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တရားဟောချက်များ

Tema 18: Génesis

[Capítulo 6-6] Conviértanse en predicadores del Evangelio que puede salvar a la humanidad de la destrucción (Génesis 6:5-22)

Conviértanse en predicadores del Evangelio que puede salvar a la humanidad de la destrucción(Génesis 6:5-22)
«Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho. Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová. Estas son las generaciones de Noé: Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé. Y engendró Noé tres hijos: a Sem, a Cam y a Jafet. Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia. Y miró Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra. Dijo, pues, Dios a Noé: He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra. Hazte un arca de madera de gofer; harás aposentos en el arca, y la calafatearás con brea por dentro y por fuera. Y de esta manera la harás: de trescientos codos la longitud del arca, de cincuenta codos su anchura, y de treinta codos su altura. Una ventana harás al arca, y la acabarás a un codo de elevación por la parte de arriba; y pondrás la puerta del arca a su lado; y le harás piso bajo, segundo y tercero. Y he aquí que yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda carne en que haya espíritu de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra morirá. Mas estableceré mi pacto contigo, y entrarás en el arca tú, tus hijos, tu mujer, y las mujeres de tus hijos contigo. Y de todo lo que vive, de toda carne, dos de cada especie meterás en el arca, para que tengan vida contigo; macho y hembra serán. De las aves según su especie, y de las bestias según su especie, de todo reptil de la tierra según su especie, dos de cada especie entrarán contigo, para que tengan vida. Y toma contigo de todo alimento que se come, y almacénalo, y servirá de sustento para ti y para ellos. Y lo hizo así Noé; hizo conforme a todo lo que Dios le mandó».
 
 

¿Por qué razón juzga Dios al mundo?

 
De la misma manera en que Dios juzgó al mundo con agua en los días de Noé, Dios juzgará este mundo con fuego. Y si hay una razón para que Dios destruya este mundo, será por su caos espirituales y apostasía. Durante los días de Noé, los hijos de Dios vieron la belleza de los hijos del hombre y las tomaron como esposas. Como habían dejado su verdad espiritual en el proceso, el Espíritu de Dios no estaba en ellos. Así, la destrucción llegó a los que vivían en este mundo. La misma tragedia ocurrirá en esta era: Dios el Espíritu Santo no puede trabajar con los creyentes del Evangelio del agua y el Espíritu si se unen con los evangélicos que no han recibido la remisión de los pecados todavía.
Unir nuestros corazones con la gente que no ha nacido de nuevo al creer en el Evangelio del agua y el Espíritu se considera apostasía espiritual. Si un santo nacido de nuevo hace la obra de Dios con alguien que no cree en el Evangelio del agua y el Espíritu, estará cometiendo un pecado enorme ante Dios. Es como dormir con el enemigo. Si hay personas que no creen en el Evangelio del agua y el Espíritu entre nosotros, no podrán trabajar con nosotros unidos de corazón. Por supuesto, todo lo que tienen que hacer es creer en el Evangelio del agua y el Espíritu, pero ¿qué ocurrirá si se niegan a creer en este verdadero Evangelio? Si viven con personas cuyo objetivo en la vida es diferente al suyo, su vida será como un infierno.
El objetivo del matrimonio para los justos es vivir por la gloria de Dios. Por tanto, es imperativo que los nacidos de nuevo que quiera casarse en el Señor encuentren a un cónyuge cuyo objetivo en la vida y cuya fe sean los mismos. A pesar del hecho de que un hombre joven haya nacido de nuevo al tener fe en el Evangelio del agua y el Espíritu si se casa con una mujer que no haya recibido la salvación de todos sus pecados, entonces el Espíritu de Dios no podrá trabajar entre ellos y no podrá darle gloria a Dios desde ese momento. Si esto ocurre, habrá tendrán muchos problemas. Hoy en día, si una persona que ha nacido de nuevo al creer en el Evangelio del agua y el Espíritu sigue a un pecador, Dios considerará que ha dejado Su lado voluntariamente. Como las parejas casadas tienen mucha influencia entre ellas, si una persona nacida de nuevo se casa con alguien que no ha nacido de nuevo, ese santo nacido de nuevo sufrirá una pérdida espiritual enorme. La destrucción no solo cae en este mundo arbitrariamente, sino que cae en sobre los justos corruptos.
Sé muy bien que soy insuficiente cuando pienso en mí mismo ante Dios. No tenía ningún deseo de desempeñar funciones pastorales siguiendo los deseos carnales. Pero Dios me guió por el camino de la justicia a pesar de ser tan insuficiente y me convirtió en una persona que puede predicar el Evangelio de la justicia de Dios, es decir, el Evangelio del agua y el Espíritu. En el pasado intenté compartir con estos evangélicos, pero no tenían el Evangelio del agua y el Espíritu. Por tanto me resultaba imposible seguir trabajando con estas personas que no tenían este verdadero Evangelio. Fue mucho más tarde cuando Dios me llevó a un grupo de cristianos que buscaban la verdad y me hizo compartir el Evangelio del agua y el Espíritu con ellos para que pudiesen reconocer el verdadero Evangelio y convertirse en mis colaboradores. Así es cómo Dios nos hizo predicar este Evangelio de la Verdad juntos al principio.
Muchas personas que se dedican al ministerio cristiano hoy en día no creen en el Evangelio del agua y el Espíritu, aunque este Evangelio es fácil de ver y el único Evangelio verdadero en este mundo. El Evangelio en el que creen los cristianos hoy en día no es el Evangelio del agua y el Espíritu, sino un pseudo-Evangelio. También creí en este evangelio falso durante diez años. Fue un pecador terrible durante esa fase aunque ofrecía oraciones de penitencia fervientemente creyendo en un evangelio falso. Pero a pesar de esto, Dios me dio una gracia tremenda y encontré la verdad del Evangelio del agua y el Espíritu mientras leía el pasaje de Mateo 3 con el Antiguo Testamento. Estaba leyendo los pasajes de Mateo 3:13-17 y vi la Luz de la Verdad en mi espíritu.
Creo que fue Dios que me estaba enseñando acerca del Evangelio del agua y el Espíritu. En aquel momento no pude ni decir palabra por lo menos durante 30 minutos porque estaba en estado de shock después de haber descubierto la Luz de esta Verdad. En aquel momento, mi corazón se llenó de ondas como cuando alguien tira una piedra a un estanque y crea multitud de ondas. En aquel momento el Evangelio del agua y el Espíritu entró en mi corazón, todos mis pecados y los pecados del mundo desaparecieron para siempre. Y la Verdad que había brillado sobre mí era la Verdad que había permitido que el Espíritu Santo viviese dentro de mi corazón para siempre.
Después de encontrar al Señor, quien vino por el Evangelio del agua y el Espíritu empecé a predicar el Evangelio del agua y el Espíritu. Después de esta experiencia empecé a orar a Dios para que me ayudase a predicar Su Evangelio del agua y el Espíritu por todo el mundo. Y Dios contestó está oración. Ahora puedo hacer esta obra preciosa de Dios con mis colaboradores en Corea y por todo el mundo. Estoy muy agradecido por poder predicar el Evangelio del agua y el Espíritu por todo el mundo con mis colaboradores de la fe. Todos hemos decidido servir al Evangelio con nuestros corazones unidos. Estamos haciendo todo lo que podemos en esta tarea tan importante. Recibimos mensajes constantemente de las personas que nacen de nuevo al recibir la remisión de los pecados en sus corazones después de haber escuchado el Evangelio del agua y el Espíritu que predicamos a través de nuestro ministerio literario.
Estoy muy ocupado haciendo la obra de Dios con mis colaboradores de las misiones en Corea. Al principio de mi ministerio solía hablar con cualquier persona con la que me encontraba en la calle para predicar el Evangelio del agua y el Espíritu. Aunque eran desconocidos, les preguntada si tenían pecados en sus corazones y si decían que sí y querían escuchar la Palabra de Dios les hablaba del Evangelio del agua y el Espíritu con todo detalle. Bastantes personas recibieron la remisión de los pecados en el momento al creer en esa Palabra del Evangelio. La gente al principio estaba un tanto sorprendida, pero después daba gracias a Dios y a mí por predicarles y sus caras se iluminaban después de escuchar el Evangelio del agua y el Espíritu y creer en él de todo corazón. Por supuesto había algunas personas que desafiaban el Evangelio del agua y el Espíritu con sus malos deseos. En estos casos las reprendía diciendo: “Quien intente predicar cualquier otro Evangelio que no sea el Evangelio del agua y el Espíritu está bajo la maldición de Dios.”
A pesar de esto muchas personas se trajeron la maldición de Dios sobre sí mismas, pero incluso a estar personas tercas les prediqué el Evangelio del agua y el Espíritu. ¿Hay otro Evangelio que permita a la gente recibir la remisión de los pecados a parte del Evangelio del agua y el Espíritu? No, no hay ningún otro. Por eso, aunque muchas personas me desafiaron, pude vencerlas por la fe que cree en el Evangelio del agua y el Espíritu.
Cierto pastor entre los evangélicos había estado engañando a la gente con las siguientes palabras: “Al principio el Evangelio del agua y el Espíritu fue introducido en Corea, pero la gente de Corea ha cambiado la esencia de este Evangelio.” Pero la verdad es que el Evangelio que los misioneros occidentales trajeron a Corea al principio no era el Evangelio del agua y el Espíritu. Si fuera cierto todo el mundo creería ahora en el Evangelio del agua y el Espíritu, pero no es así. ¿Enseñan los seminarios de teología en Corea el Evangelio del agua y el Espíritu con fe? No. ¿Entonces cómo experimentamos esta realidad? El Señor nos dijo: “Un árbol se conoce por sus frutos” y los evangélicos no han dado a luz a una sola persona justa como su fruto. Entonces, ¿tienen los evangélicos de este mundo el Evangelio del agua y el Espíritu? No. Si el Evangelio del agua y el Espíritu se hubiese predicado por todo el mundo, muchas personas en este mundo habrían recibido la remisión de sus pecados al creer en él, pero en realidad no es así. ¿No es cierto esto?
¿Cuál es la razón por la que Dios destruyó el primer mundo? El hecho de que la maldad era grande en el mundo puede ser una razón, pero la razón principal es que los hijos de Dios se dieron cuenta de la belleza de las hijas del hombre y las tomaron como esposas, y esto provocó la ira de Dios. Por este gran pecado Dios eliminó la faz de la tierra con un gran diluvio. Pase lo que pase, una persona que tiene fe en el Evangelio del agua y el Espíritu no debe hacer la obra de Dios con los que no creen en este Evangelio. Dios no encuentra gozo en esta unión.
Después de recibir la remisión de los pecados al creer en el Evangelio del agua y el Espíritu debemos predicar este Evangelio y vivir en la gracia de Dios uniendo nuestros corazones con los santos que creen en este mismo Evangelio. ¿Creen que estoy sirviendo este valioso Evangelio del agua y el Espíritu porque tengo una habilidad especial? No tengo ninguna habilidad especial. Estamos sirviendo al Evangelio porque Dios nos ha dado la gracia de salvación a mí y a mis colaboradores, a todos los que creemos en el Evangelio del agua y el Espíritu. Podemos recibir la salvación de todos nuestros pecados gracias al Evangelio del agua y el Espíritu. Al recibir la remisión de los pecados para siempre al creer en el Evangelio del agua y el Espíritu hemos sido bendecidos ante Dios para siempre.
El presente es como los días de Noé. Se dice que en los días de Noé los hijos de Dios tomaron a las hijas del hombre como sus esposas, y tuvieron hijos que se convirtieron en hombres poderosos. Hoy en día, ¿acaso no tenemos muchos pastores famosos? Tan solo en Corea hay muchos pastores que están cuidando de sus respectivas iglesias que tienen diez mil miembros. En una iglesia de cierto pastor se dice que hay unos 500 mil miembros. Se considera que esta es la iglesia más grande el mundo. Entonces, incluso los políticos no pueden ignorar a este pastor, sino que le respetan. Son hombres poderosos de estos tiempos. Sin embargo, cuando enseñan a los estudiantes de sus seminarios teológicos, en vez de enseñarles el Evangelio verdadero del agua y el Espíritu, solo enseñan teología humana. Cuando los miramos espiritualmente ante Dios, son todos patéticos.
Como está escrito: «El Señor vio que los pensamientos del hombre eran malvados continuamente» (Génesis 6:5), La gente que no ha nacido de nuevo no puede evitar hacer el mal continuamente porque no puede servir al Evangelio del agua y el Espíritu. También puede parecer que estas personas que no creen en el Evangelio del agua y el Espíritu están haciendo muchas obras buenas en sus comunidades, pero en realidad no son obras buenas. Como no conocen la justicia de Dios, intentar ejercer sus virtudes humanas, pero Dios nos dijo que no hay ni un solo aspecto de virtud verdadera en los seres humanos.
Durante los días de Noé el mundo sufrió la total destrucción, pero Noé encontró gracia a los ojos de Dios. Como Dios encontró gracia a los ojos de Dios y siguió la Palabra de Dios, Dios le dijo a Noé que era perfecto y puro en su generación. A los ojos de Dios, los que creemos en el Evangelio del agua y el Espíritu somos perfectos como Noé. Cuando creemos en el Evangelio del agua y el Espíritu y seguimos al Señor, Dios dice que somos perfectos. Somos los justos que creen en el Evangelio del agua y el Espíritu. Nos hemos vestido de la gracia de Dios.
La razón por la que el Señor vino a este mundo fue para salvar a la gente de sus pecados, y el método de la salvación es el Evangelio del agua y el Espíritu. Por tanto, si la gente no cree en el Evangelio del agua y el Espíritu tendrá pecados y sufrirán el juicio por esos pecados. Hace mucho tiempo Dios juzgó a la gente cuando vio su maldad, pero ahora juzga a los pecados de la gente por no creer en el Evangelio del agua y el Espíritu. Asimismo, los que no hacen la obra de Dios a pesar de haber creído en el Evangelio del agua y el Espíritu, pero han salido al mundo y viven unidos con estas personas del mundo estarán sujetos al mismo juicio.
Hemos encontrado la gracia de salvación a los ojos de Dios y por eso hemos conocido el Evangelio del agua y el Espíritu y hemos creído en él. Ahora lo estamos predicando por todo el mundo. Y Dios está con nosotros. El hecho de que hayamos sido llamados y salvados de la destrucción inminente de este mundo es un don maravilloso de Dios. Hasta ahora hemos predicado el Evangelio del agua y el Espíritu de gran manera. Pero somos pocos, y aún así doy gracias por haber predicado el Evangelio a todos los países del mundo, es decir a unos 200 países. Así es como Dios está trabajando con nosotros. Para predicar el Evangelio por todo el mundo por Internet, hemos creado páginas Web en diferentes idiomas en nuestra página principal. Si un chino quiere leer nuestra literatura cristiana en chino, todo lo que tiene que hacer es hace clic en nuestra página china de nuestro sitio Web. Los hispanoparlantes pueden solicitar libros en español desde nuestra página en español. De esta manera hemos creado una manera fácil para que la gente que habla otras lenguas pueda entrar en contacto con el Evangelio del agua y el Espíritu. La gente de todo el mundo está muy contenta con esta obra, pero la verdad es que esta obra no podría haberse realizado sin la gracia de Dios.
¿Quién es perfecto ante Dios? Los que caminan con Dios son perfectos ante Él. Aunque nuestras acciones sean insuficientes, los que hacemos la obra de Dios al haber recibido la gracia de salvación y vivimos con fe en la justicia de Dios somos los perfectos ante Dios. Le doy gracias a Dios por Su justicia. Dios nos ha permitido vivir caminando con Él y le doy gracias por esto.
 
 

Estos tiempos son verdaderamente malvados

 
Doy gracias por haber recibido la remisión de los pecados al creer en el Evangelio del agua y el Espíritu en estos tiempos, y deseo poner todos mis esfuerzos en la predicación de este Evangelio porque el fin del mundo está cerca. En este momento hay muchas personas que caen en la destrucción por sus pecados. Solamente hoy muchas personas están muriendo en cuerpo y espíritu por todo el mundo. Todo lo que queremos es que por lo menos un alma más haga la obra de Dios al ser salvada por el Evangelio del agua y el Espíritu. A medida que este mundo se hace cada vez más peligroso, podemos ver que el Señor volverá pronto. En estos momentos debemos creer en la justicia de Dios y poner nuestros esfuerzos en la predicación del Evangelio del agua y el Espíritu.
El estado espiritual de los justos durante los días de Noé era el de degeneración. Tomaron a las hijas del hombre como esposas y tuvieron hijos con ellas, y les llamaron hombres poderosos de antiguo. Esto significa que se convirtieron en personas de renombre en aquella era. El mundo estaba sumido en un caos espiritual y Dios les dijo que les juzgaría por sus pecados.
Incluso hoy en día, los ministros del cristianismo viven en un caos espiritual. Creen en la Palabra de Dios mezclada con muchas creencias falsas. La fe corrupta espiritualmente consiste en creer en la Palabra escrita de Dios mezclada con las doctrinas humanas. Lo correcto es que los justos se casen con los hijos de Dios. Pero, durante los días de Noé, los hijos de Dios, es decir, los justos, tomaron a las hijas del hombre, es decir a los que no han nacido de nuevo, como sus esposas. Esta situación se refiere a creer en una mezcla de la Palabra de Dios pura con las doctrinas humanas. Los justos que creen en el Evangelio del agua y el Espíritu también se casarían con la fe doctrinal si se corrompen espiritualmente. Si la fe verdadera se mezcla con doctrinas falsas del cristianismo, los justos ya no son especiales ante Dios. Pero a pesar de esto estas personas se han convertido en pastores famosos de este mundo. No conocen ni creen en el Evangelio del agua y el Espíritu, pero se hacen muy famosos en este mundo y son reconocidos por muchas personas. Pero hay personas que no conocen la justicia de Dios ni creen en el Evangelio del agua y el Espíritu. Podemos encontrar muchas personas así dentro del cristianismo hoy en día.
A medida que se acerca el fin de este mundo, la corrupción espiritual llegará a su culminación. Cuando esto ocurra, y si Dios decide que no queda esperanza en este mundo, lo juzgará. Si los justos no creen en la Palabra pura de Dios tal y como es, su fe empezará a deteriorarse. Estos fenómenos ocurrieron durante los días de Noé y están ocurriendo hoy en día. Si no creemos según la Palabra de Dios, nuestra fe se deteriorará rápidamente. Nuestra fe también se deteriorará si intentamos creer en las doctrinas cristianas sin honrar la gloria de Dios. El deterioro de nuestra fe ocurre cuando creemos al mezclar nuestros pensamientos espirituales con los de la carne.
Por tanto, después de haber recibido la remisión de los pecados al creer en el Evangelio del agua y el Espíritu, es imperativo que sepamos cómo defender nuestra fe. Debemos aceptar el hecho de que nuestros pensamientos carnales son malvados y debemos saber que la fe espiritual no se deteriorará si vivimos por fe en la Palabra de Jesucristo, quien vino por el Evangelio del agua y el Espíritu y vivimos por la justicia de Dios. A pesar de haber recibido la remisión de nuestros pecados al creer en el Evangelio del agua y el Espíritu, si vivimos solamente por nuestra carne y por el mundo, el caos nos invadirá en un instante. El juicio descendió por la corrupción de la fe en tiempos de Noé. La palabra Diluvio tiene el mismo significado que los que creyeron en el Evangelio del agua y el Espíritu y deben pagar el precio por sus pecados por perseguir las cosas de este mundo. Por tanto, no es tan difícil que la corrupción espiritual invada a los justos.
Para evitar esto, debemos eliminar los restos de pensamientos carnales que hay dentro de nuestros corazones. Debemos deshacernos de estos deseos carnales que estimulan nuestros pensamientos carnales y los activan. Para deshacernos de los deseos carnales debemos seguir corriendo por fe predicando el Evangelio del agua y el Espíritu. Para vivir en la justicia de Dios, debemos mantener nuestra fe juntos en el Evangelio del agua y el Espíritu.
Antes del Diluvio de los tiempos de Noé la Biblia nos dice que la maldad era grande en la faz de la tierra. Está escrito que Dios se arrepintió de haber creado al hombre en este mundo. ¿Cómo experimentamos el mundo ahora? La maldad abunda. El intercambio de conocimiento e información es rápido y el transporte es rápido. Y la ola de la industria electrónica está subiendo como un diluvio. Todo es muy rápido. En una encuesta realizada a las nuevas generaciones se les preguntó: “¿Cuánto se tarda en besar a una persona del sexo opuesto desde el momento en que se la conoce?” y muchas personas contestaron que podían hacerlo en menos de un día. Un joven dijo que podía hacerlo en menos de tres horas. Otra persona dijo que en veinte minutos, y otra que en cinco minutos. Esta generación contestó esta pregunta sin dudar. Si pensamos en esto vemos cuánto ha incrementado la maldad en este mundo. El hecho de que la gente no reconoce los pecados como pecados y que tiene a cometer pecados claramente nos muestra que la maldad es enorme en estos tiempos.
Esta nueva generación tendrá un papel importante en la siguiente generación. Pero debemos saber que su forma de pensar tiende a caer en los instintos carnales y a no darse cuenta de lo que es el pecado, y no tiene miedo de cometerlo, ignora a los adultos y no tiene respeto a Dios. La gente de esta nueva generación es una sociedad instantánea y disfruta del placer de esa manera. Para ellos el amor es algo que se desecha enseguida. Lo desechan todo después de utilizarlo una sola vez.
Cuando Noé estaba en este mundo su abuelo también estaba vivo. Si calculamos este tiempo podemos llegar a la conclusión de que el Diluvio ocurrió después de que el abuelo de Noé muriese. El abuelo de Noé, Matusalén, y el padre de Noé, Lamec, sabían que Dios iba a juzgar al mundo con agua. Dios dijo que destruiría a todos los animales del aire y la tierra. Estos tiempos en los que vivimos son similares a aquellos tiempos. Por tanto, los que vivimos en estos tiempos debemos saber cómo debemos seguir viviendo.
Ahora mismo el mundo está yendo rápidamente hacia la destrucción. Estamos experimentando condiciones atmosféricas anormales por todas partes todas las semanas. Pero hay gente que tiene la audacia de decir: “Está nevando en regiones tropicales y las zonas árticas se han calentado tanto que los glaciares enormes se han empezado a derretir. La gente está muriendo a causa de olas de calor y en Indonesia 230.000 personas murieron por un terremoto debajo del mar que causó una ola enorme o tsunami. Ahora en los Estados Unidos una parte del país se está muriendo de frío mientras que la otra parte se muere de calor. El hecho de que estos desastres naturales hayan empezado a ocurrir tan frecuentemente es una advertencia de Dios de que Su juicio será implementado en este mundo. Dios nos advierte de esta manera y cuando estas cosas alcancen su culminación, Dios ejecutará Su plan. Y todo llegará a su fin. Ahora es el momento en que Dios destruirá el mundo. Crean o no, los desastres naturales están ocurriendo. Pero deben seguir viviendo entendiendo estos tiempos correctamente.”
Dios se lamenta por los pecados de los seres humanos que viven en este mundo. Hay muchos ejemplos de Lamentos cuando una persona ve a otra. Pero cuando Dios ve este mundo, ¿no creen que habrá muchas cosas de las que lamentarse? Sin embargo, más que por los pecados de la gente Dios se lamenta por el hecho de que los espíritus de los cristianos se están pudriendo y están un caos absoluto.
Por tanto, mientras seguimos viviendo ante Dios en estos últimos días, debemos poner todos nuestros esfuerzos en la predicación del Evangelio del agua y el Espíritu por todo el mundo, ya sea en temporada o fuera de temporada. Dios se ha convertido en el Señor de la salvación para los que creemos en la Verdad del Evangelio del agua y el Espíritu. Al creer en la Verdad del Evangelio del agua y el Espíritu, hemos recibido nuestra salvación y nos hemos convertido en hijos de Dios. Somos los siervos de Dios que están corriendo la última parte de la carrera para el Evangelio en los últimos días.
Lo que debemos saber los siervos de la justicia de Dios es que por muy grande que sea la maldad del hombre hoy en día, debemos seguir viviendo predicando el Evangelio del agua y el Espíritu teniendo fe en la justicia de Dios. Los cristianos de hoy en día están sumidos en el caos espiritual y desde la perspectiva carnal, están viviendo en una era en la que la maldad es enorme. Sin embargo, para cada generación Dios ha elegido a Sus siervos y ha salvado a la gente que vive en cada generación del pecado. De la misma manera en que Noé construyó el arca y encontró gracia a los ojos de Jehová durante aquellos días, nosotros debemos hacer la obra de Dios porque hemos encontrado la gracia de Dios. Incluso Noé vivió en un mundo lleno de maldad pero no cometió ningún pecado. Por eso recibió el don de la salvación de Dios. Noé era como cualquier otra persona de su tiempo, pero recibió el don seguro de la salvación de Dios.
Está escrito en la Biblia que Noé era un hombre justo perfecto en su generación y que caminó con Dios. Esta es una señal de ser una persona que se han convertido en sierva de Dios. Cuando la gente vio a Noé no lo consideró un hombre perfecto. ¿Podía alguien considerar a Noé un hombre perfecto si lo vio ebrio con una jarra de vino durmiendo desnudo en el suelo y roncando? Además, al ver a Noé construyendo un arca durante cien años, cuando no había ni una nube en el cielo, la gente pensaría que no era normal. Pero Noé era claramente perfecto en su generación. Noé era una persona justa ante Dios y Dios estaba con él, guiándole y caminando con él.
Como él, cuando la gente del mundo nos ve a los justos, también parecemos anormales e imperfectos porque no pueden ver nuestros aspectos espirituales. Pero somos los justos y los perfectos que han recibido la salvación de los pecados al creer en el Evangelio del agua y el Espíritu de Dios, y la verdad es que somos personas que caminan con Dios. A los ojos de Dios los perfectos son los que creen en el Evangelio del agua y el Espíritu. La gente que cree en el Evangelio del agua y el Espíritu y sigue la Palabra de Dios pura es perfecta ante Dios. Sin embargo, como los pecadores solo reconocen las cosas que pueden ver con sus ojos carnales y solo buscan estas cosas, no pueden creer en las cosas que no pueden ver con sus ojos carnales.
 
 

¿Están caminando con Dios por la fe que cree en Su justicia?

 
¿Se han convertido en personas perfectas al creer en la justicia de Dios? Los justos caminamos con Dios porque predicamos Su Evangelio en el que Dios encuentra gozo aunque vivamos en la carne. La gente que sirve al Evangelio del agua y el Espíritu y vive por la predicación del Evangelio es perfecta y vive por fe. Pero todos los que creen en el Evangelio del agua y el Espíritu y han recibido la salvación caminan con Dios. Podemos caminar con Dios solo cuando recibimos la salvación de sus pecados al conocer las debilidades e insuficiencias de la carne cuando seguimos la voluntad de Dios. Incluso los justos pueden halagar a la gente de este mundo y no seguir la voluntad de Dios. Si hacen esto no están caminando con Dios.
Se dice que las obras de la gente eran muy corruptas durante los tiempos de Noé. En aquel entonces la tierra estaba llena de violencia. Tanto que la gente solo quería matar. Incluso hoy en día hay muchos criminales de sangre fría sueltos, y por tanto los que hemos nacido de nuevo debemos orar y tener más cuidado. El Libro de Nehemías nos dice que cuando el pueblo de Israel estaba reconstruyendo las murallas, la mitad de ellos se puso en guardia con armaduras, lanzas y escudos, y otros con arco y flechas, y solo la otra mitad trabajó en la construcción de la muralla. Incluso los que construían tenían espadas a su lado y trabajaban con una mano mientras sujetaban un arma con la otra mano. Así protegieron la obra de Dios de ataques enemigos, siempre teniendo guardias incluso por la noche (Nehemías 4:15-22). Los que nos hemos convertido en justos al creer en el Evangelio del agua y el Espíritu siempre debemos estar en guardia en nuestras vidas. Es hora de que los justos sigamos viviendo por fe al creer en la justicia de Dios y tengamos sabiduría con nuestros pensamientos en orden. Debemos creer y recordar la justicia de Dios. Y debemos estar despierto, unirnos a Dios, estar siempre en guarda contra los ataques de los cristianos pecadores de nuestro alrededor que no han nacido de nuevo y orar para no caer en la maldad de este mundo.
Dios le dijo a Noé: “Construye un arca de madera.” El construir un arca aquí se refiere a establecer la Iglesia en estos últimos días, y esta verdadera iglesia beneficiará a todo el mundo y a nosotros mismos. Nos hemos convertido en miembros de la Iglesia de Dios solo después de haber recibido nuestra salvación al creer en el Evangelio del agua y el Espíritu. Formar la Iglesia de Dios y hacer la obra de Dios dentro de Su Iglesia es todo por nuestro bien.
Dios le dijo a Noé que construyese un arca hecha de madera. Los árboles de tienen la característica de crecer muy altos hacia el cielo. Crecen hacia arriba de manera natural. Esta madera espiritualmente se refiere a la Palabra de Dios. Tenemos que construir nuestra fe con la Palabra de Dios. Si creemos en la Palabra de la justicia de Dios, es decir, en el Evangelio del agua y el Espíritu a pesar de las dificultades, iremos al Cielo. Durante los días del Diluvio de Noé, los miembros de la familia de Noé que tenían fe en la Palabra de Dios recibieron la perfecta salvación. Pero Dios les quitó la vida a todos los que no creyeron en Su Palabra al juzgar sus pecados.
Este año ha llovido mucho en Corea. Parece el Diluvio de Noé. Pero este tipo de lluvia no es nada comparado con el Diluvio Universal que tuvo lugar en tiempos de Noé. Está escrito que se abrieron las puertas del cielo. Cuando Dios creó los cielos y la tierra en el principio, dejó las aguas encima del firmamento y en el Diluvio dejó caer esta agua sobre la tierra al abrir las puertas de los cielos. No fue una lluvia cualquiera. Fue Dios que dejó caer agua del cielo de una vez. La gente sufrió y se ahogó mientras miraba como caía esta lluvia extraña porque no tenía donde esconderse. Dios nos está diciendo que este juicio desciendo sobre los que no creen en la justicia de Dios de esta manera.
Dios salvó a Noé, a su familia y a los animales del juicio por agua. Y esto nos dice que la gente está recibiendo la salvación espiritual de sus pecados. Debemos predicar el Evangelio del agua y el Espíritu para que la gente en estos últimos días pueda recibir la verdadera salvación. Dios le ordenó a Noé: “El fin del mundo va a llegar, construye un arca y serás salvado del juicio al entrar en el arca con tu familia. También deberás salvar a todos los animales que yo escoja”.
Dios no solo le dijo esto a Noé, sino que también nos dice lo mismo a nosotros, a los que hemos recibido la salvación de nuestros pecados. Nos dice: “Si habéis recibido la salvación de vuestros pecados, predicad el Evangelio a la gente del mundo y haced que reciba la remisión de sus pecados para que entre en el arca espiritualmente.” Pero por desgracia la gente no entra en la Iglesia de Dios a pesar de haber escuchado el Evangelio del agua y el Espíritu porque quiere vivir por su cuenta sin unirse a Dios. Cuando pasa por dificultades, estas personas sufren solas. Pero después de nacer de nuevo al creer en el Evangelio del agua y el Espíritu, si vivimos una vida de fe unidos a la Iglesia, y aunque tengamos dificultades, la Iglesia resolverá esos problemas con el santo. Espero que no tengan ninguna situación difícil en este mundo por no haberse unido a la Iglesia a pesar de haber recibido la remisión de los pecados.
Estos tiempos son muy malvados. Debemos estar despiertos y no dejarnos seducir por este mundo; no sabemos lo que pasará mañana. Ahora es el momento de estar despiertos espiritualmente. Y debemos predicar el Evangelio del agua y el Espíritu a toda la gente del mundo y decirle que debe unirse a la Iglesia. Noé construyó un arca para evitar el juicio y recibir la salvación. Cuando Dios le dijo a Noé que cubriese el arca con brea por dentro y por fuera, se estaba refiriendo a nuestra salvación. Aquí Dios está hablando de nuestra salvación segura y completa.
Cuando el pueblo de Israel estaba escapando de la esclavitud de Egipto, comió la carne del cordero de la Pascua después de cubrir con su sangre los postes de sus puertas. Pero debemos darnos cuenta de que los que no estaban circuncidados no podían comer este cordero de Pascua (Éxodo 12:48). Esto nos dice que la salvación segura está formada por dos cosas, la circuncisión espiritual y la sangre del cordero de la Pascua. La circuncisión se refiere al bautismo que Jesús recibió. A través del bautismo de Jesús todos los pecados de nuestros corazones fueron pasados a Jesús. Por eso cuando creemos en el bautismo de Jesús se convierte en la “circuncisión del corazón” (Romanos 2:29). Por tanto, los que no están circuncidados no pueden comer este cordero de la Pascua. Solo cuando creemos en el bautismo de Jesús, la sangre de Jesús se convierte en la sangre poderosa y sagrada para perdonar todos nuestros pecados y podemos creer en toda la obra que cumplió al venir a este mundo encarnado en un hombre. El bautismo que Jesucristo recibió de Juan el Bautista es lo que nos da esta salvación; pero a pesar de esto, si siguen confiando en su salvación al creer solamente en la sangre sagrada de la Cruz como el único sacrificio para el perdón de sus pecados, creen incorrectamente.
Debemos crecer con la fe que cree en el Evangelio del agua y el Espíritu. Tiene que haber personas que crean: “¿Acaso no es suficiente que hayamos creído en la salvación de nuestros pecado que tenemos que vivir por el Evangelio del agua y el Espíritu?”. Noé construyó el arca e hizo todo como Dios se lo había pedido para salvarse a sí mismo, a toda su familia y a todos los animales. No debemos dejar de centrarnos en el hecho de que estamos reforzando nuestra fe dentro de la Iglesia de Dios, y debemos convertirnos en seres espirituales reforzados firmemente al tener fe en la Palabra de Dios, y debemos convertirnos en los que viven por el Señor. Debemos hacer esto para que todo el mundo pueda recibir la salvación. Y debemos preparar un lugar para ellos si seguimos la justicia de Dios. De ahora en adelante debemos ser los trabajadores espirituales por las personas que necesitan la salvación de sus pecados. ¿Lo entienden?
Noé construyó el arca en cien años. La construyó para sí mismo, para su familia y para todo el mundo. Noé se convirtió en una persona justa al recibir la gracia de la salvación de Dios, y después de convertirse en justo, construyó el arca. Después de recibir la salvación de los pecados debemos construir la Iglesia de Dios. Debemos predicar el Evangelio de la circuncisión y la sangre del Cordero de la Pascua, es decir, el Evangelio del agua y el Espíritu, para que todas las almas entren en el arca y escapen el juicio del pecado. Asimismo, debemos enseñarles lo que es la vida de fe correcta. La mejor manera de vivir para los nacidos de nuevo es unirse a Dios y seguirle viviendo espiritualmente y teniendo fe en el Evangelio del agua y el Espíritu. Asimismo, debemos decirles por qué deben vivir por Dios.
Dios es su Dios y mi Dios. Por tanto, el pueblo de Dios debe escuchar frecuentemente Su Palabra espiritual. Es fácil recibir la remisión de los pecados, pero no es fácil seguir la justicia de Dios. Solo cuando tenemos la fe que sigue la justicia de Dios podemos considerar que vivimos una vida de fe correcta, y solo entonces podemos hacer las muchas obras de Dios. La convicción de que se ha recibido la remisión de los pecados mediante el Evangelio del agua y el Espíritu y la convicción de que Dios es nuestro Dios permite hacer la obra de Dios y hacer que prospere la Iglesia de Dios. Si la convicción de que han recibido la salvación al creer en el Evangelio del agua y el Espíritu es abstracta, no podrán hacer la obra de Dios. Cuando no tienen una buena convicción espiritual, ¿cómo puede salvar a otros del pecado?
Noé construyó el arca durante cien años mientras caminaba con Dios. Y también trabajó en sus viñas. Y también pasó la verdadera fe a su hijo, Sem. En los últimos días del primer mundo, Noé vivió una vida justa al encontrar gracia a los ojos de Dios; de esta manera estamos viviendo en la gracia de Dios gracias al don del Evangelio del agua y el Espíritu.
Debemos meditar acerca de la obra que Noé hizo, y debemos vivir una vida espiritual como él. Dios nos dice que los que estamos viviendo en estos últimos días debemos convertirnos en personas como Noé. Debemos vivir en estos últimos días preparándonos para el final siguiendo la Palabra de Dios como Noé, predicando la Palabra de Dios pura, y al guiar a los que han nacido de nuevo al creer en el Evangelio del agua y el Espíritu en la Iglesia de Dios y al tener fe en la Palabra de Dios.