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خطبات

Tema 24: SERMONES PARA LOS QUE SE HAN CONVERTIDO EN NUESTROS COLABORADORES

[24-54] El Señor obra cuando creemos en el Evangelio del agua y el Espíritu y esperamos su dirección (Génesis 26, 1-15)

(Génesis 26, 1-15)
«Después hubo hambre en la tierra, además de la primera hambre que hubo en los días de Abraham; y se fue Isaac a Abimelec rey de los filisteos, en Gerar. Y se le apareció Jehová, y le dijo: No desciendas a Egipto; habita en la tierra que yo te diré. Habita como forastero en esta tierra, y estaré contigo, y te bendeciré; porque a ti y a tu descendencia daré todas estas tierras, y confirmaré el juramento que hice a Abraham tu padre. Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas tierras; y todas las naciones de la tierra serán benditas en tu simiente, por cuanto oyó Abraham mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes. Habitó, pues, Isaac en Gerar. Y los hombres de aquel lugar le preguntaron acerca de su mujer; y él respondió: Es mi hermana; porque tuvo miedo de decir: Es mi mujer; pensando que tal vez los hombres del lugar lo matarían por causa de Rebeca, pues ella era de hermoso aspecto. Sucedió que después que él estuvo allí muchos días, Abimelec, rey de los filisteos, mirando por una ventana, vio a Isaac que acariciaba a Rebeca su mujer. Y llamó Abimelec a Isaac, y dijo: He aquí ella es de cierto tu mujer. ¿Cómo, pues, dijiste: Es mi hermana? E Isaac le respondió: Porque dije: Quizá moriré por causa de ella. Y Abimelec dijo: ¿Por qué nos has hecho esto? Por poco hubiera dormido alguno del pueblo con tu mujer, y hubieras traído sobre nosotros el pecado. Entonces Abimelec mandó a todo el pueblo, diciendo: El que tocare a este hombre o a su mujer, de cierto morirá. Y sembró Isaac en aquella tierra, y cosechó aquel año ciento por uno; y le bendijo Jehová. El varón se enriqueció, y fue prosperado, y se engrandeció hasta hacerse muy poderoso. Y tuvo hato de ovejas, y hato de vacas, y mucha labranza; y los filisteos le tuvieron envidia. Y todos los pozos que habían abierto los criados de Abraham su padre en sus días, los filisteos los habían cegado y llenado de tierra».
 
 
Isaac experimentó una hambruna y se fue a la tierra de Gerar
 
En el pasaje de las Escrituras de hoy, sacado del capítulo 26 de Génesis, leemos la historia de cuando Isaac pasó hambre y se fue a la tierra de Gerar. Dios se le apareció a Isaac, que estaba en esta situación desesperada y dijo: «Habita en la tierra que yo te diré. Habita como forastero en esta tierra, y estaré contigo, y te bendeciré; porque a ti y a tu descendencia daré todas estas tierras, y confirmaré el juramento que hice a Abraham tu padre». Aquí Isaac estaba pasando hambre y planeaba pasar por la tierra de Gerar de camino a la tierra de Egipto. Entonces Dios le dijo: “No vayas por ese camino, sino habita en la tierra que te indicaré”.
Queridos hermanos, ¿qué significa esto? Significa que, aunque estemos pasando por situaciones difíciles, debemos permanecer en esa tierra que el Señor nos mostrará. Si hay hambre en nuestros corazones, nos cansamos y estamos agotados. Pero si confiamos en Jesucristo, quien ha eliminado todos nuestros pecados de nuestros corazones y nos ha hecho completos, y si creemos en el hecho de que nos hemos convertido en gente de Dios que le espera en silencio, Dios nos hará ricos, nos restaurará y bendecirá a muchos a través de nosotros. Esta es la verdad que Dios quiere impartirnos a través del pasaje de las Escrituras de hoy. Aunque Isaac, que estaba pasando una hambruna importante, intentó ir a la tierra de Egipto, debemos tener fe en la salvación del Señor en nuestros corazones y tener paciencia para mirar hacia Dios y esperarle, aunque venga una hambruna y tengamos dificultades. Entonces Dios obrará y nos ayudará.
Después de esto, Isaac vivió en la tierra de los filisteos, la tierra del Rey Abimelec y más tarde se convirtió en un hombre rico. La Biblia dice que esto pasó para que Dios cumpliese Su promesa que le había hecho a Abraham, el padre de Isaac. Dios dijo: «Por cuanto oyó Abraham mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes» (Génesis 26, 5). Este pasaje revela que Abraham creyó completamente en la Palabra de Dios. Abraham, nuestro padre de fe, creyó en la Palabra de Dios exactamente como la habló y la obedeció y siguió completamente esta Palabra de Dios. Pudimos confirmar claramente a través de las Escrituras que Dios aprobó la fe de Abraham, quien creyó en Su Palabra, y Dios cumplió Su promesa al bendecir a Abraham y sus descendientes. Por tanto, aunque las circunstancias sean difíciles para nosotros, debemos guardar la salvación que Dios nos ha dado en nuestros corazones y esperar pacientemente Su ayuda. Si hacemos esto, Dios obrará en nosotros.
Por otro lado, si no miramos a Dios y salimos al mundo porque pasamos hambre u otras dificultades, iremos directamente a nuestra destrucción. Esto se debe a que, aunque Dios quiera darnos Sus bendiciones, no puede hacerlo. Si Dios hubiese bendecido a Isaac, aunque le hubiese desobedecido y hubiese vivido en la tierra de Egipto, esto significaría que el Dios Todopoderoso da Sus bendiciones a un mundo pecador. Pero un Dios justo no puede hacer esto. Y por eso Dios le dijo a Isaac que viviese en la tierra que le indicó en vez de en la tierra de Egipto.
¿Qué significa espiritualmente que Dios le dijese a Isaac que se quedase en la tierra de Canaán y no fuese a Egipto? Por la Palabra de Dios podemos vivir nuestras vidas firmemente aferrándonos a la fe de la remisión de los pecados que hemos recibido de Dios al creer en Su Evangelio del agua y el Espíritu. Debemos vivir nuestras vidas aferrándonos al hecho de que somos el pueblo de Dios. Entonces Dios hará Su obra a través de nosotros a Su debido tiempo. Debemos entender este pasaje de las Escrituras espiritualmente. Si no entendemos el significado espiritual correctamente, entonces estaremos obligados por la Ley en la carne. Por tanto, debemos entender correctamente y creer que si nos aferramos a esta salvación que Dios nos ha dado y esperamos en silencio por fe, Dios nos bendecirá sin duda alguna.
Isaac pasó hambre y por eso fue a Gerar. Pero la gente de allí vio a su mujer bella y le preguntó: “¿Quién es esta mujer joven que está contigo?”. Cuando escuchó esto, Isaac contestó: “Es mi hermana”. En el pasaje de las Escrituras, Isaac tuvo miedo de decir: «Es mi mujer; pensando que tal vez los hombres del lugar lo matarían por causa de Rebeca, pues ella era de hermoso aspecto».
 
 
No hay pecados en este mundo gracias a la Verdad del Evangelio del agua y el Espíritu
 
En algunos aspectos parece que creemos en Jesús de maneras particulares, no de manera tranquila como hacen los cristianos comunes. Esto es porque decimos que no tenemos pecados. Pero es la verdad. Al creer en el Evangelio del agua y el Espíritu no tenemos más pecados. Es cierto que no tenemos pecados. Por supuesto, nuestros pecados no han desaparecido por su cuenta, sino que el Señor los ha eliminado a través del Evangelio del agua y el Espíritu. Creemos esto. Y por eso, les decimos a los demás: “Por fe estamos sin pecados. No es justo que creamos en Jesús teniendo pecados. Muchas personas también pueden decir que creen en Jesús y que están sin pecados, pero nosotros podemos explicar bíblicamente y en detalle lo que creemos y ellas no pueden. Cuando Jesucristo fue bautizado, todos mis pecados fueron pasados a él. Y como recibió el juicio en la Cruz en mi lugar pecador, no tengo pecados”. Y también decimos: “Jesús cargó con todos vuestros pecados cuando fue bautizado y por eso estáis sin pecados también”.
Pero, ¿cuál es la respuesta de la gente de este mundo cuando escuchan lo que tenemos que decir? Dicen que su fe y nuestra fe son diferentes y que nos odian y nos miran con prejuicios por este Evangelio. Nos consideran el objeto de su odio y piensan para sí mismos: “Creen en Jesús, pero no creen como nosotros creemos”. Esta es la misma razón por la que Isaac llamó hermana a su mujer.
Está escrito: «En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella» (Juan 1, 4-5). Si esta luz se hace brillante en la oscuridad total, es normal que la oscuridad odie esta luz. Si hay algo de oscuridad y alguna exposición a la luz, entonces puede haber cierta cantidad de asimilación, pero la oscuridad pura no tiene ninguna luz y odia la luz porque le hace daño en su orgullo. ¿Qué ocurriría si proclamásemos la salvación de nuestro Señor, el Evangelio del agua y el Espíritu, que es una luz para los que viven dentro de esta oscuridad? Odian esta luz y por eso nos odiarán a los que proclamemos la Palabra de la luz.
En el pasaje de las Escrituras de hoy, Isaac llamó hermana a su mujer Rebeca. Como había hecho su padre Abraham, también llamó hermana a su mujer. Así que todo el mundo en esa región pensaba que Isaac y Rebeca eran del mismo linaje. Pero está escrito en la Biblia que un día el Rey de los filisteos, cuando miraba por la ventana, vio a Isaac abrazando a su mujer Rebeca. Esto significa que este rey de este país estaba interesado en Rebeca también. Y por tanto, llamó a Isaac y le preguntó por qué le había dicho a la gente que su mujer era su hermana menor. Le interrogó: «He aquí ella es de cierto tu mujer. ¿Cómo, pues, dijiste: Es mi hermana?». Entonces Isaac reveló la razón por la que lo había dicho: «Quizá moriré por causa de ella». En respuesta a esto, Abimelec dijo: «¿Por qué nos has hecho esto? Por poco hubiera dormido alguno del pueblo con tu mujer, y hubieras traído sobre nosotros el pecado». Así que Abimelec ordenó a toda su nación: «El que tocare a este hombre o a su mujer, de cierto morirá».
De cierto, parece que este pasaje nos está diciendo que la ética y moral de aquel entonces eran buenas, pero la Palabra de Dios no revela verdades simples así. Entonces, ¿qué nos está intentando revelar Dios aquí? Dios ha escrito esto para hacernos entender cómo cumple Su obra. A través de este pasaje de las Escrituras, Dios está mostrándonos verdades escondidas en Su Palabra. Dios nos está revelando que destruirá absolutamente a todos los que hagan el mal contra la Iglesia de Dios. Protegerá Su Iglesia absolutamente. En la Biblia, Dios hizo que esta Palabra fuera hablada de la boca del Rey Abimelec, pero en realidad no eran sus palabras. Nuestro Dios Todopoderoso le dio estas Palabras al corazón y boca de Abimelec para entregar Su Palabra.
 
 

La Iglesia de Dios que Él ama

 
En la Palabra de Dios, el Rey Abimelec ordenó: «El que tocare a este hombre o a su mujer, de cierto morirá». Y por este mandamiento, el pueblo de la tierra de Gerar no tocó a su mujer Rebeca o a ninguno de sus hijos que nacieron después. ¿Qué significa este pasaje de las Escrituras? Esto significa que Dios protege y conserva a Su Iglesia de esta manera. A través de Sara, la mujer de Abraham, Dios nos muestra que ama, protege y bendice a la Iglesia de Dios. Asimismo, a través de Rebeca, la mujer de Isaac, Dios está revelando este hecho una vez más. Rebeca, la mujer de Isaac, que aparece en el pasaje de las Escrituras de hoy, se refiere a la Iglesia de Dios. Así, pudimos saber que el pasaje de las Escrituras de hoy habla acerca de la Iglesia de Dios. El pasaje de hoy revela que Dios ama a Su Iglesia tanto.
Si alguien quiere establecer la Iglesia de Dios, esta persona debe ser una persona de fe como Abraham sin falta, siguiendo la Palabra de Dios. Solo una persona que cree en la Palabra de Dios y sigue Su Palabra completamente puede establecer la Iglesia de Dios. Solo una persona así puede establecer la Iglesia de Dios y también se convierte en sierva de Dios. Y debe haber personas que hayan recibido la remisión de los pecados a través de esta persona para que la Iglesia de Dios sea establecida adecuadamente. En realidad, Abraham y su familia pueden ser llamados Iglesia de Dios. La Iglesia de Dios es el lugar donde los que han recibido la remisión de los pecados al creer en el Evangelio del agua y el Espíritu se reúnen para adorar y hacer la obra de Dios y unen sus corazones. Dios dice que ama, mantiene y bendice a esta Iglesia. El pasaje de las Escrituras nos enseña esto.
Sí, esto es cierto. Dios, que ama a Su Iglesia, maldice a los que se oponen a ella. Y por eso, solo debemos tratar con educación a los que se oponen a nosotros. Si Satanás entra en los corazones de la gente que se opone a nosotros y trabaja a través de estas personas para que odien o hagan mucho daño a los siervos de Dios o a los justos, entonces Dios les castigará sin remedio. El pasaje de las Escrituras de hoy dice: «El que tocare a este hombre o a su mujer, de cierto morirá». Dios promete esto. Por esta razón Jesús le dijo a Pedro: «Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella» (Mateo 16, 18). Dios está diciendo que la gente de este mundo no puede hacer daño a la Iglesia que Él ha establecido.
Queridos hermanos, les pido que se den cuenta de que Dios ama y protege a Sus santos que están en Su Iglesia. Les pido que crean en esto y, aunque están pasando por muchas dificultades por una hambruna en su tierra, no deben ir a la tierra de Egipto. Si vamos a la tierra de Egipto, seremos arruinados inmediatamente. Si no seguimos a Dios y vamos al mundo, todo lo que tengamos lo perderemos y seremos mendigos. La verdadera gente de Dios no puede ir al mundo y vivir bien. Cualquier persona entre el pueblo de Dios no puede seguir siendo hija de Dios y vivir bien en el mundo. Y por eso Dios continuamente interfiere con Sus hijos que están en el mundo. La interferencia de Dios es tal que Sus hijos que están en el mundo sufren tanto que llegan a un punto en el que no pueden evitar volver a Su Iglesia. Si uno es un verdadero hijo de Dios, entonces Dios interfiere en sus vidas.
Se dice que Isaac cultivó la tierra en la que Dios le había dicho que tenía que permanecer y ese año cosechó cien veces más. El Señor Dios le bendijo y le hizo grande, próspero y un hombre de gran riqueza. De la misma manera que Isaac, toda la gente de fe se hace rica a través de Dios. La fe lleva a las bendiciones. La fe trae bendiciones espirituales y físicas también. El Señor ha dicho que no hay nadie que haya sido perseguido y haya sufrido por Él que no vaya a recibir las bendiciones en esta vida y la siguiente. Una persona que haya vivido por el Señor recibirá la vida eterna y será bendecida definitivamente en esta vida también.
 
 

Abraham fue bendecido porque obedeció la Palabra de Dios

 
Queridos hermanos, es algo muy bueno que aprendamos acerca de la fe verdadera. Se dice que Isaac cultivó la tierra en la que Dios le había dicho que tenía que permanecer y ese año cosechó cien veces más. Isaac se hizo grande y próspero y al final se convirtió en un hombre de gran riqueza porque el Señor Dios le bendijo. Esto nos dice que Dios hace que Su Iglesia se multiplique de esta manera. Dios prometió claramente a Abraham: “Y haré que tus descendientes se multipliquen como las estrellas del cielo; les daré a tus descendientes todas estas tierras y en tu semilla serán bendecidas todas las naciones de la tierra”. Dios hizo esta promesa a Abraham y a Isaac y Jacob también. Esta promesa también tiene el significado de que Dios hará que se multipliquen los descendientes de la fe. “Si mantenéis vuestra fe en vuestros corazones, toda la gente bajo el cielo será bendecida por vosotros”. Dios, para cumplir esta promesa, hizo que Jesucristo naciese como descendiente de Abraham, Isaac y Jacob. Y a través de Jesucristo, prometió a toda la gente bajo el Cielo que recibiría la bendición de la salvación.
Abraham obedeció la Palabra de Dios y cumplió los mandamientos y reglas por fe. Por eso fue bendecido. Así, debemos creer en la voluntad de Dios y en las promesas que quiere cumplir a través de nosotros. ¿Qué dijo Dios que haría? Dijo que nos haría que los descendientes de la fe se multiplicasen y fuesen tan numerosos como las estrellas del cielo. Dios dijo: “Toda la gente bajo el cielo será bendecida. A través de vuestros descendientes será bendecida”. Y, como dijo, bendecirá a toda la gente bajo los cielos a través de Su Iglesia. Y al creer en esto, debemos seguir haciendo la obra de proclamar el Evangelio. Al hacer esta misión, no debemos utilizar métodos humanos, sino que debemos seguir por fe creyendo en la Palabra de Dios.
 
 

Los justos estamos proclamando el Evangelio de la justicia de Dios al mundo entero

 
Dios dijo: “En tu semilla, todas las naciones de la tierra serán bendecidas”. Y también dijo: “Tus descendientes serán tantos como las estrellas del Cielo”. Este era el plan de Dios. Y a través de los descendientes de Isaac, Dios cumplió exactamente esta promesa.
El nombre de Isaac tiene el significado de “risa” y también implica “obediencia”. En realidad, cuando leemos los pasajes acerca de Isaac, no podemos encontrar que mostrase ninguna respuesta negativa hacia las palabras de Abraham. Cuando leemos acerca de la vida de Isaac en la Biblia, todo lo que se menciona acerca de él es que obedeció las cosas que su padre le hizo que hiciese y al final fue bendecido por su obediencia. Queridos hermanos, ¿qué significa esto? Significa que los que estamos proclamando el Evangelio a todo el mundo estamos haciendo esta obra por obediencia a la Iglesia de Dios. En estos últimos días, Dios está proclamando el Evangelio a través de la Iglesia que ama. Incluso ahora, estamos proclamando el Evangelio a gran escala en obediencia a la voluntad de Dios, pero todavía hay mucho por hacer. Por tanto, nos costará mucho tiempo acabar nuestra misión. 
Nigeria, en el Oeste de África, es un país que no es tan pobre como el resto de países africanos. Nadie sabe cuánto petróleo hay en ese país. En cierto momento, muchos de nuestros libros eran enviados a este país. Pero hay muchos más países a los que no se ha proclamado el Evangelio todavía. Hay muchas personas que no han escuchado el Evangelio del agua y el Espíritu. Pero creemos que Dios cumplirá esta obra a través de Su Iglesia. 
Oro para que no pierdan su fe y vayan a Egipto porque haya una hambruna. Si creemos que Dios nos ha salvado, vivimos en esa fe tranquilamente, nos aferramos a la salvación de Dios de corazón y vivimos por fe, Dios cumplirá Su obra a través de nosotros.
Cuando leo el pasaje de las Escrituras de hoy, tengo confianza en mi corazón en que, si tienen fe en la justicia de Dios y esperan en silencio, por muy difícil que sea, Dios nos bendecirá definitivamente. Oro para que tengan esta fe en estos últimos días y no utilicen métodos o formas humanos. Si usan estas maneras y métodos de la carne, acabarán siendo destruidos. Debemos confiar solamente en Dios, buscarle solo a Él y creer en Él cuando le seguimos. Nuestros hermanos y hermanas a veces utilizan métodos carnales, pero quiero que siempre recuerden en su corazón que Dios obra a través de la Iglesia y no a través de una persona individual. Sí, esto es cierto. Dios hace esta obra solo a través de Su Iglesia y cumple Su voluntad a través de esta Iglesia.
Incluso hoy, estamos proclamando el Evangelio del agua y el Espíritu al mundo entero. La razón por la que estamos cansados es que no recordamos lo que Dios ha hecho por nosotros y solo pensamos en la obra y estamos impulsados por ella. Pensemos en esto una vez más. ¿Cuánto más nos ha bendecido Dios y cuánta más obra ha hecho con nosotros? De aquí en adelante, Dios obrará a través de nosotros aún más y nos dará aún más bendiciones. En realidad, más gente escuchará el verdadero Evangelio y mucha más gente recibirá la remisión de los pecados. Ahora mismo, muchas personas en el mundo están leyendo nuestra serie sobre el crecimiento espiritual. Mañana, algunos de nuestros trabajadores del ministerio irán a Seúl a imprimir el segundo volumen de la Epístola a los Gálatas. Cuando la gente lee estos sermones sobre Gálatas, marca una clara división en su fe. La gente puede pensar que creer en Jesús a ciegas y creer en el Evangelio del agua y el Espíritu es parecido. Pero, al leer estos libros, se darán cuenta de que hay una gran diferencia. Y entenderán que lo que han creído hasta ahora está mal y están cometiendo un grave pecado. Creo de verdad que la gente entenderá esta Verdad diciendo: “Está mal intentar recibir el perdón de los pecados a través de las oraciones de arrepentimiento después de creer en Jesús. Todos mis pecados han sido eliminados cuando confieso que no hay más pecados en mi corazón porque creo en el Evangelio del agua y el Espíritu”.
De esta manera, toda la gente del mundo conocerá el Evangelio del agua y el Espíritu, que es la Verdad de la salvación y estará al lado de Dios. Y también, como Sus obreros proclamarán la Palabra de Dios y muchas personas recibirán la remisión de los pecados a través de ellas. Queridos hermanos, cuando nacieron de nuevo, ¿pensaron que los que decían a ciegas que estaban sin pecados y los nacidos de nuevo eran similares? Pero no lo somos. No somos parecidos a esos pecadores cristianos. Sin recibir la remisión de los pecados a través de la justicia de la Palabra de Dios, todo el mundo es pecador. Es un pecado grave decir que están sin pecados solo en teoría. Y por eso, debemos creer claramente y decir: “Estamos sin pecados porque creemos en la Palabra de Dios pura”. Dios dice claramente que el Evangelio del agua y el Espíritu ha eliminado todos nuestros pecados y por eso debemos reconocerlo y creer en ello. No hay ninguna razón para añadir nada a lo que Dios ha dicho. No importa si alguien es muy inteligente o lleno de sabiduría, ya que no debe intentar añadir nada de Su Palabra o eliminarlo intencionadamente. Dios dijo que ha borrado todos nuestros pecados mediante la Verdad del Evangelio del agua y el Espíritu y por eso debemos creer en Su Palabra tal y como está escrita. Debemos examinar, a través de la Palabra de Dios, si nuestros pecados han sido transferidos a Él. Y después de haber confirmado que los pecados del mundo fueron pasados a Jesús a través de Su bautismo, que fue juzgado en nuestro lugar, que se levantó de entre los muertos y que nos salvó, debemos creer en esta Palabra de Dios tal y como es. No hay nada más que hacer. No tenemos nada más que hacer para alcanzar nuestra salvación. De esto se trata la fe.
Dios dijo: “Bendeciré a tus descendientes. A través de tus descendientes, todas las naciones de la tierra serán bendecidas”. Dios dijo esto y por eso creemos que se cumplirá de esta manera. ¿Qué más hay? Por ejemplo, si un pastor famoso gritara lo que cree, ¿se proclamaría el Evangelio del agua y el Espíritu? Un pastor famoso en los Estados Unidos es conocido por dar un último sermón impresionante cuando estaba cerca de la muerte. Con este sermón maravilloso, ¿se proclamaría el Evangelio verdadero? No, absolutamente no. Como Dios ha eliminado todos nuestros pecados a través del Evangelio del agua y el Espíritu, debemos creer firmemente en este Evangelio y proclamarlo con seguridad. Solo de esta manera se proclamará el Evangelio. No sé por qué es tan confuso y difícil para la gente entender la fe verdadera. La gente parece considerar que tener fe es más difícil de lo que es. Si Dios nos ha dado judías negras, no hay nada más que hacer que creer que son negras. ¿Desaparecen nuestros pecados solo porque los seres humanos hagamos un esfuerzo, conozcamos algo y creamos en ello? No. Dios ha eliminado todos nuestros pecados a través del Evangelio del agua y el Espíritu, así que al creer en esto nuestros pecados son eliminados. Por fe nos hemos convertido en el pueblo de Dios y hemos nacido de nuevo por fe. Por eso Dios obra a través de nosotros y cumple Su obra a través de nosotros. ¿Hay algo más que podamos hacer los seres humanos? Somos seres humanos que mueren enseguida si somos infectados por pequeños gérmenes tóxicos. ¿Qué hay de bueno en nosotros que confiamos en nuestros propios esfuerzos y no creemos en el Dios Todopoderoso? Lo que estoy diciendo es: “¿Por qué actúa la gente sin saber lo que dice la Palabra de Dios?”.
 
 

El Dios perfecto solo obra a través de Su Iglesia

 
Piensen en esto. Si Dios hubiese planeado que haríamos Su obra a través de la Iglesia de Dios, entonces haremos Su obra a través de Su Iglesia. Y si Dios prometió que nos daría Sus bendiciones a través de Su Iglesia, entonces nos dará Sus bendiciones a través de la Iglesia. No hay nada más que hacer que creer en esto. En realidad, no tenemos ninguna habilidad o poder. Los seres humanos son diligentes y sabios solo durante poco tiempo. Hay un límite en el conocimiento del hombre y un fin para sus esfuerzos. ¿Hay algo perfecto en los seres humanos? Solo Dios es perfecto. La voluntad del hombre, sus resoluciones, justicia y buenas obras son todas inútiles a los ojos de Dios. Afortunadamente, Dios nos ha amado y nos ha dado la salvación a la gente así, de manera que debemos estar agradecidos por esto y creer. Y Dios dijo que haría Su obra a través de nosotros, así que debemos creer en esto y hacer la obra de Dios de ahora en adelante. Si le prestamos nuestras manos, pies, labios, cabezas y todo lo que tenemos a Dios, y somos utilizados por Él, ¿cómo de agradecidos podemos estar por esto? Este es el camino de la Verdad. Es la verdad valiosa que reconoce el camino para entrar en el Cielo.
No hay nada que los seres humanos podamos hacer por nuestros propios esfuerzos. Estamos predicando el Evangelio por todo el mundo. Hemos podido hacerlo porque Dios ha hecho muchas obras en el pasado y sigue haciéndolo ahora. Cada día enviamos 500 copias de nuestros libros. Esto es impresionante. Enviamos muchos más si contamos los que enviamos en paquetes grandes. Piensen cómo distribuirían 500 libros al día. Y no solo entregarlos arbitrariamente, sino a la gente que los necesite de verdad, sería una tarea que llevaría muchísimo tiempo. Pero, incluso en estos tiempos difíciles, creemos que, de ahora en adelante, la obra de Dios se cumplirá en cantidad a través de estos libros, y la fe de la que se habla en nuestra serie de crecimiento espiritual estará grabada en los corazones de mucha gente.
Ahora mismo, de entre la serie de crecimiento espiritual, los libros de sermones sobre el Evangelio de Mateo se están enviando al extranjero. Por supuesto puede que no sea suficiente leer una de las series, pero la gente se despertará espiritualmente a la voluntad de Dios más que nunca. Nuestra serie de libros de sermones sobre el Evangelio de Juan está siendo traducida y los libros sobre la Epístola de Gálatas acaban de completarse. Pronto los libros de sermones sobre la Epístola a los Efesios serán publicados. Esto es maravilloso. Cada vez que alguien lee un libro de nuestra serie de crecimiento espiritual, su conocimiento crece considerablemente. Confío en que estos libros nuestros sean especialmente beneficiosos para la gente que ha recibido la remisión de los pecados.
Nuestro Dios de la justicia ha cumplido muchas cosas. Y Dios seguirá haciendo muchas obras a través de nosotros. En realidad, Dios cumple Su obra a través de Su Iglesia. Por muy alto que los demás protesten sobre cómo Dios obra, no vale para nada. Dios dijo que a través de Su Iglesia proclamará el Evangelio a todo el mundo, les dará las bendiciones a todas las naciones de la tierra y a los que creen y maldecirá a los que no crean, y será así como Él dijo. Y Dios también dijo que haría Su obra a través de Su Iglesia, es decir, a través de nosotros y así lo hará. Dios dijo: “En tu semilla, todas las naciones de la tierra serán bendecidas”. Y por eso Dios nos ha dado las bendiciones a través de Jesucristo, y a través de los que tenemos esta fe mucha gente será bendecida. Nosotros y las demás personas serán bendecidas solo a través de la fe en la justicia de Dios.
 
 

Por muy difícil que sea, debemos seguir predicando el Evangelio del agua y el Espíritu

 
A menudo es difícil para nosotros. Normalmente, no suelo pensar en el pasado mucho, pero es beneficioso para la predicación del Evangelio y por eso pienso en el pasado de vez en cuando. También he experimentado muchas dificultades después de creer en este Evangelio. Pero mis hermanos y mis parientes no lo saben. Como no les pedí ayuda o no me quejé de mis dificultades, no saben por lo que he pasado. Pero en realidad he sufrido mucho. Pero, en medio de todo esto, Dios me ha dado muchas bendiciones y me ha ayudado a reconocer qué es la verdadera fe. Abraham estaba solo en este mundo cuando salió a seguir la Palabra de Dios y al final se convirtió en nuestro padre de la fe. Pasó por muchas dificultades en su camino de la fe. De la misma manera, yo también he experimentado estas dificultades mientras seguía la Palabra de Dios.
No les estoy intentando hablar de mis dificultades, sino que quiero que sepan que, a través de la fe, recibí las bendiciones de Dios. Incluso mis hermanos no sabían los problemas que tenía y pensaron: “Es un pastor, debe estar bien”, pero esto no es cierto. Sí, aunque haya solo diez miembros en una iglesia, el pastor de la misma está bien. Está mejor que la mayoría de clase media. Pero ahora estoy en la clase alta. Puedo comer lo que quiera, jugar al fútbol por lo menos dos veces a la semana, comer tres comidas al día y unir mi corazón con mis hermanos y hermanas mientras hago la obra de Dios. ¿Qué soy si no soy de clase alta? Seguramente no hay ningún otro trabajador de la iglesia que viva tan feliz como yo. Como lo que quiero. No como ciertas cosas porque me cuesta digerirlas. Si lo puedo digerir, me lo como. Hay algunos alimentos que no tomo porque pueden ser malos para mi salud, pero no hay nada que no pueda comer porque no tenga dinero. Esto es suficiente. ¿Qué más puedo querer? He oído que cierto famoso vive en una casa de 300 metros cuadrados, pero no tengo envidia de él. En el futuro, cuando vayamos al Cielo, habrá espacios abiertos y diré: “Ángel, llévame a ese campo de fútbol. Después iré a jugar al golf. Después a disparar”. Y también se podrá ir a pescar. Lo que es seguro es que todo lo que es bueno en esta tierra está en el Cielo y hay muchas cosas que son incluso mejores allí.
Le doy gracias a Dios por hacer Su obra a través de esta Iglesia. A través del pasaje de las Escrituras de hoy, nos hemos dado cuenta de que por muchas dificultades que tengamos, debemos permanecer en la Iglesia y seguir aferrándonos a nuestra fe. Tengo un conocimiento general sobre lo que hará la voluntad de Dios de ahora en adelante y cómo el estado de las cosas del mundo cambiará. En el futuro las cosas serán más difíciles. Será difícil sobrevivir.
Pero eso es lo que pienso. En mi corazón, pienso que cuando muera, debo tener una fe que se encuentre con la muerte con valor. Tengo un corazón que quiere morir con valor, con más coraje que con el que juego al fútbol. Si no pudo predicar el Evangelio más, podré proclamarlo a través de mi muerte. Por tanto, diré: “Ni siquiera creéis en Dios, y a pesar de ser solamente una creación Suya, ¿odiaís y maldecís a Dios?”. Y por eso, de esta manera, voy a dar testimonio del Evangelio del agua y el Espíritu hasta el final y morir de forma gloriosa.
He escuchado que, cuando un volcán entra en erupción de repente, nadie puede escapar del calor y las cenizas volcánicas que llevan a la muerte. Como se respira aire caliente, los pulmones se derriten. Y por eso la muerte es instantánea. ¿Creen que es tan fácil morir? Es importante morir bien, y que cuando muramos y vayamos al Cielo lo hagamos de forma gloriosa. Y por eso, debemos asegurar en nuestros corazones la fe que cree que nuestro Dios hace Su obra a través de Su Iglesia para que seamos utilizados por Él para hacer Su obra hasta que muramos. Si hacemos bien, sé que el Señor cumplirá todas estas cosas pronto.
Ahora mismo, el país de Israel es odiado por todo el mundo. ¿Por qué? Como los Estados Unidos e Israel son aliados, la atención estaba en Estados Unidos, pero ahora está puesta en Israel. Pronto la ONU tomará una resolución para destruir y librarse de Israel. Pronto podremos ver esto. Piensan que, si Israel es eliminado de la faz de la tierra, todo estará bien. Esta es la razón por la que muchos países consideran que Israel es el mayor obstáculo para la paz mundial. Si los americanos me escuchasen decir estas cosas, tendría un gran problema, pero estoy diciendo lo que dice la Biblia y no estoy diciendo esto para oponerme a América. En los últimos días, todo debe ocurrir según la Palabra de Dios y por eso Israel será marginado. Si esto ocurre, deben saber que estamos en los últimos días. Antes de que esto ocurra habrá guerras, conflictos, hambruna y terremotos, pero a medida en que los asuntos del mundo van hacia el final, llegará el momento en que la nación de Israel perecerá. El principio de toda la destrucción es Israel. Israel proporciona dinero a los que están al mando en Estados Unidos y ejerce presión sobre ellos. Así es como funcionan las cosas. Y así, la flecha al final apuntará a Israel. En ese momento, los israelitas se arrepentirán. Cuando todo el mundo esté contra Israel y no tengan a nadie más en quien confiar, confiarán en el Mesías. El Salvador ya vino como su Mesías. Pero, entonces invocarán el nombre de Jesús.
Ahora mismo estamos haciendo la obra de traducir nuestros libros al hebreo y distribuirlos, y muchos judíos de todo el mundo están leyendo estos libros y reconociendo que Jesús es el Salvador. Cuando los israelitas acepten el Evangelio como nación y crean en la salvación de Jesús, el mundo entero llegará a su fin. Vivimos todos los días esperando ese día. Queridos hermanos, no debemos desfallecer y debemos ser fuertes para vivir nuestras vidas.