evangelio va a ser predicado. Sé que nuestro Señor lo hará, y oro por esto al tiempo que trabajo. Sirvamos al Señor con gozo y sin desesperar hasta que vuelva. Volverá pronto. Espero que vuelva pronto. ¿Y ustedes? ¿No les gusta la idea de que nuestro Señor vuelva cuando el Evangelio se haya predicado por todo el mundo y que todas las personas con corazones humildes crean en Él? Espero que ese día venga pronto y que todo el mundo tenga fe rápidamente, ya que los que no creen, no van a creer de todas formas. 
Una persona que oculta su egoísmo y finge ser buena, rechaza el Evangelio. Sin embargo, la gente que se acerca al Señor diciendo: «Soy insuficiente. Pero sé que mi Señor me salvará», recibirá la salvación. Solo hay dos grupos de personas en el mundo: los que están a favor y los que están en contra del Evangelio del agua y el Espíritu. Los que son egoístas no creen en el Evangelio del agua y el Espíritu, pero los que buscan la compasión de Dios serán salvados al creer en este Evangelio. 
Dios quiere que el Evangelio se predique imparcialmente. Sé que Dios acabará el mundo en Su tiempo, cuando el Evangelio se haya predicado por todo el mundo, ya crea la gente o no. Dios le dará a la gente la oportunidad de creer en el Evangelio diciendo: «No creéis. Ya estáis en el infierno. Vosotros sí creéis. Vuestros pecados han sido borrados. Estáis salvados» y entonces pondrá al mundo recto. 
Cuando el Evangelio se predique por todo el mundo, Dios permitirá que el mundo sufra la tribulación y dejará que Satanás lo lleve al extremo por última vez. Sé que Jesucristo, el Rey de reyes, vendrá al mundo y encerrará al Diablo y a sus súbditos, castigará a los pecadores y les dará el Reino Milenario a los justos. El Señor vivirá con los justos durante mil años, y después expulsará a los egoístas que han rechazado el amor de Dios y Su justicia, al infierno, donde el fuego nunca se apaga. 
Incluso en el futuro el egoísmo se moverá en nuestros corazones. Sin embargo, siempre que no sean estúpidos, sabrán si vale la pena o no seguir este egoísmo. Les pido que miren primero hacia la eternidad, que la posean por fe y mantengan su fe en las promesas de Dios. 
Le doy gracias a Dios por darnos el privilegio de entrar en el Reino de los Cielos eterno. Amén.